lunes, 13 de abril de 2015

EFRAÍN MIRANDA, EN SU ÚLTIMA CHOZA

El vate. Efraín Miranda vivió asistido por sus propias fuerzas y su pensión de maestro.
 
El vate. Efraín Miranda vivió asistido por sus propias fuerzas y su pensión de maestro.
 
 
Homenaje. El más importante poeta puneño de la actualidad acaba de fallecer en Arequipa. Su poesía, de filiación andina, no deja de ser moderna. Publicó Choza, Padre Sol, entre otros libros.
 
Christian Reynoso

Efraín Miranda Luján, el poeta puneño más importante después de Carlos Oquendo de Amat, ha fallecido la madrugada del viernes 10 de abril en Arequipa, debido a la quebrantada salud que tenía desde finales de los años noventa, motivo por el que decidió irse a vivir a esta ciudad: solo, con su poesía y sus libros.

Miranda, llamado el "Poeta indio", publicó los libros Muerte cercana (1954), Choza (1978), Vida (1980) y Padre Sol (1998). Choza ha sido el más celebrado y conocido y el que ha marcado un hito en la tradición de la poesía peruana y en la misma obra de Miranda, ya que definió el corpus de su poética: la expresión de la esencia y sabiduría del indio y su entorno, en términos estéticos y acaso políticos. Ernesto More en el prólogo de este libro dijo que su poesía no era "producto de la simpatía o amor al indio", sino "la respiración misma del indio. ¡Y qué respiración!".

Pero tal vez por ello Miranda siempre fue un poeta marginal, con una obra muy poco leída, más allá de la ciudad letrada. Es recién en los últimos diez años que el interés académico, sobre todo en algunas universidades de Lima, empieza a prestarle atención a su poesía, aunque todavía falte dar la debida difusión a su obra. No obstante, hay algunos estudios e incluso traducciones, que han sido recogidos con acierto en el libro ¡Soi indio!, editado por Espino, Mamani y Gonzales, docentes de San Marcos.

Efraín Miranda nació en Puno en 1925. En 1948-50, en Arequipa, conformó el grupo literario Abemur junto a Oswaldo Reynoso y Aníbal Portocarrero. Miranda les hizo leer a Rilke. En 1953, llegó por primera vez a Lima, donde publicó, al año siguiente, su primer libro Muerte cercana, gracias a las diligencias de Augusto Salazar Bondy, quien en el prologó del libro dice que estos poemas "anuncian a un creador hondo en la inspiración y excelente en la expresión".

A comienzos de la década del 60, Miranda regresó a Puno para trabajar como profesor de una escuela rural en la comunidad de Jacha Huinchoca, al sur de la capital. Es en este lugar donde establece contacto con la realidad y el hombre del campo; fascinado por ello, decide quedarse a vivir allí por más de quince años. Esta experiencia, más la cultura universal que adquirió a través del aprendizaje autodidacta, le sirvió para construir y nutrir su poesía.

En una entrevista me refirió: "Todo ese contacto que tuve con los indios en la comunidad cambió por completo mi cultura y mi forma de percibir la vida y el universo… era otra sociedad, otra realidad y yo me fui adaptando a ella". En el año 2003, me contó que estaba escribiendo una novela de tinte autobiográfico, sobre la vida de un profesor en el campo. En el año 2008, me enseñó los manuscritos de un nuevo libro de poesía enfocado en el tema de la relación amor-máquina. Pero ninguno de estos dos libros ha salido a la luz por diversas razones, entre ellas, el posible robo de una parte de los manuscritos, la reticencia de Miranda a entregar su obra a terceras personas para concretar una publicación, o el impedimento físico y económico para hacer él mismo las gestiones de publicar, como acostumbró con sus libros anteriores. Ahora que ha muerto, alguien deberá tomar una decisión.

La soledad y la enfermedad fueron las preocupaciones que ocuparon la vida de Miranda en los últimos años. Solo tuvo la compañía de algunos familiares y amigos que eventualmente lo visitaban. Tal vez sea justo despedirlo con estos versos de Muerte cercana: "Enfermo en la tierra / deseo vivir en el agua".

Fuente: http://www.larepublica.pe/12-04-2015/efrain-miranda-en-su-ultima-choza

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GRITO A LA CONCIENCIA




El 5 de octubre de 2011 a la(s) 17:49 Omar Aramayo escribió una nota conmovedora, Efraín Miranda muere de abandono, que Manuel Valdivia Rodriguez, Cecilia Linares Pastor, entre otros comparten el 10 del presente sin conocer la ingrata noticia de la muerte del poeta. 

Manuel Valdivia escribe :

No se puede añadir nada más a este texto conmovedor de Omar Aramayo sobre uno de los grandes poetas peruanos: Efraín Miranda. Comparto este poema que forma parte del hermoso libro "Choza" del noble poeta puneño:

"Soi una indiecita escolar. Me reconoces;
mi retrato está en folios de grandes libros;
retratada con polleras y con " uniforme".
Me pongo de cabeza y el cielo está abajo
y la tierra queda arriba; así no es mi mundo;
me pongo de pies
el cielo regresa arriba
y la tierra para abajo; el mundo comienza en mis pies,
este es mi mundo.
El mundo comienza en mis huesos,
en los truenos que respiro, en las cordilleras que empuño
y hago una madeja para tener mi imago mundi.
Mis trenzas hacen camino a la casa-, en los folios
te informaste que se destechan sacándole un palo;-
mi abuelito me dice pariguana
porque aprendo a dormir sin cerrar los ojos;
mi tío no sabe ni firmar
y mi tío materno tiene primaria
me riñe que acaso por eso come más.
Los vidrios de la escuela
desvían el Sol hasta mi patio distante;
la Escuela es la casa más grande de todo;
le he dicho a mi padre que compre una carpeta para
nosotros.
Frente a la pizarra se me adelanta una niña blanca,
a ella es quien educa el Maestro.
Lloro porque soi india y tengo una niña blanca
que el Maestro ha creado dentro de mí;
esta niña no me puede;
el Maestro le da fuerzas y sustento
el Maestro tiene grandes métodos para esa niña.
El maestro se olvida de mí, de todos los alumnos
y dice que para los indios no se ha inventado nada.
A ratos me confunde: me convierte en ella
o ella en mí;
cuando me habla el profesor, desaparece;
en cada diciembre muere y cada abril resucita.
Al concluir mis estudios se extinguirá
en la parcialidad".
(Choza, 1978)




cómo tanto periódico, revista, estudios, y ninguna manifestación práctica, de amor al prójimo, para retenelo siquiera un poco más. La falta de cuidado, de una enfermera, de alguien que pueda procurarle un poquito, solo un poquito de calidad de vida, es abrumadora, es algo que cualquier persona en sus cabales repudiaría, está en el aire de su lóbrega habitación. Me dijeron que andaba loco, no es verdad, está cuerdo y lúcido, sus reflejos obedecen a la realidad perfectamente. Me vio y como un relámpago me dijo: Omar, hace diez años que no nos vemos. Tenía miedo a que no me reconociera, a encontrarlo en un mar de tinieblas e incoherencias, pero está claro como el cielo del mediodía, y no exagero, él sabe lo que quiere y lo que dice; pero sufre de abandonado, y en exceso. Su hermana se lo trajo de Puno hasta esta casita en jirón Zela, Yanahuara, Arequipa, pero ella es otra anciana y tampoco puede procurarle más atención. Y con las bajas pensiones que reciben los maestros jubilados del Perú, él que dio su vida a los niños aymaras en los fríos páramos, atravesados por un río helado que tenía que cruzar cada vez que iba o venía de Puno. No es posible contemplar a uno de los hombres más lúcidos del país en ruinas de manera impasible, al carajo los homenajes. Se ha caído y tiene una costilla rota, cicatrizada ya, felizmente; pero que le provoca un inmenso dolor. Ha caído y tiene una cicatriz en la cabeza. No podemos hacer una descipción de la situación patética en la que vive, sería ruin y cruel. Y los congresistas y alcaldes presidentes de la región que se llenan la boca con palabras de amor a la patria y a los valores. ¿Y los seres humanos? ¿Y sus mejores hijos? Por favor amigos, por favor, escríbanme con sugerencias prácticas, es necesario tenerlo con nosotros todo lo que se pueda. Que no muera como Sologuren, Bendezú o Romualdo. El Perú no puede asesinar a sus poetas de manera tan vil.
 https://www.facebook.com/notes/omar-aramayo/efrain-miranda-se-muere-de-abandono/180014688745453

 


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