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sábado, 28 de marzo de 2020

LA CRISIS SANITARIA Y LA LUCHA ENTRE DOS SISTEMAS





(27 de marzo de 2020)

Por Miguel Aragón

El cambio climático (incluido el “fenómeno del niño”), así como las pandemias,  son fenómenos naturales,en lo fundamental  no dependen de la voluntad de los hombres.

El cambio climático viene ocurriendo cíclicamente desde que se formó el planeta Tierra (hace 4,500 millones de años). De manera similar, las diferentes pandemias ocurren desde los mismos orígenes de la vida (hace 3,800 millones de años).

A comienzos del siglo XX, el capitalismo desarrollado, progresista y democrático, se transformó en capitalismo monopolista, capitalismo rentista, y capitalismo agonizante. Con el triunfo de la gran revolución rusa en 1917 comenzó una nueva época histórica en el desarrollo de la humanidad, y a la vez, se inició  la primera fase de la crisis general del capitalismo. (Con el triunfo de la gran revolución  china en 1949 y en otros países asiáticos, se inició la segunda fase de la crisis general del capitalismo)  

Desde hace cien años,  “el capitalismo dejó de coincidir con el progreso”, y en su larga agonía la  gran burguesía monopolista, que todavía domina en algunos países, agrava el cambio climático, y también agrava las pandemias, tal como está ocurriendo en este año 2020.

La última pandemia de “corona virus” ataca a todas las personas,  sin distingo de clases sociales,  y en  todos los países sin distingo de los regímenes políticos.  Pero en estas nuevas condiciones,  no desaparecen las diferencias entre las clases sociales, ni tampoco desaparece la lucha de clases en cada uno de los países, ni tampoco  se borra la diferencia entre capitalismo y socialismo. Todo lo contrario.

La actual crisis de salud   se presentó, a fines del año pasado, primero en el continente asiático, principalmente en la superpoblada China, que fue el primer foco de la crisis sanitaria mundial. A continuación, dos meses después, en febrero y marzo, el foco de la contagiosa crisis  se desplazó al continente  europeo, principalmente a tres países de origen latino (Italia, Francia y España). Y por último, a fines de marzo, el foco de la crisis se está desplazando al continente americano, principalmente a Estados Unidos de América del norte. Mientras que  en China ya está cerrándose el ciclo de la pandemia, en el mes de abril entrará a su máxima expresión en Estados Unidos.  

En el tratamiento de esta  pandemia, estamos asistiendo a la confrontación de dos políticas de salud  diferentes, y con dos resultados diferentes. En todo el mundo somos   testigos de la lucha entre la agonizante economía de libre mercado capitalista que todavía predomina en Europa y Estados Unidos por un lado, y la vigorosa  economía mercantil planificada socialista que se está desarrollando en China. La diferencia entre estos dos  sistemas, no es solamente política y económica, también es una diferencia en la atención y cuidado de la salud y de la educación.
    
La cantidad de afectados y muertos “por cada millón de habitantes”, refleja crudamente la diferencia abismal entre estos  dos sistemas.

En China con 1,380 Millones de habitantes fueron afectados “60 personas por cada millón”, y murieron “2,5 habitantes por cada millón”.

 En Italia, Francia y España unidos, con 172 Millones de habitantes, ya son “980 personas afectadas por cada millon” y “83  muertos por cada millón de habitantes”. Lo cual es  15 veces más  afectados, y casi 40 veces más  muertos, que los presentados en China, y estas cantidades,  en los próximos días, continuarán  incrementándose en los países europeos. Toda una tragedia humana, en países que se consideran del primer mundo.          

 En Estados Unidos de América del norte, donde recién está comenzando  la crisis sanitaria,  ya son “250 afectados por millón”, y “3,6 muertos por millón de habitantes”. En comparación con China, en EEUU son cuatro veces más afectados, y 1,5 veces más  muertos. Pero este proceso recién está comenzando en la mayor potencia económica y militar del mundo. Aproximadamente el  15 de abril, nuevamente tendremos que hacer cuentas crudas con la realidad.

Económica y socialmente, en los hechos el socialismo está demostrando su superioridad, y política y culturalmente también lo demostrará en los próximos años.  
  


COVID19 NO SE ORIGINÓ EN CHINA



28/03/2020

1.  Desde Malthus, no han faltado voces que pregonan la necesidad de disminuir la población planetaria. Los estrategas de Washington, con Rumsfeld/Cebrowski a la cabeza, han apostado por la reconfiguración del mundo para seguir dominándolo.

2.  Las tesis neoliberales de reducción del gasto social expresan ese neomalthusianismo genocida: Christine Lagarde, del Banco Central Europeo y ex FMI, ha dicho que hay “demasiados viejos y debemos eliminarlos”, mientras que el vicegobernador de Texas, Dan Patrick, ha dicho que “los abuelos deberían sacrificarse y dejarse morir para salvar la economía”.

3.  La emergencia de China ha puesto en peligro la hegemonía de EUA, que intenta frenar su desarrollo, y el COVID19 pudiera ser una de sus posibles herramientas, tal como lo consideran reputados analistas de geopolítica. No en vano Wilbur Ross, Secretario de Comercio de EUA, dijo que “el COVID19 “traería de regreso a casa muchos empleos” que ahora están en China.

4.  Un nuevo orden internacional con EUA, China y Rusia a la cabeza aportaría una mayor simetría en las relaciones internacionales, pero Washington se opone.

5.  Antes del brote en Wuhan, instituciones científicas y académicas de EUA (v.g., Harvard University) llevaron a cabo en dicha ciudad, sin autorización, investigaciones biológicas, robaron ADN de cientos de miles de ciudadanos chinos y fueron expulsadas del país por actos opacos.

6.  En octubre de 2019, se llevaron a cabo en Wuhan Ejercicios Militares en los que participó EUA con tan mal desempeño que ello dio lugar a las sospechas de que los miembros de su delegación no eran realmente atletas y que los mismos –que se hospedaron cerca del mercado de mariscos– lo diseminaron desde ese lugar.

7.  También el 18 de octubre de 2019 (dos meses y medio antes del brote en Wuhan) se llevó a cabo un simulacro o ejercicio en Nueva York del Foro Económico de Davos para determinar el impacto de una pandemia en la economía mundial. Participaron la “John Hopkins Center for Health Security” y la “Bill & Melinda Gates Foundation”. Aunque el Foro ha negado toda conexión con COVID19, este hecho no deja de ser sorprendente.

8.  El brote de COVID19 en Wuhan se le atribuyó al gobierno de China y coincidió con una marejada de xenofobia contra su pueblo. El propio presidente Trump y su Secretario de Estado, Mike Pompeo, no demoraron en llamarlo el “virus de China”, bajo fuerte protesta de Pekín.

9.  El 6 de febrero de 2020, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China exigió que EU explicara qué significaban los ocho contenedores con etiquetas de riesgo biológico enterrados en su Consulado General, abandonados al retirarse todos los estadounidenses de territorio chino. A pesar de que China sugirió acudir al Consejo de Seguridad de la ONU, EUA no ha respondido aún al reclamo.

10.  Sin embargo, el gobierno de China, bajo el presidente Xi Jingpin, actuó con responsabilidad, a pesar de un traspié inicial, y construyó en poco tiempo varios hospitales, tomando medidas estrictas para salvaguardar a su población y sometiendo a Wuhan a una severa cuarentena. ¿Por qué Wuhan?  Porque Wuhan es el hub internacional y el centro tecnológico más importante de China.

11.  El subsecretario adjunto de Defensa para China, Chad Sbragia, afirmó que “el Pentágono debe prepararse para un conflicto militar con China”. A raíz de los avances de BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) y en medio de la guerra de EUA, China enfrentó seis epidemias, una de las cuales (gripe porcina) mató a la mitad de sus existencias (PL, 21/2/20).

12.  El “Center for Research on Globalization” de Canadá, rechaza la posibilidad de que el virus haya sido liberado “accidentalmente” entre la población por el propio gobierno de Pekín.

13.  Según el citado Centro: “El COVID19 fue creado en el Laboratorio Bioinformático del “Pirbright Institute” de Inglaterra en 2014, del cual existen registros en la Oficina de Patentes de EU. El Instituto está ubicado en el Reino Unido y es financiado por su gobierno, a través de “Biotechnology and Biological Sciences Research Council”.

14.  El principal especialista respiratorio de China, Zhong Nanshan, dijo el 27 de enero: “Aunque el COVID-19 se descubrió por primera vez en China, esto no significa que se haya originado en este país”.

15.  Otros investigadores de China indican que el COVID19 pudo haber comenzado su transmisión de persona a persona a fines de noviembre, después de los Juegos Militares (People’s Daily, 23 de febrero de 2020; Global Times, 22 de febrero de, 2020).

16.  En febrero de 2020, Asahi News, de Japón, afirmó que el coronavirus se originó en EUA, no en China, y que muchas de las 14,000 muertes en ese país, atribuidas a la influenza, pudieron haber sido por el COVID19. Asahi News presentó documentación científica de sus afirmaciones, pero esta información fue borrada de la web occidental.

17.  Un destacado virólogo y farmacólogo de Taiwán, sugiere que el coronavirus fue originado en EUA.  El tipo de virus que infecta a Taiwán existe sólo en Australia y EUA y, dado que Taiwán no fue infectado por australianos, la infección en la Isla sólo pudo haber venido de EUA (27 de febrero de 2020).

18.  El investigador sostiene que solamente EUA tiene las cinco cepas conocidas del virus, mientras que China tiene sólo una, al igual que Taiwán, Corea del Sur, Tailandia, Vietnam, Singapur, Inglaterra, Bélgica y Alemania. Su tesis es que los haplotipos en otras naciones pudieron haberse originado también en EUA.

19.  Irán e Italia han descifrado el genoma localmente y detectado variedades diferentes a la de China, lo que significa que no se originaron en este país. El tipo prevalente en Italia tiene casi la misma tasa de mortalidad que la de China, mientras que el de Irán parece ser el más mortal, con una tasa de mortalidad de entre un 10% y un 25 por ciento. ¿Será porque Irán es enemigo de EUA y la mayor amenaza a Israel, en tanto que Italia es la entrada a Europa y país clave en la Ruta de la Seda, como afirma Noam Chomsky?

20.  El referido científico explicó el caso de septiembre de 2019, cuando algunos japoneses viajaron a Hawaii y regresaron infectados sin haber viajado a China. Ese mismo mes (septiembre) el virus comenzó, según el científico, y los virólogos japoneses llegaron a la misma conclusión.

21.  Esto podría indicar que el COVID19 ya se había propagado en EUA, pero que oficialmente los síntomas se atribuyeron a otras enfermedades, y por lo tanto probablemente la propagación fue encubierta.

22.  Un vocero del gobierno chino instó al Gobierno de EUA a aclarar las actividades del Laboratorio Microbiano del Ejército de EUA en Fort Detrick (Frederick, Maryland), que ha sido el principal centro del programa de armas biológicas del Comando Médico del Ejército de EUA, clausurado abruptamente en agosto de 2019 (People’s Daily, Órgano del PCCh).

23.  La cancillería china preguntó: “Podría ser el Ejército de EUA lo que llevó la epidemia a Wuhan?. ¡Nos debes una explicación!”, escribió el portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Zhao Lijian, dirigiéndose a Washington (3 de marzo de 2020).

24.  Zhao Lijian agregó también que el director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EUA, Robert Redfield, admitió ante la Cámara de Representantes que algunos estadounidenses que aparentemente murieron de influenza tuvieron un resultado positivo para el COVID19 en el diagnóstico póstumo. EUA reportó 34 millones de casos de influenza y 20 000 muertes. Redfield le da la razón, por lo tanto, a los científicos de los países más relevantes de Asia.

25.  Tiene toda la razón el gobierno de China al considerar “absolutamente incorrecto e inapropiado" referirse a este virus como el “coronavirus chino” cuando su origen en realidad es EUA.

26.  Philip Giraldi, exfuncionario de la CIA opinó que su país podría haber “creado” al temido virus, en colaboración con Israel, como un arma de guerra biológica para dañar a China e Irán.

27.  Recientemente, saltó a la palestra el nombre de Yoshihiro Kawaoke, profesor laureado de Virología en la Universidad de Wisconsin y la Universidad de Tokyo. Kawaoke trabajó con los virus de la Influenza y el Ebola.

Kawaoke reinventó en 2011 un nuevo virus basado en el H5N1, pero sus investigaciones fueron frenadas por el gobierno de EUA al considerarlas polémicas o controversiales. No obstante, el gobierno lo autorizó a continuarlas en 2019.

Según fuentes no oficiales y no verificadas, este virus fue llevado a Pakistán y experimentado en 50 soldados y, desde este país, el virus fue llevado a China.

28.  Veamos algunas epidemias que se produjeron en China durante los dos primeros años de la guerra de EUA contra China:

·         15 de febrero de 2018, gripe aviar H7N4;
·         junio de 2018: gripe aviar H7N9;
·         agosto de 2018: gripe porcina africana;
·         24 de mayo de 2019: infestación masiva de gusanos en 14 regiones;
·         diciembre de 2019: el COVID19 paraliza la economía china;
·    enero de 2020: gripe aviar “altamente peligrosa” en la provincia de Hunan, vecina a Hubei, de la cual Wuhan es su capital.

29.  En vista de estas epidemias, China ha sacrificado millones de cerdos y pollos, además de destruir su producción agrícola y ha debido comprar tales faltantes a EUA.

30.  Para concluir, preguntemos:

¿Qué relación guarda el COVID19 con las ideas neomalthusianas? ¿Qué dicen “Global Research” y el “Pirbright Institute” del Foro de Davos y el supuesto rol de Yoshihiro Kawaoke?  ¿Cómo se relacionan la Fundación de Bill y Melinda Gates con los Ejercicios Militares de Wuhan?

¿Cómo se relacionan los experimentos en Pakistán con los Ejercicios Militares de Wuhan? ¿Cómo se relaciona Kawaoke con los 34 millones de casos de influenza y 20 000 muertes en EUA antes de 2019? ¿Deben o no llevarse a los gobernantes de EUA a la Corte Penal Internacional? ¿O sólo declaramos a Kawaoke un “genio loco”?

- Julio Yao, analista Internacional y ex Asesor de Política Exterior.



jueves, 19 de marzo de 2020

CHINA ESTÁ EN UNA GUERRA HÍBRIDA CON LOS EE.UU.


19/03/2020

Entre los innumerables efectos geopolíticos y tectónicos del coronavirus, que son impresionantes, uno ya es claramente evidente. China se ha reposicionado. Por primera vez desde que las reformas de Deng Xiaoping comenzaron en 1978, Beijing considera abiertamente a los EE.UU. como una amenaza; lo declaró el ministro de relaciones exteriores Wang Yi hace un mes en la Conferencia de Seguridad de Múnich en el pico de la lucha contra el coronavirus.

Pekín está dando forma, paso a paso, con gran cuidado, a la narración según la cual, desde los primeros casos de pacientes infectados con coronavirus, los dirigentes ya sabían que se estaba bajo una guerra híbrida. La terminología utilizada por el presidente chino es elocuente. Xi dijo abiertamente que era una guerra. Y que era necesario iniciar una "guerra popular" como contraataque. Y describió el virus como "un diablo".

Xi, por su formación, es confuciano. Y a diferencia de otros antiguos pensadores chinos, Confucio no admitía discusiones sobre fuerzas sobrenaturales y juicios post-mortem. Sin embargo, en el contexto cultural chino, "diablo" se refiere a "diablos blancos" o "diablos extranjeros": guailo en mandarín, gweilo en cantonés. Xi, allí, hizo una fuerte denuncia, en código.

Cuando Zhao Lijian, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, expresó en un tweet incandescente que "es posible que el Ejército de los Estados Unidos haya traído la epidemia a Wuhan" –el primer disparo en esta dirección, proveniente de un funcionario de alto rango– Beijing lanzó un globo de ensayo, señalando que el guante había sido lanzado. Zhao Lijian hizo la conexión directa con los Juegos Militares de Wuhan en octubre de 2019, que incluyó una delegación de 300 militares estadounidenses.

Lijian citó directamente al director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), Robert Redfield, quien, cuando se le preguntó la semana pasada si se habían descubierto muertes por coronavirus de forma póstuma en los Estados Unidos, respondió que "hoy algunos casos han sido realmente diagnosticados de esta forma en los Estados Unidos".

La conclusión explosiva de Zhao es que el Covid-19 ya estaba activo en los EE.UU. antes de que fuera identificado en Wuhan – debido a la ya completamente documentada incapacidad de los EE.UU. para probar y verificar las diferencias con la gripe.

Sumando todo esto al hecho de que los genomas de coronavirus recogidos en Irán e Italia ya han sido secuenciados, y ya se sabe que no son la misma cepa de virus que infectó a Wuhan, los medios de comunicación chinos ya han hecho y están preguntando abiertamente sobre una conexión con el cierre en agosto del año pasado de un laboratorio militar de armas biológicas declarado "inseguro" en Fort Detrick, los Juegos Militares y la epidemia de Wuhan. Algunas de estas preguntas se han hecho – y permanecen sin respuesta– dentro de los propios EE.UU.

Quedan preguntas adicionales sobre el no transparente Evento 201 en la ciudad de Nueva York el 18 de octubre de 2019: un ensayo de simulación de una pandemia mundial causada por un virus mortal, precisamente el coronavirus. Esta magnífica coincidencia ocurrió un mes antes del brote en Wuhan.

El evento 201 fue patrocinado por la Fundación Bill & Melinda Gates, el Foro Económico Mundial (FEM), la CIA, Bloomberg, la Fundación John Hopkins y la ONU. Los Juegos Militares Mundiales comenzaron en Wuhan el mismo día.

Independientemente de su origen, que aún no está establecido de manera concluyente, tanto como los Tweets de Trump sobre el "virus chino", Covid-19 ya impone interrogantes inmensamente serios sobre la biopolítica (¿dónde está Foucault cuando se le necesita?) y al bioterrorismo.

La hipótesis de trabajo de que el coronavirus es un arma biológica muy poderosa, si bien no provocará el Armagedón, revela que esta arma es el vehículo perfecto para un control social generalizado – a escala mundial.

Cuba se alza como una potencia biotecnológica

Xi con su cara cubierta con una máscara quirúrgica, visitando el frente de Wuhan la semana pasada, fue una demostración gráfica para todo el planeta de que China, con un inmenso sacrificio, está ganando la "guerra popular" contra Covid-19. Así también, la movida de los rusos, estilo Sun Tzu, contra Riad, cuyo resultado final fue el barril de petróleo mucho más barato, ayudó, a todos efectos prácticos, a iniciar la inevitable recuperación de la economía china. Así es como funciona una buena asociación estratégica.

El tablero de ajedrez cambia a una velocidad vertiginosa. Después de que Pekín identificara el coronavirus como un ataque de armas biológicas, la "guerra del pueblo" estalló, con todo el poder del estado. Metódicamente. Sobre la base de "todo lo que sea necesario". Estamos entrando en una nueva fase, que será utilizada por Beijing para recalibrar sustancialmente la interacción con Occidente, y bajo normas muy diferentes en lo que respecta a los EE.UU. y la Unión Europea.

El poder blando (soft power) es esencial. Pekín envió a Italia un avión de Air China con 2.300 cajas grandes de mascarillas quirúrgicas. Las cajas dicen: "Somos olas del mismo mar, hojas del mismo árbol, flores del mismo jardín". China también envió un gran paquete humanitario a Irán a bordo de ocho aviones de Mahan Air, una aerolínea que está bajo sanciones ilegales y unilaterales del gobierno de Trump.

El presidente serbio Aleksandar Vucic no pudo ser más explícito: "El único país que puede ayudarnos es China. Hasta ahora, todos ustedes han entendido que la solidaridad europea no existe. Nunca ha sido más que un cuento de hadas en papel".

Bajo duras sanciones y demonizada desde siempre, Cuba sigue siendo capaz de hacer avances gigantescos, incluso en biotecnología. El antiviral Heberon –o Interferón Alfa 2b– un medicamento, no una vacuna, se ha utilizado con gran éxito en el tratamiento de pacientes contaminados por el coronavirus. Una empresa conjunta en China está produciendo una versión inhalable del medicamento y al menos 15 naciones ya están interesadas en importarla.

Ahora comparen todo eso con el gobierno de Trump, que ofrece mil millones de dólares para sobornar a los científicos alemanes que trabajan en la empresa de biotecnología Curevac, con sede en Turingia, en una vacuna experimental contra Covid-19, contando con "reservar" la vacuna para ser utilizada "sólo en los Estados Unidos".

¿Operación psicológica (psy-op) para la ingeniería social?

Sandro Mezzadra, co-autor, con Brett Neilson, de The Politics of Operations: Excavating Contemporary Capitalism, ya está tratando de determinar conceptualmente en qué punto está actualmente la lucha contra Covid-19.

Nos enfrentamos a tener que elegir entre una vertiente maltusiana –inspirada en el darwinismo social– "liderada por el eje Johnson-Trump-Bolsonaro" y, por otro lado, una vertiente que apunta a la "recalificación de la salud pública como herramienta fundamental", ejemplificado por lo que hacen China, Corea del Sur e Italia. Hay importantes lecciones que aprender de Corea del Sur, Taiwán y Singapur.

La opción fuerte, observa Mezzadra, está entre admitir una "selección natural de la población", con miles de muertes, o "defender la sociedad", empleando "diversos grados de autoritarismo y control social". Es fácil imaginar quién se puede beneficiar de esta reingeniería social, una remezcla, para el siglo XXI, de "La máscara de la muerte roja", de Allan Poe, 1842 (Consortium News).

En medio de tanta desgracia y tristeza, cuenten con Italia para que nos ofrezca tonos de luz, a la Tiepolo. Italia ha elegido la opción de Wuhan, con consecuencias inmensamente graves para su ya frágil economía. Los italianos en cuarentena reaccionaron notablemente cantando desde sus balcones: un verdadero acto de revuelta metafísica.

Sin mencionar la justicia poética de la verdadera Santa Corona ("coroa" en latín) que está enterrada en la ciudad de Anzu desde el siglo IX. Santa Corona fue asesinada en el gobierno de Marco Aurelio en 165 d.C., y ha sido una de las santas patronas de las víctimas de las pandemias durante siglos.

Ni siquiera trillones de dólares que llovieron del cielo por un acto de misericordia divina de la Reserva Federal pudieron curar a los enfermos de Covid-19. Los "líderes" del G-7 tuvieron que recurrir a una videoconferencia para darse cuenta que no tienen ni idea de qué hacer, incluso cuando la lucha de China contra el coronavirus le dio a Occidente una ventaja inicial de varias semanas.

El Dr. Zhang Wenhong, que trabaja en Shanghái, uno de los principales expertos en enfermedades infecciosas de China, cuyos análisis han sido hasta ahora precisos, dice que China ya salió de los días más oscuros de la "guerra popular" contra el Covid-19. Pero el Dr. Wenhong no cree que termine en el verano. Ahora, la misma idea, para el mundo occidental.

Aún no es primavera, y ya sabemos que un virus es suficiente para destruir sin piedad a la Diosa del Mercado. El viernes pasado, Goldman Sachs dijo a no menos de 1.500 empresas que no había riesgo sistémico. Falso.

Fuentes del banco en Nueva York me dijeron la verdad: el riesgo sistémico se volvió mucho más serio en 2020 que en 1979, 1987 o 2008, debido al mayor riesgo de colapso del mercado de derivados de 1.500 millones de dólares.

Como dicen las fuentes, en la historia, nunca se ha visto nada parecido a la intervención de la Reserva Federal mediante la todavía poco comprendida eliminación de los requisitos de reserva bancaria en los bancos comerciales, lo que desencadenó una expansión potencialmente ilimitada del crédito, para evitar una implosión de los derivados resultante de un colapso total de las bolsas de productos básicos y de valores en todo el mundo.

Esos banqueros pensaron que funcionaría, pero, como ahora sabemos, todo ese ruido y furia nunca significó nada. Y queda el fantasma de una implosión de derivados – en este caso no causada por lo que se temía antes (que el Estrecho de Ormuz se cerrara).

Comenzamos apenas a entender las consecuencias del Covid-19 para el futuro del turbo-capitalismo neoliberal. Es cierto que toda la economía global fue golpeada por un insidioso, literalmente invisible, interruptor de circuito. Puede ser sólo "coincidencia". O puede ser, como algunos argumentan valientemente, parte de una operación psicológica masiva que crea el entorno geopolítico y de ingeniería social perfecto para la dominación del espectro completo.

Además, a lo largo del arduo camino, con inmensos sacrificios humanos y económicos, con o sin un reinicio del sistema mundial, una pregunta más apremiante sigue siendo: ¿las élites imperiales seguirán insistiendo en la guerra híbrida contra China para la dominación de todo el espectro?

(Traducción ALAI.)

- Pepe Escobar es periodista brasileño y corresponsal de varios medios internacionales.

Publicado en inglés en Asia Times, 17/3/2020



CORONAVIRUS, EL CAPITALISMO CONTRA EL MUNDO



18/03/2020

La tercera guerra mundial ha comenzado. Es la que el capitalismo le ha declarado al mundo. Este conflicto que se expresa como la lucha contra el coronavirus está poniendo en el tablero las reservas morales, éticas, económicas, políticas, culturales y científicas que la humanidad tendrá que utilizar para enfrentar y vencer a un enemigo implacable que usa armas como el lucro, la ganancia, la expoliación, la destrucción del planeta y la desaparición del Estado en su guerra a muerte contra la humanidad. 

Tal vez esta aseveración parezca tremendista, pero las evidencias están ahí para quien las quiera ver. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado que el gasto de salud per cápita en 2018 fue de 60 dólares en los países de ingreso medio y bajo y de 270 en los de ingreso alto. Al mismo tiempo el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI) dio a conocer que en el mismo año el gasto per cápita en armamento en el mundo fue de 240 dólares, lo cual, además, como todos sabemos encierra la trampa del uso de promedios toda vez que en Estados Unidos fue de 1845, el de Francia 882, el de Reino Unido 715.  China gasta 169 y Rusia 414, muy por debajo de los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU que también lo son de la OTAN. En cualquier caso, todos muy por encima del promedio mundial. Visto de otra manera, los países encargados de garantizar la paz y la vida en el planeta, despilfarran miles de millones de dólares en organizar la muerte.

En otras palabras, la irracionalidad capitalista hace que se destine más dinero para la muerte que para la vida. Un mundo que “funcione” de esa manera no podrá subsistir. Los que hablan del éxito del capitalismo deberían explicar esta lógica. Como dato, habría que agregar que desde el año 2009 el gasto mundial en salud se ha venido desplomando progresivamente. En particular en Estados Unidos, el presupuesto de 2018 reflejó una caída de 4,42% del presupuesto de salud. Otro tanto ocurre en Europa, especialmente en Italia y España donde el desmantelamiento de la salud pública ha hecho ineficaz la aplicación de las primeras medidas contra la nueva peste como lo atestiguan innumerables especialistas científicos y médicos de esos países.

El capitalismo fue exitoso en su confrontación con el sistema feudal retrógrado al que enfrentó y desplazó, pero su potencial productivo que posibilitó grandes avances científicos y tecnológicos, algunos a favor de la humanidad han quedado atrás. Hoy la especulación como método de reproducción del capital, el fin de la competencia a favor de los monopolios (entre los cuales, los farmacéuticos son uno de los más importantes) lo han hecho entrar en franco retroceso. La pandemia del coronavirus es expresión de ello. No han podido evitarla y ahora luchan por controlarla.

En este contexto es que se debe analizar el enfrentamiento a la crisis global creada por el surgimiento del coronavirus. En la situación creada, las cifras expuestas explican las razones de la explosión global que el COVID-19 ha causado. No lo puedo describir mejor que el extraordinario escritor colombiano William Ospina en su reciente artículo “Coronavirus: del miedo a la esperanza”. Solo quisiera decir que estamos ante una transformación paradigmática que expone dos modelos: el del capitalismo que desató la guerra y el de los que enarbolan la bandera del humanismo y del socialismo para hacerle frente.

El modelo capitalista se expone a través de la defensa prioritaria de los intereses de las grandes empresas transnacionales y la utilización de la pandemia como instrumento político para enfrentar a aquellos países que se resisten a la dominación imperial.

En fecha tan temprana como el 31 de enero lo dejó claramente establecido el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross cuando dijo que creía que el brote de coronavirus -que en ese momento ya había dejado miles de víctimas en China y obligado al gobierno de ese país a implantar la cuarentena en varias ciudades- “ayudará a crear empleos en Estados Unidos”.

Se ha manifestado también en el alborozo del secretario de Estado Mike Pompeo y el propio presidente Trump por la expansión de la epidemia en Irán. Se ha hecho patente en la mantención de sanciones a Venezuela, Irán, República Popular Democrática de Corea, Zimbabue, Bielorrusia y muchos otros países imposibilitando la compra de los insumos médicos necesarios para enfrentar el virus.

En el súmmum de la soberbia, Trump habría ofrecido mil millones de dólares por comprar en exclusiva una vacuna contra el coronavirus a una empresa alemana lo que motivo la extraña e inusitada respuesta de rechazo del gobierno de ese país en voz de su ministro del Interior, Peter Altmaier quien declaró que "Alemania no se vende".

Trump ha manifestado su confianza en que pronto tendrán la vacuna necesaria para evitar la enfermedad, si es así, venezolanos, cubanos, iraníes, coreanos y otras naciones del mundo nos alegraremos por aquellos que tendrán acceso a la misma. Pero, sabemos que el bloqueo que opera como una sentencia de muerte para todos aquellos que Estados Unidos en su demencial conducta considera enemigos nos negará la posibilidad de su adquisición. Así, el coronavirus operará como arma bacteriológica del capitalismo y de Estados Unidos contra la humanidad. Por eso tenemos esperanza en que China logre hacerse de la vacuna, cuando (al momento de escribir esta nota) ya se ha autorizado que se le realicen los ensayos clínicos.

Paradójicamente, esta vacuna fue desarrollada en la Academia Militar de Ciencias Médicas del Ejército Popular de Liberación de China. Es decir, mientras las fuerzas armadas de Estados Unidos realizaba -en medio de la expansión del virus por el planeta- ejercicios militares en la frontera con Colombia y se preparaba para la mayor maniobra militar a efectuar en Europa desde fines de la segunda guerra mundial, las fuerzas armadas chinas se volcaban a la investigación para proveer de salud a la humanidad. Otra gran diferencia entre las fuerzas armadas imperiales que sirven al capital y las del socialismo que sirven al pueblo.

En nuestra región, podemos imaginar que Bolsonaro, la dictadura boliviana y el incapaz que gobierna Ecuador -entre otros- estarán reflexionando respecto de su decisión de haber expulsado de sus países a los médicos cubanos por razones de esta misma guerra que condena a importantes sectores de la población humilde, al negarle la necesaria atención de salud, sobre todo en estos momentos tan difíciles.

Son los mismos argumentos que han llevado al presidente de Colombia a tratar de coordinar acciones con un imaginario gobierno que solo existe en su perturbada mente criminal evitando tomar medidas conjuntas con un país con el que tiene 2.300 km. de fronteras abiertas. El capitalismo prefiere sentenciar a importantes sectores de su población antes que enfrentar con criterios humanistas la expansión de la enfermedad.

Por su parte, la primera medida anunciada en Chile para combatir la pandemia por parte del gobierno represivo de ultraderecha de Sebastián Piñera fue informar que el examen de detección del virus tendría un costo de 20 mil pesos, alrededor de 25 dólares. Así mismo permitió que las empresas farmacéuticas impusieran precios abusivos sin control a las medicinas e insumos médicos. Es el capitalismo neoliberal a ultranza que se sostiene mediante la represión y el terrorismo de Estado.

Nos encontramos ante estadistas que no lo son, limitados, ignorantes, fanáticos fundamentalistas de la política, adoradores del odio, incapaces de hacer frente a las adversidades porque sólo están pensando en las pérdidas económicas que generará la pandemia, no en los seres humanos que solo esperan que se considere en serio el derecho a la vida tal como está consagrado en el artículo 3 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Durante la segunda guerra mundial, verdaderos líderes, enemigos ideológicos acérrimos como José Stalin de la Unión Soviética, Winston Churchill de Gran Bretaña y Franklin D. Roosevelt de Estados Unidos fueron capaces de superar diferencias para coordinar de conjunto el enfrentamiento a la bestia nazi-fascista que amenazaba como ahora a toda la humanidad. Se reunieron dos veces cara a cara, en diciembre de 1943 en Teherán y en enero de 1945 en Yalta y en medio de las antagónicas contradicciones propias de las ideologías que profesaban lograron su cometido, algo que pareciera imposible hoy cuando las reuniones que se realizan, son sesgadas políticamente. Expresión propia de mentes mediocres y pequeñas que gobiernan en estos tiempos.

Hoy, cuando China ha logrado contener la pandemia se apresta a ayudar a otros a enfrentarla y superarla con la misma eficacia. No están preguntando cuál es la orientación política de sus gobiernos, el supremo interés de la humanidad está primero. Es algo inherente al pueblo chino. De mi reciente libro “China en el siglo XXI. El despertar de un gigante” extraigo lo siguiente: “Algunas de las ideas fundamentales sembradas por Confucio en Analectas tienen relación con el placer de poner en práctica lo que se ha aprendido, así como el deleite que significa recibir a un amigo, la consecución de una superioridad moral cuando el hombre no se siente ofendido si otros no lo aprecian, el rechazo a la zalamería y las actitudes fingidas, la felicidad que se puede tener siendo pobre o la del hombre rico que es educado”.

En otro plano, para entender como China ha enfrentado esta pandemia hay que saber que la noción de Xiao (piedad filial) en Confucio está vinculada con otra que se relaciona con el Ren, es decir el “amor a la humanidad”, o dicho de otra manera el amor universal, que a su vez comienza a ser efectivo con la aceptación y puesta en práctica del Xiao. Esto es lo que hace que China entienda como un deber ayudar a los otros, sin los cálculos económicos o de lucro que hacen las empresas y los gobiernos capitalistas.

El concepto confuciano de piedad filial (xiao) es interpretado como la relación más importante entre los hombres, es decir el vínculo con los padres y con el lugar donde se nace, toda vez que ellos son inamovibles, en la medida de lo cual solo queda comprender y cultivar estas relaciones como valor supremo.

Confucio consideraba que el que gobierna debe tratar a los gobernados como hijos y el gobernado como padre a la autoridad. Ese sentido de respeto a la autoridad es el que permitió al gobierno de la República Popular China imponer drásticas medidas de control sin que se hayan producido desmanes, desobediencia o alteraciones sociales, todo lo cual facilitó la lucha contra la pandemia.

Esta forma de comportarse es también expresión de un paradigma superior de comportamiento humano, el pensamiento confuciano en su conjunción con la ideología científica marxista presente en el gobierno y el Partido Comunista de China han creado un modelo de socialismo con peculiaridades propias que está venciendo al virus y se apresta a ayudar al resto de la humanidad a derrotarlo en otras latitudes y longitudes.

No hay cálculo económico, no hay miradas de soslayo al crecimiento del PIB, no hay resguardo de las ganancias de las empresas como elementos prioritarios. China dijo “lo primero es la salud de nuestro pueblo” después nos preocuparemos de la economía. Los ayuda su capacidad de pensar a largo plazo privilegiando el factor humano como centro del quehacer del gobierno y del partido.

Se podría resumir en las palabras de Aleksandar Vucic presidente de Serbia quien con gran pesadumbre expresó que: “Los únicos que pueden ayudarnos en esta difícil situación son los chinos. Ahora ya todos se dieron cuenta de que la gran solidaridad internacional no existe, la solidaridad europea no existe, era un cuento de hadas sobre el papel. Hoy envié una carta especial, porque tenemos grandes expectativas y altas esperanzas en los únicos que pueden ayudarnos en esta difícil situación y ellos son los dirigentes de China. Pedimos a China de todo incluso que nos envíen personal médico…”

La solidaridad no existe ni podrá existir en una sociedad basada en los valores del individualismo, el consumismo, el egoísmo y la ganancia como formas de realización humana, no existirá mientas lo material prime sobre lo espiritual, el oscurantismo interesado en mantener a la gente ignorante por encima de la ciencia y la mediocridad sobre el conocimiento y la cultura. El capitalismo nunca ha sido y nunca será superior al socialismo. La lucha contra el coronavirus lo está demostrando.

 De manera mucho más modesta, pero no menos importante, en nuestra región, Cuba sigue dando ejemplos de superioridad moral y de su desarrollo científico a pesar de seis décadas de inhumano bloqueo. La visión estratégica del Comandante en Jefe Fidel Castro quien en medio de todas las adversidades entendió mucho antes que cualquiera que la carencia de recursos naturales, debía llevar a Cuba a desarrollar preferentemente su recurso humano, le permitió transformarse en una potencia científica y médica que no sólo permite mantener estándares de salud propias de los países del primer mundo sino que también es capaz de “exportar” salud como nuevamente se está viendo en el enfrentamiento de esta pandemia.

El fármaco cubana Interferon alfa-2b ha mostrado su eficacia en China, pero una vez más la guerra del capitalismo contra la humanidad impide que este medicamento, producto de los laboratorios cubanos, pueda ampliar su espectro y servir a toda la humanidad. Para Estados Unidos es preferible que mueran ciudadanos a aceptar que Cuba tiene capacidad de enfrentar esta pandemia exitosamente en su territorio y fuera de él.

La superioridad del socialismo ha hecho posible que esta pequeña isla –por tamaño- gigante por su dimensión humana asuma responsabilidades en apoyo a otros como se ha verificado en la aceptación del desembarco de los pasajeros del crucero británico Braemar, aun sabiendo que tiene 5 pasajeros contaminados con coronavirus y otros 40 con sospecha de tenerlo.

No se sabe cómo terminará esta guerra, pero el mundo está viviendo transformaciones paradigmáticas que pondrán a prueba la condición humana, el mundo ya no será igual, los hombres y mujeres de buena voluntad tendrán que sacar sus propias conclusiones.