lunes, 30 de septiembre de 2024

ORGANIZACIÓN Y PLANEACIÓN (2): SUN ZI, EL ARTE DE LA GUERRA

 


Los principios y las ideas fundamentales del Bing Fa penetran en todos los campos de la actividad social de los hombres, siendo objeto de amplio interés y aprovechamiento por ejemplo en la administración de empresas, las operaciones bursátiles o comerciales en general, las competencias deportivas o el ajetreo diplomático.  P.3

 

Si El Arte de la Guerra de Sun Zi ha pasado las pruebas de la historia, se puede afirmar, debido ante todo, a que ha destapado el pensamiento de conoce al adversario y conócete a ti mismo, y así podrás librar cien batallas sin correr ningún riesgo de derrota, pensamiento con carácter de ley universal, que se puede considerar como una de las columnas del arte de la guerra de Sun Zi. P.9

 

Las exigencias del mundo actual han recibido la influencia de El Arte de la Guerra y su aplicación abarca desde la política y la economía hasta la tecnología, pasando por el comercio, las matemáticas y la educación física. (...)Son incontables quienes aplican las teorías expuestas por Sun Zi en la resolución de sus problemas cotidianos y su actividad social. A ellas se deben obras como El Arte de la Guerra de Sun Zi y las Relaciones Humanas, Sun Zi y las Estrategias en los Exámenes de Admisión para Universidades, sin que falten obras como El Arte de la Guerra en el Amor, etc. Introducción Yan Zhen, Beijing, 1994. P.10

 

Para una justa apreciación de las posibilidades de triunfar o caer en la derrota se deberán analizar cinco factores y comparar siete aspectos de las partes beligerantes.

 

Los cinco factores son: primero dao, segundo tian, tercero di, cuarto jiang y quinto fa. Cuando hablo de dao (camino) me refiero al asentimiento popular. Que el pueblo comparta la voluntad de su monarca, de modo que con él pueda compartir las tribulaciones y lo acompañe en la vida y la muerte con lealtad y sin contrarias intenciones. El tian (cielo) comporta el yin y el yang, es decir, la noche y el día, la lluvia y el cielo despejado, las diferencias entre el frío y el calor, la alternancia de las cuatro estaciones. Por di (tierra) me refiero a las características del terreno: si es bajo o elevado, cercano o alejado, peligroso o llano, amplio o estrecho; si ofrece la vida o significa la muerte. Por jiang (autoridad) considero estas cualidades de los comandantes: zhi sagacidad o talento, xin ecuanimidad o confianza, ren benevolencia, yong valor y yan severidad o justicia. Por fa (legalidad o doctrina) considero los sistemas organizativos de las fuerzas armadas, de los deberes y las responsabilidades de los mandos y funcionarios, y el suministro de los recursos necesarios para los gastos del ejército. Ningún comandante que esté en su puesto debe ignorar estos factores. Quienes los conocen plenamente alcanzarán la victoria; si los desconocen, no lograrán el triunfo.  P.14

 

Una vez conocidos estos factores, se deben comparar con los siete aspectos comunes para los dos bandos beligerantes: 1) ¿De parte de cuál soberano está el lado correcto?; en otras palabras, ¿cuál puede ganar el apoyo del pueblo con su política sensata? 2) ¿Cuál ejército puede elegir comandantes más capaces? 3) ¿Qué lado cuenta con mejores condiciones respecto al cielo, al tiempo y la topografía? 4) ¿En cuál bando se aplican y respetan mejor las leyes, reglamentos y se acata la disciplina? 5) ¿Cuál está equipado con más municiones y armas poderosas? ¿6) ¿En qué lado están mejor entrenadas las tropas? 7) ¿En cuál administran de manera seria y justa los premios y aplican las sanciones? Así, conociendo estos siete aspectos, puedo deducir de cuál parte estará el triunfo y de cuál la derrota.  P.14

 

Al adoptar las ventajas de mis estratagemas deben crear una situación suplementaria para llevar a cabo los planes. Por tal "situación" considero tomar la iniciativa valiéndose de las condiciones más favorables, modificar de modo flexible los planes y acomodarse a las circunstancias. El arte de la guerra se funda en el engaño. Por eso fingirás que eres inepto cuando seas capaz y simularás reposo cuando quieras atacar. Así mismo, aparenta que vas para un lugar lejano, aunque tu objetivo esté próximo, y si ya estás cerca, hazles creer que te sientes alejado.  P.17

 

Quienes planeen, se preparen por completo y cuenten con las condiciones adecuadas, podrán triunfar. Quienes no dispongan de planes y preparativos, o los tengan deficientes y condiciones insuficientes, sufrirán pérdidas. Aquí ya no es necesario hablar de aquellos que no hayan hecho planes, ni preparativos y no posean condición favorable alguna. Cuando observo las cosas, basándome en estos cálculos, sé de quién será la derrota y quién el triunfador.  P.18

 

Por lo tanto, será el mejor de los planes anular los principios estratégicos del adversario; de segundo orden es alcanzar su derrota diplomática; la de sus fuerzas armadas resulta de tercer orden.  P.24

 

Por eso afirmo: Conoce a tu adversario y conócete tú mismo; así podrás librar cien batallas sin correr ningún riesgo de fracaso. Si desconoces a tu adversario, pero te conoces a ti mismo, podrá ganar la mitad de las batallas que libres pero sufrirás otras tantas derrotas. Si no conoces a tu adversario, ni a ti mismo, sin duda, en cada batalla sólo encontrarás la derrota. P.29

 

La iniciativa para no ser vencido por el enemigo está en tus propias manos; que puedas vencerlo o no depende, ante todo, de saber aprovechar muy bien sus defectos. De esto se desprende que quienes conocen el arte de combatir podrán crear las condiciones para no ser derrotados, pero no pueden hacer que el adversario sea vulnerable por completo. Por eso digo: la victoria puede ser prevista, pero no forzosa. Si no quieres ser vencido, debes saber cómo defenderte; si quieres triunfar, debes tomar la ofensiva.  P.30

 

Comandar una gran fuerza o una escuadra pequeña es lo mismo: asunto de división y numeración del ejército. (Editorial: Se trata de la organización o "escalafón militar", en donde cada elemento se encuentra subordinado al que le precede en la jerarquía militar).   P.35

 

Debes saber que el caos se puede transformar en orden; la cobardía en coraje; la debilidad en fuerza. De la organización dependen el orden y el caos; de las circunstancias la cobardía y el coraje; en tanto que la debilidad y la fuerza dependen del equilibrio de los dos poderíos.  P.36

 

Enfrentar con el propio orden al caos del enemigo, con serenidad su precipitud y temerosidad, he ahí el método para manejar el ánimo del ejército y tenerlo a favor.  P.52

 

Los mandos inteligentes deben sopesar en cada caso los beneficios y los inconvenientes. La consideración de las circunstancias ventajosas puede reforzar la convicción del triunfo seguro. Estimando los aspectos adversos tal vez pueda evitar las desgracias.  P.57

 

Cinco defectos de los comandantes conducen a la ruina: 1) Cuando se muestran arrojados y sólo saben combatir hasta la muerte, pueden ser inducidos a perder la vida; 2) Cuando por miedo a perder el pellejo sólo buscan los medios necesarios para sobrevivir, es posible que sean hechos prisioneros; 3) Cuando se muestran temperamentales, precipitados y arrojadizos, pueden ser provocados con insignificantes ultrajes del enemigo y se les puede crear algunas pérdidas; 4) Cuando por perseguir la buena fama de su propia honra, se muestran incorruptibles, pueden hundirse en las trampas enemigas de la humillación y la calumnia; 5) Cuando se muestran misericordiosos con el pueblo, sin tener presentes las ventajas y perjuicios, es posible llevarlos a la pasividad, las molestias y el fastidio, con lo cual nunca estarán tranquilos. Estas son cinco grandes debilidades en el carácter de los mandos, verdadera tragedia en el uso de las fuerzas militares.  P.58

 

Cuando los soldados no se expresan adheridos ni subordinados y los castigamos, tampoco los convenceremos. Si no están convencidos, será muy difícil aprovecharse de ellos. Si los soldados se aproximan y se expresan adheridos a nosotros pero persisten en no acatar la disciplina ni las leyes castrenses, tampoco se pueden usar en los combates. Por eso hay que reunirlos ideológicamente a través de medios bondadosos, benévolos y generosos; unirlos por medio de la disciplina y las leyes militares. Actuando de ese modo, los mandos se granjearán el respeto, el temor y el apoyo de los subalternos.  P.66

 

En el aspecto militar hay seis circunstancias que conducen inevitablemente a la derrota: 1) zhou (irse), 2) chi (aflojarse), 3) xian (hundirse), 4) beng (derrumbarse), 5) luan (desordenarse), 6) bei (derrotarse). Estas seis circunstancias no son calamidades del Cielo, de las estaciones del año, ni de las condiciones geográficas. Se originan por los errores y equivocaciones de los mandos.  P.68

 

Cuando se administran los asuntos militares hay que llegar hasta la reflexión serena y tranquila de los planes, tácticas y estrategias, y manejar las tropas con severidad y disciplina.  P.81

 

Por eso no es necesario establecer impacientemente alianzas con los señores feudales de otros reinos. Tampoco es imprescindible cultivar nuestras fuerzas en los diversos reinos; basta con que extendamos nuestras intenciones estratégicas y hagamos caer nuestra autoridad sobre el enemigo.  P.83

 

Hay que romper con los estereotipos establecidos, actuar conforme a los cambios operados en las filas del enemigo y decidir sobre la acción propia del combate, de manera flexible.  P.85

 

Por eso dicen que un soberano inteligente reflexiona acerca de sus proyectos con toda severidad y prudencia, mientras que los mandos inteligentes deben ejecutarlos a conciencia.   P.89

 

Hay cinco clases de espías aprovechables: xiang jian o locales, nei jiang o internos, fan jian o dobles, si jian o ajusticiables, y sheng jian o vivos. P.92

 

Un soberano sensato e inteligente y los mandos sabios y aptos, que son hábiles para valerse de hombres sabios y sobresalientes como agentes, sin lugar a dudas alcanzarán grandiosos méritos. Éste es un paso muy importante en el uso de las fuerzas armadas. Todo ejército debe apoyarse en las informaciones sobre el enemigo, proporcionadas por los conocedores, para decidir respecto a la acción militar.   P.96

 

Zun Zi Bin Fa (Arte de la Guerra, s.VI a.n.e)

Ediciones en Lenguas Extranjeras, Beijing, 1996,  108 págs, 12 x 18 cms.

     

 Selección de textos por Ragarro. 21.11.07

 

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