04 Junio 2024
Concluyó el proceso electoral en
México con la votación del domingo 2 de Junio para elegir Presidente de la
República, Cámaras de Diputados y Senadores, Gobiernos de la Ciudad de México y
otras entidades, varias legislaturas locales y gobiernos municipales de varios
estados.
El proceso electoral estuvo marcado
por la intervención gubernamental a favor de su partido MORENA, por la
utilización de los programas sociales, es decir el lucro de la extrema pobreza,
por la demagogia de los dos grandes bloques burgueses y sus candidatas Claudia
Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, las campañas sucias, por el obsceno derroche de
dinero, tanto el de las prerrogativas del INE, como de origen extraño (o de
grupos empresariales o del crimen organizado), por la violencia.
Fue visible el rol de esquirol
gubernamental del Partido Movimiento Ciudadano; también fue un elemento notable
que desde el punto de vista programático Sheinbaum y Gálvez se enmarcaron en
una misma plataforma, con diferencias menores y no esenciales. Fundamentalmente,
ambas ratificaron el compromiso de llevar adelante la gestión del capitalismo.
Los resultados son claros: fue electa
Claudia Sheinbaum, quien contará con una mayoría calificada para emprender el
conjunto de medidas legislativas que considere necesarias puesto que el PRI y
el PAN no tendrán correlación de fuerzas para obstaculizarlas. El llamado Plan
C, que entre otras medidas busca colocar la Guardia Nacional bajo control
militar, entrará en ejecución. Desde el arranque de la campaña los empresarios
le dictaron sus prioridades. Hoy, es constatable la satisfacción de la clase
dominante, del poder de los monopolios con este resultado, con las inmediatas
felicitaciones de los banqueros y cámaras patronales.
La administración de Obrador, que
llega a su fin formal, logró, después de casi tres décadas de la inestabilidad
social y de la intensificación de la lucha de clases por las políticas de
choque de las privatizaciones, una paz social que viene permitiendo una rápida
fase de expansión capitalista que llevó a México a mejorar la posición de su
economía capitalista dentro del sistema imperialista, desplazando a España,
Australia, Corea del Sur, y acercándose a ser una de las 10 principales
economías capitalistas en el mundo; con Obrador los monopolios han duplicado
sus ganancias, en primer lugar aumentando la tasa de extracción de plusvalía,
desvalorizando la fuerza de trabajo, y a través de la imposición de políticas
antipopulares, antiinmigrantes, y medidas que anteriormente habían sido
rechazadas. Ratificó el T-MEC; a pesar de presentarse como antineoliberal y de
declarar el fin del neoliberalismo, no dio marcha atrás a ninguna de las
privatizaciones, y los monopolios beneficiarios de ellas en los años 90, fueron
en éste sexenio aliados del Presidente.
Obrador se encargó de la
relegitimación del Estado y de sus desprestigiadas fuerzas represivas, sobre
todo el Ejército; resanó temporalmente las grietas de la dominación de clase de
la burguesía, recurriendo a la fórmula ya ensayada por Plutarco Elías Calles en
1929: un Partido de Estado pluriclasista. En los últimos seis años MORENA
funciona como la pista de aterrizaje de los grupos y corrientes del PRI
–inclusive el grupo Atlacomulco-, y también del PAN; al igual que el
PNR-PRM-PRI, hoy MORENA afirma representar el interés popular cuando en verdad
expresa el interés de clase de la burguesía y los monopolios. En contenido y
forma restaura el presidencialismo absolutista, el autoritarismo. Por el
momento los monopolios, los industriales y los banqueros, se encuentran
satisfechos con el obradorismo, y en la pugna interburguesa le han respaldado,
mandando a la reserva al PRI y PAN, a los que han duplicado electoralmente.
Así pues el triunfo de Sheinbaum
tiene ya predeterminado su derrotero: el de una gestión antiobrera y
antipopular, que no oculta con lo que pomposamente denomina el segundo piso de
la 4T, al que también llama capitalismo consciente, que
simplemente significa la apertura al nearshoring y la relocalización, para
ocupar en el marco del conflicto y las rivalidades entre los estados
capitalistas de China y los EEUU, el lugar que tenía China de productor
de las mercancías que requiere el mercado norteamericano; para ello se inició y
continuará la construcción y desarrollo de infraestructura de transporte, comunicaciones
y logística, pisoteando a su paso los derechos de los trabajadores, de los
pueblos originarios y sacrificando los recursos naturales. Hacemos notar que la
burguesía proyectó desde la campaña, a dos de sus cuadros como relevos en la
dirección del Estado: Omar García Harfuch y Altagracia Gómez, de probada línea
antipopular y defensa del orden.
La demagogia es la marca del gobierno
de Obrador y lo será de Sheinbaum. Se montaron vulgarmente en la tragedia de
Ayotzinapa y han traicionado a las víctimas para unirse a los verdugos;
indolentes han estado frente al genocidio en Palestina, o frente a la expansión
del narco por todo México, frente a los miles de muertos y desaparecidos.
Qué ilusos aquellos que piensan que
el gobierno de Obrador o Sheinbaum son expresiones de izquierda o populares;
aquellos oportunistas que desde diversas latitudes con abyección hoy saludan a
Sheinbaum, igual que ayer callaron ante la militarización y el despojo, son
corresponsables de la agonía del pueblo y los trabajadores de México.
Igualmente ilusos, o abyectos, aquéllos que proclaman como un hito histórico el
que haya una Presidenta en lugar de un Presidente, cuando ella igualmente
representa intereses antagónicos a los de los millones de mujeres trabajadoras
mexicanas y migrantes que siguen viviendo en carne propia no sólo la
explotación intensificada del capital, sino la imparable violencia social y
criminal.
El Partido Comunista de México sin
ninguna duda seguirá luchando contra Obrador y a partir del 01 de octubre contra
Claudia Sheinbaum, pues expresan los intereses de clase de la explotación.
Estamos conscientes del momento, de la necesidad de reforzar lazos políticos y
organizativos con los trabajadores, la mujer trabajadora, los jóvenes y
estudiantes, los migrantes, con los pueblos indígenas, con organizaciones
clasistas independientes, para con una alianza social anticapitalista y
antimonopolista desarrollar el antagonismo con la socialdemocracia de
Obrador/Sheinbaum.
En esta dirección, fue un paso
adelante la campaña comunista que nos permitió contactar con miles de
trabajadores, casi 234,000, con una plataforma programática clasista, por un
nuevo poder y una nueva economía, basada en la propiedad social de los medios
de producción, y es un aliciente la votación por Marco Vinicio Dávila,
candidato comunista a la Presidencia de la República, y los demás candidatos
comunistas, que es de miles de trabajadores que han elegido luchar, a pesar de
todas las dificultades legales y extralegales. Según la tendencia del PREP la
votación por las candidaturas no registradas es ahora de 85,000 y puede
alcanzar los 90,000, además tenemos evidencia de que muchos de los votos de
nuestras candidaturas fueron anotados como nulos. Nosotros llamamos a los que
decidieron votar comunista a dar un paso adelante, y a que juntos luchemos
cotidianamente hasta cambiar todo lo que deba ser cambiado, a luchar por el
Mundo nuevo del socialismo-comunismo. También saludamos el más de 1,300,000 de
votos nulos, muchos de aquellos que reivindicando a sus desaparecidos, de
aquellos que conscientes que ni MORENA, ni el PRI-PAN son salida, han decidido
rechazarlos. Es un buen horizonte que miles de trabajadores y jóvenes hayan
elegido luchar y no quedar atrapados en la disyuntiva del mal menor.
Con el proletariado, con la clase
obrera, cada día luchando, sin tregua, con optimismo en el futuro que vendrá si
estamos dispuestos a sostener las posiciones clasistas e internacionalistas.
¡Proletarios
de todos los países, uníos!
El
Buró Político del Comité Central
Fuente: https://comunistas-mexicanos.org/index.php/pcm/elecciones-2024
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