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No estaba muerto, estaba de parranda |
En
el siglo pasado fueron cuatro los gatos de la democracia cristiana. El vacio
que dejaron en la política peruana no ha podido ser cubierto con la brillantez
de los Cornejo, Ramírez del
Villar, Polar, De Belaúnde, Chirinos Soto, etc. Sin embargo, en este siglo los cuatro hámster de
don Eduardito (RICHT) – en proceso de descubrir que no están en la habitación
que ellos se imaginan –, pretenden llenar el vacío dejado por los chicos de
Cornejo Chávez. ¡Mucha pretensión para la opacidad de los chicos de la santa
cruzada!
Esta
minúscula capilla ha convertido, una supuesta defensa del marxismo – leninismo,
en su caballito de batalla, atribuyendo a sus adversarios toda suerte de
falacias sin sustento alguno. Así, por ejemplo, se dice que dicen que Mariátegui no fue marxista - leninista. Pese a
los esfuerzos de Miguel Aragón, por persuadirlos del error, demostrando con
pelos y señales en cuantas oportunidades y en qué sentido hizo uso Mariátegui de
aquello del Marxismo-Leninismo[1].
Pero, los caballeros de la insustancial cruzada siguen con la cantinela, FIRMES COMO QUESOS, dando volteretas y
haciendo piruetas, sobre si es o no es
Eusebio Leyva, para evadir el debate.
Nuevamente
vemos a los expertos en gritar al ladrón
al ladrón que vuelven con la copla antigarcía. Es su manera de escabullir el
debate sobre la sustancia del caldo. Ahora, como típicos representantes del yo-yo lo dije primero, al unísono
gritan: ”desde un principio
supimos que el nombre de Eusebio Leyva es un seudónimo, Eusebio Leyva es Ramón García”. Allá
ellos con la nueva estupidez en que se han embarcado. ¡Urgente, urgente!
Necesitan un oculista. O, tal vez, un especialista en plumas que les enseñe a distinguir
el vuelo del loro, ruiseñor o águila.
No
les vaya a ocurrir lo que le ocurrió a un fanfarrón intolerante que se
desgañitaba en una batahola de Insultos
Envenenados: “Un hombre insultaba e
insultaba a su enemigo, quien no le hacia caso y no le hacia caso. Un día el
insultador se quedó sin voz y el insultado, sin enemigo”. Cuentos Liliputienses,
Livio Gómez.
El
lector avispado, que sigue la controversia con el doctrinarismo, habrá reparado
que los caballeros de la santa cruzada, al desmoronarse sus febles argumentos
no tienen más recurso que descargar sus frustraciones en su piñata favorita,
cuál saco de boxeo. Y tal parece que aman tanto a García que no pueden vivir
sin su “estropeada” figura. Como Eusebio Leyva no tiene biografía le atribuyen la
de Ramón García. Este es otro hecho que no se puede desmentir, dice Eduardo Ibarra.
¡Don Eduardito, usted nunca tuvo dotes de vidente!
Déjese de cantinfladas y vaya al punto en debate: doctrinarismo o marxismo.
Opine, apruebe o desapruebe pero no se calle en todos los idiomas. Y si desea
que le arrimen una ayuda memoria, ¡avise!
Tacna, 15 de noviembre 2012
El Director del Dedo del Perú
[1] Véase el siguiente enlace: http://tacnacomunitaria.blogspot.com/2012/10/polemica-palingenesica-marxismo-y_24.html