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lunes, 17 de abril de 2017

CONTRA EL GOLPE Y EL INTERVENCIONISMO DE LA OEA




13/04/2017

Ya es un clamor mundial de los pueblos exigir respeto para Venezuela. Una y otra vez, el imperio y sus cómplices han intentado descarrilar el proyecto político y económico que la voluntad democrática del pueblo venezolano ha defendido en jornadas electorales ejemplares, reconocidas por los diversos Organismos Internacionales y bajo la inspiración de Hugo Chávez.

Las instituciones democráticas del mundo exigen que se respeten los Diálogos de Paz que se desarrollan en Venezuela alentados por la UNASUR y el Papa Francisco, con la participación del delegado del Vaticano y los ex presidentes José Luis Rodriguez Zapatero de España, Martin Torrijos de Panamá y Leonel Fernandez de República Dominicana, como instancia ejemplar para dirimir diferencias y garantizar la expresión de todas las voces.

No obstante los esfuerzos del Gobierno venezolano, y sin importar los diversos avales económicos, técnicos y políticos que Venezuela ha conquistado en Organismos Internacionales gracias a sus avances en materia de educación, irrefutables logros en vivienda, salud y trabajo, los sectores de la derecha local y regional insisten en entrometerse usando burdas operaciones mediáticas, utilizando organizaciones financiadas desde EEUU para operar, calumniar, engañar y deformar la realidad respecto a Venezuela. Se ha llegado a una situación insostenible e inaceptable. Basta ya.

Hoy la República Bolivariana de Venezuela vive bajo un acoso mundial descomunal, injusto e ilegítimo. Se trata de un ataque irracional e irresponsable que el imperio ha desatado castigando al pueblo de Bolívar, y contra el presidente Nicolás Maduro, a través de una guerra económica inclemente, un plan de encarecimiento artificial de los insumos básicos, un desabastecimiento programado, una inflación manipulada desde Miami; una guerra mediática con acusaciones irresponsables y peligrosas como el decreto de Obama acusando a Venezuela de “amenaza inusual y extraordinaria”. 

El mundo sabe que se intenta derrocar al gobierno de Venezuela para adueñarse de sus riquezas naturales, esclavizar la mano de obra y castigar su atrevimiento por querer ser un país fraterno, soberano y revolucionario.

El gobierno de la República Argentina ha encabezado en la región una infamante y vergonzosa campaña contra la hermana República Bolivariana de Venezuela. Mauricio Macri ha hostilizado al legítimo gobierno venezolano difamando, descalificando e impulsando acciones de desestabilización en una perversa articulación de la derecha regional, en consonancia con las acciones destituyentes orquestadas por los Estados Unidos. Lejos de sumar esfuerzos en favor del diálogo y la concordia, Macri ha sido un activo promotor de la exclusión de Venezuela del Mercosur y de la injustificada aplicación de la Carta Democrática de la OEA. 

El desprecio de Macri hacia el gobierno venezolano no puede sino configurar el correspondiente desdén y desaire hacia el pueblo que eligió, convalidó y ratificó a ese gobierno. Por estas horas el pueblo venezolano actualiza su compromiso con la revolución bolivariana y vuelve a expresar multitudinariamente en las calles su apoyo al gobierno de Nicolás Maduro. 

El infame proceso de exclusión de Venezuela del Mercosur, protagonizado por Macri y el golpista Temer, ha implicado una flagrante violación de la institucionalidad de nuestro bloque regional. Repudiamos las aviesas maniobras impulsadas por los gobiernos derechistas de la región contra Venezuela provocadas con el evidente fin de posibilitar que el Mercosur se constituya en una plataforma del Libre Comercio y de las operaciones y fuga de divisas de las empresas transnacionales. 

Asimismo, repudiamos las agresiones físicas y verbales a las que fueron sometidos la Canciller venezolana Delcy Rodríguez y el Canciller boliviano David Choquehuanca en ocasión de la reunión de Cancilleres de Mercosur, realizada en Buenos Aires en el mes de diciembre de 2016, en abierta violación de las más básicas normas del derecho diplomático. 

La agresividad hacia Venezuela se ha reiterado en las expresiones parciales y violentas de parte de la Canciller de la República Argentina Susana Malcorra y del resto de los Cancilleres presentes en la reunión de Cancilleres de Mercosur celebrada en la ciudad de Buenos Aires el día 1 de abril de 2017, las que tensionan aún más la situación con la hermana República Bolivariana de Venezuela y desestabilizan nuestra Región, que se caracteriza por ser una región de Paz, sin diferendos ni hipótesis de conflicto entre sus miembros.

Esas mismas actitudes han sido proyectadas por los gobiernos derechistas de la región a otros organismos internacionales, como es el caso de la OEA. En ese sentido, expresamos nuestro más enérgico repudio al agravio institucional cometido por un grupo de representaciones de Estados miembros de la Organización de Estados Americanos en contra del Estado Plurinacional de Bolivia, al que le fueran usurpadas las funciones de la  Presidencia  del Consejo Permanente  y de la Comisión General  de la Organización con el único fin de aprobar una resolución en contra de la República Bolivariana de Venezuela, violando expresamente los principios y las normas que rigen la funciones de ese organismo internacional. Una vez más, queda en evidencia que quienes reclaman por democracia y derechos humanos en Venezuela son los mismos que violentan el orden institucional en el Mercosur y en la OEA, prohijan a las expresiones más violentas de la oposición venezolana y promueven la injerencia en los asuntos internos de un Estado soberano que sólo incumben a los venezolanos y venezolanas. 

Alertamos al mundo sobre la extrema gravedad que reviste el avance de los Estados Unidos desde una posición abiertamente injerencista hacia la amenaza de una intervención directa de naturaleza militar. En tal sentido, resultan preocupantes y absolutamente repudiables las declaraciones del jefe del Comando Sur de los Estados Unidos, Kurt W. Tidd, durante su comparecencia ante el Congreso norteamericano, quien ha afirmado que "la creciente crisis humanitaria en Venezuela podría eventualmente obligar a una respuesta regional". Advertimos que la apelación a la doctrina de la seguridad colectiva regional implica no sólo una amenaza para Venezuela sino para todos los países de la región. Rechazamos categóricamente tales amenazas e instamos a los pueblos, gobiernos y parlamentos de la región a repudiar toda intervención política, económica y militar de parte de los Estados Unidos y sus aliados en nuestra región. 

  Quienes firmamos este documento exigimos respeto irrestricto por la soberanía de Venezuela, por sus autoridades democráticamente electas y por su Constitución. Exigimos respeto por la libre determinación y la voluntad democrática de su pueblo. Exigimos que cese toda agresión y toda intromisión. Exigimos que se respeten los Diálogos de Paz y se salvaguarde su desarrollo.
            Instamos a que se revise el rol que ha cumplido en la OEA su secretario general Luis Almagro y se le juzgue por el conjunto de las agresiones, sobradamente denunciadas y probadas, que viene cometiendo contra Venezuela y contra la misma OEA.

Llamamos a la unidad solidaria de la Región y pedimos que los pueblos se mantengan alerta manifestándose por todos los medios posibles para que Venezuela escuche y sienta que, en esta circunstancia, como ante cualquier otra agresión, los pueblos del mundo clamamos: No a la Intervención ¡Venezuela se Respeta!

 FIRMAS:
Adolfo Perez Esquivel, Premio Nobel de la Paz
Alicia Castro, Diputada Nacional (MC) Embajadora en la RB Venezuela y ante el Reino Unido
Oscar Parrilli- Director Instituto Patria
Guillermo Carmona, Diputado-Vice Presidente comisión Relaciones Exteriores
Oscar Laborde, Diputado PARLASUR ​
Fernando Buen Abad, filosofo
Atilio Boron, sociólogo, RED en Defensa de la Humanidad 
Jorge Kreyness
Juliana Marino, Ex Embajadora en Cuba
Carlos Raimundi
Telma Luzzani
Jorge Drkos, Senador mc
Siguen las firmas.... 

http://www.alainet.org/es/articulo/184796

martes, 12 de enero de 2016

ADOLFO PÉREZ ESQUIVEL: EL PUEBLO ARGENTINO Y SUS BANDERAS. A UN MES DE “CAMBIEMOS”





Adolfo Pérez Esquivel

ALAI AMLATINA, 12/01/2016.-  Los derechos humanos y la democracia son valores indivisibles, por eso nuestros presidentes suelen asumir los 10 de diciembre, día en que se conmemora el día universal de los Derechos Humanos.

Ha sido una lástima que el Presidente de la nueva administración del Poder Ejecutivo no haya mencionado ni una sola vez en su discurso a los derechos humanos -entre otros olvidos intencionados- y sólo haya mencionado lo humano como “recursos”.

El frente de partidos que deja el gobierno tuvo en tres gestiones una gran oportunidad para desmontar la herencia neoliberal y, si bien avanzó en algunos aspectos, no supo, no pudo o no quizo según los casos, desmontar esa herencia y avanzar en un proceso de emancipación nacional y social como sí sucedió en otros países de la región. Su discurso muchas veces contrastaba con sus actos y alianzas (corporaciones mineras, del agro, petroleras y financieras), mientras consolidaba un estilo de confrontación y polarización que le fue quitando apoyo en ciertos sectores sociales, culminando en el primer balotaje de la Argentina.

Luego de esto, a pesar de haber perdido, el FPV no ha hecho pública ninguna autocrítica de por qué pasó lo que pasó. Paradójicamente, no haber reconocido ningún error en 12 años puede tener mucho que ver con este desenlace: que por primera vez una coalición de derecha asuma el poder a través de elecciones libres y abiertas.

El pueblo evaluará las decisiones tomadas en base a las promesas de campaña, sus derechos, necesidades y lo que vaya mostrando la realidad. Mientras tanto, lo que vemos en este primer mes, son iniciativas muy preocupantes que atentan contra los trabajadores, las instituciones y derechos básicos para cualquier democracia.

Durante la campaña, la coalición electa “Cambiemos” puso mucho énfasis en respetar las instituciones y la república. Sin embargo, en menos de una semana pisoteó su propio relato republicanista con una aluvión de Decretos de Necesidad y Urgencia, que no tienen nada de necesarios ni de urgentes, con el fin de sortear el debate de nuestros representantes en el Congreso, sabiendo que se puede convocar a sesiones extraordinarias.

No sólo intervino y disolvió organismos creados por ley, sino que quiere forzar la destitución de la Procuradora General de la Nación, cuyo mandato otorgado por el Senado aún está vigente, y ya le ha sacado funciones que representaban un avance institucional.

Hechos que se suman a una medida autoritaria inédita: el nombramiento por decreto de dos jueces en la Corte Suprema de Justicia. Los jueces decretados por un presidente, son jueces del Presidente, sin importar sus currículums. La Venezuela Bolivariana que tanto critica “Cambiemos” nunca hizo algo como eso, sus jueces siempre fueron aprobados por la Asamblea Nacional.

Es indispensable iniciar un proceso amplio y participativo de democratización de la justicia y selección de los magistrados de cara a la sociedad.

En materia de seguridad y derechos humanos, paradójicamente, en el único momento que el Presidente Macri asumió el papel de “defensor de los Derechos Humanos” fue en su primera presentación en el MERCOSUR y no tuvo que ver con la Argentina. Mostrando su alineamiento injerencista, defendió a quienes están presos por salir a quemar edificios en Venezuela para derrocar un gobierno electo democráticamente.

Mientras tanto en la Argentina hay más de 6.843 casos de torturas en cárceles en el año 2014, que el nuevo gobierno tiene que asumir, visibilizar e investigar en base a los informes que hemos elaborado entre la Comisión por la Memoria de la Provincia de Buenos Aires, la Procuración Penitenciaria de la Nación y el GESPYDH del Instituto Gino Germani de la UBA.

Hacia adentro del país, el Pro quiere subordinar la cuestión social a las políticas de seguridad que, desde esta perspectiva, opera como reproductoras de las desigualdades. Las declaraciones de emergencia en materia de seguridad y penitenciaria, no apuntan a promover un cambio del paradigma punitivo del Estado ni a atacar el delito complejo, sino que mantienen el sesgo clasista, efectista y selectivo del último eslabón de la cadena, mientras pretenden legalizar contrataciones directas en vez de hacerlas con licitación.

La coalición electa también habló mucho de dejar de perseguir al otro por pensar de forma diferente, y lo primero que ha hecho es desguazar la Ley de Medios, con la intención de priorizar la libertad de empresa por encima de la libertad de prensa.

La Ley de Medios no es una Ley K, es de todos los argentinos porque fue amplia y largamente debatida por nuestra sociedad, y porque reemplazó la ley de facto de la última dictadura. Cuando fui a apoyarla en las audiencias nacionales del Congreso reivindicamos el objetivo de desmonopolizar los medios y de democratizar la palabra. Se podrá objetar la forma de instrumentación de la ley, pero en modo alguno se puede aceptar la vuelta atrás con el derecho a la libre expresión. Por eso siempre voy a defender la Ley de Medios y su correcta aplicación. En vez de censurar, los argentinos necesitamos más voces, porque la paz se construye en el respeto a la diversidad y aceptando críticas.

Otra de las banderas de campaña del actual frente de gobierno fue la de Pobreza cero, porque aún persisten graves desigualdades por resolver como los problemas de acceso a la tierra y una vivienda digna y al trabajo. Pero las medidas tomadas en este poco tiempo fueron en sentido totalmente contrario. Entre ellas, se devaluaron los salarios un 45%, se consintieron aumentos en bienes primarios, se suspendieron paritarias y la publicación de estadísticas, bajaron los impuestos a los que más tienen y despidieron masivamente a miles y miles de trabajadores públicos -que puede ser imitado por el sector privado- para imponer miedo. Y mientras reprimen a los que protestan, el Ministro de Economía se pronuncia extorsivamente diciéndole a los trabajadores y sindicatos que deben evaluar si prefieren pedir aumentos o mantener fuentes de trabajo.

El neoliberalismo acarreó la pérdida de la soberanía nacional, privilegió la entrega del patrimonio nacional a mano de las grandes corporaciones extranjeras, mientras aumentaba en el pueblo la marginalidad y el hambre, de la mano de la impunidad política y jurídica de sus artífices. La historia Argentina y del mundo entero nos enseñan que no es conciliable la política “del derrame”, con los derechos y las necesidades del pueblo.

La nueva administración -y sus gerentes de corporaciones o CEOs- debe respetar las instituciones democráticas del Estado, y asumir que su primera obligación es defender y promover los Derechos Humanos y del Pueblo. No debe caer en la soberbia de la “curda del poder” que aleja a muchos funcionarios del camino que deben seguir. Los gobiernos pasan y los pueblos quedan. Los gobernantes deben cumplir sus funciones cómo Servidores del Pueblo, y no servirse del pueblo para sus intereses partidarios y personales.

Debemos hacer memoria para que nos ilumine el presente. El pueblo argentino pasó por etapas dolorosas entre luces y sombras, y asumió la resistencia y la lucha popular para recuperar la democracia, la Verdad y la Justicia. Muchos arriesgamos la vida en defensa de las libertades civiles y los derechos del pueblo. No podemos renunciar a las banderas que nacieron del pueblo y le pertenecen. Quienes luchamos desde siempre, no estamos dispuestos a dar un paso atrás.

- Adolfo Pérez Esquivel es Premio Nobel de la Paz 1980.

URL de este artículo: http://www.alainet.org/es/articulo/174711
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viernes, 27 de noviembre de 2015

PÉREZ ESQUIVEL: MENSAJE AL PRESIDENTE ELECTO MAURICIO MACRI




ALAI AMLATINA, 26/11/2015.- 
Señor Presidente electo de la República Argentina
Ing. Mauricio Macri

Reciba mi fraterno saludo de Paz y Bien.

Quiero felicitarlo por el triunfo electoral con que el pueblo lo ha consagrado como Presidente de la Nación. Es una gran responsabilidad asumir los desafíos de la construcción democrática, junto a una sociedad que busca fortalecer su participación organizada en las decisiones y políticas que hacen a su vida y que reconoce en la integración continental y regional en defensa de los derechos humanos y de los pueblos, un horizonte de valores y obligaciones indivisibles que permiten superar la pobreza y el hambre y forjar nuevos caminos en el desarrollo. Desarrollo que debe proteger los bienes y recursos de nuestros pueblos y hacerse en equilibrio con la Madre Tierra, sin confundirlo con el crecimiento a cualquier costo, la explotación, la contaminación y la desigualdad.

La Argentina ha marcado caminos en la jurisprudencia nacional e internacional en materia de Memoria, Verdad y Justicia, sobre los que no retrocederemos como pueblo, así como con otros derechos conquistados en los últimos años y que deberían ser profundizados.

Hay además importantes asignaturas pendientes que el nuevo gobierno tiene la responsabilidad de asumir, como es el derecho de los pueblos originarios a sus territorios, identidad y valores culturales que contempla la Constitución Nacional y que son violados permanentemente.

La lucha contra la corrupción y el crimen organizado requiere de políticas integrales y la construcción de consensos sociales y políticos respetuosos de los derechos y promotores de la inclusión y el fortalecimiento comunitario.

A 10 años de la derrota del ALCA, Argentina no puede rifar los márgenes de soberanía ganados sometiéndose a la falsa libertad de los nuevos acuerdos de entrega pregonados, como el Tratado Trans-Pacífico o TISA. Así también en materia de endeudamiento y soberanía financiera, no es cediendo a los reclamos injustos de los fondos buitres, ni continuando de pagar deudas ilegítimas e ilegales a costa de las necesidades del pueblo, que se logrará sentar las bases de una economía fuerte y equitativa. Todo lo contrario. Ningún gobierno argentino debería asumir nuevas deudas sin revisar la legitimidad de lo que se está pagando y por fuera del control soberano.

Como con todos los gobiernos nacidos del mandato popular, estaremos abiertos al diálogo desde nuestra histórica postura de independencia de los partidos y los gobiernos, respetando las diferencias que hacen a la diversidad democrática.

Creemos que desde las políticas públicas es posible construir nuevos paradigmas de vida al servicio de nuestro pueblo.

Le reitero las felicitaciones tanto a Ud. como a quienes le acompañan en la conducción institucional del país, deseándole sabiduría y esperanza en los desafíos que las y los argentinos, todos los habitantes de nuestra patria, tenemos por delante.

Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nobel de la Paz
Presidente, Fundación Servicio Paz y Justicia


viernes, 13 de marzo de 2015

ADOLFO PÉREZ ESQUIVEL: EL ÚNICO PELIGRO PARA EL PUEBLO DE ESTADOS UNIDOS ESTÁ EN ESTADOS UNIDOS




SERPAJ
13-03-2015


Son los lobbys corporativos militares y financieros, que consideran que una región sin guerras y con recursos que no pueden controlar, es un peligro para sus intereses económicos y de poder profundamente antidemocráticos.

La declaración de Venezuela como una amenaza para la Seguridad Nacional de Estados Unidos es un formalismo que siempre ha usado ese país para realizar embargos económicos y una posterior intervención militar en diversos países alrededor del mundo. 
  Han intentado invadir Cuba y fueron derrotados, han intentado vencerla con bloqueo económico y han sido derrotados. El mismo presidente Obama lo reconoció abriendo una nueva etapa de diálogos con la Isla. ¿Por qué ahora intentar hacer lo mismo con otro país latinoamericano? Nadie niega que hay serios conflictos y un incremento de la violencia en Venezuela pero ¿Acaso alguien puede creer que represente un peligro para el pueblo estadounidense o algún otro país del mundo? ¿Porqué EEUU se contradice deliberadamente en sus injerencias externas? ¿No hay acaso una clara crisis humanitaria en México que obvia mencionar? 

Si se trata de violaciones a DDHH, los países latinoamericanos debemos declarar a EEUU, sus injerencias y sus bases militares una amenaza para todos los pueblos de la región. Pero Nuestra América es una región solidaria y de paz, no pretendemos invadir a nadie, sólo queremos respeto a nuestra soberanía y nuestra autodeterminación. 

La situación de Venezuela debe resolverse en el marco de sus instituciones democráticas y con colaboración de nuestros organismos regionales. Así lo ha hecho, por ejemplo, la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), con su reciente visita a Caracas, la cual fuera apoyada por el Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon. En su visita, la UNASUR ha reconocido intentos de desestabilización en Venezuela para interrumpir la cadena de legitimidad democrática lo que explica, entre otras cosas, las situaciones de desabastecimiento económico. 

El único peligro para el pueblo de Estados Unidos está en Estados Unidos. Son los lobbys corporativos militares y financieros, que consideran que una región sin guerras y con recursos que no pueden controlar, es un peligro para sus intereses económicos y de poder profundamente antidemocráticos. Sectores que se sustentan en el ataque a otros pueblos, en la desinformación y utilización del pueblo norteamericano pudiente y de piel blanca, y del empobrecimiento, encarcelamiento y persecusión de los norteamericanos e inmigrantes de piel oscura. 

Venezuela tiene la mayor reserva de petróleo del mundo, es el cuarto suplidor de crudo de EEUU, fortalece su economía real, sus políticas sociales y ha logrado una revolución democrática y bolivariana a fuerza de elecciones que han sido declaradas por el ex presidente norteamericano, James Carter, como una de las más transparentes del mundo. A lo que se debe agregar haber sido el primer país en la historia de los Estados Nación en crear un referéndum revocatorio y en aplicarlo. Esta declaración de Obama es la única forma de aislar políticamente a una Venezuela digna y solidaria, que a pesar de los ataques, desde el año 2007 envía petróleo para la calefacción gratuita de millones de personas de los sectores populares de 16 estados norteamericanos a través de su filial norteamericana CITGO. 

Si el gobierno norteamericano quiere hablar de Paz para su pueblo, el Congreso debe derogar la Ley de sanciones a Venezuela 2014 y Obama debe anular la declaración de Venezuela como amenaza a la seguridad nacional. 

Por su parte, la CELAC, la UNASUR y el MERCOSUR deben defender a Venezuela de estas agresiones norteamericanas. Maduro fue bien claro en su discurso ante todos los bloques parlamentarios “nadie podrá detener que este año 2015 haya elecciones parlamentarias, y si perdemos, perdemos, si ganamos, ganamos, pero son los venezolanos los que tomarán la decisión. Aquí no pisará la bota norteamericana”

Adhieren: Atilio Borón, Stella Calloni, Ana María Careaga, Arturo Blatesky del Mov Ecumenico por los Derechos Humanos, Graciela Rosenblum y José Schulman de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, Adriana Rossi Directroa Observatorio Conflictos Armados.+ (PE/SERPAJ)

Adolfo Pérez Esquivel: Premio Nobel de la Paz 1980. Presidente del Servicio Paz y Justicia (SERPAJ) Argentina.

Distribuido por SERPAJ  el 11 de marzo de 2015.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=196424