Sol Trumbo Vila
ALAI AMLATINA, 27/10/2016.- Durante esta
semana
tiene lugar en la sede de Naciones Unidas en Ginebra la segunda
sesión del Grupo
de Trabajo Intergubernamental de Composición Abierta para la
elaboración de un
instrumento internacional, jurídicamente vinculante, sobre
empresas
transnacionales (ETNs) y otras empresas de negocios con respecto
a los derechos
humanos.
Estos trabajos se iniciaron a raíz de la
Resolución
A/HRC/26/9 de junio de 2014, un logro histórico después de
varios intentos
fallidos en las últimas cuatro décadas para construir un
instrumento jurídico
vinculante sobre ETNs en Naciones Unidas.
Un aspecto particular de estas
negociaciones, reconocido
por los propios Estados participantes, es la fuerte presencia de
la sociedad
civil, tanto dentro como fuera del Palacio de las Naciones de
Ginebra. Siguiendo el
éxito del año pasado, la Campaña
Global para Desmantelar el Poder Corporativo y Poner fin a la
Impunidad (1), una
coalición de 200 movimientos sociales, organizaciones de la
sociedad civil,
sindicatos y comunidades afectadas por las ETNs, ha organizado
una semana de
movilización durante esta semana con un exhaustivo programa de
actividades.
Esta Campaña Global no sólo ha sido capaz
de movilizar
decenas de delgados de todo el mundo que hacen llegar las voces
de millones de
afectados a la sala plenaria donde se está discutiendo el
contenido, alcance,
naturaleza y forma del futuro instrumento internacional. Por dos días, la Campaña
Global ha tenido su
propio espacio de trabajo divulgativo y de planificación
estratégica en la
Plaza de las Naciones, justo en frente del Palacio de las
Naciones Unidas.
Esta forma de acción de las luchas contra
la impunidad,
en Ginebra recoge las experiencias de los Foros Sociales
Mundiales y la
ocupación de las plazas ocurridas desde el año 2011. La acción directa en el
espacio público como
práctica política que impide ocultar la problemática social, y
la creación de
espacios auto-gestionados donde desarrollar proyectos comunes
independientes. Gracias
a ello se han presentado y discutido
trabajos sobre la privatización del agua, la industria militar y
la misma
democracia; examinar los efectos de la industria extractiva; y
como trabajar de
manera conjunta en el futuro en materia de investigación y
comunicación.
Sin embargo, los miembros de la Campaña no
se han
limitado a la acción directa en el espacio público, han
presentado
conjuntamente 6 propuestas para ser
incluidas en el
tratado en discusión. Y participan de acciones de
incidencia y
acción ante las delegaciones oficiales junto con el conjunto de
ONGs de la Alianza por el Tratado, de la cual
también es parte e impulsó su fundación.
Las propuestas inciden desde el marco
general el enfoque
y alcance del Tratado, hasta mecanismos muy concretos para hacer
frente a la
impunidad existente. En
los primeros
días de trabajo, los Estados y panelistas invitados han repasado
la adecuación
de los instrumentos internacionales existentes. La opinión general de los
Estados y actores
sociales participantes es que los marcos voluntarios sin
obligaciones no son
suficientes para hacer frente a las violaciones derechos humanos
en las que las
ETNs son las principales responsables. La
Responsabilidad Social Corporativa (RSC) ha sido un fracaso,
como se ha recordado
en la sala exponiendo ejemplos paradigmáticos como el de Chevron
(antes Texaco)
en la Amazonía Ecuatoriana que, entre otros crímenes cometidos
durante décadas,
han hecho desaparecer a dos pueblos originarios. Otro trágico ejemplo es el
desastre de Rana
Plaza en Bangladesh, donde resultaron muertas más de mil
personas que trabajaban
para las mayores transnacionales del sector textil, como la
española Zara.
Los modelos de negocio de estas ETNs con
complejas
cadenas de valor con múltiples subcontrataciones, constatan la
necesidad de
legislar las obligaciones extraterritoriales de los gobiernos en
relación a las
ETNs y los derechos humanos, y la responsabilidad solidaria y
mancomunada de
las ETNs con sus directores y cadenas de valor, dos de las
propuestas concretas
de la Campaña Global. Uno
de los
caballos de batalla de aquellos que se oponen a los instrumentos
vinculantes son
los Principios Guía de Ruggie, aprobados por el Consejo de
Derechos Humanos de
Naciones Unidas en 2011 y en proceso de implementación. Estos principios han sido tan
cuestionados
como la RSC en Ginebra, al evidenciarse la falta de acceso a la
justicia de comunidades
afectadas por violaciones cometidas por ETNs que no implementan
voluntariamente
medidas efectivas. Frente
a ello, la
Campaña Global propone la creación de un Tribunal Internacional
sobre ETNs y
derechos humanos.
La necesidad de tomar en consideración el
rol de
Instituciones Financieras Internacionales (como el Fondo
Monetario
Internacional y el Banco Mundial) no escapa a las propuestas y
el análisis de
la Campaña Global. El
rol de estas
instituciones en la financiación de grandes proyectos llevados a
cabo en su
gran mayoría por ETNs merece una consideración especial, y se
propone que estén
obligadas a asegurar que los proyectos financiados respeten los
derechos
humanos, y de no ser así, puedan ser juzgadas de acuerdo a los
términos del
nuevo tratado.
En las últimas décadas, la actuación de
las ETNs ha
venido de la mano de un incremento sin precedentes de la firma
de Tratados de
Libre Comercio y Tratados Bilaterales de Inversión. El mensaje de la Campaña
Global es claro, los
derechos humanos deben primar sobre los derechos comerciales,
conocidos como
Lex Mercatoria. Uno de
los momentos que
ha evidenciado la desconexión con la realidad o falta de
argumentos de los
opositores al nuevo tratado vino de la mano del representante de
los negocios
internacionales de empresas estadounidenses, afirmando que los
Tratados de
Libre Comercio son "una forma de protección de los derechos
humanos".
Aunque falta varios días para finalizar la
sesión, la
presencia de más Estados que el año anterior augura un buen
futuro a este
proceso. No llama la
atención la
ausencia de estados relevantes como Estados Unidos, Canadá,
Reino Unido, cuyo
compromiso con opciones que no obliguen a sus transnacionales
les impide
participar, a pesar de que habría espacio para que se unan al
proceso. La entrada de
la Unión Europa, aunque presenta
grandes reservas y reitera la necesidad de involucrar a los
actores empresariales,
es también positiva. Especialmente
cuando los pueblos afectados por las ETNs, organizados para este
proceso, están
demostrando su capacidad de marcar la agenda del nuevo Tratado.
- Sol Trumbo Vila es investigador
en el Transnational Institute (TNI) y activista en varias
redes internacionales
como la “Campaña global para desmantelar el poder
corporativo y poner fin a la
impunidad".
URl
de este artículo: http://www.alainet.org/es/ articulo/181252
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