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lunes, 17 de mayo de 2021

LAS VERDADES INSOSLAYABLES DE LA COYUNTURA GLOBAL Y LA CLASE POLÍTICA

mayo 17, 2021 por Ramon Espinoza Guerrero

La clase política del Perú, elude los problemas sistémicos fundamentales que enfrenta el mundo y el país en los albores del siglo XXI: la autodestrucción del Sistema Capitalista Global y la parálisis de las Ciencias Sociales que fueron su base y fundamento. Obviar estos procesos de obsolescencia, que conforman el trasfondo estructural de la coyuntura global de fin de época, determina la incapacidad ideológica de nuestra clase política para concebir y enfrentar:

  • La destrucción del trabajo humano por la alta tecnología, la destrucción de las economías locales por el libre tránsito mundial de las mercancías estandarizadas del Globalismo, y la destrucción de los ambientes naturales del planeta por la industrialización a escala así como por la transportación logística y de personas en masa.
  • La falta de creación de liderazgo en la sociedad política y la sociedad civil, debido al nulo desarrollo de teorías sociales interdisciplinares frente a los complejos procesos de cambio de época que enfrenta el mundo del siglo XXI. Las Ciencias Económicas, Políticas, Filosóficas y de la Administración, no ofrecen por separado una explicación esencial y como proceso de las grandes transformaciones que experimenta el mundo actualmente.

Estos problemas no son simplemente económicos y/o tecnológicos como creen nuestros economistas y “politólogos”. Son problemas de gestión del conocimiento disruptivo en relación con la necesidad de concebir nuevas cadenas de creación de valor y puestos de trabajo inéditos. Todo ello, en consonancia con la falta de ideologías que expliquen el gran desequilibrio mundial actual, y con la falta consiguiente de programas de acción que resuelvan el qué hacer y el cómo hacer nacionales en los presentes años (2020-2050) de mortandad del capitalismo y gestación del poscapitalismo.

En tal sentido, la discapacidad ideológica de la clase política peruana se manifiesta en la negación de verdades económicas y sociales insoslayables como las siguientes:

Primero. Que la pandemia del covid-19 y sus variantes solo se puede enfrentar exitosamente con un riguroso confinamiento, el mismo que solo es posible con una inyección de liquidez per cápita por parte del Estado en la base de la pirámide social o PEA mayoritaria, como un shock fiscal frente al desastre, financiado con endeudamiento externo y/o la impresión de dinero helicóptero1 por parte del Banco Central de Reserva del Perú – BCRP. Y que sin ello viviremos mucho tiempo en un statu quo de depresión, empobrecimiento masivo, violencia generalizada y muerte.

El Perú tiene las mejores condiciones macroeconómicas en América Latina para endeudarse y reponer los ingresos perdidos por parte de la ciudadanía damnificada durante la pandemia; y/o aplicar la experiencia internacional del llamado dinero helicóptero en situaciones de desastres naturales, posguerra o pandemias; sin lo cual no es posible reactivar la demanda social de bienes y servicios básicos, el punto de partida de la reconstrucción económica después de la hecatombe, a base del círculo económico reactivo: demanda – oferta – trabajo – demanda.

El desempleo y empobrecimiento masivos, el caos y la violencia generalizada, seguirán ahondándose en el presente quinquenio (2020-2025) sin las transferencias directas monetarias referidas dentro de la mayoría de la PEA. ¿Para qué sirve la macroeconomía de un país si más de la mitad de la PEA (10 millones de personas en el Perú) no podrá reconstruir su capital de trabajo ni sus expectativas de futuro posiblemente nunca más?.

El Estado peruano ha estado concentrado peligrosamente en la reactivación de la economía de las grandes empresas, de las cuales depende supuestamente el 75% del PBI, justificando la inyección de liquidez en estas en un monto aproximado de 100.000 millones de soles. Sabiendo que este dinero no evitaría la perdida de empleos ni la caída vertical de la producción de valor material, y que solo serviría para que estas empresas compren y vendan sus propias acciones, y mantengan así su valor monetario, tratando de que conserven ilusamente su capacidad tributaria.

Aunque, todo indica que en octubre o noviembre del presente año podría controlarse la expansión de la pandemia, dejando de ser el problema más perceptible y recurrente de la vida nacional, lo que provocaría el levantamiento del velo estatal que cubre la destrucción del trabajo, el drama de la sobrevivencia de millones de peruanos y la complicidad mediocre de la clase política.

Segundo. Que la clase política solo entiende el desarrollo por inversión de capital global y exportación a escala2, considerando imposible la organización de la economía social autogestionaria, sobre todo la “informal”. Aunque, la reconstrucción del trabajo y su modernización, la tarea número uno del desarrollo, sea enteramente posible a través de la creación de centros de gestión de concesiones3 y un sistema de microfinanzas de masas. Y que sin ello no es posible reactivar sostenidamente la demanda y la oferta, la base de la economía de mercado que vivimos. Concluyendo, en tal sentido, que la clase política y el Estado solo podrán ser exitosos cuando sean capaces de organizar la pobreza4: la condición sine qua non de la creación del desarrollo social por y para todos.

En el Perú, la PEA está compuesta por 20 millones de personas aproximadamente, que es equivalente al 60% de la población total del país. Pues bien, el 75% de esta PEA (15 millones de personas) está ocupada en el gran sector microempresarial del Perú, teniendo en cuenta que el 80% de este sector es informal (12 millones de personas) y que está compuesto por siete millones de microempresas, dos millones de trabajadores dependientes de estas (solo un millón de microempresarios crea empleo dependiente) y tres millones de emprendedores efímeros cuyos pequeños negocios solo tienen un rango de vida laboral de diez meses aproximadamente. Actualmente, más del 50% del mundo MYPE (formales, informales y emprendedores efímeros) han perdido su capital de trabajo y no cuentan con ingreso alguno.

La situación del sector MYPE en el Perú, es extremadamente grave. Se necesita una acción estatal visionaria, urgentemente. La lucha fiscal y microfinanciera contra la pandemia y el desempleo MYPE respectivamente, sería la razón de ser del Estado en los próximos dos o tres años.

Tercero. Que enfrentamos un cambio de época, una línea divisoria de destrucción creativa5 y transición civilizatoria. Teniendo en cuenta que en los años 2050 la humanidad estará viviendo en un nuevo mundo. Y que los que nazcan en tales años, como dijo Peter Drucker, jamás podrán imaginarse como vivieron sus abuelos ni como nacieron sus propios padres6. Por ello, las palabras ideología e interdisciplinariedad científicas son hoy las más importantes palabras del vocabulario humano cuando nos dirigimos hacia el mundo poscapitalista que comienza a configurarse.

La sociedad contemporánea o capitalista, después de sus periodos de constitución (1750-1850) y potenciación imperialista (1850-1950), se encuentra en la parte final de su tercer y último periodo (1950-2050): el Globalismo. Precisamente, como sistema capitalista global, ha ingresado a una linea divisoria de cambios sistémicos (2020-2050) hacia una sociedad Poscapitalista o Tecnocrática que se fundamenta en el capital saber y el trabajo por productividad de tecnólogos (no en el capital financiero y el trabajo asalariado de obreros como en el Capitalismo).

Mientras tanto, la clase política peruana no se encuentra a la altura del reto ideológico que impone el recambio civilizatorio. En el Perú, las instituciones de la sociedad política y la sociedad civil no se construyen con sólidas bases ideológicas. Sus motivaciones están en relación tan solo con la gestión y no con la innovación del orden existente. Finalmente, este hecho social deviene en la impotencia y desaparición progresiva del liderazgo de las instituciones, y esto, a su vez, en el deterioro y la extinción de la organización social como antesala del caos, la corrupción y la violencia generalizada.

Igualmente, no se considera como algo ineludible el desarrollo de las Ciencias Sociales por interdisciplinariedad. La fragmentación de las teorías y disciplinas del desarrollo castra la imaginación y la creatividad de nuestros líderes y profesionales, teniendo en cuenta que, frente a la crisis general de época, ya no podemos seguir separando las disciplinas o “especialidades” del desarrollo, pues unas no pueden existir sin las otras. La vida nunca se presenta fragmentada o parcialmente (Candida 2010).

Contrariamente, las instituciones de educación superior siguen formando “por competencias”, unidimensionalmente, sin tener en cuenta que el problema número uno del desarrollo es la falta de ejecutivos cerebrales formados a base de un currículo abierto como un espacio vivo de construcción de conocimientos complejos e interdisciplinares.

Cuarto. Que, en tal sentido, la autogestión social y la autosuficiencia local son los elementos fundamentales de una economía nacional en el cambio de época entre el Capitalismo y la Tecnocracia. La desglobalización de una pequeña economía abierta como el Perú tendría que ser posindustrial, basada en nuevos conocimientos, una nueva matriz energética, tecnologías unipersonales y mercados por y para la biodiversidad y la sostenibilidad: cereales, tubérculos nativos, camélidos sudamericanos, frutos tropicales, biodiversidad marítima, investigación e innovación, intercambio cultural y científico. Teniendo en cuenta que tendría como base la revolución de la pequeña propiedad7 y el trabajo autogestionario moderno en un marco de innovación científico-técnica, nacionalización de la riqueza social y sustitución de importaciones.  Y que, en tal sentido, el paradigma de la desconexión de Samir Amin8 o autosuficiencia significaría que un país subdesarrollado supera sus relaciones de dependencia frente a los mercados del sistema industrial globales.

Autogestión social. En países no desarrollados como el Perú, casi todo el sistema de pequeños negocios minoristas de propiedad familiar en las amplias capas de la PEA es totalmente ineficiente. Así, uno de los problemas básicos de estos países, que parecía no tener solución, es cómo convertir esos pequeños negocios familiares en modernos sistemas sociales. El secreto está en la habilidad de sus propietarios para desarrollar sus capacidades convirtiéndose en concesionarios de cadenas integradas de abastecimiento de bienes, servicios y tecnología.

Estas cadenas integradas son un excelente ejemplo de la organización futura: crean innovaciones continuas en el mercado, planifican en forma conjunta, trabajan a escala, educan a sus asociados, practican la gestión moderna y provocan los cambios en el sistema financiero para que todos tengan acceso al capital. (A base de la correspondencia de Peter Drucker e Isao Nakaushi frente al desarrollo de Asia).

Autosuficiencia periurbana. El urbanismo del siglo XX transformó el suelo agrícola en urbano. Actualmente, el reto del urbanismo del siglo XXI será el de regenerar las ciudades hasta convertirlas en una gran sumatoria de barrios autosuficientes. Así, un alto porcentaje de la   población de las ciudades no tendría que trasladarse diariamente a puntos alejados, con la consiguiente pérdida de tiempo, consumo energético y sobresaturación de costosas infraestructuras de transporte.

Igualmente, ya no tendría sentido económico ni ecológico ni energético mover toneladas de mercancías de un extremo del planeta a otro, cuando se puede mover sin costo cantidades ingentes de información y conocimiento que podría facilitar la producción de muchísimos consumibles de manera local. (Fuente: Resumen de la Ciudad Autosuficiente de Vicente Guallart).

Autosuficiencia de pequeñas comunidades rurales. Los grandes avances tecnológicos del mundo digital y la mejora general de los accesos y transportes abren nuevas posibilidades a los lugares antaño remotos y deprimidos. La vida rural ya no tiene por qué identificarse exclusivamente con el sector primario, múltiples ocupaciones actuales pueden desarrollarse a distancia a través de Internet. La dificultad económica de los jóvenes para acceder a un trabajo y a una vivienda por la despoblación de los territorios rurales, podría tener una solución conjunta: “el éxodo urbano”, el fenómeno inverso que se vivió durante la industrialización cuando los campesinos se mudaron a las ciudades para encontrar empleo en las fábricas. Ahora, la gente de la ciudad tendrá que ser quien tenga que volver a los pueblos pequeños para permitirse un hogar y un trabajo. (Fuente: El Éxodo Urbano es la Solución a muchos problemas en las Ciudades // Éxodo Urbano: Los jóvenes vuelven al entorno rural).

Quinto. Que, finalmente, la reconstrucción y desarrollo de la economía nacional solo es posible reconociendo y replanteando los tres modelos económicos de configuración del Sistema Capitalista Global – SCG en los países subdesarrollados como el Perú, que son los modelos económicos de mercado global, estatal – paraestatal y autogestionario MYPE.

Reforma del modelo económico de mercado global, que se define erróneamente como “Neoliberalismo”, y como el único modelo del Capitalismo como sistema. La crisis final  del Globalismo ─que acelera el rompimiento de la cadena planetaria de suministros industriales y la fracturación del sistema internacional entre países, así como la disgregación del sistema nacional de regiones y el sistema intraurbano de las grandes ciudades dentro de estos países─ obliga  a la reforma de los programas transnacionales de mercado libre y a la nacionalización científico técnica del desarrollo por sustitución de importaciones; todo lo que se justifica por la necesidad perentoria de crear economías nacionales endógenas, con mercados internos en expansión y diversificación para una producción interna en expansión y diversificación.

Reconstitución del modelo económico estatal – paraestatal, que tendría como objetivo dominante la promoción y el concurso de un sistema paraestatal científico técnico, como la condición sine qua non de la creación de comunidades autosuficientes locales y sectoriales a base del desarrollo organizacional de la pequeña propiedad, cuyo eje sea la realización y explotación del conocimiento biofísico latente en la flora y fauna marítima – andina – amazónica peruanas, tan extraordinarias y únicas en el mundo.

Teniendo en cuenta que sin este modelo económico, no se podrá avanzar hacia el sistema poscapitalista del conocimiento y el trabajo científico – tecnológico que tenga como base una economía social autogestionaria moderna.

Modernización organizacional del modelo ciudadano de la microempresa familiar, que ocupa al 75% de la PEA, considerando que, sin el crecimiento del ingreso monetario de la PEA autogestionaria, no es posible salir del subdesarrollo; consiguientemente, este es el modelo económico a liderar e innovar como nuevas cadenas de creación de valor, el mismo que sería el componente número uno del desarrollo nacional; no el modelo de mercado global reformado, que sería el complemento principal; ni el modelo estatal – paraestatal reconstituido que sería el factor directriz.

¡Comprendamos los tres modelos económicos del Globalismo, su cualidad e interacción sistémica o, el vacío ideológico y el de la sobrevivencia nos succionará y extinguirá como país!

MODELOS ECONÓMICOS, MODOS DE PRODUCCIÓN Y REPRESENTACIÓN IDEOLÓGICO – POLÍTICA

El sistema capitalista global o Globalismo, se estructura como grandes conjuntos económico – sociales: modelos económicos de mercado global, estatal – paraestatal y autogestionario MYPE; niveles socio – económicos A, B, C, D, E; y, procesos heterogéneos dentro de cada uno de estos conjuntos. Veamos:

El modelo económico de mercado global. Que tiene una condición supranacional cuando está compuesto por inversiones extranjeras ─sobre todo en el sector minero y del supermercadismo─ y grandes empresas de origen nacional que acceden al capital rentista9 por especulación bursátil (cotizan en bolsa a nivel mundial), con el concurso de medianas empresas que se desarrollan como apéndices mercantiles de corporaciones supranacionales10 (que actúan a nivel regional en todo el mundo a través de subsidiarias). Sin embargo, este modelo, cuando adquiere una condición de intermediación exógena, está compuesto por grandes, medianas y pequeñas empresas formales que se desarrollan a través de importaciones de insumos y exportaciones de bienes finales, sobre todo en los sectores de la agroindustria, pesca y manufactura.

En tal sentido, este modelo económico tiene una representación ideológica – política en la llamada “derecha” o “sectores neoliberales”, que consideran que el desarrollo nacional solo es posible a través de la mercadotecnia global de capitales, bienes y servicios.

El modelo económico estatal. Que tiene una condición socialista cuando se configura como un “modelo capitalista sin capitalistas” como decían Lenin y Peter Drucker, donde el único capitalista es el Estado y los niveles socio – económicos se aplanan; teniendo en cuenta que este modelo no existe desde los años 1990, con la excepción de Corea del Norte y Cuba. Sin embargo, cuando este modelo tiene una condición estatal – paraestatal, el Estado promueve internamente la constitución de empresas privadas nacionales y extranjeras (grandes, medianas y pequeñas) con el fin de construir una economía de “mercado libre” que sea complementaria y dinamice la economía estatal a través de procesos horizontales de acumulación originaria de capital.

En tal sentido, este modelo económico tiene una representación ideológica – política heterogénea llamada de “izquierda”, que considera que el desarrollo nacional solo es posible por el impulso estatal protagónico; existiendo diferencias marcadas dentro de esta, según la condición socialista o paraestatal que adquiera la promoción del modelo de Estado.

El modelo económico autogestionario MYPE. Que tiene una condición exógena formal o informal, cuando un conjunto de subsectores microempresariales se desarrolla en relación de dependencia con insumos o bienes finales provenientes del exterior (manufactura y comercio minorista de abastos, confecciones, medicinas, repuestos y partes, etc.). Sin embargo, tiene una condición formal o informal endógena, cuando un conjunto de subsectores microempresariales está en relación con la producción o comercialización de bienes finales provenientes de la producción interna (minifundistas, comercio minorista de perecibles, y servicios de transportación, comidas y bebidas, servicios de atención personal, etc.).

Este modelo económico, que reúne los problemas y oportunidades económico – sociales de la mayor significación para el desarrollo nacional, no tiene representación ideológica – política alguna en la clase política y el Estado, constituyéndose así en la clave del desarrollo o el subdesarrollo del país.

Los modos de producción en los tiempos del Globalismo.

Los tres modelos económicos descritos configuran el sistema o modo de producción capitalista existente, todavía preeminente al iniciarse los procesos transformativos de cambio de época. Aunque, este modo de producción, por su condición de obsolescencia y crisis general (2020-2050), engendra los modos de producción poscapitalista, tan inéditos como contradictorios: el sistema planetario de la Tecnocracia, que se manifiesta actualmente de forma categórica en los gigantes tecnológicos, su estructura y poder monumentales (Amazon, Google, Apple, Facebook) y, el modo de producción de comunidades autosuficientes que se manifiesta actualmente en la configuración embrionaria de cadenas microempresariales modernas en todo el mundo, barrios autosuficientes urbanos “slow cities” y pequeñas localidades autónomas “neorruralistas”.

Según la naturaleza de la propiedad de la riqueza y el trabajo humano, como factores básicos de producción social, los modos de producción existentes serían:

  • El modo de producción del Capitalismo, que se desarrolla a base de la propiedad de capital dinero y el trabajo asalariado.
  • El modo de producción de la Tecnocracia, que se configura a base de la propiedad de capital saber patentado y el trabajo de especialistas y tecnólogos remunerados por productividad.
  • El modo de producción de comunidades autosuficientes, que se estructura a base de la pequeña propiedad de capital de trabajo y emprendimientos familiares o comunitarios, por lo general forzados por la quiebra de economías locales, la emigración y el desempleo.

De igual forma, según la naturaleza de las fuerzas productivas y las relaciones de producción entre la propiedad de la riqueza y el trabajo humano, los modos de producción descritos se configuran de la siguiente manera:

  • El modo de producción Capitalista, que se desarrolla a base de la mecanización industrial y el trabajo asalariado de jornaleros, hasta su constitución como naves industriales o cadenas de montajes modernas, y el concurso de trabajadores tecnificados.
  • El modo de producción Tecnocrático, que se desarrolla a base de la digitalización de procesos, la robótica y la inteligencia artificial, y el concurso de tecnólogos independientes por subcontratación, hasta la integración de todos sus procesos en un solo espacio de producción autónoma.
  • El modo de producción de comunidades autosuficientes, que se desarrolla a base de tecnologías que agregan valor al desarrollo integral y sostenible de barrios autosuficientes y ecoaldeas, y que produce todos los bienes y servicios fundamentales que necesita para su configuración como pequeñas localidades autogestionarias y autónomas.

¡Promovamos la innovación política en el Perú! ¡Evitemos la destrucción del trabajo y el empobrecimiento masivo en nuestro país!¡Lideremos la autogestión social y la autosuficiencia local alternativas!

Fuente: https://www.mnip.pe/las-verdades-insoslayables-de-la-coyuntura-global-y-la-clase-politica/

 


domingo, 18 de abril de 2021

CRISIS GENERAL E INNOVACIÓN POLÍTICA EN EL PERÚ

 


El Sistema Capitalista Global ha ingresado a un proceso final de autodestrucción. La cadena planetaria de suministros entre grandes corporaciones y sus miles de subsidiarias se desintegra sin que nada pueda evitarlo. Se debilita al máximo gran parte de las 88.000 corporaciones supranacionales y sus 600.000 subsidiarias que dominaban el 80% del comercio mundial y el 100% de los paraísos financieros a fines de la década del 2010. La pandemia ha develado y llevado al Globalismo a su máxima expresión depresiva y de fraccionamiento entre países. La desglobalización industrial y la nacionalización científico-técnica del desarrollo económico se impone como alternativa en los países ricos. Sin embargo, la desocupación de la PEA mundial y la desvalorización en espiral descendente del capital rentista (acciones, bonos, capital inmobiliario, etc.) imposibilitan cualquier reactivación de la demanda y la producción a escala de bienes estandarizados globales.

Todo ello está ocasionando dentro de los países subdesarrollados, dependientes de los flujos globales de mercado y capital, procesos de atomización interna entre regiones, así como entre “conos” y barrios dentro de las grandes ciudades como Lima, con una constante de precariedad. Sin embargo, lo más alarmante es la disgregación social y política manifiesta en las últimas elecciones, que llena al Perú de malos augurios.

La innovación política, económica y social se impone como una necesidad fundamental de sobrevivencia frente a la agonía de los países subdesarrollados, dependientes en grado sumo del capital y el mercado globales.

¿Qué hacer?: ligarse al Movimiento Nacional de Innovación Política y su programa de formación interdisciplinar.

MNIP te invita a participar este martes 20 de abril a las 8:00 pm en una sesión de esclarecimiento de la crisis general en el Perú, manifiesta en las últimas elecciones generales.

viernes, 19 de marzo de 2021

CRISIS GENERAL DEL GLOBALISMO Y LA INNOVACIÓN SOCIO-POLÍTICA

 


por Ramon Espinoza Guerrero

marzo 18, 2021

 

Las grandes corporaciones supranacionales[1] y su sistema piramidal planetario, desde los años de 1980, han transferido ingentes cantidades de riqueza del mundo del trabajo al mundo del capital en todos los rincones del planeta, sobre todo a través de la economía de rentas[2], haciendo evidente e innegable la crisis final de la globalización industrial y financiera al ingresar a los años 2020.

Así, el sistema piramidal transnacional de la economía de mercado global, ha reproducido un sistema mundial de niveles socio-económicos con diferencias cada vez más marcadas entre la cúspide y la base de la pirámide social; igualmente, ha reproducido un Estado que depende cada vez más del arribo del capital global a sus países y cada vez menos de la economía social de dinámica interna; consecuentemente, ha reproducido una tecnología para la producción a escala y la sustitución del trabajo humano.

Todo ello, está reproduciendo igual e inexorablemente la ruina de más de 2000 millones de minifundistas y microempresas urbanas en todo el mundo, incapaces estos trabajadores propietarios de competir con las mercancías estandarizadas baratas de las grandes corporaciones. Por su parte, los grandes empresarios, Estados y tecnócratas se concentran en el desarrollo de la alta tecnología como sinonimia de progreso y desarrollo. Por ejemplo, en la aplicación de la robótica a la agricultura que puede producir hasta 30 veces más que la agricultura del siglo XX industrial. Sin reparar que el desarrollo económico-social, en los actuales momentos de super capacidad tecnológica y producción en masa, no lo determina la capacidad de oferta sino la capacidad de demanda de bienes y servicios, ni es consecuencia de la capacidad productiva del sistema económico sino de su capacidad de distribución de riqueza social a través de centros direccionales de modernización microempresarial, instituciones de microfinanzas y capacitación autogestionaria.

Sin embargo, la reproducción y concentración global de capital rentista y alta tecnología por un lado, y la destrucción del trabajo humano así como de la pequeña propiedad de minifundistas y microempresarios por el otro, provoca la desconexión nacional interna, la fracturación de las grandes ciudades y la conformación de pequeñas comunidades autosuficientes[3] urbanas y rurales precarias, sobre todo en los países subdesarrollados.

El desarrollo irrefrenable del modo de producción de comunidades autosuficientes, se propagará en el mundo en unas cuantas décadas, en consonancia con la lucha mundial por la reducción a cero de las emisiones del efecto invernadero[4]. La tecnología, los mercados y la política se tendrán que alinear a estas dos realidades trascendentes e insoslayables. Teniendo en cuenta que si no lo logramos, el planeta en que vivimos será un mundo de empobrecimiento masivo, caos, violencia y desolación ambiental, en solo 30 años.

Ha sido demostrado indiscutiblemente que los factores sobrantes de la economía mundial son el capital rentista (bonos, acciones, deuda global, activos inmobiliarios…) y la alta tecnología para la producción a escala planetaria, y que los factores escasos son los puestos de trabajo de calidad y la recreación del ambiente natural: limpieza del aire y del agua, la reposición de los glaciares y la reforestación de los bosques. En tal sentido, el antagonismo insostenible de la contradicción autodestructiva del capitalismo: capital vs trabajo ─que se manifiesta en la destrucción del trabajo asalariado y autogestionario por el capital global, y la destrucción de la demanda y el capital globales por el subempleo y la caída en espiral descendente del ingreso familiar en todo el mundo─ obliga a la conversión de esta vieja dicotomía en una tricotomía creadora de nueva riqueza: capital productivo – trabajo autogestionario – autosuficiencia comunitaria.

Pues bien, ¿cómo avanzar hacia un modelo económico de pequeña propiedad, autogestión social y comunidades autosuficientes en el Perú, en situaciones que la economía social en el país no cuenta con una sola organización de la política y el Estado que la represente?: creando, en la presente década, una nueva institucionalidad de innovación política e innovación social que comprenda las causas estructurales del atraso y la pobreza en los tiempos del Globalismo, y que pueda formular un programa de acción consecuente para superarlos, lo que implica un alto nivel de formación interdisciplinar en ciencias sociales (economía, sociología, política, historia, administración) y el método científico de producción de conocimiento verdadero.

Pero, para que todo esto sea posible habría que tener en cuenta dos grandes políticas sociales de aplicación inmediata: el shock fiscal de reactivación de la demanda de bienes y servicios básicos y la creación de nuevos liderazgos en la economía social.

- Estados Unidos acaba de iniciar la aplicación de un tercer paquete de estímulos de 1.9 billones de dólares a través de cheques de 300 dólares por semana dirigidos directamente a los ciudadanos con ingresos menores a 80.000 dólares al año. Sabiendo que si no realiza este shock fiscal de reactivación de la demanda en la base de la pirámide social, es posible la fractura de esta y el colapso depresivo de todo el sistema económico. El Estado peruano está obligado a hacer lo mismo de forma proporcional o deprimir la economía social autogestionaria, que comprende al 75% de la PEA, por una década o más.

- La economía social no se desarrolla por sí sola si no cuenta con centros direccionales que lideren eficazmente el conjunto fundamental de emprendimientos de creación de nueva riqueza que necesita, y que finalmente provoque la configuración de comunidades autosuficientes. El desarrollo social es un problema de liderazgo. Ninguna comunidad del mundo se enfrenta por sí sola a los grandes problemas críticos ni a la explotación de las grandes oportunidades prioritarias. Sin embargo, cuando surge este liderazgo, estos pueblos, de cualquier parte del mundo, se agigantan creando resultados impensables.

No es cierto, como sostiene Hildebrandt, que “la corrupción nos es inherente…que así somos los peruanos…que la complicidad siempre nos llama”. Tampoco es cierto como sostiene Daniel Espinoza que “el Perú no existe como pueblo, como comunidad, como proyecto comprometido…que las masas en el Perú asumen las taras y los complejos de la casta dominante…y que los peruanos son aspirantes a capitalistas y admiradores de todo lo foráneo”.

¡Los problemas en el Perú están en sus líderes e intelectuales, no en sus pueblos!

 

CONSTITUCIÓN DE LA INNOVACIÓN SOCIO POLÍTICA EN EL PERÚ

La innovación política y social verdadera no se basa en idearios ni valores etéreos de persona alguna u organización cualesquiera[5]. Actualmente, en los años 2020 de crisis de cambio de época como la que vivimos en todo el mundo, la palabra innovación no tiene significado alguno si no se convierte en diseño y gestión de nuevos modos de vida economía social y política, que en su proceso de reproducción de prototipos se convierten primero en algunas comunidades autosuficientes locales y después en una constante a nivel nacional.

Todo consiste en ceñirse a la disciplina de la innovación estratégica ─que obliga a salirse del terreno competitivo existente en todo orden de cosas e inventar estrategias desconocidas hasta hoy─, practicar el seguimiento de tendencias y líderes del cambio mundial, e identificar nuevas formas de creación de riqueza y constitución de nuevos ambientes posindustriales locales.

Frente a todo ello, se evidencian los dos problemas fundamentales que aquejan a la sociedad peruana: la falta de creación de liderazgo y la falta de modernización de la economía social autogestionaria; todo ello con un trasfondo de desideologización de la clase política, atraso cultural de la sociedad civil frente a los grandes cambios y reestructuraciones mundiales, e impotencia nacional frente a la masificación del desempleo y la pobreza.

 

Significación de MNIP como Teoría Social[6]

MNIP es una plataforma de conjunción de esfuerzos para la reivindicación de la Teoría Social como el sustento científico obligado para la constitución de organizaciones ligadas al desarrollo humano. Su reciente constitución (enero 2020) ha sido consecuencia del trabajo de investigación de la Asociación Nacional de Innovación y Liderazgo – ANIL creada el año 2001, precisamente para ser parte del desarrollo de las Ciencias Sociales por interdisciplinariedad en el mundo.

MNIP cuenta con una Teoría Social que explica la sociedad mundial como esencia y proceso según la naturaleza cambiante de la propiedad de la riqueza y el trabajo humano, que constituyen los factores básicos de producción social de la sociedad humana en todas sus etapas históricas. Así como la propiedad de esclavos y el trabajo coercitivo primario determinaron la naturaleza del mundo antiguo, y la propiedad de tierras de labranza y el trabajo de siervos determinaron la naturaleza del medioevo o sistema feudal, la propiedad del capital dinero y el trabajo de jornaleros determinó la naturaleza de la época contemporánea o sistema capitalista, así como la propiedad del capital saber patentado y el trabajo de científicos y tecnólogos están determinando el surgimiento de la sociedad poscapitalista o Tecnocracia.

Igualmente, MNIP asume la tesis de que todas las sociedades se han desarrollado a través de tres periodos evolutivos: de constitución sistémica, de potenciación e imperialismo y de globalización así como de autodestrucción; y que cada uno de estos periodos han sido antecedidos por momentos relativamente pequeños o líneas divisorias de grandes cambios y reestructuraciones.

En tal sentido, MNIP asume que estamos viviendo el tercer y último periodo centenario de globalización y autodestrucción del sistema del Capitalismo, que las décadas 2020 – 2040 constituyen una línea divisoria entre las épocas del Capitalismo y la Tecnocracia, y que estos momentos históricos de metamorfosis imprimen una naturaleza transformativa sistémica a su Programa de Acción.

 

MNIP como Programa de Acción

El Programa de Acción de MNIP tiene un trasfondo fundacional sistémico, no reivindicatorio ni reformista, que considera cuatro ejes fundamentales de actuación:

Nacionalización científica y tecnológica del desarrollo. De forma consistente con la desglobalización y repatriación de la gran industria hacia sus países ricos de origen, a base de la sustitución de mano de obra por alta tecnología, inteligencia artificial y robótica. Teniendo en cuenta que este nacionalismo es una oportunidad inédita para el desarrollo endógeno de los países andino – amazónicos como el Perú, sobre la base de sus recursos de flora y fauna y el conocimiento científico latente que ofrecen para un desarrollo extraordinario.

Deslocalización del desarrollo nacional. Que implicaría la concentración del desarrollo nacional en los ámbitos agropecuario, forestal y marítimo que el Perú tiene sin comparación, promoviendo la revolución de la pequeña propiedad, la gestión sostenible de los recursos naturales y la promoción de los modos de producción autogestionarios y autosuficientes.

Modernización y desarrollo de la economía social. La economía social del Perú, que ocupa al 75% de la PEA, es predominantemente autogestionaria, compuesta por pequeñas unidades de negocios familiares y emprendimientos individuales que son informales en un 80% (MYPES urbanas y minifundios). No es posible el desarrollo de esta economía, y consiguientemente del país, si no se organiza y moderniza a través de centros direccionales y redes de distribución de recursos financieros, gestión moderna y tecnología.

Creación de comunidades autosuficientes. Las comunidades locales que se constituyan por sí mismas, sobre la base de la autogestión social de pleno empleo, la producción de los bienes y servicios que necesitan para su desarrollo sostenible y la interconexión global con el desarrollo del conocimiento y la tecnología para el desarrollo humano, serán las células madre del desarrollo territorial[7] por autosuficiencia local. A su vez, la réplica nacional de estas células será la condición indispensable para la estructuración del desarrollo de la sociedad peruana según sus diversas particularidades físicas y biológicas regionales, provinciales y locales.

 

MNIP como nueva institucionalidad

MNIP pretende servir significativamente a la creación de la nueva institucionalidad para el desarrollo nacional del Capital Saber y los Trabajadores del Saber como sociedad. Los cuatro pilares de esta transición sistémica serían la autoeducación interdisciplinar, la autogestión social moderna, la autosuficiencia de comunidades locales y el autogobierno local:

Autoeducación interdisciplinar. La auto-educación es la mejor manera de aprender y desarrollarse en el mundo actual. Es el arma más potente para enfrentar a esta época de tanta información. Los que son capaces de auto educarse tendrán más posibilidades de tener éxito en cualquier campo de trabajo. La educación tradicional tiene fecha de expiración, la autoeducación es para siempre. La primaria, la secundaria y la educación universitaria, incluso con especializaciones, prácticamente se acaba. Pero, en la era de la información, el dejar de inyectar conocimientos nuevos a la mente es sinónimo de quedarse estancado, en el mejor de los casos. Las pocas personas que entienden lo que es la auto- educación están constantemente aprendiendo cosas nuevas de diversas fuentes, haciendo que tengan una visión más amplia sobre cualquier tema. Hoy en día, el autoeducarse es sin duda algo realmente importante para toda persona (Autoeducación, la mejor manera de aprender y desarrollarse en este mundo).

Autogestión social moderna. Frente a la crisis sistémica del Globalismo, cuando cada vez más las iniciativas individuales y colectivas se emprenden autónomamente, sin depender de subvenciones de las administraciones públicas y sin someterse a los dictámenes de las grandes corporaciones, la autogestión se convierte en una estrategia vital de la sociedad y su desarrollo. Comenzando el siglo XXI, la autogestión se despliega alrededor del planeta como un nuevo estado de cosas de la sociedad mundial. Hacerse a sí mismo se vuelve la naturaleza humana de las culturas globalizadas (el arte es verbo no sustantivo, 2011).

Autosuficiencia de comunidades locales modernas. Cuando hablamos de autosuficiencia en torno a una sociedad o comunidad, estamos hablando usualmente de cómo ese conjunto de personas puede abastecerse a sí misma de los elementos más importantes para su supervivencia. Por ello se entiende que no recurren al comercio ni a otros tipos de intercambios típicos de las grandes sociedades industrializadas. Las comunidades autosuficientes (como lo fueron las comunidades de la edad media en Europa o como las muchas que hoy existen en diferentes partes del mundo) son comunidades más bien pequeñas que no recurren al uso de elementos tecnológicos artificiales sino que permanecen en mayor contacto con la naturaleza, obteniendo de ella todo aquello que sea necesario para sobrevivir, sin dejar de interconectarse con el desarrollo mundial del conocimiento científico para el desarrollo de la persona humana.

Autogobierno de comunidades autónomas. El autogobierno local es un sistema de administración de comunidades que logran su autonomía en el marco de la Constitución y las leyes de un país. Significa que todo el poder para hacerlo en el mundo de hoy, residiría en comunidades que han desarrollado sus capacidades de convivencia, distribución de riqueza social y gobernanza en el marco de la unidad indivisible de la economía, la sociedad y el territorio nacionales. Las normas que emanen de las instituciones de autogobierno tendrían que ser reconocidas por la ciudadanía y el Estado Nación. Igualmente, este transferiría competencias en asuntos de titularidad.

 

DESARROLLO ORGANIZACIONAL DE MNIP

Ninguna organización grande o pequeña, local o planetaria, es inmune al cambio actualmente. Sin embargo, son pocas las que logran transformar sus maneras más fundamentales de pensar y su actuación estratégica. La necesaria transformación total de las organizaciones, frente a los cambios sistémicos en todo el mundo, es 80% liderazgo (formular teorías sociales, diseñar la transformación, inspirar y alinear en la acción) y 20% gestión (planificación, organización, presupuestos y solución de problemas). Sin embargo, en el desarrollo de organizaciones de los últimos 30 años, estos porcentajes están invertidos. Nuestras Escuelas de Administración continúan produciendo gerentes cuando la misión es producir líderes (John Kotter:2010).

 

Convocatoria y selección de líderes MNIP

La experiencia de la transformación institucional mundial, sugiere que solo alrededor del 15% de cualquier comunidad busca y acepta el cambio, y otro 15% lo rechaza a pesar de todos los esfuerzos, dejando un vasto sector intermedio de escépticos y reticentes. Por tal razón, todo proceso transformativo en el marco del cambio mundial, obliga a sus líderes a declarar un estado de urgencia institucional y seleccionar un grupo pequeño de coparticipantes clave para examinar las nuevas realidades emergentes, e identificar las crisis y oportunidades prioritarias. Para sobre esta base reunir un grupo mayor de personas con la facultad de enfrentar el cambio, creando una visión y estrategias eficaces para dirigir este. Teniendo en cuenta que en los meses subsiguientes se debe lograr resultados significativos, y que para ello se tendrá, precisamente, un nuevo enfoque holístico, un solo objetivo dominante y tres o cinco resultados de desempeño, sin necesidad de pasar semanas y meses fantaseando un plan para todo el año (Douglas Smith: 2010).

Los líderes seleccionados son los más autónomos y responsables en su trabajo. En los nuevos ambientes de la innovación disruptiva disminuye la eficiencia de los antiguos estilos de administración concentrados en tareas y procesos. Los nuevos líderes del siglo XXI aprenden a obtener resultados con las personas. En tal sentido, la primera obligación de los líderes es mantener informados a todos los participantes de la organización sobre los procesos globales del cambio, así como sobre los beneficios que estos traen para ellos y la organización. Así, los activistas crearán resultados significativos si son considerados como iguales. Considerando que solo se pueden realizar misiones trascendentes sobre la base de mentes complementarias unidas por un objetivo común (Bob Nelson y Warrent Bennis: 2010).

 

MNIP se sostiene en sus propios emprendimientos

MNIP considera que la fuerza principal del cambio en el nuevo contexto del Globalismo, es la modernización de las microempresas urbanas y el minifundismo como cadenas de creación de valor, que se convierten en desarrollo social. La clase política no entiende esta verdad universal. Se ha centrado en los últimos 40 años solo en el desarrollo por inversión y exportaciones. No entiende que la modernización de las MYPES y el minifundio como redes empresariales modernas y localidades autosuficientes, sería la mayor realización social de cualquier país en los últimos 50 años.

Mientras tanto, las teorías económicas vigentes ven al gobierno como una colección de individuos ilustrados dedicados a crear estabilidad económica y “ayudar” a las masas ignorantes, cuya conducta desordenada restringe el alcance de la política. En realidad, los políticos y el gobierno no pueden decir abiertamente que ellos son la élite ni pueden tachar de ignorantes a las masas. Ya sea consciente o inconscientemente, creen que su misión es “proteger” a las masas. Debemos crear sociedades basadas en el desarrollo de las MYPES y los minifundistas informales (12 millones de peruanos) mediante reformas estructurales antes que efectuando solamente cambios legislativos. Esto es necesario para poder crear un verdadero desarrollo social (Drucker: 1997).

Si la economía de MYPES y minifundistas locales inicia su desarrollo, las nuevas oportunidades de desarrollo económico y progreso social de toda la sociedad crecerán

exponencialmente. ¿Por qué?. Porque la participación de la PEA subempleada en cadenas locales de generación de valor, darán origen a los modelos sociales de autocreación de valor de la PEA MYPE en general. Así, el desarrollo económico, social y político se desprenderá de la transformación de las condiciones de vida de los sectores de bajos ingresos y pequeñas localidades, que partiría, sobre todo, de una revolución cultural y organizacional de la pobreza.

En tal sentido, MNIP, de forma consecuente con su visión del desarrollo desde la organización de la pobreza, potenciará su crecimiento orgánico de clase desde la promoción en la práctica de modelos de economía social autogestionaria y la reestructuración del Estado peruano para la multiplicación nacional de estos ejemplos.

 

Beneficios de los coparticipantes activos de MNIP

Los coparticipantes activos de MNIP adquieren una serie de beneficios inéditos y reales que constituyen la misión específica institucional:

 

Formación interdisciplinar en Ciencias Sociales y la praxis de la Administración Moderna por seguimiento de tendencias y líderes del cambio mundial, que garantiza un desarrollo personal de nuevas capacidades en visión sociológica holística y creación de nueva riqueza.

Representación local (regional, provincial, distrital, comunitaria) y/o sectorial como asociado directivo de MNIP y ANIL, en relación con los programas nacionales de autoeducación y creación de prototipos socio-políticos y de autogestión social: modernización MYPE, autosuficiencia periurbana y neorruralismo, según el concepto de concesiones druckeriano[8].

Participación y coautoría en actividades de promoción en redes sociales así como en la edición y publicación de artículos, estudios especializados y Cuaderno de Resúmenes y Síntesis de MNIP y ANIL.

Liderazgo local como promotor, ejecutivo o experto en emprendimientos de capacitación, diseño y autogestión social MYPE, autosuficiencia periurbana, ocupación agrosocial de tierras y neorruralismo, así como en proyectos de finanzas, cooperativismo integral y marketing de contenidos.

 

¡Intégrate como asociado directivo a MNIP y ANIL!

 

Ramón Espinoza Guerrero

Fundador MNIP

Presidente ANIL

 

 



[1] En el mundo, cerca de 88 mil corporaciones supranacionales, que dominan el 80% del comercio mundial, actúan en todos los países sin excepción a través de un sistema de paraísos fiscales, inteligencia científico-tecnológica y 600 mil subsidiarias nacionales y regionales.

[2] La economía de rentas, es la economía donde se crea ganancias a base de la emisión y tenencia especulativa de títulos valor: bonos, acciones, bienes inmobiliarios, etc., con un valor global de 500 billones de dólares aproximadamente, sin relación alguna con el trabajo y el PBI mundiales que asciende tan solo a 80 billones de dólares. El capital rentista, que se reproduce por sí mismo, es seis veces mayor que la producción mundial anual de bienes y servicios. ¡He ahí la brecha entre la riqueza del mundo del capital y la pobreza del mundo del trabajo!.

[3] Comunidades autosuficientes. Los modos de producción humana han transitado de la caza y la recolección a la agricultura y la ganadería en el mundo antiguo, y de estas a la industria en la época contemporánea, para hoy pasar al modo de producción de comunidades autosuficientes que producen su propia energía renovable, comestibles orgánicos, ambientes naturales y permacultura, investigación y conocimiento, tecnología ad hoc, educación interdisciplinar, salud preventiva y todos los servicios que necesitan en interconexión global con el saber científico para la defensa y desarrollo de la persona humana.

[4] Bill Gates sostiene que el coronavirus será erradicado en cinco años, pero que solo tenemos tres décadas para reducir a cero las emisiones de efecto invernadero, y la deforestación que creó al COVID - 19. La alternativa sería la fisión nuclear como energía barata y segura que puede sustituir a toda la energía procedente de materiales fósiles y la que necesitan todas las actividades industriales y de transportación. Y que en tres décadas, igualmente, sería posible cambiar totalmente el sistema de generación de electricidad así como el sistema de producción de acero y cemento en todo el mundo.

[5] Las organizaciones trascendentes se basan en teorías sociales de validez universal, la creación de nuevas cadenas de valor, la interconexión global de conocimiento científico y la configuración de comunidades autosuficientes.

[6] La Teoría Social es una rama de la ciencia que estudia la sociedad humana en sus aspectos fundamentales y como proceso.

[7] La significación del Desarrollo Territorial está en relación con el desarrollo de todas las personas y los ambientes naturales en una extensión territorial nacional, provincial o local.

[8] Uno de los problemas básicos de los países subdesarrollados, que parecía no tener solución, es cómo convertir esos pequeños negocios familiares en modernos sistemas empresariales. El secreto está en la habilidad de sus propietarios para desarrollar sus capacidades, convirtiéndose en concesionarios de cadenas integradas de abastecimiento de bienes, servicios y tecnología. Estas cadenas integradas son un excelente ejemplo de la organización futura: crean innovaciones continuas en el mercado, planifican en forma conjunta, trabajan a escala, educan a sus asociados, practican la gestión moderna y provocan los cambios en el sistema financiero para que todos tengan acceso al capital. Todo ello a base del concepto de concesiones

Fuente: https://www.mnip.pe/crisis-general-del-globalismo-y-la-innovacion-socio-politica/