domingo, 27 de junio de 2010

Debate: FILOSOFIA Y MARXISMO



FILOSOFIA Y MARXISMO I
24 de junio de 2010
Srs. Manuel Velásquez y Gustavo Pérez Hinojosa:
Con excesiva tardanza, saludamos el desarrollo de la conferencia sobre Filosofía y Mariátegui, realizado la semana pasada, con la participación del destacado investigador Raimundo Prado.
Abrigábamos la intención de enviar los documentos adjuntos antes del desarrollo del evento, para que sirvieran de materiales de referencia. Pero nuestras actuales limitaciones nos impidieron cumplir oportunamente con nuestra intención. Esperamos que el tema propuesto no sea motivo, ni se quede en una sola reunión, sino que el evento realizado haya incentivado el interés en el intercambio serio de ideas, y éste continúe y sea seguido por próximos encuentros.
Hoy por hoy estamos asistiendo a una bullanguera y provocadora ofensiva del doctrinarismo intransigente, que desde una posición dogmática pretende continuar evadiéndose de la realidad presente, al pretender desviar el debate de ideas hacia temas abstractos, abstrusos, y superficiales, como la denominación de la teoría del proletariado; o temas ajenos a las preocupaciones actuales de la población, como por ejemplo, el nombre del Partido del proletariado.
Pero ese, no es el único peligro, que afronta el avance del frente unido del pueblo peruano en el momento actual. Por otro lado, asoman intentos de despreciar y postergar el necesario trabajo teórico, pregonando el retorno al empirismo estrecho.
En esta necesaria, e inevitable, lucha en dos frentes, nos parece que el tema propuesto por ustedes cumple una misión muy importante: elevar y darle contenido al estudio y debate teórico, para poder armarnos de un método científico para afrontar la interpretación y la transformación de la realidad presente.
Para debatir y dilucidar la relación del Camino de Marx o marxismo, y del Camino de Mariátegui, con la filosofía, lo más recomendable es ir a las propias fuentes de los maestros del proletariado, y no perderse en antojadizas y superficiales interpretaciones.
Como una ayuda memoria, para esa investigación de las fuentes originales, acompañamos una breve recopilación de anotaciones de Marx y Engels acerca de la concepción materialista de la historia.
De esa breve recopilación, consideramos necesario extraer, y poner en primer plano, cinco afirmaciones de los descubridores de la ciencia del materialismo histórico, cinco afirmaciones que están referidas a las relaciones de la ciencia con la filosofía.
01.- En 1844 Marx elabora sus Manuscritos económicos, en los cuales ordena el avance sus investigaciones en plena ruptura con la dialéctica idealista de Hegel, y expone su posición con respecto a la filosofía:
“La gran acción de Feuerbach consiste en:
Haber demostrado que la filosofía no es otra cosa que la religión puesta en forma de ideas y desarrollada por el pensamiento; que la filosofía sólo es otra forma y otro modo de existencia de la alienación del hombre; por lo tanto, que es igualmente condenable;”
Marx, “Manuscritos económicos”, 1844
02.- Después de esa contundente afirmación de 1844, al año siguiente, en un trabajo desarrollado conjuntamente con Engels, llegan a la siguiente conclusión:
“ Allí donde termina la especulación, en la vida real, comienza también la ciencia real y positiva, la exposición de la acción práctica, del proceso práctico de desarrollo de los hombres. Terminan allí las frases sobre la conciencia y pasa a ocupar su sitio el saber real. La filosofía independiente pierde, con la exposición de la realidad, el medio en que puede existir.”
Marx-Engels, “La ideología alemana…..”, 1845
03.- Treinta años después, Engels volvería sobre el tema, y reafirmaría esa conclusión:
“Los naturalistas conceden a la filosofía una vida aparente, al contentarse con los despojos de la vieja metafísica. Solamente cuando la ciencia de la naturaleza y de la historia hayan asimilado la dialéctica, saldrá sobrando y desaparecerá, absorbida por la ciencia positiva, toda la quincalla filosófica, con la excepción de la pura teoría del pensamiento.”
Engels, “Dialéctica de la ciencia de la naturaleza”, 1874
04.- Pocos años después de su Dialéctica de la ciencia de la naturaleza, Engels escribe su libro La subversión de la ciencia por el sr E. Duhring, que fue un compendio ordenado de todo lo avanzado hasta ese momento, en el desarrollo de la concepción materialista de la historia, libro en el cual vuelve a plantear su posición con respecto al papel de la filosofía:
“El materialismo moderno resume y compendia los nuevos progresos de las Ciencias Naturales, según las cuales la naturaleza tiene también su historia en el tiempo, y los mundos, así como las especies orgánicas que en condiciones propicias las habitan, nacen y mueren, y los ciclos, en el grado en que son admisibles, revisten dimensiones infinitamente más grandiosas…
…Tanto en uno como en otro caso, el materialismo moderno es sustancialmente dialéctico y no necesita ya de una filosofía superior a las demás ciencias…
…Desde el momento en que cada ciencia tiene que rendir cuentas de la posición que ocupa en el cuadro universal de las cosas y del conocimiento de éstas, no hay ya margen para una ciencia especialmente consagrada a estudiar las concatenaciones universales…
…Todo lo que queda en pie de la anterior filosofía, con existencia propia, es la teoría del pensar y de sus leyes: y la lógica formal y la dialéctica. Lo demás se disuelve en la ciencia positiva de la naturaleza y de la historia”.
Engels, “La subversión de la ciencia por el señor E. Duhring, 1878
05.- Por último, en este repaso breve de la posición de Marx y Engels con respecto a la relación entre la nueva ciencia recién descubierta por ellos, y la vieja filosofía, Engels llega a la siguiente conclusión:
…Con Hegel termina, en general, toda la filosofía, de un lado, porque en su sistema se resume del modo más grandioso toda la trayectoria filosófica, y, de otra parte, porque este filósofo nos traza, aunque sea inconscientemente, el camino para salir de este laberinto de los sistemas hacia el conocimiento positivo y real del mundo…
Engels, “Ludwig Feurbach y el fin de la filosofía clásica alemana”, 1886
“Las anteriores consideraciones no pretenden ser más que un bosquejo general de la interpretació n marxista de la historia, a lo sumo, unos cuantos ejemplos para ilustrarla. La prueba ha de suministrarse a la luz de la misma historia, y creemos poder afirmar que esta prueba ha sido ya suministrada suficientemente en otras obras…
…Pero esta interpretació n pone fin a la filosofía en el campo de la historia, exactamente lo mismo que la concepción dialéctica de la naturaleza hace la filosofía de la naturaleza tan innecesaria como imposible…
…Ahora, ya no se trata de sacar de la cabeza las concatenaciones de las cosas, sino de descubrirlas en los mismos hechos. A la filosofía desahuciada de la naturaleza y de la historia no le queda más refugio que el reino del pensamiento puro, en lo que aún queda en pie de él: la teoría de las leyes del mismo proceso de pensar, la lógica y la dialéctica.”
En esta introducción simplemente nos hemos limitado a hacer un planteamiento del problema y nada más, para lo cual, “ebrios de citas” hemos considerado necesario partir por simplemente dar a conocer algunas ideas centrales de Marx y Engels. Consideramos que sobre esos puntos de partida, tenemos por delante realizar el necesario trabajo de interpretación, confrontación y desarrollo a la luz de las nuevas investigaciones de las últimas décadas.
El buen entendedor sin necesidad de ser muy perspicaz, se dará cuenta que el objetivo de este tema de investigación es asumir una posición definida de cómo actuar, o partimos de la repetición de las verdades que nos plantea la filosofía, o nos decidimos seriamente a investigar la realidad presente aplicando un método científico, con el objetivo de transformarla.
Autor: Miguel Aragón

FILOSOFIA Y MARXISMO II
27 de junio de 2010
Estimados Alfredo Grados, JBJ, Oswaldo Zarabia, y Hermann Tamayo:
Los breves comentarios y confrontación de ideas, de parte de ustedes, demuestran la necesidad del estudio y debate teórico, para lo cual están demás las pullas y los insultos, que solo demuestran nerviosismo y debilidad en sus propias convicciones y argumentos, de parte de quienes recurren a ellas.
La pregunta “de donde provienen las ideas correctas” que traslucen sus intervenciones, hace mucho tiempo que ya fue respondida por destacados investigadores que asumieron la concepción materialista de la historia, o materialismo histórico.
Las ideas correctas no son innatas al cerebro de algunas personas por muy geniales que hayan sido, sino que provienen de la práctica social, es decir de la lucha por la producción, de la lucha de clases y de la investigación científica.
El proceso del conocimiento comienza por la práctica, por la observación y participación directa de los procesos que ocurren en la naturaleza y en la sociedad; y continua con la fase racional, con el procesamiento en el cerebro de las ideas adquiridas en la práctica; para luego comprobar nuestras ideas racionales nuevamente en la práctica. Solamente cuando podemos comprobar nuestras conclusiones teóricas en la práctica, podemos estar seguros de la certeza de nuestras conclusiones.
Tanto el dogmatismo como el empirismo son dos desviaciones en el proceso del conocimiento, que tienen su origen común en el individualismo. Los dogmáticos solo reconocen como válidas las ideas que ellos han leído individualmente en sus libros, despreciando la acción de las masas. Por su parte, el empirismo estrecho, solo reconoce como validas las ideas que ellos han adquirido en su propia práctica personal siempre estrecha y limitada, despreciando los conocimientos adquiridos por las amplias masas. El “solo vale lo que yo he leído en mi libro” o “solo vale lo que yo he vivido en mi experiencia personal” son expresiones típicas del individualismo, y nos llevan al error.
Las obras más importantes de la historia del socialismo son trascendentes, porque están basadas en la práctica social. El Manifiesto Comunista de Marx y Engels mantiene su vigencia después de 150 años, porque estuvo basado en la práctica social de los trabajadores del mundo, y no solamente en la práctica individual de sus autores. El libro 7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana de José Carlos Mariátegui, mantiene su vigencia después de 80 años, porque estuvo basado en la práctica social de los trabajadores y pueblo peruano, y no solamente en la práctica individual de su autor.
El estudio y debate teórico tienen como objetivo interpretar la realidad, con la finalidad de transformarla, ya sea en la lucha por la producción, en la lucha de clases, como en la experimentació n científica. No se trata de “acumular papeles” para demostrar quién sabe más (competencia de sabidurías, lo llaman), sino de buscar y procesar la mayor cantidad de fuentes de información para llegar a un conocimiento lo más amplio y seguro posible de los procesos naturales y sociales.
Actualmente la mayoría de los trabajadores peruanos están trabajando, y a la vez luchando por sus reivindicaciones concretas, a lo largo y ancho del país. En cada uno de los 1,800 municipios, y en cada una de las 200 provincias, los pobladores agitan sus propias reivindicaciones partiendo de su propia realidad local y de sus propias necesidades del momento. La agitación es seguida de la organización, movilización y lucha. La mayoría de estas luchas se desarrollan en forma dispersa. La función del estudio y trabajo teórico es sistematizar esas experiencias de luchas aisladas, esos valiosos conocimientos dispersos, y elevarlos a conocimientos sistemáticos y racionales, para luego volverlos a las masas con el objetivo de unificar, centralizar y dar más contundencia a sus luchas, para no cometer los mismos errores y garantizar su éxito.
Un objetivo específico de mi carta-comentario era plantear el problema del carácter del marxismo, para dilucidar si se desarrolló como una filosofía, la filosofía del llamado “materialismo dialéctico”, o si se desarrolló como una ciencia, la ciencia de la concepción materialista de la historia.
Para dilucidar esa diferencia, previamente hay que establecer la diferencia entre la filosofía de la dialéctica idealista desarrollada hasta su máxima expresión por Hegel; y la ciencia de la dialéctica materialista descubierta y desarrollada por Marx y Engels. Está demás decir, que no es lo mismo “materialismo dialéctico”, que “dialéctica materialista”, diferencia en la cual nosotros encontramos la raíz de las desviaciones del marxismo, la raíz de las desviaciones en el desarrollo del movimiento socialista, y la raíz de los errores en la construcción del socialismo iniciado en 1917.
En nuestra carta-comentario solamente aportamos algunos elementos y puntos de partida para el estudio y debate, que los consideramos a largo plazo. No se trata de imponer ideas, y mucho menos rebajarse al vulgar nivel de los insultos, sino de intentar hacer un trabajo con contenido. Quienes más gritan y más chillan, simplemente demuestran que ni ellos están seguros de lo que dicen, y quien pretenda dar por concluido el debate en breve tiempo, simplemente demuestra su inseguridad y falta de firmeza. La lucha es y será prolongada, entonces para que caer en actitud desesperadas.
Atentamente
Miguel Angel Aragón

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