lunes, 8 de abril de 2024

LA COPIA Y LA ANTICOPIA: PARTE II, LA COPIA Y EL SOFTWARE DE PLAGIO


 

pensando fuera de la caja


II

 LA COPIA Y EL SOFTWARE DE PLAGIO

 Con la llegada de la imprenta en el siglo XV, editores y libreros adquirieron un monopolio que les permitía imprimir, comercializar y distribuir obras literarias con total libertad. Mientras ellos disfrutaban de este privilegio, no existía ninguna ley que protegiera los intereses de los autores. Finalmente, el 10 de abril de 1710, entró en vigor una nueva ley en Reino Unido: el Estatuto de la Reina Ana. Esta ley otorgaba protección jurídica a libros y a otros trabajos escritos. Está considerada como el origen del copyright por establecer que el dueño de los derechos de una obra es su propio autor. Sin embargo, con el desarrollo del capitalismo, la concentración de la propiedad editorial y distribución despojaron al productor directo del resultado de su trabajo, al convertirlos en simples obreros sin horarios, obligaciones ni derechos. Los obreros intelectuales reciben un estipendio mensual. Y los resultados de su esfuerzo intelectual son patentados por sus patrones (corporaciones) como suyos. En buen romance, las corporaciones compran por un salario mensual los resultados práctico - teóricos de los productores. Los autores o productores de conocimientos mutan a simples operarios de la producción inmaterial: los nuevos obreros del siglo XXI, “muy bien remunerados”, entregan su esfuerzo a las corporaciones. 

Llegado el capitalismo, como modo de apropiación dominante, los propietarios de las corporaciones encuentran la manera de sacar la vuelta o superar los fines de los Derechos de Autor del productor inmaterial. Desde finales de la década de 1980 inicia Estados Unidos una tendencia a legislar ad hoc, de conformidad con los intereses estratégicos de las grandes corporaciones, en materia de propiedad intelectual. Bajo ese nuevo andamiaje legal al lema «Acumulad, acumulad», el capital monopolista se agrega la consigna «Patentad, patentad», en su insaciable afán de lucro. Las corporaciones entendieron perfectamente que la apropiación de la producción inmaterial, a través del control de las patentes, es clave para los negocios. Las patentes son el instrumento perfecto para la usurpación del trabajo científico con fines mercantiles. Esto es, la apropiación a cualquier costo (incluido el asesinato de los díscolos), de los resultados del trabajo científico y tecnológico, para la obtención de ingentes ganancias monopólicas. Donde el productor recibe las migajas (un salario); en tanto, los accionistas de las grandes corporaciones se llevan miles de millones.[1] 

Prabhat Patnaik en el ensayo Inteligencia Artificial (IA) y la trampa capitalista para los avances científicos, desnuda los efectos de la IA sobre la sociedad. Él nos lo explica:con la aparición del neoliberalismo se ha producido un cambio fundamental. Ha habido una «mercantilización» de la ciencia, bajo la cual la responsabilidad de financiar la investigación ha pasado del Estado a donantes privados, principalmente corporativos. Esto ha significado que la libertad del científico para expresar opiniones políticas que subrayen la necesidad de trascender el capitalismo se ha visto enormemente restringida. Hoy, si un científico quiere participar en un proyecto de investigación, tiene que ser suficientemente aceptable para los donantes privados; y no se le ayuda si se sabe que tiene creencias socialistas. Incluso los nombramientos universitarios están determinados por la capacidad del científico para atraer fondos de donantes. / Por lo tanto, las limitaciones políticas se aplican incluso en una esfera donde hasta hace poco los académicos tenían la libertad de profesar diversas creencias. En otras palabras, la mercantilización de la ciencia produce conformismo político y una irresponsabilidad social, por parte del científico.”[2] 

         En este siglo la Inteligencia Artificial marca un nuevo escalón, en el camino de la apropiación de la producción inmaterial, con el uso de la copia sin restricciones. Noam Chomsky dice a propósito de la inteligencia Artificial: 

"La mente humana no es una máquina estadística como la ChatGPT y otras de su tipo, codiciosa de cientos de terabytes de datos para llegar a la respuesta más plausible a una conversación o la respuesta más probable a una pregunta científica". Por lo contrario –continúa–, "la mente humana es un sistema sorprendentemente eficiente y elegante que opera con una cantidad limitada de información. No trata de lesionar correlaciones a partir de datos, sino que intenta crear explicaciones… Dejemos de llamarla entonces «Inteligencia Artificial» y llamémosla por lo que es y hace un «software de plagio» ya que «No crea nada, sino que copia obras existentes, de artistas existentes, alterándolas lo suficiente como para escapar de las leyes de derechos de autor». Se trata del mayor robo de propiedad intelectual que se registre desde que los colonos europeos llegaron a tierras nativas americanas”.[3]

         La Inteligencia artificial (IA) es un nuevo modelo de negocio para salir de la crisis de las ‘big tech’ de 2021 y 2022. Los cinco grandes (Apple, Amazon, Facebook, Google y Microsoft) dominan más del 90 por ciento del mercado de la IA. Según sus expertos en marketing «la IA lo cambiará todo». Sin embargo, las tecnologías capitalistas –dicen los autores del número 112 de la revista alemana Wildcat–   no crean un mundo nuevo, conservan el antiguo. Weizenbaum[4] dijo en una entrevista en 1985 que la invención de la computadora había salvado principalmente el statu quo: mientras el sistema financiero y bancario seguía creciendo, apenas era controlable mediante transferencias manuales y cheques. La computadora resolvió este problema. Y todo siguió como antes, sólo que digitalizado.[5] Hoy continuamos haciendo las mismas operaciones que hace 60 años, pero infinitamente más rápidas. Pero estas herramientas siguen sin crear nada, “generan” textos o imágenes que es algo muy distinto a crear, la creatividad es un imposible para ellas. El progreso científico y tecnológico mientras siga en manos de las corporaciones no crearan un mundo nuevo, nada cambiará para los trabajadores y el conjunto de la sociedad.

Uno de los peligros del uso abusivo de este tipo de inteligencias artificiales es, dice Alejandro Massa Varela, «una forma de evitar el aprendizaje». Asimismo, de otra parte, se trata de un plagio de alta tecnología que no es advertido ni denunciado.[6] “Lo que muchos usuarios no entienden, es que también están alimentando y entrenando a la IA con nuevos datos a través de sus preguntas. A principios de 2023, Samsung descubrió que el código del programa de sus desarrolladores se había subido a ChatGTP. A mediados de año, Samsung, Morgan Chase Bank, Verizon, Amazon, Walmart y otros prohibieron oficialmente a sus empleados el uso de chatbots en los ordenadores de la empresa. Tampoco se les permite ingresar ninguna información relacionada con la empresa o datos personales en la IA generativa en sus dispositivos personales.”[7] 

Otro uso nefasto de la inteligencia Artificial es lo que denuncian oficiales de inteligencia israelís: “El ejército israelí ha desarrollado un programa de inteligencia artificial conocido como «Lavender» para generar LISTAS DE ASESINATO, sin ninguna verificación humana para comprobar los objetivos seleccionados por la máquina: sólo una comprobación de «sello de goma» de unos «20 segundos» para asegurarse de que el objetivo de la IA es hombre. / Estas fuentes de inteligencia afirman que el ejército israelí ha permitido la muerte de un gran número de civiles palestinos. / La proporción revelada en el informe afirma: «Por cada agente de Hamás de rango inferior que Lavender tenía como objetivo, se le permitía matar entre 15 y 20 civiles. Si el objetivo era un alto cargo de Hamás, el ejército autorizó en varias ocasiones la muerte de más de 100 civiles en el asesinato de un solo comandante». / Israel también desarrolló otro sistema automatizado llamado «¿Dónde está papá?», utilizado «específicamente para localizar a individuos seleccionados y llevar a cabo atentados cuando entraban en las casas de sus familias». / Este exterminio industrializado no tiene precedentes.[8] 

No existe espacio donde la IA no tenga carta blanca para la apropiación del esfuerzo ajeno. La usurpación del trabajo de músicos es calificado como un asalto a la creatividad humana: “Artistas reconocidos de la talla de Stevie Wonder, Jon Bon Jovi, Billie Eilish, Nicki Minaj, Juanes, Luis Fonsi, Katy Perry y J Balvin, entre los más de 200 que firman la misiva, hicieron un llamado colectivo para que las entidades e individuos involucrados "se comprometan a no desarrollar ni implementar tecnología, contenidos o herramientas de generación musical que subestimen o reemplacen el arte humano de los compositores y artistas" o les proporcionen una compensación justa por su trabajo / Los firmantes denunciaron que, algunas de "las empresas más grandes y poderosas están utilizando, sin permiso, nuestro trabajo para entrenar modelos de IA. Estos esfuerzos están directamente dirigidos a reemplazar el trabajo de los artistas humanos con cantidades masivas de 'sonidos' e 'imágenes' creados por IA que diluyen sustancialmente los fondos de regalías que se pagan a los artistas.”[9] 

Pero, a todo esto, ¿qué es la inteligencia Artificial? Es una tecnología que de inteligencia no tiene nada. “La tecnología no es una «cosa» sino un proceso, siempre ha sido así. Tan importante fue saber utilizar el fuego como ser capaz de hacerlo. Lo que actualmente se intenta vender, es la cosa, Chat GPT, etc. y para hacerlo el mercado debe hacer creer que el proceso «construir una Inteligencia» ha llegado a su fin o falta poco para ello. Nada de eso lo sostiene la ciencia. Los creadores de Chat GPT o de Gemini (de Google) no recibirán ningún premio Nobel. De la misma forma que no lo recibió el creador de Windows o de Apple. Ninguno de ellos descubrió nada en el mundo de la computación, pero si construyeron parte de esos procesos.”[10] 

¿Como funciona la Inteligencia artificial? Los autores del informe publicado en la web Todoporhacer nos lo cuentan: “las «redes neuronales de la IA» no se parecen en nada a la red de neuronas del cerebro. Son un proceso estadístico que se utiliza para organizar los llamados «nodos» en varias capas. Como regla general, un nodo está conectado a un subconjunto de nodos en la capa inferior. Si se desea que una computadora en particular pueda reconocer caballos, se la debe alimentar con muchas fotografías de caballos. A partir de ellos, el sistema extrae un ‘conjunto de características’: orejas, ojos, pezuñas, pelaje corto, etc. Si luego se va a evaluar una nueva imagen, el programa procede de forma jerárquica: la primera capa analiza sólo los valores de brillo, la siguiente capa horizontal y líneas verticales, la tercera forma circulares, la cuarta ojos, etc. Sólo la última capa constituye un modelo general. / La tecnología detrás de la llamada «IA generativa» se basa esencialmente en inferencias estadísticas a partir de enormes cantidades de datos. La estadística es una ciencia auxiliar… Como resultado, la IA generativa presenta predicciones estadísticas. Esta es la base de su desempeño. Por definición, los modelos no pueden derivar ni justificar sus resultados. Se les entrena hasta que los resultados encajan. / Un chatbot une secuencias de formas lingüísticas a partir de sus datos de entrenamiento sin ninguna referencia al significado de las palabras. Cuando se le pregunta a ChatGPT qué es Berlín, responde que Berlín es la capital de Alemania. No porque tenga idea de qué es Berlín, qué ciudad es o dónde está situada Alemania, sino porque es la respuesta estadísticamente más probable.”[11] 

Los grandes cambios tecnológicos que marcaron un antes y un después en la historia humana, desde el uso del fuego y las herramientas de piedra hasta la electricidad, los actuales dispositivos electrónicos, la mecánica newtoniana y la mecánica cuántica, etc., comenzaron en la mente de un puñado de "genios creativos" y luego se expandieron libremente hasta que apareció la mercantilización de la sociedad. En el siglo XXI, la apropiación de la producción inmaterial se realiza, a través de la pretendida universalización del uso de la copia sin restricciones, el software de plagio (Noam Chomsky), también conocido como Inteligencia Artificial. La nueva mercancía, publicitada como novedosa, en el stand de negocios de las corporaciones. La nueva manera como la originalidad deja de ser original convirtiéndose en “originalísima”. La versión “dialéctica” de los negocios, la anticopia de la anticopia: cuando el plagio se convierte en creación inédita. El proceso de metamorfosis de la anticopia en su opuesto con la apariencia de anticopia. Los contrarios mutan resolviéndose en sí mismas. La originalidad se transforma en copia y la copia en “original”, en una seudo prístina creación. Para llegar a ese resultado se usa el verificador de plagio copyleaks que dicen puede detectar todo tipo de plagio utilizando tecnología de inteligencia artificial. El cuento es la verificación para que miles de usuarios alimenten el software de plagio (AI).         

En la era del capital y de las grandes corporaciones: el productor individual, esta realización del «ser humano» mediante el trabajo, cobra vida en un producto que se convierte en externo o ajeno al creador. El producto es creado por él y al mismo tiempo se ve despojado de él.  El productor “libre” (ya sea literato, biólogo, físico, programador, nano tecnólogo o un simple obrero) es despojado de sus productos en tanto vende su trabajo intelectual o manual al empleador. Y el trabajador no puede rescatar su producto porque está forzado a comprarlo. La noción de compra implica que su producto le ha sido arrebatado, es decir, enajenado. Ese es el lado negativo del trabajo bajo condiciones de explotación capitalista. Pero, ese lado negativo de la moderna esclavitud del trabajador facilita el entendimiento de los procesos históricos (conciencia de clase) que conducen a la realización del homo sapiens como un verdadero ser humano, superación de la necesaria pero irracional violencia interclasista. 

Con la Inteligencia Artificial (IA) las corporaciones han descubierto la forma más avanzada de piratear o plagiar los productos inmateriales sin pagar los derechos de autor. Pero, ¿es inédito este facilismo de violentar el trabajo ajeno? No. Ya en la antigüedad greco - romana se registraron protestas, tanto que “la palabra plagio era común entre los romanos para referirse al acto de copiar la obra de otro y presentarla como si fuera propia.” “En la antigua Grecia era común que los escritores se acusaran unos a otros de plagio. En Las Ranas, Aristófanes acusó a Sófocles de escribirle una tragedia a su hijo para que se ganara un concurso, denunció a Esquilo de ser un charlatán e impostor del poeta Frínico y se burló de los versos de Eurípides. Quizás este alboroto causado por Aristófanes fue la verdadera razón por la cual, en el 330 a.c., una ley del legislador Licurgo, en Atenas, ordenó que se conservaran copias exactas de las obras de Esquilo, Sófocles y Eurípides en los depósitos oficiales de la ciudad.”[12] 

Copiar, en sí, no es reprobable porque es la manera de reproducción y existencia en la historia biológica y cultural. Sin la copia, no existiríamos como especie. La copia nos hizo humanos. Los humanos no seriamos lo que somos si la copia no nos hubiera modelado en sociedad a través de los tiempos. La copia nos dio vida y nos hizo civilizados; en cambio, el prurito de originalidad, en una sociedad altamente individualizada y mercantilizada, conduce a la lucha y usurpación los derechos de autor. 

En la era del conocimiento y la cuarta revolución industrial, las publicaciones y la lucha por los derechos de autor, han evolucionado (o involucionado) la ética y psicología de la sociedad. Más de cuatro mil millones de personas (2024)[13], buscan su minuto de fama cada día, en un mundo altamente competitivo. Por eso, no es nada extraño que la copia se transforme en plagio. Y el plagio sea el modo de proceder de los que carecen de talentos en los campos de ciencia o literatura. El plagio es la práctica del egoísmo o ambición por enriquecerse o por ese minuto de fama. El punto culminante del plagio es la piratería o robo de los conocimientos ancestrales, patentándolos como propiedad de las corporaciones. Corporaciones que, a su vez, coercitivamente imponen precios de venta prohibitivos para sus creadores, los pueblos. Los pueblos son sometidos a un conjunto de normas y leyes que reprimen la copia (copyright). Normas que las empresas esgrimen para extraer miles de millones de los bolsillos de los ciudadanos del mundo. Ley del embudo: todo puede ser pirateado por las corporaciones mientras se controla cualquier intento de copiar de los pueblos y los ciudadanos. Como el capitalismo, es un modo de apropiación del trabajo ajeno, no es casual que las elites (corporaciones) se dediquen a plagiar (robar amparados en leyes y acuerdos internacionales) las ideas o conocimientos de los pueblos ancestrales y de los productores de conocimientos. 

El Capitalismo impone los derechos de autor; pero, con el correr del tiempo, el capital ha encontrado la manera de apropiarse de esos mismos derechos. Los derechos privados de copia (copyright) de una parte, es consecuencia de la división del trabajo y la mercantilización de la sociedad, producto de las contradicciones en el mundo cultural. Y, de otra parte, es un despropósito capitalista que contradice la historia biológica, la historia de la humanidad y la continuidad de los conocimientos. 

Mientras la dictadura del capital subsista la lucha por los derechos de autor enfrentará a los seres humanos. En un mundo nuevo, “cuando haya desaparecido la subordinación esclavizadora de los individuos a la división del trabajo, y con ella, el contraste entre trabajo intelectual y trabajo manual; cuando el trabajo no sea solamente un medio de vida, sino la primera necesidad vital; cuando, con el desarrollo de los individuos en todos sus aspectos, crezcan también las fuerzas productivas y corran a chorro lleno los manantiales de la riqueza colectiva, sólo entonces podrá rebasarse totalmente el estrecho horizonte del derecho burgués y la sociedad podrá escribir en sus banderas: ¡De cada cual, según sus capacidades; a cada cual según sus necesidades!”[14]



[2] https://tacnacomunitaria.blogspot.com/2024/03/la-inteligencia-artificial-y-la-trampa.html

[3] Noam Chomsky, New York Times - 8 de marzo de 2023. Véase también: https://pijamasurf.com/2024/03/para_chomsky_las_ia_no_son_inteligentes_sino_softwares_de_plagio/

[4] Joseph Weizenbaum fue profesor emérito de Informática en el Instituto Tecnológico de Massachusetts y se le considera uno de los padres de la cibernética.

[13] https://es.wikipedia.org/wiki/Poblaci%C3%B3n_humana_mundial  Población mundial: 4,284,113,541en el rango de 20 a 60 años de ambos sexos.

[14] C. Marx, Crítica al Programa de Gotha, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Pekín (Beijing), República Popular China, 1979.


Tacna, 08 abril 2024

Tacnacomunitaria


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