viernes, 22 de mayo de 2015

TÍA MARÍA: ¿DÓNDE ESTÁS QUE NO TE VEO EN ESTA LUCHA?



Escribe: Milciades Ruiz

La lucha de los agricultores y campesinos del Valle de Tambo ha permitido apreciar la actitud política de quienes se jactan de izquierda pero a la hora de actuar no aparecen. Muchos se han solidarizado de palabra y otros de hecho actuando consecuentemente en apoyo a esta lucha. Pero otros se han hecho los desentendidos y a los sumo, se han pronunciado tibiamente para no perder oportunidad electorera pero nada más. ¿Dónde están los grandes partidos de izquierda cuyos directivos y militantes alzan los puños en señal de lucha? O es que solo es pura pose sin ser verdadera. 

¿Se atreverán a ir de campaña electoral al valle de Tambo los grupos políticos que hoy ignoran su lucha? ¿Dónde están los progresistas? ¿Dónde están los ambientalistas? ¿Los nacionalistas? ¿Los revolucionarios? 
Quizá no se entienda que en la lucha del Valle de Tambo está en juego gran parte del futuro de la patria. Aunque los agricultores y campesinos no se lo hayan propuesto, el hecho histórico es que allí se juega la vida del modelo extractivista primario exportador del neoliberalismo, como bien lo entiende la derecha y por ello el gobierno quiere aplastar esta gesta recurriendo a todas sus armas incluyendo las vedadas para desprestigiar el movimiento sabiendo de su importancia estratégica.

Si triunfa esta lucha campesina, ya no se podrá proseguir con el modelo depredador de nuestras riquezas naturales en todos los demás valles o cuencas. Pero también, será terrible para el poder retrógrado dejar el precedente de la fortaleza del poder campesino no solamente para oponerse a sus planes sino para avanzar hacia la toma del poder político. Del triunfo de esta lucha depende lo que pueda suceder en el resto del país y el futuro de su dominación.

La oportunidad histórica suele estar en nuestras narices pero no la vemos como sucedió en la marcha de los cuatro suyos en que el pueblo pudo tomar el poder. ¿Dónde quedaron las palabras de quienes enarbolan la unidad como pretexto electorero? Una vez más queda demostrado la desvinculación de los grupúsculos de izquierda con el pueblo.  O peor aún, su ineptitud orgánica y política. Se coalicionan solo por ambiciones electoreras y de esta gente no se puede esperar nada bueno en favor de los oprimidos.

¿Es que las cúpulas son incapaces de actuar? Si es así, es hora de que la juventud los aparte y asuman el rol que vienen evadiendo los dirigentes inconsecuentes. No hay mejor unidad que aquella que se forja en la acción. Todas a una, los frentes y agrupaciones diversas pueden reunirse, planear y participar en las tareas de apoyo para el éxito de la lucha del Valle de Tambo, olvidándose de sus discrepancias. No los dejemos solos. Organicemos la defensa y la retaguardia para vencer a las fuerzas de la antipatria.

No todos estamos en condiciones de actuar directamente pero sería bueno hacer sentir al gobierno que el pueblo del valle Tambo no está solo y que cuenta con el apoyo de todos los peruanos. Pero esto no se puede hacer con el silencio ni con los brazos cruzados. Las medias tintas favorecen el accionar de los enemigos del pueblo. Los pronunciamientos deberían venir de todos lados y de manera continuada a fin de disuadir al gobierno de que lo mejor es el cese de hostilidades, de la agresión verbal de los ministros y delas provocaciones represivas. 

El gobierno está aprovechando el receso del paro para enlodar el movimiento y afinar su estrategia para alzarse con el triunfo depredador desactivando el movimiento con medidas judiciales, policiales y mediáticas.  Utiliza a los traidores y amarillos para desprestigiar la lucha campesina. Mientras ello sucede, los agricultores están entregados a sus labores urgentes de cosechas atrasadas, no les queda tiempo ni fuerzas para reorganizar su lucha y corren el peligro de perderla. 

Auxiliarlos es un deber revolucionario.  Hay muchas maneras de reforzar esta lucha movilizando las fuerzas nacionales e internacionales, organizando la defensa legal frente a las persecuciones judiciales y otras tareas prácticas factibles. Es preciso aglutinar fuerzas en tareas específicas con la contribución de la juventud en las redes sociales y otros mecanismos de ampliación de la solidaridad. Estas tareas conjuntas permitirán el mayor acercamiento unitario para afrontar en mejores condiciones el proceso electoral que se avecina. Solo en la acción se conoce a las personas. La acción revolucionaria hace la limpieza de los falsos luchadores.

Las actuales condiciones político sociales son producto del proceso histórico y corresponde asumir nuestro rol acorde con estas circunstancias. Aunque los esquemas mentales del fundamentalismo ideológico pregonen otros roles, lo cierto es que en la realidad de nuestro país es el campesinado el que ha tomado la vanguardia en la lucha por el cambio.  La historia le ha dado este rol protagónico en las actuales condiciones y no podemos estar contra ella.

Mayo 2915
http://www.gestionesrurales.apiaperu.com/

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