(26 de mayo de 2018)
Por Miguel Aragón
José Carlos Mariátegui no fue un “marxista anti dogmático”
ni un “marxista dogmático”; tampoco fue un “marxista heterodoxo” ni un
“marxista ortodoxo”. Mariátegui los criticó, superó y combatió a ambos por
igual. Mariátegui simplemente fue un “marxista convicto y confeso”.
En la respuesta a un cuestionario que preparó
en marzo de 1930, para enviar a Buenos Aires, Mariátegui anotó “Los 7 Ensayos
no son sino la aplicación de un método marxista, para los ortodoxos del
marxismo insuficientemente rígido en cuanto reconoce singular
importancia al aporte soreliano, pero que en concepto del autor corresponde al
verdadero marxismo”.
Y algunos meses antes, en junio de 1928, en el artículo “Henri
de Man y la “Crisis” del marxismo”, anotó “El marxismo sufre desde
fines del siglo XIX (…) las acometidas, más o menos documentadas o instintivas,
de profesores universitarios, herederos del rencor de la ciencia oficial
contra Marx y Engels, y de militantes heterodoxos, disgustados
del formalismo de la doctrina del partido”.
El deslinde, lucha y superación de ambas desviaciones
surgidas en la aplicación del método marxista fue una lucha muy larga,
sostenida por Mariátegui durante varios años. Hay dos artículos claves que
pueden servir para identificar ambas luchas.
Aproximadamente a fines del año 1923, Mariátegui
preparó el texto “La Universidad Popular y el dogma”, en el cual
propuso la orientación cardinal para deslindar y superar el dogmatismo
predominante en los pocos compañeros que militaron en la célula comunista
organizada en Italia, incluido el deslinde con su propio dogmatismo
(revisar carta saturada de dogmatismo de Jorge Falcón de setiembre
de 1923).
El deslinde con la influencia del dogmatismo,
Mariátegui lo desarrolló entre los años 1924 y 1926, en una serie de artículos
bajo el epígrafe “Motivos Polémicos”, en los cuales revisó y
actualizó varios conceptos fundamentales del marxismo, textos que
Mariátegui había pensado incluirlos agrupados en un ensayo, como primera
parte del libro “Diez ensayos de interpretación de la realidad peruana”,
y que después fue reservado como primera parte del libro “Ideología y
Política en el Perú”.
Sin ese deslinde previo con el dogmatismo, Mariátegui no habría
podido escribir un libro tan trascendental como los “7 Ensayos”.
Posteriormente,
en los años 1928 y 1929, Mariátegui volvió a utilizar el epígrafe “Motivos
Polémicos” para escribir una serie de artículos para deslindar y
superar la creciente influencia de los “intelectuales heterodoxos” y “anti
dogmáticos”. El artículo clave de este conjunto de textos es “La libertad
y el dogma” escrito en junio de 1929, título que se ha omitido en el
libro “Defensa del marxismo” en las sucesivas ediciones populares
de las obras completas de Mariátegui publicadas por la familia Mariátegui, así
como en otras ediciones posteriores publicadas por otros editores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario