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jueves, 17 de febrero de 2022

EL INDIVIDUALISMO



Publicado por Francisco Umpiérrez Sánchez 

 

Durante los últimos 20 años, periodo ascendente e imparable de la globalización, el individualismo no ha cesado de prodigarse, desarrollarse y afianzarse. El individualismo no debe entenderse solo como pura ideología, sino también como práctica social. Además, la ideología como sistema de creencias, de valores e ideales conforma la conciencia, y esta a su vez repercute en los modos de actuación. La ideología forma parte de la práctica o se transforma en conciencia práctica.  De todos modos, habría que analizar los cambios de forma que se han producido en las relaciones económicas entre los seres humanos, y que han dado como resultado este efervescente y todopoderoso desarrollo del individualismo.

Expongamos primero la concepción de Marx al respecto con leves modificaciones. Marx plantea que las personas desarrollan los intereses individuales hasta constituirse en intereses comunes. Estos intereses comunes se institucionalizan en forma de organizaciones empresariales, sindicales y partidistas. Y después los dirigentes de estas instituciones expresan estos intereses comunes en forma de intereses generales. Y desde que llegamos a los intereses generales, llegamos a las idealizaciones. Esta idealización debe entenderse en dos vertientes: por un lado, como la diferencia entre el interés general que representan los líderes de la institución y los intereses individuales de sus miembros, y, por otro lado, como el intento continuado de los representantes de las instituciones de expresar los intereses particulares de la clase o grupo social que representan como interés general de toda la sociedad. En la primera vertiente la historia de cualquier institución está plagada de conflictos entre el interés general y el interés individual. Cabe mencionar que la contradicción entre los intereses individuales que pertenecen al grupo social que representa determinada institución y los intereses generales que expresan de forma ideal los líderes de dicha institución, se presenta también como contradicción entre teoría y práctica, entre concepto y percepción. También la contradicción entre los intereses comunes de ciertos grupos y clases sociales y los intereses idealizados de los representantes de las clases dominantes puede llegar a puntos críticos que generan revueltas, produciéndose crisis en los modos de representación y en los contenidos representados.  Después sobrevienen cambios, que pueden ser más profundos o más superficiales.

Hay otro aspecto a tener en cuenta en la dialéctica de los intereses generales y los intereses individuales. La mayor parte de las instituciones tienen muchos años de existencia y por consiguiente los intereses comunes están muy bien estatuidos, y su expresión como intereses generales son considerados casi como sagrados. Sucede que cuando a esas instituciones se incorporan personas jóvenes muy dinámicas e independientes, el conflicto entre el interés general y el interés individual se aviva hasta el punto de que en muchas ocasiones se producen rupturas, que puede traducirse en cambios sustanciales en los liderazgos o en creaciones de nuevas instituciones. En la historia de la extrema izquierda, en la del PCUS y en la del PCCh, cuando predominaba en el socialismo real la economía planificada y la ausencia casi total de un Estado de derecho, los intereses individuales eran continuamente sacrificados en aras de los intereses generales. Produciéndose la anómala situación sociológica de que las personas recién incorporadas a dichas instituciones no podían desarrollar sus intereses individuales y, por tanto, su individualidad. Ha sido una deficiencia histórica en los partidos comunistas, marxistas leninistas y maoístas el poco desarrollo de la individualidad de sus militantes, no así el de sus dirigentes. Es conveniente saber que hay que tener paciencia y permitir a las jóvenes incorporaciones que de forma natural desarrollen sus intereses individuales hasta que adopten la forma del interés común de su clase o grupo social. Es un error imponer el interés general a las personas jóvenes con escaso desarrollo de sus intereses individuales. Esta práctica acaba por completo con la iniciativa y autonomía personales.

Ahora hablemos de la concepción burguesa del individuo. He advertido en varias ocasiones que hay una forma errónea de plantear la contradicción entre la concepción liberal del individuo y la concepción socialista. No se trata de que los liberales defienden los intereses individuales y los socialistas los intereses sociales, puesto que en todo sistema social siempre habrá intereses individuales e intereses sociales. Dicho de otro modo: toda persona además de intereses individuales también tiene intereses sociales. Un ejemplo: Hayek, que defiende el mercado capitalista, esto es, el mercado dominado por la propiedad privada, como el mejor mecanismo para defender los intereses individuales, está defendiendo los intereses sociales de todos los capitalistas. Recurriré al libro La tiranía del mérito de Sandel para exponer la concepción burguesa sobre el individuo. Sandel concibe los sistemas sociales como un conjunto de individuos que tienen intereses comunes. La crítica que realiza Sandel a las actuales sociedades dominadas por la meritocracia estriba en lo fundamental en la idea de que el bien común ha sido descuidado, y que, por consiguiente, es necesario tomar más conciencia del interés común y llevar a cabo una defensa férrea del mismo.

Esta tesis de Sandel tiene un error de fondo. Nos da a entender que en las sociedades actuales se han desatado los intereses individuales y se han socavado los intereses comunes. Pero la realidad lo desmiente. Pensemos en las grandes compañías que dominan hoy en el mercado mundial y que disfrutan de la mayor cotización bursátil. Todas esas instituciones han desarrollado y fortalecido de manera notable los intereses comunes de sus accionistas y de sus directivos. Y el poder de sus grandes personalidades dirigentes, el poder de sus individuales, es posible por el gran poder de los intereses comunes institucionalizados en esas empresas. Ahí no puede hablarse de debilitamiento o pérdida de atención de los intereses comunes frente al afán desmedido de   los intereses individuales de los dirigentes. Todo lo contrario: el desarrollo y fortalecimiento de los intereses individuales de los dirigentes es directamente proporcional al desarrollo y fortalecimiento de los intereses comunes de los directivos y principales propietarios de las empresas mencionadas. Pero hay más. Esos dirigentes no solo se presentan como los defensores de los intereses comunes de las instituciones que representan, sino que también se dedican a expresar los intereses particulares de las empresas que representan como intereses generales de la sociedad. Por lo tanto, dichos dirigentes no se limitan a administrar y gestionar sus negocios, sino que también hacen ideología. Y todo aquello que quieren para sus empresas, estricta planificación de sus recursos e inversiones y buenos sueldos para sus directivos, no lo quieren para la sociedad, donde reclaman la más libre y espontánea acción de los individuos en el mercado. En sus empresas exigen la más estricta regulación, pero en el mercado no quieren que aparezca ni por asomo el Estado.

Otra cosa diferente es que se haya debilitado los intereses comunes de los ciudadanos en tanto miembros del Estado. Pero en este caso el interés común de todos los ciudadanos siempre se presenta bajo el dominio y hegemonía de una clase social determinada. El error de Sandel y de la mayoría de los reformistas consiste en pensar que hay un interés común a todos los ciudadanos y que por medio del Estado este interés común puede asegurarse. No niego que haya intereses comunes a todos los ciudadanos de un mismo Estado, lo que niego es que los intereses comunes existan solamente como intereses de Estado. Puesto que como argumenté antes los intereses comunes también existen como los intereses de las grandes empresas que dominan el mercado mundial. Al igual que existen los intereses comunes de un sinfín de otras organizaciones, como son las religiosas, las deportivas, las altruistas y algunas más. Así que en todo caso lo que vivimos hoy día en el mundo globalizado es la contradicción entre los intereses comunes representados por el Estado y los intereses comunes de las grandes corporaciones que dominan el mercado global, entre las que cabe destacar las tecnológicas y los fondos de inversión.

¿Qué cambios se han producido en las formas económicas que ha llevado aparejado el desarrollo del individualismo? Muchos marxistas siguen planteando la contradicción entre capital y trabajo con las representaciones del siglo XIX. En un lado están los que viven de un salario y en otro lado los que viven de las rentas de capital. Pero ese mundo ya no existe o solo existe para el mundo de la pequeña empresa. Hoy día muchos trabajadores tienen acciones, y cobran dividendos, y tienen pisos en alquiler, y cobran rentas del suelo. Hoy día en la mayoría de las grandes empresas hay más accionistas que trabajadores y la industria como lugar de concentración de grandes masas de trabajadores con intereses comunes ha dejado de ser predominante. Un trabajador puede estar empleado en una empresa con 250.000 trabajadores, pero en la práctica solo mantiene un contacto relativamente estrecho con no más de 100 trabajadores. ¿Qué implica esto? Pues un debilitamiento de los intereses comunes y una dificultad enorme, por no decir imposible, para que esos 250.000 trabajadores repartidos por todo el mundo constituyan y representen un interés común. La clave aquí, en el mundo de hoy, estriba en que son los grandes y medianos capitalistas quienes han estatuido de manera poderosa sus intereses comunes, mientras que los intereses de los trabajadores se presentan como intereses individuales totalmente diseminados.

Los marxistas siguen sin prestarle atención a las redes sociales y cómo sus formas económicas representan cambios sociales más profundos de lo que a primera vista parece. Facebook en 2021 tenía 2.740millones de usuarios y sus ingresos por publicidad ascendieron a 21.684 millones de euros. ¿Qué vende Facebook a las empresas que hacen publicidad en sus espacios virtuales? La percepción visual y auditiva de sus usuarios sin que haya un contrato de por medio. Mientras que los intereses de Facebook se presentan como firmes intereses comunes de sus directivos y accionistas, los intereses de sus usuarios de presentan como intereses individuales dispersos. Los usuarios de Facebook carecen de intereses comunes. Mejor: es casi imposible que los intereses individuales de los usuarios de Facebook se desarrollen hasta constituirse en intereses comunes. Luego la forma económica constituida por las redes sociales desarrolla de forma masiva el individualismo de sus usuarios, pero con un escaso desarrollo; puesto que cuando los intereses individuales no se desarrollan hasta constituirse en intereses comunes, los intereses individuales apenas experimentan desarrollo.

En la actualidad Netflix está emitiendo una serie sobre la vida de Georgina Rodríguez. Por este concepto la pareja de Cristiano Ronaldo ingresará 100 millones de euros. Georgina Rodríguez tiene 29 millones de seguidores en Instagram, -yo tengo 102 seguidores en mi blog- e ingresa anualmente más de 4 millones de euros. Se habla de que las marcas se la rifan y que ha creado un imperio. Pero su imperio son sus seguidores. Y sus seguidores carecen de derechos. Y sucede lo mismo que cuando hablábamos de Facebook. ¿Qué vende Georgina para que las marcas se la rifen? La percepción visual y auditiva de sus seguidores. Y lo hace sin el permiso de sus seguidores y sin que estos sean conscientes de que Georgina vende una parte de sus fuerzas esenciales subjetivas. Y con respecto al individualismo se produce lo siguiente: por un lado, se desarrolla el individualismo de Georgina hasta el extremo de la idolatría, y por el otro lado, sus seguidores se presentan como individuos diseminados con un debilitado y escaso desarrollo individual en el marco de esta experiencia. ¿Y por qué es importante prestarle atención a este mundo? Porque es el mundo más aparente y, por tanto, el que mayor influencia tiene en la conformación de la ideología. Y mientras tanto muchos marxistas, alejados como están del mundo aparente, reflexionan sobre esencias, donde una de las predilectas es hasta qué grado tenía razón Marx sobre su manoseada ley de la tendencia decreciente de la ganancia. Cuando resulta que el mundo global es un mundo dominado fundamentalmente por los monopolios, esto es, un mundo donde la ley del valor es infringida una y otra vez y los precios distan mucho de expresar en términos cuantitativos el verdadero valor creado.

Recordemos a Hegel o pensemos como Hegel: la apariencia forma parte de la realidad o la apariencia no es más que la manifestación de la esencia o la esencia en otra determinación. Pero los marxistas, en su inmensa mayoría, siguen ignorando el mundo aparente y solo se concentran en las esencias despojadas de su manifestación aparente. En vez de descubrir mediante el análisis la esencia en la apariencia, ignoran o apartan la apariencia y van directamente a la esencia. Y cuando solo pensamos en esencias, da lo mismo vivir en el siglo XIX que en el mundo actual. De proceder así, dejando de lado la apariencia, las particularidades de la época actual terminan por desaparecer de la mente. Y si como dice Hegel la apariencia es solo la esencia en otra determinación, entonces quienes ignoran la apariencia, en verdad no conocen de un modo relativamente completo la esencia. Si utilizáramos El Capital de Marx, diríamos: quien no conoce la ganancia, la apariencia, con sus diversas sustantivaciones y manifestaciones, no conoce por completo la plusvalía, la esencia.

 

Fuente: https://fcoumpierrezblogspotcom.blogspot.com/2022/02/el-individualismo.html#more

 

martes, 24 de noviembre de 2020

CUAL DEBE SER LA INCLINACION DE LA JUVENTUD ACTUAL[1]

 


Donato Gonzáles Rejas

 

La Paz, Bolivia, 10 de junio de 1928.

 

1.- Inmerecidamente designado para inaugurar este acto de “regocijo”, según manifestaron varios compañeros ayer en la noche, quiero cumplir este mandato. Aunque no tenía intenciones de regocijarme por no tener de que, sin embargo, quiero participar del contento de los demás; contento que no me explico, naturalmente, pero que supongo que más obedece a un acto de camaradería entre los componentes de la institución, sea porque estos traten de ensayarse en los actos de salón, o ya porque el programa de acción contemple estos espectáculos.

Pues bien, decía que mis compañeros me han encomendado la misión de empezar este acto, y al cumplir este encargo, quiero aprovechar la oportunidad para extenderme, de una manera breve, en algunas consideraciones de actualidad.

2.- No puede haber actitud más simpática que la asumida por este grupo de muchachas y muchachos entusiastas, al tener el propósito de asociarse con fines culturales. Como este propósito ha nacido de corazones jóvenes, alimentados, seguramente, de sanos ideales, es preciso la colaboración decidida de toda clase de elementos amantes a la cultura; especialmente, de los que tengan una noción completa de la responsabilidad que lleva consigo la juventud, y mucho más, si se tiene en cuenta que estos principios enunciados serán rectos y duraderos, como un grabado permanente indestructible ante todos los agentes tentadores y destructores de la Naturaleza.- Es en este sentido que el que habla ha aceptado la invitación honrosa que esta institución le hiciera.

3.- Cuál debe ser la inclinación de la juventud de nuestro tiempo? La juventud lleva consigo bravas responsabilidades, que si no logra vencerlas o por lo menos trabajar por su cumplimiento, habrá traicionado a su generación.- Vivimos un momento eminentemente de agitación espiritual. Por doquier se siente la clarinada del nuevo amanecer; es cierto que la aurora se nos presenta alegre y sin muchos nubarrones, pero siempre es necesario fijar la vista en la resplandescencia y curso de su sol: trabajar, trabajar y aprovecharlo integro… Magnifico es el pensamiento de José Ingenieros, al respecto: “El derecho a la vida está condicionado por el deber del trabajo” y agrega “Quien nada aporta a la colmena no tiene derecho de probar la miel”.- Es claro que la juventud debe distinguirse por su espíritu eminentemente trabajador. Las grandes obras existentes están a base de trabajo: los grandes inventos han nacido de la perseverancia y amor al trabajo, de los sabios. Por eso decimos que toda creación, toda obra es producto del trabajo.

4.- No hay duda que las nuevas corrientes ideológicas echan los cimientos de una nueva obra. Es decir, su espíritu es netamente creador. Primeramente, la ideología de la juventud revolucionaria, converge hacia el punto donde se pueda encontrar una sociedad más humana; donde el egoísmo sea considerado como un crimen, y no como al presente que se tiene como un adorno espiritual. Las corporaciones de nueva creación, tienen un espíritu de cooperación con los demás y una tendencia esencialmente humanitarista y por consiguiente, una misión puramente social.

Los gobiernos que verdaderamente son los verdaderos portavoces del pueblo, escuchan a la juventud; interpretan el sentir de ella y de las masas y de que aquella es un heraldo. En la instrucción se trata de amparar los nuevos métodos pedagógicos y científicos. A la cátedra se trata de llevar a individuos de sólida moralidad y de vocación (Rusia, Francia, etc., en Europa; México, Uruguay, Chile, Argentina, etc., en América).

5.- Hay revolución en los espíritus, y por consiguiente en las ciencias y en las letras, y su inclinación es esencialmente humanitaria y social.- Si las nuevas creaciones literarias están a base netamente de interpretación social y económica, ya se trate de hacer resaltar las necesidades de la humanidad en uno u otro orden. Tratan de interpretar, si no crear, una nueva sensibilidad. Las ciencias, a su vez, entienden y profundizan sus investigaciones al campo del mejoramiento social. Interpretan las necesidades del ambiente que les rodea y no sienten egoísmo en transmitirle sus secretos, de una manera sencilla y clara.

6.- Debemos luchar contra toda opresión. Hoy, el ideal fundamental de la juventud, de ambos sexos (y perdonen la redundancia), es su mejoramiento moral. No su examen de conciencia o mejoramiento moral como llaman hipócrita y socarronamente los frailes; sino un mejoramiento espiritual, a base de la interpretación que cada uno debe hacer de la responsabilidad que tiene para consigo mismo, para con la sociedad, para con la humanidad entera, y en especial la herencia que debe legar a las generaciones futuras. Cada uno debe ser capaz de almacenar una buena porción moral, digna de transmitirla a los demás sin el remordimiento de que les pueda servir en perjuicio.

7.- Ya pasaron los tiempos, en que la juventud debía ser partidaria del “yoyismo”; postulado egoísta y condenable. Si tenemos un poco de sentimiento humanitario, si tenemos moralidad, si tenemos, en fin, conocimientos, por muy escasos que sean, compartamos de ellos con los demás: con el miserable indio que fecundiza y labra el altiplano, no obstante su estado de desnudez. Tratemos de curar las heridas del pueblo, y finalmente, trabajemos por mejorar su condición miserable.

8.- Quedo muy agradecido a mis compañeros, por haber tenido la idea de hacerme participar de este “festival cultural”, mezclado con “su” poco de romanticismo y solemnidad; acto que servirá, seguramente, como punto de partida y como promesa formal de todos los miembros que componen este centro para seguir trabajando por su engrandecimiento, que también contribuya al engrandecimiento de una Bolivia próspera, culta y libre de prejuicios y de miseria social.

 

Discurso pronunciado en el Centro de Iniciación cultural.

 

La Paz, Bolivia, 10 de junio de 1928.

 

Fuente: Del Archivo Familiar, proporcionado por Ondina González Bolaños



[1] Este documento forma parte del acervo del Archivo de Donato Gonzáles Rejas. 

domingo, 5 de abril de 2020

A PROPÓSITO DEL CORONAVIRUS: EXISTENCIA Y ESENCIA




sábado, 4 de abril de 2020


Hoy les hablo como trabajador y no como intelectual, hoy les hablo desde la particularidad y no desde la generalidad. Aunque soy Ingeniero Técnico y Licenciado en Filosofía, toda mi vida, desde los 22 años, he trabajado en el mundo de la pequeña empresa privada. Como estoy dentro de la población de riesgo no me ha quedado más remedio que trabajar desde mi casa. Me sigo levantando a las cinco y media de la mañana y desde esa hora tengo que pensar en la empresa. En mi empresa se ha aplicado un ERTE. Muchas trabajadoras y trabajadores querían entrar en el ERTE por miedo al virus y por estar cerca de su familia. Todos los que han entrado en el ERTE han perdido el 25 por ciento de sus ingresos mensuales. Y todos ellos, los que están trabajando y los que no, están atenazados por el miedo al futuro: sobre sus conciencias pesa la posibilidad de perder el trabajo.

Todos los días llamo a mis compañeros de trabajo, a los jefes de departamento de compra y facturación, pedidos y comercial, empaquetado y producción, para animarlos, para darles esperanzas, para dotarlos de una visión estratégica o de medio plazo. Nuestra empresa está altamente endeuda y como todas las pequeñas empresas es financieramente muy frágil. Durante tres meses tendremos que trabajar con pérdidas. Esto supone que nos tendremos que endeudar aún más. Alivio a mis compañeros de trabajo argumentándoles que como nos vamos a financiar con créditos ICO, al tener un año de carencia, el peso de esa deuda la enfrentaremos en abril de 2021; y de aquí allá tendremos tiempo de cambiar el rumbo de la empresa y pasar de tener pérdidas a tener beneficios. Hay que saber que si la empresa no arroja beneficios, los bancos no te renuevan las pólizas de crédito y te las transforman en créditos a pagar en tres años. Y si esto ocurriera, la empresa entraría en quiebra técnica y desaparecería del mapa. Vivimos con la esperanza de que a partir de julio se reactive la economía. Hasta ese entonces la incertidumbre mina las ilusiones de mis compañeras y compañeros de trabajo. Les pregunto sobre sus parejas, sobre sus padres y sus hijos. Y me cuentan anécdotas de sus hijos que nos hace reír y liberar tensiones. Sufro por ellos cada día. Pero no puedo demostrarles nunca desaliento.

Nuestras ventas han bajado un 73 por ciento. Todos los restaurantes que cerraron y eran clientes de nuestra empresa han congelado sus pagos. Algunas de las cadenas hoteleras que cerraron también han congelado sus pagos. Igualmente lo han hecho algunas pequeñas cadenas de supermercados que han tenido que cerrar una parte importante de sus tiendas. Nuestra empresa trabaja en una zona turística y la contracción de la demanda ha sido enorme. El problema estructural de esta empresa está en que se encuentra explotada por las grandes cadenas hoteleras y las grandes cadenas de supermercados. Su poder de compra es tan grande que nos imponen unos precios muy bajos. Así que la situación que se cierne sobre nuestra empresa, sobre sus empleados, es angustiosa. Así y todo trabajo día a día para ver cómo podemos mejorar nuestra financiación y cómo aumentar nuestras ventas. Día tras día me esfuerzo, con argumentos objetivos, en transmitirles a mis compañeros de trabajo esperanzas y alegrías. Y en todas esas comunicaciones no se me ocurre hablar ni por un instante de las contradicciones esenciales y universales del capitalismo. Aquí el problema está en la existencia y el ser y no en las esencias abstractas. Y lo que esperan mis compañeros de mí es futuro: asegurar el empleo.

Estas condiciones sociales de mi existencia me hacen ser radicalmente diferente de la mayoría de los teóricos marxistas y de la izquierda radical. Casi todos son profesores de Universidad, de Enseñanza Media o de  Educación General Básica. En su inmensa mayoría, aunque lleguen las crisis, primero la de 2008 y ahora la del coronavirus, tienen sus empleos y sus ingresos asegurados. Están tan alejados de las condiciones de existencia particulares de la mayoría de los trabajadores que son muy dados a hablar siempre en términos conceptuales abstractos y de las contradicciones indisolubles del capitalismo universal. No alivian a los trabajadores, los asustan y en ocasiones oscurecen sus mentes.

Las condiciones de la existencia social de los teóricos marxistas y de la izquierda radical son las que explican sus formas ideológicas. Escuchemos a Marx en La ideología alemana: “La división del trabajo solo se convierte en verdadera división a partir del momento en que se separan el trabajo físico y el intelectual. –Los profesores constituyen la parte fundamental de los que se dedican al trabajo intelectual en sus condiciones más enajenantes– Desde este instante,puede ya la conciencia imaginarse realmente que es algo más y algo distinto que la conciencia de la práctica existente, que representa realmente algo sin representar algo real; desde este instante, se halla la conciencia en condiciones de emanciparse del mundo y entregarse a la creación de la teoría pura,…”. Lo que le sucede a una buena parte, sin duda la más hegemónica, de los teóricos marxistas y de la izquierda radical es que viven en un mundo donde la esencia de los conceptos ha sido separada de la existencia de la distintas formas de la práctica social. De ahí que sean muy tendentes no a comparar unos hechos con otros hechos, sino los hechos de la existencia con los hechos de su conciencia. Su concepto de socialismo no está basado en las formas embrionarias del socialismo en las sociedades capitalistas sino en el socialismo puro. Ni Hegel creía en los conceptos puros. Así que en este sentido muchos marxistas son más idealistas que el propio Hegel. (Como muchas personas pueden dudar de que sea cierto lo que afirmo de Hegel, les transcribo una cita contenida en su obra Filosofía de la religión que acredita que lo que afirmo es cierto: “Por lo tanto, con el saber inmediato ocurre que no se da en absoluto y cuando se nos dice que el saber inmediato es el saber verdadero, entonces hay que ver lo que se quiere decir, y ahí se pone en evidencia que es una abstracción vacía: la del saber puro”).

Mi corazón está partido en muchos trozos. La situación personal de mis compañeras y compañeros de trabajo me apena y no me deja dormir tranquilo. Los conceptos me alivian. Pero no vivo bajo el dominio de la enajenación conceptual. Y la enajenación conceptual se produce cuando la esencia se presenta separada de las condiciones de existencia de las personas. Este es el error en el que a mi juicio incurren una buena mayoría de teóricos marxistas y de la izquierda radical. Y esto me desalienta y me enfada. No hay que olvidar que el concepto primigenio de ideólogo se aplica justamente a aquellas personas que gracias a la división del trabajo en físico y espiritual se dedican al cultivo de los conceptos y a la elaboración de las teorías sociales puras. Esto que ocurre con los ideólogos marxistas ocurre igualmente con los ideólogos del viejo y nuevo liberalismo.

(No quiero desaprovechar la ocasión de hablarles de Pablo Iglesias como paradigma de lo que he argumentado. Hasta hace poco era un profesor de universidad que actuaba como puro ideólogo, lanzando esencias discursivas totalmente desligadas de las condiciones de existencia de la sociedad española. Ahora, en su calidad de Vicepresidente, actúa como un pragmático político, sus esencias discursivas radicales se han volatilizado, quedando su conciencia totalmente sometida a las condiciones de existencia de la sociedad española bajo la fuerza arrolladora del coronavirus. Este tipo de político produce un daño irreparable a la izquierda radical, pues la sociología vulgar presenta las cosas así: cuando joven era un idealista comunista, pero con la madurez comprendió que aquellos ideales carecían de verdad y fundamento e irremediablemente ha tomado conciencia de que no hay mejor sistema económico social que el capitalista)



viernes, 6 de diciembre de 2019

¿POR QUÉ ALGUNOS INTELECTUALES INDIGENISTAS Y FEMINISTAS NEGARON EL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA?




 La autoproclamada presidenta Jeanine Áñez

Análisis
05/12/2019

¿Qué les motivó a estos indigenistas y feministas a negar lo que el mundo, ahora, constata como Golpe de Estado? ¿Acaso desconocían el concepto básico de lo que es un Golpe de Estado? ¿Por qué asumieron el discurso del fraude electoral, falacia que ni la propia OEA es capaz de demostrar técnicamente?

Parte de la estrategia del Golpe del Estado en Bolivia[1] fue mostrar al país y al mundo que la renuncia forzada de Evo Morales era un acto democrático de “sucesión constitucional”. Para ello se pactó previamente con los medios corporativos de información, se cerraron los medios estatales y/o comunitarios, para luego reabrirlos ya ocupados. Expulsar a los medios extranjeros… Y aplicar la “jaula mediática” a los bolivianos.

Pero, desde la solidaridad y comunicación internacional se logró posicionar lo ocurrido en Bolivia como Golpe de Estado. Incluso Bernie Sanders, ex candidato presidencial norteamericano, concluye que en Bolivia hubo Golpe de Estado[2].

Sorprendentemente, en esa constatación narrativa sobre lo sucedido en Bolivia, intelectuales indigenistas y feministas como Silvia Rivera[3], Raquel Gutiérrez[4], Eduardo Gudynas[5], Raúl Zibechi[6], Rita Segato[7]…o activistas como Pablo Solón[8], y otros, coincidieron en afirmar que “Evo Morales cayó por sus propios errores”. “Que lo que había ocurrido fue fraude electoral. No un Golpe de Estado”.

¿Qué les motivó a estos indigenistas y feministas a negar lo que el mundo, ahora, constata como Golpe de Estado? ¿Acaso desconocían el concepto básico de lo que es un Golpe de Estado? ¿Por qué asumieron el discurso del fraude electoral, falacia que ni la propia OEA es capaz de demostrar técnicamente?

¿Cómo se explica esa “adulación” discursiva a los indígenas sometidos, y la repulsa a los indígenas en proceso de emancipación?

Estos y otros intelectuales, opinadores y activistas "progres", desde hace un tiempo atrás fueron construyendo y difundiendo el correlato de “Evo Morales dictador, corrupto, narcotraficante…”, en diferentes escenarios internacionales y nacionales.

De esta manera, abonaron a la construcción de las condiciones subjetivas golpistas de la clase media tradicional que sería el puntal de lanza del Golpe (junto a los policías y militares). Instalaron la fijación y el odio contra el “indio gobernante”, en sus estudiantes universitarios, colegas, ONG, y en la ciudadanía progre que leía sus críticas destructivas contra el “indio macho y tirano”, según ellos. ¿Por qué?

Individualismo metodológico. Estos intelectuales, por sus categorías de comprensión/explicación de la realidad, redujeron el proceso de cambio boliviano a la persona de Evo Morales. Se fijaron tanto en Morales que asumieron que el proceso de cambio boliviano fue producto de un caudillo “ignorante”. ¿Acaso Morales no fue producto de un proceso social masivo? ¿No fue refrendado en las urnas como gobernante?

Jamás consideraron las posibles consecuencias sociales que ocasionaría "el repudio al indio” que estaban sembrando en contra del “dictador”. Cayó Morales, masacraron a más de 30 indígenas, y se reparten, ahora, el botín estatal.

Revancha intelectual. Ante las permanentes críticas de algunos de estos intelectuales, García Linera, Vicepresidente de Bolivia, lejos de entrar en debate, escribió un libro en el que los descalificó llamándolos “infantiles”, y jamás los tomó en cuenta. Desde entonces las críticas al gobierno de Morales se tornaron en revancha casi visceral. Se mofaban no sólo de la carencia del título académico de Linera, sino hasta de las metáforas performativas dichas por éste.

Mientras Silvia Rivero, Pablo Solón, Raúl Prada…, ocupaban puestos/cobraban del Estado Plurinacional, el gobierno indígena era el arquetipo ideal. Pero, una vez que fueron despedidos de sus puestos laborales se convirtieron de apologetas en detractores del proceso de cambio impulsado por movimientos indígenas y campesinos.

Racismo intelectual. El indigenista o feminista profesional, por lo regular, adula al indígena o la mujer mientras éste o ésta son subalternos. En la medida que el indígena comienza a caminar con sus propios pies y pensar con su propia cabeza, el indigenista se incomoda. Mucho más, si las mujeres o indígenas ya no requieren de sus asesoramientos teóricos para proseguir con sus procesos.

A estos intelectuales sólo les interesa el indígena como objeto de caridad intelectual. En la medida que el indígena o la mujer se constituyen en sujetos con ideas propias, aquellos lo desacreditan amparados en sus títulos.

Postura anti estatista. Por leer y creer en demasía a Jhonn Holloway, estos intelectuales indigenistas/ambientalistas asumieron que el Estado era un aparato obsoleto del pasado. Ellos creen estar ya en la era post estatal.

Su consigna es: el Estado no importa. Importa la comunidad. De allí el idílico sueño del “comunitarismo apolítico”. Por tanto, qué importa si hay o no Golpe de Estado. Mucho menos importa el injerencismo norteamericano. Lo que importa es la armónica estructura comunitaria que imaginan.

Postura a imperialista. Toni Negri dijo que la época de la expansión territorial de los imperios era del pasado porque el poder, ahora, estaba centrado en el conocimiento, ya no en el control territorial como antes. "El conocimiento no tiene territorio. Por tanto, no hay Imperio invadiendo territorios o promoviendo golpes de Estado". Su fe en esta elucubración mental los lleva a no ver el intervencionismo norteamericano en América Latina.

Ambientalismo fashion. Para estos pensadores, el respeto a la Madre Tierra consiste en no tocar, no extraer, los bienes de la Tierra. Quizás creen que lo que consumen se produce o se extrae del supermercado.

Esa idílica lógica conservacionista les lleva a rasgarse las vestiduras frente a la muerte de los animales en la Amazonía, pero guardar un sepulcral silencio cómplice ante la masacre desalmada de indígenas y campesinos insubordinados en la ciudad de El Alto o Cochabamba.

Quizás porque el ambientalismo cotiza más en el mercado financiero de la cooperación internacional que la idea de la defensa del “indio bueno”.

No hay indio insumiso sin culpa. Estos intelectuales coincidieron en decir que “Evo Morales dejó el poder producto de sus errores”. Morales fue culpable de su defenestración.

Incluso las feministas, lejos de protestar contra el Golpe, repetían el correlato de lo “autoritario, dictatorial, corrupto…” que había sido Evo Morales. “Se lo merecía y fue culpable de su violación por llevar pollerita corta” dirían los machistas refiriéndose a una mujer violada. Algo así dicen algunas feministas del Golpe de Estado en Bolivia.

Lo triste es que progresivamente el mundo se entera que nunca se comprobó técnicamente de la existencia del mentado fraude electoral del 20 de octubre en Bolivia. Lo que sí existe, luego del Golpe de Estado, y las masacres indígenas, es un proceso acelerado de ocupación de las empresas públicas por agentes de empresas privadas golpistas, persecución/criminalización abierta de los dirigentes de los movimientos sociales, reocupación de Bolivia por las Embajadas norteamericana e israelí, y hostigamiento/expulsión de toda mano solidaria con los sectores subalterno en el país.

Notas
 

Ollantay Itzamná
Defensor latinoamericano de los Derechos de la Madre Tierra y Derechos Humanos
@JubenalQ