Como bien sabemos por los escritos anteriores, de que el fujimorismo, sus aliados apristas y los topos infiltrados en todos los movimientos desde el 2016 acompañaron a la señora Keiko en su “no saber perder”las elecciones, ni asimilar la derrota electoral que la alejaba de la presidencia de la república; sin embargo, su grupo político alcanzaba una mayoría nunca vista en el congreso de la república y paradójicamente intentaba ser gobierno.
Aprovechándose de esto último, la señora Keiko que representaba a los intereses conservadores de la república, utilizó a 72 congresistas para establecer una oposición al poder ejecutivo de Pedro Pablo Kuczynski que, no solo sería oponerse por oponerse como una revancha ante la pérdida del poder ejecutivo; sino hacer oposición al tener un poder del Estado que estaría a merced del fujimorismo y de la señora Keiko, la que asumía y ostentaba características de ser todopoderosa.
Su intento de gobernar no lo podía ejercer, pero si llevaría acabo mostrarse como una fuerza política y económica (gracias al respaldo de empresarios que representan a los grupos de poder); desde un primer momento golpeó al ejecutivo, el mismo que en vez de responder, bajó la guardia creyendo que de esa manera mitigaba al poder opositor del congreso de mayoría fujimorista; este comportamiento no tuvo éxito para PPK y más bien la agresión se agrandó, con lo cual el presidente y su consejo de ministros cayeron en desgracia, convirtiendo al poder ejecutivo en débil y vulnerable.
Esa pérdida de poder trajo entre otras cosas invitar a los ministros a las comisiones congresales en que casi siempre en estas reuniones los ministros de PPK eran maltratados, agravios que llegaron a los extremos como interpelar y censurar, por ejemplo a los ministros de educación Saavedra y la señora Martens, estos ministros fueron censurados porque el presidente PPK y el presidente del consejo de ministros Fernando Zavala no se adelantaron para pedir los votos de confianza, el no ejercer esta prerrogativa constitucional, hizo que los fujimoristas se sintieran más fuertes y de contraparte los del ejecutivo en cambio fueron más débiles; en consecuencia el fujimorismo iba minando a un poder público, a pesar que la constitución tenía más de presidencialista.
El poder fujiaprista de manera abierta y conciente buscó que al presidente PPK se le llegara a declarar su cargo en vacancia; sin embargo, dicha vacancia formalmente no fue aprobada, pero los hechos volvieron a esa pretensión ante los evidentes actos de corrupción pasados por Kuczynski en el gobierno de Toledo, lo que obligaría a que el presidente renunciara.
De acuerdo a la constitución, el vicepresidente Martín Vizcarra asumió la presidencia de la república, para ello esa transmisión de mando fue gracias a la necesaria aprobación del fujimorismo; esto se hizo posible por el trabajo de nuevo primer ministro César Villanueva en cuanto al acuerdo que se llegó, produciéndose el deshielo de la furiosa bancada fujimorista.
Esto significó que el lonche lo tenía que pagar Vizcarra, ejerciendo la presidencia sin mayores inconvenientes bajo la “paz de los sepulcros”, paz que no podía durar, porque los actores del drama son seres vivientes y están atentos a las reacciones entre los contrincantes. Es así que, Vizcarra rompió ese pacto de media voz, cuando los audios de la vergüenza delataron los “arreglos” y componendas entre vocales y fiscales supremos con la señora Fujimori, la cual enfrentaría acusaciones de la fiscalía de la nación.
A través de estos audios se mostraría que la señora Keiko Fujimori estaba implicada en malos actos y habría de aparecer como jefa de una organización dispuesta a delinquir y de haber lavado activos con el dinero que le hicieron llegar la empresa brasilera Odebrecht y de otros empresarios que no quisieron dar sus identidades, solamente se identificó a uno de los más poderosos que a ya no vivía y ¿había que creerle lo que decía Jaime Yoshiyama?
Este será desmentido por su sobrino Jorge Yoshiyama que al volverse colaborador eficaz dijo la verdad a los fiscales de cómo trabajaban los “angelitos” del fujimorismo. Esto último abrió paso a que el juez ante la acusación del fiscal impusiera la prisión preventiva de Keiko Fujimori, Jaime Yoshiyama y los dirigentes más allegados a éstos; sin embargo, esta situación por demás complica no fue óbice para que el revanchismo fujimorista se calmara, la respuesta acumuló despecho y fue acicate para golpear e intentar dominar a Vizcarra.
Este reaccionó ante la corrupción, donde el fujimorismo era uno de los actores relevantes, por sus cuitas en arrebatar y disponer de los dineros prestados para cometer desmanejos financieros en las campañas, y que, de haber ganado la presidencia estarían abiertos a ser sobornados por las empresas brasileras. El presidente Vizcarra Cornejo no podía bajar la cabeza como lo hizo PPK, si no más bien tuvo el coraje de plantear reformas sustantivas en los aspectos de orden judicial y electoral, como consecuencia de los audios de la vergüenza y la banda criminal de los “cuellos blancos” que pusieron en riesgo la justicia.
Empero, toda la reacción antifujimorista en general ante el descubrimiento de la calidad de las dirigencias digitadas por Keiko Fujimori, la que siempre asume su condición de jefa de un movimiento político autoritario y a la vez sospechosa de carecer de comportamiento ético, esto último mostró que el fujimorismo actúa como una agrupación heredera de dar malos pasos, y que, los peruanos entienden como expresión del sátrapa que se encuentra purgando sus delitos en el fundo especialmente acondicionado para ser su huésped y de todos los otros ex presidentes que lo irán acompañar, llámese Toledo, Humala y PPK, porque García Pérez se fue de frente a otro tipo de fundo por ser sentenciado a vivir en las tinieblas, por su desempeño durante dos gobiernos.
La conducta del fujimorismo y sus aliados en la corrupción y la autocracia, no es invento ni creación, son expresiones muy propias de quienes han presidido los poderes públicos desde casi doscientos años en el Perú. Tal vez los Toledo, García Pérez, Humala, PPK y el grupo de dirigentes más íntimos y más allegados a Keiko, no sorprende a los peruanos, ya que éstos son los extremos, y en el futuro esperamos que estos caudillos del arrebato de las arcas fiscales nunca más vuelvan a tener poder y riquezas mal habidas.
Ellos son los representantes del conservadorismo poderoso que manejan las organizaciones de las empresas nacionales y que han ejercido todo tipo de malos manejos, sea apoyando a los autócratas como Alberto Fujimori y Manuel A. Odría. Estos conservadores no creen en el libre comercio y menos en la economía social de mercado, como demanda la constitución.
La derecha peruana si bien es achorada y tiene astucia, sus comportamientos mercantilistas les son de utilidad cuanto mayor sea, importándoles poco el país. No necesitamos de nuevos argumentos, solamente basta recordar lo que don José de la Riva Agüero dijo de esta seudo burguesía criolla, la que siempre fue rentista, nunca aparece arriesgando y busca en las transnacionales sus aliados y amiguitos, para entregar a través de los gobiernos los recursos naturales, sin esperar por lo menos de ser condescendientes a fin de reinvertir en el Perú parte de sus cuantiosas ganancias.
Lo que estamos diciendo no es una reacción sovietizada ni revanchista, ni es un llamado que reclama por sus malos actos de las oligarquías -unas veces asolapadas que empleó principalmente a los generales para gobernar a través de ellos-, ni tampoco recordamos que se les crea, pues al ser plutocráticas buscan el mayor dinero por las ganancias excesivas.
Ellas mantienen la colonialidad del poder en contra de los más, en plena república, y donde los pobres no tienen opciones de movilidad social y económica, los tienen quietos, respondiendo a las desigualdades existentes desde los inicios de la vida independiente que mantuvieron oprimidos y secuestrados a los serranos andinos, bajo el sistema de hacienda y explotación sin pagos de salarios hasta la década de 1960, a los mal llamados indios, importándoles poco que son peruanos originarios y que a la llegada de los españoles de entonces, los sometieron a la cruel y despiadada situación de tratarlos como una casta diferenciada de los dominadores españoles y criollos, y por no decir también a los mestizos; siempre hubo miedo al indio porque en cualquier momento rompían a la opresión a que fueron sometidos.
Empero, primero los indios y después los grupos populares, incluidos los sectores variados de la mal denominada clase media, han ido tomando conciencia de los gobiernos mercantilistas autocráticos y anti liberales –que mantuvo sin modificar la propiedad del latifundio-, prueba de ello lo muestran las migraciones de los serranos, que en gran parte de la república han sido las cuatro quintas partes del total de la población, y que, al no ser considerados ciudadanos, su postergación se iría revirtiendo, pues tomaron la vía de la invasión en los espacios de la costa y particularmente en la Lima criolla.
En el Perú no podemos sostener una situación de desigualdad y centralismo, por razones de supervivencia no se puede seguir en esas condiciones, es así que al paso de tres o cuartas generaciones van asumiendo y tomando conciencia, como se decía de los indios y campesinos serán los subversivos cholos, ni tampoco podemos olvidar expresiones nacidas de los egregios de la década del 20 del siglo XX: “sin el indio, contra el indio”, a “ellos mismos les corresponden liberarse”, y son los egregios que alzaron su voz por la modernidad, a fin de que los países y sus instituciones que en el mundo progresan y cabe países relegados, donde sus intelectuales y las colectividades también requieren progreso, adelantos, sin sometimientos al nivel interno por parte de los caudillos que nunca han podido ser líderes, y son incapaces de las liberaciones dentro del contexto de las doctrinas e ideologías libertarias y solidarias que intentan a nivel global ser una realidad.
El retraso sudamericano y el peruano en especial, no impiden la democracia política de orden liberal con Estado de derecho, libertades individuales y colectivas, las que se abren dando pasos en el cercano futuro a la democracia social y económica basada en la diversidad productiva bajo la realización del desarrollo sustentable. Todo lo contrario a la incapacidad y la corrupción. Sin embargo, como dice el psicoanalista Jorge Bruce: “no todos los representantes del fujimorismo o el Apra lo son, claro está” de formar parte de los grupos mafiosos que representan “tan bien” a los conservadores de la derecha achorada y bruto/astuta. Esto con el fin de desligar a militantes, caso del aprismo que durante su existencia centenaria tuvo períodos de ser abanderados de las reformas, por ello serían perseguidos y encarcelados al reclamar derechos y ser portadores de la protesta social.
Cerramos este escrito señalando que los antecedentes descritos en los párrafos precedentes sobre los movimientos políticos que dominan el congreso están descalificados y la ciudadanía les pedirá cuentas al expulsarlos. Ellos no quieren entender que deben disolverse acatando el proyecto del ejecutivo, de que todos se vayan; sin embargo, el fujimorismo y sus aliados previendo su insostenible presencia se han organizado, colocan como su presidente del congreso a uno de los empresarios de mayor fortuna y éste es de los que no se amáinala. Olaechea moviliza personas y gremios, como decíamos en el anterior escrito, no teniendo escrúpulos para expulsar al presidente, ni piensa en el reemplazo de la vicepresidenta.
El fujimorismo lo quiere de presidente de la república para manipular, a través de la convocatoria de las elecciones del 2021, quieren vivir los conservadores; Pedro Olaechea aliado político del fujimorismo no podrían desaparecer, el controlar el proceso electoral les va costar, empero, tendrán más de una cuota en el poder, su codicia y el despecho los obliga asumir el poder y ganar el 2021 a como de lugar, porque desconocen la moral política.
Nuevamente los peruanos actuarán, la protesta es poca. El referéndum debe ser la consulta, para que se retiren del poder que aun no han tomado. En casi 200 años los conservadores fracasaron en la conducción política y en el manejo monopólico de la producción extractiva de minerales y otros productos que eran dueños y coparticipes con las transnacionales.
Instalaron gobiernos tanto exclusivos y oligárquicos, como remitiéndose a terceros manejados por la plutocracia, en cuanto al dinero ambicionado, pero sin capacidad de decisión para reinvertir ¿ellos merecen gobernar la república?
Fernando Arce Meza
Surco, 3 de septiembre del 2019
Nota: hoy se reúnen Martín Vizcarra Cornejo presidente de la república y Pedro Olaechea Álvarez Calderón para asumir el adelanto de las elecciones al 2020. El proyecto del ejecutivo hace un mes que se envío al congreso de la república; sin embargo, ni siquiera ha sido agendado por la comisión de constitución, a fin de ser discutido dada la urgencia de dicho proyecto. El presidente del congreso Pedro Olaechea quiere retrasar el debate, y entre otras ha enviado el proyecto al Consejo de Venecia para ser analizado. Me parece que recurrir a ese consejo no responde al carácter del Perú republicano que en casi doscientos años tiene un ganado prestigio por su historia milenaria y afirmación soberana. Qué ocurre ¿todavía no se cree que los peruanos resuelven solos sus problemas? el señor Olaechea parece que sigue viviendo en la era colonial.
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