viernes, 11 de julio de 2025

EEUU – ISRAEL vs IRÁN: EL LEÓN VERSUS LA PROMESA

ÁNGEL GARCÍA

Análisis político-militar de la guerra imperialista contra Irán, el más reciente en una serie de conflictos globales, sintomáticos de lo viejo que se resiste a morir y lo nuevo que puja por nacer.

«La Guerra de los Doce Días» es como será recordada en los libros de historia la confrontación del imperialismo colectivo contra la República Islámica de Irán. Poco a poco, la neblina del enfrentamiento militar se levanta y se evidencian algunas conclusiones.

Esta guerra obedeció a los derroteros estratégicos de dos órdenes mundiales en disputa: primero, el viejo orden mundial imperialista, que recurre a aventuras bélicas para sostenerse a cualquier precio, hasta el extremo de arriesgarse a un nuevo Chernóbil; y, segundo, el nuevo ordenamiento emergente -multipolar y multinodal- con el eje Rusia-China-Irán como centro de gravedad, que lucha con intensidad por consolidarse y asume, con claridad meridiana, que la voluntad política por sí sola es insuficiente sin el poder militar que la acompañe.

La Guerra de los Doce Días ha sido el más reciente en una serie de conflictos globales, sintomáticos de lo viejo que se resiste a morir y lo nuevo que puja por nacer. Sus antecedentes inmediatos son la guerra entre la OTAN y Rusia en Ucrania (2022-presente), la guerra de exterminio de Israel contra el pueblo palestino (2023-presente), la guerra del sionismo contra el Líbano (2024), e incluso la breve confrontación entre Paquistán y la India (abril del 2025).

Podríamos hablar de que esta es la segunda guerra contra los BRICS+; siendo el derrocamiento del gobierno de Siria, en noviembre del 2024, la primera. En aquella, un miembro de los BRICS -Turquía-, se alineó con los EEUU e Israel contra el gobierno sirio, el cual tenía una alianza estratégica con Irán y Rusia, miembros claves de los BRICS.

La Guerra de los Doce Días se enfoca en el derrocamiento de un Estado que forma parte del eje vital de los BRICS, de la triada Rusia-China-Irán. La derrota de Irán hubiese significado un golpe contra la seguridad energética de China -ya que compra el 90 % del petróleo iraní-, y contra el Estado que ha sido el corazón latiente del Eje de la Resistencia desde 2011 -cuando inició la guerra occidental de cambio de régimen contra Siria-. Irán es la nación que ha sostenido la resistencia palestina, libanesa y yemení desde hace mucho y, en especial, desde el 7 de octubre de 2023. La derrota de la República Islámica era una pieza vital en la colonización total de Palestina, pasando por el exterminio de su pueblo.

El imperialismo intentó colocar a Irán en una disyuntiva sin salida: la claudicación absoluta ante las demandas imperiales o someterse a la total destrucción de su país y su revolución. Irán escogió un tercer camino: la resistencia.

Asia occidental en el centro de la tormenta

Los vectores de guerra de la disputa geopolítica global confluyen nuevamente en Asia occidental, tal como sucedió en noviembre de 2024 con la caída de Siria.

En la madrugada del 13 de junio del 2025 (en el calendario gregoriano) y 23 (Khordad 1404 en el calendario persa), Israel lanzó la «Operación León Naciente», un ataque sorpresa contra Irán. Esa misma noche, la República Islámica de Irán lanzó el contrataque con la «Operación Promesa Verdadera 3».

El sábado 21 de junio, EEUU bombardeó tres instalaciones nucleares de Fordow, Isfahan y Natanz, en clara violación de la Carta de las Naciones Unidas.

La guerra contra Irán marca un antes y un después. El eje sionista (Israel-EEUU-Gran Bretaña-Francia-Jordania-Alemania) se configuró para lanzar una campaña militar contra Irán, cuyo objetivo no era acabar con el programa nuclear de la nación persa, sino acabar con la Revolución islámica mediante una operación de cambio de régimen; como se logró en Afganistán en 2001, Iraq en 2003 y Libia en 2011.

Recordemos que, luego del 11 de septiembre de 2001, el general retirado del Pentágono, Wesley Clark, elaboró la hoja de ruta de cinco años para lograr cambios de régimen en siete países islámicos; comenzando con Iraq, continuando con Siria, Líbano, Libia, Somalia, Sudán y, la joya de la corona, Irán.

La operación del 13 de junio, donde se infiltraron cientos de drones y se activaron células del Mossad dentro de Irán, fue una operación conjunta del MI6, la CIA y el Mossad. De hecho, se llevó a cabo con el mismo modo operativo de la «Operación Telaraña», de Ucrania, realizada el 1ro. de junio del 2025 contra las bases rusas de bombarderos estratégicos TU-95. Se especula que el Mossad colaboró con el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) en esa megaoperación contra Rusia.

Los paralelos tácticos entre la «Operación Telaraña» del SBU y las acciones con drones del Mossad no son pocos. Según filtraciones de ambas agencias, las operaciones se planificaron a largo plazo, implicaban el contrabando de drones explosivos en territorio enemigo, el funcionamiento de un taller encubierto con participación israelí en los dominios del enemigo para ensamblarlos y desplegarlos, y la realización de un ataque sorpresa y sincronizado contra objetivos de seguridad clave.

Los sionistas lanzaron un ciberataque la madrugada del viernes 13 de junio, que inutilizó parcialmente el sistema de defensa aérea iraní durante 10 horas, dándole a Israel en parte el control de los cielos persas. Afortunadamente, en poco tiempo, el sistema de vigilancia fue reestablecido e Irán pudo reactivar sus defensas.

Los primeros misiles alcanzaron objetivos civiles, en una operación de decapitación del alto mando iraní. En cuestión de minutos, las Fuerzas de Defensa Israelí (FDI) consiguieron alcanzar las viviendas de varios altos mandos del Cuerpo de Guardia Revolucionaria de Irán (CGRI) y de científicos, centrales nucleares diseminadas por todo el país, bases militares, puestos de defensa aérea y de respuesta rápida.

Algunas de las figuras más destacadas e importantes de Irán que fueron martirizadas son Hossein Salami, jefe del Estado Mayor del CGRI; el general Gholam-Ali Rashid; los investigadores Tehranchi y Fereydoon Abbasi; y el general de división Mohammad Bagheri, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas.

Israel utilizó bases en Iraq para llevar a cabo el ataque, disponiendo también del espacio aéreo sirio y jordano para sus operaciones. Centenares de drones partieron de Azerbaiyán, país ubicado justamente entre Rusia e Irán. Antes, el gobierno de Assad disponía de sistemas de defensa antiaérea y de alerta temprana y operaba en coordinación con Irán. Tras la caída de Bashar Al Assad, Israel destruyó todo equipamiento militar del depuesto Gobierno sirio.

El diseño sionista-imperial era simple: con el ataque sorpresa de la madrugada del 13 de junio, el asesinato de líderes militares y científicos, el caos causado por los cochebombas y otros actos de terrorismo, y el llamado a la sublevación popular por parte de Reza Palhaví, hijo del último Sha de Irán y títere del imperialismo (casi desconocido en Irán), se conseguiría el cambio de régimen que el Occidente Global ha anhelado durante más de cuatro décadas.

La negociación como extensión de la guerra

Ahora bien, ¿por qué Israel logró tomar por sorpresa a Irán? Simplemente, porque Irán se confió en las negociaciones con los EEUU por un nuevo acuerdo nuclear que se estaban llevando a cabo en Omán. Las negociaciones solo fueron una artimaña para que Irán bajara la guardia. Trump montó un teatro, declarándose en contra de una guerra con Irán, fingiendo contradicciones fuertes entre él y Netanyahu.

El imperialismo empleó la misma artimaña con Putin, pues cuando atacaron las bases aéreas el 1ro. de junio, Rusia estaba en negociaciones con los EEUU para poner fin a la guerra de Ucrania.

En ambos casos, tanto las negociaciones con Rusia como con Irán, fueron distractores para preparar y lanzar operaciones militares ofensivas. Ahí se demuestra, una vez más, que para el imperialismo y los poderes hegemónicos (incluyendo al gobierno de Colombia en sus negociaciones con la guerrilla del ELN) las negociaciones no son más que una extensión de la guerra.

El teatro y la artimaña funcionó, pues de lo contrario, los jefes militares y científicos iraníes martirizados no hubieran estado durmiendo tranquilos en sus casas ese viernes de madrugada, sino protegidos en un búnker bajo tierra.

Entra la Promesa: la Revolución islámica se repone para la contraofensiva

Irán repuso rápidamente a su alto mando militar, que se activó para la contraofensiva. Esta consistió en 22 olas cada vez más potentes de contrataques combinados de misiles balísticos, drones y misiles hipersónicos desde el mismo 13 de junio.

En los primeros días la cantidad de misiles y drones fue mayor que en los siguientes. Se lanzaron aparatos más antiguos (algunos misiles balísticos ya tenían 10 años), pues el propósito fue saturar y agotar las defensas antiaéreas de los sionistas de la Cúpula de Hierro, preparando las condiciones para los ataques sucesivos. Los días posteriores, se lanzó un menor número de misiles y drones, pero ya de las nuevas generaciones y con mayor precisión y destrucción. Por ejemplo, se estrenó el misil hipersónico Hajj Qassem (nombrado así en honor al general Qassem Soleimani), que viaja a 15 veces la velocidad del sonido.

Irán logró golpes directos en las instalaciones del puerto de Haifa, incluyendo la refinería y la central eléctrica; múltiples golpes en Tel Aviv; la sede de la central de Inteligencia del Mossad; las bases militares aéreas Hatzerim, Nevatim y Tel Nof, en el desierto Negev; el complejo militar-industrial de Rafael (que se especializa en misiles, drones, ciberguerra y componentes de la Cúpula de Hierro); el Instituto Weizmann de investigación científica (clave en el desarrollo militar sionista); y la bolsa de valores en Tel Aviv, entre otros.

Israel no esperaba que la respuesta iraní fuera de esa magnitud, subestimó su capacidad militar, y por ello sus defensas antiaéreas colapsaron y la economía está sangrando. La única forma de sobrevivir a esta confrontación era convencer al bloque imperialista en su conjunto de que asumiera la guerra contra Irán como propia, formando una gran coalición internacional, tal como hicieron con Afganistán en 2001 e Iraq en 2003.

Irán cuenta con decenas de miles de misiles y municiones, suficientes para sostener una larga guerra de años; Israel no. Irán tiene más profundidad estratégica, por contar con un territorio 27 veces más vasto que Israel. Esto les ha permitido mover sus misiles y material estratégico hacia el oriente del país, cerca de la frontera con Paquistán. En cambio, Israel es un país muy pequeño, con ninguna profundidad estratégica: todos los objetivos militares, políticos, de Inteligencia y económicos están a fácil alcance de cualquier misil hipersónico iraní.

La disputa entre doctrinas de guerra

El imperialismo aplicó la doctrina del «choque y pavor», la misma que aplicó en Afganistán e Iraq. Esta doctrina, también conocida como Dominio Rápido, se define así: «... afectar la voluntad, percepción y entendimiento del adversario para luchar o responder a nuestros fines políticos estratégicos a través de la imposición de un régimen de Shock y Pavor».

En el caso de Irán, el choque y pavor no funcionó, pues Irán no es ni Iraq ni Libia. El país persa es un Estado fuerte, consolidado y resiliente, con un pueblo que aprueba a su gobierno, que lleva más de veinte años preparándose para esta guerra. Fue capaz de soportar los golpes y las bajas de altos mandos, y lanzar la contraofensiva que abrumó a las defensas sionistas.

Militarmente, el CGRI transitó de su doctrina de la «paciencia estratégica» -que los ha caracterizado hasta ahora-, a la «disuasión estratégica» y a la «ofensiva estratégica», ya que son ellos -y no los sionistas-, quienes tienen «dominio de la escalada».

En contraste con la doctrina imperialista de «choque y pavor», Irán se mantiene fiel a los principios de la guerra asimétrica, optando por la «muerte por mil cortes», manteniéndose en el camino del desangramiento lento de la entidad sionista.

Irán dijo que, hasta ahora, la respuesta de ellos se mantuvo en el campo de la disuasión, con la intención de obligar a Israel a frenar sus ataques. No obstante, advirtieron que, si la disuasión no funcionaba, pasarían a la fase «punitiva» de la guerra. Para ello tienen escondido mucho armamento de nueva generación que aún no han utilizado, más letal y más preciso.

El fin del mito sionista

Con independencia del desenlace estratégico de esta guerra, el mito sionista quedó herido a muerte. Israel se ha sostenido sobre el imaginario de la prosperidad, la seguridad y la invencibilidad militar. Estos tres pilares han sido reventados por los misiles hipersónicos persas.

La economía está en hemorragia, las empresas en quiebra[1], los puertos de Eilat (por los misiles yemeníes) y Haifa también quebrados, negocios y fábricas cerradas; mientras, los israelitas emprendieron un nuevo éxodo bíblico, esta vez en reversa. Decenas de miles de colonos hacen cola para salir del país. Israel, quizá, ya no podrá garantizar prosperidad ni seguridad para sus ciudadanos.

La Cúpula de Hierro, promocionada como el sistema de defensa antiaérea más sofisticado del mundo, ha colapsado.

En cuanto a su invencibilidad militar, Irán ha demostrado que supera Israel en su capacidad de absorber los golpes recibidos y de proporcionarlos al enemigo sionista.

En veinte meses de guerra, el sionismo, con toda su superioridad militar, no ha sido capaz de derrotar a la resistencia palestina, que mantiene sus capacidades militares en condiciones completamente desiguales.

Hoy, el régimen de Netanyahu sobrevive por la respiración artificial que le proporciona los EEUU y el resto del Occidente Colectivo.

La hegemonía del imperialismo norteamericano en Asia occidental ha dependido de la supremacía de Israel en la región, y eso se está desmoronando.

La disyuntiva del imperialismo norteamericano

El imperialismo norteamericano no entró en la guerra el 22 de junio con el bombardeo a las instalaciones nucleares; ha estado directamente involucrado desde el inicio.

Días antes del ataque sionista, EEUU estuvo enviando secretamente a Israel al menos 300 misiles «Hellfire» (AGM-114 misil aire-tierra, guiado con láser). Además, EEUU ha apoyado en la selección de objetivos con tecnología de punta de IMR (Inteligencia Monitoreo y Reconocimiento), con armamento y logística, suministrando aviones, bombas, reabastecimiento en pleno vuelo e, incluso, codesarrollando y financiando los sistemas de defensa antimisiles e intentando interceptar activamente misiles y drones iraníes.

El bombardeo de las tres instalaciones nucleares iraníes produjo daños superficiales que no afectaron el enriquecimiento de uranio. El Centro Nacional del Sistema de Seguridad Nuclear ha afirmado que no se detectaron indicios de contaminación radiactiva ni fugas durante las inspecciones de emergencia en las instalaciones afectadas. El Organismo Internacional de Energía Atómica indicó posteriormente que no se había reportado un aumento en los niveles de radiación en Fordow, Natanz e Isfahán.

En realidad, todo indica que el ataque imperialista fue más un teatro político diseñado para forzar un cese de fuego (algo que Netanyahu venía solicitando secretamente desde la segunda semana de esta guerra).

La respuesta iraní no se dejó esperar: el 23 de junio atacaron a la base militar Al-Udeid, en Catar, la principal base imperialista en Asia occidental y sede del CENTCOM en la región. Es decir, la guerra ya se amplió al Golfo Pérsico y puede ampliarse más al resto de Asia occidental, ya que los EEUU cuentan con bases militares en Iraq, Siria, Kuwait, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita.

Si el sionismo-imperialismo tiene la capacidad de sostener una guerra larga, o si es de su conveniencia estratégica hacerlo, son las preguntas claves para este momento geopolítico.

Los objetivos estratégicos de una guerra son siempre políticos, no militares. La guerra ya se expandió al resto del Golfo Pérsico y el sionismo-imperialismo no ha logrado sus objetivos declarados: 1) impedir el programa nuclear de Irán, 2) generar un cambio de régimen y 3) obtener una rendición incondicional.

Un cese de fuego tóxico

Inmediatamente después de los ataques de Irán contra la base militar norteamericana en Catar, se anunció un cese de fuego que ya fue violado por Israel.

Los ceses de fuego son «trampas de desgaste» o de atrición. Una forma de encerrar a uno de los adversarios mientras el otro mantiene sus ataques. Así ocurrió con el cese de fuego entre Rusia y Ucrania (2025), entre el sionismo y Hamás y Hezboláh (2024) o entre el gobierno colombiano y el ELN (2023).

Es lógico esperar que este cese de fuego no sea distinto: una táctica para atarle a Irán una mano detrás de la espalda, mientras el sionismo-imperialismo se reorganiza para mantener la ofensiva.

Una guerra contra el emergente orden multipolar

Irán, un eslabón clave en la arquitectura multipolar mundial, que cuenta con pactos estratégicos con Rusia y China, recibe la concentración de fuego de un imperio decadente dispuesto a incinerar el planeta antes que ceder su puesto de supremacía global.

Irán, que conecta Asia oriental con Asia occidental y Europa, es una pieza clave para la arquitectura de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR) de China. El 29 de mayo del 2025, apenas dos semanas antes del inicio de los ataques sionistas-norteamericanos el 13 de junio, fue inaugurado el Corredor Ferroviario China-Irán, en abierto desafío a las sanciones que el imperialismo le ha impuesto al país persa.

Irán también es miembro de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), es miembro clave de los BRICS+, hace parte del Corredor de Transporte Internacional Norte-Sur (CTINS) -una ruta multimodal que conecta el Océano Índico y el Golfo Pérsico con el Mar Caspio a través de Irán y, desde allí, al norte de Europa a través de Rusia-. China importa el 90 % del petróleo iraní.

La guerra larga

Los objetivos geopolíticos del imperialismo implican una guerra de larga duración, donde los conflictos bélicos de Asia occidental -Palestina, Líbano, Siria e Irán- han jugado la parte central en estos últimos tres años.

La operación de cambio de régimen en Iraq empezó con la Operación Tormenta del Desierto, en 1990 y culminó con el derrocamiento del presidente Saddam Hussein en 2003: tomó un total de trece años. La operación de cambio de régimen en Siria inició en 2011 y se logró en 2024: otros trece años. Es decir, estos son planes de largo plazo, y no se debería esperar nada distinto para Irán.

La mirada imperial es de largo alcance, se concentra en contener la influencia de sus dos grandes competidores: China y Rusia. Por ello, debemos comprender que los propósitos estratégicos de esta reciente guerra con Irán son:

- Mantener la hegemonía de los EEUU en el Oriente Medio.

- Prevenir que Irán desarrolle capacidades nucleares.

- Acabar con el Gobierno revolucionario de Irán.

- Destruir al Eje de la Resistencia, haciendo posible la completa colonización de Palestina.

- Desestabilizar y debilitar al BRICS, siendo que Irán es uno de sus miembros más poderosos.

- Dividir y debilitar al Sur Global.

- Romper la alianza estratégica Irán-Rusia-China.

- Aislar a China de sus aliados para poder concentrar los esfuerzos contra la primera amenaza al imperialismo norteamericano.

El ejemplo de Irán para el Sur Global rebelde

El imperialismo intentó colocar a Irán en una disyuntiva sin salida: claudicación absoluta ante las demandas imperiales o someterse a la destrucción total de su país y su revolución.

Irán escogió un tercer camino: la resistencia.

Irán se enfrentó a la «primera superpotencia mundial» y a su proxy más peligroso. A pesar de sufrir algunos golpes dolorosos, Irán se defendió con ferocidad. El humo y las ruinas de Tel Aviv y Haifa (las fotos no se distinguían de las de Gaza) son prueba de ello.

Israel no logró destruir a la República Islámica ni a su programa nuclear. La agresión del régimen de Netanyahu ha consolidado a la sociedad iraní más que en ningún otro momento desde la década de 1980.

El Sur Global expresó su solidaridad con Irán, no con Israel y los EEUU.

Esta lucha dista de haber terminado, pero los iraníes tienen hoy muchos motivos para sentirse orgullosos de su país.

Esta resistencia debe servir como lección para todo el Sur Global rebelde, ya que toda negociación con el bloque imperialista está destinada a fracasar.

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Nota: [1] Se estima que el costo para el régimen sionista de los doce días de guerra con Irán supera los 20 mil millones de dólares. https://www.middleeasteye.net/opinion/iran-dismantles-israels-war-economy-trump-cashes-in

 

La Tizza

 

Fuente: https://www.lahaine.org/mundo.php/el-leon-versus-la-promesa

SOCIALISMO CHINO: ¿QUIÉN HA DICHO QUE UNA PLUMA NO PUEDE VOLAR HASTA EL CIELO?

 



10 de julio de 2025

China muestra avances prometedores en la construcción del socialismo, pese a los desafíos y contradicciones que enfrenta.

Queridas amigas y amigos,

Saludos desde las oficinas del Instituto Tricontinental de Investigación Social.

En 1957, Mao Zedong supervisó la publicación de El auge socialista en el campo chino, una colección de artículos reunidos en tres volúmenes por el Partido Comunista de China para la educación política del campesinado. Al año siguiente, se publicaron versiones abreviadas y ediciones regionales con una selección de estos textos. Una de estas ediciones incluía un informe de la Oficina del Movimiento Cooperativo del Comité Regional del Partido Comunista de Anyang, acompañado por una introducción de Mao. Este texto, titulado ¿Quién ha dicho que una pluma no puede volar hasta el cielo?, da el nombre a este boletín.

La tarea de la pluma es la tarea del socialismo: lograr lo que muchxs consideran imposible. Según escribió Mao, el campesinado de Anyang se enfrentaba a una disyuntiva entre el capitalismo y el socialismo, aunque cualquier intento de construcción socialista inevitablemente llevaría las marcas del sistema capitalista, pues surge de formas sociales de producción ya existentes. “Lxs pobres se están librando de su antiguo estado.”, escribió Mao. “El viejo sistema se halla moribundo y otro nuevo nace ahora. En efecto, las plumas pueden volar hasta el cielo”.

Aun así, Mao se mantenía cauteloso. En el prefacio de otro artículo, insiste en tomar el camino de la cooperación (20 de septiembre de 1955), escribió:

El socialismo, este fenómeno nuevo, sólo puede nacer en medio de una seria lucha contra lo viejo. En un período determinado, un sector de personas de la sociedad muestra gran obstinación por seguir su viejo camino. Pero, en otro, ellas mismas pueden cambiar de actitud y dar su aprobación a lo nuevo.

Desde que las fuerzas socialistas se propusieron construir una sociedad libre de las consecuencias devastadoras del capitalismo, han debido enfrentar el desafío de superar las relaciones sociales preexistentes. Los mecanismos de asignación de recursos en el sistema capitalista, como el “incentivo al lucro”, generan condiciones para el control privado de los procesos sociales, lo que a su vez produce enormes niveles de despilfarro y desigualdad. Cuando lxs socialistas imaginaron una sociedad sin la mercantilización del trabajo –uno de los rasgos fundamentales del capitalismo–, muchas veces terminaron replicando el sistema salarial mediante experimentos como los bonos laborales basados en el tiempo trabajado. La transición hacia una forma de trabajo no mercantilizada no podía ser abrupta ni sencilla, sino un proceso prolongado de lucha para desmercantilizar esferas clave de la vida social (como la salud, la educación o el transporte) y crear mecanismos que permitieran a las personas acceder a bienes de uso personal sin depender de un salario.

Cuando las fuerzas socialistas accedieron al poder estatal, como en la Unión Soviética tras 1917 o en China a partir de 1949, afrontaron la necesidad de construir formas elementales de socialismo, al tiempo que enfrentaban una serie de dilemas persistentes:

Sistemas limitados para la gestión de información. Las economías socialistas eran vastas y complejas, pero no contaban con mecanismos adecuados para recopilar y procesar toda la información necesaria para planificar de manera efectiva una economía dinámica, desafío que persiste incluso hoy en día, a pesar del desarrollo de tecnologías informáticas avanzadas.

Incertidumbre estructural en la toma de decisiones. Las autoridades encargadas de la planificación debían tomar decisiones presupuestarias y de inversión en contextos de incertidumbre, fundamentalmente porque los rápidos avances en ciencia y tecnología ponían en riesgo que inversiones clave quedasen obsoletas en muy poco tiempo.

Tensión entre la planificación a largo plazo y la demanda inmediata. Los planes centrales muchas veces entraban en conflicto con los cambios en los gustos de lxs consumidorxs, lo que dificultaba alinear las inversiones de largo plazo con las necesidades y deseos inmediatos de la población.

Objetivos políticos en disputa. Las metas económicas no siempre estaban unificadas políticamente, y las visiones contradictorias que convivían dentro de distintos planes solían derivar en formas agudas de burocratización.

No existe una fórmula para resolver estos ni otros problemas que enfrentan los proyectos socialistas una vez que acceden al poder estatal. Deben abordarse de manera experimental o, como dice un conocido refrán chino, “cruzando el río tanteando las piedras” (摸着石头过河). Por eso resulta muy apropiado que la edición de junio de 2025 de Wenhua Zongheng, publicada por el Instituto Tricontinental de Investigación Social y dedicada a los Experimentos chinos en la modernización socialista, comience con un ensayo del escritor chino Li Tuo titulado La naturaleza experimental del socialismo y la complejidad de la reforma y apertura en China. Uno de los aportes clave del fascinante ensayo de Li Tuo, que recorre desde la Comuna de París hasta la reforma y apertura en China, es que las revoluciones socialistas, particularmente en países anteriormente colonizados o con bajo nivel de desarrollo económico, no pueden avanzar directamente hacia un “socialismo completo”, sino que, citando a Lenin, deben pasar por “una serie de intentos concretos, imperfectos y variados de crear uno u otro Estado socialista”.

Me gusta el énfasis en “uno u otro Estado socialista”. No hay un modelo único, pero sí ejemplos que deben ser estudiados y procesos históricos que deben ser asimilados con atención. Eso es precisamente lo que hace Li Tuo en su ensayo, que concluye maravillándose ante la creación del sistema ferroviario de alta velocidad en China.

El ensayo que sigue en esta edición de Wenhua Zongheng, escrito por Meng Jie y Zhang Zibin,  titulado Política industrial con características chinas: La economía política de las instituciones intermediarias chinas, examina la modernización socialista de China con el rigor que exige: no solo con asombro, sino a través del estudio minucioso. Cada vez que escucho una conferencia de Meng Jie o leo su trabajo sobre la economía de mercado en China, me impresiona profundamente su insistencia en construir teoría a partir de investigaciones activas en las propias fábricas que producen los bienes de la China contemporánea. El ensayo de Meng Jie y Zhang Zibin no es distinto: se basa en trabajo de campo realizado en diversas fábricas vinculadas a la cadena de suministro del tren de alta velocidad.

Lxs autores muestran que el sistema de producción del tren de alta velocidad se construyó dentro del sector de propiedad estatal, pero se concibió bajo un enfoque de “mercado constructivo”, donde la “competencia dentro del gobierno” operó como motor de la innovación. En otras palabras, el Estado chino construyó un mercado que no solo incorporaba al sector privado orientado por el lucro, sino también a un sector público orientado al producto, cuyas instituciones competían por alcanzar objetivos nacionales de desarrollo. El financiamiento de este sistema provino de instituciones financieras estatales, que dirigieron la acumulación de capital hacia el uso social y no únicamente hacia la obtención de ganancias. Como escriben Meng Jie y Zhang Zibin: “El objetivo primordial del capital estatal es implementar los objetivos de la producción socialista y cumplir las tareas fijadas por los planes y estrategias nacionales de desarrollo”. Este ensayo forma parte de un esfuerzo más amplio de Meng Jie y su equipo por comprender el sistema de relaciones de producción e innovación que China ha desarrollado. Un ámbito de investigación clave ahora que el país ingresa a la era de las “nuevas fuerzas productivas de calidad”, un concepto central en la política de desarrollo china contemporánea.

Uno de los elementos centrales de esta nueva edición de Wenhua Zongheng es mostrar que la lucha de clases continúa durante el período de construcción del socialismo. Esto implica que, a lo largo del camino, son necesarios diversos experimentos para ver qué funciona y qué no —tanto para desarrollar las fuerzas productivas como para establecer relaciones sociales más equitativas. En este proceso ha persistido una lucha ideológica dentro de China, ya que lxs capitalistas buscan formas de reproducirse.

Sin embargo, bajo el sistema socialista chino, a lxs capitalistas no se les permite organizarse como clase con poder político a través de la propiedad de medios de comunicación, sistemas financieros, partidos políticos u otras instituciones. No pueden enviar libremente sus ganancias al extranjero ni invertirlas donde quieran. Existen varios diques estratégicos —entre ellos, controles de capital— que regulan el flujo de capital e impiden que lxs capitalistas en China se conviertan en una oligarquía que se niegue a invertir en su propio país (un problema común en muchos países del Norte y del Sur Global, donde las oligarquías pueden trasladar su capital a voluntad o incluso “declararse en huelga” negándose a invertir en infraestructura o industria). El capital chino permanece dentro del país y bajo el alcance de un sistema bancario estatal que lo canaliza según los lineamientos del plan nacional de desarrollo. Quienes buscan obtener ganancias pueden operar en el país, pero no pueden dominar el sistema ni convertir su comportamiento orientado al lucro en el principio rector. De este modo, la lucha de clases se inclina a favor del pueblo. Eso es lo que diferencia al sistema socialista de China de los sistemas capitalistas de otros países.

En La ideología alemana (1846), Marx y Engels escribieron sobre “el cieno en que está hundida” [la clase trabajadora], que únicamente por medio de una revolución, logrará volverse capaz de fundar la sociedad sobre nuevas bases. Ese proceso de transformación llevará mucho tiempo.

La pluma ciertamente no ha llegado aún al cielo, pero tampoco está en el infierno.

Cordialmente,

Vijay

Fuente: https://thetricontinental.org/es/newsletterissue/boletin-china-desarollo-socialista/

 

jueves, 10 de julio de 2025

HÉROES POPULARES OLVIDADOS

Escribe: Milciades Ruiz

Abandonada Lima por las tropas realistas que, determinaron defender la monarquía española desde la sierra sur, frente a las tropas extranjeras independentistas comandadas por José de San Martín, cuyo objetivo era establecer una monarquía propia, trayendo un rey europeo, pudo entonces ingresar este general argentino y proclamar la independencia del Perú, el 28 d julio de 1821. Lo apoyaban todos los colonialistas descontentos por la segregación de la “Madre Patria”. En esta conmemoración histórica de la dominación, me ocuparé de los héroes populares segregados en estos homenajes.

No es lo mismo, luchar por la independencia territorial que, luchar por la liberación y emancipación del Perú. Nuestro país se encontraba cautivo, desde que la conquista de Tahuantinsuyo le quitó su autonomía. No era que, los intrusos se retiraban y devolvían su patria a la población nativa. No. Era solo separar a Perú de España, manteniendo toda la estructura de dominación vigente. Las pruebas de esta afirmación, son abundantes y documentadas. La emancipación todavía está pendiente.

Fue el movimiento nativo liderado por Túpac Amaru II, el que se propuso liberar al Tahuantinsuyo del cautiverio en que se encontraba, liberando también de la esclavitud a los africanos cazados como animales para servir a la nobleza colonial, pasando a ser propiedad privada de estos. (En su sentencia se lee: “Considerando, pues a todo esto, y las libertades con que convidó este vil insurgente a los indios y demás castas para que se le viniesen, hasta ofrecer a los esclavos la de su esclavitud” …).

Como sabemos, aquel día, José de San Martín, exclamó: El Perú, es desde este momento, libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende." Decía una falsedad, ya que, ningún pueblo fue consultado ni fueron liberados. Lo mismo hacen hasta ahora, los políticos de la dominación actual para estafar la fe popular. El engaño manipulador, es parte de la dominación. Los profesores “clasistas” seguirán enseñando la historia oficial.

Muchos peruanos lucharon y murieron creyendo que Perú, sería liberado de la opresión colonial. Los documentos de la “Colección documental de la independencia del Perú guerrillas y montoneras durante la independencia”, edición auspiciada por el Congreso de la República, certifica que, en 1922, “los indios de Jauja reunieron su consejo de guerra y se ofrecieron a pelear a nombre de su padre el Inca” y que, había muchos grupos populares luchando por la independencia. Entre estos, las guerrillas de Carreño agrupaban hasta 720 negros africanos que huyeron de la esclavitud. En ninguno de estos casos, luchaban por mantener el mismo sistema colonial que mantuvo la independencia.

Pensando en estos héroes olvidados, este julio del 2025, me viene a la memoria las luchas de las mujeres peruanas creyendo en la independencia, liberación y emancipación del Perú. Una de ellas, fue Matiaza Rimachi, chachapoyana de 52 años, que con valentía, coraje y fuerza indesmayable lideró a las mujeres para colaborar en la preparación de municiones y toda arma de combate. Es una heroína desconocida.

Bajo el liderazgo de Matiaza, un grupo de mujeres se unieron al frente de batalla en Higos Urco, librada el 6 de junio de 1821, en apoyo a la causa patriota frente a las tropas realistas. Armadas con cuchillos, palos y hondas, estas mujeres desafiaron las órdenes de los oficiales para que se pusieran a salvo, insistiendo en su resolución de combatir. Según registros históricos, ante la duda de algunos soldados, las mujeres exclamaron: "Si se acobardan, entréguennos los fusiles y reciban nuestras polleras". Así, se logró la victoria e independencia de Chachapoyas.

Este julio, tampoco se hablará de la montonera huamanguina María Parado de Bellido, hija natural de la “indía” Jacinta Jayo con el criollo Fernando Parado, quechua hablante, analfabeta, que, colaboraba con los guerrilleros y morochucos independentistas, entre los que se encontraban su esposo e hijos. Ella era enlace con las huestes guerrilleras, en concordancia con Lima. Avanzaban las huestes represivas, comandadas por brutal el coronel realista José Carratalá.

Fue entonces que, encargó hacer una carta a su esposo Mariano Bellido: “Idolatrado Mariano: Mañana marcha la fuerza que de esta ciudad a tomar la que existe allí, y a otras personas, que defienden la causa de la libertad. Avísale al Jefe de esa fuerza, señor Quirós (Jefe Guerrillero), y trata tu, de huir inmediatamente a Huancavelica, donde nuestras primas las Negretes; porque si te sucediese una desgracia (que Dios no lo permita) sería un dolor para tu familia, y en especial para tu esposa”.

Lamentablemente, la carta cayó después en manos realistas. Capturada la valiente mujer, nada dijo, a pesar de las amenazas y vejámenes de Carratalá. Se la interrogó también en torno a la persona que había escrito la misiva, puesto que era ella iletrada. No confesó tampoco quiénes estaban conjurados entre los huamanguinos. La ira realista la fusiló. Este año, los medios de prensa tampoco hablarán de ella. Los héroes solo son militares y no, los luchadores populares.

Pero tampoco se hablará de los héroes guerrilleros patriotas de la independencia desde antes y después de la llegada de la “Expedición libertadora” de San Martín, en todo el territorio nacional. Han quedado segregados por la historia oficial, los movimientos guerrilleros encabezados entre otros por Vidal, Acuña, Ninavilca, Huavique, Zárate, Quiroz, Elguera, Ayulo, Villar y muchos otros comandantes guerrilleros que dieron su vida por la emancipación del Perú

Nadie hablará del Comandante guerrillero Velasco, fusilado por Carratalá, del Capitán Faustino Aliaga, igualmente pasado por las armas, del «Cholo Fuerte», ajusticiado en Moya, ni del Capitán Orrantia, decapitado en Tarma y, muchos otros omitidos por la historia oficial. El bravo jefe montonero Cayetano Quiroz fue cogido y, asesinado. Su esposa murió también luchando. Igual sucedió con otros grupos de valientes luchadores, como el morochuco Basilio Auqui y sus hijos.

Basilio Auqui preparó un barrizal en la pampa de Seqchapampa en forma de trampa para la caballería española, el 21 de noviembre de 1821. La caballería se precipitó sobre el barrizal y fue atacada por las fuerzas rebeldes. Se dice que 400 soldados españoles fueron abatidos. A modo de venganza por este hecho, Carratalá atacó Cangallo el 17 de diciembre de 1821, incendiándolo completamente y su población fue masacrada, incluyendo niños, mujeres y ancianos. Basilio Auqui fue fusilado.

Pero también mucho antes, el 1 de julio de 1783, sucedió la sublevación de Felipe Velasco Túpac Inga Yupanqui, primo de José Gabriel Túpac Amaru en el Pueblo de Carampoma (Huarochirí), Capturado por el corregidor en el pueblo de Ascencion, fue juzgado, se le ahorcó y descuartizó el 7 de Julio. Su cabeza dentro de una jaula de hierro fue exhibida como escarmiento. Se confiscaron todos sus bienes declarando infames a sus hijos y nietos. Luchó por la emancipación de la población nativa oprimida por los colonialistas.

En Julio también, bajo promesa de indulto, fue arrestado, ahorcado y descuartizado, Diego Cristóbal Túpac Amaru, por continuar la gesta de Túpac Amaru II, su primo hermano. Su madre, y su esposa también fueron ejecutadas horriblemente el 19 de julio de 1783, en la plaza del Regocijo (Quispicanchis) Cusco. Había decretado la abolición de la esclavitud y sus proezas se extendieron a todo el altiplano de Puno, Alto Perú (Hoy Bolivia), llegando hasta Jujuy en lo que hoy es Argentina.

Bueno, pero que objeto tiene escarbar lo oculto y rememorar la lucha de los héroes populares, en momentos ya pasados. Los tiempos, las condiciones y circunstancias son ahora diferentes. El asunto es que, a pesar del tiempo transcurrido, los peruanos ancestrales no estamos conforme con el sistema de dominación imperante y vemos a la patria en cautiverio todavía. No existe la emancipación en todos los aspectos y, mientras eso subsista, persistiremos en nuestros ideales de liberación.

Al igual que la lucha entre el bien y el mal, entre lo positivo y lo negativo, entre la verdad y la mentira, la lucha social contra las injusticias seguirá, aunque pasen los tiempos, mientas no haya equidad de justicia social. Van a ser quinientos años de lucha por salir del cautiverio. La lucha política es parte de esta lucha. Llevamos en nuestro ser, la rebeldía genética frente a las inequidades. Seguiremos luchando por nuestra reivindicación, aunque muchos quedaremos en el camino. Disculpen la impertinencia.

9 julio/ 2025

Mayor información en https://wordpress.com/view/republicaequitativa.wordpress.com

 

 

¿CUÁNDO HACES NARRACIONES DEBES MIRAR A TU MUNDO EXTERIOR O A TU MUNDO INTERIOR?

Publicado por Francisco Umpiérrez Sánchez  

jueves, 10 de julio de 2025

Yo creo que hay que mirar a ambos mundos. Además, ambos mundos no están separados. Podríamos afirmar que el mundo exterior es el mundo sociológico, pero también lo es el mundo económico y el mundo político. Pero el narrador en cuestión puede que no esté muy integrado en el mundo sociológico, el económico y el político, de manera que el mundo exterior se presenta en sus narraciones en forma de sombras y apariencias. Si te falta luz en tus narraciones, será porque tienes serias deficiencias en el conocimiento del mundo exterior.

Pero también sucede lo contrario: hay series televisivas cuyos protagonistas carecen de subjetividad o su subjetividad está poco desarrollada. Todo se presenta como exterioridad. Hasta los actos de los protagonistas están faltos de subjetividad, no sabemos por qué hacen lo que hacen, no tenemos claro cuáles son sus sentimientos, ni de que modo los hechos exteriores les impactan y afectan. Notamos en estas series una aburrida superficialidad. Pero nosotros queremos personajes que nos hagan sentir, padecer, sufrir. Queremos vivir tensiones y desasosiegos. Queremos acciones, pero acciones cargadas de subjetividad.

En los narradores siempre hay un conflicto entre lenguaje y realidad. A mi juicio la realidad debe mandar sobre el lenguaje. Es el lenguaje el que debe gravitar sobre la realidad. Pero como el lenguaje siempre se refiere a la realidad, en aquellos narradores donde el lenguaje predomina sobre la realidad, se produce la apariencia de que es la realidad quien gobierna el lenguaje. A este propósito, en La ideología alemana, dice Marx lo siguiente: “Los filósofos no tendrían más que reducir su lenguaje al lenguaje al lenguaje corriente, del que aquél se abstrae, para darse cuenta y reconocer que ni los pensamientos ni el lenguaje forman por sí mismos un reino aparte, sino que son, sencillamente, expresiones de la vida real”. Esto que Marx le solicita a los filósofos, yo se lo solicito a ciertos narradores, les recomiendo que reduzcan su barroco y adjetivado lenguaje al lenguaje corriente y así podrán observar cuánta realidad hay en sus palabras.

El nexo entre la vida exterior y la vida interior son las acciones y no los pensamientos. Si el narrador se centra, ya sea en su experiencia propia o en la ajena, en las acciones, su lenguaje literario nunca se presentará como una abstracción del lenguaje corriente y la realidad se impondrá en las representaciones del lector.

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