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miércoles, 21 de julio de 2021

PRIMARIAS CHILENAS 2021: UN ESPECTÁCULO EXCLUSIVO DE LA CLASE POLÍTICA

 


Tal vez uno de los cálculos más interesantes es sobre un candidato o candidata popular todavía imaginaria que pudiera canalizar aquellos tres millones de electores que votaron para la Convención Constituyente y que se restaron este domingo.

21/07/2021

Las primarias para las elecciones presidenciales de noviembre vuelven a expresar el desinterés de los chilenos y chilenas por la política tradicional. Apenas un poco más de tres millones de electores ejercieron su voto por alguno de los candidatos. Tres millones de un universo de más de catorce millones.

Un escaso 21 por ciento salió de sus casas el domingo pasado en tanto más de once millones prefirió descansar, pasear o ver televisión. Una enorme mayoría que no sólo ve cómo la minoría decide los destinos del país, sino esta autoexclusión ensancha la brecha abierta hace décadas entre la población, sus organizaciones, y los políticos, a quienes ve como clase y elite. La desconfianza, y también desprecio por los partidos, vuelve a ser expresarse de forma palmaria.

No ha sido siempre así. La evidencia ha mostrado que la población se moviliza si hay candidatos que sí la represente. Y esto sucedió hace un par de meses para las elecciones de los convencionales constituyentes que abrió la participación de decenas de organizaciones sociales y territoriales representativas.

La participación electoral, aun cuando no fue destacada, sí rompió la tendencia con un alza superior al 50 por ciento. Una votación masiva que también logró instalar al interior de la Convención Constitucional a una mayoría de independientes y representantes de organizaciones, colectivos, pueblos originarios. Los chilenos no votan por pereza ni por desinterés. No votan cuando no hay un candidato ni un proyecto que los represente.

Las primarias del domingo responden a este proceso de deterioro de los partidos políticos. Unos por cierto más que otros. El 21 por ciento que votó lo hizo, tanto en la derecha como en la izquierda, por fuerzas y figuras jóvenes y castigó hasta el punto de sacarlos de la escena a los viejos políticos y sus coaliciones.

Esto fue claro en la derecha. Los partidos tradicionales de Chile Vamos, tanto la UDI, Renovación Nacional y Evópolis, perdieron por goleada la elección. Joaquín Lavín, que intentó abrirse paso a su tercera elección presidencial, es probable que en este ámbito busque la jubilación.

La derecha votó por Sebastián Sichel, independiente por Chile Vamos de 43 años. En contra tiene haber sido ministro de Sebastián Piñera; a favor, un pasado en diversos partidos y en especial su actual independencia. Independiente en la denominación porque es claramente de derecha. Hasta el momento no hay claridad sobre qué elementos contribuyeron a su triunfo, con más del 49 por ciento en una lista de cuatro, pero sin duda su perfil de distancia de los decadentes partidos tradicionales le ha jugado a favor.

El votante de derecha está desencantado con la actual coalición de gobierno, que tiene al presidente Piñera con la valoración más baja desde los registros post dictadura, motivo por el que ha apoyado a un político con un perfil diferente aunque certificado neoliberal y militante de los mercados con cercanía a las grandes corporaciones. Distinto, pero con una trayectoria de confianza para el votante conservador.

La lista de izquierda Apruebo Dignidad, con la dupla Daniel Jadue, comunista, y Gabriel Boric, del Frente Amplio, alianza que podríamos denominar progresista, obtuvo el 56 por ciento de los tres millones de votos emitidos. Si hablamos del padrón electoral, el porcentaje es ínfimo y también vergonzoso para cualquier democracia. En número de votos por candidato, Boric ganó con un millón 58 mil, en tanto Jadue obtuvo 692 mil.

La prensa y los observadores, y por cierto las encuestadoras, quedaron este domingo sorprendidas por los resultados en ambas colaciones. Todas las encuestas daban por ganador a Lavín en Chile Vamos y a Daniel Jadue en Apruebo Dignidad. ¿Qué pasó?

Las encuestas hace tiempo que son incapaces de medir las intenciones de votos, fenómeno que no es propio de este rincón del mundo. Las redes sociales, la circulación de las comunicaciones, el descrédito de los partidos tradicionales y el repudio a militar en algunos de ellos dejan la escena política como un flujo muy líquido vulnerable a mutar ante también cambiantes informaciones.

Los analistas se rascaban la cabeza este lunes y daban todo tipo de explicaciones. Incluso los mismos ganadores no vaticinaron triunfos de esta magnitud. En el caso de Apruebo Dignidad, sus electores, que son solo poco más del once por ciento del padrón electoral, prefirieron apoyar al progresismo en lugar de hacerlo por el candidato del Partido Comunista. Los motivos son en este momento pastos de especulación sobre la calidad de los debates o las campañas de propaganda.

Jadue no logró superar el techo más o menos habitual de los comunistas y Boric es probable que haya contado con votos de la exconcertación y los sectores socialdemócratas. Motivos varios, aunque lo cierto es que con estos votos Boric no pasa en noviembre a segunda vuelta.

En este momento politólogos y otros analistas lanzan todo tipo de ideas, cálculos, números y los rumores llenan las redes sociales. Si van o no van los partidos tradicionales de la Concertación a la primera vuelta, o si se inscribe un candidato que sí represente al pueblo y sus organizaciones, a quién apoyará la derecha si pierde Sichel en la primera vuelta.

Tal vez uno de los cálculos más interesantes es sobre un candidato o candidata popular todavía imaginaria que pudiera canalizar aquellos tres millones de electores que votaron para la Convención Constituyente y que se restaron este domingo. Ahí sí que tendríamos una sorpresa mayor.

*Periodista y escritor chileno, licenciado en la Universidad Autónoma de Barcelona, director de Mural.cl, colaborador del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)

https://www.alainet.org/es/articulo/213149

 

 

sábado, 21 de octubre de 2017

EL EXITOSO PLEBISCITO DE 'NO+AFP'




Punto Final
21-10-2017

Hacia finales de la primera semana de octubre, el plebiscito convocado por la Coordinadora de Trabajadores NO+AFP había reunido más de un millón de votos, de los cuales casi el 97 por ciento rechazó el actual sistema privado de pensiones. Un evento de carácter nacional que superó todas las expectativas de participación y puso nuevamente al movimiento que busca desmantelar el sistema de las Administradoras de Fondos de Pensiones en una posición de poder. Tras poco más de un año del inicio de las marchas que lograron congregar a millones de personas durante el invierno de 2016, la Coordinadora hace una lectura que no puede ser más favorable. Un breve proceso de acumulación de fuerzas que con el último evento la instala como representante de una corriente social y laboral con proyección futura. 

Al interior de la organización se suman varias lecturas, muy favorables en el corto y mediano plazo. Al éxito de las masivas marchas del año pasado e inicios de 2017, el movimiento ha ingresado un proceso que integra distintas acciones, entre las que el plebiscito es, posiblemente, la mejor demostración de cohesión. Con anterioridad, y con menos exposición mediática, está el llamado a los cotizantes a abandonar los fondos de pensiones más riesgosos, con especial énfasis del Fondo A, y redirigir sus ahorros al Fondo E, que canaliza las inversiones en instrumentos de renta fija. Esta campaña, que lleva más de seis meses, ha logrado que más de 1,3 millones de trabajadores se cambien al fondo E en lo que va del año. Un hecho sin duda destacable al considerar que el total de personas que cotizan regularmente cada mes no supera los cinco millones. 

La Coordinadora NO+AFP cuyo vocero es el dirigente bancario Luis Mesina, trabaja en los valiosos datos que permiten, entre otras cosas, tener una mejor visión territorial sobre el comportamiento de sus simpatizantes. Una primera observación, que comparte el economista Patricio Guzmán, miembro de la Coordinadora, es que la participación y el rechazo a las AFP es un fenómeno transversal. Cruza territorios, barrios, regiones, edades, estratos socioeconómicos y género. 

Diferentes miembros de NO+AFP destacan el trabajo y la organización en el plebiscito. La actividad, que se extendió durante tres jornadas (29 y 30 de septiembre y 1º de octubre), contó con la participación de unos veinte mil voluntarios miembros de sindicatos medianos y pequeños y de una red de organizaciones del sector público. Una actividad autofinanciada cuyo éxito no sólo se expresó en la capacidad de convocatoria y movilización, sino en la capacidad de trabajo y organización. No es casualidad ni coincidencia que más de un millón de personas votara sólo con la información que circuló a través de los sindicatos, redes sociales y la prensa independiente.

SILENCIO DE LA PRENSA HEGEMONICA 

Como es habitual en las actividades de NO+AFP, la prensa hegemónica silenció estas actividades. Ni una sola línea en el duopolio de diarios impresos y breves notas en dos o tres canales de la televisión abierta. Una omisión que empalma, o es evidente efecto, con una campaña publicitaria de las AFP en los grandes medios y de la Asociación que las reune para evitar el cambio al Fondo E y la deteriorada, y posiblemente irrecuperable imagen, que tiene el sistema. 

Alrededor de tres mil mesas a lo largo del país recogieron la votación del plebiscito. Para atender estos puntos participaron voluntarios, que trabajaron unas once horas por día. Todo ello sin contar el esfuerzo que significó preparar el plebiscito meses antes constituyendo comités en la mayoría de las comunas del país. 

La Coordinadora ha trazado una comparación entre el plebiscito, que no ha tenido costos sino esfuerzo, y una elección presidencial. Para las presidenciales, legislativas o comunales se instalan alrededor de 42.400 mesas de votación y participan 127.200 personas entre presidentes y vocales. A cada vocal se le cancela 17.800 pesos, lo que equivale a un gasto de alrededor de 2.264 millones de pesos. Las primarias que instalaron a Sebastián Piñera como el candidato de la derecha costaron eso y Piñera obtuvo 827.347 votos. El plebiscito NO+AFP sin recursos y sin difusión por los medios de comunicación masivos, logró más de un millón. 

Cada punto de votación fue implementado por la propia gente, imprimieron votos, actas y registros, construyeron urnas y garantizaron lo necesario para llevar a buen puerto la consulta popular. Cabe destacar también el trabajo colaborativo entre las más disímiles organizaciones sindicales, sociales y políticas tras el objetivo, que no es otro que demostrar el extenso repudio ciudadano al sistema de las AFP. 

“Cuando nos propusimos realizar un plebiscito lo hicimos pensando en que era una forma de involucrar y movilizar al pueblo trabajador, ofrecerle practicar el ejercicio de su soberanía más allá de los límites institucionales con rituales electorales donde lo que quiere la mayoría sucumbe ante la política de los consensos. Nos propusimos apostar a la gente y apostar con la gente. Hoy las cifras contundentes nos confirman que fue una buena decisión”, señaló la evaluación de la Coordinadora.

ESCANDALO DE AFP CAPITAL 

Tras el plebiscito, un video viralizado en las redes sociales registró una fiesta en el Caribe de ejecutivos de la AFP Capital, liderados por su gerente general, Eduardo Vildósola. Se generó un escándalo que desbordó Internet para extenderse desde la televisión abierta a la prensa especializada. El video, filtrado por el candidato a diputado del Frente Amplio y simpatizante de la Coordinadora, Alberto Mayol, que exhibía con detalle comportamientos indecorosos no sólo para funcionarios encargados de administrar las pensiones de los trabajadores sino para un empleado de cualquier sector o actividad, indignó a una ciudadanía que pudo ver en toda su magnitud el uso que las administradoras dan a sus ahorros. Una fiesta y alcohol a destajo a bordo de un yate, cuyo costo ascendió a 80 millones de pesos, contra pensiones de miseria. Vale recordar que el monto promedio de las pensiones de vejez que pagan mensualmente las AFP no alcanza al salario mínimo. 

El escándalo llegó al núcleo de las AFP y del sector financiero, que no pudieron ocultar ni negar las evidencias. Páginas completas en la prensa escrita hegemónica, notas en los diarios financieros especializados con variadas disculpas sólo echaron más leña a la hoguera de la indignación ciudadana. Una escena que usó una empoderada Coordinadora NO+AFP para colocar en su justo lugar a las administradoras. No sólo abusan, también son un foco de corrupción. 

Tras una funa en las oficinas de AFP Capital, Luis Mesina, vocero de la Coordinadora, dijo que esta fiesta “es la expresión más clara de que estamos frente a una industria que jamás ha guardado relación con la seguridad social, administrada y manejada por sujetos cuya impudicia supera todos los márgenes de imaginación de la gente”. En declaraciones publicadas por El Ciudadano , Mesina agregó: “En el mundo de las finanzas, donde yo trabajo hace 40 años, la mayoría es gente proba, digna, gente que no comete estos excesos, que no tiene doble moral. No estamos haciendo una suerte de cuestionamiento moral respecto de que estaban bailando con travestis o bebiendo alcohol. Nosotros no tenemos un doble discurso. Ellos lo tienen. Ellos son los que se oponen a todos los progresos de la Humanidad”. 

La coyuntura permitió al dirigente extender y profundizar las críticas al sistema de pensiones. Ante la justificación que hiciera de la fiesta el presidente de AFP Capital y ex ministro del Trabajo del gobierno de Sebastián Piñera, Juan Carlos Jobet, en cuanto a que la fiesta fue financiada por recursos propios, Mesina calificó a las AFP como “una industria parasitaria. Producen empleos muy precarios, pero además administran con un sentido absolutamente contrario a la seguridad social nuestro ahorro previsional”.

REFORMAS SIN CONTINUIDAD NI SOLUCION 

El gobierno, como respuesta a las masivas movilizaciones y al traspaso de afiliados al Fondo E, así como la salida de cotizantes de las AFP Cuprum y Provida, en cuanto su comprobada corrupción, envió durante el pasado invierno los proyectos de ley de reforma al sistema. Una maniobra populista, que aun cuando no toca los recursos de los trabajadores administrados por estas corporaciones, agrega dos puntos porcentuales bajo una modalidad de reparto que podrían, eventualmente, elevar los montos de las pensiones. El proyecto, sin embargo, ha sido postergado para que no coincida con las elecciones presidenciales y legislativas, por lo que es probable que su aprobación quede para el próximo gobierno. Una maniobra que Patricio Guzmán califica propia de un gobierno saliente y errático, en cuanto ha sido una operación contra el tiempo destinada a frenar las presiones y movilizaciones del movimiento NO+AFP. 

“Simplemente gatopardismo”, señala el economista. Básicamente, todo se mantiene igual, en tanto pregunta qué pasará con los jubilados del IPS que quedan fuera de la reforma, qué pasa con los que no cotizan por la precariedad e informalidad laboral, con los trabajadores a honorarios. 

El siguiente paso de la Coordinadora será la acción sobre los actores políticos de cara a las elecciones. Una presión no sólo sobre los presidenciables, sino también, y es lo que más les dolerá dice Guzmán, sobre los candidatos a parlamentarios. Esta campaña se iniciará en las próximas semanas para denunciar a los candidatos que apoyan a las AFP y llamar a no votar por ellos. 

Las imbricación de las AFP con el capital industrial y financiero es un punto relevante que sin duda tendrá efectos en las decisiones de los políticos, la mayoría amparada directa o indirectamente por las grandes corporaciones. Los fondos son el alimento de las grandes corporaciones. 

Un 60 por ciento de los ahorros de los trabajadores está invertido en instrumentos de diversas entidades nacionales, los que suman más de 106 mil millones de dólares. Aun cuando sólo un 16 por ciento de ese total está invertido en acciones y otros fondos, el resto está canalizado hacia instrumentos de renta fija, la gran mayoría en entidades privadas. Unos 64 mil millones de dólares se destinan a financiar al gran sector privado nacional: a fines del año pasado los fondos de los trabajadores en el mercado nacional estaban en cinco instituciones estatales, en 17 instituciones financieras privadas, en 114 empresas, 92 fondos de inversión, nueve fondos mutuos y un fondo de inversión de capital extranjero. 

Como ejemplo, las diez principales inversiones de las AFP, además de algunos instrumentos estatales, apuntan al sector financiero privado. Entre ellos al Banco Santander Chile, el Banco de Chile (grupo Luksic), Itaú, Corpbanca (grupo Saieh), BCI (grupo Yarur), Scotiabank Chile, BBVA y Cencosud (de Horst Paulmann). En este último caso, las AFP Provida, Capital y Hábitat tienen más del seis por ciento de la propiedad accionaria del gigante del retail

Una red de poder económico financiada por los trabajadores y amparada por el sistema político. Aquí apunta la Coordinadora NO+AFP, “nuestro objetivo está cada día más claro, dice Patricio Guzmán: echar a las AFP”. 

Publicado en “Punto Final”, edición Nº 886, 13 de octubre 2017.

martes, 30 de junio de 2015

LA GRAN ESTAFA DE LAS AFPS






Punto Final
30-06-2015

La fusión entre las AFPs Cuprum y Argentum, ambas del grupo financiero internacional Principal, comienza a mostrar hebras que perfilan un nuevo escándalo similar a episodios como el perdonazo que hiciera el Servicio de Impuestos Internos (SII) durante el gobierno de Piñera a la empresa Johnson’s, o con eventos similares a las repactaciones unilaterales de La Polar o al mismo caso “cascadas”, articulado por el controlador de Soquimich, Julio Ponce Lerou, y conspicuos operadores de la Bolsa de Santiago.
Si este nuevo escándalo se inició hace unos meses con denuncias privadas y discretas, desde comienzos de junio, impulsado por el senador del MAS Alejandro Navarro, el incidente financiero ha tomado todas las características de un escándalo mayor. La Cámara de Diputados aprobó la creación de una comisión investigadora en tanto la Fiscalía acogió la denuncia presentada por Navarro para investigar la fusión de las AFPs del mismo grupo. 

La fusión de las dos AFPs del grupo Principal tiene como primer efecto una elusión tributaria de 80 mil millones de pesos (unos 130 millones de dólares, al cambio actual). Una operación que significó un beneficio para sus accionistas y una pérdida neta para el Fisco que ha puesto en el centro de la polémica no sólo al grupo económico sino a Tamara Agnic, superintendenta de Pensiones desde julio del año pasado. Agnic está bajo el foco de la Cámara y la Fiscalía por la sospecha de haber autorizado la fusión entre las dos AFPs y otorgar a sus dueños el millonario beneficio. 

Para Navarro, “todo indica que Agnic es cómplice del holding norteamericano Principal Financial Group, quienes crearon una AFP fantasma llamada Argentum para fusionarla con Cuprum y así eludir el pago de impuestos. La superintendenta de Pensiones tiene una responsabilidad inexcusable. Su negligencia y falta de probidad no puede echarse bajo la alfombra, por lo que debe dar una explicación al país o dar un paso al costado”, sostuvo el senador. 

Las denuncias de Navarro configuran una trama mayor. Según explicó, hubo una junta de accionistas de la AFP Cuprum en la cual participaron los representantes de la Superintendencia de Pensiones Felipe Gálvez y Eduardo López: en esa misma reunión Hugo Lavados, presidente de Cuprum, expuso el objetivo de llevar a cabo la fusión. A partir de aquí comienza una nueva trama. Lavados, militante DC, fue ministro de Economía en el primer gobierno de Bachelet y desde 2013 es presidente de la AFP tras la venta de ésta por el grupo Penta en más de mil millones de dólares a Principal. En 2014 Cuprum tuvo utilidades por más de 114 millones de dólares, cifra un 25 por ciento mayor a la del año inmediatamente anterior.

OTRA VEZ LA
PUERTA GIRATORIA

Hugo Lavados es un clásico exponente de la puerta giratoria entre el sector privado y el Estado. Durante el primer gobierno de la Concertación fue superintendente de Valores y Seguros, más tarde gerente del banco BBVA para regresar al sector público en un alto cargo en la Comisión Resolutiva Antimonopolios. En la década siguiente pasó a la dirección de Prochile y luego a ministro de Economía, en el primer gobierno de Michelle Bachelet. A comienzos de 2013 asumió la presidencia del directorio de Cuprum tras la toma de control por Principal, cargo que ejerce en la actualidad junto a la rectoría de la Universidad San Sebastián. 

En mayo pasado, cuando el escándalo comenzaba a emerger, la Superintendencia de Pensiones elaboró un comunicado para desligarse de responsabilidades, las que canalizó hacia el SII. En el comunicado la institución dirigida por Tamara Agnic señaló que se cumplieron todos los requisitos que la ley exige a las sociedades que se fusionan, y conforme a las atribuciones de la Superintendencia, se aprobó la operación de fusión por absorción de Argentum S.A. y Cuprum S.A., el 2 de enero de 2015. En el mismo documento se precisaba que “la Superintendencia de Pensiones no aprobó un beneficio tributario en ninguna etapa de este proceso. De hecho, no podría hacerlo ni ninguna AFP u otro regulado podría solicitarle que se pronunciara sobre materias de este tipo, pues no están dentro de las facultades que la ley le otorga. El único organismo público que puede pronunciarse en Chile sobre temas tributarios es el Servicio de Impuestos Internos (SII)”. 

Pocas semanas más tarde, AFP Cuprum informó a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) que, “haciendo uso de un beneficio incluido en la reforma tributaria de 2014, calculaba en 80 mil millones de pesos el valor de los impuestos que podría pagar en forma diferida, dependiendo de los resultados que obtenga en el ejercicio de su actividad”. 

La segunda semana de junio, días antes de aprobarse la creación de la comisión investigadora de la Cámara de Diputados, la Comisión de Economía del Senado llamó a declarar a Agnic. En la oportunidad detalló que tras cuatro meses de análisis, la Superintendencia aprobó la operación “bajo estricto cumplimiento de las exigencias establecidas en la ley sobre sociedades anónimas” y destacó que el proceso de fusión no provocó perjuicios a los fondos de pensiones de los 640 mil afiliados que cotizan en Cuprum, ni generó efectos adversos en su rentabilidad ni en sus condiciones de seguridad. Sin embargo, un punto quedó en el aire, que no fue respondido: se estima que la fusión sólo tuvo por fin defraudar al Fisco en casi 80 mil millones. Por este motivo, en aquellos mismos días el Ministerio Público acogió la querella interpuesta por el senador Navarro para investigar el hecho y determinar las responsabilidades judiciales respectivas.

LOS OSCUROS
PODERES FACTICOS

La investigación está en sus inicios y avanza tanto en la Fiscalía como en la Cámara. Una de las hebras se pierde en los primeros meses del año pasado, con la abrupta salida, en julio de 2014, del entonces superintendente de Pensiones, Alvaro Gallegos, tras haber denunciado presiones de las AFPs. En la presentación del senador Navarro a la Fiscalía recoge el testimonio de Gallegos, quien dijo en su oportunidad haber sido “desbancado por los poderes fácticos” producto de su oposición a la creación de la AFP fantasma Argentum. Estas declaraciones del ex superintendente son para Navarro “de extrema gravedad. No es posible que los dueños de las AFP tengan la capacidad de remover a un superintendente de Pensiones”. 

La remoción de Gallegos por los “poderes fácticos” es un hecho difícil de ocultar. El desbancado superintendente había declarado verdades que no soportaron los ejecutivos de las AFPs, que le pasaron el recado al gobierno. Durante un seminario en Icare realizado el año pasado, criticó las inversiones de las administradoras en La Polar, las que calificó de “fraude controlado”. En tanto, agregó que “sorprendentemente, ningún agente del mercado fue capaz de prever (…) ni siquiera nuestras AFPs, que tenían directores en esa compañía. No solo uno: tres directores”. 

En la oportunidad, criticó a las AFPs las caídas de rentabilidad de los fondos de pensiones durante la crisis financiera de 2008. Y, en relación con el sistema, agregó otro comentario: “Si me perdonan la expresión, los afiliados al sistema de pensiones están en un corralito. Están obligados por ley y no pueden salir”. A partir de allí, la reacción de la industria fue mover hilos en la oscuridad. El ex presidente de la Asociación de AFPs y ex ministro de Pinochet, Guillermo Arthur, señaló que no le parecía “prudente” que Gallegos hiciera declaraciones con “un grado de prejuicio enorme hacia las AFPs”. 

Tras su salida, Alvaro Gallegos envió un mail al senador Carlos Montes en el que relató “los hechos que condujeron a que el primer militante socialista en ocupar una superintendencia del sector financiero, en este caso la Superintendencia de Pensiones, fuera desbancado por los poderes fácticos”. En este mensaje, agregaba que “tales poderes hicieron la lectura correcta: el artificio para ahorrar 80 mil millones de pesos en impuestos no habría prosperado si hubiese dependido de este humilde servidor resolver sobre la autorización de la existencia de Argentum”. 

Tiempo después, y con estos antecedentes ya conocidos respecto a la creación de la AFP Argentum como mecanismo financiero para la evasión tributaria, la actual superintendenta aprobó la fusión. Para Navarro, “es el colmo que la superintendenta de Pensiones Tamara Agnic diga que es legal en Chile crear una AFP que no busca administrar fondos de pensión, sino sólo servir como instrumento tributario para evadir 80 mil millones de pesos en impuestos”. 

Como ha quedado demostrado, Agnic es una fiel defensora del sistema de AFPs y, según sus declaraciones en un reciente seminario ante las cúpulas empresariales y financieras, la única manera de aumentar los montos de las pensiones en Chile es subir la edad de jubilación. “El hecho de que estemos viviendo más y que está la posibilidad ya casi cierta de que la edad de jubilación se extienda, también hay una responsabilidad de parte de los empleadores con el sistema”. 

La elusión tributaria de 130 millones de dólares del grupo Principal, una defraudación fiscal mayor que el infame perdonazo de Johnson’s, se inscribe en un territorio de abismales contrastes. Por un lado las enormes ganancias de Cuprum y la codicia mediante estas ilegales maniobras financieras; en el otro extremo, las miserables pensiones que se pagan a los jubilados y de cuya administración salen sus utilidades. 

Agnic, y no Gallegos, representa el sentir y los intereses del gobierno de Michelle Bachelet, como de los anteriores de la Concertación y de la Alianza respecto al sistema de AFPs. Para ello, el ejemplo del DC Hugo Lavados en la presidencia de Cuprum es palmario, así como la instantánea defenestración en julio pasado de Gallegos por criticar el modelo. Pero también es la inacción y otras señales ambiguas ante uno de los mayores problemas sociales del país. Es por ello que la comisión asesora de AFPs, que busca una verdadera solución a las bajas pensiones, dejó fuera a los sectores no sólo más críticos al sistema, sino también a los más informados, como es el caso del economista de Cenda, Manuel Riesco. 

El gobierno hasta el momento parece lejano a escuchar soluciones reales a las miserables pensiones, porque éstas requieren la desinstalación del sistema y una guerra con las administradoras, que tienen los fondos invertidos en todo el sistema económico y financiero chileno. Pese a ello, la comisión deberá evacuar un informe final con propuestas, las cuales tenderían a reestructurar el modelo. Pero la implementación de estas propuestas por un gobierno desorientado y muy debilitado es por el momento algo distante. 

Al promediar junio el economista y Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, ex alto funcionario del Banco Mundial, colocó una lápida al sistema de pensiones chileno, el cual, si bien es útil para engordar al sector privado, no sirve para su objetivo, que es otorgar pensiones decentes de vejez. Stiglitz, invitado mediante videoconferencia a un seminario de cierre de la comisión que estudia los cambios al sistema, fue enfático: hay 23 países que privatizaron sus sistemas de pensiones, pero siete de ellos ya revirtieron su decisión y muchos lo están reconsiderando. Pero junto a este argumento, lanzó su propuesta. “Lo que necesitan en Chile es un primer pilar más fuerte. Es más necesario para evitar pobreza en la vejez y asegurar un nivel mínimo de seguridad. Se debería crear un segundo pilar público, que debe tener un componente de redistribución importante y debe haber un elemento de suavidad intergeneracional que evite la relativa pobreza en la vejez”. 

En esos mismos días, la Coordinadora Nacional de Trabajadores No+AFP convocaba a una movilización nacional a la que asistieron miles de personas. La Coordinadora promueve el fin del sistema privado y su reemplazo por uno público. Recordó en su convocatoria la fusión trucha de Cuprum con Argentum, “que no es más que una estafa legal al Fisco, visada por la superintendenta de Previsión, que comprueba la urgencia de acabar con este sistema voraz, que roba dónde y como puede”.

Publicado en “Punto Final”, edición Nº 831, 26 de junio, 2015