20 de
enero de 2015 | 05:01 CET
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La riqueza que posee el 1% más rico de la población
mundial (70 millones de personas), podría superar el año que viene la que
acumulan conjuntamente los más de 7.000 millones de personas restantes (el 99
por ciento de la población), de acuerdo al último informe de Oxfam Tenerlo todo y querer más. Oxfam hizo público
este informe ayer lunes en vísperas de la reunión anual del Foro Económico de
Davos. Este es su primer párrafo:
La
riqueza mundial se concentra cada vez más en manos de una pequeña élite. Esta
élite rica ha creado y mantenido su vasta fortuna gracias a las actividades que
desarrollan por defender sus intereses en un puñado de sectores económicos
importantes, como el financiero y el farmacéutico y de atención sanitaria. Las
empresas de estos sectores destinan millones de dólares cada año a actividades
de lobby dirigidas a favorecer un entorno normativo que proteja y fortalezca
aún más sus intereses. La mayoría de las actividades de lobby que se llevan a
cabo en Estados Unidos trata de influir sobre cuestiones presupuestarias y
fiscales, es decir, sobre recursos públicos que deberían orientarse a
beneficiar al conjunto de la ciudadanía, en lugar de reflejar los intereses de
los poderosos lobistas.
A día de hoy, señala el informe, una de cada nueve
personas carece de alimentos suficientes y más de mil millones de personas
viven con menos de 1,25 dólares al día. El aumento “descontrolado” de la
desigualdad está lastrando la lucha contra la pobreza a nivel mundial. “Este
último año hemos visto cómo líderes mundiales de la talla de Barack Obama o
Christine Lagarde han hablado sobre la necesidad de combatir la desigualdad
extrema, pero aún estamos esperando que muchos de ellos prediquen con el
ejemplo. Ha llegado el momento de que nuestros líderes se enfrenten a los
intereses creados que impiden lograr un mundo más justo y próspero”, afirma la
directora ejecutiva de la organización, Winnie Byanyima, que copresidirá este
año la cita de Davos.
Oxfam quiere aprovechar
la reunión de Davos, para hacer un llamamiento a tomar medidas urgentes que
frenen el aumento de la desigualdad, empezando por poner fin a la evasión y
elusión de impuestos por parte de grandes empresas e impulsar un acuerdo global
contra el cambio climático. La investigación de Oxfam muestra cómo la riqueza
acumulada por el 1% más rico de la población se ha incrementado en los últimos
años, pasando de un 44% en 2009 a un 48% en 2014. Esto confirma que los
ricos han sido los grandes beneficiados con la crisis, y que la crisis ha
acentuado las desigualdades que se dispararon en los años 80.
Una brecha que aumenta a gran
velocidad
Del 52% restante de la riqueza mundial, la mayor
parte (el 46%) está en manos del 20% más rico. El 80% restante de la población
comparte tan solo el 5,5% de la riqueza mundial: 3,851 dólares de media por
adulto, lo que equivale a 1/700 parte de la riqueza media del 1% más rico de la
población mundial. Byanyima apunta:
"¿De
verdad queremos vivir en un mundo en el que solo un 1% de la población posea
tanta riqueza como el resto de nosotros? La magnitud de la desigualdad a nivel
global es impactante y, a pesar de todos los problemas que dominan la agenda
internacional, debemos tener en cuenta que la brecha entre ricos y pobres se
está acrecentando a gran velocidad... Que la élite más poderosa siga actuando
como hasta ahora es una opción que supone un elevado coste para el resto. Si no
combatimos la desigualdad, la lucha contra la pobreza podría retroceder
décadas. El aumento de la desigualdad perjudica doblemente a las personas
pobres: no sólo tienen menos, sino que hay menos que repartir puesto que la
desigualdad extrema frena el crecimiento mundial"
Los sectores farmacéutico-sanitario, financiero y
de seguros son en los que más ha crecido el número de milmillonarios en los
últimos años. El 20% de los milmillonarios tiene intereses en los sectores
financiero y de seguros y vieron cómo el valor de su fortuna aumentó un 11% en
los doce meses anteriores a marzo de 2014. Estos sectores son además los que
más dinero invierten en labores de lobby. En 2013, emplearon 550 millones de
dólares en financiar a grupos de lobbistas para influir sobre las políticas que
se deciden desde Washington y Bruselas. En esta misma línea, los sectores
farmacéutico y sanitario gastaron en lobby unos 500 millones de dólares y se
han convertido en dos de los que más se enriquecen, puesto que la fortuna de
los milmillonarios con intereses en estos campos se incrementó en un 47% en el
último año.
Oxfam fue noticia en
Davos el año pasado con un estudio que muestra que las 85 personas más ricas del planeta tienen la misma
riqueza que el 50% más pobre (3500 millones de personas). En este
nuevo informe, Oxfam constata que la comparación es ahora aún más acentuada:
sólo 80 personas poseer la misma cantidad de riqueza que el 50 por ciento de la
población, frente a 388 en 2010.
El tema de la desigualdad se ha instalado en la
agenda política durante los últimos cinco años, a medida que la recuperación
económica desde el estallido de la crisis mundial en 2008 ha significado más
ajustes y apretones en el nivel de vida de la gente mientras los ricos aumentan
su riqueza en forma imparable. El Papa Francisco y la directora gerente del
FMI, Christine Lagarde, han advertido también que la creciente desigualdad
dañará la economía mundial si no se controla. Este es también el tema del libro
de Thomas Piketty, Capital en el siglo 21, que señala que el
tema de la desigualdad puede hacer retroceder a nuestra sociedad a los albores
del siglo 19.
La organización internacional ha hecho un
llamamiento a los Gobiernos a adoptar un plan de siete puntos para luchar
contra la desigualdad:
- Frenar la evasión y la elusión fiscal por parte de grandes empresas y los más ricos.
- Invertir en servicios públicos gratuitos y universales, como la educación o la sanidad.
- Distribuir el esfuerzo fiscal de forma justa y equitativa, trasladando la carga tributaria del trabajo y el consumo al patrimonio, el capital y las rentas
- Fijar un salario mínimo para que todos los trabajadores alcancen un nivel de vida digno
- Lograr la igualdad salarial y promover políticas económicas a favor de las mujeres
- Garantizar sistemas de protección social adecuados para las personas más pobres incluido un sistema de garantía de ingresos mínimos
- Hacer de la lucha contra la desigualdad un objetivo internacional
Este informe deja en claro que la riqueza extrema
es un serio problema para el desarrollo económico y que es necesario detener el
manejo del mundo que hacen las élites para defender sus propios intereses.
Parte importante de la riqueza se transmite de generación en generación y las
élites dedican enormes recursos y esfuerzos para que los estándares globales se
diseñen a su favor. Existen cada vez más evidencias, tanto del Fondo Monetario
Internacional como de otros organismos, de que la desigualdad extrema no sólo
perjudica a los más pobres, sino que también erosiona el crecimiento económico
y el empleo.
En El
Blog Salmón | Riqueza y desigualdad: Intermón Oxfam le saca los colores a
los ricos, El 1%, los multimillonarios son aún más ricos,Los orígenes de la desigualdad
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