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viernes, 22 de febrero de 2019

MANIPULACIÓN DE MASAS



El estadounidense Harold Lasswell (uno de los pioneros de la “mass comunicación research”), estudió después de la Primera Guerra Mundial las técnicas de propaganda e identificó una forma de manipular a las masas (teoría de “la aguja hipodérmica o bala mágica”), teoría plasmada en su libro “Técnicas de propaganda en la guerra mundial (1.927) y basada en “inyectar en la población una idea concreta con ayuda de los medios de comunicación de masas para dirigir la opinión pública en beneficio propio y que permite conseguir la adhesión de los individuos a su ideario político sin tener que recurrir a la violencia” (defensa de la sacrosanta seguridad de Israel).

Por su parte,Edward L. Bernays, sobrino de Sigmund Freud y uno de pioneros en el estudio de la psicología de masas, en su libro “Cristalizando la opinión pública”, desentraña los mecanismos cerebrales del grupo y la  influencia de la propaganda como método para unificar su pensamiento. Así, según sus palabras “la mente del grupo no piensa, en el sentido estricto de la palabra. En lugar de pensamientos tiene impulsos, hábitos y emociones. A la hora de decidir su primer impulso es normalmente seguir el ejemplo de un líder en quien confía”, por lo que la propaganda del Gobierno de Netanyahu será dirigida no al sujeto individual sino al Grupo en el que la personalidad del individuo unidimensional se diluye y queda envuelta en retazos de falsas expectativas creadas y anhelos comunes que lo sustentan, sirviéndose de la dictadura invisible del temor al Tercer Holocausto, proceda de Hamás, de Hezbolá o de Irán.


la teórica política judío-alemana Hannah Arendt en su libro “Eichmann en Jerusalén”, subtitulado “Un informe sobre la banalidad del mal”, nos ayudó a comprender las razones de la renuncia del individuo a su capacidad crítica (libertad) al tiempo que nos alerta de la necesidad de estar siempre vigilante ante la previsible repetición de la “banalización de la maldad” por parte de los gobernantes de cualquier sistema político, incluida la sui-genéris democracia judía, pues según Maximiliano Korstanje “el miedo y no la banalidad del mal, hace que el hombre renuncie a su voluntad crítica pero es importante no perder de vista que en ese acto el sujeto sigue siendo éticamente responsable de su renuncia” (más de 1.500 niños palestinos muertos por las fuerzas israelíes desde la Intifada del 2.000). 



martes, 30 de enero de 2018

GUERRA DE VIETNAN: “EL OBJETIVO ERA CONQUISTAR, MEDIANTE LA MENTIRA Y LA MANIPULACIÓN, LAS MENTES DEL MUNDO”




Los Papeles del Pentágono-Hannah Arendt

30-01-2018

Hannah Arendt (1906-1975), una de las pensadoras más importantes del siglo XX, tuvo la ocasión de analizar los Papeles del Pentágono (que tratan de las mentiras que se contaron para justificar la intervención de EEUU en la Guerra de Vietnam). Dichos Documentos (1), como los llama ella, fueron publicados por el diario The New York Times, en junio de 1971. 

Un total de 36 personas “inteligentísimas”, a las que Hannah Arendt califica de “profesionales de la resolución de problemas”, emplearon todas sus energías en “demostrar científicamente” que era perentorio intervenir en la Guerra de Vietnam, ya que era vital “acabar con la conspiración comunista” tramada por la URSS y China (países por aquel entonces enfrentados) y con “la altísima posibilidad” de que “esa ideología maligna se expandiera por efecto dominó a escala mundial”. 

Arendt subraya que “eso no era más que una excusa basada en un montón de mentiras. Lo que realmente se proponía Estados Unidos era conquistar las mentes del mundo” (…) Se decidió machacar a un país débil y sin ningún valor estratégico para presentar a los EEUU como ‘el gran médico’ y ‘salvador del mundo’ (…) Como el aniquilador del ‘diablo rojo’. Se trataba de conseguir la veneración y el liderazgo mundial ‘in perpetuum’. 

El equipo que elaboró Los Papeles del Pentágono (historiadores, oficiales del Ejército, politólogos, etc.) puso todo su empeño en manipular la verdad, con una frialdad sobrecogedora, “con tal de conseguir sus objetivos”, afirma Arendt, autora, entre otras muchas obras, de “Los orígenes del totalitarismo” y “La condición humana”. 

El mismo Secretario de Defensa Robert S. MacNamara, quien ordenó ese trabajo en 1967, dijo: 

No resulta agradable ver cómo la mayor superpotencia del mundo asesina o hiere gravemente a miles de civiles cada semana, mientras intenta someter a una pequeña nación atrasada por motivos que generan una gran controversia. (2) 

“Los profesionales de la resolución de problemas”, que hicieron un ciclópeo trabajo condensado en 47 volúmenes (7.000 páginas) sólo consideraron “un límite” -enfatiza Arendt-: “cómo soportaría la opinión pública estadounidense la pérdida de vidas norteamericanas”. 

Una vez publicados los Papeles del Pentágono por The New York Times y The Washington Post (entre otros grandes periódicos, en 1971), la Administración de Nixon-Agnew organizó una campaña, dirigida por Herb Klein, jefe de comunicaciones de la Casa Blanca, “para destruir la credibilidad de la prensa en las elecciones de 1972”, explica Arendt. 

El Gobierno de Richard Nixon tomó conciencia de que era prioritario “la creación de imágenes como política global, como conquista de la mente de las personas, en lugar de la conquista del mundo”. Evidentemente eso es – subraya Arendt- (alumna de Martin Heidegger) “algo nuevo en el arsenal de las estupideces humanas registradas por la historia”. 

En 8 de junio de 1972 se publica la foto de la niña del Napalm y la incursión de los EEUU en Vietnam se desmorona como un castillo de naipes con todas sus mentiras. La determinación del guerrillero venció a un gigante que, al no estar convencido de nada, ni motivado, se movía con pies de barro. La autora, una de las figuras más relevantes de la teoría política del pasado siglo, señala: 

Al final, cuando todas las señales anunciaban la derrota, el objetivo no fue ya evitar una derrota humillante, sino hallar la forma de evitar admitirla y “salvar la cara”. 

Con la imagen de Kim Phuc, grabada a sangre y fuego en la mente y memoria histórica de la humanidad, se acelera el fin de la ominosa intervención estadounidense en Vietnam (1964-1975), guerra iniciada con “mentiras flagrantes y la gélida manipulación de la opinión pública” que concluyó con 58.000 bajas norteamericanas y, entre tres y seis millones de muertos (gran parte de ellos civiles) por el lado vietnamita.

Notas
(1) Su ensayo “Reflexiones sobre los Documentos del Pentágono” (págs. 81-142) está incluido en la obra “Verdad y mentira en política” (Ed. Página indómita, enero 2017).
(2) Ibíd. P. 83.