POR SARA ROSENBERG
Me
parece que hoy la fábrica de mentiras está funcionando a medio gas. Leo los
diarios y la prensa y noto como después de un mes y medio fabricando odio,
barbarie y sobre todo necrofilia, la fábrica nefasta ha ralentizado su
producción.
Es
posible que los capataces estén buscando nuevos productos, porque los
materiales acusan ya un verdadero desgaste. Necesitan combustibles más eficaces
y parece que hay que pagar en rublos y que el petróleo ha subido de precio, el
mercado no está nada fácil ni siquiera para los capataces de la industria de la
muerte en Occidente.
Los
diarios en España hoy no muestran cadáveres desollados con la pegatina “culpa
de los rusos”, ni niños quemados con el sello “rusos-malos” ni tampoco muestran
al actor vestido de verde que recita drogado y clama/chilla por dinero y armas
para seguir matando a la población civil…bisnes is bisnes
Ciertamente
es un alivio que la industria de la muerte esté hoy produciendo menos basura,
menos cadáveres sin sangre, menos misiles trucados, menos edificios
bombardeados por los “malos malísimos rusos”.
Si
bien ahora y según el guión de la fábrica de necro política toca hablar de
“rusos malos violadores y ladrones de microondas y juguetes infantiles”, porque
se demostró fehacientemente que el misil que lanzaron sobre la gente en la
estación de Kramatorske es ucraniano, así como los bárbaros asesinatos y los
cadáveres plantados en Bucha, y el constante uso de la población civil como
escudo son la táctica habitual de las fuerzas militares y paramilitares nazis
ucranianas. Por eso hay que buscar con urgencia nuevos combustibles para la
fabricación de la necro mentira.
Pero
el macabro teatro creado en Bucha les sirvió –como todo lo que produce la
fabrica necrófila-para exigir y lograr rápidamente la expulsión de Rusia del
consejo de derechos humanos de la ONU, donde la histeria nazi se impuso a la
razón y las evidencias.
Y
así es, el ritmo necro-fabril exige la inmediatez, la irracionalidad y esa
rapidez propia de la cadena productiva que determina el alza en la bolsa de
valores del “mundo libre”.
En
la escena del crimen, el asesino no esperó que busquen las pruebas, salió
corriendo a buscar una coartada. Y la coartada, ya demasiado usada, es que los
“malos malísimos rusos” fueron muy malísimos aunque hubieran salido de la
ciudad de Bucha tres días antes del espantoso necro teatro y aunque los muertos
plantados fueran parte de la población rusa y pro-rusa del Donbass…
La
necro-fabrica no dirá ni una palabra en el apolillado Consejo de derechos
humanos de la amnésica ONU, ni una sola palabra sobre las torturas y asesinatos
brutales de soldados rusos, que son crímenes de lesa humanidad y violan la
convención de Ginebra.
Los
guionistas están trabajando a destajo, pero como es normal la necrofilia les ha
quemado un poco las neuronas y están buscando nuevos elementos, van por
violaciones y armas químicas, pero el problema es que las armas químicas ya se
usaron en el guión necrófilo en Irak y en Siria, y además hay pruebas de que el
señor Biden y su hijo están implicados directamente en los mas de treinta
laboratorios de Ucrania, en los que se estaba trabajando con armas biológicas
(y químicas). En Mariupol y en muchas otras ciudades recuperadas se ha podido
ver que las fabricas estaban llenas de productos que los buenos necro-ucros
amenazaron con lanzar sobre la población, pero siempre con el cartelito y la
pegatina de “rusos malos malísimos lanzan ataques químicos”. Resulta hasta
tragicómico ver que cuando muestran imágenes de “ayuda humanitaria” no les de
tiempo a borrar la “Z” (con los colores de San Jorge) de las cajas de
alimentos, mientras recitan el guión de que los necro-ucros ayudan a la
población. La inmediatez y la rapidez de la fábrica de necrofilia los
traiciona.
Pero
si hay una imagen que ninguna fabrica infernal podrá logar jamás es la de la
viejita con la Bandera roja de la Victoria, que a pesar del hambre, devuelve la
comida cuando la bestia necro nazi la pisa.
Eso
no se fabrica, eso existe y es la parte honda de la vida: la dignidad y la
memoria humana construyendo un gesto glorioso.
Un
gesto que contiene toda nuestra historia, la historia de la humanidad en la
lucha contra el nazismo y la barbarie capitalista.
Verdad,
Memoria y Dignidad que definen las causas más importantes de todo lo que está
sucediendo. Porque como decía un viejo barbudo, la historia es la historia de
la lucha de clases y es un río que no se puede detener.
Aquí
no se trata sólo de comer o no comer, se trata de otro concepto de lo que
significa un Ser Humano. Y es ella, la Madre humana la que levanta esa bandera,
rechaza la falsa caridad y planta nuestro futuro.
La
necro mentira arderá en su propia peste desatada, como arde alta nuestra
Memoria en el camino hacia una nueva Humanidad en un nuevo mundo.
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