(26 de mayo de 2016)
Por Miguel Aragón
Los debates
superficiales entre los “equipos técnicos” (Cusco, domingo 15), y entre
los propios candidatos presidenciales (Piura, domingo 22), de las dos
agrupaciones políticas burguesas que se disputan la elección
presidencial del 5 de junio, ha venido a ratificar lo que ya era demasiado
evidente desde mucho antes del comienzo de la última contienda electoral.
Ambas agrupaciones
políticas (“Peruanos por el Kambio” y “Fuerza Popular”) representan y defienden
a dos tendencias de la misma clase dominante en el poder. Sus
diferencias son mínimas e intrascendentes, ambos tienen los mismos objetivos
económicos y políticos, y solo se diferencian en algunas cuestiones secundarias
y unos pocos matices personales.
Desde el día 10 de
abril, día que se realizaron las elecciones parlamentarias, todos los
medios de comunicación escritos, radiales y televisivos, han reducido todos los
problemas del país a “tratar de encontrar y magnificar las diferencias entre
ambos candidatos”, y así poder manipular la opinión pública para que la
población se alinee con uno de los dos candidatos, como si esa fuera la
contradicción principal y ese fuera el problema principal del pueblo
peruano. Lamentablemente, entre algunos sectores de la “izquierda”
confusa y confusionista, no han faltado quienes les hacen coro y se
plantean y nos plantean el dilema: “O apoyas a PPK o apoyas a KF”.
Reitero lo dicho en
anteriores declaraciones. En la actualidad, la contradicción principal en la
sociedad peruana es la contradicción entre el pueblo peruano y la clase
dominante. Lo cual no niega, que en ambos bandos, tanto en el pueblo,
como en la clase dominante, también existan contradicciones
internas, contradicciones que son de carácter secundario.
Y lo cierto, lo
demasiado evidente e inocultable, es que las contradicciones entre los
seguidores de PPK y de Keiko Fujimori, son contradicciones secundarias, son
contradicciones en las filas de la clase dominante. Ninguno de los dos
grupos representa ni defiende mínimamente los intereses del pueblo peruano.
Pero esos dos
“debates” (del 15 y 22 de mayo) no han sido en vano. Por el contrario, han
desnudado cuales son las verdaderas intenciones de la clase dominante en el
poder.
El mandato de la
CONFIEP, que en su cúpula agrupa a los representantes de la clase dominante, se
resume en unos pocos puntos programáticos que les impone y les exige a sus dos
candidatos:
-
Formar un “Gobierno de Concertación Nacional”
-
Aislar, desarticular y barrer a la Oposición Democrática del Pueblo
-
Fortalecer el carácter autoritario y policiaco del aparato estatal
-
Descargar los efectos de la desaceleración económica sobre los hombros del
pueblo trabajador
GOBIERNO DE CONCERTACIÓN NACIONAL
La primera tarea que
la clase dominante le ha encargado a los dos candidatos PPK-KF, es formar un “Gobierno
de Ancha Base” (como lo dijo PPK), formar un “Gobierno de Concertación
Nacional” (como apoyó Keiko Fujimori).
Como ya es sabido, la
cúpula de la clase dominante en nuestro país está conformada por los
propietarios de las grandes empresas bancarias, los propietarios de las
grandes empresas comerciales y los propietarios de las grandes empresas
mineras. Desde hace muchos años atrás, ese grupo reducido, que vive
parasitariamente de la explotación al pueblo trabajador, son
los que deciden los destinos del país.
Ese “Gobierno de
Concertación Nacional” en formación, estará conformado por la dupla PPK-KF,
y deberá contar con la participación y apoyo de otras agrupaciones
burguesas, como los toledistas, alanistas, humalistas, bedoyistas,
castañistas, acuñistas y guzmanistas, entre los más activos en los últimos
años. Y también se han propuesto contar con el posible apoyo de una
parte de los belaundistas, e incluso de un reducido sector del ala más
reformista y derechista de la “izquierda”.
Para cumplir con sus
funciones, ese “Gobierno de Ancha Base” deberá compartir
responsabilidades en el manejo del poder judicial (actualmente con mayoría
alanista, y que en los hechos ya se ha convertido en el primer poder del
estado, que incluso denuncia, juzga y encarcela a los últimos
presidentes, ministros y congresistas, y coloca y retira a su antojo, a
los candidatos a presidente). En segundo lugar asumir responsabilidades
conjuntas en el poder Legislativo (que tendrá mayoría absoluta del
fujimorismo a partir del 28 de julio, y que ya está funcionando como
segundo poder del estado), y en tercer lugar compartir cargos en el
alicaído poder ejecutivo (que posiblemente será asignado a los funcionarios y
“tecnócratas” agrupados en torno a PPK, según se recomienda todas las semanas,
en los editoriales de las ediciones dominicales del diario El Comercio,
principal vocero de la clase dominante).
AISLAR A LA OPOSICIÓN DEMOCRÁTICA
POBLANA
En lo político, el
próximo “Gobierno de Concertación Nacional” buscará aislar al máximo,
desarticular y barrer a la oposición democrática poblana que ha
resultado fortalecida en las elecciones parlamentarias del 10 de abril. A
la cúpula de la clase dominante no le resulta grato, ni tolerable, que la
oposición democrática poblana haya alcanzado el apoyo electoral
mayoritario en más de 500 distritos, en más de 70 provincias y en 8
departamentos ubicados estratégicamente (siete ubicados en el sur, y uno,
Cajamarca, ubicado en el norte del país). La clase dominante en estos momentos
está repartiendo funciones y tareas específicas entre los PPKs y los KFs, para,
por un lado engañar y dividir, y por otro lado, aplastar a la
oposición democrática poblana.
FORTALECER EL CARÁCTER POLICIACO DEL
ESTADO
Para contener el
creciente desarrollo y las luchas de la oposición democrática del pueblo, la
clase dominante necesita ampliar y fortalecer el carácter policiaco,
represivo y vertical de aparato estatal. En las décadas del 80 y del 90
del siglo pasado, el pretexto para fortalecer el carácter policiaco del estado,
fueron las acciones subversivas de dos minúsculos grupos (PCP-SL y
MRTA) que durante una década “jugaron a hacer la revolución”. Ahora, el
pretexto ideal, que justifique los planes represivos de la clase
dominante es el desborde de la delincuencia.
Los continuos asaltos
a estudiantes en las puertas de las universidades, que están ocurriendo en las
últimas semanas, no son algo casual, sino algo provocado y concertado por
la propia cúpula policial. El objetivo es convencer a la mayoría de estudiantes
de la necesidad de pedir “que la policía ingrese a los campos
universitarios”. A continuación, ese ensayo será aplicado en forma amplia
en todos “los barrios problemas”, apuntando a controlar en primer lugar
los distritos y provincias en los cuales se ha fortalecido la oposición
democrática poblana.
Los dos candidatos
prometen y se comprometen a colocar “más policías y más patrulleros en las
calles”, acompañado de más trabajo de “inteligencia” policial. En sus
presentaciones públicas los dos candidatos reclaman más presupuesto, más
comisarías y más cárceles, más pistolas y otro tipo de armas para la policía, y
más policías y mejor remunerados.
DESACELERACIÓN ECONÓMICA Y
SOBREEXPLOTACIÓN DEL PUEBLO TRABAJADOR
En lo económico, el
“Gobierno de Ancha Base” intentará contrarrestar los efectos de la temporal
desaceleración económica, descargando todo el peso sobre los hombros del pueblo
trabajador.
La dupla PPK-KF
desde hace un buen tiempo atrás, viene preparando una gran ofensiva anti
laboral, para barrer hasta el último resquicio de los pocos derechos de los
trabajadores todavía subsistentes, apelando al recorte de lo que ellos
despectivamente llaman “sobre costos laborales” (como el sueldo mínimo, el
derecho a la jornada laboral de 8 horas, las bonificaciones por horas
extraordinarias de trabajo, la protección contra los despidos
arbitrarios, la compensación por tiempo de servicios, el derecho a vacaciones
anuales, etc.)
La Ley de “Recorte de
los Derechos Laborales” de fines del año 2014 (conocida como “Ley
pulpín”), fue un ensayo de lo que ya están preparando en forma conjunta
la dupla PPK-KF. Ahora se vendrá la “Ley Pulpón” contra los derechos de todos
los trabajadores, y no solamente de los más jóvenes, como era el objetivo de la
anterior ley.
La desesperada
“devolución” de los fondos acumulados en las AFPs por los trabajadores
mayores de 65 años, también forma parte de esta intención de descargar del peso
de la desaceleración económica sobre lo hombres de los trabajadores. La clase
dominante en el poder, así como está demostrando su incapacidad para sostener a
la escuela pública y la atención pública de la salud, también está
demostrando su incapacidad para garantizar una mínima pensión de vejez para los
jubilados.
En la década de 1980
con la hiperinflación y el saqueo de las arcas fiscales, llevaron al rotundo
fracaso al “fondo público de pensiones”, y ahora están demostrando que el
“fondo privado de pensiones” también ha fracasado rotundamente, dejando
totalmente desprotegidos a los trabajadores en la última etapa de su
vida. La clase dominante pretende que los miles de jubilados “inviertan”
sus modestos fondos, acumulados durante su vida laboral, en comprar viviendas,
comprar automóviles y organizar pequeñas y medianas empresas,
que como ya es conocido, en muy poco tiempo caerán en las garras de las
préstamos y deudas bancarias, y en las voraces garras de la SUNAT recaudadora
de impuestos para alimentar al estado parasitario.
Pero el objetivo más
preciado, que se han planteado ambos candidatos en forma conjunta, es promover
al asesor Hernando de Soto como director del programa de “formalización de la
propiedad”, para formalizar la pequeña propiedad en oposición a
la propiedad comunal todavía subsistente en la extensa región amazónica y
en las zonas alto andinas del país. Para asi quebrar las luchas de las
comunidades andinas y amazónicas, que con sus movilizaciones y sus luchas, han
demostrado en los últimos quince años que son la columna vertebral de
la oposición democrática poblana. Al desarticular las comunidades y
promover el fraccionamiento de las tierras comunales en pequeñas parcelas,
apuntan a enganchar a los parceleros aislados con los créditos bancarios y a
ser tributarios obligados de la parasitaria SUNAT, y de esa manera, en
muy pocos años, cuando estén agobiados por las deudas impagables,
apropiarse de sus tierras, para entregarlas a los voraces nuevos
latifundistas burgueses.
Ante esta
perspectiva, debemos de reafirmarnos en nuestro compromiso de persistir en la
tarea de fortalecer las diferentes secciones del frente unido, para
contrarrestar la ofensiva de la clase dominante contra el pueblo peruano.
El pueblo peruano debe persistir en la defensa de su independencia de clase,
y no comprometerse ni apoyar a ninguno de los dos candidatos de la gran
burguesía que se están disputando la presidencia de turno (continuará).
No hay comentarios:
Publicar un comentario