Estimados colegas del CEL:
Los acontecimientos electorales no son
improvisados, ni hay coincidencias sorpresivas; ellos responden a situaciones
de la realidad en que los países viven, en estos momentos estamos enmarcados
por las variables de la crisis mundial y de las reacciones de cómo el Perú
enfrentará esta realidad por muchos años.
El Perú como todos los países está afectado
en su crecimiento económico a resultas de que ya no es el beneficiado en la
venta de sus productos de exportación, principalmente minero. Por los altos
precios de la compra de éstos que hizo posible que por más de una década los
ingresos del Estado y correlativamente las inversiones se incrementaran, tal
vez hayan sido un ciclo de los más generosos en ganancias obtenidas en los casi
doscientos años de existencia de la República.
El país según los dirigentes políticos
y económicos este extraordinario fenómeno no tenía fin; este
comportamiento de los grupos de poder sería tan igual a los que hemos observado
en los casi dos siglos en que se producen los eventos favorables en la
exportación de materias primas.
El Perú salió adelante por la variedad
de productos de exportación en diferentes momentos del siglo XX, porque
contábamos con un abanico de productos que permitían salvarse de las crisis
internas; así tuvimos el algodón, la caña de azúcar, el petróleo, los minerales
en todos sus productos: oro, plata, cobre, etc.
No había porque preocuparse, ni tampoco
complicarse por si debíamos tener o no una vida democrática; bastaba que el
régimen de la democracia estuviera escrita en las constituciones, porque los
gobiernos autoritarios eran suficientes para detener los impulsos de algunos
que creían en el régimen de la democracia y de los derechos humanos entre su
respeto y el trato decente, del que lamentablemente el Perú no fue muy devoto.
En síntesis bajo esas condiciones
éramos y somos aún una República de etiqueta, y su Estado está al servicio de
los intereses de un grupo, el cual sabe que la lealtad al casi siempre dictador
de turno que gobernaba resultaba lo más conveniente; porque gracias a los
gobiernos mencionados existían los beneficios de las licitaciones y las
concesiones, las cuales se repartían entre los considerados amigos del gobierno
de las dictaduras. El Estado resultaba ser el botín por repartirse, y poco
importaba que los servicios públicos fueran deficientes en educación, salud y
la propia seguridad.
Lo dicho tenía su correlato, dado que
los niños y jóvenes de los afortunados y la clase media alta formada por
profesionales eran un todo privilegiados. Ellos no mandaban a sus hijos a las
escuelas públicas y menos recurrían a los centros de salud estatales. No cabía
motivo de preocupación si los servicios públicos esenciales resultan
imprescindibles y de como se desarrollan.
Las cosas se complicaron no sólo cuando la
población comenzó a crecer por más del 2% anual como promedio; sin embargo, en las
clases pobres ese crecimiento fue mucho mayor; sino que también paralelamente
al crecimiento de la población, se inició la marcha migratoria campo/ciudad,
sierra/costa, principalmente a la ciudad de Lima.
Sin darse cuenta se fomentó el centralismo. Pues
hasta la década del 50 Lima su población era menor, y a penas alcanzaba el
millón de habitantes, ahora Lima alberga a casi 10 millones, siendo casi un
tercio de la población total. Este centralismo ha sido perverso, bien conocemos
que Lima jalaba el agua y la electricidad invirtiéndose mucho dinero en el
trasvase del Mantaro a Lima desde la década del 60 y continuó en los siguieres
años del siglo XX y el actual siglo.
Las inversiones fabulosas en Lima despertaron la
ansiedad de las provincias por trasladarse a Lima, a como dé lugar. Lima en
esas condiciones de habitabilidad ha colapsado y por más que se intente en
invertir, no se logra mitigar los problemas acuciosos de seguridad, tránsito y
vivienda. Lima cada vez se vuelve más horrible y desigual entre las esplendidas
residencias y los paupérrimos asentamientos humanos, paradójicamente sin agua y
sin conexiones eléctricas.
Los intentos por darle solución integral al
transporte público han sido saboteados, ahora nomás por el actual Alcalde
Castañeda. Se llegó a tener un plan desarrollado en por los menos tres años en
que no sólo se estudió con sentido de racionalidad, para que el transporte
urbano de la gran Lima sea una realidad;; sino que en los estudios y proyectos
por primera vez se formuló programas completos de movilidad partiendo de líneas
y corredores principales (madres) y las alimentadoras. Su ejecución
permitía darse los plazos necesarios para poner fin a las líneas chatarras
(combis y custers) que por muchos años reemplazaron a los ómnibuses y los
tranvías.
Las inversiones en líneas de ferrovías que tratan
de subsanar “el crimen perpetuado en el transporte” en Lima son cuantiosas, sin
embargo no responden al plan de desarrollo urbano de la gran ciudad – caso de
la línea amarilla también postergado por el alcalde Castañeda -. Estas
ferrovías aparte de no ser municipales, responden a los criterios del
Ministerio de Transportes. La ejecución de la ferrovía en el Perú sufre un
retraso y postergación del Plan Nacional de Descentralización por desarrollarse.
Ni se ha tomado en cuenta el esfuerzo que ha realizado la Municipalidad
Metropolitana al formular el Plan del desarrollo de Lima al 2035.
Los presidentes están mal asesorados, han hecho
creer que Lima se salvara de la crisis del transporte urbano, gracias a los
programas ferroviarios. Estas obras se acabaran de construir en el largo
tiempo, además sólo resolverá los problemas del transporte urbano, ahora en un
cercano 30%, pero cuando se entreguen las vías esos treinta puntos será menos,
pues, la población migratoria sigue sin tomarse las recetas que haga inevitable
los obstáculos que presenta el actual espacio en que viven 10 millones, porque
en más años, cuando las líneas 3 y 4 del tren comiencen a recorrer la gran Lima
se seguirá con el problema de no poder trasladar debidamente a los nuevos
usuarios que inevitablemente aparecerán y habrán más migrantes.
Los problemas del Perú necesitan prioridades. Sin
embargo, no tenemos un centro de planeamiento estratégico. Así estaremos a la
deriva en la forma de enfrentar los temas del grave asunto del centralismo;
tampoco se empieza el ordenamiento territorial que tiene que darse de la mano
con el proceso del descentralismo. No hay intentos por señalarse rumbos de
políticas encaminadas para atender debidamente el principal tema que despierta
la crisis limeña, entendiéndose que si Lima no resuelve sus problemas, el Perú
seguirá estancado. Las soluciones de Lima significan que si habrían soluciones
en los temas nacionales.
Este enfoque rudimentario expresa que el Perú se
encuentra en situación que si no se intenta realizar programas de desarrollo de
orden descentralista, en pocos años no sabremos que ocurrirá.
Las elecciones que en el cortísimo tiempo se
producirán y con ella se sabrá que grupo político gobernara; quienes intentamos
encontrar explicaciones sociológicas antes que las económicas, asumimos que el
Perú debe ser portador antes que nada de ostentar una perspectiva nueva y
distinta del desarrollo sociocultural dentro del marco de constituir la nueva
historia del Perú; es decir, los niveles de la realidad y la manera de
enfrentarlos son para ejecutarlos, ahora. Requerimos cambios dentro de los
marcos mencionados.
El Perú por varias décadas desarrolló el modelo de
crecimiento neoliberal que ha tenido más tiempo en realizarse,
comparativamente, a los otros enfoques de cómo crecer económicamente, para que
el Perú sea motivo de transformaciones y de aprovechar esos momentos en que se
elevaba el PBI como promedio por más del 6 %. Situaciones que no se han aprovechado
para diversificar los proceso de producción y no sólo depender de los precios
altos de los productos primarios de exportación.
El modelo neoliberal ha fracasado, no ha resuelto
la perversidad centralista, no ha resuelto el problema laboral del empleo donde
la informalidad sigue creciente, ni ha sido capaz de soltar el monopolio del
gobierno y menos de la participación política con nuevos niveles de
organización política y de la renovación de cuadros de gobierno. Si se mide por
los avances económicos, no hemos efectuado la reforma política y electoral de
paso.
Ha sido un modelo mezquino cuidando los intereses
de los grandes, importándole muy poco al resto de los grupos sociales, se ha
usado el doble discurso entre la realidad y el engaño de los caudillos y sus
clanes partidarios y amigos de los grupos de poder económico.
Ha habido presidentes falsarios y mentirosos,
todos los expresidentes y sus ayayeros de los clanes, acompañados de los
dirigentes económicos, que por décadas manejan sin decisiones de la
sociedad civil, entre ellas las agremiaciones empresariales, muestran debilidad
organizativa, pero con mucha viveza para el poder político se ponga al servicio
de ellos. No han sido de corte nacional, han estado esperanzados en la
inversión extranjera, se han comportado como los mayordomos de las
transnacionales.
Las candidaturas presidenciales son muestras,
siendo las más publicitadas que como siempre no estén en condiciones de no
poder atender las necesidades del país, amén que han manipulado para ganar el
primer puesto de las expectativas, no sea justamente la persona apropiada la
aparentemente por elegir para que en este caso sea la presidenta, si le
quitamos el apellido Fujimori, termina en la misma expectativa de los puntos
que las encuestas le asignan a García Pérez.
Su núcleo duro es la reserva, ya tiene varias
contiendas en que participa, resulta igual que los mentirosos de practicar el
social cristianismo como es el caso del PPC. Los candidatos son falsarios de la
política peruana por décadas., en el llamado fujimorismo es un pasión triste
por la pobreza de sus ideas, atina a ganarse a los pobres a los que llenaba de
obsequios el papá de Keiko, eran su apreciados clientes de los votos futuros.
Además hay una mediocridad en sus directivos que tiene que recurrir Keiko por
ser Fujimori. Si la señora candidata como se ha dicho fuera Keiko Rodríguez
hija de un mediocre exrector de una universidad pública ¿habría alcanzado al
momento el primer lugar?
No podemos cerrar los ojos, la señora la Fujimori
nunca ha trabajado, ha vivido de los beneficios obtenidos por el padre, de los
tíos zamarros escondidos en el Japón, de su mamá sacrificada y humillada y por
la ayuda para sus gastos menores por su partido: Pensamos que estudiar en el
exterior significó para ella una liberación, sus genes la ponían temerosa de
ingresar a una universidad privada del Perú.
El fujimorismo se sienten con mucho miedo de
gobernar porque ellos que no creen en la democracia - con su caudillo Alberto
Fujimori preso y enfermo - . Esto representa el bajísimo entendimiento político
por falta de liderazgo del fujimorismo, ello se contrasta con el “vanidoso
intelectualismo” de los abogados rábulas del PPC. La vanidad de los del PPC con
su frasario anti social cristiano de sus dirigentes están en relación indirecta
con la pobreza intelectual de sus compañeros de la alianza de los apristas,
igualmente desfasados, como el grupo duro del fujimorismo. Además éstos, por
ejemplo, no creen ni llegan a creer en la democracia, su estructura mental
es incompatible con la frescura de las luchas y avatares de la democracia
siempre triunfante. La democracia para ellos es derrotista.
Hay un dicho popular que dice que:”la cabra
siempre tira para el monte”, de ganar el fujimorismo vendrá la venganza
trapera y saldrán otra vez a la palestra los fujimoristas leales al fundador,
será el país nuevamente descolorido y con manchas imborrables de no ser país
democrático, como ocurrió en la década del 90, donde primó la persecución, la
corrupción y el crimen asolapado.
(Este último comportamiento, en la Alemania
posnazi, significó poner fuera de la ley a los futuros nazis, porque es
incompatible para un país convivir con quienes no creen y detestan la
democracia. Es algo parecido al Modavef de los nuevos creyentes de presidente
Gonzalo. La democracia se tiene que defender ante la presencia indeseable de
los criminales y directores del crimen paramilitar del fujimorismo y los nuevos
seguidores del asesino del presidente Gonzalo. Los gobiernos de la democracia
les faltó comprender los hechos históricos semejantes o parecidos que el mundo
habían pasado).
Hablando de lo mismo, el señor PPK si llega no
representa el cambio, está rodeado de herederos del poder, caso de la señora de
Bagua, la exministra de economía del gobierno de García Pérez. Ella está cerca
del veterano para auxiliarlo en todo, lamentablemente no son los escogidos para
cambiar, son más de lo mismo. Ofrecer no cuesta, los hechos reales si tienen
precio, como los contratos del gas, que han dejado al Perú sin recibir lo que
le corresponde, después de tamaña inversión, donde el país no es el que decide,
donde impera la voluntad omnímoda del los lobbistas como PPK. Volveremos a los
tiempos de la IPC que tomó nuestro petróleo y no pagaba los impuestos de ley.
Con el triunfo de la señora Keiko Fujimori y PPK
auguramos la formación del Frente de Defensa del Gas, como en los
años 50 y 60. Seguiremos con más de lo mismo. Es intolerable que las nuevas
generaciones pasen por las que los peruanos de antes pasamos. Hay que evitar la
tragedia. Por favor razonemos y rompamos el pacto infame de hablar bajo y
soterradamente, aceptando más de lo mismo.
Como decíamos más adelante la explicación
sociológica es antes que la económica. El Perú ha sido gobernado por las
oligarquías de sangre criolla y del dinero y cuando dejaban el puesto venían
los caudillos militares. En estos casi doscientos años ha primado los gobiernos
de los beneficiados del botín del Estado y la sinecuras de los inapropiados
gobiernos militares.
El modelo extrativista predominante llegó a su
cumbre con el neoliberalismo, tan conservador y antinacional como los otros
modelos mercantilistas del capitalismo de baja categoría como diría don Jorge
Basadre. Han tenido tiempo suficiente y se han atrevido el grupo poderoso a
arrinconar a quien intentaba por voto universal, cambiar, caso del señor OHT y
que emplearon a su esposa haciéndolole creer a la señora Nadine que tenía el
poder, ella ejecutaba, mientras el que gobernaba era el Ministro de Economía y
Finanzas el bachiller en economía Luís Miguel Castilla, impuesto por los
intereses del poder internacional y recompensado por sus servicios de mayordomo
como Embajador en los Estados Unidos de Norteamérica.
Si somos nacionales, ni nadie se cruza, éste es el
momento del gobierno que empieza por las capas medias, será el inicio de las
fuerzas del centro político que le tocará asumir la tarea de gobernar, se debe
producir la reconquista del Perú por los peruanos. Asumimos que los
poderosos grupos políticos y económicos que en el Perú han hecho de todo menos
gobernar con racionalidad y lejos de la democracia. Las capas medias acabaran
con la pirámide de la desigualdad, los pobres se reducirán con nuevos ingresos
y los ricos de la pirámide de reducirán también, rebajando sus excesos de
ganancias ye ingresos.
La izquierda esta vez no es su oportunidad de ser
gobierno, le falta líderes y organización, retirar de sus filas a los agoreros
del extremismo y las viejas mentalidades del stalinismo. Les queda cooperar y
aleccionar porque tiene mujeres y hombres resaltantes en preparación de agentes
de gobierno. Son los mejor formados por eso los envidian la derecha y los
ignorantones que los llaman impropiamente caviares.
Los ignorantones nunca leen y se olvidaron de
escribir (son alfabetos disfuncionales), esperamos que esto no lo tomen por
ofensa, han abundado en el siglo pasado, pero no creemos que este nuevo siglo
sea los aguafiestas, y que la juventud sea otra que entienda, y principalmente
comprenda la urgencia de los cambios y por supuesto no se asusten por lo que el
papá, el abuelo y el tío les cometen de lo “trágico” que es transformar y ser
soberanos.
Atentamente,
Fernando Arce
CEL 1900
No hay comentarios:
Publicar un comentario