La
lucha de los agricultores y campesinos del Valle de Tambo ha permitido
apreciar la actitud política de quienes se jactan de izquierda pero a la
hora de actuar no aparecen. Muchos se han solidarizado de palabra y
otros de hecho actuando consecuentemente en apoyo a esta lucha. Pero
otros se han hecho los desentendidos y a los sumo, se han pronunciado
tibiamente para no perder oportunidad electorera pero nada más. ¿Dónde
están los grandes partidos de izquierda cuyos directivos y militantes
alzan los puños en señal de lucha? O es que solo es pura pose sin ser
verdadera.
¿Se
atreverán a ir de campaña electoral al valle de Tambo los grupos
políticos que hoy ignoran su lucha? ¿Dónde están los progresistas?
¿Dónde están los ambientalistas? ¿Los nacionalistas? ¿Los
revolucionarios?
Quizá no se
entienda que en la lucha del Valle de Tambo está en juego gran parte del
futuro de la patria. Aunque los agricultores y campesinos no se lo
hayan propuesto, el hecho histórico es que allí se juega la vida del
modelo extractivista primario exportador del neoliberalismo, como bien
lo entiende la derecha y por ello el gobierno quiere aplastar esta gesta
recurriendo a todas sus armas incluyendo las vedadas para desprestigiar
el movimiento sabiendo de su importancia estratégica.
Si
triunfa esta lucha campesina, ya no se podrá proseguir con el modelo
depredador de nuestras riquezas naturales en todos los demás valles o
cuencas. Pero también, será terrible para el poder retrógrado dejar el
precedente de la fortaleza del poder campesino no solamente para
oponerse a sus planes sino para avanzar hacia la toma del poder
político. Del triunfo de esta lucha depende lo que pueda suceder en el
resto del país y el futuro de su dominación.
La
oportunidad histórica suele estar en nuestras narices pero no la vemos
como sucedió en la marcha de los cuatro suyos en que el pueblo pudo
tomar el poder. ¿Dónde quedaron las palabras de quienes enarbolan la
unidad como pretexto electorero? Una vez más queda demostrado la
desvinculación de los grupúsculos de izquierda con el pueblo. O peor
aún, su ineptitud orgánica y política. Se coalicionan solo por
ambiciones electoreras y de esta gente no se puede esperar nada bueno en
favor de los oprimidos.
¿Es que
las cúpulas son incapaces de actuar? Si es así, es hora de que la
juventud los aparte y asuman el rol que vienen evadiendo los dirigentes
inconsecuentes. No hay mejor unidad que aquella que se forja en la
acción. Todas a una, los frentes y agrupaciones diversas pueden
reunirse, planear y participar en las tareas de apoyo para el éxito de
la lucha del Valle de Tambo, olvidándose de sus discrepancias. No los
dejemos solos. Organicemos la defensa y la retaguardia para vencer a las
fuerzas de la antipatria.
No
todos estamos en condiciones de actuar directamente pero sería bueno
hacer sentir al gobierno que el pueblo del valle Tambo no está solo y
que cuenta con el apoyo de todos los peruanos. Pero esto no se puede
hacer con el silencio ni con los brazos cruzados. Las medias tintas
favorecen el accionar de los enemigos del pueblo. Los pronunciamientos
deberían venir de todos lados y de manera continuada a fin de disuadir
al gobierno de que lo mejor es el cese de hostilidades, de la agresión
verbal de los ministros y delas provocaciones represivas.
El
gobierno está aprovechando el receso del paro para enlodar el
movimiento y afinar su estrategia para alzarse con el triunfo depredador
desactivando el movimiento con medidas judiciales, policiales y
mediáticas. Utiliza a los traidores y amarillos para desprestigiar la
lucha campesina. Mientras ello sucede, los agricultores están entregados
a sus labores urgentes de cosechas atrasadas, no les queda tiempo ni
fuerzas para reorganizar su lucha y corren el peligro de perderla.
Auxiliarlos
es un deber revolucionario. Hay muchas maneras de reforzar esta lucha
movilizando las fuerzas nacionales e internacionales, organizando la
defensa legal frente a las persecuciones judiciales y otras tareas
prácticas factibles. Es preciso aglutinar fuerzas en tareas específicas
con la contribución de la juventud en las redes sociales y otros
mecanismos de ampliación de la solidaridad. Estas tareas conjuntas
permitirán el mayor acercamiento unitario para afrontar en mejores
condiciones el proceso electoral que se avecina. Solo en la acción se
conoce a las personas. La acción revolucionaria hace la limpieza de los
falsos luchadores.
Las actuales
condiciones político sociales son producto del proceso histórico y
corresponde asumir nuestro rol acorde con estas circunstancias. Aunque
los esquemas mentales del fundamentalismo ideológico pregonen otros
roles, lo cierto es que en la realidad de nuestro país es el campesinado
el que ha tomado la vanguardia en la lucha por el cambio. La historia
le ha dado este rol protagónico en las actuales condiciones y no podemos
estar contra ella.
Mayo 2915
Otra información en https://republicaequitativa. wordpress.com/
http://www.gestionesrurales.
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