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jueves, 18 de febrero de 2016

ELECCIONES 2016: DUROS Y BLANDOS EN EL JNE





Escribe: Sinesio López

Si Julio Guzmán y César Acuña no hubieran salido del pelotón de los pitufos no estarían sufriendo el fuego graneado de sus competidores políticos y de los medios concentrados. 

Apenas pasaron el umbral del 5% y entraron a disputar el segundo lugar a los candidatos favoritos del establishment, los medios concentrados enfilaron todas sus baterías contra ellos. Apoyándose en múltiples y descarados plagios de Acuña, desplegaron una contracampaña feroz para sacarlo del juego electoral. Sumaron la compra de votos con plata como cancha para reforzarla. A Guzmán se le acusa de incumplir ciertos procedimientos administrativos en su inscripción partidaria.

El caso de Guzmán saca a la luz el divorcio existente entre la normatividad jurídica y la realidad sociopolítica del país. Se aplica rigurosamente una ley de partidos y se exige el cumplimiento estricto de engorrosos procedimientos de organización y funcionamiento de estructuras partidarias en un país donde no hay partidos. Este choque entre lo jurídico y lo político da lugar a tres situaciones más o menos diferenciadas. La primera se refiere a los partidos que agonizan, sobreviven y cuentan, sin embargo, con una mínima estructura partidaria y con una vasta experiencia en las lides electorales. Ellos cumplen mal que bien con toda la parafernalia procedimental.

La segunda tiene que ver con los candidatos que mienten bien. No tienen estructuras partidarias, pero cuentan con una cierta experiencia en inventar en forma creíble estructuras, asambleas, reuniones, acuerdos y procedimientos de tal forma que no sean observados por los organismos electorales. La tercera alude a los candidatos que mienten mal. No tienen una mínima estructura partidaria ni experiencia alguna en inventar situaciones creíbles ni en llenar bien los papeles necesarios a ser presentados a los organismos electorales. Esta es la situación de Julio Guzmán y sus moraditos.

¿Qué hacen los organismos electorales frente a estas diversas situaciones? En el mejor de los casos, surgen dos corrientes como hemos visto en el Jurado Nacional de Elecciones (JNE): los procedimentalistas extremos y duros y los procedimentalistas laxos y blandos. Los primeros no toman en cuenta el choque entre lo jurídico y lo político, aplican las normas a rajatabla y se llevan de encuentro algunos derechos fundamentales de los candidatos y de los ciudadanos que los respaldan. Los segundos consideran el divorcio entre la ley de partidos y la realidad sin partidos, aplican las normas con cierta laxitud y blandura y las subordinan al respeto a los derechos fundamentales de participación política y de competencia electoral de los candidatos y los ciudadanos.

Esta segunda corriente busca una salida justa, inteligente y democrática al choque existente entre lo jurídico y lo político. Es lo que han hecho el doctor Francisco Távara (presidente del JNE) y el doctor Carlos Cornejo. Si los Jurados Especiales de las diversas regiones siguen esta línea, Julio Guzmán y sus listas de candidatos al Congreso pueden continuar en la batalla electoral. Si siguen la línea de la mayoría del JNE, Guzmán queda gravemente herido, pero aún puede apelar a una última decisión del JNE o del TC, cuyas decisiones finales  pueden declarar su vida o su muerte como candidato.

Pero en esta batalla compleja no juegan solo las decisiones de las entidades electorales sino también la política que desplieguen Guzmán y sus partidarios.




FRANCISCO TÁVARA: “EL JEE DEBE CONSIDERAR LA RESOLUCIÓN DEL JNE”

El presidente del Jurado Nacional de Elecciones brinda detalles de la resolución sobre la candidatura de Julio Guzmán.

Escribe:  Enrique Patriau

Francisco Távara, presidente del Jurado Nacional de Elecciones, aclara detalles de la resolución que ha puesto en vilo la candidatura de Julio Guzmán. Távara tuvo un voto discordante. Para él, Todos por el Perú subsanó los problemas detectados por el Registro de Organizaciones Políticas.

La resolución del JNE levantó muchos comentarios y llevó a confusiones. En simple, ¿en qué situación deja al candidato Julio Guzmán?

Primero debo decir que el Registro de Organizaciones Políticas (ROP) es una primera instancia administrativa del JNE, donde se registran los partidos políticos y los actos partidarios. Cuando hay una resolución del ROP que no le satisface a un partido, puede apelar al JNE. Lo que hemos tenido es la impugnación de dos resoluciones del ROP. 

Y ahora debe decidir el Jurado Electoral Especial. 

Con esta resolución, el JEE debe proceder a calificar la situación de la lista de este partido político (Todos por el Perú), ¿me entiende?

Es decir, siguiendo la resolución de ustedes, el JEE debería decir que no es posible subsanar el error detectado y que originó todo este problema, ¿es así?

No me haga decir cosas... A ver, es muy probable que frente a la decisión que tome el JEE se formule una apelación. Ahora, por mayoría el JNE le ha dicho a TPP que sus trámites de modificación del estatuto, del símbolo partidario, no satisfacen las exigencias que tiene la normatividad referente a las instituciones políticas. 

¿Pero la resolución del JNE tendrá implicancias directas en lo que siga el JEE?

¿Va a tener implicancias directas? Sí. Dejemos que el JEE califique y emita un pronunciamiento. Un factor muy importante será la decisión que, por mayoría, ha tomado el JNE. Esta resolución tendrá vinculación con lo que resuelva el JEE. No estoy diciendo que el JEE debe resolver en tal o cual sentido. Lo que sí digo...

Es que el JEE debe tener en cuenta la resolución del JNE. 

Exacto. Pero el JEE tiene autonomía como órgano de justicia electoral. 

TPP también ha dicho que presentará una apelación por la decisión del JNE. 

Efectivamente, queda (a TPP)  presentar un recurso extraordinario ante el mismo JNE, una figura creada por el propio JNE. El partido tiene tres días para plantearlo, contra esta decisión que hemos tomado hoy (ayer). 
Usted tuvo un voto discordante. 

Ahí usted tiene la resolución publicada. Es una decisión dividida, como usted ha visto. 

¿Por qué votó en contra del criterio de la mayoría? 

El 10 de octubre se llevó una asamblea extraordinaria en TPP. Los estatutos del partido dicen que debía convocarse con 15 días hábiles de anticipación pero se hizo con 10 días. También había un problema de quórum. En resumen, la asamblea del 10 de octubre era defectuosa. Sin embargo, más adelante, en diciembre, se convocó a una nueva asamblea general extraordinaria para convalidar todos esos acuerdos defectuosos. Esta se celebró el 20 de enero y, para quienes votamos en minoría, podía convalidar la asamblea defectuosa de octubre, considerando que no hubo cuestionamientos de ningún afiliado. Según la mayoría del pleno del JNE esto no fue así. Esa es la madre del cordero. 

Se cuestiona mucho que se pueda dejar de lado a un candidato por aspectos formales. ¿Qué dice al respecto?

Cuando hay un órgano colegiado no es nada raro que se decida por mayoría. Eso es parte del normal funcionamiento de un tribunal democrático y mi deber como presidente del JNE es pedir respeto para las decisiones que no son por unanimidad. Eso sí, le aseguro que cualquiera hubiese sido la decisión, habríamos recibido críticas positivas y negativas. Lo importante es que las decisiones estén debidamente justificadas. 

¿El derecho de participación política de Guzmán ha sido cautelado en todo momento?

Cuando se trata del derecho de participación política, que es fundamental, no se puede ser tan rígido como en el derecho común o civil. Creo que es un tema un poco más flexible.

También se ha cuestionado que se le exija a TPP una gran rigurosidad en aspectos formales y no ocurra lo mismo con otros partidos. 

Póngame un ejemplo en el que hayamos sido muy rigurosos con uno y demasiado flexibles con otro. Le recuerdo que el JNE se pronuncia en los casos que llegan a su conocimiento. Escuché al señor Kuczynski cuando contaba las dificultades para inscribir a su partido, y es verdad porque hacerlo requiere cumplir formalidades. Jugamos con las leyes que el Congreso aprueba.

¿Cuándo podría definirse finalmente si la candidatura de Guzmán es viable?

Unos diez días hábiles.








martes, 15 de septiembre de 2015

DEBATE PROGRAMÁTICO (1): LOS "SEIS PUNTOS EN COMÚN" DE JUAN CRISTOBAL






 Materiales para el debate programático (2016-2021):

10 de septiembre de 2015        

El intelectual socialista  Juan Cristóbal ha divulgado por las redes de Facebook, el día de ayer 09 de setiembre,  una “Carta breve a la gente o partidos o grupos de izquierda”, en la cual él propone “Seis puntos en común” para unir nuestras fuerzas para enfrentar al enemigo.

De inmediato, yo le respondí comentando su propuesta; y en tiempo breve, Juan Cristóbal divulgó un segundo  comentario.
        
       A continuación trascribo los tres breves mensajes de esta rápida conversación. Espero que otros amigos también se sumen a este intercambio, intercambio  abierto, de ideas y propuestas.
       
        Saludos 

        Miguel Ángel Aragón  
Pd.-Como Anexo estoy incluyendo el artículo del investigador  Sinesio López, que fue publicado en el diario La República, al día siguiente, el 10 de setiembre. Me parece una buena contribución al planteamiento de  los temas en debate (MAO, 15-IX-2015)

 
CARTA BREVE A LA GENTE O PARTIDOS O GRUPOS DE IZQUIERDA:

Para poder enfrentar al enemigo de la derecha (capitalista o procapitalista o anticomunista), debemos tener en cuenta algunos puntos que en común pueden ayudarnos a crear un FRENTE UNICO DE IZQUIERDA, y estos son:

1) la verdad no es única, tiene variables, hay que discutir siempre las variables con las bases, si no nos ponemos de acuerdo la realidad nos hará ponernos de acuerdo.

2) si aceptamos lo primero, evitaremos el sectarismo, el dogmatismo, la acusación por la acusación, sin embargo es bueno recalcar: no hay que ser sectarios, ni dogmáticos, hay que ser leal y solidarios, transparentes, no tener nunca "cartas bajo la manga".

3) todos los grupos han tenido errores en el pasado, sería bueno que cada quien se diga esos errores y sea profundamente autocrítico en las discusiones para avanzar en la construcción del Frente.

4) si hay estrategias o tácticas diferentes, asumirlas y que la realidad nos demuestre la verdad de la situación, pero unidos y que cada quien se dé cuenta que su planteamiento no funcionaba.

5) armar un programa y un proyecto de gobierno y de país discutiendo con las bases, las bases son el sustento de todo, teniendo un solo principio fundamental: LA TRANSFORMACION DE ESTA REALIDAD, DE ESTE SISTEMA CAPITALISTA NEOLIBERAL.

6) si no nos unimos:

¿Quiénes saldrán ganando? el sistema capitalista, los empresarios, la derecha, los militares, la embajada norteamericana, y

¿Quiénes perderán? los de abajo: los pobres, los explotados, los trabajadores, los estudiantes, los jubilados, los ancianos, etc.

ESCOJAN A PARTIR DE ESTAS BREVES LINEAS QUE HACER.


Estimado Juan Cristóbal:

La "unidad de la izquierda" ahora no es posible, porque ya no es necesaria. Esa unidad fue necesaria y posible en la década de 1980, cuando se organizó la coalición partidaria "Izquierda Unida", y se organizó aplicando el centralismo democrático "de arriba hacia abajo".

            Ahora,  el desarrollo de nuestra realidad nos plantea un reto mayor, la "unidad del pueblo". La unidad del pueblo se está vertebrando aplicando la centralización democrática "de abajo hacia arriba".

Una cosa es la "coalición partidaria" y otra cosa muy diferente es el "frente de masas". Se entiende que la mayoría de los militantes y simpatizantes de los numerosos grupos de "izquierda", también forman parte del pueblo. TODOS SOMOS NECESARIOS, Nadie sobra en la lucha conjunta contra el enemigo común.

¿Cómo continuar fortaleciendo la unidad del pueblo?

Muy simple. En primer lugar, aprendiendo del propio desarrollo de las luchas del pueblo peruano, en especial del último periodo de reanimación de las luchas de masas (del 2002 al 2015). Y en segundo lugar, estudiando, comentando, debatiendo y desarrollando cada uno de los "Seis Puntos en Común" que tu propones, en tu mensaje del 09 de setiembre. Yo ya escogí "Qué hacer", a partir de los Seis Puntos en Común.


La unidad del pueblo es parte o debe ser parte de la unidad de la izquierda, ¿cual es primero? depende de cómo se desarrolle la situación y los propios elementos que conforman el frente de masas y los frentes partidarios, no hay una sola verdad, la realidad y la relación de fuerzas es la que se impone.

4.- DOCUMENTO ANEXO:

PERÚ: ALCANCE Y LÍMITES DE LOS MOVIMIENTOS REGIONALES (*)

Escribe:  Sinesio López

El Arequipazo, el Moqueguazo, el Baguazo, Conga, Tía María, la defensa de Petro-Perú en Loreto son movimientos sociopolíticos regionales que tienen una serie de características comunes y una incidencia similar en la política nacional, pero que actúan desarticuladamente porque no hay una fuerza política nacional que los articule. Estas características comunes definen un patrón de acción sociopolítica en los tiempos de neoliberalismo y de ausencia de partidos políticos nacionales.

La oposición al neoliberalismo y al extractivismo ha sido más social que política y ha provenido principalmente de las regiones. En estos niveles se ha producido una cierta articulación entre los movimientos sociales y los gobiernos regionales, provinciales y locales. Es probable que sin estos y sin las élites que los dirigen no hubieran podido organizarse, sostenerse y obtener algunos resultados. Son liderazgos locales o subnacionales que no logran alcanzar una dimensión nacional. La mayoría de los que entran en conflicto con el gobierno central y con el modelo económico neoliberal están vinculados a diferentes organizaciones de izquierda cuya fragmentación les impide tener una proyección nacional. Hay una cierta unidad dentro del movimiento regional, pero persiste una fragmentación nacional de los movimientos regionales.

La izquierda actual proyecta su división a los movimientos sociales regionales, a diferencia de los grandes movimientos sociales de los 70 cuya fuerza, masividad y centralización impulsó más bien la unidad de la izquierda. Esta fragmentación ha sido reforzada por la descentralización que ha producido una especie de desnacionalización de la política y de los partidos generando escenarios políticos regionales en los que las élites subnacionales disputan funciones, atribuciones, competencias, recursos, especialmente en las regiones que reciben el canon. Estos escenarios y sus élites subnacionales, incluidos sus liderazgos partidarios, han tomado distancia de los liderazgos nacionales limeños, cada vez menos influyentes en las diversas regiones del país.

Casi todos estos movimientos regionales han sido relativamente exitosos y han obtenido no tanto lo que ellos buscaban como frenar las imposiciones del gobierno central y la voracidad de las grandes corporaciones que afectaban o afectan los intereses de amplios sectores sociales de las regiones. Las respuestas de los diversos gobiernos han sido más o menos las mismas: la imposición, la criminalización de la protesta social y la declaración de los estados de emergencia en las regiones en conflicto. Casi todos ellos han sido renuentes al diálogo y a la negociación. Han concentrado las decisiones en la cúpula (la presidencia de la República y el MEF), para evitar la presión social, el escrutinio público y la accountability (sic).

Es probable que, con la desaceleración de la economía y la consiguiente disminución de los recursos para las regiones y con la coyuntura electoral del 2016, el malestar y las protestas regionales se incrementen y se expresen en la política y en los votos. Es probable que el éxito sonría a los candidatos a la presidencia que consigan una mejor articulación con las élites, los movimientos y los gobiernos subnacionales.

(*) Artículo publicado en el diario La República el día 10 de setiembre de 2015.