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miércoles, 23 de octubre de 2024

MUNICIPIO PRODUCTIVO

 


p. José Félix Damián

PREÁMBULO:

A través de la historia, las comunidades se organizaron como célula económica teniendo como eje directriz el Municipio. De allí que contribuyeron con eficacia al cambio social, exigencia del pueblo.

 Particularmente en el Perú valoramos el Ayllu por ser la célula organizativa base que fue sustento del Estado Incaico y que funcionó aplicando códigos morales afirmativos con espíritu solidario, generando bienestar para la colectividad.

 En la actualidad, los municipios son el talón de Aquiles de la clase dominante. De allí que es muy importante participar activamente en el proceso electoral municipal, porque es el espacio apropiado para difundir ideas sustantivas contenidas en el Programa Reivindicativo y Programa Prospectivo, siempre orientado a fortalecer las organizaciones de base, a lo largo y ancho del país, propiciando un gran Frente Unido que dirigirá las exigencias del pueblo al cambio Social.

En ese sentido cobra singular importancia el libro SOCIALISMO PERUANO HOY del acucioso investigador Ramón García Rodríguez. En sus páginas se encuentra sistematizado, en lo fundamental, el devenir histórico del socialismo peruano. Específicamente con respecto a la Exigencia Municipal, se encuentra en el Capítulo II (Moral y Derecho) y comprende desde la pág. 139 a 150. Precisamente Municipio Productivo se sustenta en el aporte del autor para generalizarlo y difundirlo entre las masas y para orientarse en los procesos electorales que se desarrollan en el país cada cierto periodo de tiempo. Similar importancia cobra la serie de artículos del Ing. Miguel Aragón Ojeda, acerca del PROCESO ELECTORAL difundido en marzo y abril del 2005 donde se fomenta la unidad de todas las fuerzas susceptibles de ser unidas a excepción de la clase dominante y sus representantes. Luego afirma que “la contienda será, por un lado, entre las fuerzas que trabajan por el cambio social, y por otro lado, las que defienden el viejo orden social establecido en el país”.

OBJETIVOS:

- Participar activamente en el proceso electoral Municipal con ideas renovadoras.

-  Promover dirigentes pensantes y operantes del pueblo, en los municipios del Perú.

-  Propagandizar y agitar el Programa Reivindicativo y Programa Prospectivo.

-  Difundir los principios de la Moral de Productores.

-  Contribuir al fortalecimiento de las organizaciones del Pueblo Peruano en un gran Frente Unido (FU) para el Cambio Social.

 

EL MUNICIPIO A TRAVÉS DE LA HISTORIA

En el Estado Incaico, la célula económica de la sociedad fue el Ayllu. Varios ayllus (Municipio) constituían una Marca (Provincia) y varias Marcas constituían un Suyu (Región) y los cuatro suyos (Chinchaysuyo, Contisuyo, Antisuyo, Collasuyo) formaron el Tahuantinsuyo.

El principio del Ayllu fue la reciprocidad en el trabajo. Todos trabajaban la tierra para un fin común. Y espiritualmente, cada ayllu tenía como tótem al Mallqui (el patriarca más antiguo) que guiaba sus acciones en la comunidad. He ahí un ejemplo de nuestros ancestros que muy bien puede ser emulado por las nuevas generaciones, de acuerdo al avance científico-tecnológico, orientado al fortalecimiento de las organizaciones del pueblo en función del trabajo y vida digna. Emulando lo nuestro, no hay porque imitar a organizaciones foráneas. Seguir el ejemplo del Amauta JCM quien precisó de manera contundente y con claridad que “la revolución no será calco ni copia sino creación heroica”.

En la lucha por el cambio social, por la nueva democracia, el municipio cumplió y seguirá cumpliendo un papel muy importante. Veamos:

En 1821, en Cabildo abierto, el municipio cumplió un rol trascendente para la Liberación Nacional, acontecimiento de trascendental importancia histórica, toda vez que fue registrado en un Acta firmada el 15 de julio de 1821.

Cumple un rol primordial y protagónico para el cambio social, por ser la expresión genuina del Frente Unido del pueblo peruano.

Es la base fundamental para la organización de un nuevo sistema social.

Por sus características, en la actualidad es el talón de Aquiles de la clase dominante.

 

MUNICIPIO-VECINDARIO-INDIVIDUO:

A partir de las tres interrogantes planteadas a continuación, se encuentra la respuesta con respecto a las necesidades del individuo y por ende de la colectividad, centrada fundamentalmente en la liberación de las fuerzas productivas. He aquí:

Ø ¿Qué necesita el Municipio? -  El municipio necesita lo que necesita el vecindario.

Ø ¿Qué necesita el vecindario? - El vecindario necesita lo que necesita el individuo.

Ø ¿Qué necesita el individuo?    Lo que el individuo necesita es:

 

SEGURIDAD  VITAL

DIGNIDAD HUMANA

PROSPERIDAD SOCIAL

Alimentación

Vivienda

Trabajo

Comunicación

Vestido

Educación

Descanso

Recreación

Salud

 

¿Por qué Seguridad Vital?  Porque es la necesidad básica de todo ser viviente. En sus albores, el hombre errante se alimentaba de lo que encontraba en el camino, se comunicaba a gritos o gestos y descansaba donde le daba la noche. Es lo que todo animal (racional e irracional) realiza en el día a día.

Cuando en la actualidad vemos y constatamos a seres humanos, en grandes ciudades, pernoctando en la calle o debajo de algún puente, alimentándose de mendrugos, se dice que ha llegado al estado de animalidad irracional, permaneciendo en el estrecho marco de la Seguridad Vital Primitiva. Qué contraste, cuando debido al desarrollo socio-económico, el hombre debería gozar de alimentación adecuada (sana y nutriente), comunicación sostenida y transparente, y un descanso metódico para elevarse cualitativamente en el curso de la vida, cosa que no sucede en pleno siglo XXI. Por consiguiente, el capitalismo como sistema ha dejado de coincidir con el progreso.

¿Por qué Dignidad Humana? Porque el ser humano debe disfrutar de una vivienda adecuada, vestido decente y tiempo necesario para recrearse. He ahí el sustento de la lucha por los tres ochos: ocho horas de sueño, ocho horas de trabajo y ocho horas de recreación, conquistada por la clase trabajadora en heroicas jornadas de luchas y cientos de vidas sacrificadas. ¿Se cumplen en nuestro tiempo?  La respuesta es obvia.  Bien sabemos que, debido a la política neoliberal, producto del capitalismo salvaje, el hombre del pueblo vive en los cerros o villas miserias en habitaciones inadecuadas, con vestimentas para toda estación; y, sin recreación debido a que tienen que trabajar de sol a sol para sobrevivir. ¿Ésta es una vida digna? Claro que no. Las grandes mayorías que representan a más del 90 % de la población, luchan por sus derechos elementales de trabajo digno y de vida digna.  El lenguaje de todos los gobiernos de turno y sus representantes siempre ha sido la represión, cada vez más brutal e inhumana. Sin embargo, debido a los avances científicos y tecnológicos, el hombre debería tener una vida digna, lo cual no sucede por la acumulación de la riqueza en pocas manos dirigida por la clase dominante. Por consiguiente, el capitalismo como sistema ha dejado de coincidir con el progreso.

¿Por qué Prosperidad del Pueblo? Porque con Trabajo digno (ajeno al trabajo explotador) debe garantizarse el bienestar de la población económicamente activa. Pues siendo el destino del hombre la creación, su desarrollo debe darse con alegría en su trabajo productivo; asimismo, con Educación de calidad debe estimularse la preparación de las nuevas generaciones en pensamiento y acción como se desarrolló en el Estado incaico a través del ayllu. En el Ayllu, la Escuela fue para la vida. Fue una escuela Comunitaria, activa, única, productiva y solidaria. Realmente una experiencia educativa socialista comunitaria; y, con Salud integral debe promoverse una vida saludable mediante una política de prevención, armonizando el estudio-trabajo y el trabajo-estudio en la comunidad. He ahí la garantía para lograr el progreso y prosperidad del pueblo. En la actualidad en el país sucede todo lo contrario, a pesar de ser un país rico, muy rico, extremadamente rico, su población vive en pobreza y extrema pobreza.  Es decir, el Perú es un país rico pero empobrecido para el pueblo debido a que la clase dominante, a través de sus gobiernos de turno, han impuesto la estrategia de desarrollo extractivista que consiste “en grandes volúmenes de recursos naturales destinados a la exportación a mercados globales”. Esta clase minoritaria es la que se beneficia económicamente a costa de la destrucción ecológica y contaminación ambiental. Y bien que ha sido denunciado por los maestros del Perú profundo, al precisar que “hay oro, hay plata, hay cobre, pero el pueblo sigue pobre”. De allí que se ha acentuado en el país la desagrarización y la desindustrialización, que trae como consecuencia la desocupación de un gran porcentaje de la población y como secuela la informalidad generalizada y el incremento peligroso de la delincuencia a nivel nacional. Por consiguiente, el capitalismo como sistema, al no afrontar la solución de los problemas, ha dejado de coincidir con el progreso.

Por lo expuesto, el TRABAJO es la primera exigencia del Individuo, del vecindario y del Municipio. Y no es casual que J.C. Mariátegui nos ilustrara con gran lucidez precisando que “El destino del hombre es la creación y el trabajo es creación, vale decir liberación. El hombre se realiza en su trabajo”.  En efecto, sin trabajo no hay Educación ni Salud; no hay vivienda, ni vestido ni recreación, no hay alimentación, comunicación ni descanso. Vale decir, no se cumplen las necesidades básicas del hombre en cuanto a Seguridad Vital, Dignidad Humana y Prosperidad Social.

MUNICIPIO-DISTRIBUCIÓN-DIRECCIÓN:

Está demostrado que toda conquista lograda por la clase trabajadora y el pueblo, han sido producto de largas jornadas de lucha. Pues sin luchas, no hay victorias.

Décadas tras décadas, de acuerdo a la realidad concreta, la clase trabajadora sigue profundizando sus luchas por trabajo digno, por sus más sentidas reivindicaciones y salario digno, los mismos que están contenidos en el Programa Reivindicativo (PR), reajustado periódicamente. Vale decir, la lucha está limitada a la Distribución de lo producido mientras la clase dominante se mantenga en el poder. Esta clase parasitaria, se da maña para engatusar al pueblo en cada proceso electoral. Una vez en el gobierno, con promesas incumplidas, arremeten contra los derechos conquistados por los trabajadores.  De allí que una serie de conquistas logradas por la clase trabajadora en duras jornadas de lucha y traducidas en normas legales, han sido derogadas generando inestabilidad laboral en la clase trabajadora.

El actual sistema socio-económico impuesto por el neoliberalismo en el Perú, resulta ser una traba para el desarrollo de las fuerzas productivas. Por lo tanto, las luchas de la clase trabajadora y del pueblo en su conjunto exigen renovación, orientando su potencial a la lucha por la Dirección de la Producción. De allí que se impone la reivindicación del trabajo productivo para garantizar la prosperidad nacional.

En ese sentido la participación del pueblo organizado en el proceso electoral municipal (talón de Aquiles de la clase dominante) cobra importancia singular, porque se tiene la tribuna para la difusión de las ideas renovadoras, llegando a todos los niveles del pueblo trabajador. Para el efecto, debemos partir de la realidad con pocas ideas a muchos en diversos talleres con prensa agitativa y de la experiencia con muchas ideas a pocos en diversos seminarios con revistas de investigación, promoviendo la instalación de los Municipios Democráticos, muy distintos y distantes de los municipios dirigidos por la vieja política criolla. He ahí el espíritu renovador de tomar la montaña, trabajando en las bases y en las alturas, como Pedro y Pablo.

MUNICIPIO – ELECCIÓN – GOBIERNO:

En el Perú, a partir de 1980 viene funcionando con regularidad el sistema electoral presidencial. En el proceso se ha complementado con el sistema electoral municipal y regional que se ha venido desarrollando periódicamente con la participación numerosa de candidatos promovidos por diversos partidos y movimientos políticos a lo largo y ancho del país.

Para las elecciones municipales y regionales del 2018, en la Comisión de Constitución se ha aprobado un cronograma donde se fija fecha límite para que el JNE resuelva las tachas de candidatos hasta 30 días antes del proceso. Asimismo, se ha determinado cerrar el padrón electoral 350 días antes de las elecciones con el propósito de contrarrestar los votos golondrinos.

El sistema DUSO (Directo-Universal-Secreto-Obligatorio) es lo que se viene aplicando para la votación en el país, donde participan todos los ciudadanos mayores o igual a 18 años, incluido los iletrados.

Los candidatos que luchan por el Municipio Productivo o Democrático, participan agitando el Programa Reivindicativo en función del Programa Prospectivo, planificado a corto, mediano y largo plazo.

La Planeación General que conducirá al Progreso del país, tiene que ser producto de la gestión armónica de la nueva democracia en el municipio, región y presidencial. He ahí el espíritu imaginativo y creador del pueblo peruano.

MUNICIPIO – PROVINCIA – REGIÓN:

Para la liberación de las fuerzas productivas, tenemos que basarnos en la Comuna como célula económica de la sociedad. En ese sentido es imprescindible reivindicar a la familia como célula biológica y el municipio (ayllu) como célula económica.

El municipio reivindicado como célula económica, deviene en la unidad básica de la actividad social que se desarrolla en tres sectores. Estos son: a) Sector Primario (Agricultura); b) Sector Secundario (Industria); c) Sector Terciario (Servicios). He ahí como consecuencia la unidad básica del cálculo económico para la Planeación General.

Con la liberación de las fuerzas productivas, el nuevo sistema administrativo del Perú tendrá como base esencial al “Municipio (Ayllu) - Provincia (Marca) - Región (Suyu), como unidades de triple integración de la producción, administración y gobierno”. He ahí el espíritu afirmativo de la lucha por el nuevo municipio orientado al cambio social. Vale decir, por un Perú Nuevo en el Mundo Nuevo. Por un Perú Integral.

MUNICIPIO – PARROQUIA – DISTRITO:

En la actualidad, entre el municipio democrático, parroquia teocrática y distrito burocrático, no se aprecia clara diferencia debido al rol que cumplen con la población. Sin embargo, bien sabemos que el municipio al asumir tareas de Producción, administración y gobierno, tiene origen democrático por cuanto democracia significa gobierno del pueblo y para el pueblo (demos=pueblo; cratos=gobierno). Por consiguiente, el municipio democrático es la expresión primera del gobierno del pueblo.

Con el cristianismo se impuso la teocracia (gobierno de Dios). De allí que la parroquia fue la encargada de asfixiar al municipio (ayllu), donde el párroco era quien llevaba los registros de matrimonios, nacimientos y defunciones. Mediante estas acciones tenía la contabilidad y control de la población, bien utilizado para cobrar diezmos y primicias. Lo que, es más, la iglesia llegó a controlar los hospicios, hospitales, cementerios, montes de piedad (Préstamos usureros), escuelas, universidades, entre otros, manteniéndose hasta la actualidad en algunos casos.

Con la independencia se impuso el distrito, siendo ahora el Estado encargado de asfixiar al municipio a través del distrito de aguas, distrito industrial (zona industrial), distrito militar, distrito policial, distrito judicial, distrito electoral, entre otros.   

Por consiguiente, Parroquia y Distrito son jurisdicciones territoriales ajenas al espíritu de la comunidad. De allí que su orientación ha estado por encima de los intereses de la colectividad a quienes se les han impuesto una serie de medidas arbitrarias en desmedro de la economía familiar.

Por lo tanto, el Municipio Democrático, producto del nuevo Estado, tiene que funcionar independiente de la parroquia. Y al imponerse en el proceso histórico, cuando el pueblo se levanta y el Perú se ponga de pie, al distrito burocrático no le queda sino desaparecer.

CÉLULA BIOLÓGICA Y CÉLULA ECONÓMICA:

En el Perú Integral, tanto la célula biológica como la célula económica se verán ampliamente favorecidas. Veamos:

Célula Biológica: Con el nuevo orden social la mujer será beneficiada al quedar emancipada del régimen machista, del régimen teocrático y del régimen burocrático. Todos por igual la han discriminado y seguirán discriminándola mientras persista el viejo orden social.

Célula Económica: Con el nuevo orden social, resurge el desarrollo nacional a través del trabajo solidario, muy distinto y distante del trabajo alienante que impera en el viejo orden social.

En conclusión: El Perú es un país rico, muy rico. Lo tiene todo en sus tres regiones naturales. Sólo le está faltando organización popular con moral de productores, espíritu creador y voluntad transformadora, para promover con fe, razón y ventaja el cambio social. Urge la tarea de fortalecer la unidad del amplio conglomerado que participa en el escenario de la política nacional. Son los trabajadores que reclaman la unidad de las fuerzas renovadoras. Unidad posible mediante acciones conjuntas contra la vieja política criolla. De allí que debemos seguir luchando con perseverancia por un Perú Integral. Para el efecto iniciar a conciencia por el trabajo municipal, talón de Aquiles de la clase dominante. He ahí la exigencia municipal para un municipio productivo.

¡EL MUNICIPIO PARA EL BUEN VECINO!

¡EL BUEN VECINO PARA EL MUNICIPIO!

                                                                                                             José Félix D.

76 Aniversario del Nacimiento de José Félix 1948-20 

Fuente:

1. Ramón García Rodríguez, Socialismo Peruano Hoy. Ediciones Juan Gutemberg, Lima-Perú 2010.

2. Miguel Aragón, artículo Proceso Electoral, Lima-Perú 2005

 

20 octubre de 2024.

 

sábado, 18 de noviembre de 2023

UNA APROXIMACIÓN A LA ARQUITECTURA DE UN NUEVO ORDEN: ¡PREPARARSE PARA GOBERNAR!

  


Hace más de 160 años un caballero europeo observando la dinámica o el comportamiento del inversionista o negociante burgués escribe lo siguiente: "El capital huye de los tumultos y las riñas y es tímido por naturaleza. Esto es verdad, pero no toda la verdad. El capital tiene horror a la ausencia de ganancia o a la ganancia demasiado pequeña, como la naturaleza tiene horror al vacío. Conforme aumenta la ganancia, el capital se envalentona. Asegúresele un 10 % y acudirá adonde sea; un 20 % y se sentirá ya animado; con un 50 %, se volverá positivamente temerario; al 100 %, es capaz de saltar por encima de todas las leyes humanas; el 300 %, y no hay crimen a que no se arriesgue, aunque arrostre el patíbulo. Si el tumulto y las riñas suponen ganancia, allí estará el capital encizañándolas. Prueba: el contrabando y la trata de esclavos."[1]

Si el capitalismo de ayer prosperó en medio del fango y la sangre; el neoliberalismo salvaje del revival capitalista, de la “supervivencia del más apto”, del culto al mercado y de la zozobra de las elites occidentales que ven desvanecer su dominio mundial ¿qué no harán para sobrevivir con un 300 % de utilidad? 

Un análisis superficial de los acontecimientos en los últimos años nos lleva a preguntarnos: ¿Por qué los usanos del norte permitieron el 11 de Setiembre 2001? ¡Necesitaban un pretexto! Las elites de los EEUU viven del complejo militar e industrial. ¿Por qué el occidente colectivo promueve la destrucción de vidas e infraestructura en Siria, Ucrania y Gaza? No será porque la destrucción, robo y reconstrucción en Irak, Libia, Afganistán, Siria, Ucrania, Palestina es un pingüe negocio, en armas y reconstrucción, con un 300% de beneficio. Un negocio a la vista y nada detiene al capital. Los pueblos ponen los cadáveres y las corporaciones se llevan las ganancias. Cuánta razón tenía Marx al sentenciar: “el capital viene al mundo chorreando sangre y lodo por todos los poros, desde los pies a la cabeza.”[2] Recurrir a la mentira, a la estafa y hasta la masificación del crimen es apenas un movimiento táctico, en la estrategia del Marketing, cuando el negocio está a la vista. Pero… ¿por qué los representantes del capital están tan desesperados que tienen que montar todo un tinglado para justificar sus negocios (guerras)? ¿No será porque el agua les está llegando al cuello? 

El mundo vive signos inequívocos de una crisis que para muchos es la crisis terminal del capitalismo. Crisis irreversible cuyos síntomas más notorios se manifiestan en el terreno de la economía, la política y la sociedad.

En la economía, inflación – deflación, crisis inmobiliaria, inestabilidad bursátil, crisis energética y feroz batalla por los mercados que tienen como telón de fondo la tendencia a la caída irreversible de la ganancia. Tendencia indetenible a pesar de la inteligencia artificial y la robótica que sólo favorecerá a los monopolios. IA + Robótica = abundancia, nos dicen los alcahuetes del capital. Pero, no dicen nada que esa fórmula en manos privadas traerá miseria, desocupación y muerte para miles millones de seres humanos.

En la política, descrédito de la gastada manera de mandar mandando, crisis de la democracia representativa (desprestigio de los estafadores políticos y sus partidos – empresa) y percepción cada vez más generalizada de la democracia burguesa como un negocio más. Asimismo, la ofensiva por consolidar el dominio unipolar de occidente enfrenta la resistencia de las naciones estado que buscan relaciones equitativas, equilibradas y mutuamente beneficiosas en la economía - política. Una transición hacia el reagrupamiento de culturas o civilizaciones (el mundo islámico, la china, la rusa, la hindú, la africana y américa nativa) que se alejan del mundo unipolar marca el rumbo de la época.

En la sociedad, crisis de valores, desintegración de la familia y descomposición del viejo orden social (espiral creciente de la delincuencia en todas sus modalidades). En síntesis, vivimos una crisis civilizatoria que muestra los límites del orden capitalista. El neocolonialismo occidental vive sus estertores agónicos. El capitalismo ya no es sinónimo de progreso sino de destrucción de vidas y la morada humana (la Tierra). Esta es una crisis del modelo civilizatorio: el capitalismo ha cesado de coincidir con el proceso de humanización de la sociedad. “Capitalismo o Socialismo. Este es el proble­ma de nuestra época. No nos anticipamos a las síntesis, a las transacciones, que sólo pueden operarse en la historia.”[3] La mirada previsora del Amauta observó que las transacciones en la historia son inevitables. Hoy las observamos en los socialismos con características propias como China, Vietnam, etc. El capitalismo intenta sobrevivir; pero, el socialismo que avanza sin pausa.

         Ese es el telón de fondo sobre el que se enmarca la protesta popular. Protesta que está pasando del motín local o regional a la movilización nacional. Pero, veamos o mejor revisemos brevemente la experiencia de nuestros pueblos indoamericanos en el combate de clase.

Oportunidades perdidas. Hace 113 años los campesinos de México se levantaron armas. En aquel momento Pancho Villa y Emiliano Zapata tomaron la capital azteca y no supieron qué hacer con el poder.

En Chile, el movimiento iniciado por los llamados pingüinos (2006), continuó años más tarde en grandes jornadas que fueron apaciguadas con la zanahoria Piñera: nueva constitución. Es así que noviembre del 2019 se aterrizó en el llamado “Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución”. Elaborándose una nueva constitución, redactada bajo los parámetros y armas de los defensores del orden impuesto por Pinochet. Las fuerzas democráticas se someten a las reglas del juego e introducen una serie de enmiendas que no son del agrado del establishment. La propuesta del proyecto de nueva Constitución es rechazada en el plebiscito del 4 de septiembre de 2022. Rechazado el proyecto, se entretiene a los trabajadores chilenos con el llamado proceso constituyente 2.0

Hace veintidós años el pueblo peruano se puso de pie contra la corrupción y la política neoliberal del régimen fujimorista. Más tarde, después de los acontecimientos del 7 de diciembre 2022. Como consecuencia de un golpe congresal, urdido desde que era evidente su triunfo, se destituye a Pedro Castillo. Los hombres y mujeres del Perú profundo protestaron masivamente por el respeto al voto popular. La respuesta desde el gobierno impuesto fue brutal, más de 70 asesinados y cientos de heridos. El Perú exigía un cambio en las relaciones de poder entre la Lima virreinal y las provincias. Y ciertamente las clases dominantes nos dieron un cambio, pero con la fórmula de siempre, moco por baba. Es decir, más de lo mismo, en el 2001: el blanqueado Toledo. Y en el presente, una dictadura cívico – militar con un fantoche como lideresa.

         ¿Qué nos enseñan las experiencias de nuestros pueblos hermanos?  Que no basta luchar, que no es suficiente tener el control de la situación; que de lo que se trata es saber qué hacer con el poder; que de lo que se trata es tener claridad sobre la arquitectura de una nueva sociedad, de una nueva economía, de una nueva política; que de lo que se trata es conocer el nuevo modelo de desarrollo con el que reemplazar el viejo modelo de apropiación de la naturaleza; y que todo lo anterior tiene como precondición la consolidación de una organización desde la misma entraña del Perú diverso, es decir, un nuevo poder vecinal.  

José Carlos Mariátegui analizando el fracaso de la rebelión de Atusparia en 1885 señala que

 “cuando la revuelta aspiró a transformarse en una revolución, se sintió impotente por falta de fusiles, de programa y de doctrina.”[4]

¿Qué nos quería decir el maestro? Primero, que sin un centro de mando (doctrinalmente homogéneo) que centralice y encamine la indignación será imposible articular la acción espontánea de las fuerzas de la producción y el trabajo. Segundo, que es obligatorio un programa de lucha que sintetice las aspiraciones más sentidas del 90 % de los peruanos. Programa que unifique a los peruanos en torno a cuatro ejes trabajo, educación, salud y seguridad. Programa que convierta la indignación en fuerza material realizadora de cambios estratégicos. Tercero, Marx tempranamente en 1843, señaló: “El arma de la crítica no puede, por supuesto, reemplazar a la crítica del arma; la fuerza material debe ser derribada por la fuerza material. Sin embargo, la teoría se convierte en fuerza material tan pronto como es comprendida por las masas.”[5] Ese es precisamente el problema, lograr que las masas (los nadies) conozcan que hay otro mundo posible, distinto al orden individualista – egoísta, y que sólo ellos, los trabajadores, pueden construir. 

         En 1884 Federico Engels dice que “casi todos los socialistas” de Inglaterra “han propuesto, en diferentes épocas, la aplicación igualitaria de la teoría ricardiana.” Pero, “la susodicha aplicación de la teoría de Ricardo” es “formalmente falsa en el sentido económico, ya que representa una simple aplicación de la moral a la economía política. Según las leyes de la economía burguesa, la mayor parte del producto no pertenece a los obreros que lo han creado. Cuando decimos que es injusto, que no debe ocurrir, esto nada tiene de común con la economía política. No decimos sino que, este hecho económico, se halla en contradicción con nuestro sentido moral. Por eso Marx no basó jamás sus reivindicaciones comunistas en argumentos de esta especie, sino en el desmoronamiento inevitable del modo capitalista de producción, desmoronamiento que adquiere cada día ante nuestros ojos proporciones más vastas.”[6]

En esas páginas los maestros de la clase obrera marcan una línea divisoria entre socialismo burgués y socialismo proletario. El primero clama por “justicia social”. El segundo promueve el Cambio Social. El campesinado, la pequeña y mediana burguesía sólo llegan a enarbolar la bandera de la “justicia social”, el reparto equitativo de la tierra, el salario justo y el bienestar social, son los adalides del “justicialismo” y el “igualitarismo”. El socialismo burgués es justicialista. Pero, sólo el socialismo proletario puede enarbolar la bandera del Cambio Social. Las razones de la sustitución de un sistema de explotación no residen en que sea un orden justo o injusto, moral o inmoral, sino en que el viejo orden ha dejado de coincidir con el progreso, como anotara José Carlos Mariátegui.

         En nuestro tiempo, artículo de primera necesidad es el trabajo; pero, éste brilla por su ausencia. Poblador económicamente activo sin trabajo es mercancía sin valor, es simplemente baladí, despreciable, un cero a la izquierda.  Cada día es más difícil conseguir un puesto de trabajo. El Perú crece económicamente, dicen los mercenarios del “buen gobierno”; pero, nuestro país sigue hundiéndose en la descomposición política, moral, social y económica. Un Estado que no garantiza el trabajo, la vida, la educación y la salud de sus representados, es decir, del pueblo peruano, no merece seguir existiendo. Por eso, los trabajadores del campo y la ciudad expresan su malestar, su descontento, su insatisfacción en las permanentes huelgas, paros y movimientos por sus reivindicaciones básicas.

El Perú del siglo XXI busca una solución, pero no cualquier solución. Nuestro pueblo busca una salida, una solución de continuidad y ruptura, que unifique nuestras tradiciones, nuestras experiencias de vida. Peruanicemos al Perú, bandera que brota espontánea desde las entrañas de nuestro Perú al pie del orbe, no es una simple frase, condensa tres etapas de la historia de nuestra formación social. El autor de los 7 Ensayos en su célebre respuesta a Luis Alberto Sánchez sintetiza su posición al respecto: “No es mi ideal el Perú colonial ni el Perú incaico sino un Perú integral.”[7] Esta es la más lúcida solución de continuidad y ruptura que unifica las tres tradiciones (incaica, española y republicana) en una, la tradición socialista. 

La experiencia de cada una de nuestras regiones en la solución de los problemas de la unidad del pueblo es grande como grande es el espíritu de lucha que las anima. Sistematizarlas es una tarea pendiente. Por eso, es necesidad perentoria iniciar el intercambio de experiencias en la organización de masas del campo y la ciudad, en los sistemas de dirección y ejecución, mando y obediencia. Rescatar la gran tradición de nuestros antiguos en el arte de MANDAR OBEDECIENDO.

Preparar la organización no solo en lo orgánico sino, sobre todo, en lo doctrinal. El programa de unidad es la táctica que dicta la estrategia. La estrategia es lo doctrinal, la prospectiva estratégica. El estado mayor revolucionario debe adelantarse, a los posibles escenarios de confrontación, teniendo presente que la principal batalla con el adversario se libra en los cerebros de nuestros humanos hermanos. Sin dejar de tener presente que los seres humanos (individualmente) proponemos; pero, el movimiento real que va muchas veces más allá de nuestros deseos lo contradice o confirma.

Es hora que la clase trabajadora tome en sus manos la administración de la cosa pública. ¡Puede alguien dudarlo! Para cumplir ese objetivo tenemos el deber de prepararnos, material e intelectualmente. Tenemos el deber de estudiar y debatir cuál ha de ser la arquitectura de un nuevo poder. Tenemos la obligación de hallar formas que conjuguen bajo costo, eficiencia y rapidez en la administración y solución de los problemas de la cosa pública. Lino Urquieta en 1903 levantó la bandera de la “completa autonomía provincial en el orden económico y administrativo, tendiendo a preparar el terreno para una federación de municipios.”[8] Al ilustre luchador social moqueguano no le falta razón en su premonitorio planteamiento. Planteamiento que abre paso, en la búsqueda de soluciones, hacia la tesis de un nuevo municipio como célula base de un Nuevo Estado. Es decir, un Nuevo Estado, tipo Comuna, donde el dinero y la fanfarria electoral no cumplan ninguna función. De las elecciones en barrios y centros de producción, surgirán los delegados a los gobiernos municipales y, de éstos, los delegados para las asambleas nacionales. Así sólo los que luchen los 365 días del año tendrán el deber y el derecho de representar a su pueblo. ¡He ahí una tarea digna de las generaciones actuales y venideras!

Vivimos tiempos decisivos. El factor trabajo tiene que someter al capital porque de ello depende la supervivencia de la humanidad. La inteligencia artificial + la robótica se convertirá en la espada que extermine a los humanos, si los trabajadores no toman el control de sus vidas y la administración del poder global.

IA + robótica + propiedad social = socialismo

La defensa del derecho a la vida es prioritaria frente a la política de destrucción y muerte que impone la agonía de occidente colectivo. Podemos decir, a manera de síntesis, que el socialismo no es un problema a resolver, ni un misterio que vivir sino una realidad a crear. Socialismo es sinónimo de vida, de humanidad.

¡Un nuevo orden está en la orden del día!

¡Proletarios de todos los países, uníos!

 

Tacnacomunitaria

Tacna, 18 noviembre 2023

edboma3@gmail.com



[1] P. J. Dunning, TradeUnions, 1860, p. 36.  Nota a pie de página en El Capital Tomo I, Pág. 646-647

[2] K. Marx, El Capital Tomo I, Fondo de cultura económica, México, 1971, Pág. 646

[3] José Carlos Mariátegui, Aniversario y Balance de la revista Amauta, setiembre 1928

[4] José Carlos Mariátegui, Prefacio a El Amauta Atusparia, Ideología y Política

[5] Karl Marx, Introducción a la Crítica de la Filosofía del Derecho de Hegel (1843)

[6] F. Engels, Prefacio a la primera edición alemana de Miseria de la filosofía de K. Marx, Editorial Progreso, Moscú, Pág. 7 – 9; ver también Cap. I, Pág. 59, la versión electrónica en https://www.marxists.org/espanol/m-e/1847/miseria/index.htm

[7] JCM, Tomo 13, Edición 1979, Pág. 222

[8] Amauta Nº5, Enero 1927