Dr. Hugo SALINAS
John Maynard Keynes en 1936 ya había puesto en
relieve que los dos males más grandes de nuestras sociedades modernas son el
desempleo y la pobreza.
Keynes lo precisó en estos términos: “los dos
vicios horrendos del mundo económico en el que vivimos son: primero, el
desempleo; segundo, la arbitrariedad y ausencia de equidad en la repartición de
la fortuna y de las remuneraciones.i Ahora, luego de los trabajos de Thomas
Pikettyiisabemos con mayor precisión estadística que, durante cientos de años,
la desigualdad en fortuna ha sido, y sigue siendo, mucho mayor que la
desigualdad en remuneraciones.
A pesar del tiempo transcurrido, la Teoría
Económica no ha sido capaz de mostrarnos la senda por la cual podríamos
eliminar el desempleo y la pobreza. Tanto más que en los pueblos originarios
del mundo no han existido estos males de sociedad. A lo sumo con Milton
Friedman se ha llegado a proponer la Tasa Natural de Desempleo (1968)iii. Y con
las recomendaciones del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, nos
consolamos con disminuciones porcentuales tanto del desempleo, de la pobreza
como de la extrema pobreza.
Lagunas en la Teoría
Económica
Es evidente que existen lagunas en la Teoría
Económica, sobretodo en la forma de abordar la problemática de las
desigualdades socio-económicas. Para verificarlo, tomemos tres temas de suma
importancia y trascendencia: la variable trabajo y su entorno, el
financiamiento de proyectos de inversión y los tipos de repartición de la
riqueza creada.
Hasta el momento, la Teoría Económica utiliza
en los modelos económicos solamente la variable trabajo (L), además, sin
precisar que se trata solamente de trabajadores ocupados. Con ello deja de lado
a partes importantes de la sociedad como la contribución y retribución de los
recién nacidos, los niños, los jóvenes, los ancianos, los ocupados sin
remuneración alguna como es el caso de las amas de casa, los inválidos e,
incluso, los trabajadores no ocupados, y que cuentan por cientos de millones de
personas.
De igual modo, cuando la Teoría Económica
aborda el financiamiento de los proyectos de inversión no explicita las
diversas fuentes de financiamiento. Y la razón estriba en el que la Teoría Económica
solamente toma en consideración al capital acumulado en ciertas personas o
instituciones financieras privadas. Y esto, a pesar de que los gobiernos, tanto
del Norte como del Sur, utilizan la emisión monetaria respaldada por el país
para resolver su falta de financiamiento o de crisis monetaria. Este fue el
caso, por ejemplo, de la llamada crisis de subprime del 2008, en donde
utilizaron la emisión monetaria respaldada por el país, a raudales, De ahí que,
esta emisión monetaria se convirtió posteriormente en deuda soberana.
La Teoría Económica olvida, además, que la
Humanidad ha practicado dos tipos de repartición de la totalidad de la riqueza
creada. En todos los modelos micro y macro económicos, el único tipo de
repartición que utiliza es la Repartición Individualista del resultado de la
actividad económica. Y lo peor, ya no se da el trabajo de explicitarlo 2 puesto
que considera que existe un solo tipo de repartición, como lo veremos más
adelante.
Esto hace que se
requiera de una nueva visión de la actividad socio-económica para abordar la
problemática del desempleo y la pobreza
Estas carencias en la Teoría Económica estarían
explicadas por un enfoque que prioriza la producción y olvida una parte
importante de la actividad socio-económica: las formas o tipos de repartición
de la riqueza creada.
Es por ello que proponemos una nueva visióniv
del conjunto de la actividad socio económica, en donde la desglosamos en dos
partes. El primer sub-conjunto se ocuparía de resolver la pregunta, ¿cómo se
crean los bienes económicos? Y, el segundo sub conjunto se ocuparía del tema,
¿cómo se reparte la riqueza creada?
Con la ayuda de esta nueva manera de abordar la
actividad socio-económica en su conjunto, primero, podemos identificar con
mayor claridad el nuevo proceso de trabajo que la Humanidad está construyendo,
segundo, la posibilidad de eliminar tanto el desempleo como la pobreza y,
tercero, la puesta en evidencia de un financiamiento gratuito e ilimitado para
la creación y desarrollo de empresas-país. En definitiva, estaríamos creando
una base socio-económica que posibilita construir una sociedad con igualdad de
oportunidades para todos sus habitantes.
La Economía
Inmaterial como la nueva forma de trabajar que la Humanidad está creando y
desarrollando
En estos últimos decenios ya no solamente se
trata de “producir”, ahora es cuestión de “elaborar” bienes económicos. Y esto
porque se está instalando con gran velocidad una nueva manera de trabajar que
nos está conduciendo de la economía material a la economía inmaterial.
Se trata de un nuevo proceso de trabajo cuyos
elementos son esencialmente inmateriales. Es así cómo, su elemento fundamental
está constituido por los conocimientos y habilidades del trabajador. El
trabajador ya no es ni recolector ni campesino ni obrero. Se trata de un
trabajador-conceptor (doctor en alguna especialidad de la actividad económica).
Este nuevo proceso de trabajo, para
manifestarse, requiere de un elemento material, comúnmente llamado el hardware.
De ahí que, esta nueva forma de trabajar está imponiendo un desarrollo
industrial acorde a las necesidades del bien inmaterial. Con ello, la vieja
industrialización formalizada en los siglos XVII y XVIII está siendo suplantada
con la nueva industrialización al servicio de esta nueva manera de trabajar.
Es una forma de trabajar en donde cada nuevo
“producto” es el resultado de una creación, invención, innovación o
descubrimiento. Son bienes únicos. Con ello estamos construyendo un nuevo
cuadro de vida, al mismo tiempo que estamos resolviendo problemas tanto del
individuo como de la sociedad que eran imposibles de abordar con una economía
material.
Los dos tipos de
repartición de la riqueza creada
Como lo señaláramos en la introducción, esta
nueva visión de la actividad socio económica presenta dos sub-conjuntos. El
primero, como lo acabamos de ver, aborda los 3 diferentes procesos de trabajo
que ha creado la Humanidad para alcanzar un máximo de recolección, producción o
elaboración de bienes económicos. En breve, son diferentes y cada vez mejoradas
formas de creación de riqueza.
Es así cómo llegamos a la conclusión de que es
recomendable que todos los pueblos del mundo se lancen a la economía inmaterial
(Proceso de Trabajo de Concepción) a fin de obtener un máximo de riqueza y en
las mejores condiciones de producción y elaboración de bienes económicos.
Ahora abordaremos el segundo sub-conjunto que
se orienta a resolver el cómo repartir la riqueza creada por todos los
habitantes del país.
El cómo repartir es una decisión de sociedad.
Una “decisión”. Y como tal, para manifestarse lo hace a través de los elementos
del proceso de trabajo que son materiales. Es así cómo, su existencia se
oculta, o se agrega, a las características materiales de los elementos del
proceso de trabajo. Y es esta característica del segundo sub-conjunto de la
actividad socio-económica que, probablemente, ha impedido al investigador
visualizar su existencia.
De tal forma que los efectos, positivos o
negativos, de la “decisión de sociedad” con relación a la repartición de la
riqueza creada, han sido tomados en consideración como si fueran también las
características de los elementos del proceso de trabajo. Son los casos, por
ejemplo, de la noción de economía de mercado, del capital, del precio, del
dinero, de la competencia, etc quienes siendo elementos de un proceso de
trabajo, en algunos casos se les observa como elementos positivos para la
sociedad y en otros, como elementos negativos.
Hecha la precisión, remarcaremos que las
investigaciones muestran que la Humanidad ha practicado dos tipos completamente
diferentes de decisión en cuanto a la repartición del resultado de la actividad
económica. Una de ellas es la Repartición Individualista, mediante la cual, la
totalidad del Resultado Neto de la actividad económica pertenece a quien maneja
el acto económico. Ejemplos concretos de este tipo de repartición lo hemos
tenido en las sociedades esclavista, feudal y ahora, capitalista.
Y es ella, la Repartición Individualista, la
que no es posible observarla en forma directa, es la que ha desvirtuado el
carácter positivo de los elementos del proceso de trabajo, ya sea en la
economía agrícola o industrial.
El segundo tipo de repartición lo han
practicado los pueblos originarios ya sea de la civilización occidental o de la
civilización Tawantinsuyana. Se trata de la Repartición más o menos igualitaria
de la totalidad del resultado de la actividad económica. En aquellos tiempos,
la repartición se realizó en condiciones de economías de autoconsumo, motivo
por el cual la Repartición más o menos igualitaria era visual y directa a los
ojos y entendimiento de la comunidad.
Es esta característica de repartición más o
menos igualitaria de la riqueza creada que condicionó vínculos de hermandad,
actitudes de cooperación y, sobre todo, impedía la aparición de desempleo y
pobreza. Estos dos grandes vicios de nuestra civilización occidental, como lo
señalara Keynes, no existían en aquellos tiempos. ¿Qué hacer para que este tipo
de repartición más o menos igualitaria se instale en nuestras sociedades
modernas de economía de mercado?
El modelo
socio-económico a instalar: una economía de mercado con dos tipos de
repartición
Ya vimos que la respuesta a cómo producir o
crear riqueza es sin equívoco, instalar una economía inmaterial. Y en cuanto a
cómo repartir la riqueza creada, la sociedad debe adoptar la Repartición más o
menos igualitaria del Resultado Neto de la actividad económica.
Por otro lado, nuestras investigaciones nos
conducen a la evidencia, teórica y práctica, que dentro de una economía de
mercado, siempre existirán micro y pequeñas empresas, y cuyo tipo de
repartición natural es la Repartición Individualista. Además, la experiencia
muestra que el seno de las micro y pequeñas empresas es el cuadro natural para
los que se dedican a crear, innovar, descubrir e inventar.
Es a partir de estas constataciones que surge
la propuesta de una economía de mercado con dos tipos de repartición del
Resultado Neto de la actividad económica. ¿Qué significa esta proposición?
Tomemos como medida de la totalidad de la
riqueza creada durante un ejercicio económico al Producto Bruto Interno (PBI)
del país. En tiempos de los pueblos originarios, la Repartición más o menos
igualitaria tomó la forma siguiente:
PBI / N ~ r
En donde N es la totalidad del grupo social y
“r” es la parte más o menos igualitaria que recibe (consume) cada uno de los
miembros de la comunidad.
Este mismo comportamiento, en una economía de
mercado, tomaría la forma siguiente:
Englobemos dentro del Sector 1 a todas las
empresas actualmente existentes que son empresas a Repartición Individualista.
La riqueza creada por dicho sector será igual al Producto Bruto Interno del
Sector 1 (PBI1). De igual manera, la riqueza creada por el Sector 2 será igual
al PBI2. En este sector están clasificadas únicamente las empresas país.
De tal forma que:
PBI = PBI1 + PBI2
Sabiendo que el PB se descompone en una masa de
salarios W y una masa de ganancias G, tendremos:
PBI = W1 + G1 +W2 + G2
En donde G2 es la masa total de ganancias de
las empresas-país, la misma que será repartida, en partes iguales, entre todos
los habitantes del país (N), con lo cual se da nacimiento a “r”, la
Remuneración de Base Universal (r) que recibirá cada persona desde su
nacimiento hasta el fin de sus días, por ser miembro de su sociedad. Es la
Repartición Igualitaria de la totalidad de las ganancias de las empresas-país.
De esta manera, tendremos que la Repartición más o menos igualitaria del PBI,
en una economía de mercado, sería:
PBI = W + G1 + rN
Aquí se puede observar que, la totalidad de la
riqueza creada por el país se revierte en partes más o menos iguales entre
todos los habitantes del país, sin que exista ninguna relación de dominación ni
la participación de agentes políticos. Son estos nuevos mecanismos de la
actividad socio-económica que nos conducirán a una sociedad de igualdad de
oportunidades, como lo veremos luego.
Pero, surge la pregunta: si la totalidad del
PBI se reparte en partes más o menos iguales entre todos los habitantes del
país, ¿de dónde sale, entonces, el financiamiento necesario para crear y
desarrollar empresas-país, en número y capacidad suficiente para eliminar el
desempleo?
La propiedad
comunitaria y el financiamiento ilimitado y gratuito para crear y desarrollar
empresas-país
Así como la Repartición Individualista perdura
por más de diez mil años gracias a la institución jurídica, la propiedad
privada; la Repartición Igualitaria perdurará en el tiempo gracias a la
institución jurídica, la propiedad comunitaria. Una propiedad que pertenece a
todos los habitantes del país pero a ninguno en particular. Es el caso de la
empresa-país.
De esta manera, el financiamiento gratuito e
ilimitado, vía emisión monetaria, para crear y desarrollar empresas-país estará
respaldado, primero, por el valor de todas las empresas país; segundo, por
todos los activos del país y, tercero, por todos los recursos naturales del
país, además de la calidad y número de su población económicamente activa.
El financiamiento será ilimitado en el límite
de los recursos del país para crear y desarrollar empresas-país. Y será
gratuito porque cualquier persona portadora de un proyecto de inversión podrá
ponerlo en práctica gracias al financiamiento que le otorga el país en la forma
de emisión monetaria.
La igualdad de
oportunidades para todos los habitantes del país
Estos son los cimientos sólidos, reales, para
fundamentar el ejercicio de una igualdad de oportunidades para todos los
habitantes del país, desde su nacimiento hasta el final de sus días.
Las personas tendrán fundamentalmente dos
fuentes de ingresos monetarios. Por un lado, mientras que trabajan durante su
vida profesional gozarán del salario en función de sus aptitudes, conocimientos
y tiempo de trabajo. Por otro lado, en tanto que personas miembros de una
sociedad, recibirán una Remuneración de Base a lo largo de su existencia por el
hecho de ser parte de una sociedad.
De igual manera, a lo largo de su existencia,
cada persona podrá poner en práctica sus ideas y ambiciones porque contará con
un financiamiento gratuito, además de que siempre tendrá un trabajo asegurado
porque las empresas-país contarán con un financiamiento ilimitado para el
desarrollo de proyectos de inversión.
Nuevas instituciones
que correspondan a una nueva base socio-económica
Ya hemos anotado que para consolidar en el
tiempo la Repartición Igualitaria de la totalidad de las ganancias de las
empresas-país, se requiere contar con una nueva institución jurídica, la
propiedad comunitaria, aquella que pertenece a todos y a ninguno en particular.
También hemos señalado que las empresas-país
cuentan con un financiamiento ilimitado que les permitirá eliminar el
desempleo. Y puesto que el objetivo de la empresa-país no es maximizar las
ganancias, podrá establecer un Nuevo Contrato de Trabajo que garantizará un
nivel de salarios acorde con el crecimiento del PBI y las necesidades de la
población.
Además, puesto que la totalidad de la riqueza
creada (PBI) se encuentra en los bolsillos de todas las personas, en partes más
o menos iguales, el tipo de Gobierno que nacerá será 6 el de la Democracia
Directa, con dos características fundamentales: instituciones a un solo nivel
de decisión y cada una de ellas ajustadas a las necesidades directas de las
personas. Nunca más el centralismo que degrada a la persona y a la sociedad.
Es esta la sociedad que podemos construir para
que se encuentre acorde con nuestras necesidades y con nuestras ambiciones.
Lima, sjl, 15 de diciembre del 2021