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viernes, 11 de diciembre de 2020

MARX - TRABAJO - HUMANISMO

 


UNO

 

A 200 años del nacimiento de Karl Marx (5 de mayo de 1818), hasta el silencio de quienes niegan la vigencia de su gran obra se suma a la gran conmemoración de su Bicentenario. Una vida digna, una vida ejemplar. Al conocer la obra de Friedrich Engels, (su “genial esbozo de una crítica de las categorías económicas” y su Situación de las clases trabajadoras en Inglaterra, 1845) “decidimos desarrollar nuestras ideas en conjunto,”(Contribución a la Crítica de la Economía Política, Prólogo, 1859) Así, trabajando juntos, Marx terminó desarrollando la teoría económica (El Capital), habiendo comenzado por la filosofía, y Engels terminó desarrollando la teoría filosófica (Dialéctica de la Naturaleza), habiendo comenzado por la economía. Digno ejemplo de apoyo mutuo, de colaboración solidaria, de iniciativa individual.

 Al parecer, el análisis del sistema capitalista fue el objetivo principal de Marx. Pero de comienzo a fin lo fue el análisis del trabajo, que es también el trasfondo de todo El Capital. Por eso es muy importante partir de sus primeras investigaciones para centrar el tema

En La Ideología Alemana (1845) Marx señala que “Podemos distinguir al hombre de los animales por la conciencia, por la religión o por lo que se quiera. Pero el hombre mismo se diferencia de los animales a partir del momento en que comienza a producir sus medios de vida, paso este que se halla condicionado por su organización corporal. Al producir sus medios de vida, el hombre produce  indirectamente su propia vida material”, y que “la primera premisa de toda existencia humana y también, por tanto, de toda historia, es que los hombres se hallen, para ‘hacer historia’, en condiciones de poder vivir. Ahora bien, para vivir hace falta comer, beber, alojarse bajo un techo, vestirse y algunas cosas más” (Cap. II)

Pasaron los años, y cuatro décadas después, 14 de marzo de 1883, fallecía Marx. En su Discurso Fúnebre ante la tumba de Marx, Engels recordó que Marx “descubrió la ley del desarrollo de la historia humana: el hecho, tan sencillo, pero oculto bajo la maleza ideológica, de que el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, etc.; que, por tanto, la producción de los medios de vida inmediatos, materiales, y por consiguiente, la correspondiente fase económica de desarrollo de un pueblo o una época es la base a partir de la cual se han desarrollado las instituciones políticas, las concepciones jurídicas, las ideas artísticas e incluso las ideas religiosas de los hombres y con arreglo a la cual deben, por tanto, explicarse, y no al revés, como hasta entonces se había venido haciendo” (17 de marzo)

En 1876, como parte de su Dialéctica de la Naturaleza, Engels preparó su El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre, y lo comienza señalando que “El trabajo es la fuente de toda riqueza, afirman los especialistas en Economía política. Lo es, en efecto, a la par que la naturaleza, que lo provee de los materiales que él convierte en riqueza. Pero el trabajo es muchísimo más que eso. Es la condición básica y fundamental de toda la vida humana. Y lo es en tal grado que, hasta cierto punto, debemos decir que el trabajo ha creado al propio hombre” Fue el pensamiento común de ambos

Y ya solo, en 1886 Engels termina su Ludwig Feuerbach…, señalando que “La nueva tendencia, que ha descubierto en la historia de la evolución del trabajo la clave para comprender toda la historia de la sociedad, se dirigió preferentemente, desde el primer momento, a la clase obrera y encontró en ella la acogida que ni buscaba ni esperaba en la ciencia oficial.”

Toda la obra de Marx (y de Engels) gira, pues, en torno al análisis de la evolución del trabajo

DOS

El análisis de la evolución del trabajo, de eso se trata. Sin entrar en pormenores, importantes hitos de esta investigación son: Manuscritos Parisinos (1844), La Ideología Alemana (1845), La Sagrada Familia (1845), Trabajo asalariado y capital (1847), El Manifiesto Comunista (1848) Formaciones económicas precapitalistas (1857), Introducción general a la crítica de la economía política (1859), Contribución a la crítica de la economía política (1859), el propio El Capital (1867-85-94), Crítica del Programa de Gotha (1875)

Un “resumen” de esta gran obra está en El papel del trabajo…, de Engels, donde además señala que “Por otra parte, el desarrollo del trabajo, al multiplicar los casos de ayuda mutua y de actividad conjunta para cada individuo, tenía que contribuir forzosamente a agrupar aún más a los miembros de la sociedad”. Ayuda mutua, colaboración solidaria, iniciativa individual (pionerismo), son los tres aspectos principales de la actividad laboral humana

El cambio radical entre Economía clásica y Economía marxista está en la diferencia entre venta del trabajo y venta de la fuerza de trabajo. Esta diferencia se señala por primera vez en Trabajo asalariado y capital: “Por tanto, los cinco silvergroschen se han consumido de dos modos: reproductivamente para el capital, puesto que éste los cambia por una fuerza de trabajo que produce diez silvergroschen; improductivamente para el obrero, pues los cambia por medios de vida que desaparecen para siempre y cuyo valor sólo puede recobrar repitiendo el cambio anterior con el granjero”; aunque en otros pasajes del texto sigue utilizando el término “venta del trabajo”

Por eso, en la Introducción a la edición de 1891, Engels, al cambiar los otros términos “venta del trabajo” por “venta de la fuerza de trabajo”, explica que “Según el texto original, el obrero vende al capitalista, a cambio del salario, su trabajo, según el texto actual, vende su fuerza de trabajo. Y acerca de esta modificación tengo que dar las necesarias explicaciones. Tengo que darlas a los obreros, para que vean que no se trata de ninguna sutileza de palabras, ni mucho menos, sino de uno de los puntos más importantes de toda la Economía política.”

La evolución de la humanidad está íntimamente relacionada con trabajo-propiedad, familia-tribu, mercancía-dinero, valor-plusvalor (plusvalía) El trabajo mediante instrumentos separó al hombre primitivo de sus ancestros símidos.

La propiedad fue primitivamente comunal, hasta que devino propiedad privada donde la fuerza laboral es también mercancía

La familia devino de la familia promiscua a la familia actual. Pero ¿qué fue primero, la familia o la tribu? Primero Marx, siguiendo a Aristóteles señala que la tribu es la familia ampliada; pero ya en El Capital, Engels anota que Marx había llegado a la conclusión de que la tribu constituye “la forma primitiva y natural de las asociaciones humanas” (T.1-285) Aparte, la sobreproducción trajo consigo la mercancía, el dinero, la ciudad en contraposición al campo, la sociedad de clases antagónicas

Marx analizó muy a fondo la propiedad y su relación con el trabajo. Señala que “originalmente propiedad sólo significa la relación del hombre con sus condiciones naturales de producción en cuanto le pertenecen, en cuanto son presupuestos de su propia existencia; su relación con ellas en cuanto presupuestos naturales de sí mismo que constituyen, por así decirlo, una prolongación de su cuerpo”. Luego se pasa de la propiedad territorial a la propiedad del instrumento de trabajo (artesanos, p.e.), hasta llegar a la propiedad como “derecho a disponer de la fuerza de trabajo de otros”, y la libertad o “derecho” a venderse a sí mismo como fuerza de trabajo, todo encubierto con el nombre de progreso (Formaciones económicas precapitalistas)

Por eso señala Marx que “La abolición de la propiedad privada es, pues, la emancipación total de todos los sentidos y de todas las cualidades humanas; pero es precisamente esta emancipación porque los sentidos y las cualidades se han hecho humanos, tanto subjetiva como objetivamente” (Manuscritos Parisinos)

 Marx desarrolló el tema del modo de producción (modo de vivir: producción-distribución-cambio-consumo). Insistió en que Europa también había pasado por la comunidad primitiva. Señaló el “modo de producción asiático” (despótico, señorial) Analizó por qué en India persistía la comunidad, independiente del cambio de dinastías. Y tiene cortas pero precisas notas acerca de América (México, Perú) Precisamente en el Tawantinsuyu el trabajo se expresaba en ayuda mutua (Ayni), colaboración solidaria (Minga) e iniciativa individual (Llankay) En el Tawantinsuyu, con todo su desarrollo aún no había propiedad privada, dinero, aunque ya se orientaba hacia el intercambio comercial (trueque) Por eso impactó tanto a los europeos estudiosos

Entonces, si se centra el estudio en la evolución del trabajo, se comprenderá mejor la gran contribución de Marx, y de Engels, a la humanidad toda

La historia de la evolución del trabajo tiene dos hitos. La primera división del trabajo es entre varón y mujer (en la familia, tribu, comunidad). En 1844 Engels-Marx bien nos recuerdan con Fourier que “el grado de emancipación femenina constituye la pauta natural de la emancipación general”. (La Sagrada Familia). Se ha avanzado mucho al respecto pero aún falta buen trecho para la emancipación integral de la “esclava del esclavo”

El otro hito es muy pero muy actual. El hombre inventó sus medios de trabajo, entre ellos la máquina, que ha evolucionado hasta la presente cuarta revolución industrial. En su muy actual Derecho a la Pereza (1880), Paul Lafargue, basándose en el postulado de Marx de que “detrás del derecho al trabajo está el poder sobre el capital, y detrás del poder sobre el capital, la apropiación de los medios de producción, su sumisión a la clase obrera asociada y, por consiguiente, la abolición tanto del trabajo asalariado como del capital y de sus relaciones mutuas” (La lucha de clases en Francia, 1850), plantea que “la máquina es la redentora de la humanidad” al pasar a ser propiedad social

El socialismo, la humanidad toda, están ya frente a este histórico doble objetivo, lo que se expresa en la consigna vivamente actual de Rosa Luxemburgo: SOCIALISMO O BARBARIE

TRES

En 1845, en sus Manuscritos Parisinos, Marx señala: “3. El comunismo, abolición positiva de la propiedad privada (alienación humana de sí ella misma) y por consiguiente, apropiación real de la esencia humana por el hombre y para el hombre; por lo tanto, retorno total del hombre para sí como hombre social, es decir, humano; retorno consciente y operado con la conservación de toda la riqueza del desarrollo anterior. Este comunismo como naturalismo consumado = humanismo, como humanismo consumado = naturalismo, es la verdadera solución del antagonismo entre el hombre y la naturaleza, entre el hombre y el hombre, la verdadera solución de la lucha entre existencia y esencia, entre objetivación y afirmación de sí, entre libertad y necesidad, entre individuo y género

Es el enigma de la historia ya resuelto, y sabe que es esta solución” Y después reitera: “Vemos aquí que el naturalismo consecuente, o humanismo, se distingue tanto del idealismo cuanto del materialismo, y es, al mismo tiempo, la verdadera unificadora de estos. Al mismo tiempo, vemos que únicamente el  naturalismo es capaz de comprender el acto de la historia universal” (Tercer Manuscrito, énfasis de Marx)

  Entonces, la teoría que desarrolló Marx tiene por nombre primigenio Humanismo.

En 1886, en su Ludwig Feuerbach…, Engels señala: “Pero de la descomposición de la escuela hegeliana brotó además otra corriente, la única que ha dado verdaderos frutos, y esta corriente va asociada primordialmente al nombre de Marx”; y agrega una Nota: Permítaseme aquí un pequeño comentario personal. Últimamente se ha aludido con insistencia a mi participación en esta teoría; no puedo, pues, por menos de decir aquí algunas palabras para poner en claro este punto. Que antes y durante los cuarenta años de mi colaboración con Marx tuve una cierta parte independiente en la fundamentación, y sobre todo en la elaboración de la teoría, es cosa que ni yo mismo puedo negar. Pero la parte más considerable de las principales ideas directrices, particularmente en el terreno económico e histórico, y en especial su formulación nítida y definitiva, corresponden a Marx. Lo que yo aporté -si se exceptúa, todo lo más, dos o tres ramas especiales- pudo haberlo aportado también Marx aun sin mí. En cambio, yo no hubiera conseguido jamás lo que Marx alcanzó. Marx tenía más talla, veía más lejos, atalayaba más y con mayor rapidez que todos nosotros juntos. Marx era un genio; nosotros, los demás, a lo sumo, hombres de talento. Sin él la teoría no sería hoy, ni con mucho, lo que es. Por eso ostenta legítimamente su nombre.”

 En primer lugar, ¡QUÉ GRANDEZA! Así se forja una amistad entre luchadores sociales. Gran ejemplo de ayuda mutua, de colaboración solidaria, de iniciativa individual.

 En segundo lugar, con el término marxismo la práctica y teoría del pueblo trabajador cobró gran impulso en Europa y se expandió por el mundo entero. Pero lo positivo trae lo negativo. Actualmente, ¿tiene la misma eficacia que antes, incluso con los guiones e ismos agregados?

En 1935 Aníbal Ponce (marxista argentino, 1898-1938), inició un curso Humanismo burgués  Humanismo proletario, publicado posteriormente, y difundido décadas después por el Instituto Cubano del Libro. Señala en el Prefacio que el inicio de su curso, 7 de noviembre, coincidía con dos fechas memorables, el cuarto centenario de la muerte de Erasmo, que se acostumbraba recordar en esa fecha. Y que, “Cuatro siglos después, en esa fecha, la más gloriosa de las revoluciones, no sólo echó por tierra la explotación burguesa, sino que empezó a construir, sobre la base de una nueva economía, las premisas necesarias que asegurasen a las grandes masas el acceso a una vida embellecida por la dignidad y la cultura”

 El escrito tiene dos partes iguales. En Humanismo Burgués trata de 1. Humanismo burgués, 2. Erasmo y su rol clave en la lucha por el surgimiento del capitalismo, y 3. Ariel o la agonía de una obstinada ilusión.

En Humanismo Proletario trata de: 4 El proletario y la máquina, 5. La herencia cultural, 6. El realismo socialista, Notas sobre el realismo socialista, 7. Visita al hombre futuro”

Y termina su comparación entre dos humanismos señalando: “Dicha de vivir acompañaba a la burguesía en los tiempos heroicos de su ascensión triunfal. Por boca de sus humanistas y sus mercaderes le hemos oído lanzar a todos los vientos su confianza en la vida, su promesa segura en la realización de los valores humanos

De sobra sabemos, sin embargo, que todo aquello pasó muy pronto, y que aún en el instante más alto de la curva sólo alcanzó a conmover las fibras de un puñado de hombres ricos que nunca pensó en compartir con el popolo minuto su alegría de vivir.”

Y que “Más felices que el mercader oscuro de Florencia, somos nosotros los contemporáneos del Renacimiento verdadero; y si en aquel instante pudo Rucellai expresar su regocijo frente al esplendor perecedero que comunicó a su Florencia la liberación de una exigua minoría, ¿cómo no vamos a poder nosotros, ante el espectáculo prodigioso de millones de seres liberados, y de otros millones resueltos ya a liberarse, salir al encuentro de la Historia para decir tan alto como la voz lo permita que estamos viviendo con lucidez absoluta este momento, el más dramático de la vida del hombre, y que tan seguro nos sentimos del porvenir inevitable -cualquiera que sea la suerte personal que el destino nos reserve- que ya podemos desatar al viento la infinita alegría de vivir ahora?”

La diferencia entre estas dos actitudes es que el Humanismo burgués declinó por estar ligado al capitalismo, a la burguesía; y el Humanismo proletario, con todas sus vicisitudes recién comienza y está ligado al socialismo, al proletariado, con su centralidad en el ser humano en teoría y práctica

Una expresión muy grata a Marx era que Homo sum, humani nihil a me alienum puto,  “Hombre soy y nada de lo humano me es ajeno” Es de Terencio (Publio Terencio el Africano,  comediógrafo, 90-59 a.C., nació en Cartago y fue esclavo)

Y también era muy grata a José Carlos Mariátegui; y por eso en la Presentación de Amauta señala que “Estudiaremos todos los grandes movimientos de renovación política, filosóficos, artísticos, literarios, científicos. Todo lo humano es nuestro ” Esta expresión alumbra el Humanismo Proletario en su devenir teórico práctico

Entonces ahora, ¿marxismo o humanismo proletario?

Juzgue el lector.

RAGARRO

COLECTIVO PERÚ INTEGRAL

mayo 5 de 2018

 

Fuente:  https://infoposta.com.ar/notas/9599/marxismo-como-humanismo/

 

 

sábado, 15 de agosto de 2020

EL PENSAMIENTO, LO UNIVERSAL Y LA PANDEMIA

Publicado por Francisco Umpiérrez Sánchez 

sábado, 15 de agosto de 2020

No se trata de saber sobre qué objeto se piensa, exista o no exista, sino qué se pone o se descubre en el objeto que se piensa y cómo se concibe dicho objeto, de forma estática o en movimiento, de forma unilateral o multilateral, de forma superficial o de forma sustancial, con riqueza de determinaciones o de forma abstracta, hueca y vacía. Escuchemos a Hegel en la sección dedicada al saber inmediato de su tratado El concepto de religión según la lección de 1824: “El pensar en cuanto pensar, en cuanto que su objeto y su contenido poseen la determinación de ser abstractos, es la actividad de lo abstracto, de lo universal...Aquí el saber no es ya un saber inmediato de un objeto corporal, sino un saber de Dios. Podemos presuponer esto: Dios es el objeto totalmente universal, no cualquier particularidad, sino la personalidad suprema, la misma personalidad universalísima, la singularidad en su universalidad absoluta”. ¡Qué pensamientos más maravillosos!

Saquémosle partido. La Tierra es el objeto totalmente universal. Con la globalización su universalización ha aumentado de manera prodigiosa  y con la pandemia del coronavirus se ha acentuado más esa determinación. La Tierra está en peligro, en serio peligro, se puede tornar un lugar muy infeliz para las próximas generaciones. El sistema capitalista, aunque tenga sus virtudes y sus beneficios y no hay sistema mejor para desarrollar aceleradamente las fuerzas productivas, al mismo tiempo genera peligrosos desequilibrios. Los más importantes son el cambio climático y las infinitas injusticias en la distribución de la riqueza. De ahí que si sus máximos dirigentes no entienden la necesidad imperiosa de dotarse de un  pensamiento absolutamente universal, la vida en la Tierra será imposible.

La Tierra necesita dirigentes con personalidad universalísima, singularidades con universalidad absoluta, que sean capaces de que en la toma de decisiones contemplen todos los aspectos de la vida y a toda la población mundial. La actual pandemia ha puesto de manifiesto a nivel nacional que sin una sanidad pública fuerte, avanzada y universal la vida colectiva en la Tierra no es posible. También ha puesto de manifiesto que se necesita un Estado fuerte y que sea hegemónico en todos los ámbitos de la vida. No caigamos en esas posiciones que ven en el Estado la negación del individuo. El Estado, seamos marxistas, es la objetivación de la sociedad, la demostración objetiva de que lo social debe predominar sobre lo individual. Y cuando hablo de que lo social debe predominar sobre lo individual, indico con ello la posibilidad de que todo el mundo pueda desarrollar su individualidad, y no como sucede ahora que solo las minorías desarrollan de forma exitosa su individualidad. Los ricos, las grandes fortunas, los altos ejecutivos de las grandes empresas, no serán felices si no se cambia el destino de las poblaciones pobres y si no se le busca una solución radical al problema de la inmigración. Y para lograr esto, para que las familias que poseen esas grandes fortunas puedan ser felices, no les queda otro remedio que no poder disponer de esas grandes y desproporcionadas fortunas. Para ser feliz no se necesita grandes fortunas. Además mi propia felicidad, y la pandemia del coronavirus lo ha puesto de manifiesto, solo es posible si el otro también es feliz. 

No entender que la raíz del mal que asola a la Tierra es la propiedad privada es no entender la esencia y la sustancia del mundo de hoy.  ¿En qué consiste el mal de la propiedad privada? Marx entiende por sustancia social la suma de las fuerzas productivas y relaciones sociales de producción que cada generación hereda de las generaciones anteriores. Es una verdadera falacia la afirmación de que los grandes y medianos ricos se hicieron con grandes fortunas de la nada. Nadie se hace a sí mismo de la nada. No es lo mismo decir que el amasador de fortuna empezó sin tener nada o teniendo muy poco que decir que su fortuna brotó de la nada. De la nada solo puede brotar la nada. Si alguien, y sobre todo en el periodo de la globalización, se hace descomunalmente rico, esto es solo posible gracias a la sustancia social humana generada hasta ese entonces: a las gigantescas conquistas de la ciencia, a los poderosos medios de transportes, a los desarrollados medios de comunicación de masas, y al avanzado Estado del bienestar. ¿En qué consiste entonces el mal de la propiedad privada? En que en el sistema capitalista los individuos pueden apropiarse de los grandes frutos sociales de una manera privada. Ahí es donde radica el mal.

Aquí por universal entendemos lo que es permeable a lo particular, lo que tiene plenitud de contenido, no el universal abstracto y vacío del que hablan los empiristas. Y en el concepto de universal concreto y lleno de plenitud no solo las particularidades caben en su interior sino que el aspecto sustancial, lo subjetivo y la continua  actividad son decisivos. Entendemos la determinación sustancial de lo universal tal y como lo definió Marx y se expuso en el parágrafo anterior. Así que no queda más remedio que fortalecer  las organizaciones mundiales como la OMS y darle un carácter sustancial al resto de las instituciones globales: el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial del Comercio. Y aquí sustancial significa también ser humano sin ninguna otra determinación.

Si en el ámbito de la economía el mal sustancial de la sociedad actual es la propiedad privada, ¿cuál es el mal en el ámbito de la ideología y de la psicología? El individualismo. El individualismo es la ideología que ha propagado desde todos los tiempos el liberalismo. Pero ¿qué es el liberalismo? Dejémonos de definiciones etéreas y confusas y recurramos a Marx y Lenin. Por liberalismo o neoliberalismo debemos entender la ideología del capitalismo. Aunque la economía pública representa en la mayoría de las economías nacionales de la actualidad el 48 por ciento de la economía total, demostrándose la necesidad que tiene el capitalismo del socialismo, y la pandemia de la Covid 19 pone de manifiesto que sin una Sanidad Pública y Universal el futuro del ser humano es imposible, los teóricos del capitalismo –mucho más que los capitalistas prácticos –siguen hablando del capitalismo del libre mercado como la causa decisiva para que haya democracia, libertad  e igualdad. Siguen defendiendo que si no hubiera personas inmensamente ricas y capitalistas que de mil formas se apropian del trabajo ajeno, en la sociedad no había prosperidad económica. Invierten la relación: es la universalidad en su sentido sustancial quien hace posible el enriquecimiento desproporcionado de las minorías gracias a la propiedad privada.

Así que veamos en el ser humano lo que Hegel veía en Dios: la universalidad permeable a la particularidad, desbordada de plenitud y la sustancia de la vida en la Tierra. Se quejaba Hegel de que en su tiempo se había degradado el contenido filosófico de la religión y solo tenía valor la subjetividad individual. Si levantara la cabeza hoy, comprobaría con asombro que la religiosidad que tanto defienden los capitalistas ha perdido todo su valor espiritual, y que el ser humano en tan ser humano no constituyen la base de su credo y su fe. Pero no se olviden de una cosa. El individualismo es un fruto de las relaciones capitalistas y no un fruto de la  ideología neoliberal. Lo que hace la ideología neoliberal es expresar e idealizar las relaciones capitalistas situando al individuo como causa del bienestar social. Cuando la relación es la inversa: solo en medio de unas relaciones sociales avanzadas, colectivas y justas es posible el desarrollo pleno de la individualidad de todas las personas.

Fuente: http://fcoumpierrezblogspotcom.blogspot.com/2020/08/el-pensamiento-lo-universal-y-la.html

 

 

 

 

 

lunes, 5 de marzo de 2018

MODELOS DE PROPIEDAD PÚBLICA PARA UN FUTURO CERCANO



Michael Roberts

21/02/2018

Acabo de asistir a una conferencia especial convocada por el Partido Laborista británico para analizar modelos de propiedad pública. El objetivo de la conferencia era desarrollar ideas sobre cómo podría un gobierno laborista desarrollar el sector público si gana las próximas elecciones generales.

El eje de la conferencia fue un informe encargado por la dirección laborista y publicado el pasado otoño, titulado Modelos alternativos de propiedad (con la palabra 'público' extrañamente omitida).

El portavoz laborista de Finanzas, John McDonnell ('auto-confesado' marxista) presentó las ideas clave del informe, compilado por un grupo de expertos académicos, incluyendo Andrew Cumbers de la Universidad de Glasgow, que ha escrito mucho sobre el tema de la propiedad pública. Y Cat Hobbs, de la Fundación We own it, hizo un repaso convincente de los fracasos y despilfarros de las privatizaciones ocurridas.

En muchos sentidos, el discurso de McDonnell fue inspirador en el sentido de que el próximo gobierno laborista de Jeremy Corbyn y McDonnell quiere de verdad restaurar unos servicios públicos adecuadamente financiados y dotados de recursos y revertir las privatizaciones anteriores de sectores económicos clave, llevadas a cabo por anteriores gobiernos conservadores y laboristas en el periodo neoliberal, durante 30 años antes de la Gran Recesión.

McDonnell y el informe hicieron hincapié en una serie de modelos para futuros activos y servicios de titularidad pública: a partir de las cooperativas, los servicios municipales y la nacionalización de sectores clave como la sanidad, la educación y los servicios públicos como el agua, la energía y el transporte - los llamados 'monopolios naturales'.
Como el informe deja claro, las privatizaciones de los últimos 30 años han fracasado estrepitosamente incluso en relación con sus propios objetivos profesos: más eficiencia y mayor productividad, mayor competencia y una mayor igualdad. Ha sido todo lo contrario. El crecimiento de la productividad del Reino Unido se ha desplomado y, como han demostrado muchos estudios (ver mi nota reciente), las industrias privatizadas no han sido más eficiente en absoluto.

Simplemente han sido entidades diseñadas para que los accionistas obtuvieran unos rápidos beneficios a expensas de la inversión, los servicios a los consumidores y las condiciones de los trabajadores (pensiones, salarios y carga de trabajo). De hecho, el tema de la privatización del agua, la energía, el ferrocarril y correos en el Reino Unido ha sido 'cortoplacista', es decir, impulsó el precio de las acciones, pagó a los ejecutivos grandes bonos y distribuyó grandes dividendos en lugar de invertir a largo plazo en un plan social para todos.

La industria estatal es en realidad un modelo económico de éxito, incluso en las economías predominantemente capitalistas. El informe laborista cita el hecho de que la proporción de empresas públicas entre las 500 mejores empresas internacionales ha aumentado del 9% en 2005 al 23% en 2015 (aunque esto es principalmente resultado del ascenso de las empresas estatales chinas). La historia del éxito de las economías de Asia Oriental fue en parte el resultado de la planificación estatal y la propiedad pública que modernizaron, invirtieron y protegieron sus economías frente a las multinacionales estadounidenses (aunque también fue gracias a la disponibilidad de mano de obra barata, la falta de derechos laborales y la adopción de tecnología extranjera).

Como muchos autores, como Mariana Mazzacuto ha demostrado, la financiación estatal y la investigación pública ha sido vitales para el desarrollo de las grandes empresas capitalistas. Las industrias de propiedad estatal y el crecimiento económico a menudo van de la mano - y el informe laborista menciona “la historia de éxito europea, raramente discutida, que es Austria, que alcanzó el segundo nivel más alto de crecimiento económico (después de Japón) entre 1945 y 1987 con la mayor proporción de propiedad estatal de una economía de la OCDE.” (Hu Chang).

El informe también deja claro que no debería haber ninguna vuelta a los viejos modelos de nacionalización que se adoptaron después de la Segunda Guerra Mundial. Eran industrias estatales diseñadas principalmente para modernizar la economía y proporcionar productos industriales básicos para subvencionar al sector capitalista. No había democracia y ninguna participación de los trabajadores o incluso del gobierno en las empresas estatales y tampoco se integraban en un plan más amplio de inversión o satisfacción de necesidades sociales. Fue el llamado 'modelo Morrisoniano’, en honor del dirigente laborista de derechas Herbert Morrison, quien supervisó las nacionalizaciones en la posguerra en el Reino Unido.

El informe cita ejemplos alternativos de sistemas de empresas públicas democráticamente responsables. Como el modelo noruego de Statoil, en el que un tercio de la junta es elegida por los empleados; o incluso aun más, el sector de la electricidad y el gas en la posguerra francesa, cuando los consejos de administración de las empresas estatales estaban “compuestas por cuatro personas designadas por el estado, cuatro por cada grupo técnicos y los expertos (incluyendo dos para representar los intereses de los consumidores y cuatro representantes de los sindicatos”(B Bliss).

Todo esto eran noticias muy positivas y era evidente que la audiencia de activistas laboristas estaban entusiasmados y dispuestos a implementar un “giro sustancial hacia los servicios públicos autogestionados” (McDonnell). El objetivo de los dirigentes laboristas es revertir las privatizaciones anteriores, poner fin a la inicua financiación concertada público-privada; revertir la externalización de los servicios públicos a contratistas privados y acabar con la mercantilización del Sistema de Salud Pública. Eso es excelente, así como su disposición a considerar, no sólo la idea de una Renta Básica Universal  como una alternativa social a la destrucción de empleo provocada por una futura automatización, sino también la idea mucho más progresiva de la universalización de los servicios básicos, que permitiría que servicios públicos como la sanidad, la asistencia social, la educación, el transporte y las comunicaciones fueran proporcionados gratuitamente en el punto de uso - lo que los economistas llaman 'bienes comunes'.

Sin embargo, creo que los problemas pendientes siguen siendo los que plantee cuando analice por primera vez la "Corbyeconomía", cuando Jeremy Corbyn ganó por primera vez las primarias del Partido Laborista en 2015. Si la propiedad pública se limita sólo a los llamados monopolios naturales o los servicios públicos y no se extiende a los bancos y el sector financiero, así como las industrias estratégicas clave (los 'altos mandos' de la economía), el capitalismo seguirá determinando la inversión y el empleo, y la ley del valor y los mercados seguirán en funcionamiento.  El plan laborista de un banco público de inversiones  y de un gasto público inducido o gestionado por el estado supondría aproximadamente del 1% al 2% del PIB más de inversión total en el Reino Unido. Sin embargo, el sector capitalista invierte más del 12-15% y seguiría siendo dominante a través de sus bancos, farmacéuticas, empresas aeroespaciales, tecnología y servicios empresariales.

No se habló de hacerse cargo de estos sectores en la conferencia. Ni siquiera se habló de nacionalizar los cinco grandes bancos - algo que he planteado antes y ayudado a escribir un estudio, por encargo del sindicato de bomberos (y que es formalmente la posición de la confederación sindical británica ,TUC). Sin el control de las finanzas y de los sectores estratégicos de la economía británica, un gobierno laborista o bien vería frustrado sus intentos por mejorar la suerte de “la mayoría, no de unos pocos” (una consigna laborista), o peor aún, se enfrentaría al impacto de otra recesión mundial sin ningún tipo de protección frente a las vicisitudes del mercado y la ley del valor.

 
es un reconocido economista marxista británico, que ha trabajador 30 años en la City londinense como analista económico y publica el blog The Next Recession. 

Fuente:
https://thenextrecession.wordpress.com/2018/02/10/models-of-public-ownership/
Traducción:
G. Buster