24-04-2018
El
socialismo científico es formulado por Karl Marx, filósofo y pensador alemán
nacido en Tréveris el 5 de mayo de 1818. Marx se doctora en 1841 con la tesis
“Diferencia entre la filosofía de la naturaleza de Demócrito y la de Epicuro”.
Luego se dedica a la elaboración de trabajos sobre la realidad social y
colabora en la edición de la “Gaceta Renana”, de la que es jefe de redacción;
Marx se exilia luego de que esta publicación es intervenida por la censura. Se
dedica entonces al estudio de diversas áreas del pensamiento, especialmente de
la filosofía y la historia. Es influenciado por Hegel, el filósofo más
importante de su época, al que modifica el método dialéctico de razonar, que,
según sus palabras, pone de pie. Luego utiliza la dialéctica para analizar las
contradicciones en la historia de la humanidad, en particular, las que existen
entre el capital y el trabajo. Crea así “la dialéctica del devenir constante”,
en la que se da la tesis y la antítesis, pero no se realiza la síntesis.
Marx se casa con Jenny von Westphalen, hermana del
ministro de Interior de Prusia, con la que está comprometido desde joven. Viven
con fuertes penurias económicas, pues la irregularidad de sus ingresos, la
persecución política, la censura y la clausura de las revistas publicadas por
él, los obliga a mudarse constantemente de país.
En París funda y dirige la revista “Anales
franco-alemanes”, que el gobierno francés cierra presionado por Prusia. En 1844
se conoce y traba amistad con Friedrich Engels, quien, además de ofrecerle su
incondicional apoyo económico, es en adelante su más importante colaborador;
también conoce a Proudhon, Blanc, Bakunin y Heine, importantes pensadores
socialistas de su época. Pero la buena acogida de sus artículos políticos y su
fama de revolucionario provocan que sea expulsado de Francia. Se establece en
Bruselas, donde funda la “Liga de los Comunistas”, luego de lo cual declara no
tener patria, ser ateo y revolucionario. En 1848 publica junto con Engels el
“Manifiesto del Partido Comunista”, después se traslada a Colonia donde
organiza el diario “Nueva Gaceta Renana”. Esta novel publicación, de fuerte
compromiso social, alcanza tal éxito que es prohibida de inmediato por el
gobierno renano.
En 1848 es testigo de la primera gran crisis del
capitalismo, que causa movimientos revolucionarios en toda Europa, en los que
Marx participa. Esto le permiten deducir una teoría económica capaz no sólo de
explicar la crisis sino también de estimular al proletariado a que intervenga
políticamente con el fin de provocar el cambio social revolucionario. Marx es
miembro fundador de la Primera Internacional, la Asociación Internacional de
Trabajadores (AIT). En 1872, durante el Congreso de la AIT en La Haya, se dan
fuertes debates entre Marx y Bakunin, que terminan con la expulsión de este
último.
La Comuna de París, de 1871, es la primera
experiencia de poder proletario y deja de legado valioso su misma existencia,
la enseñanza que aporta, su principios rebeldes y heroicos, su democracia
participativa y la Internacional, un himno revolucionario que se propaga por un
mundo deseoso de justicia social. La derrota de la Comuna de París es un duro
golpe para la AIT; a partir de entonces, Marx abandona la lucha política y se
dedica a redactar y publicar sus pensamientos. Su doctrina política explica la
realidad social e histórica en términos puramente económicos.
Marx fallece en Londres el 14 de marzo de 1883. En
su obra, escrita en colaboración de Engels, se crítica la política, la economía
política y la filosofía. Su aporte principal es “El Capital”, cuyo primer
volumen aparece en 1867, luego de dieciocho años de trabajo. Este estudio es
pionero en la comprensión del mecanismo fundamental que rige el funcionamiento
de toda sociedad moderna, especialmente en lo que respecta a la teoría del
valor y la plusvalía; sobre todo, explica la acumulación del capital por parte
de las clases dominantes.
Marx utiliza el método dialéctico como instrumento
para realizar el análisis de la realidad social y política. Pese a no descubrir
la lucha de clases, motor de la historia, Marx define el desarrollo de la
humanidad como la historia de la lucha de clases, qué la origina y cómo
finaliza la misma. Según su pensamiento, las clases dominadas son las que
determinan el fin de las sociedades establecidas y dan lugar a las que surgen
sobre sus cenizas. Basa sus conclusiones en la contradicción permanente entre
el trabajo y el capital, es decir, entre la clase trabajadora y la burguesía.
Con base en la dialéctica de Hegel, Marx concibe esta lucha como una síntesis
constante de los contrarios, cuando surge la contradicción entre la acumulación
de la riqueza en pocas manos y la imposibilidad de que la gran mayoría de la
sociedad disfrute de ella. Según él, esta situación se vuelve insostenible y da
lugar a un sistema en el que desaparece la explotación del trabajo por el
capital, cuando nace el comunismo, una nueva sociedad sin clases antagónicas.
Marx considera que sólo en una sociedad con características de ese tipo deja de
existir la explotación del hombre por el hombre.
Sostiene además que sólo la clase trabajadora,
principalmente la del sector industrial, es la productora de la plusvalía y que
solamente mediante la lucha política de sus sectores más conscientes se puede
eliminar el capitalismo. Según Marx, la clase obrera, o sea la clase dominada,
es la encargada de enterrar al capitalismo mediante la toma del poder luego de
la Revolución Proletaria. El objetivo de la revolución es acabar con el Estado,
instrumento político para la opresión de las clases sociales productivas. La
toma del poder por el proletariado y su gobierno, la “dictadura del
proletariado”, aunque se debe aclarar que el término “dictadura” en alemán
significa “hegemonía”, no garantiza la distribución equitativa de las riquezas
de la sociedad sino que la burguesía derrocada no regrese nuevamente al poder
del Estado.
Para llegar al comunismo, Marx propone una etapa de
transición, que a nuestro entender es el socialismo, en la cual el proletariado
suprime la propiedad privada de los medios de producción y planifica
centralmente la economía, de manera que se provean todas las necesidades de la
población. Marx entiende que con la realización de este objetivo cesan las
causas para la existencia de clases antagónicas y, por ende, la necesidad del
Estado. Si se socializan los medios de producción y se entrega su
administración al Estado Obrero, con el tiempo disminuyen el tamaño y la
influencia política del mismo. El comunismo es una etapa posterior del
socialismo y se establece cuando la sociedad puede multiplicar tan
abundantemente los medios de producción que la riqueza alcanza para todos, lo
que hace superflua la existencia del Estado, que así se extingue. Marx define
la violencia como la partera de la historia, es decir, como la fuerza necesaria
para que los acontecimientos históricos se den, y considera deseable que la
transición del capitalismo al socialismo se dé con la mínima violencia. También
piensa que una vez que estalle la revolución en un país, la misma debe
extenderse a los demás, lo que llama la Revolución Mundial.
¿Cómo no admirar a Marx, ser ejemplar que lucha
toda su vida por liberar a la humanidad de la explotación del hombre por el
hombre? Junto con Engels crean una teoría que explica las características
intrínsecas del capitalismo, que por mucho que evolucione en esencia es lo
mismo. Sus propuestas: la abolición de la propiedad privada de los medios de
producción y la extinción del Estado, al desaparecer las clases sociales
antagónicas, son tan actuales hoy como entonces. Gloria eterna a este pensador
ahora que se cumplen doscientos años de su nacimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario