domingo, 24 de febrero de 2019

LOS TRES CHISTOSOS


 


          
De los tres chistosos, Aldo Mariátegui Chiappe, Jaime Bayly y Edwin Donayre, yo prefiero al simpático Aldito.  Lo leo, escucho y veo con atención.  Me divierte y disipa mi mente cuando estoy saturado o fatigado del trabajo intelectual. Similar sensación tengo con la supermujer y “filósofa” peruana Susy Díaz.

        

En Aldito, su rostro y desenfado me provoca hilaridad, pues tiene mirada de una persona suficiente y burlona (“cahacienta”).  Le digo “Aldito” porque soy una persona anciana y porque es nieto de mi admirado José Carlos e hijo de Sigfrido, el segundo hijo varón de Mariátegui.

         No sé si Aldito tiene el merito de haber acuñado el adjetivo calificativo: caviar.  Lo que si se, es que Aldito es su encarnizado difusor.

         Así como al hombre que come hombres se le dice antropófago, al que come caviares se le denominaría, “Aldito”.  Esta es una función profiláctica que cumple Aldito.  Función parecida a la del pez Tilapia que en los anegados arrozales, come las larvas de los zancudos, previniendo el paludismo.  Es una especie de control biológico.

         Aldito también cumple una función química.  Es un reactivo para identificar caviares.  Ante Aldito, a los caviares se les hace puré el hígado. No permanecen impasibles y mucho menos se ríen.  No les resulta jocoso.

         Dígame usted si Aldito no será valioso, puesto  que calibra la inconsecuencia o incoherencia de los izquierdistas de doble moral.  Así como en la época en que el APRA aún no había arriado sus banderas antiimperialistas, los apristas llamaban a los comunistas, rabanitos:  rojos por afuera y blancos por dentro.  (Por supuesto, no a todos).

         Aldito no es una especie en extinción, está vigente como lo están los gobiernos de ultra derecha de Brasil y Colombia.  Los “Alditos” son necesarios; no solo para la clase dominante; sino también para sus antagonistas.  Ya su abuelito, José Carlos, formuló un principio dialéctico:  La unanimidad es siempre estéril. No se preocupen hay que debatir ideas; con buen talante. 

         Aldito es parte del paisaje peruano o de la farándula; y, a veces, le salen algunas frases ingeniosas, como por ejemplo:  en  el Perú, hasta un mono del zoológico puede ser presidente.  Já, já,  já…

Antonio Rengifo Balarezo
Lima, Unidad Vecinal N°3,
febrero 22 del 2019.


 ALDO VS ATILIO falacia vs verdad

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