miércoles, 22 de abril de 2020

BIOTECNOLOGÍA Y BIOÉTICA ANTE EL COVID-19: ¿ENFERMEDAD NATURAL O BIOGUERRA?


22/04/2020

La Biotecnología ha tenido una enorme importancia en las últimas dos décadas, lo cual representa un dato sin precedentes y esta revolución que ha causado se debe a su potencial ilimitado en pos de los beneficios que otorgó y otorga a la humanidad. Es esta misma Biotecnología la que ha tocado nuestra vida cotidiana en múltiples aspectos como ser en los alimentos, la salud, la vida animal, etc.; y a raíz de ello prevalece su importancia y su potencial para mejorar también el medio ambiente que nos circunda a los efectos de lograr una mejor calidad de vida en todo el mundo.

Haciendo un poco de historia respecto a la Biotecnología, ésta ha sido aprovechada desde los albores de la civilización; en los primeros tiempos para ser aplicada principalmente al arte culinario en las más diversas partes del mundo, pero transcurrido el tiempo, a principios del siglo XX, comenzaron a incorporarla a la industria y la agricultura; y finalmente, a mediados de siglo, los grandes avances en la genética dominaron la investigación Biotecnológica. El descubrimiento del ADN, el código genético y la estructura “doble hélice” fue descripto por Watson y Crick, a raíz de esto pronto se desarrollaron nuevas técnicas para permitir la manipulación del ADN. Las plantas, los microbios, los animales y los productos de ingeniería genética como la insulina, destacan en el futuro de la Biotecnología.

Una vez realizada esta breve introducción es menester, entender una nodefinición conceptual generalizada y abarcativa de la Biotecnología, para poder desentrañar el rol más que importante que juega en la actualidad ante el avance y el desconcierto que genera esta pandemia que tiene en vilo a la comunidad mundial y de la cual aún no encontramos las verdaderas respuestas a esta problemática que pone en jaque a la humanidad.

La Biotecnología es una palabra que deriva del griego: bios=vida, tecne=destreza y logia=estudio, ciencia; es decir se refiere a toda aplicación tecnológica que utilice sistemas biológicos y organismos vivos o sus derivados para la creación o modificación de productos o procesos para usos específicos. Estos organismos pueden estar o no modificados genéticamente, por lo que es muy importante entonces no confundir la Biotecnología con la Ingeniería Genética.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, define a la Biotecnología como la aplicación de los principios de la ciencia y la ingeniería para el tratamiento de materiales orgánicos e inorgánicos por sistemas biológicos para producir bienes y servicios. Se dice que probablemente este término fue acuñado en 1.919 por el ingeniero húngaro Károly Ereki en una de sus primeras bibliografías. La Biotecnología fue también definida por el Convenio sobre Diversidad Biológica  de 1992 como“toda aplicación tecnológica que utilice sistemas biológicos y organismos vivos o sus derivados para la creación o modificación de productos o procesos para usos específicos”.

Ahora bien, como dijimos la Biotecnología tiene importantes aplicaciones también en áreas industriales, como en la salud, a través del desarrollo de nuevos enfoques para el tratamiento de enfermedades, entre otras.

Las aplicaciones de la biotecnología son numerosas, y suelen clasificarse en:

Biotecnología roja

Se aplica a la utilización de Biotecnología en procesos médicos. Algunos ejemplos son la obtención de organismos para producir antibióticos, el desarrollo de vacunas más seguras y nuevos fármacos, los diagnósticos moleculares, las terapias regenerativas y los diabéticos moleculares, terapias regenerativas y el desarrollo de ingeniería genética para curar enfermedades a través de la manipulación genética, dentro de ésta una de las que más sobresale y se presenta como el ejemplo a seguir en el artículo en desarrollo es el:

Diagnóstico de enfermedades

La biotecnología ha aportado nuevas herramientas diagnósticas, especialmente útiles para los microorganismos que son difíciles de cultivar, ya que permiten su identificación sin necesidad de aislarlos. Hasta hace muy poco tiempo, todos los métodos se basaban en el cultivo microbiológico, la tinción histológica o las pruebas químicas y determinaciones en suero, algunos métodos en general largos y tediosos que requieren mucha mano de obra y son muy difíciles de manejar.

 El desarrollo de los inmunodiagnósticos con los anticuerpos monoclonales y de las técnicas que analizan el material genético como la hibridación y secuenciación del ADN o ARN, con la inestimable ayuda técnica de la PCR, han sido un logro biotecnológico importante y decisivo para introducir el concepto del diagnóstico rápido, sensible y preciso. Además, se tiene en cuenta que esta metodología permite su robotización y automatización en el futuro del diagnóstico molecular genético, que es muy esperanzador.

Si bien especificamos en especial lo de salud por razones más que obvias, debido al tratamiento exclusivo que realizare en torno a la relación de la Biotecnología y sus implicancias ante el Coronavirus, la Biotecnología cuenta con otras ramas de gran importancia como la médica, la agrícola, la industrial, medio ambiente, etc.

Resumiendo, la biotecnología comprende investigación de base y aplicada que integra distintos enfoques derivados de la tecnología y aplicación de las ciencias biológicas, tales como biología celular, molecular, bioinformática y microbiología marina aplicada. Se incluye la investigación y desarrollo de sustancias bioactivas y alimentos funcionales para bienestar de organismos acuáticos, diagnóstico celular y molecular, y manejo de enfermedades asociadas a la acuicultura, toxicología y genómica ambiental, manejo ambiental y bioseguridad asociado al cultivo y procesamiento de organismos marinos y dulceacuícolas, biocombustibles, y gestión y control de calidad en laboratorios.

Ya una vez analizado lo básico y esencial para un conocimiento pleno de la Biotecnología, es dable entender cómo actúa ésta ante el embate del coronavirus a los seres humanos desde su aparición aparentemente en el pasado mes de Diciembre de 2019 en Whuan ciudad capital de Hubei, República Popular de China, al menos la mayoría de los analistas coinciden con ello, pese a que ya hay diversas posturas sobre el mismo.

Tras la declaración de la OMS, sobre la emergencia de salud pública de importancia internacional por el brote del nuevo coronavirus (2019-nCoV) en China, y sumado a los casos presentados en otros países, los laboratorios de Biotecnología se hallan en una carrera exhaustiva por encontrar una vacuna para combatir este mal. Algunos trabajan con drogas antivirales ya conocidas.

En lo que respecta a los científicos Chinos pudieron identificar rápidamente la secuencia genética del nuevo coronavirus, con este código genético a la mano, los científicos pueden empezar a realizar su tarea sin necesidad de muestra del virus. En un contexto como el actual, la importancia de la biotecnología pasa de ser estratégica a ser urgente, y se va a afianzar como uno de los sectores de inversión más deseados.

Otras de las voces más prestigiosas a nivel mundial asevero que: Según la teoría del Dr. David Robertson (jefe de Genómica Viral y Bioinformática de la Universidad de Glasgow) a través de su estudio, aún sin revisar, el microorganismo que nos tiene en jaque podría haber estado al menos 40 años en la naturaleza sin saltar a nuestra especie, concretamente en los murciélagos de herradura de la especie Rhinolophus App. y que el ancestro más directo del actual SARS- CoV-2 se originó hace entre 40 y 70 años como una mutación de otro virus de murciélago, el RaTG13, que a diferencia del SARS-CoV-2, no tenía capacidad de atacar células humanas. Este equipo ha estudiado regiones recombinantes del genoma de 68 sarbecovirus, un subgénero de los virus entre los que se encuentra el actual SARS-CoV-2, que suelen mostrar una gran recombinación genética en la evolución. Hasta aquí las mas que validas explicaciones de nivel científico.

¿Pero qué ocurre, con las versiones muy diferentes a las aquí mencionadas donde el principal elemento son las conspiraciones y reproches entre unos países y otros a causa de lo que padece nuestra humanidad, merced a que varios expertos y gobiernos afirman que esto fue realizado por seres humanos en consonancia a lo que venían pregonando varios organismos internacionales en torno a la reducción de la población mundial?

Pues entre la marea de bulos que ha traído la pandemia de coronavirus, uno de los más mencionados es el de su presunta creación artificial en un laboratorio. El efecto de esta supuesta gran mentira es tal que los científicos de todo el mundo han decidido estudiar sus genes para comprobar si, efectivamente, cabe esa posibilidad. Lo que han descubierto es que una máquina de contagio tan perfecta está muy lejos del alcance de la creación artificial.

Ni forma parte de un experimento del Gobierno estadounidense ni es un arma biológica manipulada genéticamente en un laboratorio Chino para acabar con la humanidad. El coronavirus de Wuhan el virus que provoca el Covid-19, lo creó la naturaleza. Así lo ha ratificado una investigación publicada el pasado martes en la revista Nature que trata de evaluar el posible origen de este virus, cuyas características solo puede explicar la selección.

El miedo y la incertidumbre, sumados a la ingente cantidad de información que circula estos días acerca del virus, han ido generando un caldo de cultivo propicio para la creación de suposiciones, conjeturas y teorías conspirativas.

Como ya ocurrió con la epidemia del zika en España, hay quien piensa que puede tratarse de un arma biológica diseñada para acabar con cierto porcentaje de la población. Según esta teoría, el virus habría sido inventado en el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Wuhan (WHCDC), de forma premeditada.

El objetivo, según esta teoría, sería reducir la población de ancianos en el país o equilibrar el porcentaje entre hombres y mujeres. Hay una tercera línea que apunta a una propagación accidental del virus. Así lo afirmaba un artículo de Tecnocrazy News. "Cada vez está más claro que el coronavirus es un arma biológica lanzada a propósito o accidentalmente”.

Científicos especializados en salud pública, entre los que se encuentra el español Luis Enjuanes, del Centro Nacional de Biotecnología, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), desmintieron públicamente esta información a través de un comunicado en la revista The Lancet, defendiendo la labor de todo el personal sanitario.

Agrego además que "Científicos de múltiples países han analizado genomas del agente causal y los resultados concluyen, de forma abrumadora, que el origen del mismo está en la vida silvestre. El foro científico Virológical también recoge otro estudio que demuestra, desde un punto de vista genético, que este virus no fue creado por humanos”. 


Los organismos de poder también se sitúan en el foco de algunas de estas suposiciones. En varias se acusa a Donald Trump de orquestar un plan para dañar la estructura de China como potencia mundial. Hay otras que establecen una conexión entre este virus, la red 5G y una de las teorías conspirativas más recurrentes en los últimos tiempos: los denominados 'chemtrails', estelas que dejan los aviones y con las que, supuestamente, rociarían con agentes químicos a la humanidad. Este “polvo inteligente” habría servido para controlar remotamente el virus mediante la tecnología 5G, después de que fuese implantado en la población china a través de vacunas obligatorias.

Esta suposición, compartida en redes sociales como Facebook, sostiene que Wuhan, foco del primer brote de la enfermedad, fue la primera ciudad china en lanzar 5G. Sin embargo, fueron 16 las ciudades chinas que implantaron estas tecnologías a la vez en fase de prueba, según la información de varios medios asiáticos recogida por el portal FullFact, encargado de desmentir bulos y fake news.

La hipótesis asegura, además, que esta tecnología debilita el sistema inmunológico y hace que sus habitantes sean más propensos a contagiarse. De momento, no hay ninguna prueba que corrobore los efectos perjudiciales del 5G.

Al igual que el 4G o el 3G, se transmite a través de ondas que no son ionizantes, es decir, no dañan las células como pueden hacer, por ejemplo, los rayos X.  El grado de exposición a estas ondas electromagnéticas es muy bajo en relación a los límites legales y está por debajo del nivel de referencia que marca la Comisión Internacional de Protección de Radiación no Ionizante.

Aunque más allá de todo lo esbozado precedentemente nos queda analizar el mismo desde el punto de vista Geopolitico, quizás más ala de todo el más importante junto al científico, para un entendimiento global y cabal del tema, porque si bien todas las premisas y exposiciones presentadas en diversas partes del mundo por la parte médica, no se puede negar lo que ya ha ocurrido en el mundo en diferentes estadíos de la vida humana. Y aquí se pone sobre relieve un gran interrogante: ¿Coronavirus enfermedad natural o guerra biológica?

1. La guerra biológica

Actualmente uno de los campos donde se intenta obtener la supremacía hegemónica en el orbe escapa a todas las doctrinas éticas y corresponde a la guerra biológica.

En este sentido, la potencia mundial que invierte la más alta suma de su presupuesto anual para financiar programas científicos que investigan sobre agentes patógenos que puedan ser usados como armas biológicas es Estados Unidos, experimentando constantemente en naciones entre las que destaca Cuba al ser objeto de múltiples epidemias artificialmente provocadas.

Cabe destacar, en este caso concreto, que en Wuhan funciona uno de los más sofisticados laboratorios biológicos del máximo nivel de bioseguridad 4, Wuhan BSL-4, perteneciente al Instituto de Virología de Wuhan, que experimenta con agentes biológicos que representan un alto riesgo individual de contagio.

Este laboratorio trabaja con los patógenos más peligrosos del mundo, incluyendo varios coronavirus, como SARS-CoV (Síndrome Respiratorio Agudo y Grave), MERS-CoV (Síndrome Respiratorio del Medio Oriente) y muchos otros tipos de virus bajo la supervisión no solo del Gobierno chino sino de la misma OMS, participando virólogos de EE.UU., Canadá y el Reino Unido.

La transferencia de la patente del 2019-nCoV 2015 del Departamento de Justicia de EE.UU. al laboratorio de Wuhan BSL-4, ratificando que el coronavirus 2019-nCoV fue conocido por primera vez en 1965, autorizó no solamente a los científicos chinos para investigar este patógeno que podía mutar durante los experimentos. En 2018, en el sur de China, los virólogos descubrieron 89 nuevos coronavirus procedentes de murciélago, según la revista norteamericana Journal of Virology (13 de junio 2018), que tenían el mismo receptor que el CoV-MERS, investigación financiada tanto por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de China como la USAID (CIA) y el Instituto Nacional de Salud de EE.UU., que siempre compartió información de los avances en la investigación sobre enfermedades infecciosas y armas biológicas con el Pentágono, agravado por cooperación en el desarrollo de insectos asesinos para transportar virus modificados genéticamente e insertarlos en tres tipos de insectos: pulgas, chicharras y aleuródidos.

Lo anterior abre la posibilidad de filtración deliberada del 2019-nCoV o por descuido de los virólogos chinos u occidentales.

2. El efecto económico

Debe obligar un análisis urgente la coincidencia entre la campaña mediática alertando de una enfermedad mortal en China y la disminución extraordinaria en la demanda de productos orientales.

Como se sabe la rivalidad entre USA y China por el mercado mundial, la inmensa deuda del primero con el segundo, la gran acogida de los productos chinos en América Latina pese a una propaganda extraordinaria contra éstos, han reubicado a las potencias lo cual ha perjudicado el comercio de la nación norteamericana.

Ahora que el dólar se ha disparado de modo extremo y artificial, no es descabellado pensar en este virus como espada filosa, tendencia que se ratifica cuando el secretario de Comercio de EE.UU., de modo desafiante, afirmó en Fox News que la enfermedad podría ayudar a la agenda América Primero al afectar a China económicamente retornando el empleo a su país.

Cabe destacar la “generosidad” de la Unión Europea quien movilizará 25 000 millones de euros para afrontar la crisis del Covid-19, aunque para salvar a los Bancos (2008) emitió 2 billones de euros.

3. La intención política y militar

Actualmente los innumerables conflictos que enfrenta EE.UU. en Corea del Norte, Siria, Irak, Afganistán, Rusia, China, Venezuela, Irán, Yemen, Libia, Ucrania, Palestina, entre otros, lo obligan a crear nuevas formas de salir de dichos pantanos como nuevos mecanismos bélicos en el espacio, armas de destrucción masiva, espionaje, chantajes y guerra biológica.

Por dicha razón de peso, no extrañaría sembrar un virus de tal envergadura a través de sus asociados en pleno centro de la actividad comercial y bélica de su oponente.

4. El efecto mediático

Respecto al origen del coronavirus, la inmensa difusión sobre la creencia que fue contagiado en un mercado de productos exóticos del mar o animales fue rechazada por la Organización Mundial de Salud (OMS) y ahora muchos científicos de prestigio internacional han lanzado la idea que el virus fue el resultado de la bioingeniería. Francis Boyle, de la Universidad de Illinois, ha determinado que “2019 Wuhan Coronavirus es un arma ofensiva de guerra biológica (y) la Organización Mundial de Salud sabe perfectamente qué es lo que está pasando en Wuhan”, ratificado porque los medios de comunicación globalizados ignoraron esta información y la de una empresa de biotecnología de EE.UU., Moderna Inc. (Norwood, Massachusetts), enviando el primer lote de su vacuna de coronavirus, denominada mRNA-1273 al Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) para que los investigadores efectúen las primeras pruebas en humanos.

Global Research ha sostenido que este virus mantiene características únicas y muy similares a las epidemias del SARS y el MERS, y “tiene material genético nunca antes identificado y que no está vinculado a ningún virus animal o humano conocido”.

En síntesis, la insistente campaña organizada a través de una mediática sostenida por parte de las agencias de inteligencia que manipulan las tres grandes empresas que controlan el mercado mundial de la información (AP, Reuters, France Press), ha logrado asimismo un triple efecto: creer que China es el causante de la enfermedad para que, además de culparlo, su economía colapse; hacer creer que toda la Humanidad está en peligro de desaparecer y ocultar el análisis científico social del fenómeno.

5.  La ciencia médica

El coronavirus pertenece a una extensa familia de virus que afectan al ser humano y a varias especies de animales. Hasta ahora había seis conocidos que podían enfermar a una persona de las cuales cuatro causan el resfriado común, entre ellos, el del síndrome respiratorio agudo grave (SARS), impactando China en 2002 y el síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS), aparecido en 2012 en Arabia Saudí. Las investigaciones realizadas en su momento apuntaron que el origen de ambos síndromes respiratorios está en los murciélagos y éste ha sido un importante elemento que se baraja también para el nuevo coronavirus denominado COVID-19.

Al respecto, el trabajo del científico nariñense Fabio Arévalo entrega una sinopsis clara y sustentada frente al fenómeno en mención y la prevención necesaria ante este flagelo (3).

6. La bondad y maldad humana

Desde la Humanología como disciplina científica se ha establecido parámetros muy precisos respecto al comportamiento destructivo o proactivo.

Las élites mundiales plutocráticas actúan de forma diferente a las personas comunes ya que su mentalidad de ganancia oscurece los principios morales y, por tanto, no trepidan en matar, engañar, silenciar, destruir, enfermar, a quienes se oponen a sus designios.

Lo anterior convalida la tesis de que es posible urdir cualquier mecanismo para hundir al competidor sin importar el número de víctimas o familias destruidas, tal como ocurrió con la guerra de Irak con más de un millón y medio de muertos, sin razón alguna más que la ambición. Por tanto, el espíritu maligno existe y es fuente de situaciones como la guerra biológica.

Por último, es muy importante entender que cada sociedad se dota de un conjunto de valores que definen lo que la gente cree que está bien y mal, y que se reflejan en las conductas que se aceptan y rechazan. Todo ello se plasma en unas leyes que definen lo que se puede y no se puede hacer, y en un código penal que determina las consecuencias que deberá afrontar quien infrinja esas normas.

Con frecuencia aparecen conflictos que hay que resolver, cuando confrontamos dos hechos que están bien ambos, pero entran en conflicto. En ese caso debemos optar por uno de ellos. Estos dilemas son los que resuelve la ética, que analizará las circunstancias que hay detrás de cada uno, sus posibles beneficios y riesgos asociados y la legislación. Así emitirá un juicio razonado y una recomendación sobre el camino a seguir.

La evaluación ética es una reflexión crítica sobre la moralidad, un marco al que acudir para tomar la mejor decisión posible con nuestra escala de valores y con las normas existentes. Cuando los dilemas a debatir tienen que ver con las ciencias de la vida y la salud hablamos de bioética.

Y más allá de todo, sin dejar de lado la discusión de fondo, Pandemia Natural o Artificial, creada por la naturaleza o por el hombre, enfermedad natural o Bioguerra…La carrera por obtener la vacuna contra el coronavirus SARS-CoV-2 tiene sus derivadas económicas, que entroncan con el cuarto y último principio de bioética: el principio de justicia.

Este principio, frecuentemente olvidado, exige que el acceso a cualquier tratamiento sea equitativo, sin restricciones ni discriminaciones. Las empresas que desarrollen estas terapias querrán recuperar la inversión realizada y obtener beneficios. Es posible que el precio de venta que se fije no sea asumible por todos los sistemas de salud de todos los países del mundo, o por los individuos en aquellos países en los que la sanidad pública no cubra estos gastos.

Entonces nos enfrentaríamos a un dilema ético importante que habría que resolver: la legitimidad de obtener beneficio por la vacuna frente a la obligación de que esta pueda llegar a todo el mundo que la necesite.

Los aspectos éticos de la investigación biomédica son siempre esenciales. Lo son más en momentos de crisis, en los que no podemos permitirnos el lujo de tomar atajos que puedan causar problemas mayores que los que queremos solucionar, por querer trasladar demasiado rápido los desarrollos desde el laboratorio a los pacientes, sin los pasos intermedios que toda investigación biomédica debe satisfacer.

Hay muchos más aspectos éticos a considerar en la crisis actual del coronavirus, como el acceso a las unidades de cuidados intensivos. Por el momento, quedémonos con este simple mensaje: no nos olvidemos de la ética.

Las cartas están echadas, la única verdad es la realidad, y esa realidad es que hoy por hoy se hacen esfuerzos sobrehumanos para buscar una solución a esta pandemia; que además hay que comprender que solo no nos salvamos, que es un imperativo estar unidos, que hoy más que nunca solamente la solidaridad nos puede sacar adelante mientras se busca las causales y la solución a este virus. Que sin dudas también ya hay que ir pensando en la pos pandemia, porque una vez que se vuelva a la normalidad y rogando para que sea más temprano que tarde, esto que nos está pasando, nos deje una gran enseñanza, para poder vivir en ese nuevo mundo que ira asomando porque ya nada volverá a ser como antes. En pocas palabras estamos viviendo una mutación del orden mundial en pleno comienzo del siglo XXI, a través de la geopolítica del Coronavirus, pero esto no quiere decir que ello implique crisis mayores, sino que este tipo de pandemia lo demuestra la historia es generadora también de oportunidades.

Por último, dejo este mensaje de índole ecuménica, que deberá el principio rector ante nuevos retos o desafíos que debamos enfrentar en cualquier tiempo y circunstancia, esgrimido por el Papa Francisco: “…estamos todos en la misma barca y somos llamados a remar juntos, para vencer las olas tormentosas del egoísmo y la indiferencia”.

Fuentes consultadas


Dr. Mario Ramón Duarte
Abogado (UCASAL)
Juez Administrativo de Faltas Sauce (Ctes.)
Especialista Derecho Faltas y Contravencional (UCSF)
Investigador y consultor seguridad
Miembro Dossier Geopolítico (CBA. ARG)
Colaborador CENEGRI (RJ. BRA.)


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