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domingo, 24 de diciembre de 2017

¿QUÉ CONSTITUYENTE NECESITAMOS?: NUESTRAS DIFERENCIAS CON EL “NUEVO PERÚ”




La posibilidad que el presidente Pedro Pablo Kuczynski sea cesado desde el parlamento, abrió también una polémica en la izquierda peruana sobre cómo encarar la crisis por la que atraviesa el estado. En este marco, reproducimos comunicado de la agrupación Resistencia Sur de Tacna con quiénes, desde la Fracción Trotkista Cuarta Internacional (FT-CI), venimos explorando posibles convergencias programáticas y estratégicas.

Sábado 23 de diciembre

El Nuevo Perú, organización liderada por Verónika Mendoza que actualmente cuenta con 10 congresistas, parte de la consideración que el estado es un espacio neutro, el cual en los últimos 25 años de hegemonía neoliberal fue capturado por lobistas y mafiosos, quienes lo alejaron de la “gente”, por tanto, la tarea central que esta organización se propone es: “recuperar el estado para la gente a través de un proceso constituyente que de vida a una nueva constitución”.

Por eso, cuando se presentó el problema de la probable cesación de Kuczynski, ellos desde un inicio apelaron a una salida institucional basada en el respeto al “estado de derecho”, lo cual significaba que se agote la investigación al presidente en los fueros del poder judicial y si aquí se demostraba su culpabilidad, este pudiera ser reemplazado por su vicepresidente, sin que esto signifique violentar el orden constitucional y lo que ellos llaman la “independencia de poderes”.

Su respeto a las instituciones burguesas, los lleva a crear expectativas en el poder judicial y en el ministerio público, al grado tal que en un comunicado oficial del 20 de diciembre último dan por descontado que los líderes del fujimorismo implicados en casos de corrupción terminaran presos a partir de las declaraciones de Barata (representante de la empresa Odebrecht en Perú). Olvidan, sin embargo, que el ministerio público permitió la fuga de Alejandro Toledo o la cárcel dorada de Fujimori, así mismo, que este ministerio público es el mismo que avala los despidos de miles de trabajadores y trabajadoras y blinda a las empresas mineras que contaminan el medio ambiente y evaden impuestos.

De lo expuesto, se puede deducir que la visión que el Nuevo Perú tiene del proceso constituyente, es dándole la espalda a las legítimas aspiraciones, de los trabajadores y el pueblo peruano, de cambiarlo todo. Encubre esta política respetuosa del orden fujimorista con un lenguaje gradualista y reformista, ya que, al propugnar la defensa férrea de los poderes del estado, la asamblea constituyente que daría vida a la nueva constitución que ellos proponen, deberá nacer o por iniciativa del parlamento o del ejecutivo, pero sin que esto signifique una ruptura con el actual orden jurídico expresado en la constitución de 1993.

Cuando hablan, entonces, de movilizarse por una nueva constitución, a lo que se refieren realmente es a la “presión” que desde la “sociedad civil” se pueda hacer para que el legislativo o el ejecutivo convoquen a una asamblea constituyente en el marco de los poderes existentes, lo cual desde ya la castraría de todo elemento progresivo ya que - de darse - seria en conciliación no solo con los partidos de la derecha más conservadora que hoy controlan estos poderes del estado, sino también con los capitalistas que son los que controlan los hilos de la economía nacional.

Nosotros, desde Resistencia Sur, no compartimos esta posición ya que consideramos que no ayuda a solucionar los problemas de fondo del país, sino todo lo contrario, en un hipotético proceso de ascenso social se puede convertir en un freno que ayudaría a desviar la voluntad de las masas por empezar a cambiarlo todo y que ahora se expresa embrionalmente en el “que se vayan todos”.

Por eso, nosotros llamamos a una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, la cual no podrá nacer de los poderes impuestos por la dictadura de Alberto Fujimori a través de la constitución de 1993 - llámese ejecutivo, legislativo o judicial - sino todo lo contrario, deberá ser impuesta por la lucha de la clase trabajadora y el pueblo, negando precisamente las instituciones del actual régimen ya que estas reflejan los intereses de los grandes capitalistas y de una casta de políticos corruptos al servicio de los ricos. Solo una Asamblea Constituyente que goce de la libertad para legislar sin ningún tipo de presión de los poderes fácticos y que tenga la soberanía para imponer su voluntad, podrá asegurar la posibilidad de empezar a cambiarlo todo.

Aquí podremos decidir si los recursos naturales siguen en manos de unos pocos que no pagan impuestos, que nos sobre explotan con la tercerización laboral y contaminan el medio ambiente o si los nacionalizamos y los ponemos a producir bajo control de los trabajadores y con la fiscalización del pueblo organizado.

En esta Asamblea Constituyente Libre y Soberana podremos también acabar con los privilegios de los políticos corruptos aprobando que desde el presidente para abajo sean revocados por el pueblo cuando incumplen sus promesas y que los diputados y otros funcionarios elegidos por voto popular, a diferencia de lo que sucede hoy que son designados a “dedo”, ganen como un docente. Aquí podremos decidir también si la prioridad del estado es el pago de la fraudulenta deuda externa o la salud, la vivienda y la educación del pueblo trabajador. Desde aquí también podremos acabar con el desempleo, el sub empleo y la precarización laboral aprobando que la jornada laboral para todos sea de 6 horas diarias, cinco días a la semana y que el salario mínimo sea acorde al valor de la canasta básica familiar. Para acabar con la corrupción de los empresarios aprobaremos que se hagan públicos los libros de contabilidad de sus empresas para saber realmente cuánto ganan, así mismo, quienes incumplan con sus trabajadores y cometan actos ilícitos como Odebrechet deberán ser expropiados sin derecho a indemnización. Así mismo y para acabar con la corrupción del poder judicial y del ministerio público, aquí aprobaremos que los jueces y fiscales sean elegidos por votación universal.

Solo una Asamblea Constituyente Libre y Soberana nos podrá asegurar la posibilidad de discutir estos y otros puntos. Pelear por ella, implica crear desde ahora espacios de discusión en las bases (sindicatos, centros de estudiantes, centros de trabajo, etc.), así como espacios de organización y de lucha.


viernes, 20 de mayo de 2016

¡¡KEIKO FUJIMORI Y PPK NO NOS REPRESENTAN!!





Organicemos la resistencia en las calles y con el pueblo.

Las elecciones del 10 de abril pasado estuvieron marcadas por el fraude electoral. Los grupos de poder económico, valiéndose del Jurado Nacional de Elecciones, manipularon el proceso a fin de que en esta segunda vuelta tengamos a dos personajes marcadamente neoliberales disputando la posibilidad de ser gobierno.

Esto se expresó en la forma parcializada como es que la instancia electoral acciono para sacar de carrera a los también neoliberales Julio Guzmán y Cesar Acuña y de esa manera favoreció el crecimiento de Keiko Fujimori y de Pedro Pablo Kusinsky (engreídos del gran capital norteamericano). Por otro lado y para impedir que pierda la inscripción la alianza electoral presidida por Alan García, el Jurado Nacional de Elecciones, un día antes de las elecciones cambio las reglas de juego bajando el porcentaje de votos requeridos para pasar la valla electoral con lo cual el APRA logro meter cinco congresistas que estamos convencidos serán férreos defensores del orden establecido. A ello habría que sumarle la serie de irregularidades ocurridas durante el día de las elecciones que permitieron que PPK rompa el empate técnico y pase a segunda vuelta.

Estos hechos, que no hacen más que deslegitimar el proceso electoral en curso, ponen también en evidencia hasta donde están dispuestos a llegar los dueños del Perú con tal de concretizar sus objetivos expresados en el saqueo de nuestros recursos naturales, la explotación desregulada y flexibilizada de nuestra mano de obra y el control monopólico de nuestro mercado nacional. Para ellos, la democracia es sinónimo de elecciones cada cinco años y sirve solo si les permite perpetuar sus intereses económicos y políticos.

Si bien es cierto existen diferencias entre las candidaturas de Keiko y PPK, consideramos que estas son de forma mas no de contenido, ya que ambas representan los intereses del gran capital norteamericano, por tanto, de ser gobierno cualquiera de las dos opciones no reparara en arremeter contra el movimiento social con tal de concretizar los requerimientos del imperio del norte que actualmente se encuentra golpeado por las consecuencias de la crisis económica mundial y por la emergencia de otros polos de poder a escala internacional como China y Rusia que le disputan la hegemonía del mercado mundial, lo cual lo hace mucho más agresivo con los países periféricos ubicados en lo que ellos consideran su patio trasero. Por eso hoy EEUU pasa a la ofensiva y trata de imponer el TPP y abre nuevas bases militares en América del sur, mientras que por otro lado promueve “golpes de estado democráticos” en Brasil y Venezuela y ajustes contra reformistas en la Argentina de Macri.

Ese es el poder real que está detrás de las candidaturas de Keiko y PPK, el mismo que buscara profundizar las medidas neoliberales a través del próximo presidente. No es cierto entonces que la disputa en segunda vuelta sea entre democracia y dictadura o entre dictadura y equilibrio de poderes. La disputa es entre dos versiones neoliberales al servicio del gran capital norteamericano: una lumpenesca, clientelista y vinculada al narcotráfico (como lo evidencias las últimas denuncias periodísticas) representada por Keiko Fujimori la cual construyo su liderazgo en función al legado de su padre y la otra más tecnocrática expresada en la candidatura de Pedro Pablo Kusinsky, quien se hizo famoso por ser un lobista del gran capital y articulador oficial entre las agencias pro imperialistas y el estado peruano (esa fue la labor que cumplió durante el primer y segundo gobierno de Belaunde y durante el gobierno de Alejandro Toledo donde se desempeñó como ministro de economía y primer ministro).

Con el fraude electoral los grupos de poder no solo lograran entonces que el próximo presidente y por tanto el nuevo ejecutivo sean adictos a sus intereses, sino que también han impuesto un parlamento que en su mayoría será neoliberal (110 de 130), en ese sentido es ilusorio pensar que en esos espacios el pueblo pueda pelear por sus reivindicaciones y por sus derechos. Sin embargo y a pesar de ello la voluntad de cambio de las grandes mayorías sigue vigente. Esta encontró su cauce electoral en las candidaturas de Veronika Mendoza del Frente Amplio y en Goyo Santos de Democracia Directa, las cuales sumadas bordean el 25% de los votos validos en primera vuelta, ello le permitió al Frente Amplio poner 20 congresistas .

Esa voluntad de cambio que geográficamente la podemos ubicar en la macro región sur, en Cajamarca y en las zonas rurales donde la mega minería ha hecho estragos y donde no llega el crecimiento económico, tiene en los campesinos, los trabajadores, los indígenas, las mujeres, los desempleados, los informales y la juventud al sujeto social más dinámico y combativo. Es precisamente con este sector con el cual debemos fundirnos para construir espacios de resistencia a lo que será la arremetida del próximo gobierno sea el que fuere. Organizar espacios de debate y centralización nacional de las luchas del movimiento social anti neoliberal es una tarea de primer orden que debemos asumir para a partir de allí construir un instrumento político genuinamente representativo de los sectores subalternos.

¡¡GANE QUIEN GANE, PIERDE EL PUEBLO!!

Tacna, 18 de mayo de 2016.