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lunes, 19 de marzo de 2018

“EL PROBLEMA DE EEUU CON COREA NO ES MILITAR SINO, ENTRE OTRAS COSAS, UN PROBLEMA ECONÓMICO CON CHINA, UNA GUERRA ECONÓMICA REALMENTE”





Entrevista a Mikel Vivanko, delegado oficial de la Asociación de Amistad con Corea y Director del Grupo de Estudio de la Idea Juche de Madrid

19-03-2018

¿Cuándo la propaganda, las presiones políticas, económicas y militares de la dictadura imperial se hace aplastante?: cuando hay algún pueblo que no se le somete. Ante la oportunidad de dialogar con el representante de la Asociación de Amistad con Corea (KFA), he puesto el cuaderno de campo. Hoy hemos recorrido desde la política internacional hasta la vida social. Corea, con un significado internacional de grandes dimensiones debido a la repercusión de su decidida autodefensa ante el mayor enemigo del mundo, está lanzando un mensaje fundamental a los pueblos: hay que fortalecerse en todos los ámbitos. 

¿Qué ha ocurrido en Corea con motivo de los Juegos Olímpicos de Invierno?

Respuesta.- Al hilo de los Juegos Olímpicos nos ha parecido muy importante el Mensaje de Año Nuevo del Mariscal Kim Jong Un. Ha sido a raíz ello que desde el Sur se han animado a hacer un esfuerzo de acercamiento pensando en la tan ansiada Reunificación de la Península. También ha sido importante el que hubiese dejado de presidir Corea del Sur la anterior presidenta, Park Geun-hye, que está metida en juicios, condenas, dimisiones y cesiones por corrupción. El partido anterior era un partido heredero de las juntas militares de los años 60, una régimen brutal, y ahora parece que está habiendo pequeños cambios. Sigue habiendo protestas en las calles de Corea del Sur contra la ocupación militar yanqui y la actitud del gobierno al respecto. 

Lo que nos parece muy relevante es la importancia estratégica que tiene la República Popular Democrática de Corea, en cuanto a bloques hegemónicos a nivel internacional, y la zona Asia-Pacífico en particular. Nosotros pensamos que el problema de Estados Unidos no es un problema militar con Corea, sino que es un problema económico con China, entre otras cosas. Una guerra económica realmente. El liderazgo de un país fuerte como es la RPDC ha hecho posible el sentarse a hablar aprovechando que fueron los Juegos Olímpicos de Invierno en Corea del Sur. 

Hemos visto un par de debilidades por parte del gobierno surcoreano: fue como consecuencia del Mensaje del Mariscal el que se aceptó una reunión para negociar, y a las pocas horas el presidente surcoreano, Moon Jae In, dijo que todo ello estaba siendo posible... ¡gracias al liderazgo del Presidente Donald Trump! Nos parece que la frase es, cuando menos, mentira, y que probablemente se haya recibido un toque de atención para que se suelte. 

El caso es que, en el momento en que los yanquis desaparecen de la ecuación, las cosas empiezan a funcionar en Corea, de ahí lo vital de llevar adelante la Reunificación sin injerencia extranjera. La idea más avanzada sería la que propuso en su día el Presidente Kim Il Sung, la creación de un país con dos sistemas: una Confederación Democrática de Koryo. 

Por ejemplo, en las últimas conversaciones a seis bandas (Corea del Norte, Corea del Sur, Japón, China, Rusia y Estados Unidos), la RPDC no fue invitada, y por primera vez no se celebraron en ninguno de los países implicados (fue en Singapur); se habla de Corea pero sin Corea, una cosa ridícula, pues de ahí no puede salir nada. 

En los Juegos Olímpicos ha habido detalles notables: viajó al Sur una delegación de alto nivel de la RPDC con el Presidente de la Asamblea Popular Suprema, Camarada Kim Yong Nam, al frente; y a su vez una delegación del Sur viajó al Norte. Ha habido entrenamientos y equipos deportivos conjuntos, las dos Coreas desfilaron juntas en las ceremonias de apertura y clausura (con la bandera de la Unificación, que es blanca con la Península de Corea completa en azul), actuaciones culturales, etc.

Esto debería ser un punto de partida para empezar a tratar temas de comunicación directa entre las dos Coreas, el transporte, la reunión de familias separadas por la guerra, etc. Y también el regreso de personas norcoreanas secuestradas por el Sur, como el caso de 12 chicas que fueron raptadas hace ya casi dos años en Pekín, donde trabajaban en un restaurante, y llevadas a Seúl, algo de lo que no se está informando en absoluto. Las chicas se pusieron en huelga de hambre para exigir su regreso a la RPDC y una de ellas (la más joven, menor de edad), murió en la protesta. Sus padres luchan por poder ir a verlas, al menos. Esto es algo muy común: las supuestas “deserciones” de ciudadanos norcoreanos son sencillamente secuestros de los servicios secretos surcoreanos. Nosotros creamos en su día un blog al respecto: https://stopkidnappings.wordpress.com/
 
Los yanquis están de maniobras conjuntas durante meses en la frontera de Corea del Norte, con otros países como Corea del Sur, Japón, Colombia, Australia... ¿Qué hacen ahí? El grado de tensión es muy alto, ¿qué puede ocurrir? ¿Cuál es la actitud de Corea del Norte?

El que los yanquis y esos países estén en la Península es por una posición de fuerza, una amenaza y provocación continua. Entre otras maniobras, hasta hace poco se ensayaba el lanzamiento de una bomba atómica sobre Pyongyang. 

Aprovechando los JJOO, Estados Unidos ha llevado a la zona el portaaviones nuclear “Ronald Reagan”, y desplegaron sus fuerzas especiales en Seúl, que son las que utilizan los yanquis en macro-eventos nacionales, con francotiradores y todo. Es una situación de absoluta ocupación militar, y de sumisión por parte de las autoridades locales.

Las maniobras militares se hacen todos los años y algunas duran hasta tres meses. Con los JJ.OO. se cancelaron, pero se van a reanudar. Con el tiempo vemos que cada vez hay más países que se implican. Hace poco en Canadá se han reunido los países que “lucharon contra el bloque soviético” en la Guerra de Corea: Estados Unidos, Australia, Colombia, Canadá, etc. Sus conclusiones son las de siempre: aumentar las sanciones sobre Corea.

Donald Trump, en pleno ambiente de absoluta distensión y estado de calma y paz en la zona, decidió imponer las sanciones más duras en toda su historia a la RPDC, con lo cual queda claro que da igual lo que haga Corea: las sanciones llegan sin ninguna razón.

Pero llevamos años sabiendo que en Corea del Sur la gente está harta, hay establecimientos que prohíben la entrada a estadounidenses, nadie les acepta ya, nadie les quiere. Las leyes surcoreanas no se aplican a los yanquis: los casos de asesinatos, violaciones y otros delitos por parte de los marines son muy numerosos. Lo único que se hace es trasladar a los implicados a otras bases.

El Norte está preparado para lo que sea, la gente está muy concienciada, saben que en cualquier momento puede pasar lo peor. La RPDC es una sociedad muy politizada, y una sociedad armada, todo el mundo tiene instrucción militar y las armas están al alcance de las Masas.

La RPDC es un país fuerte, tiene una actitud firme y clara, que en lo militar es siempre defensiva. Su desarrollo armamentístico es un desarrollo paralelo, no puede dejar de tener lo mismo con lo que es amenazada por el enemigo, porque entonces estaría en peligro su mera existencia. Hay que recordar que durante la Guerra de Corea, Pyongyang quedó reducida a nivel de tierra, solo quedaron dos edificios en pie. Corea perdió cerca del 30% de su población (como comparación, durante la Segunda Guerra Mundial el Reino Unido perdió el 0,94% de su población, Francia perdió el 1,35%, China el 1,89% y Estados Unidos el 0,32%). 

¿Cómo afectan las sanciones? Lo que se escucha es que si se suma China las sanciones son efectivas, que Rusia también ha dejado de comprar carbón… ¿En qué situación se encuentra Corea del Norte? 

Las sanciones afectan sobre todo a la población, porque a nivel económico en general a RPDC es autárquica, totalmente autosuficiente. 

En lo que se refiere a China y Rusia, a veces votan que sí y a veces que no. Normalmente las acatan, aunque después de hecho las ignoren. Rusia le está comprando carbón a Corea. China dijo que en un mes iban a irse todas las empresas chinas de Corea e iban a expulsar a las empresas coreanas de China, pero eso no está pasando.

¿Cómo lo percibe la gente? 

Los coreanos y las coreanas saben perfectamente lo que ocurre, identifican al enemigo, están al tanto de la política exterior. Hace ya tiempo, un camarada vivió un corte de luz en Pyongyang, y la gente decía “¡malditos yanquis!”: si se va la luz, está claro de quién es la culpa. Pero yo no viví ningún tipo de corte cuando estuve allá, y no vi absolutamente ninguna carencia. 

El salto económico de la RPDC está siendo espectacular, y eso es algo que se nota día a día. Cada vez que un camarada viaja allí, cotejamos la información y comprobamos las grandes diferencias positivas que se producen en el país, de año en año, de mes en mes.

Las sanciones fastidian, pero la RPDC tiene sus fórmulas para aguantar. Por ejemplo, la zona norte de la península es muy rocosa, con lo que se pone mucho énfasis para que cualquier lugar donde se puedan plantar alimentos se dedique a ello, es una gran planificación. No se le da prioridad al algodón, con lo que se visten con minerales: poseen una tela que se llama “Vinalón”, que se extrae de una combinación de antracita y caliza. Los alemanes se llevaron la fórmula en su día, pero desecharon el proyecto de comercializarla porque consumía muchísima energía, y además no existía competitividad con el producto. Eso a los coreanos les da igual, la ropa es gratis en Corea, la proporciona el Estado. La RPDC tuvo sus problemas entre 1997 y 2000, época en la que hubo carencias, pero eso no volverá a suceder.

¿Qué ocurrió en ese período?

Se llama la Ardua Marcha. En los años 80 la RPDC era la tercera potencia socialista, después de la URSS y la RDA, y a nivel mundial era la séptima economía. Pero cuando cae el bloque socialista, la RPDC, que no estaba alineada, se quedó sola. A mediados de los 90 pasaron varias cosas: murió el Presidente Kim Il Sung (que para la nación fue un mazazo muy fuerte), hubo desastres naturales (sequías seguidas de lluvias torrenciales), y las sanciones económicas se multiplicaron y se endurecieron. Corea se queda sin divisa con la que comerciar. 

Cuando yo estuve en la RPDC, nos dio una charla una camarada de la Asociación de Científicos Sociales. Nos comentó que ella estuvo en una de las delegaciones que viajaron a países amigos durante la Ardua Marcha, no tanto a pedir ayuda y solidaridad recíproca, que también, sino a hacer comercio, lo que habían hecho toda la vida con países como China, Vietnam, Mongolia, etc. En todos lados les dijeron que sí, se firmaron acuerdos, se envió lo pedido por parte de Corea, y por su parte en la RPDC todavía están esperando. Los barcos que llevaban lo acordado no podían llegar a la Península Coreana porque la “policía del mundo” los detenía. Pero bueno, a partir del 2000 la situación se estabiliza, y hubo un despegue económico espectacular.

Pero habían sufrido sanciones antes...

Sí, las sanciones contra Corea son más antiguas que las de, por ejemplo, Cuba. La RPDC se fundó en 1948, y desde ese momento ya se imponen sanciones. En un momento dado, Corea incluso abandona su programa nuclear, Bill Clinton daba buenas palabras.   EE.UU. no puede soportar el ver que un país realmente socialista, donde los medios de producción están en manos de las Masas, y donde existe el bien común, funcione, y funcione bien. Solemos decir que una RPDC sin sanciones... ni nos podemos imaginar hasta dónde podría llegar. 

¿Cómo se ve el futuro? 

En Corea, a nivel interno, va a continuar afianzándose el socialismo independiente, a la manera coreana, dando prioridad al bienestar de las Masas. 

Desde el punto de vista internacionalista, la RPDC siempre ha trabajado a favor de la Reunificación de Corea.

¿Corea está muy aislada? 

Por supuesto que no, Corea no está sola en el mundo. Hay muy buena relación con muchos países vecinos, también de África, de América Latina, con países del tercer mundo y en desarrollo. Por ejemplo el Presidente Kim Il Sung tiene calles, plazas o universidades dedicadas en Zimbabwe, Siria, Mozambique, Congo, Senegal, Nigeria, etc. 

En los organismos internacionales, ¿cómo se mueve Corea?

Tiene participación activa en ellos, el problema viene cuando ciertos países, entre ellos el Estado español, ponen trabas a las relaciones diplomáticas, expulsando a embajadores y representantes comerciales, u obstaculizando y negando el visado a delegaciones de amistad. De nuevo la orden viene de su amo, y eso no ayuda a nadie.

¿Se puede viajar a Corea del Norte?

Por supuesto, sin ningún problema. Nosotros desde la KFA organizamos varios viajes todos los años. Hay muchas agencias de viajes que también ofertan la RPDC, aunque por supuesto todo está centralizado, tienen que estar homologadas por la Agencia Estatal de Turismo de Pyongyang. Lo normal es pasar por Pekín, y hay que ir con visado. Nosotros siempre estamos animando a ir, es como realmente se conoce Corea.

Es verdad que antes Corea era mucho más hermética y a lo largo de su historia tiene esa mística de “el reino ermitaño”; ha habido épocas en las que ir allí era más complicado, pero ahora eso ha cambiado, se está abriendo más al mundo, sacando informes sobre turismo, inversiones, etc.

¿Cómo es la vida diaria de los y las coreanas?

Normalmente trabajan de lunes a jueves ocho horas, y el viernes es trabajo voluntario, se cambia totalmente de ocupación, del campo van a la ciudad y viceversa. Los sábados están destinados al estudio, que es obligatorio toda la vida, la gente va a las bibliotecas, museos, centros culturales, ópera, circo, etc. Los domingos es festivo. Las mañanas en Pyongyang son tranquilas, la niebla matinal, la música que llega de la estación central de ferrocarril, que sirve para que vayas despertando, hasta que suena la Sirena del Trabajo, que da mucho ánimo para empezar el día. Los pioneros tocan música para la gente que espera al autobús, los camiones de soldados del Ejército Popular animan a todos a su vez al pasar, con gritos de alegría... 

Escribí al respecto una detallada crónica que puede ser consultada aquí:
 
¿Quieres añadir algo más?

Pues que seguimos adelante, y que no pararemos, sencillamente porque no podemos parar. Actualmente, Corea es una línea de defensa, es lo que separa la independencia y el socialismo del imperialismo y la barbarie capitalista brutal. Considero que los revolucionarios del mundo debemos solidarizarnos con el Pueblo Coreano, un pueblo luchador, digno y feliz.

Mikel Vivanko, Delegado Oficial de la Asociación de Amistad con Corea (KFA) en el Estado español, muchas gracias por la información. Recibe mi solidaridad con el pueblo de Corea.

Muchísimas gracias a ti por esta oportunidad. Seguimos!

***
Más información escribiendo a: spain@korea-dpr.info
Ramón Pedregal Casanova, es autor de los libros: “Gaza 51 días”, “Palestina. Crónicas de vida y Resistencia”, “Dietario de Crisis”, “Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero”, y “Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios”. Presidente de la Asociación Europea de Cooperación Internacional y Estudios Sociales AMANE. Miembro de la Comisión Europea de Apoyo a los Prisioneros Palestinos.

viernes, 26 de octubre de 2012

ALGO QUE NECESITAS SABER: CÓMO LENIN CAMBIÓ EL MUNDO



Un Tema de Actualidad


Ramón Pedregal Casanova
Rebelión 01-10-2012
Lenin. El Revolucionario que no sabía demasiado.
Edición e Introducción de Constantino Bértolo.
Libros de la Catarata, Clásicos del Pensamiento Crítico.


Si hacen falta referentes en el tiempo en que vivimos, el comunismo dispone de figuras que han eclipsado a personalidades de otros sistemas. La revolución del siglo XX en Rusia tenía a su vez una tradición en la que mirarse, los numerosos intentos de los desposeídos para acabar con sus explotadores. De ahí que la narración comunista, su historia, se refiera a los esclavos de todas las épocas, a las luchas de liberación, a las revueltas campesinas, a las revoluciones proletarias y, cómo no, a la Comuna de París. Si Marx y Engels fundamentaron el proceso dialéctico de la Historia, si descodificaron el proceso productivo y enseñaron el cuerpo de la plusvalía, si centrifugaron, si limpiaron y expusieron la lucha de clases, y vieron el resultado final como el objetivo de todas ellas, la transformación de la sociedad por el proletariado, Lenin fue la cabeza visible de la plasmación de esa meta de las luchas, y fue la representación de los bolcheviques triunfantes del socialismo.

No hay nada que no tenga que ver con nosotros, y este libro “Antología LENIN. El revolucionario que sabía demasiado” de Constantino Bértolo que recoge el pensamiento y la acción de Lenin no puede estar más conectado con nuestras vivencias de lucha hoy mismo. Es por eso por lo que la burguesía con todos sus medios quiere dar por obsoleto el pensamiento y la acción del revolucionario; lógico, si la clase obrera y las clases trabajadoras hiciesen la conexión política con la experiencia histórica de transformación social, con el pensamiento desarrollado a la luz de la práctica de aquél dirigente, si hiciese la conexión política, su organización sería capaz de saltar los límites impuestos por la gran burguesía, y de todos es sabido que no hay nada que saque más sus demonios que el término comunista.

Este apunte recoge sobre todo el desmenuzamiento del Prólogo porque con él podemos adentrarnos en la obra de Lenin, aprender y conducir nuestras próximas lecturas haciéndolas provechosas para nuestra conciencia. Después del Prólogo los textos de Lenin escogidos nos ponen al corriente de resoluciones tácticas, organizativas y estratégicas.

Constantino Bértolo estudia las circunstancias concretas en las que llevó a cabo la lucha política, con el fin de que podamos entender su significado. Para conducir este torrente hasta quien lee, lo distribuye en tres partes:

-La construcción del Partido.
-La toma del poder.
-La Revolución después de la Revolución.

Desde el comienzo se nos plantean las interrogantes que llevaron a la revolución, y junto a ellas la lucha ideológica con quienes planteaban una conducción “humana” del capitalismo como solución. El planteamiento teórico de esta lucha lo plasmó en “El desarrollo del capitalismo en Rusia”, mostrando los datos precisos para el análisis concreto y el conocimiento profundo de la filosofía marxista; él habla de saber desentrañar la realidad y el momento histórico.

Bértolo repasa en el Prólogo los antecedentes que dieron lugar a sus trabajos relacionados con la creación del partido, “Tareas de los socialdemócratas rusos” y “Qué hacer”, en los que habla de las tareas a llevar acabo y de los objetivos, y su labor parlamentaria.

Un asunto a releer es el que se refiere a los sistemas organizativos y las funciones que cumplen tanto en la clandestinidad como en la legalidad, entre los que deben tenerse presentes todos los relativos a la seguridad de la organización, la agitación y la propaganda.

La importancia de la lucha económica, el aprendizaje de la clase obrera en lo que se refiere a la elaboración de ideas en torno al desarrollo de las confrontaciones de clase.

También se nos advierte del valor que daba a la diferenciación con la socialdemocracia, así como al revolucionario dedicado por completo a su tarea y las mejores condiciones para establecer la lucha tanto en el partido como fuera de él, no contra las expresiones morales del enemigo de clase sino contra el capitalista mismo.

Otro de los aspectos a los que se refiere Bértolo sobre los escritos de Lenin es a la entrada de nuevos militantes en el partido y las diferencias con otros partidos, y la función que debe cumplir. Objetivo: actuar con disciplina para cambiar las circunstancias.

Se hace referencia en el Prólogo a las características del movimiento 15M y cómo la organización bolchevique se planteó su relación con el mundo asambleario de base y la necesidad de participar “en toda acción política de las masas populares”.

Después vendrá el apartado que se dedica a “la toma del poder” donde se pone acento en el estudio del contexto y se refiere a “El Estado y la revolución”, libro de Lenin en el que estudia en primer término las revoluciones de 1848 y La Comuna de París, 1871. Con ese bagaje el revolucionario soviético entra en el análisis de la revolución de 1905 en Rusia y observa como problemas que la llevan al fracaso “la débil organización de los campesinos, la falta de mayor firmeza y resolución en las masas y la falta de preparación de los militantes socialdemócratas que servían en las fuerzas armadas”. Señala C. Bértolo la importancia de que la memoria sea pedagógica “construida ‘en presente’ y mirando a un futuro inmediato”. El problema que se plantea aquí es el de la toma del poder, y se investiga sobre la organización de una fuerza militar, sabiendo que se requiere de una labor de educación política “tenaz, lenta y a menudo imperceptible”. Lenin trata, además, el conocimiento como “producción” de hipótesis, explicaciones, teorías y modelos con la finalidad de resolver problemas del presente. Con todo ello se nos enseña la capacidad de resolución de Lenin ateniéndose a la circunstancia concreta, haciéndose flexible y adaptándose al terreno, y entonces se nos advierte de algo que no puede ser más actual ante el hundimiento de la socialdemocracia, ya solo II Internacional, explica en “El imperialismo fase superior del capitalismo” cómo el capitalismo primero ha abierto el camino a la fusión de su rama industrial y bancaria con el puramente financiero, que es el dominante “protagonista real de los nuevos tiempos y cuyos avatares están en el origen de la primera guerra mundial”.

Lenin declara que “la Historia no está escrita” y llama a formarse a fondo, a obtener todo tipo de datos, a plantear alternativas, a resumirlas y explicarlas para fortalecer la lucha a nivel internacional. Advierte sobre la corrupción de los capitalistas en el terreno sindical creando capas superiores aristocráticas obreras y corruptas, que no suponen peligro alguno para la burguesía, que son su apoyo y dañan al movimiento obrero.

Lenin llegará a Rusia desde el exilio escribiendo en el camino “Las tesis de abril” comprendidas en “Las tareas del proletariado en la presente revolución”, donde plasma el proyecto de acción revolucionaria inmediato, y es que la recogida de datos de cada circunstancia y su estudio le hacía disponer de la historia del movimiento revolucionario. De ahí que en “La bancarrota de la II Internacional” declarase que la revolución tiene su oportunidad cuando “los de abajo no quieren vivir como antes… y los de arriba no puedan vivir como hasta entonces”. Entonces se plantea que todo el poder debe recaer sobre los soviets, para lo que articula la acción de acuerdo con el momento. Y llega la revolución, ese es el momento, la cumbre en la que las condiciones subjetivas, nos señala Bértolo, “el brío y el coraje de las masas desempeñan un papel fundamental”

El “después” de la toma del Poder es el otro momento crucial. La complejidad de la puesta en marcha de un gobierno y un Estado obrero y campesino hace que se plantee alternativas diferentes en cada espacio productivo y eso en medio de la guerra alimentada desde fuera. El final de la guerra llevará a Lenin y los revolucionarios a cuestionarse numerosas medidas socialistas porque el país está destruido, y el primer objetivo en el que deben empeñarse es que se distribuya la comida entre la población, y en situación como esa se pregunta ¿qué principio debe regir?: el que mantenga en el poder al proletariado. Al poco expondrá que el marxismo no solo reconoce la necesidad de la lucha de clases, sino que su fin es la implantación del poder proletario, para lo cual debe contarse con el sujeto organizado que es el Partido, vanguardia que forma parte de las organizaciones de clase y actúa con ella.

Sobre los problemas económicos e industriales que encuentra el Partido para el desarrollo del socialismo, Lenin, en el X Congreso pone a discusión lo que se denominará la NEP (Nueva Política Económica) un cambio que busca pacificar el campo y sumar fuerzas ante los retos para resolverlos y avanzar en el proyecto socialista. Con “la NEP -se nos dice- vuelve a poner sobre el tapete soviético el tema del capitalismo de Estado y sus relaciones con el socialismo, cuestión que ya se había planteado en 1918, cuando Lenin hace ver que la clave del capitalismo de Estado reside en la “contabilidad y control por todo el pueblo de la producción y distribución de los productos” y que ese control supone una de las formas y fases concretas de la transición del capitalismo al socialismo”.

Lo fundamental en todo momento es saber reconocer las contradicciones que se crean en el proceso revolucionario y desentrañar en los conflictos el camino dialéctico del marxismo. El resultado de todo ello en parte serán contradicciones antes desconocidas, y para enfrentarse a ellas Lenin establece, fruto de la experiencia, las cuestiones fundamentales: aparato de fuerza, control obrero sobre los medios de producción, prohibición de partidos contrarrevolucionarios, no a las fracciones en el partido, reglamentos laborales, persecución de conductas antisociales.

El marxismo, indica Bértolo, lo emplea como una herramienta, no como un manual de instrucciones. Acompañando las modificaciones de capitalismo de Estado se ponen en marcha los “sábados comunistas” con lo que se quiere reforzar el proyecto de la revolución. Para Lenin toda actividad debe apoyarse en el pueblo, pues son las masas trabajadoras las que deben intervenir en los cambios, y así descubrirán, descartándose de errores, la transformación de la realidad. Insiste una y mil veces en “la necesidad de no saber”, quiere decirse, hay que estudiar, hay que aprender, hay que dirigir con las organizaciones de masas y hasta entregarles tareas de control del partido. De la misma forma para combatir el burocratismo declara: “No temáis la iniciativa y la acción independiente de las masas, confiaos a las organizaciones revolucionarias y veréis en todos los aspectos de la vida estatal la misma fuerza, grandiosidad, invencibilidad que los obreros y los campesinos revelaron en su unificación y en su ímpetu contra el pronunciamiento de Kornílov”

Lenin tenía un método de análisis para la acción, el marxismo, por eso era flexible, capaz de captar todos los cambios y adaptarse a las circunstancias, nunca lo daba por sabido. Mediante su esfuerzo y dirección política con los bolcheviques demostró que el socialismo era realizable. A nosotros nos queda aprender de la Historia, apartar los errores y aprovechar los aciertos. Constantino Bértolo advierte que en los textos seleccionados para el libro no ha pretendido abarcar todo el espectro de la obra de Lenin, sino detallar lo representativo y actual, y es que los textos de Lenin que lo forman nos hablan de asuntos que tenemos delante, ahora mismo, que nos cuestionan, o nos aportan modelos que se llevan a cabo hoy en las revoluciones, tanto las que se sostienen como las que están en marcha.

Pocas veces se encuentra un libro tan importante para las necesidades de conocimiento de la izquierda.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor
mediante una licencia de Creative Commons,
respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
Publicado por Cuatro Atletas del Apocalipsis y un pastorcito, 2/10/12 07:19
            
Nota.- Este colombroño debe ser o sospechoso de revisionismo o revisionista solapado, encubierto, la más peligrosa forma de revisionismo. ¡Tenga mucho cuidado, lector!

            En su perorata de 2000 palabras, no se encuentra ni una sola vez el término leninismo, y mucho menos, carísimo lector, el santo y seña marxismo-leninismo, con que se distingue el verdadero revolucionario, el auténtico revolucionario.

            ¡Este santo y seña es sagrado! Ni se le ocurra, lector, reducirlo a una eme (marxismo) y mucho menos agregarle otra eme (maoísmo), porque queda excomulgado. ¡Ni más faltaba!

            ¿Qué es eso de construcción del Partido? ¿Qué es eso de toma del poder? ¿Qué es eso-de revolución después de la revolución? ¿Qué es eso de análisis para la acción? Puro blablablá. ¿Acaso no basta con el santo y seña marxismo-leninismo para obtener blindaje de verdadero revolucionario marxista-leninista?

            Todo aquel que lea, envíe o reenvíe este mamotreto debe ser inmediatamente condenado como  revisionista solapado, el más peligroso enemigo que pretende infiltrarse en nuestras robustas filas de verdaderos marxistas-leninistas. OK!

Ragarro
                                                                                              26.10.12

martes, 2 de octubre de 2012

ALGO QUE NECESITAS SABER: CÓMO LENIN CAMBIÓ EL MUNDO


01-10-2012

Lenin. El Revolucionario que no sabía demasiado. Edición e Introducción de Constantino Bértolo. Libros de la Catarata, Clásicos del Pensamiento Crítico.


Si hacen falta referentes en el tiempo en que vivimos, el comunismo dispone de figuras que han eclipsado a personalidades de otros sistemas. La revolución del siglo XX en Rusia tenía a su vez una tradición en la que mirarse, los numerosos intentos de los desposeidos para acabar con sus explotadores. De ahí que la narración comunista, su historia, se refiera a los esclavos de todas las épocas, a las luchas de liberación, a las revueltas campesinas, a las revoluciones proletarias y, cómo no, a la Comuna de París. Si Marx y Engels fundamentaron el proceso dialéctico de la Historia, si descodificaron el proceso productivo y enseñaron el cuerpo de la plusvalía, si centrifugaron, si limpiaron y expusieron la lucha de clases, y vieron el resultado final como el objetivo de todas ellas, la transformación de la sociedad por el proletariado, Lenin fue la cabeza visible de la plasmación de esa meta de las luchas, y fue la representación de los bolcheviques triunfantes del socialismo.

No hay nada que no tenga que ver con nosotros, y este libro “Antología LENIN. El revolucionario que sabía demasiado” de Constantino Bertolo que recoge el pensamiento y la acción de Lenin no puede estar más conectado con nuestras vivencias de lucha hoy mismo. Es por eso por lo que la burguesía con todos sus medios quiere dar por obsoleto el pensamiento y la acción del revolucionario; lógico, si la clase obrera y las clases trabajadoras hiciesen la conexión política con la experiencia histórica de transformación social, con el pensamiento desarrollado a la luz de la práctica de aquél dirigente, si hiciese la conexión política, su organización sería capaz de saltar los límites impuestos por la gran burguesía, y de todos es sabido que no hay nada que saque más sus demonios que el término comunista.

Este apunte recoge sobre todo el desmenuzamiento del Prólogo porque con el podemos adentrarnos en la obra de Lenin, aprender y conducir nuestras próximas lecturas haciéndolas provechosas para nuestra conciencia. Después del Prólogo los textos de Lenin escogidos nos ponen al corriente de resoluciones tácticas, organizativas y estratégicas.

Constantino Bértolo estudia las circunstancias concretas en las que llevó a cabo la lucha política, con el fin de que podamos entender su significado. Para conducir este torrente hasta quien lee, lo distribuye en tres partes:

  • La construcción del Partido.
  • La toma del poder.
  • La Revolución después de la Revolución.

Desde el comienzo se nos plantean las interrogantes que llevaron a la revolución, y junto a ellas la lucha ideológica con quienes planteaban una conducción “humana” del capitalismo como solución. El planteamiento teórico de esta lucha lo plasmó en “El desarrollo del capitalismo en Rusia”, mostrando los datos precisos para el análisis concreto y el conocimiento profundo de la filosofía marxista; él habla de saber desentrañar la realidad y el momento histórico.

Bértolo repasa en el prólogo los antecedentes que dieron lugar a sus trabajos relacionados con la creación del partido, “Tareas de los socialdemócratas rusos” y “Qué hacer”, en los que habla de las tareas a llevar acabo y de los objetivos, y su labor parlamentaria.

Un asunto a releer es el que se refiere a los sistemas organizativos y las funciones que cumplen tanto en la clandestinidad como en la legalidad, entre los que deben tenerse presentes todos los relativos a la seguridad de la organización, la agitación y la propaganda.

La importancia de la lucha económica, el aprendizaje de la clase obrera en lo que se refiere a la elaboración de ideas en torno al desarrollo de las confrontaciones de clase.

También se nos advierte del valor que daba a la diferenciación con la socialdemocracia, así como al revolucionario dedicado por completo a su tarea y las mejores condiciones para establecer la lucha tanto en el partido como fuera de él, no contra las expresiones morales del enemigo de clase sino contra el capitalista mismo.

Otro de los aspectos a los que se refiere Bértolo sobre los escritos de Lenin es a la entrada de nuevos militantes en el partido y las diferencias con otros partidos, y la función que debe cumplir. Objetivo: actuar con disciplina para cambiar las circunstancias.

Se hace referencia en el Prólogo a las características del movimiento 15M y cómo la organización bolchevique se planteó su relación con el mundo asambleario de base y la necesidad de participar “en toda acción política de las masas populares”.

Después vendrá el apartado que se dedica a “la toma del poder” donde se pone acento en el estudio del contexto y se refiere a “El Estado y la revolución”, libro de Lenin en el que estudia en primer término las revoluciones de 1848 y La Comuna de París, 1871. Con ese bagaje el revolucionario soviético entra en el análisis de la revolución de 1905 en Rusia y observa como problemas que la llevan al fracaso “la débil organización de los campesinos, la falta de mayor firmeza y resolución en las masas y la falta de preparación de los militantes socialdemócratas que servían en las fuerzas armadas”. Señala C. Bértolo la importancia de que la memoria sea pedagógica “construida “en presente” y mirando a un futuro inmediato”. El problema que se plantea aquí es el de la toma del poder, y se investiga sobre la organización de una fuerza militar, sabiendo que se requiere de una labor de educación política “tenaz, lenta y a menudo imperceptible”. Lenin trata, además, el conocimiento como “producción” de hipótesis, explicaciones, teorías y modelos con la finalidad de resolver problemas del presente. Con todo ello se nos enseña la capacidad de resolución de Lenin ateniéndose a la circunstancia concreta, haciéndose flexible y adaptándose al terreno, y entonces se nos advierte de algo que no puede ser más actual ante el hundimiento de la socialdemocracia, ya solo II Internacional, explica en “El imperialismo fase superior del capitalismo” cómo el capitalismo primero ha abierto el camino a la fusión de su rama industrial y bancaria con el puramente financiero, que es el dominante “protagonista real de los nuevos tiempos y cuyos avatares están en el origen de la primera guerra mundial”.

Lenin declara que “la Historia no está escrita” y llama a formarse a fondo, a obtener todo tipo de datos, a plantear alternativas, a resumirlas y explicarlas para fortalecer la lucha a nivel internacional. Advierte sobre la corrupción de los capitalistas en el terreno sindical creando capas superiores aristocráticas obreras y corruptas, que no suponen peligro alguno para la burguesía, que son su apoyo y dañan al movimiento obrero.

Lenin llegará a Rusia desde el exilio escribiendo en el camino “Las tesis de abril” comprendidas en “Las tareas del proletariado en la presente revolución”, donde plasma el proyecto de acción revolucionaria inmediato, y es que la recogida de datos de cada circunstancia y su estudio le hacía disponer de la historia del movimiento revolucionario. De ahí que en “La bancarrota de la II Internacional” declarase que la revolución tiene su oportunidad cuando “los de abajo no quieren vivir como antes … y los de arriba no puedan vivir como hasta entonces”. Entonces se plantea que todo el poder debe recaer sobre los soviets, para lo que articula la acción de acuerdo con el momento. Y llega la revolución, ese es el momento, la cumbre en la que las condiciones subjetivas, nos señala Bértolo, “el brío y el coraje de las masas desempeñan un papel fundamental”.

El “después” de la toma del Poder es el otro momento crucial. La complejidad de la puesta en marcha de un gobierno y un Estado obrero y campesino hace que se plantee alternativas diferentes en cada espacio productivo y eso en medio de la guerra alimentada desde fuera. El final de la guerra llevará a Lenin y los revolucionarios a cuestionarse numerosas medidas socialistas porque el país está destruido, y el primer objetivo en el que deben empeñarse es que se distribuya la comida entre la población, y en situación como esa se pregunta ¿qué principio debe regir?: el que mantenga en el poder al proletariado. Al poco expondrá que el marxismo no solo reconoce la necesidad de la lucha de clases, sino que su fin es la implantación del poder proletario, para lo cual debe contarse con el sujeto organizado que es el Partido, vanguardia que forma parte de las organizaciones de clase y actúa con ella.

Sobre los problemas económicos e industriales que encuentra el Partido para el desarrollo del socialismo, Lenin, en el X Congreso pone a discusión lo que se denominará la NEP (Nueva Política Económica) un cambio que busca pacificar el campo y sumar fuerzas ante los retos para resolverlos y avanzar en el proyecto socialista. Con “la NEP -se nos dice- vuelve a poner sobre el tapete soviético el tema del capitalismo de Estado y sus relaciones con el socialismo, cuestión que ya se había planteado en 1918, cuando Lenin hace ver que la clave del capitalismo de Estado reside en la “contabilidad y control por todo el pueblo de la producción y distribución de los productos” y que ese control supone una de las formas y fases concretas de la transición del capitalismo al socialismo”.

Lo fundamental en todo momento es saber reconocer las contradicciones que se crean en el proceso revolucionario y desentrañar en los conflictos el camino dialéctico del marxismo. El resultado de todo ello en parte serán contradicciones antes desconocidas, y para enfrentarse a ellas Lenin establece, fruto de la experiencia, las cuestiones fundamentales: aparato de fuerza, control obrero sobre los medios de producción, prohibición de partidos contrarrevolucionarios, no a las fracciones en el partido, reglamentos laborales, persecución de conductas antisociales.

El marxismo, indica Bértolo, lo emplea como una herramienta, no como un manual de instrucciones. Acompañando las modificaciones de capitalismo de Estado se ponen en marcha los “sábados comunistas” con lo que se quiere reforzar el proyecto de la revolución. Para Lenin toda actividad debe apoyarse en el pueblo, pues son las masas trabajadoras las que deben intervenir en los cambios, y así descubrirán, descartándose de errores, la transformación de la realidad. Insiste una y mil veces en “la necesidad de no saber”, quiere decirse, hay que estudiar, hay que aprender, hay que dirigir con las organizaciones de masas y hasta entregarles tareas de control del partido. De la misma forma para combatir el burocratismo declara: “No temáis la iniciativa y la acción independiente de las masas, confiaos a las organizaciones revolucionarias y veréis en todos los aspectos de la vida estatal la misma fuerza, grandiosidad, invencibilidad que los obreros y los campesinos revelaron en su unificación y en su ímpetu contra el pronunciamiento de Kornílov”.

Lenin tenía un método de análisis para la acción, el marxismo, por eso era flexible, capaz de captar todos los cambios y adaptarse a las circunstancias, nunca lo daba por sabido. Mediante su esfuerzo y dirección política con los bolcheviques demostró que el socialismo era realizable. A nosotros nos queda aprender de la Historia, apartar los errores y aprovechar los aciertos. Constantino Bértolo advierte que en los textos seleccionados para el libro no ha pretendido abarcar todo el espectro de la obra de Lenin, sino detallar lo representativo y actual, y es que los textos de Lenin que lo forman nos hablan de asuntos que tenemos delante, ahora mismo, que nos cuestionan, o nos aportan modelos que se llevan a cabo hoy en las revoluciones, tanto las que se sostienen como las que están en marcha.

Pocas veces se encuentra un libro tan importante para las necesidades de conocimiento de la izquierda.

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