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martes, 19 de abril de 2022

¿FIN DE PEDRO CASTILLO?


Alonso Castillo Flores

Protestas violentas, vandalismo, seis muertos, masas decepcionadas y escándalos de corrupción increpados al gobierno. Nada de esto puede dejarnos callados, pensar no es un lujo sino una necesidad, hoy es imperativo. César Hildebrandt (8 de abril de 2022) ha declarado “el fin de la historia” de Castillo, y pone como opciones la renuncia pacífica o el golpe militar. Su visión es la del ciudadano que espera gobernantes probos y capaces, que quiere sacar al mal gobernante y luego librarse del siguiente. Nuestro ilustre anarquista ahora se esperanza en que el fiscal de la nación termine por destapar los delitos atribuidos a Castillo (Hildebrandt, 15 de abril de 2022).  

¿Cuántos peruanos saben que Ucrania es el principal productor mundial de girasol para aceite? ¿Cuántos saben que Rusia está dentro de los tres primeros productores de petróleo, fertilizantes, trigo y girasol de todo el globo? Las protestas se deben al alza del costo de vida por la guerra de Ucrania, y mientras los más necesitados se ven afectados con el alza del pan y la gasolina, las grandes mineras se benefician con el alza de los metales (Francke, 8 de abril de 2022). Árbol caído, ganancia de leñador. Debe evitarse tremenda injusticia. Pero, ojo: también se ha protestado masivamente contra los monopolios y el congreso promonopolio, más impopular que el mismo chivo expiatorio Castillo —si creemos las encuestas. Un nuevo paro de trabajadores en Cusco ha comenzado. Las medidas sobre los impuestos y la inauguración de la refinería de Talara, sin embargo, han despertado esperanzas de mejoras económicas.

Ha llegado la hora de darse cuenta que el gobierno de turno (ejecutivo o mayoría congresal) no es el Estado, sino el funcionario a sueldo de un Estado con gran injerencia del poder judicial, las fuerzas armadas, los oligopolios y la gran prensa. Cualquier alternativa renovadora no puede obviar que aun hoy el Estado es el monopolio del ejercicio “legítimo” de la violencia física en un territorio (Weber, 2004, p. 33), y que esta violencia no se sostiene sin un “Estado-ético” (o sociedad civil) que ejerza la hegemonía cultural de un grupo social (Gramsci, 2013, pp. 260-261), y eso no se ejerce con una simple elección. La hegemonía es hoy liberal y ensambla el fundamentalismo de mercado, el mito del emprendedor limpio y astuto, el fútbol como valor patrio, etc.

Protestas violentas, vandalismo, seis muertos, masas decepcionadas y escándalos de corrupción increpados al gobierno. Nada de esto puede dejarnos callados, pensar no es un lujo sino una necesidad, hoy es imperativo.

En términos de cuestiones de Estado, ganar una elección es lo más fácil. Y, sin embargo, la izquierda peruana jamás había ganado una elección presidencial sino hasta el Bicentenario. ¡Enorme y esmerada victoria, por decir lo menos! Pedro Castillo no es, eso sí, un hombre ideologizado ni menos un ideólogo. Según sus enemigos, ni siquiera tiene ideas. Castillo no es una personalidad singular, es un prototipo de político popular rural, aquel “que mezcla retórica política izquierdista, desarrollismo, economía moral andina y un alto grado de pragmatismo” (y conservadurismo), también sometido “a juegos de intereses” y “formas de dominación y represión” (Asensio, 2021, p. 47). Que a nadie le sorprenda el paso de Castillo del Perú Posible toledista al tan terruqueado Fenateperú, a nadie le sorprendan sus ministros de derecha, sus vaivenes con JP y su lazo ambiguo con Cerrón.

El equipo técnico inicial de Castillo más que izquierdista es nacionalista, Juan Pari, Modesto Montoya, Aníbal Torres, etc. (Asensio, p. 263), de ahí la referencia a Hitler, que tan hipócritamente “indignó” a la derecha mansa con el saludo nazi de “La Resistencia”. Sépanlo todos: los líderes máximos de la revolución boliviana de 1952, como Paz Estensoro, admiraban a Hitler, nacionalizaron las minas de estaño y dieron la tierra a los campesinos en una reforma agraria radical (Hobsbawn, 1998, p. 140). El mismo Paz luego se encargó de la reforma neoliberal de fines de los 80’s. En el Perú la migración ideológica y programática tampoco es inusual.

Un sector de la derecha ha pasado el clímax romántico en la época de Merino, sufre su derrota y no la acepta, pero tiene muchas expectativas para su revancha, que torpemente insiste en alcanzar. La izquierda también terminó un ciclo romántico que va desde Merino hasta la victoria electoral y la luna de miel ´de “caviares”, “radicales” y el pueblo. Su momento realista le enrostra la naturaleza del Estado y de sus representantes en él. Amplias masas se han visto encarnadas por un hombre como ellos, provinciano, sencillo, trabajador y pragmático, porque ellas también guardan esas características, masas sin vanguardia preclara, con cuadros “incultos” cuya sabiduría cotidiana se ve amenazada por las exigencias técnicas del sistema estatal.

El Perú está en crisis y su Estado neoliberal (amparado en la sacrosanta Constitución del ‘93) se desmorona ante una población cada vez más intolerante con los gobiernos, el último de los cuales, muy “outsider” y muy “antisistema”, entra como vacuna, vulnerable ante las autodefensas de un aparato que se niega a desaparecer. La izquierda algo ambiciosa ha pasado del mesianismo radical al provincialismo redentor, una izquierda que sigue pensando en grandes líderes bonapartistas y plebiscitarios, en los Fidel, los Putin y hasta los Hitler.

El asedio es enorme, un Lúcar antes aspirante a mermelero del Profe, ahora pide a gritos y escupitajos su renuncia, y de ellos hay muchos. Nunca se estuvo tan cerca del gobierno y tan lejos del poder a la vez. Los consecuentes y más combativos seguirán luchando por la nueva constitución ¿Fin de Castillo? Dejamos las predicciones apocalípticas para las brujas con bolas de cristal y los nuevos Fukuyamas del fin de la historia.   

Bibliografía

Asensio, R., Camacho. G., González, N., Grompone, R., Pajuelo, R., Peña, O., Moscoso, M, Vázquez, Y. y Sosa-Villagarcía, P. (2021). El profe. Cómo Pedro Castillo se convirtió en presidente del Perú y qué pasará a continuación. Instituto de Estudios Peruanos 

Francke, P. (8 de abril de 2022). “Ni avestruces ni cangrejos”. Hildebrandt en sus trece, 19 y 30

Gramsci, A. (2013). Antología. Akal

Hildebrandt, C. (8 de abril de 2022). “El fin de la historia”. Hildebrandt en sus trece, 12-13

Hildebrandt, C. (15 de abril de 2022). “Engañifas”. Hildebrandt en sus trece, 12

Hobsbawn, E. (1999). Historia del siglo XX. Grijalbo Mondadori

Weber, M. (2004). The vocation lectures. Hackett

 

Fuente: https://barropensativocei.com/2022/04/18/fin-de-pedro-castillo/

 

viernes, 18 de marzo de 2022

ESTADOS UNIDOS: GENDARME MUNDIAL

Alonso Castillo Flores

Rusia quiere restaurar su protagonismo imperial, pero Estados Unidos intenta detenerlo usando a Ucrania y sus líderes neonazis. Entre magos sí se leen las cartas. Rusia, Irán, China y Venezuela —las “dictaduras” demonizadas por EE.UU.— se encuentran entre los siete mayores productores de petróleo del mundo ¡Vaya casualidad! Los otros tres son los EE.UU. mismos, y sus aliados, Turkmenistán y la monarquía saudí.

De nada importa que Human Rights Watch describa al turcomano como “uno de los regímenes más represivos del mundo” (Chomsky, 2006, p. 142) ¿Al Tío Sam le preocupa que las exrepúblicas soviéticas hayan heredado el sistema de un solo partido? En absoluto, el tirano Islom Karimov, 30 años presidente de Uzbekistán, fue “el hombre fuerte de Bush en Asia Central” (p. 140). Recordemos a Franklin Roosevelt y su mimado dictador nicaragüense: “Somoza es un hijo de putą, pero es nuestro hijo de putą”.

De hecho, en USA no se vive una democracia sino una oligarquía con un Estado bipartidista, el resto queda fuera. Los “padres fundadores” lo tenían muy claro. John Adams, segundo presidente de EE.UU., dijo; “La democracia lleva a la anarquía”, “La democracia no dura”. Para James Madison, cuarto presidente gringo, “La democracia es incompatible con la seguridad personal y la propiedad privada”. Ellos sabían que establecieron un gobierno de representación.

Esa oligarquía representativa se estableció en una nación esclavista, de hecho, varios de los padres fundadores tuvieron esclavos. EE.UU. fue uno de los últimos países en abolir la esclavitud en América, en 1865, 72 años después de Haití. Por cierto, los Estados Unidos bloquearon a Haití por su enorme atrevimiento, el país paga hasta hoy las consecuencias. Además, USA apoyó las dictaduras del país caribeño y derrocó en 1991 al primer presidente elegido en comisios generales.

Por supuesto, EE.UU. cree estar destinado a ser el matón del mundo. “El hemisferio todo nos pertenecerá, como de hecho, ya nos pertenece moralmente, por la virtud de la superioridad de la raza”. ¿Lo dijo Adolf Hitler? No, fue William Taft, presidente de los EE.UU. en 1912. Cualquier parecido con el nazismo no es pura coincidencia. En fin, Henry Ford, el dirigente industrial estadounidense más afamado, era muy admirado por Hitler, y fue condecorado por el régimen nazi en 1938.

USA y sus aliados apoyaron a Hitler y Mussolini para contener al bolchevismo, hasta que se les voltearon —igual que los radicales del Talibán y del Estado Islámico. El presidente F. Roosevelt fue un declarado fan de Mussolini, “ese admirable caballero”. «Estoy muy impresionado por lo que él ha logrado y por su honesto propósito de restaurar Italia”. Según Ronald Reagan, presidente yanqui, «El fascismo fue realmente la base de la New Deal. Fue el éxito de Mussolini en Italia, con su economía dirigida por el gobierno, lo que llevó a los newdealers a decir: Pero Mussolini mantiene los trenes a la hora». La economía corporativista fue imitada por Roosevelt y muchos lo etiquetaron de “fascista”.

“¿Por qué tenemos a toda esa gente de esos países de mierda llegando aquí?” Dijo Donald Trump sobre El Salvador, Haití y las naciones africanas. Pero esa estupidez y ese racismo son elementos constituyentes en la cultura gringa dominante. Hasta 1929 el Ku Klux Klan, organización terrorista y supremacista blanca, llegó a tener 5 millones de miembros en EE.UU. 

La política de dejar a un pueblo morirse de hambre no es nueva para los EE.UU. En 1991 Sadam Hussein anexionó el territorio de Kuwait y —como el derecho a anexionar está reservado solo al imperio— USA movió a 33 países de la ONU para bombardear y destruir Irak, el país se hundió en la hambruna, malnutrición y enfermedades a causa del bloqueo y sanciones impuestas.

En sus memorias, Henry Kissinger, secretario de Estado en los años 70’s y acusado como criminal de guerra, recordaba las palabras de Roosevelt padre —también presidente— en 1914: “Si yo debo escoger entre una política de sangre y fuego y otra de agua y leche… ¡Vaya! Preferiré la política de sangre y fuego” (Barreda, 2011, p. 157). Es la llamada política del “Gran Garrote”, “hablar con dulzura esgrimiendo una gruesa estaca”. Theodore Roosevelt la entendía de esta forma: “Los errores o la impotencia [de otras naciones] pueden forzar a los Estados Unidos a ejercer un papel de gendarme internacional” (Perrault, 2001, p. 242).

En la misma línea, John O’Sullivan, padre de la doctrina del Destino Manifiesto, dijo en 1845: «El cumplimiento de nuestro destino manifiesto es extendernos por todo el continente, asignado por la Providencia, para el desarrollo del gran experimento de libertad y autogobierno». Con todo ello, el “país de la libertad” invadió México y le quitó la mitad de su territorio. El filibustero William Walker se hizo presidente y dueño de Nicaragua en 1856, pero quiso más: “Cinco o ninguna”, las cinco repúblicas centroamericanas de entonces. En las Antillas la ambición era la misma. En 1901 Th. Roosevelt dejó claro sus planes de anexar Cuba:

Por supuesto que a Cuba se le ha dejado poca o ninguna independencia con la Enmienda Platt y lo único indicado ahora es buscar la anexión. […] No puede hacer ciertos tratados sin nuestro consentimiento, ni pedir prestado más allá de ciertos límites y debe mantener las condiciones sanitarias que se le han preceptuado, por todo lo cual es bien evidente que está en lo absoluto en nuestras manos […] es, una verdadera dependencia de Estados Unidos […] Con el control que sin duda pronto se convertirá en posesión, en breve prácticamente controlaremos el comercio de azúcar en el mundo. La isla se americanizará [¡!] gradualmente y, a su debido tiempo, contaremos con una de las más ricas y deseables posesiones que haya en el mundo…

El año pasado, un destartalado Bill Kristol, ex jefe de gabinete del vicepresidente de EE.UU., reavivó el sueño —óigase bien— de anexar Cuba: «60 años con 50 estados es suficiente. Es la hora de DC, Puerto Rico, Cuba (tan pronto como sea libre), 1 o 2 más…» Queda claro que los países “libres” son los títeres de USA. Si hay quien odia a Fidel Castro solo puede culpar a los EE.UU. por haberlo “creado”. En 1960, Lester Mallory, vicesecretario de Estado asistente para los asuntos interamericanos, resaltó su política contra Cuba socialista: «Hay que ampliar rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica del Cuba (…) reducirle sus recursos financieros y los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno”.

En 2019, William Brownfield, ex embajador de EE.UU. en Venezuela amenazó al país caribeño: «Si vamos a sancionar a PVDSA tendrá un impacto al pueblo entero, al ciudadano común y corriente de las comunidades de Venezuela”. “Quizás la mejor opción solución sea acelerar el colapso”, un “castigo bastante severo”. El diario Blomberg News de los EE.UU. lo aclaró aún más:

Sanciones estadounidenses contra la industria petrolera, básicamente la única fuente de dinero en efectivo de Venezuela, amenazan con infligir aún más sufrimiento en una nación agobiada por la hiperinflación y el hambre. (…): privarle a Maduro de efectivo para comprar siquiera la poca comida que ha estado repartiendo a los ciudadanos, y luego acudir al rescate con sus propios suministros críticos. (Bloomberg News, EE.UU., 2019)

La política de dejar a un pueblo morirse de hambre no es nueva para los EE.UU. En 1991 Sadam Hussein anexionó el territorio de Kuwait y —como el derecho a anexionar está reservado solo al imperio— USA movió a 33 países de la ONU para bombardear y destruir Irak, el país se hundió en la hambruna, malnutrición y enfermedades a causa del bloqueo y sanciones impuestas. En 1996, cuando le preguntaron al Madeleine Albright, secretaria de Estado de USA, si la muerte de medio millón de niños valió la pena, ella contestó: “Creo que es una elección difícil, pero el precio… Creemos que el precio valió la pena” (Barreda, 43).

La historia resulta más horrenda si recordamos la guerra Irán–Irak (1980–1988). EE.UU. fue aliado del Irak de Hussein, al mismo tiempo, vendió ilegalmente armas a Irán que estaba embargado. Con ese dinero, más dinero del narcotráfico, financiaron a los contras de Nicaragua que luchaban contra los sandinistas. Es el escándalo Irán-Contra, que al día de hoy nadie niega. En la guerra de los países musulmanes murieron un millón y medio de seres humanos.

Los E.U.A. llevan su dominio antidemocrático a las Naciones Unidas, en 1986 el Tribunal Internacional condenó al gobierno norteamericano por “uso ilegal de la fuerza” (terrorismo internacional), EE.UU. vetó la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que exigía respetar la decisión.  

Se calcula que en la guerra de rapiña contra Vietnam murieron 3 millones de indochinos. El imperio actuó con sevicia sin igual: “Bombardear hasta hacerlos regresar a la era de piedra”, orden tristemente célebre del general Curtis Le May. Aquí se hizo también conocido el “heroico sacrificio” del teniente William Calley: “Tuvimos que destruir la aldea para salvarla”, durante la batalla de Bén Tre. Las vidas asiáticas no tienen aquí ningún valor, por eso quemaban cosechas vietnamitas con napalm, por eso destruyeron dos ciudades japonesas con la bomba atómica. «Esta es la cosa más grande de la historia», dijo el presidente Harry Truman tras la destrucción de Hiroshima y Nagasaki, un cuarto de millón de nipones muertos por dos botones, en dos días.

Un cálculo determina que en menos de un siglo las guerras de rapiña estadounidenses han causado la muerte de 12 350 000 personas en 15 países. Los nostálgicos rusos no son el mejor ejemplo en materia de soberanía nacional, pero mucho menos los son quienes pilotean la campaña anti–rusa de hoy: el imperio yanqui. 

Referencias bibliográficas

Barreda Delgado, A. (2011). Intervenciones del imperialismo norteamericano en los siglos XX y XXI. UNMSM

Chomsky, N. (2006). Failed states. The abuse of power and the assault on democracy. Owl Books

Chomsky, N. (2001). 11 de septiembre. Siete Cuentos

Parrault, G. y otros (2001). El libro negro del capitalismo. Txalparta

Fuente: https://barropensativocei.com/2022/03/18/estados-unidos-gendarme-mundial/

 


viernes, 25 de febrero de 2022

UCRANIA, ¿TERCERA GUERRA MUNDIAL?

 


Alonso Castillo Flores

Hace meses, aves de mal agüero anunciaban una invasión rusa a Ucrania. Hoy suenan tambores de guerra que presagian el inicio de un conflicto de escala global: La Tercera Guerra Mundial. Después de todo, la 2da GM comenzó cuando una potencia ocupó un país eslavo con dirección a Rusia, la invasión nazi de Polonia. Sea como sea, el escenario es lamentable, antenoche la Federación Rusa atacó instalaciones militares en varias ciudades ucranianas, incluida Kiev, su capital.

La historia de la “Gran Rusia” es ya conocida. Resulta ser el país más grande del mundo, y una de las mayores potencias militares, estuvo a punto de alcanzar a los Estados Unidos en la Guerra Fría y cayó en desgracia en los 90, con la disolución de la URSS. Rusia ha sido por mucho tiempo un gran imperio, hasta que llegaron los bolcheviques y promovieron la descolonización en todo el mundo. Por mucho que sorprenda, luego asciende al poder absoluto Stalin, hombre de una de las repúblicas soviéticas más pequeñas: Georgia, una gota en la periferia, inexistente para el mundo. Uno de sus textos más conocidos es El marxismo y la cuestión nacional, en sus medidas Stalin promueve el ascenso de dirigentes no rusos y el uso del idioma nativo en cada región. Bajo una dictadura la unión se democratiza en nombre del internacionalismo. Pero ya desde el fin de la 2da GM la propia URSS se constituye como un imperio de nuevo tipo. El ruso se impuso como idioma oficial de la Unión Soviética, se volvió la lingua franca de Este.  

Ucrania formaba parte de otras naciones, siempre a la sombra de los imperios de la época, hasta que en la tormenta de la Revolución Bolchevique de 1917 logra proclamar su independencia como “República Popular de Ucrania”, bajo un régimen no bolchevique. Finalmente, es anexada a la URSS y es ahí, vencidos los nazis, donde obtiene sus límites y su identidad actuales. Muerto Stalin, le sucede Nikita Jrushchov y le “obsequia” Crimea a Ucrania, que hasta entonces era parte de Rusia.

Los ucranianos han generado un resentimiento milenario a Rusia, porque en los años de la Unión los mayores desastres de la URSS tuvieron lugar en su suelo: el holodomor, la hambruna que arrasó con millones de personas; la invasión nazi, que también costó varios millones de vidas; y Chernóbil, el desastre nuclear más grande de la historia.

La propaganda occidental, por supuesto, incluye hasta videos falsos, toda una “guerra cognitiva”. Si Rusia invade un país es demonizada por la CNN, la BBC, la DW, y toda la artillería mediática internacional. Pero cuando EE.UU. y sus aliados de la OTAN bombardearon Serbia y mutilaron toda Yugoslavia, y cuando declararon unilateralmente la independencia de Kosovo, nadie parecía reclamar

Muchos no recuerdan los años de industrialización y crecimiento tras la guerra. Tampoco cuentan con que uno de los máximos representantes del realismo socialista fue ucraniano, Anatoli Lunacharski, ministro de educación y diplomático soviético. Tampoco recuerdan que fue ucraniano Leonid Brézhnev, líder supremo de la URSS por casi dos décadas, las de máximo apogeo soviético. La muerte de Brézhnev y el accidente de Chernóbil marcaron el inicio de la decadencia de la URSS. Afganistán, la última conquista soviética, le es arrebatada a Rusia con la ayuda de EE.UU.

Ucrania fue uno de los primeros países en declarar la disolución de la URSS, y uno de los fundadores en 1991 la Comunidad de Estados Independientes (CEI), junto a Rusia y Bielorrusia, los tres Estados que descienden de la antigua Rus de Kiev. Luego se incorporaron la mayoría de las ex repúblicas soviéticas. Varias zonas de la antigua URSS se vuelven polvorines, túrquicos, caucásicos, eslavos. Abandonado el mito del proletariado internacional, se avivan las rencillas étnicas y nacionalistas. Ya en 1990 Transnistria se declara independiente de Moldova —ex república soviética, vecina de Ucrania—, usa el ruso como idioma oficial y extiende la estética comunista, ningún país miembro de la ONU la reconoce al día de hoy.

El 2008 Rusia entra en guerra con Georgia y declara la independencia de las repúblicas separatistas georgianas de Abjasia y Osetia del Sur, el país quería formar parte de la OTAN, organización militar que dirige EE.UU. El 2014, el golpe de Estado del Euromaidán en Ucrania busca el mismo objetivo antirruso, Rusia toma Crimea bajo referéndum, la mayoría de ciudadanos son rusoparlantes. Este lunes Putin declara la “independencia” del Dombás, en Ucrania, la República Popular de Luhansk y la República Popular de Donetsk. La historia se repite dos veces, la primera como drama, la segunda como tragedia. Georgia abandona la CEI el 2009 y Ucrania el 2018.

La guerra ha empezado, nunca antes estábamos tan cerca de un conflicto entre las potencias desde la crisis de los misiles en Cuba en los 60’s. Rusia ha demostrado su poder en su zona de influencia con la intervención en Kazajistán a comienzos de año (Revolution, 2002), y también mostró su habilidad diplomática, Israel no puede vender su sistema antimisiles a Ucrania por acuerdos con Rusia (Mukhtar, 2002). 

En realidad, la guerra ha empezado hace mucho, los ultranacionalistas de Ucrania –que por supuesto, no representan a la mayoría de la población– reivindican a Stepán Bandera, quien colaboró con las nazis durante la 2GM. Siendo asesinado por un agente de la KGB en 1959, es tenido por mártir en los círculos fascistas. Hoy por hoy, tanto la Unión Europea como Rusia, el gobierno ucraniano y las organizaciones judías condenan cualquier conmemoración a Bandera. Desde el 2014 los grupos nacionalistas han atacado a los prorrusos del Dombás, han muerto 13 000 personas, de las cuales 3 300 eran civiles.

Desde la disolución de la URSS, los EE.UU. prometieron no expandir la OTAN cerca de las fronteras de Rusia, ya que esta organización tenía como objetivo contener el avance de la URSS durante la Guerra Fría. Sin embargo, cada vez más países de la ex órbita soviética se han integrado a la Unión Europea y la OTAN. Los Estados Unidos, a través de su poder económico y la OTAN ha logrado lo inimaginable: meterse al bolsillo a los otrora grandes imperios occidentales, Inglaterra, España, Portugal, Alemania, Italia, Austria. Pero no ha logrado lo mismo contra Rusia y China, por motivos cultures, la lejanía geográfica, y la huella del comunismo.  Eso sí, a Vladimir Putin se le puede acusar de imperialista, de nostálgico soviético, pero en absoluto de socialista: “Quien no añore a la Unión Soviética no tiene corazón, quien quiera regresar a ella no tiene cerebro”, dijo hace años.

La propaganda occidental, por supuesto, incluye hasta videos falsos, toda una “guerra cognitiva”. Si Rusia invade un país es demonizada por la CNN, la BBC, la DW, y toda la artillería mediática internacional. Pero cuando EE.UU. y sus aliados de la OTAN bombardearon Serbia y mutilaron toda Yugoslavia, y cuando declararon unilateralmente la independencia de Kosovo, nadie parecía reclamar.   

La movida de Putin ha sido temeraria, pero quizás los líderes rusos han calculado sus acciones al mínimo detalle. Lo más probable es que la OTAN se unifique más, en contra de Rusia, y quizás atraiga a nuevos miembros, vecinos del gigante: Suecia y Finlandia. La Federación recibirá más sanciones económicas y Alemania puede cancelar el proyecto North Stream II con Rusia. De extenderse la guerra, no solo se perderán vidas rusas y ucranianas, sino de miles de europeos. Mientras tanto, el mandamás de la OTAN, EE.UU., la pasará bien, vendiendo armas a sus aliados, y vendiendo los productos energéticos que Rusia ya no podrá exportar.

En los años de la 1ra GM, Lenin y Rosa Luxemburg llamaron a no apoyar a ninguna de las potencias, las dos guerras mundiales fueron causadas por las metrópolis capitalistas. Condenamos la guerra y apoyamos la libre determinación de los pueblos a su autonomía. Rusia puede abanderarse en la guerra contra los neonazis, pero a todas luces estamos ante una guerra entre potencias capitalistas, nadie que tenga convicción anticolonial y sensibilidad social puede apoyar a ninguno de los dos bandos. El imperio yanqui es aún el gendarme mundial, el enemigo principal de los pueblos que buscan su independencia, pero no todos enemigos de nuestros enemigos son nuestros amigos.         

Referencias

Mukhtar, Ibrahim (2022) Israel rechaza la solicitud de Ucrania para comprar el sistema de defensa Iron Dome, Agencia Anadolu. https://www.aa.com.tr/es/mundo/israel-rechaza-la-solicitud-de-ucrania-para-comprar-el-sistema-de-defensa-iron-dome/2503366

Revolution (2022). Ukraine and Kazakhstan: Crises, volatility and the danger of war on the Russian border, https://revcom.us/en/ukraine-and-kazakhstan-crises-volatility-and-danger-war-russia-border

Fuente: https://barropensativocei.com/2022/02/25/ucrania-tercera-guerra-mundial/

 

domingo, 5 de septiembre de 2021

¿TENÍAN FILOSOFÍA LOS INCAS?

 

Juan Yunpa

Alonso Castillo Flores

Sí, sí la tenían. Muchos peruanos se han esforzado demasiado en negarlo, y creen partir de la antigua filosofía griega, pero en realidad parten de la f. moderna. En cambio, según Aristóteles (el más completo de todos los griegos), los primeros filósofos eran los que se asombranban con los astros y cosas complejas como el origen del mundo, y reconocían su ignorancia (ver ‘Metafísica’, libro I). Los astrónomos, entonces, estaban dentro de los primeros filósofos. Tales de Mileto (llamado «primer filósofo»), por ejemplo, era astrónomo, cosmólogo, y no te tenía una gnoseología, ontología, ética, lógica pura; su «grado de abstracción» no era muy alto.

Entonces, no se equivocaron el Inka Garcilaso ni Guamán Poma cuando llamaron filósofos a los amautas. Juan Yunpa era, pues, astrónomo y filósofo. Los amautas tenían las ciencias originarias, astronomía, aritmética, geometría, geodesia, medicina, (conocían el pi, la cuadratura del círculo, el cero, los solsticios, los equinoccios, etc.). Tenían mitos en su sistema, sí, pero Pitágoras, Parménides, Platón, también los tenían. Hasta los «materialistas» griegos creían que los dioses existían. De hecho, Aristóteles dijo, en la parte mencionada, que en el asombro por los mitos también hay filosofía, «amor a la sabiduría».

En cuanto a la filosofía como especulación universal, tenían una «dialéctica», como los griegos, chinos, persas, etc., una cosmovisión de pares de opuestos complementarios (Yanantin: macho-hembra). Estos pares se parecen mucho a los pares de los pitagóricos, que Aristóteles expone en ‘Metafísca’. La matemática – como en los pitagóricos-cumplía aquí un rol innegable.

Los amautas tenían las ciencias originarias, astronomía, aritmética, geometría, geodesia, medicina, (conocían el pi, la cuadratura del círculo, el cero, los solsticios, los equinoccios, etc.). Tenían mitos en su sistema, sí, pero Pitágoras, Parménides, Platón, también los tenían.

Los que hacen un examen demasiado riguroso de lo que creen que es filosofía deben pensar que con ese rigor caen filósofos como Séneca, Cicerón, Epicteto, Marco Aurelio, etc. que eran como sabios del buen vivir (algo muy cercano a los amautas), y caen los medievales, que eran teólogos. Caen así las luminarias del imperio romano y el mundo cristiano (las bases mismas de la modernidad occidental).

Los que creen que se necesita escritura para filosofar, terminan mutilado a Sócrates (el superhéroe de la f. griega) – no se diga ya nada de los quipus y los tocapus. Ellos quizás no se den cuenta que estarían «extirpado idolatrías» y efectuando la «Santa inquisición» de la f. dura. Colonialismo ilustrado.

Fuente: https://barropensativocei.com/2021/09/03/tenian-filosofia-los-incas/