Mostrando entradas con la etiqueta Cuarta Revolución Industrial. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cuarta Revolución Industrial. Mostrar todas las entradas

jueves, 27 de abril de 2023

AVANCE DE LA ROBOTIZACIÓN Y EL NUEVO ESTADO CIVILIZATORIO 2/4: 4 TENDENCIAS

 


jueves, 27 de abril de 2023

En el pasado artículo contemplamos los efectos de la robotización sobre los indicadores productivos más relevantes. En este comprobaremos los efectos transformadores sobre la sociedad expresados en 4 tendencias principales.

 

De la Serie 'Avance de la Robotización y el Nuevo Estado Civilizatorio

1: Beneficios 0, Productividad 0

2: 4 Tendencias

3: Robotización y Medios de Destrucción

4: Límites de la Robotización

 


Las novedades de este avance tecnológico son básicamente producto de La reconversión extrema, que es la que hemos sufrido en los últimos años con 4 tendencias:

-1 Económica: La Producción a Escala Mundial
-2 Política: Tecnocracias

-3 Económica: Tercerización de la actividad humana, de ocupación mayoritaria en labores de servicio

-4 Social: Tercermundialización global

 

1 Robotización y Producción a Escala Mundial 

 Competencia

Es la relación que se establece cuando 2 empresas intentan vender su producto en un mismo mercado.

La competencia se produce a escala, y a todos los niveles del proceso productivo, desde la elección de las calidades de las materias primas, a los recursos humanos o entre empresas. A demás, deben vender sus productos en mercados concretos o nichos, y en oposición a empresas concretas. Cuando la competencia es mundial la diferencia entre territorio y mercado se pierde, y supone una desamornización de la producción en forma de crisis de sobreproducción, que solo se pueden abordar por medio de acuerdos, pactos, alianzas o guerras. No solo militares, sino comerciales, civiles, judiciales y otras formas diversas. Las sanciones son un arma y expresión de esta confrontación.

Cuando el proceso productivo robotizado se generaliza, y una multitud de productores producen más de lo que el mercado puede asimilar, se crean los fenómenos de sobreproducción, igual que sucedió cuando se introdujo la máquina de vapor, eléctrica y otros avances. 

Entendemos ahora que, si las industrias robóticas son a escala mundial, si transforman muchos de sus productos en estratégicos, la pugna por los mercados , su posesión, y la pugna entre monopolios, será también mundial y estratégica.

 

Nacionalismo y Monopolio

De la pugna por el mercado, que es la lucha por los recursos, la materia prima, tecnología, recursos humanos, producción y mercado, deriva la pugna por los territorios. Los estados-clientes de corporaciones globales, lucharán con más encono por el beneficio de sus proveedores en un intento de bajar precios, aumentar recursos disponibles y aumantar beneficios. Por eso el Nacionalismo es un fenómeno derivado del capitalismo, y se enfrenta constantemente con el internacionalismo de las trabajadoras del mundo. Igual que los Monopolios, ambos son expresiones del mismo fenómeno. 

 

Sobreproducción

Cuando la avalancha de productos que por competencia no llegan a realizarse es tal que frena las máquinas. Es la crisis de sobreproducción. Este tipo de crisis dio lugar en SXX a 2 guerras mundiales.

La sociedad se da cuenta de que existe un problema real de sobreproducción, como así se recoge finalmente en estudios, trabajos y finalmente se plasma en políticas que tratan de solventar este problema sistémico.

 

Implantación asincrónica y ventaja competitiva estratégica

El avance de la robotización, aunque imparable para la civilización, se implanta progresivamente y de forma desigual en los distintos países. Esto asegura el dominio del mercado de aquellos que sean los primeros en lograr la Escala Mundial de sus productos, transformando a muchos de ellos en estratégicos. Tendrán la ventaja competitiva. El resto de países deberá hacerse cliente forzoso de este cliente. El proceso paradigmático es la fabricación de microchips en Taiwán por la empresa TMSC, que produce en torno al 70% de los circulantes mundiales, para empresas como Intel, IBM o AMD; transformándolos, no en un recurso escaso, pero sí estratégico. China concentra muchos de los procesos industriales modernos más importantes, lo cual le da una ventaja sobre sus competidores. Europa carece de recursos, y en EEUU la producción es demasiado cara.

 

2 Robotización y Tecnocracias

Tecnocracias

La robotización e IAs tienen la capacidad de concentrar poder y capacidades inmensas en pocas manos. Si no se pone remedio, los estados pasarán a modelos de gobernanza automatizados, en que no será necesaria la aplicación de la lógica ideológica, sino la pura técnica, dando lugar a las tecnocracias. Fenómeno visto en Italia con Draghi y Monti e infinidad de Grandes Empresas.

 

Monopolios y Estados rehenes

Las capacidades de las corporaciones, en muchos terrenos, ya superarán las de los estados. Estos se convertirán en clientes y en dependientes; y cuando imponen sus decisiones sobre estos, se consideran Estados rehenes. Un fenómeno ya visto, por ejemplo, ante la dependencia de las petroleras. Este clientelismo extremo, potenciado por la tendencia a la cooperación público-privada, incrementará hasta puntos no visto la corporativización de los estados. El desarrollo de esta modalidad de empresas es simplemente inevitable. Para amortiguar los efectos de competencia que puede llevar a guerras mundiales se ve como imprescindible su regulación y acuerdos. Quien controle los robots controlará el mundo.

 

3 Robotización y Terciarización

Algo preocupa bastante al público en general: si la robotización se implanta ¿A qué se dedicará el ser humano?

En todo avance industrial se produce un desplazamiento del perfil de los recursos humanos hacia una mayor cualificación. Esto genera masas de trabajadores que deben ser reubicados y reacomodados constantemente. Con la producción a escala mundial, estos desplazamientos son internacionales y produce los efectos migratorios. El desarrollo de los medios de producción automatizada se rodea de una serie de industrias y servicios auxiliares.

 

Tecnificación y Clúster

El clúster es un área de aglomeración de industrias y que tienden a retener a un mínimo de personas para su mantenimiento. En el caso de la robotización, serían técnicos cualificados que, por uno u otro motivo, no pueden realizar su trabajo de forma remota. Ante la robotización extrema tendente a un 100% automatizado, extensiones infinitas de fábricas sin personas.

Para conocer la magnitud de los cambios que nos esperan, hay que conocer el cambio en la magnitud de producción. Si en los 90 las industrias abastecían continentes, en los 2000 se alcanzó la escala mundial y la especialización de la producción por países. Esto fue lo que sucedió en Rusia con la primarización de la economía en los 1990 después de la caída de la URSS, en la que casi se desindustrializa, o los microchips y su centralización en Taiwán. 

Estos clusters, estarían situados, en las áreas más industrializadas del mundo: BRICS, EEUU,

These are the top 10 manufacturing countries in the world | World Economic Forum

Y posteriormente en áreas de alto potencial, como Turquí, Polonia, Venezuela, Irán... todo dependerá del equilibrio de poderes y acuerdos alcanzados.

 

4 Robotización y Tercermundialización

Megápolis se puede considerar que son ciudades de más de decenas millones de habitantes, muchas de las veces conteniendo el 90% de la población del país. Por sus características, tienden a concentrar los bienes y servicios de consumo, y por lo tanto son una fuente de trabajo y renta para los trabajadores tercerizados.

 

Terceriazación y Megapolis

Si en el SXIX se produjeron migraciones continentales, si en el SXX ya se experimentaba la migración campo-ciudad a escala, ahora las migraciones se producirán de clúster a clúster productivos, según progresa la robotización, a escala mundial. Primero los técnicos más cualificados, todos los capacitados en las industrias auxiliares.

Como se puede apreciar en la figura del Banco Mundial "Employment in Industry", la tendencia mundial es a un incremento del sector servicios simétrico a una caída del sector primario, conforme este se tecnifica. Por otro lado, el sector industrial se mantiene estable en torno al 20-25% del empleo desde hace varias décadas. 

 


Lo que podemos deducir es que, en cuanto la robotización avance, los trabajadores que se movilicen no serán trabajadores del sector primario o industriales, pertenecerán al sector servicios. Tendrán una cualificación mucho menor que los previos y no necesitarán específicamente migrar a áreas altamente industrializadas, donde no tendrán grandes oportunidades de trabajo, sino movimientos globales a las grandes metrópolis, se emplacen donde se emplacen. Esto augura una despoblación paulatina del medio rural hasta los niveles experimentados en occidente de un 95% población urbana. 

Desconocemos el ritmo de la tasa de robotización, así como el impacto de las IAs, pero se puede aventurar que con un crecimiento mundial de un 2% se tardarían 50 años en perder todos los empleos industriales mundiales, quedando tan solo industria residual. Primero en los más industrializados y después en los que están en vías de industrialización. Por último en los emergentes. Al final quedará una cada vez más reducida masa industrial laboral humana residual. Según las proyecciones, sobre 2040 la población activa en industria se igualará con la dedicada a la actividad primaria, entorno a un 15% de la población cada una, frente al 60% de la ocupación conjunta actual, lo cual supone la mitad. Este proceso solo puede continuar.

Otro factor movilizador será la degradación ambiental y el avance de monocultivos en amplias regiones para la producción a escala. No necesariamente serán Sur->Norte, pero si hacia megápolis, como ya sucede en la mayor parte de China, África o Nuestramérica. 

Si a esto le unimos un espectacular incremento de la esperanza de vida, la formación de estas megápolis es inevitable.

 

Conclusiones

La robotización aumenta el beneficio neto, pero disminuye la tasa de beneficio. Esto empuja a la sobreproducción y la competencia. Cuando la tendencia al beneficio tiende a 0, el grado de competencias es máximo.

La competencia, en y por los diversos mercados, promueve el fenómeno del nacionalismo en los estados, y empuja a las guerras de todo tipo. Como resultado de la victoria comercial se establecen Monopolios globales. Este ciclo de retroalimentación ya le ha costado a la humanidad 2 guerras Mundiales.

Monopolio, Megápolis y Nacionalismo, son fenómenos del mismo proceso. Igual que lo son consumismo y miseria. El objetivo es el beneficio, el medio la competencia. 

Implantación asincrónica del proceso de producción robótica, con su impulso a la producción global y al monopolio, supone una ventaja competitiva estratégica que expulsa a competidores del mercado mundial, los cuales son naciones enteras.

La concentración máxima de las capacidades de gestión automatizadas se expresa en la forma de gobernanza, tecnocracias, y empuja a los estados a la dependencia del servicio de corporaciones, que suelen ser actores globales.

Según avance la robotización, el desplazamiento de masas humanas hacia megápolis será inevitable. Socialmente, la robotización tiende a la Tercerización de la actividad humana, a la Producción a Escala mundial y tercermundialización de las sociedades. Los clústeres industriales solo atraerán trabajadores cualificados marginalmente. 

La automatización incesante del campo seguirá impulsando a la masa migrante global. Esta lo hará del campo a la Megápolis, no necesariamente hacia clústers industriales. Todo lo contrario de las formas sostenibles de producción propuestas por los modelos ecológicos de habitabilidad sostenible.

A pesar del aparente freno a la globalización producido por la Nueva Guerra Fría iniciada en 2022, a pesar de que el ideal de sostenibilidad está basado en biorregiones ajustadas a su capacidad de carga, la tendencia civilizatoria es a la hiperconcentración de suministros, producción y consumo.

 

Salud! PHkl/tctca

____________

Fuente: https://tarcoteca.blogspot.com/2023/04/avance-de-la-robotizacion-y-el-nuevo_27.html

 

miércoles, 22 de diciembre de 2021

LA TECNOLOGÍA Y EL FUTURO

 

 Vigilancia

En tanto emerja el mundo de la pandemia, habrá más desigualdad, conflicto, militarismo, y autoritarismo, en tanto se extenderán las convulsiones sociales y los conflictos civiles.  Los grupos dominantes se abocarán en expandir el estado policiaco global para contener el descontento en masa desde abajo.

20/12/2021

La globalización capitalista ha marcado el comienzo de un período de acelerados y profundos cambios que el mundo no había visto desde la Revolución Industrial.  Pero ahora el sistema esta al precipicio de otra ronda de reestructuración y transformación basada en una digitalización mucho mas avanzado de toda la economía y la sociedad global.  Esta reestructuración ya se hizo evidente a raíz de la Gran Recesión de 2008.  Pero ahora las cambiantes condiciones sociales y económicas producidas por la pandemia de coronavirus están acelerando este proceso.

La tecnología informática y de la información introducida hacia principios de los 1980s sentó las bases originales para la globalización.  Dicha tecnología permitió a la clase capitalista transnacional (CCT) coordinar y sincronizar la producción global, y por lo tanto, montar un sistema globalizado de producción y finanzas en el cual cada país en el mundo ha sido integrado.  Al igual que la primera generación de la tecnología informática y de la información – y en especial la internet – resultó en la profunda transformación del capitalismo mundial, esta segunda generación de las tecnologías digitales – que van desde el aprendizaje automático, la inteligencia artificial, la automación, la robótica y la nano- y biotecnología, hasta el internet de las cosas, la computación cuántica y en nube, la impresión 3D, la realidad virtual, nuevas formas de almacenamiento de energía, y los vehículos aéreos, terrestres, y marítimas autónomamente piloteados – generan ahora una nueva ronda de reestructuración mundial que promete tener otro impacto transformador en la estructuras de la economía, la sociedad, el Estado y la gobernanza global.

Es difícil sobreestimar la rapidez y la extensión de la actual reestructuración digital de la economía y la sociedad global.  De acuerdo con los datos de las Naciones Unidas para 2020, la “economía colaborativa” aumentará desde $14 mil millones de dólares en 2014 a $335 mil millones para 2025.  La embarcación mundial de impresoras 3D se incrementó en mas de 100 porciento en 2016, alcanzando mas de 450,000 unidades, y se espera que la cantidad alcanza 6.7 millones para finales de 2020.  Se estima que el valor total del comercio electrónico (e-commerce) alcanzó los $29 billones en 2017, lo que equivale a un 36 porciento del producto bruto global para ese año.  Las exportaciones de servicios procesados digitalmente llegaron en 2019 a $2.9 billones, lo que representa el 50 porciento de todas las exportaciones global de servicios.

La pandemia de coronavirus no solo puso en relieve el lugar central que ha llegado a ocupar los servicios digitales en la economía global; también ha acelerado esta reestructuración digital, lo que se espera resultará en una vasta expansión de los servicios digitales producidos con menores cantidades de trabajo y hasta sin trabajo, incluyendo toda clase de arreglo de teletrabajo, reparto con drones, el comercio sin efectivo, “fintec” (finanza digitalizada), rastreo y otras formas de vigilancia, los servicios médicos y legales automatizados, y la enseñanza remoto con clases pregrabadas.  La economía global post-pandémica abarcará ahora una aplicación mucho mas rápida y expansiva de la digitalización a cada aspecto de la sociedad global.

Las gigantescas compañías de tecnología, entre ellos, Microsoft, Apple, Amazon, Tencent, Alibaba, Facebook, y Google, a las cuales ahora tenemos que añadir Zoom y otras compañías impulsadas por la pandemia, han experimentado un extraordinario crecimiento durante la ultima década.  Apple y Microsoft registraron una capitalización bursátil de $1.4 billones de dólares en 2020, seguidos por Amazon, con una capitalización de $1.04 billones, Alphabet (sociedad matriz de Google, con $1.3 billones, Samsung con $983 mil millones, Facebook con $604 mil millones, y Alibaba y Tencent con unos $500 mil millones cada uno.  Para dar una idea de la rapidez del crecimiento de estos gigantes, la capitalización bursátil de Google pasó de menos de $200 mil millones en 2008 a mas de $1 billón en 2020, un incremento de 500 porciento.

En la medida que los capitalistas invierten estos billones, la banca y las casas de inversiones globales llegan a entrelazarse con el capital de la tecnología, al igual que las empresas alrededor del mundo que pasan a la computación en nube y la inteligencia artificial.  Ya para la segunda década del siglo en curso, la economía global llegó a ser caracterizada sobre todo por los procesos gemelos de la digitalización y la financialización.

El tercer actor en este bloque triangulado de capital es el complejo militar-industrial-seguridad.  La industria de la tecnología nació conjuntada desde el momento de su nacimiento en los 1990 con dicho complejo militar-industrial-seguridad y con el estado policiaco global.  A lo largo de los años, por ejemplo, Google ha suministrado la tecnología de mapeo que el Ejercito Norteamericano utilizó en Iraq, ha almacenado los bancos de datos de la Agencia Central de Inteligencia, ha indexado los vastos bancos de datos de la Agencia Nacional de Seguridad de EEUU, ha construido robot militares, ha lanzado satélites de espionaje en colaboración con el Pentágono, y ha arrendado su plataforma de computación en la nube para ayudar a las agencias policiacas a pronosticar el crimen.  Amazon, Facebook, Microsoft y los gigantes de la tecnología están completamente entrelazados con el complejo militar-industrial-seguridad.  El surgimiento de la economía digital desdibuja las fronteras entre los sectores militar y civil de la economía, y reúne a la finanza, las compañías militar-industrial, y las compañías de la tecnología alrededor de un proceso combinado de especulación financiera y la acumulación militarizada.

Los apologistas del capitalismo global aducen que la economía digital traerá consigo los empleos altamente adiestrados y bien remunerados y así resolver los problemas de la polarización social y el estancamiento.  Es cierto que la primera generación de la digitalización en los últimos años del siglo XX generó empleos bien remunerados para algunos trabajadores altamente adiestrados, produciendo nuevos ejércitos de trabajadores de la tecnología y la finanza, de la ingeniería, los programadores del software, etcétera.  Sin embargo, la digitalización produjo una masa mucho más numerosa de trabajadores con poco adestramiento y con salarios mínimos y además, ensanchó las filas de la mano de obra superflua.  Pero la nueva generación de la digitalización ya en marcha amenaza con hacer redundante una buena parte de lo que ha sido calificado como “trabajo de conocimiento” y de desadiestrar y de degradar una parte importante de los trabajos basados en el conocimiento que aún quedarán.  Cada vez mas, el trabajo cognitivo y los llamados “trabajadores GIG” (trabajadores ocasionales o de la economía concierto), enfrenta bajos salarios, trabado aburrido y repetitivo, y la precariedad.

Aún antes de la pandemia, la automatización se estaba extendiendo desde la industria hasta la finanza y a las distintas ramas del sector de servicios, y hasta a la agricultura y la preparación de la comida rápida.  Se espera que eventualmente puede reemplazar una buena parte del trabajo profesional, es decir, abogados, analistas financieros, médicos, periodistas, contadores, aseguradores de seguros y los bibliotecarios.  Las tecnologías impulsadas por la inteligencia artificial están ahora siendo cada vez mas adoptadas en todo en mundo como resultado de las condiciones generadas por el contagio.  La pandemia permite a la clase capitalista transnacional avanzar enormemente con la reestructuración capitalista de una forma que no pudo lograr antes del contagio debido a la resistencia al asalto digital.  Parece surgir una nueva bifurcación del trabajo espoleada por la pandemia, entre aquellos que pasarán al trabajo remoto y desde sus casas enfrenta nuevas formas de vigilancia y control, y aquellos encerrados en trabajo “esencial” y de alto-riesgo, tales como los trabajadores de la salud, limpieza, transporte y de entrega.

Los Estados enfrentan un aumento vertiginoso de las crisis de la legitimidad después de décadas de las penurias y el decaimiento social arrojados por el neoliberalismo, crisis ahora agravada por la imposibilidad de estos Estados de manejar la emergencia sanitaria y el colapso económico.  En tanto emerja el mundo de la pandemia, habrá mas desigualdad, conflicto, militarismo, y autoritarismo, en tanto se extenderán las convulsiones sociales y los conflictos civiles.  Los grupos dominantes se abocarán en expandir el estado policiaco global para contener el descontento en masa desde abajo.  Desde antes del contagio, los agentes de este estado policiaco global venían desarrollando nuevas modalidades de policía y represión posibilitadas por la aplicación de la digitalización y las tecnologías de la cuarta revolución industrial, tales como las armas hipersónicas, los vehículos no tripulados de ataque y transporte, los soldados robot, y nueva generación de super-drones y “flybots” (instrumentos minúsculos voladores de vigilancia, rastreo, y otras misiones), fusiles de microondas que inmovilizan, la identificación biométrica, etcétera.

Mientras los grupos dominantes despliegan las nuevas tecnologías para aumentar su control y acumulación de ganancias, esta misma infraestructura tecnológica de la cuarta revolución industrial nos podría proporcionar valiosos recursos para nutrir un sistema político y económico muy diferente al capitalismo global que nos domina en la actualidad.  Para lograr liberarnos con la ayuda de estas nuevas tecnologías, necesitaríamos primer derrocar las relaciones opresivas y arcaicas del capitalismo global.

 

- William I. Robinson es profesor distinguido de sociología, estudios globales, y estudios Latinoamericanos de la Universidad de California en Santa Bárbara.  Su libro, El Capitalismo Global y la Crisis de la Humanidad, fue publicado en 2021 por la casa editorial Siglo XXI.

https://www.alainet.org/es/articulo/214611