Escribe: Milciades Ruiz
Todo en el universo es resultado procesal. Toda
consecuencia es producto del proceso precedente. Ingerimos materiales que
entran en proceso, dando por resultado las condiciones de nuestra salud. La
salud social, es también, producto procesal. Viene al caso, la grave situación
delincuencial que, nos agobia. Pero esta, es uno de los productos que arroja el
proceso social en que nos encontramos.
Siendo
la delincuencia, un producto social, tendremos que ubicar la fuente que la
ocasiona, para eliminarla. De lo contrario, la fábrica social continuará
arrojando los mismos resultados, aunque se reprima el producto final. No es un
asunto policial solamente. Los fenómenos sociales son de incumbencia nacional e
internacional, porque es un asunto estructural del sistema, bajo cuyo régimen
estamos.
No
es casualidad que, la delincuencia haya aumentado gravemente en todos los
países al mismo tiempo. Tiene mucho que ver con la falta de crecimiento
económico mundial, la inflación global, incremento de la pobreza, baja
inversión, carencia de empleo, la guerra hegemónica, la guerra comercial
mundial y, otros factores globales y nacionales.
El
anuario policial 2023, registra un total de 570,890 denuncias por comisión de
los diferentes delitos, cifra que es mayor en 89,833 casos más que el año
pasado, representando un aumento de 19%. En Lima, la mayor incidencia llega al
27%. Las denuncias por homicidio pasaron de 2,116 en el 2015, a 4,938 en el
2023. No es casualidad que esto haya sucedido a la par con otros indicativos
socioeconómicos.
EL
crecimiento económico nacional, ha sido casi nulo el año pasado y, ha generado
desempleo, los ingresos han disminuido y en muchos casos, desaparecido. Si no
hay ingresos, tampoco hay electricidad, ni servicios básicos, pero sí, hambre y
la pobreza lleva a la desesperación delictiva porque los niños piden pan. Si no
hay para pan, menos habrá para que estudien. Si llegan así, a la edad juvenil,
tampoco tendrán oportunidades de trabajo. ¿Tienen ellos, la culpa de su grave
situación?
No
trato de justificar la delincuencia juvenil, sino buscar una explicación
materialista. Redondeando datos del INEI, en Perú, hay 26 millones de personas
en edad de trabajar. La población ocupada o con empleo, es un poco más de 17
millones. En el 2023, solo el 34,5% de la población ocupada tenía trabajo
formal y 65,5% tenía empleo informal (solo un tercio frente a dos
tercios)
Como
se aprecia en el cuadro precedente, Las oportunidades de empleo han disminuido
tremendamente, de un año a otro. El desempleo en el área urbana, donde ocurren
la mayor cantidad de delitos, ha aumentado en el 2023.
Según el INEI, en el año 2023, la tasa de desempleo, afectó en mayor proporción a la población menor de 25 años (10,9%).
Lógicamente,
si no hay empleo, la pobreza aumenta.
Son pobres extremos aquellas personas que integran
hogares cuyos gastos per cápita están por debajo del costo de la canasta básica
de alimentos. El siguiente gráfico muestra que, la línea de pobreza extrema
para el año 2023, aumentó más en Lima Metropolitana y Callao. Apenas S/ 294 per
cápita. Precisamente donde abunda la mayor delincuencia. Pero sabemos que, los promedios
per cápita, ocultan los casos dramáticos.
En el siguiente gráfico reportado por el INEI,
puede apreciarse la incidencia de la pobreza post pandemia, entre la población
joven. Justamente, el segmento donde la delincuencia es mayor.
En
esta situación, se encuentran los recursos humanos más jóvenes con los que
cuenta el país y, en la que ciframos nuestras esperanzas para el futuro
nacional. ¿Podemos hacer algo? Si no tenemos el poder de decisión para aplicar
políticas de estado que contrarresten esta problemática, es muy poco lo que
podemos hacer. Pero por lo menos las organizaciones populares deberían
pronunciarse para hacer ver al pueblo que necesitamos su apoyo.
Podríamos
reclamar programas estatales de empleo juvenil en áreas reproductivas en
provincias, construcción de escuelas, agroindustria, lácteos, y otros rubros de
alta absorción de mano de obra. Pero quizá lo más efectivo sea crear
consciencia nacional con este enfoque. Valga la ocasión para hacer ver a las
organizaciones políticas populares, el valor estratégico de la bandera del
pleno empleo, en sus pretenciones de gobierno. Salvo, mejor parecer.
Octubre
14 del 2924
No hay comentarios:
Publicar un comentario