Organicemos
la resistencia en las calles y con el pueblo.
Las
elecciones del 10 de abril pasado estuvieron marcadas por el fraude electoral.
Los grupos de poder económico, valiéndose del Jurado Nacional de Elecciones,
manipularon el proceso a fin de que en esta segunda vuelta tengamos a dos
personajes marcadamente neoliberales disputando la posibilidad de ser gobierno.
Esto se
expresó en la forma parcializada como es que la instancia electoral acciono
para sacar de carrera a los también neoliberales Julio Guzmán y Cesar Acuña y
de esa manera favoreció el crecimiento de Keiko Fujimori y de Pedro Pablo
Kusinsky (engreídos del gran capital norteamericano). Por otro lado y para
impedir que pierda la inscripción la alianza electoral presidida por Alan
García, el Jurado Nacional de Elecciones, un día antes de las elecciones cambio
las reglas de juego bajando el porcentaje de votos requeridos para pasar la
valla electoral con lo cual el APRA logro meter cinco congresistas que estamos
convencidos serán férreos defensores del orden establecido. A ello habría que
sumarle la serie de irregularidades ocurridas durante el día de las elecciones
que permitieron que PPK rompa el empate técnico y pase a segunda vuelta.
Estos
hechos, que no hacen más que deslegitimar el proceso electoral en curso, ponen
también en evidencia hasta donde están dispuestos a llegar los dueños del Perú
con tal de concretizar sus objetivos expresados en el saqueo de nuestros
recursos naturales, la explotación desregulada y flexibilizada de nuestra mano
de obra y el control monopólico de nuestro mercado nacional. Para ellos, la
democracia es sinónimo de elecciones cada cinco años y sirve solo si les
permite perpetuar sus intereses económicos y políticos.
Si bien
es cierto existen diferencias entre las candidaturas de Keiko y PPK,
consideramos que estas son de forma mas no de contenido, ya que ambas
representan los intereses del gran capital norteamericano, por tanto, de ser
gobierno cualquiera de las dos opciones no reparara en arremeter contra el
movimiento social con tal de concretizar los requerimientos del imperio del
norte que actualmente se encuentra golpeado por las consecuencias de la crisis
económica mundial y por la emergencia de otros polos de poder a escala
internacional como China y Rusia que le disputan la hegemonía del mercado
mundial, lo cual lo hace mucho más agresivo con los países periféricos ubicados
en lo que ellos consideran su patio trasero. Por eso hoy EEUU pasa a la
ofensiva y trata de imponer el TPP y abre nuevas bases militares en América del
sur, mientras que por otro lado promueve “golpes de estado democráticos” en Brasil
y Venezuela y ajustes contra reformistas en la Argentina de Macri.
Ese es el
poder real que está detrás de las candidaturas de Keiko y PPK, el mismo que
buscara profundizar las medidas neoliberales a través del próximo presidente.
No es cierto entonces que la disputa en segunda vuelta sea entre democracia y
dictadura o entre dictadura y equilibrio de poderes. La disputa es entre dos
versiones neoliberales al servicio del gran capital norteamericano: una
lumpenesca, clientelista y vinculada al narcotráfico (como lo evidencias las
últimas denuncias periodísticas) representada por Keiko Fujimori la cual
construyo su liderazgo en función al legado de su padre y la otra más
tecnocrática expresada en la candidatura de Pedro Pablo Kusinsky, quien se hizo
famoso por ser un lobista del gran capital y articulador oficial entre las
agencias pro imperialistas y el estado peruano (esa fue la labor que cumplió
durante el primer y segundo gobierno de Belaunde y durante el gobierno de
Alejandro Toledo donde se desempeñó como ministro de economía y primer
ministro).
Con el
fraude electoral los grupos de poder no solo lograran entonces que el próximo
presidente y por tanto el nuevo ejecutivo sean adictos a sus intereses, sino
que también han impuesto un parlamento que en su mayoría será neoliberal (110
de 130), en ese sentido es ilusorio pensar que en esos espacios el pueblo pueda
pelear por sus reivindicaciones y por sus derechos. Sin embargo y a pesar de
ello la voluntad de cambio de las grandes mayorías sigue vigente. Esta encontró
su cauce electoral en las candidaturas de Veronika Mendoza del Frente Amplio y
en Goyo Santos de Democracia Directa, las cuales sumadas bordean el 25% de los
votos validos en primera vuelta, ello le permitió al Frente Amplio poner 20
congresistas .
Esa
voluntad de cambio que geográficamente la podemos ubicar en la macro región
sur, en Cajamarca y en las zonas rurales donde la mega minería ha hecho
estragos y donde no llega el crecimiento económico, tiene en los campesinos,
los trabajadores, los indígenas, las mujeres, los desempleados, los informales
y la juventud al sujeto social más dinámico y combativo. Es precisamente con
este sector con el cual debemos fundirnos para construir espacios de
resistencia a lo que será la arremetida del próximo gobierno sea el que fuere.
Organizar espacios de debate y centralización nacional de las luchas del
movimiento social anti neoliberal es una tarea de primer orden que debemos
asumir para a partir de allí construir un instrumento político genuinamente representativo
de los sectores subalternos.
¡¡GANE
QUIEN GANE, PIERDE EL PUEBLO!!
Tacna, 18
de mayo de 2016.
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