Escribe:
Milcíades Ruiz
Solemos
salir a las calles por asuntos menos graves que lo que sucede en Las Bambas y
nos solidarizamos con causas extranjeras firmando comunicados, pero no hay la
misma actitud política con los nuestros, con los campesinos ancestrales de
Apurímac y Cusco que luchan contra la alianza gobierno- corporaciones
extranjeras. ¿Por qué no hacemos lo mismo en apoyo a los peruanos ancestrales
que luchan contra la invasión extranjera que les arrebatan sus riquezas dañando
su hábitat? ¿Por qué esta incoherencia?
Tenían una
vida apacible antes de que los inversionistas extranjeros le pusieran el ojo a
las enormes riquezas del subsuelo de las comunidades campesinas. Aparecieron
como las tropas de Pizarro y la codicia ajena les trajo innumerables problemas.
En defensa de su hábitat amenazado por los depredadores de recursos naturales
nuestros compatriotas andinos vienen luchando solos, contra un poder abrumador
y en esta causa justa ha tenido ya varios muertos.
Solo
reclaman justicia. No se oponen a la extracción minera siempre que se opere sin
causar daños a sus fuentes de vida: agua, aire, sanidad humana, de sus cultivos
y crianzas. Es lo mínimo que se puede pedir ante tanta adversidad. Pero no es
solamente eso. Los depredadores de riquezas han dejado en escombros con sus
venenosas sustancias y desechos mineros a los asientos mineros de Huancavelica,
Cerro de Pasco, Cajamarca y otros lugares que tras siglos de extracción son los
lugares más pobres del Perú.
Entonces los
campesinos de Apurímac y Cusco no quieren que les pase lo mismo. Reclaman
justas compensaciones. Se ha invadido el territorio comunal, que es propiedad
privada. Cualquier ciudadano tendría derecho a desalojarlos de su propiedad
como sucede en la ciudad, pero a ellos les está negado este derecho. Construyen
carreteras para transportar el mineral pero dentro de la propiedad privada comunal
y es de justo derecho que se compense apropiadamente a los afectados. ¿Por qué
negarles ese derecho?
Los daños no
están solamente en los lugares de extracción minera, sino en todo el trayecto
del transporte de mineral desde Las Bambas hasta el puerto de Matarani en
Arequipa. Pero los tramos iniciales son horrorosos por la polvareda y derrames
que no solo afectan los cultivos y pasturas, sino penetran hasta los domicilios
campesinos que han perdido su tranquilidad. ¿Qué haríamos nosotros si ese fuera
nuestro caso?
Llegó el
momento en que los campesinos del ande apurimeño dijeron basta ya y bloquearon
el tránsito minero hasta que no se les compense los daños y se tomen las
medidas de alivio. Hicieron las gestiones y entablaron el diálogo pero
Kuczynski les respondió con un decreto declarando el “Estado de Emergencia” en
toda la ruta, suspendiendo los derechos ciudadanos. Esta medida abusiva fue
prolongada hasta hoy por Vizcarra a pesar de que cuando era vicepresidente fue
a la zona y conversó con los comuneros ofreciéndoles solución.
Esta
situación se mantiene desde el año pasado sin solución ni comprensión. Pero el
aparato estatal, los medios de prensa y los vende patria están arremetiendo con
todo para obligar a los campesinos a ceder posiciones, echándoles la culpa de
todos los males económicos. Fomentan el odio a los afectados y se parcializan
con el depredador. El gobierno ha metido preso al principal dirigente y
defensores legales, valiéndose de artimañas como siempre lo han hecho con los
líderes populares.
Ya están
lanzando la amenaza de resolver apelando al consabido “principio de autoridad”
por encima del principio de la democracia y la justicia. Esta práctica de las
dictaduras asoma con fuerza en estos momentos y los movimientos políticos que
supuestamente defienden las causas populares ni siquiera se acuerdan de ellos,
como sí, lo hacen cuando necesitan de apoyo electoral.
¿Por qué
sectores de izquierda no se movilizan, ni protestan, ni se solidarizan, ni
defienden la causa justa de los campesinos apurimeños y cusqueños que se han
decidido luchar hasta la muerte? ¿Será por discriminación? Hagamos algo por
favor.
Disculpen la
molestia.
Marzo 2019
Otra
información en https://republicaequitativa.wordpress.com/
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