CX36, Radio Centenario
21-03-2013
Efrain Chury Iribarne: Recibimos como cada lunes a esta hora a James
Petras desde Estados Unidos. Buen día. ¿Cómo está?
James Petras:
Estamos bien. Bien congelados, con -7º y una nevada pendiente para la tarde.
Pero por lo menos a esta hora hay sol.
EChI:
Bien Petras, en el arranque teníamos dos temas para plantear: ver lo que está
pasando en Venezuela, pasados unos días del fallecimiento de Hugo Chávez y en
plena campaña electoral. Y por otro lado, el nombramiento del nuevo Papa, un
jesuita latinoamericano.
JP:
Podríamos empezar por Venezuela, donde podemos ver que la candidatura de
Nicolás Maduro está bien montada, bien organizada, logrando enorme respaldo
popular y electoral. Por otro lado vemos una confusión en la oposición, donde
empezaron con una campaña virulenta, atacando la familia de Chávez, de
manipular al muerto, lo que cayó como una bomba, porque la respuesta electoral
y popular fue muy negativa. Entonces, de repente el candidato opositor pide
disculpas ‘si ofendí a alguien’.
En primera instancia uno pensaba que
era simplemente una provocación, buscando fomentar la inestabilidad; pero
parece algo menos grave, como un simple mal calculo electoral.
Ahora, ellos saben que no pueden ganar,
lo que esta en cuestión es el margen de la derrota y si pueden conservar
algunos lugares, como Miranda donde Capriles es el gobernador. Pero más allá de
eso no tienen ninguna chance.
En otro orden los Estados Unidos siguen
en la campaña para demonizar al gobierno del ex presidente Chávez. Las paginas
editoriales aquí siguen hablando de una dictadura, de un gobierno autoritario y
de una economía fracasada. Simplemente repitiendo lo que han hecho en los
últimos diez años. No han dejado de hacerlo.
En otros aspectos podríamos ver un
hecho bastante siniestro. Una campaña económica tratando de generar tensiones
entre el sector privado, en particular con las inversiones, buscan presionar y
generar un sentido de que hay un ambiente hostil a la inversión, que en
Venezuela no se puede confiar, que hay demasiada intervención del gobierno,
etc.
Entonces, desde afuera, hay un ataque
desde los medios de comunicación, como el Washington Post particularmente; pero
también New York Times, Financial Times y por supuesto, el Wall Street Journal;
sembrando dudas sobre la estabilidad del país y el ambiente hostil hacia las
inversiones.
Esto me parece que es la primera etapa,
porque este sector capitalista venezolano o capital extranjero, es más
susceptible a este tipo de presiones que vienen del gobierno y los medios de
prensa de Estado Unidos. Es el lazo débil en la economía política de Venezuela,
porque nunca apoyaron a Chávez, por lo menos la mayoría estuvo involucrado en
el golpe de Estado, en el lock out, etc. Entonces, ¿cómo el gobierno va a
responder si estos sectores empiezan una campaña de desinversión?
Es una pregunta práctica y crítica,
porque si a partir de las elecciones ellos empiezan a desinvertir en el país, a
perjudicar la producción y la distribución; eso va a obligar al gobierno a
tomar medidas. Bien intervenir y profundizar el proceso de socialización, o
buscar reconciliarse dando pasos atrás para generar alguna supuesta
reconciliación. En este sentido, la campaña norteamericana busca polarizar la
situación. No entre el electorado porque entienden que ya está perdido. Pero en
las cúpulas económicas queda todavía la economía en manos del sector privado,
particularmente un sector banquero, de producción y distribución, e incluso un
porcentaje bastante grande en la producción de alimentos.
En otras palabras podríamos decir que
Chávez dejó un enorme legado popular, dejó una situación bastante avanzada en
la economía; quedó estable el sistema político y el ejército. Lo único que
quedó pendiente, con una fuente de oposición es en el sector económico, en las
cúpulas. Y si Estados Unidos busca una confrontación, ya debe saber que va a
perder, porque entre las fuerzas populares, el ejército y el gobierno, no puede
ganar. Con esta política busca tal vez, radicalizar la economía venezolana para
aumentar las presiones desde afuera, movilizar a los gobiernos europeos
tachando al gobierno ya como “comunista”. A partir de esto buscará romper la
unidad en América Latina, por lo menos las alianzas regionales.
No creo que esto tenga mucha
perspectiva en el corto plazo, pero más allá debemos analizar qué puede pasar
en el próximo período en América Latina.
Si ganan las fuerzas más derechistas,
podrían buscar una alianza alternativa con el eje en México, Colombia, Chile,
Paraguay, y Centroamérica. Un eje contrarrevolucionario como forma de
contrastar a los gobiernos del centro izquierda y contra la radicalización en
Venezuela.
Pero en el gran cuadro, debemos anotar
que los esfuerzos de los Estados Unidos para consolidar o mantener su
influencia, no son muy optimistas para la Casa Blanca y podríamos discutir eso
más adelante en este espacio. Hablar del cuadro mundial y sobre las
perspectivas de los próximos cuatro años del gobierno de Obama.
EChI:
Bien, pasamos al otro tema entonces.
JP:
Si, pues la elección en el Vaticano tiene opiniones mixtas.
Hay un escritor y periodista argentino,
Horacio Verbistky (1), que acusa a Francisco I de ser un colaborador de la
Junta Militar dictatorial. Pero Adolfo Pérez Esquivel dice que el Papa nunca
tuvo vínculos con la Junta, si tuvo algún problema fue porque la cúpula de la
Iglesia toleraba o al menos no denunciaba a la dictadura, ni se hizo esfuerzo
alguno para proteger a los curas de la Teología de la Liberación.
Pérez Esquivel es un hombre muy
honrado, muy comprometido, ganó el premio Nobel de la Paz por su lucha contra
el terrorismo del Estado, entonces debemos darle algún peso a su declaración de
que el Papa no es una persona tan reaccionaria, tan cómplice con la derecha.
Pero no está muy claro.
Ahora bien, creo que su política es ese
modo de ser es muy populista, tiene una postura humilde, un hombre de la vida
cotidiana, modesto en su estilo de vida, su manera de comportarse. Pero al
mismo tiempo es una persona de la confianza de los cardenales y los sectores
conservadores como el ex Papa Benedicto.
Por tanto es un cuadro bastante
contradictorio, me atrevo a decir que es un estilo del Papa polaco (Juan Pablo
II) pero con más astucia. No es tan demagogo. Pero va a tratar de hacer el
doble juego: satisfacer a la derecha dentro de la Iglesia y proyectar una
imagen de preocupación por la pobreza, los pobres y la paz.
EChI:
Si le parece podemos ir a lo que proponía, sobre las perspectivas de los
próximos cuatro años del gobierno de Obama.
JP:
Ya tiene en calendario una visita a Israel y tenía también una ronda de
consultas con todos los presidentes de las principales organizaciones judías
sionistas en la Casa Blanca, donde ellos fijarán la agenda para su visita a
Israel. Esto lo digo con toda seriedad. Obama tiene un miedo enorme y mucha dependencia
con los sionistas; ya nombró un sionista muy ortodoxo para manejar las
finanzas, lo que llamamos aquí Secretario del Tesoro que es como un ministro de
Economía o de Hacienda en América Latina; es un sionista confeso, activo. Y él
va a negociar la política económica en el exterior para los Estados Unidos. Es
una influencia fuerte pro-Israel, en el sentido de ser incondicional. Se llama
Jack Lew.
Ahora, más allá de eso, en los últimos
tiempos Israel esta tomando más territorio, construyendo más casas en el sector
palestino. El nuevo gabinete de Benjamin Netanyahu es lo más derechista
imaginable, incluso en los cargos importantes como Economía y Comercio, está un
señor Naftali Bennett, que representa a los colonos israelitas que están
ocupando en forma violenta los terrenos palestinos. Por tanto, tienen ya una
representación fuerte en el gabinete, en el centro neurológico de la toma de
decisiones. Y tienen una perspectiva de ampliar y profundizar los asentamientos
exclusivamente judíos.
Ahora, Obama al elegir a Israel como su
primera visita está demostrando la importancia que tiene; lo que se suma al
hecho de la ronda de consultas que agendó con los sionistas antes de ir para
fijar la agenda y evitar cualquier conflicto con Netanyahu. Además, Netanyahu le
va a presentar a su gabinete y le va a indicar la política que van a seguir, y
Obama tendrá que tragarlo. En vez de discutir, Obama va a afirmar la alianza
con Israel.
Por otro lado hay que recordar que
Israel tiene un compromiso incondicional: si ellos atacan Irán, Estados Unidos
automáticamente va a tomar partido por Israel y entrará en la guerra.
Es decir: Israel hoy está decidiendo si
Estados Unidos entra en guerra con Irán o no. Lo que limita cualquier nueva
opción para los Estados Unidos que ya no puede negociar con seriedad con Irán.
Mientras tanto, están replegados en Afganistán y no tienen ninguna posibilidad
de conseguir un gobierno pro occidental en Siria, porque toda la información
que estamos recibiendo es que todos los grupos islamitas vinculados con Al
Qaeda y otros grupos terroristas, están encabezando la lucha violenta contra el
gobierno nacionalista de Bashar al Assad. Por lo que lo más probable es que
surja un gobierno no sólo anti Bashar al Assad sino que también
antinorteamericano, en las fronteras con Jordania, Israel y Líbano. O sea, un
factor de desestabilización en toda esa región.
Washington no tiene muchas cartas para
jugar. En tanto, Eruopa con Hollande mandando armas, los ‘otanistas’ entrenando
grupos de choque en Siria, dejan a Washington jugando un papel marginal.
Mientras buscan fomentar una alianza
con Turquía, pero Turquía tiene sus propias aspiraciones hegemónicas, lo vemos
en el hecho de que el principal socio comercial con Irak actualmente y con los
kurdos en el norte de Irak es Turquía.
Por un lado, Estados Unidos quiere
fortalecer la alianza con Turquía pero Turquía tiene sus propias ambiciones
imperiales en la propia región. Y más allá de eso, el primer ministro turco
Recep Tayyip Erdogan, sabe que no puede reconciliarse con Israel, y Washington
insistió en que Erdogan debe mejorar sus relaciones con Israel. Pero Erdogan se
da vuelta y acusa a Israel de ser como los fascistas, dice que el sionismo es
una ideología fascista, y eso provocó la respuesta de Estados Unidos criticando
al señor Erdogan.
Entonces, Estados Unidos tiene enormes
debilidades y pocos aliados dispuestos a trabajar por los intereses pro Israel
y pro norteamericanos. Eso en primer lugar.
En segundo lugar, Washington quiere
montar una agresión contra China. Hace tiempo han tomado medidas como por
ejemplo de mandar una flota armada, crear bases militares, fomentar conflictos
sobre las fronteras de China con los otros países limítrofes, incluso con
Japón.
Pero hay problemas. Primero, ahora,
Asia es más importante como mercado de China, los países de Asia con China, que
con los Estados Unidos; ya el comercio e inversiones de China con Asia son más
importantes que su comercio con los Estados Unidos y viceversa.
Para Asia en su conjunto China ha
pasado a ser su principal socio comercial, entonces provocar una ruptura parece
poco factible. Mientras tanto, están buscando provocar una ruptura con China a
partir de los ejercicios militares con Corea, utilizando a Corea del Norte como
pretexto para montar nuevos misiles apuntando hacia –supuestamente- Corea del
Norte. Chuck Hagel, el ministro de Guerra lo que llaman aquí Defensa, anunció
que van a duplicar el número de antimisiles en Alaska, Japón y otros lugares,
supuestamente dirigidos a Corea del Norte. Pero los chinos no están engañados,
de hecho anoche el Ministro de Exteriores de China anunció que es una mala
política, que va a generar inestabilidad, peligros, etc. Entienden que esta
política militarista también podría servir como punta de lanza contra China.
Entonces, económicamente Estados Unidos
no tiene la capacidad de montar un cerco hostil contra China, no estamos en la
misma situación que cuando hicieron el cerco contra Japón en los años 30,
cuando Japón estaba creciendo y los gobiernos coloniales de Holanda,
Inglaterra, Francia pudieron montar un cerco, boicoteando, bloqueando a Japón.
Pero ahora las cosas son mucho más diversas, hay gobiernos independientes, el
capitalismo, China, tienen mucha representación en los países de la región.
Entonces esta política también tiene
poca posibilidad.
En otras palabras, si analizamos
realmente lo que está pasando, vemos que las perspectivas de Estados Unidos
están muy limitadas. Primero porque no han podido marcar una independencia de
Israel y forjar un acuerdo sobre Palestina. Esto está fracasado, no hay forma
de reconstruir eso.
Segundo, en los lugares más
conflictivos hay otras fuerzas que están dominando la política, los Al Qaeda
con el respaldo de Arabia Saudí; los otros islámicos con Turquía.
En relación con África del Norte, otro
lugar conflictivo, las fuerzas populares han renacido y la combinación que
Washington arregló, el recambio con Mohammed Mursi en Egipto y otros en Túnez
ya están muy debilitados, y la segunda fase de esta lucha demuestra que no hay
ninguna posibilidad de montar un proyecto neoliberal que va a provocar un
levantamiento generalizado, incluyendo no solamente a la izquierda, sino
también a la masa pobre islámica. Entonces, la situación es muy inestable para
todos los nuevos clientes de Washington.
Y más allá de África ¿qué puede hacer
Obama cuando las principales inversiones y comercio son con China? Otra vez.
Invirtiendo en industrias extractivas, construyendo ferrocarriles, puertos,
aeropuertos… Estados Unidos no puede competir, está montando misiones
militares, pero eso no tiene compensación económica, solamente va a profundizar
la deuda interna y el déficit fiscal, en un momento donde Estado Unidos está en
un empate interno porque no tiene manera de resolver el problema fiscal.
Por estas razones, yo no tengo ninguna
ilusión respecto al próximo período gubernamental. Los Estados Unidos van a
seguir con sus agresiones, su militarismo, no tiene capacidad de renovar la
economía, reinventarse hacia un proyecto con proyecciones económicas, y va a
quedar en una situación donde el repliegue de Afganistán resultará en un
gobierno antinorteamericano. Es inevitable. Eso lo saben incluso en la Casa
Blanca.
Un amigo en Washington me contaba que
están buscando un arreglo con los talibanes, un arreglo que lo pueden vender
como un éxito, pero fíjate que el presidente Hamid Karzai sabiendo esto, está
denunciando los drones de Washington contra su propio pueblo. Karzai se puso
ahora como nacionalista humanitario contra sus ex patrones. ¿Dónde quedan los
Estados Unidos con aliados fieles y subordinados? En muy pocos lugares.
EChI:
Estupendo análisis Petras, muchas gracias.
JP:
Un gran abrazo y un saludo a los oyentes.
(*) Escuche en vivo los lunes a las
11:30 horas (hora local) la audición de James Petras por CX36, Radio Centenario
desde Montevideo (Uruguay) para todo el mundo a través dewww.radio36.com.uy
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