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martes, 9 de enero de 2024

COERCIÓN PSICOLÓGICA: MÉTODOS PARA REALIZAR “REVOLUCIONES DE COLOR”

 

Las hormigas también pueden organizar las revoluciones del color de la sangre humana


Por Administrator

martes 09 de enero de 2024, 21:00h

 

Prof.Dr. Vladimir Prav

 

Como uno de los principales métodos para llevar a cabo “revoluciones de color” en condiciones de guerra híbrida, la coerción psicológica requiere un mayor escrutinio. El éxito de una guerra híbrida requiere la creación y el funcionamiento de “redes”, pero una guerra centrada en redes, a diferencia de las guerras de períodos anteriores, no la libran estados ni siquiera bloques, sino estructuras globales. Pueden ser estructuras institucionalizadas o grupos oscuros dedicados a la subversión y el terrorismo.

La operación centrada en la red garantiza la capacidad de gestionar de forma integral a todos los actores activos en las relaciones internacionales. La introducción de la “red” resuelve el problema de privar al país, a los ejércitos y a los gobiernos de independencia, soberanía y subjetividad, esforzándose por convertirlos en objetos estrictamente controlados. En primer lugar, el agresor geopolítico consolida el control sobre todo el conjunto de recursos del país enemigo. La “transferencia” del control de estos recursos al agresor se lleva a cabo en gran medida de forma voluntaria, ya que inocentemente se la percibe no como una agresión, sino como un camino hacia el desarrollo. Una operación centrada en redes también opera en el ámbito cultural mental, con el objetivo de destruir los valores tradicionales de una nación determinada, para ser reemplazados por los de una cultura extraña que puede ser manipulada con fines de guerra híbrida.

Las operaciones centradas en redes incluyen las “revoluciones de color”, cuya idea es obtener el control total sobre el estado y su territorio, si es posible, sin el uso de la violencia armada. La “Revolución de Color” es el proceso de cambiar el gobierno gobernante del estado a través de acciones no violentas por parte de los ciudadanos con el apoyo y en interés de la oposición local, respaldada por un actor internacional externo. Crea la ilusión de legitimidad de las decisiones y acciones tomadas bajo la presión de la multitud, y también enmascara las actividades ilegales de los residentes extranjeros y la traición de los intereses nacionales del Estado por parte de los grupos de élite.

Las “revoluciones de color” tienen un carácter “latente” y normalmente no son percibidas como una amenaza por todas las sociedades anfitrionas. Detectar actos de “revoluciones de color” es tarea de los servicios de inteligencia para hacerlos visibles para la élite. El uso de medidas de represalia adecuadas es función de una elite política alerta.

Una táctica eficaz de coerción psicológica utilizada durante las “revoluciones de color” es el método conocido como “agarre de pinza”. El objeto de influencia, el gobierno u otro organismo de la administración pública, se ve sometido a presión psicológica de centros de poder tanto oscuros como legítimos, simultáneamente “desde arriba” y “desde abajo”.

Esta táctica se implementa mediante los siguientes pasos:

1.      Formación de un entorno organizacional de presión psicológica:

  • “desde arriba” (agentes de influencia en varios niveles de gobierno, contraélite, “quinta columna”);
  • “desde abajo” (creación de estructuras sociopolíticas – partidos, movimientos, fundaciones, centros, medios de comunicación; introducción de sus representantes en organizaciones públicas, control de los medios de comunicación, organización de protestas masivas, creación de un centro de coordinación).

1.      Implementación práctica de la presión psicológica “desde abajo”:

  • despertar indignación masiva y descontento entre la población con las actividades del gobierno;
  • creación de opinión pública, que es la base para legitimar el cambio de régimen;
  • preparación y lanzamiento de protestas y actos de desobediencia masiva.

1.      Implementación práctica de la presión psicológica "desde arriba":

  • cabildeo para obtener una versión rentable (necesaria) de una decisión política tomada por el gobierno:
  • llevar información negativa sobre los acontecimientos actuales a figuras políticas, incluso a través de un entorno informal (familiares, amigos);
  • actividades destinadas a convencer a los miembros del gobierno de que no hay alternativa a las soluciones políticas propuestas.

1.      Tomar una decisión política. Al verse presionado desde “arriba” y “abajo”, el gobierno comienza a tomar malas decisiones. Si estas decisiones no satisfacen a los organizadores de la conspiración, la presión psicológica aumenta. Si la decisión corresponde a los intereses de los organizadores de la conspiración, entonces se pasa al siguiente paso.

2.     La eliminación de la presión psicológica. Si la decisión es bienvenida y aprobada por la población, entonces se aliviará la presión psicológica del gobierno y se limitarán las actividades de provocación para despertar el descontento masivo y las protestas. La situación está normalizada.

La efectividad del proceso anterior está influenciada por muchos factores, incluidas las características psicológicas de la población cuya conciencia está siendo manipulada, las condiciones sociales reales en las que se encuentra esta población, sus expectativas masivas, así como la cohesión y profesionalismo de los miembros del equipo de clima organizacional bajo presión psicológica “desde arriba” y “desde abajo”.

La presión psicológica sobre la dirección político-militar del Estado –“pinza”– se ejerce en tres niveles:

1.      Nivel internacional (fuerzas conspirativas externas);

2.     grupos de élite del centro;

3.     grupos de élite de la periferia.

Los grupos de élite del centro y la periferia persiguen objetivos similares en muchos sentidos. Para aumentar su presión "desde arriba" sobre los altos funcionarios del Estado, recurren a fuerzas políticas externas, a los organizadores internacionales de la conspiración.

Todas las “Revoluciones de Color” que están teniendo lugar en el mundo, y en particular en el espacio postsoviético, son un fenómeno preparado y organizado por Estados Unidos para establecer un control geopolítico sobre aquellos estados y territorios que anteriormente estaban en la zona de influencia de Rusia. Actualmente, Rusia figura en la lista de Estados Unidos y los países de la OTAN como uno de los principales rivales geopolíticos. Por tanto, el principal objetivo de la lucha geopolítica de Washington es, en última instancia, la propia Rusia, algo que nunca oculta.

Para los estados y regímenes, las “revoluciones de color” conllevan aspectos coloniales. Al implementar este escenario, se ignoran por completo los intereses de la sociedad. La propia sociedad se convierte en moneda de cambio. Los propios “revolucionarios” son los primeros en desaparecer de la arena política y, a veces, son eliminados silenciosamente. Las personas que comienzan a creer sinceramente en los ideales de las “revoluciones de color”, sin darse cuenta de que se trata de intoxicaciones, de hecho se convierten en combustible prescindible de tales revoluciones. La sociedad misma se desequilibra, se violan los fundamentos sociales, la autoridad del gobierno cae, el descontento aumenta, por no hablar del funcionamiento de la economía. Todas estas son condiciones ideales para imponer y establecer modelos occidentales de estructura social. Dondequiera que se hayan implementado escenarios de “revoluciones de color”, hoy podemos observar una pérdida parcial o total de soberanía. Aquí hay dos ejemplos.

Georgia

Georgia moderna: perdió su soberanía; la “Revolución Rosa” desencadenó graves procesos que desestabilizaron la sociedad; también perdió alrededor del 20% de su territorio. Los problemas territoriales se observan en todos los países del espacio postsoviético, en un momento u otro, orientados hacia Estados Unidos.

Georgia es el trampolín geopolítico más importante para que Estados Unidos consolide su posición en el Cáucaso. Esto se debe al hecho de que Georgia es un país de tránsito de recursos energéticos desde la región del Caspio hacia Europa. Georgia es un elemento del istmo caucásico, a través del cual Rusia puede establecer relaciones estratégicas directas con Irán. Georgia es un trampolín para el despliegue de fuerza militar e influencia política en toda la región del Caspio, incluida Rusia.

Por eso, al darse cuenta de la principal tarea de la geopolítica estadounidense relacionada con Rusia y la región del Caspio, Estados Unidos trabajó arduamente para sacar a Georgia de la esfera de influencia de Rusia y establecer su propio control sobre el país. Así, Georgia ha adoptado el vector atlantista de desarrollo, habiendo perdido completamente toda soberanía.

Ucrania

Desde la década de 2000, el orden mundial centrado en Estados Unidos ha ido colapsando. Ha comenzado a gestarse un mundo multipolar y se han comenzado a crear las condiciones necesarias en las relaciones internacionales. Para asegurar el liderazgo en el nuevo orden mundial, Estados Unidos inició la creación deliberada de caos, para frenar la consolidación de centros de poder alternativos, en particular Rusia, China y una Europa unida. Para resolver estas tareas, Estados Unidos (el Occidente colectivo) utiliza Ucrania, con cuya ayuda está asestando el golpe principal a Rusia, como parte de una guerra híbrida, en la que se utiliza a gran escala la fuerza armada.

En 2014, el Occidente colectivo (Estados Unidos y los países de la OTAN) organizó una Revolución de Colores en Ucrania, cuyo final fue un golpe armado inconstitucional. Llegaron al poder fuerzas ultraderechistas que todavía están a cargo de Estados Unidos. Este fue el comienzo del genocidio contra el pueblo de Donbass. El golpe provocó una guerra civil en Ucrania.

En estas condiciones, el Occidente colectivo comenzó a trabajar activamente para formar un estado "anti-Rusia" en Ucrania, cuyos principales objetivos eran:

1.      establecer un trampolín para una presión militar constante sobre Rusia mediante la creación de bases militares, centros de inteligencia integrados, el despliegue de elementos del sistema de defensa antimisiles y la presencia constante de buques de guerra en el Mar Negro. Actualmente, esta cabeza de puente se está utilizando para librar una guerra armada contra Rusia;

2.     la implementación de las normas de la OTAN en el ejército ucraniano y el suministro de tipos modernos de armas, la preparación para las operaciones de combate contra las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa;

3.     apropiación de las tierras fértiles de Ucrania para garantizar la seguridad alimentaria de los países de la OTAN en medio de la actual crisis alimentaria mundial. Actualmente se exportan cereales ucranianos al mercado mundial;

4.    suministro de recursos hídricos a países europeos a expensas de Ucrania, en medio de una creciente presión por recursos de agua dulce en la Tierra;

5.     adoctrinar al pueblo de Ucrania con una historia fabricada, separarlo de su herencia rusa e inculcarle odio hacia Rusia y el pueblo ruso, convirtiendo así a Ucrania en un arma para ser utilizada contra el mundo ruso;

6.    desindustrialización, ya que los países occidentales solo necesitan algunos bienes producidos en Ucrania (no necesitan competencia).

Consideremos cómo Ucrania se convirtió en un enemigo de Rusia, en un estado "anti-Rusia":

  • La historia común de Ucrania y Rusia (la historia de un solo Estado) fue destruida: se inventó la llamada “Nueva Historia Ucraniana”. Se ha roto la comunidad espiritual y moral histórica y se ha destruido la noción del pueblo trino ruso (ruso-bielorruso-ucraniano). Esto incluyó la provocación de un cisma dentro de la ortodoxia, que ha llevado a un conflicto religioso entre los ortodoxos de Ucrania y Rusia.
  • A la población ucraniana se le impusieron los valores del mundo occidental, que hoy están muy alejados de los mandamientos divinos. Ucrania ha criado a toda una generación sobre las ideas de Bandera, sobre la rusofobia y sobre el nacionalismo chovinista. Se despreciaba la lengua, las tradiciones y la cultura rusas. Están prohibidas las escuelas rusas, la transmisión de canales de televisión y radio rusos, la música rusa y la distribución de material escrito de Rusia.
  • Los lazos familiares fueron destruidos. Crimea pasó a formar parte de Rusia, mientras que la RPD y la RPL no querían vivir bajo el control de las autoridades del nuevo régimen. Las contradicciones sociales y la mentalidad diferente de Ucrania occidental y oriental, junto con otras razones, llevaron a una guerra civil y al genocidio de los pueblos de la RPD y la RPL.
  • En 1991 Ucrania era un Estado rico y próspero con potencial industrial y científico, infraestructura desarrollada y energía nuclear. Después de la independencia, la economía del país fue sistemáticamente desindustrializada y gran parte del capital nacional fue robado y exportado a Occidente. Ucrania empezó a trabajar sólo para los oligarcas y la economía occidental. Los lazos económicos con Rusia se redujeron a cero y toda la economía de Ucrania se volvió contra Rusia.
  • Se iniciaron cambios organizativos y de personal en las estructuras de la administración pública. Se reclutó a notorios nacionalistas criados en la ideología nazi, con quienes es imposible mantener negociaciones diplomáticas. Cualquier negociación futura sólo puede basarse en una desnacionalización y desmilitarización completas.
  • Ucrania ha establecido estrechos vínculos con estructuras militares y servicios especiales de Occidente, que han proporcionado formaciones de las Fuerzas Armadas de Ucrania capaces de realizar operaciones militares contra Rusia.

Por lo tanto, las “revoluciones de color” son operaciones centradas en redes destinadas a subvertir el establishment político existente en un país en particular. Se basan en técnicas de lucha civil desarrolladas por especialistas estadounidenses. El propósito de una “Revolución de Color” es obtener el control total sobre el estado y su territorio, si es posible sin el uso de violencia militar formal. La violencia armada puede ser la última fase de las revoluciones de colores, como se manifestó claramente en Ucrania en 2014.

¿Cómo se llevan a cabo los golpes de Estado en el siglo XXI?

En tiempos en que la guerra 'cuerpo a cuerpo' no es eficaz, han surgido nuevos métodos para tomar el poder.

"La naturaleza de la guerra en el siglo XXI ha cambiado."Así lo manifiesta desde hace tiempo el politólogo Gene Sharp, que recuerda que "nosotros combatimos con armas psicológicas, sociales, económicas y políticas".

Los 'golpes suaves' de Estado se desarrollarían en cinco etapas:

1.      Primera etapa: Consistiría en llevar a cabo acciones para generar y promocionar un clima de malestar. Entre dichas acciones destacan la realización de "denuncias de corrupción y la promoción de intrigas", señalan los expertos.

2.     Segunda etapa: Se procedería a desarrollar intensas campañas en defensa de la libertad de prensa y de los derechos humanos acompañadas de acusaciones de totalitarismo contra el Gobierno en el poder.

3.     Tercera etapa: Esta fase se centraría en la lucha activa por reivindicaciones políticas y sociales y en la promoción de manifestaciones y protestas violentas, amenazando las instituciones.

4.    Cuarta etapa: En este punto se llevarían a cabo operaciones de guerra psicológica y desestabilización del Gobierno, creando un clima de "ingobernabilidad".

5.     Quinta etapa: La fase final tendría por objeto forzar la renuncia del presidente mediante revueltas callejeras para controlar las instituciones, mientras se mantiene la presión en la calle. Paralelamente se va preparando el terreno para una intervención militar, mientras se desarrolla una guerra civil prolongada y se logra el aislamiento internacional del país.

La "violencia no es tan eficiente", opina Sharp, dado que el poder no es monolítico y que "en los Gobiernos, si el sujeto no obedece, los líderes no tienen poder".

Fuente: SouthFront

 

https://geoestrategia.es/noticia/42091/seguridad/coercion-psicologica:-metodos-para-realizar-revoluciones-de-color.html

 

miércoles, 19 de agosto de 2020

SOLIDARIDAD COMUNITARIA: ACCIONES DEL COMITÉ PROMOTOR

Nota Breve:

A continuación les entregamos algunas pautas para desarrollar la Solidaridad Comunitaria. Los promotores de la red Comunitaria tienen como arma principal su iniciativa, creatividad y solidaridad con los vecinos que necesiten el apoyo y asesoramiento necesario. Asimismo, debemos iniciar o continuar el trabajo de organización vecinal principalmente en las zonas periféricas donde las necesidades vitales no son cubiertas por el Estado. En las zonas residenciales encontraremos resistencia a organizarse mientras se encuentren protegidos en su burbuja familiar, esto es, mientras los recursos económicos les permitan el aislamiento y el "sálvense quien pueda".

T. 19/08/20


                              Red de Solidaridad – Perú Sano y Saludable             17/08/2020

   

    Durante el período de la cuarentena (marzo –julio 2020), se ha comprobado que el pueblo no está organizado y las instituciones que existen no cumplen su función o están desfasadas. Los gobiernos regionales, los gobiernos locales, los colegios profesionales, los sindicatos, las centrales de trabajadores, los frentes de defensa y todas las organizaciones sociales de base; no han participado activamente en la crisis de la Emergencia Nacional y han mantenido un absoluto silencio. Los 33 millones de habitantes y 25 millones de ciudadanos(as) electores, han sido paralizados e inmovilizados en sus casas por un Decreto de Urgencia. Esta situación es sumamente grave, aunque algunos consideren y acepten como una cuestión normal.

 

    La Red, tiene el propósito de realizar trabajo directo en los centros de residencia de la población, recorriendo casa por casa, cuadra por cuadra y manzana por manzana. El objetivo es organizar a los vecinos en Comités de Manzana, como base y cimiento de la estructura orgánica de Red de Solidaridad a nivel nacional, para construir un Perú Sano y Saludable.

 

     El Comité de Manzana estará formado por 4 Delegados, representando cada uno a su respectiva cuadra. De esta manera, en caso de emergencia o cuarentena, mientras todos están inmovilizados o no pueden desplazarse, los delegados pueden trasladarse de un lugar a otro, auxiliar a sus vecinos y coordinar el apoyo externo (Considerar la posibilidad de formar Comités de Calle).

 

    ¿Por dónde empezar?  Por enfrentar el problema actual del Corona Virus. Los hospitales han colapsado, no hay atención, no hay oxígeno, no reciben a ningún paciente, las salas de UCI seleccionan a los pacientes graves, los demás son abandonados. Frente a esta dramática realidad, el pueblo debe organizarse y ayudarse mutuamente, para defender la vida y la salud de todos y todas.

 

    En este período – agosto a diciembre 2020- todos los esfuerzos deben concentrarse en enfrentar y derrotar al Corona Virus. La estrategia consiste en evitar que la gente se enferme no sólo de COVID 19, sino de cualquier otra enfermedad. La tarea es trabajar para que los vecinos y vecinas no se enfermen, que no lleguen al hospital; que se controle y solucione en cada hogar o la Posta Médica que es una de las primeras líneas de defensa de la vida y la salud. (Asimismo, es urgente reactivar los Comedores Populares).

 

    El trabajo en salud pública será permanente. No abandonar al vecino que está solo o desamparado y a las familias en pobreza extrema. Para organizar la Red de Solidaridad se requiere recursos económicos. Se puede captar cuotas mínimas de los participantes, realizar actividades, buscar el aporte voluntario de empresas o instituciones.

 

    El organigrama 2, que se adjunta, indica lo que se puede hacer en el proceso de constitución, desarrollo y consolidación de los Comités. Cada aspecto de las acciones que se propone, se puede modificar o incrementar con la iniciativa de los promotores.

  

                                                                     EL COMITÉ PROMOTOR. 








  RED DE SOLIDARIDAD

PERÚ SANO Y SALUDABLE                                                         

           

                                                          FICHA DE INSCRIPCIÓN

 

Comité Zonal /  Barrial                                                  Comité Comunal   o  Distrital

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Provincia…………………………………………….      Departamento ……………………………………………………

 

APELLIDOS…---------------------------------------------------------

 

NOMBRES -----------------------------------------------------------

 

DNI ----------------------------------EMAIL………………………………………………………………………………….

 

CELULAR  ---------------------------


DOMICILIO ---------------------------------------------------------------------------------------------------------

 

DISTRITO …………………………………………….PROVINCIA…………………………………............................

 

DEPARTAMENTO………………………………………………………………………………………………………………..

 

INSTITUCIÓN DE PROCEDENCIA…………………………………………………………………………………………

 

………………………………………………………………………………………………………………………………………….

 

PROFESIÓN – ESPECIALIDAD – OCUPACIÓN -------------------------------------------------------------

 

…………………………………………………………………………………………………………………………………………..

 

GRADO DE ESTUDIO MÁXIMO…………………………………………………………………………………………….

 

 

                                                         Fecha ………………………………..

 

                                                            

                                                         …………………………………………….

                                                                       FIRMA


                                                          DNI …………………………………….

                                            


jueves, 8 de marzo de 2018

REDES SOCIALES E IDEOLOGÍA





08-03-2018

En algún Congreso sobre Medios Alternativos se decía que “La evolución de la Web, el surgimiento de los medios alternativos, las redes sociales de Internet, así como los blogs y wikis, crean nuevas posibilidades para la comunicación social y política. Este nuevo escenario comunicativo a nivel internacional demanda cada vez más la creación de condiciones para maximizar su aprovechamiento”. Sin caer en empobrecedores maniqueísmos ni valoraciones moralizantes, ni tampoco en triunfalismos exagerados que pierden la verdadera dimensión de las cosas, digamos que toda esta amplia batería de nuevas tecnologías ofrece interesantes posibilidades si lo pensamos desde una perspectiva transformadora, quizá revolucionaria incluso, al mismo tiempo que no se pueden desconocer sus peligros latentes. El reto está en ver cómo se navega en esas aguas y se puede llegar a buen puerto. 

Las llamadas Tecnologías de la Información y Comunicación -TICs- son especialmente atractivas, y con mucha facilidad pueden pasar a ser adictivas (de la real necesidad de comunicación fácilmente se puede pasar a la “adicción”, más aún si ello está inducido, tal como sucede efectivamente). En una investigación que se hizo vez pasada en Guatemala sobre este tópico se preguntó a jóvenes usuarios de estas tecnologías -de distinta extracción social, de ambos sexos, con edades de entre 17 y 25 años- si al estar haciendo el amor reciben una llamada a su teléfono celular, ¿qué harían? Muchos y muchas (alrededor de un 75%) respondieron que, sin dudarlo, contestarían. No hay dudas que estamos ante un importante cambio de actitudes. 

Estamos invadidos por una cultura del uso de lo digital; se nos ha dicho incluso, interesadamente o no, que la llamada “Primavera árabe”, por ejemplo, se provocó por la catarata de mensajes de texto transmitidos en los teléfonos móviles y por el uso de las llamadas redes sociales. ¿Las nuevas revoluciones, entonces, se construirán sobre la base de realidades virtuales que movilizan a las masas? En Guatemala los movimientos cívicos anticorrupción del 2015 que terminaron sacando del poder a presidente y vicepresidenta se generaron casi exclusivamente a través de redes sociales (luego se supo que hubo ahí una monumental manipulación, habiéndose creado cantidad de perfiles falsos desde donde se lanzaron las convocatorias).

Dejamos aquí el análisis político pormenorizado tanto del movimiento de los pueblos árabes como lo que se jugó en Guatemala, porque no es el espacio adecuado para tratarlo, pero no podemos menos de indicar que estas nuevas modalidades comunicacionales tienen una fuerza decisiva. En la actualidad vivimos una cierta entronización de lo digital que puede llevarnos a verlo como panacea. De todos modos, más allá de la interesada prédica que identifica a las TICs con una nueva pretendida solución universal, no hay dudas que tienen algo especial que las va tornando imprescindibles. 

Estar “conectado”, estar todo el tiempo con el teléfono celular en la mano, estar pendiente eternamente del mensaje que puede llegar, de las redes sociales, del chat, constituye un hecho culturalmente novedoso. ¿Quién perteneciente a una generación anterior a la actual respondería afirmativamente a la pregunta arriba citada, respecto a la intimidad de su vida sexual y el uso de un teléfono? 

La definición más ajustada para un teléfono celular (lo mismo se podría decir de las TICs en general) es que, poseyendo el equipo en cuestión -teléfono, computadora, acceso a internet- se está “conectado”, que es como decir: “estar vivo”. Definitivamente todas estas tecnologías van mucho más allá de una circunstancial moda: constituyen un cambio cultural profundo, un hecho civilizatorio, una modificación en la conformación misma del sujeto y, por tanto, de los colectivos, de los imaginarios sociales con que se recrea el mundo. Eso nos abre forzosamente la pregunta: ¿constituyen también un arma política? ¿Son un instrumento más para el cambio social? La revolución socialista (pensemos que eso, aunque hoy día esté supuestamente “pasado de moda”, sigue siendo una posibilidad), ¿puede beneficiarse de estos instrumentos?

Lo importante a destacar es que esa penetración que tienen las TICs no es casual. Si gustan de esa manera, es por algo. Como mínimo se podrían señalar dos características que le confieren ese grado de atracción: a) están ligadas a la imagen, y b) permiten la interactividad en forma perpetua.

La imagen juega un papel muy importante en las TICs. Lo visual, cada vez más, pasa a ser definitorio. La imagen es masiva e inmediata, dice todo en un golpe de vista. Eso fascina, atrapa; pero al mismo tiempo no da mayores posibilidades de reflexión. “La lectura cansa. Se prefiere el significado resumido y fulminante de la imagen sintética. Ésta fascina y seduce. Se renuncia así al vínculo lógico, a la secuencia razonada, a la reflexión que necesariamente implica el regreso a sí mismo”, se quejaba amargamente Giovanni Sartori (1). Lo cierto es que el discurso y la lógica del relato por imágenes están modificando la forma de percibir y el procesamiento de los conocimientos que tenemos de la realidad. Hoy por hoy la tendencia es ir suplantando lo racional-intelectual -dado en buena medida por la lectura- por esta nueva dimensión de la imagen como nueva deidad. 

Junto a eso cobra una similar importancia la fascinación con la respuesta inmediata que permite el estar conectado en forma perpetua y la interactividad, la respuesta siempre posible en ambas vías, recibiendo y enviando todo tipo de mensajes. La sensación de ubicuidad está así presente, con la promesa de una comunicación continua, amparada en el anonimato que confieren en buena medida las TICs. (Muchos “tímidos” consiguen pareja por su intermedio. Eso es un hecho. Además, a partir de ese anonimato, cualquiera se puede permitir cualquier cosa, opinar, decir lo que jamás diría cara a cara, insultar, provocar, etc., etc.). 

La llegada de estas tecnologías abre una nueva manera de pensar, de sentir, de relacionarse con los otros, de organizarse; en otros términos: cambia las identidades, las subjetividades. ¿Quién hubiera respondido algunas décadas atrás que prefería contestar el teléfono fijo a seguir haciendo el amor?

Hoy día la sociedad de la información, por medio de estas herramientas, nos sobrecarga de referencias. La suma de conocimiento, o más específicamente: de datos, de que se dispone es fabulosa. Pero tanta información acumulada, para el ciudadano de a pie y sin mayores criterios con que procesarla, también puede resultar contraproducente. Puede afirmarse que existe una sobreoferta informativa. Toda esta saturación y sobreabundancia de ¿información?, y su posible banalización, se ha trasladado a la red, a las TICs en general, inundando todo. De una cultura del conocimiento y su posible apropiación se puede pasar sin mayor solución de continuidad a una cultura del divertimento, de la superficialidad. Las TICs permiten ambas vías. Se ha hablado, entonces, de intelicidio. Parecería que las redes sociales contribuyen mucho a eso: el olvido (¿o la muerte?) del pensamiento crítico. La opinión política, el análisis pormenorizado, la reflexión profunda se va reemplazando por un tuit de 150 caracteres. 

Si bien las TICs se están difundiendo por toda la sociedad global, quienes más se contactan con ellas, las utilizan, las aprovechan en su vida diaria dedicándole más tiempo y energía, y concomitantemente viéndose especialmente influenciados por ellas, son los jóvenes. Es evidente que la globalización en curso uniforma criterios sin borrar las diferencias estructurales; de ahí que, diferencias mediantes, las generaciones actuales de jóvenes son todas “hijas de las TICs”, o “nativos digitales”, como se les ha llamado. “Aquello que para las generaciones anteriores es novedad, imposición externa, obstáculo, presión para adaptarse -en el trabajo, en la gestión, en el entretenimiento- y en muchos casos temor reverencial, para las generaciones más jóvenes es un dato más de su existencia cotidiana, una realidad tan naturalizada y aceptada que no merece siquiera la interrogación y menos aún la crítica. Se trata en efecto de una condición constitutiva de la experiencia de las generaciones jóvenes, más instalada e inadvertida a medida que se baja en la edad” (2)

En esa dimensión, lo importante, lo definitorio es estar conectado y siempre disponible para la comunicación. De esa lógica surgen las llamadas redes sociales, espacios interactivos donde se puede navegar todo el tiempo a la búsqueda de lo que sea: novedades, entretenimiento, información, aventura, etc., etc. En las redes sociales, usadas fundamentalmente por jóvenes, alguien puede tener infinitos amigos. O, al menos, la ilusión de una correspondencia infinita de amistades. En esa línea, creemos importante no dejar de hacer notar que la superficialidad no es ajena a buena parte de la cultura que generan las TICs. De ahí que debe verse muy en detalle cómo estas tecnologías comportan, al mismo tiempo que grandes posibilidades, también riesgos que no pueden menospreciarse. La cultura de la ligereza, de lo superficial y falta de profundidad crítica puede venir de la mano de las TICs, siendo los jóvenes -sus principales usuarios- quienes repitan esas pautas. Sin caer en preocupaciones extremistas, no hay que dejar de tener en vista que esa entronización de la imagen y la inmediatez, en muchos casos compartida con la multifunción simultánea (se hacen infinitas cosas al mismo tiempo), puede dar como resultado productos a revisar con aire crítico: “en términos mayoritarios [los jóvenes usuarios de TICs] adquieren información mecánicamente, desconectada de la realidad diaria, tienden a dedicar el mínimo esfuerzo al estudio, necesario para la promoción, adoptan una actitud pasiva frente al conocimiento, tienen dificultades para manejar conceptos abstractos, no pueden establecer relaciones que articulen teoría y práctica”. (3)

Pero si bien es cierto que esta cibercultura abre la posibilidad de esta cierta liviandad, también da la posibilidad de acceder a un cúmulo de información y a nuevas formas de procesar la misma como nunca antes se había dado, por lo que estamos allí ante un fenomenal reto. 

Los medios alternativos de comunicación -como el presente, en el que se está leyendo este texto, y que hacen uso de la red, de todas estas nuevas herramientas digitales- son un granito de arena más en la larga y continuada lucha por un mundo mejor. Hoy, caído el Muro de Berlín, y con él muchas esperanzas, no hay dudas que el campo popular está un poco (bastante) falto de ideas claras, de referentes precisos en la batalla por esas transformaciones. Los ideales de algunas décadas atrás, si bien no han desaparecido, quedaron golpeados. La fabulosa ola neoliberal que todavía nos sigue afectando ha significado un golpe muy grande para la izquierda, para el campo popular, para la ideología de la transformación. 

En ese marco, la cultura digital que ha llegado con una fuerza fabulosa, abre un reto: obviamente, en tanto tecnología, no es “buena” ni “mala”. Plantearlo así es sumamente reduccionista, equivocado en definitiva. Pero no se puede dejar de considerar cómo funciona, quién la maneja, qué papel juega para los grandes poderes globales como negocio y como mecanismo de control social. La posibilidad de construir ahí un espacio alternativo está abierta. 

Eso, sin dudas, implica una lucha (¿hay acaso algún aspecto de lo humano que no la implique?), pues los grupos de poder utilizan este instrumental con fines de conservadurismo, para que nada se altere. Y por cierto que lo saben hacer muy bien. De hecho cada vez más asistimos a un uso mentiroso de estas posibilidades tecnológicas. Por lo pronto, en forma creciente y en todas partes del mundo, la práctica política se basa en el más repugnante engaño bien montado, mercadológicamente ofrecido. “ En la sociedad tecnotrónica el rumbo lo marcará la suma de apoyo individual de millones de ciudadanos incoordinados que caerán fácilmente en el radio de acción de personalidades magnéticas y atractivas, quienes explotarán de modo efectivo las técnicas más eficientes para manipular las emociones y controlar la razón ”, pedía el polaco-estadounidense Zbigniew Brzezinsky. Y así es, pues cada vez más asistimos a la creación de los llamados “perfiles falsos” en las redes sociales por parte de los políticos y/o las usinas ideológicas para hacer creer lo que no es (que los políticos tienen muchos seguidores, que la población los ama, que está de acuerdo con su accionar, inoculando ideología, diezmando el pensamiento crítico. ¿Queda claro por qué lo de intelicidio?). ¿Por qué una gran cantidad de personas en todo el mundo repite lo que repite sin cuestionárselo? Que en Venezuela hay una narcodictadura, por ejemplo; que los misiles nucleares norcoreanos son peligrosos para la paz mundial, pero no así los estadounidenses, solo para poner algunos patéticos ejemplos. El engaño sigue estando presente en el ejercicio del poder, y las redes sociales (atractivas, envolventes, fáciles de usar) lo permiten muy ampliamente. O más aún: lo estimulan a niveles exponenciales. 

No debemos dejar de tener en cuenta que se han abierto ciertos canales para una relativa democratización de la información. En cierto sentido, todos podemos dejar nuestra marca en la red de redes, decir, denunciar, hacer evidentes ciertas cosas. Pero no hay que olvidar que ese fabuloso espacio virtual también está hiper controlado por los enormes poderes de siempre, que el tráfico satelital no lo maneja el campo popular, que tecnológicamente dependemos de unos pocos servidores que manejan ese tráfico. La ilusión de creer que la revolución se agota en una pantalla es un peligro. Bienvenidas las tecnologías digitales, sin duda. Aprovechémoslas, conozcámoslas en profundidad, saquémosle el máximo posible de provecho. Pero estemos conscientes que la organización popular, que la revolución socialista no son cuestiones puramente técnicas. La tecnología, si no está al servicio de la causa del Ser Humano como especie, sigue siendo un mecanismo de dominación. 

Los medios alternativos de comunicación son un elemento más de un prolongado combate popular en pro de un mundo con mayor justicia, combate que por cierto no ha terminado aún, que ha perdido quizá la batalla de estas últimas décadas, pero no la guerra.
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NOTAS
1.     Sartori, Giovanni. Homo videns. La sociedad teledirigida. Ed. Taurus. Barcelona, 1997.
2.     Urresti, Marcelo. Ciberculturas juveniles. La Crujía Ediciones. Buenos Aires, 2008.
3.     Estévez, C. La comunicación en el aula y el progreso del conocimiento , en Urresti, Marcelo. 2006.