21/09/2017
En los últimos días ha habido bastantes noticias
acerca del alza de los precios de los combustibles, algo que motiva preocupación
pues eso afecta los bolsillos de todos los ciudadanos. Una de esas noticias
tiene que ver con el huracán Harvey que azotó la Costa del Golfo de EEUU hace
algunas semanas. Uno se pregunta, ¿y eso qué tiene que ver con nosotros? Pues
sí tiene que ver, como analizamos a continuación.
Si bien en el Perú los precios de los combustibles
son libres, desde hace ya varios años el gobierno le ha dado a Osinergmin el
encargo de fijar lo que se llama “Precios de Referencia” (PR). Su objetivo es
que el público sepa cuánto cuestan los combustibles en un lugar de producción
importante, a lo que se agrega el flete para traerlos a los puertos peruanos,
más algunos gastos adicionales relacionados con la importación. Esto se llama
también Precios de Paridad de Importación (PPI).
Una vez calculado el PR, éste se compara con el
precio de venta de los combustibles de las refinerías que operan en el país,
siendo las dos más importantes La Pampilla de Repsol y Talara de Petroperú. Se
supone que si las refinerías peruanas venden los combustibles por encima del
PPI, entonces se crearán los incentivos suficientes para que otros agentes
económicos se animen a importar combustibles, ya que habrá “nichos de mercado”
que los importadores pueden obtener al vender los combustibles a un precio más
barato que el de las refinerías.
Aquí es donde entra Harvey. Sucede que Houston es
una ciudad petrolera por excelencia, pues allí llega la producción de petróleo
y de gas natural de varios lugares de EEUU. Es también en Houston que se ubican
muchas refinerías de petróleo con capacidad de decenas de millones de barriles.
Y Houston está en pleno Golfo de México, donde hay varios grandes puertos para
la exportación de combustibles, entre ellos Corpus Christi.
Harvey ha destruido pozos de producción y ha
afectado las refinerías y los puertos, lo que ha hecho que aumenten los precios
de los combustibles. Como los precios que toma Osinergmin para calcular el PR
son los precios en la Costa del Golfo (Gulf Coast), entonces si éstos suben o
bajan, aquí en el Perú los PR hacen lo mismo.
Y aquí los PR han subido. Pero lo que no ha subido
en esa proporción son los precios de las refinerías. ¿Sabe por qué? Porque el
petróleo que se produce en el Perú no sube en la misma proporción que el
petróleo de la Costa del Golfo. Lo mismo sucede con el petróleo de los
principales países de donde importamos petróleo: Ecuador y Colombia.
Por tanto, los precios de los combustibles
producidos por las refinerías peruanas, en varios productos, están por debajo
de los PR calculados por Osinergmin.
Es aquí donde entra a tallar el elemento central:
si los mayoristas y los grifos compran el combustible en las refinerías a
precios inferiores o cercanos a los PR, entonces, ¿por qué suben los precios de
venta al público? La respuesta es: como los precios son libres, los agentes
económicos que los comercializan “acercan” sus precios de venta a los PR.
Claro, esto lo practican con muchas ganas cuando los precios suben, pero no
hacen lo mismo cuando los PR bajan.
Una pregunta que debiéramos hacernos es: ¿tiene
sentido calcular los PR con aquellos del Golfo de México? El argumento de los
que están a favor es que es un mercado grande y sus precios se fijan de acuerdo
a la oferta y la demanda. Puede ser. Aceptemos esto por un momento. La cuestión
es que se fijan de acuerdo a las circunstancias de su mercado. Ojo que esta
alza de los PR no es solo por Harvey. En anteriores oportunidades incluso
cuando las refinerías del Golfo tienen que entrar en mantenimiento, entonces se
reduce su producción de combustibles y suben los precios. Y aquí, igualito, los
PR también suben.
¿Qué hacer entonces? Creemos que los PR se deben
mantener, pero éstos deben tener como base una canasta de los petróleos crudos
que utilizan las refinerías peruanas. Esto evitaría las variaciones que nada
tienen que ver con la situación de los mercados peruanos. Pero esto no es lo
único. Se necesitan una serie de “ajustes” a la metodología de cálculo de los
PR, lo que ha sido admitido por la Dirección General de Hidrocarburos del
Ministerio de Energía y Minas y también por la Sociedad de Minería y Petróleo.
Pero hasta ahora no se concretan.
También es importante que se tomen en cuenta una
serie de costos en que incurren las refinerías, lo que no hace Osinergmin.
Entre ellos, dos son los más importantes. Uno, el costo
adicional que provocan las mareas anómalas, cada vez más frecuentes debido al
cambio climático. Debido a ello los barcos, durante varios días no pueden
descargar ni cargar petróleo y los combustibles, por orden de la Capitanía de
Puertos de la Marina. Estos costos “extra” suman varios millones de dólares al
año.
Otro costo “extra” lo constituye la obligatoriedad
de mantener en las Plantas de Abastecimiento una existencia media mensual
mínima equivalente a 15 días calendario de su despacho promedio, determinado
por el Reglamento de Comercialización de Combustibles Líquidos (Art. 6 del DS
030-98-EM), de manera que se garantice el abastecimiento ante cualquier
eventualidad. Esto también asciende a varios millones de dólares al año.
Finalmente, en los últimos días el BCRP ha vuelto a
criticar los precios de Petroperú en su último Reporte de Inflación, afirmando
que sus precios de venta son superiores a los PR de Osinergmin, sin tomar en
cuenta lo señalado aquí. No solo eso. Pareciera que e BCR tiene como
“adversario” a Petroperú, pues lo critica sin siquiera consultarlo. Dicho de
otra manera, una entidad del Estado critica a otra. Volveremos a fondo sobre
este tema en un próximo artículo.
https://www.alainet.org/es/articulo/188183
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