martes, 31 de agosto de 2010

DEBATE SOBRE LA PARTICIPACION EN LAS ELECCIONES



En la ciudad de Lima se realizó un importante debate sobre las elecciones en general y el proceso eleccionario en curso. El Blog Socialismo Peruano pone a disposición de los cibernautas las grabaciones del mencionado debate.

Escuche las exposiciones de Gustavo Pérez, Martín Guerra, Guillermo Bermejo, Dante Castro, Preguntas del público, Respuestas del compañero Solís, Respuesta del c. Gustavo Pérez y el compañero Martín Guerra, respuesta de los compañeros Guillermo Bermejo y Dante Castro. Siga el enlace de abajo:

http://socialismoperuanoamauta.blogspot.com/2010/08/debate-sobre-participacion-en-la.html

lunes, 30 de agosto de 2010

SOCIALISMO PERUANO Y PARTICIPACIÓN ELECTORAL




I
MESA REDONDA
Por los varios correos difundidos recientemente y de diferentes fuentes, se nota que va calando la idea del debate acerca del proceso electoral de octubre y abril próximos, tema de actualidad de la preparación de la organización.
Es muy oportuno señalar que “estos temas no podrán ser tratados en una sola sesión” y que “los participantes en la Mesa Redonda deberían tener el mismo derecho de alcanzar sus propuestas” La Mesa Redonda, pues, debería tener continuidad y abarcar e interesar a más y más activistas, tendencias y grupos de nuestra realidad actual. El debate de ideas -no de personas- siempre será favorable en corto mediano y largo plazo al pueblo peruano en su lucha por un Perú Integral, por un Perú nuevo en el mundo nuevo.
Ahora es menester ponerse de acuerdo en lo fundamental. De qué se trata: del “Circo Electoral y la Revolución Socialista” o de “El Socialismo Peruano y el Proceso Electoral” ¿A dónde lleva el primero? Posiblemente, al debate estéril entre la “izquierda” y la “ultra izquierda” ¿A dónde lleva el segundo? Seguramente al debate fructífero de las vicisitudes del Socialismo Peruano. La Mesa Redonda, sesión tras sesión puede desbrozar el camino para centrar el debate en nuestra realidad electoral actual.
La primera ponencia deja la impresión de que hay una sola política y una sola participación, la política criolla y la participación electorera; o la pone en primer plano subestimando la otra política, la política creadora y la participación electoral del Socialismo Peruano, que es deber y derecho de todo activista poner siempre en primer plano.
Durante ocho décadas se ha silenciado este debate acerca del Socialismo Peruano y el proceso electoral en el país. En el pueblo trabajador, a nadie favorece que sigamos de espaldas a nuestra propia experiencia histórica y a nuestra propia realidad actual. ¿Por qué tendríamos que seguir como el “mendigo sentado en banco de oro”?
En nuestra realidad histórica y actual, el Socialismo Peruano no pudo participar directamente en ningún proceso electoral. En 1930, después que JCM naciera a la inmortalidad, la facción de Ravines y la facción de Martínez tiraron por la borda la teoría marxista acerca del sufragio universal y el proceso electoral. Además, los golpistas de turno y el proceso electoral viciado dificultaron el tratamiento teórico y la acción práctica de los activistas del Socialismo Peruano.
Igual que la reivindicación del Socialismo Peruano, paralelamente se ha ido descombrando, sistematizando y reivindicando esta teoría general y esta posición de JCM, del Socialismo Peruano acerca del sufragio universal y del proceso electoral. ¿Vamos a echar en saco roto esta reivindicación, esfuerzo de tantos y tantos activistas?
Entonces, primero se debería exponer e intercambiar opiniones acerca de si existe una teoría marxista respeto al sufragio universal y la participación del proletariado en el proceso electoral. Y si esta teoría puede ser utilizada en nuestra realidad actual. Quien niegue esta teoría, tiene el derecho y el deber de exponer y fundamentar su opinión. Quien rechace su utilidad en nuestra realidad actual, igual tiene que solventar su posición.
Con este esclarecimiento, se debería analizar lo ocurrido durante las ocho décadas dejadas atrás. ¿Qué implica la posición de Ravines, qué implica la posición de Martínez? ¿Cómo los PP-CC y los diferentes Frentes han participado en el proceso electoral: con un Programa Reivindicativo o con una Plataforma Electoral? ¿Cómo han promovido y realizado la abstención? ¿Cuándo es necesaria la participación y cuándo el boicot?
Desde los años 80 del siglo pasado se ha ido descombrando y sistematizando la posición del Socialismo Peruano en el proceso electoral. Se ha analizado básicamente el sistema DUSO (directo-universal-secreto-obligatorio) y el proceso electoral municipal. Ya hay experiencias iniciales en varias partes del país. Corresponde ahora, recuperando esta experiencia propia, dar un paso más convirtiendo rocas en guijarros.
No deberíamos, pues, desperdiciar y sí aprovechar esta gran oportunidad de dos procesos electorales seguidos en nuestro país, elecciones primarias y elecciones presidenciales. En siete meses hasta marzo, por lo menos quincenalmente se debería reunir la Mesa Redonda, que día a día tiene más y más acogida por su necesidad y oportunidad. Si aún no se puede participar directamente en las elecciones, este esclarecimiento previo será un paso más en promover la presencia del Socialismo Peruano. Es muy posible que ya en abril, los resultados de esta Mesa Redonda marquen un hito para la convergencia de tendencias y grupos definidos en pro de la preparación de la organización que requiere perentoriamente la realidad actual de un país desagrarizado, desindustrializado, informalizado en su actividad laboral. Del Socialismo Peruano depende salir de esta crisis general y generalizada. De sus activistas depende que tenga organización nacional, que tenga presencia nacional en todos los rincones del país, en todos sus municipios, provincias, departamentos o regiones.

II
ELECCIONES PRIMARIAS
El próximo 3 de octubre el pueblo peruano volverá a las urnas en nuevos comicios municipales y regionales. Desde 1980 hay elecciones municipales. ¿Tienen importancia?
Sí, y capital importancia. Para comprenderla, hay que analizar dos puntos:
1º La elección es un medio de engaño. En dos siglos de independencia, esto siempre ha ocurrido. El sistema obliga a votar, pero hasta prohíbe que el pueblo tenga sus propios candidatos. En cada proceso surgen como hongos los promeseros de turno. Comienzan prometiendo luchar “contra los hambreadotes del pueblo” y “contra la corrupción” Luego prometen generar “millones de empleos”, construir “millones de viviendas” Apenas pasa el proceso, el ganador hace lo contrario de lo que prometió. Termina el período de gestión, se abre otro proceso, y se repite la misma historia. Este medio de engaño es propiedad de la política criolla, hasta con derecho de autor.
2º La elección es un instrumento de emancipación. Este instrumento es propiedad de la política de resurgimiento, con derecho de autor del pueblo trabajador. Nuestro país está desagrarizado, desindustrializado, informalizado. Es un país de capitalismo marginal, supeditado totalmente al capitalismo transnacional. Pero este capitalismo está en su mayor crisis general y generalizada; y a la gran crisis de 2008 le sigue la presente con mayor profundidad. Por eso ahora el sistema criminaliza la protesta popular. Pero si el sistema está preparado militar, policial, judicialmente, el pueblo también debe prepararse, porque lo que se viene es peor de lo que ya ha ocurrido. Pero, ¿cómo prepararse?
“Para aprender a nadar hay que meterse en el agua” El salvavidas del pueblo es su derecho al trabajo emancipado, a la vida digna con educación y salud, al cambio social. Este trabajo emancipado es el trabajo creador, este estudio es la educación para el trabajo, esta salud es para la mente sana en cuerpo sano.
Este salvavidas permite a los activistas, mayoritariamente jóvenes en el censo electoral, elevar el entusiasmo del pueblo trabajador en el barrio, vecindario, municipio. Con propaganda de sus ideas, con agitación de sus reivindicaciones, la política creadora se impondrá a la política criolla. Y si la política criolla tiene “derecho” a la dominación-explotación-opresión-represión, la política creadora tiene derecho al Cambio Social.

III
PREPARACIÓN DE LA ORGANIZACIÓN
La tarea de todo activista es contribuir con su propia iniciativa, autónomamente a la preparación de la organización. Pero, ¿cómo realizar esta preparación?
Entusiasmado por su descubrimiento, Arquímedes dijo “dadme una palanca y moveré el mundo” Para el activista, la organización es esa palanca para remover el país y sacarlo del atraso en que se encuentra desagrarizado, desindustrializado, informalizado.
En el vecindario, barrio, municipio el activista advierte múltiples relaciones internas y externas de los diferentes grupos, capas, clases sociales. Así capta la importancia del estudio, manejo y dominio del porqué de la contradicción atraso-progreso. Este primer paso consolida el trabajo perseverante
En el vecindario, barrio, municipio el activista advierte, directa o indirectamente, que menos son los explotadores y más son los explotados. Advierte la cadena de explotación, donde el funcionario de abajo se muestra servil ante el funcionario de arriba pero déspota ante el pueblo trabajador. Así es como hasta palpa que el Estado es el órgano de la clase dominante, con su policía y ejército visibles y prontos a la represión y masacre; con sus aparatos ideológicos a su servicio: educación, religión, juzgados, prensa, radio, televisión, espectáculos, otros
En el vecindario, barrio, municipio el activista advierte la presencia de grupos políticos tradicionales. No hay rincón del país donde no estén repartiéndose presencia en el aparato de Estado por cuotas burocráticas. Ahí es donde se aprende que el sufragio universal es sólo medio de engaño, el viejo circo para distraer a las masas y engañarlas con la táctica gobierno-oposición. El sistema siempre tiene una “izquierda” en la manga y que siempre es de su capitalismo marginal, de su burguesía rentista, de su liberalismo trasnochado. Y la reacción impone su “democracia” mediante este medio de engaño.
En el vecindario, barrio, municipio el activista advierte la presencia de trabajadores que se elevan del interés de clase a la conciencia de clase, de la oposición protestadora o protestataria a la oposición contestadora o contestataria. ¡Él mismo es uno de ellos! De ahí pasa a comprender que para “combatir el orden social, sus instituciones, sus injusticias y sus crímenes” hay que preparar “la organización de obreros y campesinos con carácter netamente clasista”, pues son las masas obreras y campesinas las que componen las cuatro quintas partes de la población.
Jamás se debe olvidar que “la organización decuplica las fuerzas”

IV
TRABAJO-EDUCACIÓN-SALUD
Sin luchas no hay victoria. La jornada de 8 horas y el salario mínimo, el derecho de huelga y la jubilación, la dispensa por maternidad y el salario igual por trabajo igual, el reconocimiento de la enfermedad profesional y el seguro social obligatorio, todas sus conquistas las ha logrado el trabajador a costa de inmenso esfuerzo y heroísmo, jamás como limosna o graciosa concesión.
Todo esto y mucho más ha perdido el pueblo trabajador en las últimas décadas, con la imposición del neoliberalismo. Vive en un sistema de total precariedad en tres niveles: primero de alimentación-comunicación-descanso, segundo de vivienda-vestido-recreación, tercero de trabajo-educación-salud.
Pero la principal de todas es la precariedad laboral. Sin solucionar esta precariedad no puede solucionarse ninguna otra precariedad. Sin trabajo falta todo.
El trabajo ha hecho al hombre, sin educación no hay calificación laboral, y bien se sabe que mente sana en cuerpo sano. El pleno empleo, la capacitación laboral, el cuidado de la salud, son el prerrequisito para el progreso de los pueblos. Pero ahora el pueblo peruano quiere trabajar y se le cierran el campo, la fábrica, el comercio; quiere estudiar y se le cierran la escuela, el politécnico, la universidad; quiere ser sano y se le cierran el consultorio médico, la policlínica, el hospital. Y cunden el desempleo, el analfabetismo, la insalubridad. ¿Puede el buen vecino ser indiferente ante este cuadro, que aumenta pavorosamente día a día? Entonces, ¡ante la precariedad, seguridad!
Por eso el pueblo trabajador debe luchar, ante todo y sobre todo por su seguridad laboral. El pueblo trabajador debe luchar por un Estado y sus representantes que aseguren, ante todo y sobre todo su seguridad laboral.
La razón de un Estado es dirigir la producción y distribuir lo producido. Con el neoliberalismo, el Estado actual ni dirige la producción ni distribuye lo producido. Sólo se ha quedado con su función de represión, su criminalización de la protesta popular.
Dirigir la producción significa que la agricultura asegure la alimentación del pueblo trabajador, que la industria produzca sus máquinas-herramientas, que sus servicios de educación y salud aseguren la educación para el trabajo y la mente sana en cuerpo sano. Sólo la seguridad en trabajo-educación-salud puede garantizar la seguridad en alimentación y vivienda, en comunicación y vestido, en descanso y recreación.
Por eso, el Programa del Pueblo Trabajador es Trabajo-Educación-Salud

V
TRABAJO-EDUCACIÓN-SALUD
Y DERECHOS HUMANOS
El 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas ONU aprobó la conocida y famosa Declaración Universal de los Derechos Humanos, que consta de 30 Artículos. Ahora, para los gobiernos de turno esa Declaración “ha perdido el cero” y los Derechos Humanos apenas son tres: “ver, oír y callar”
Sin embargo, si el pueblo la tiene presente y la sabe utilizar, es un buen respaldo jurídico e internacional para sus propios derechos, para el Derecho Poblano. Veamos:
1) Derecho al Trabajo Emancipado: “Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo” (Art. 23-1) Pero, ahora el desempleo cunde en todo el mundo, y en nuestros países supera el 20%
2) Derecho a la Vida Digna: “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez y otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad” (Art. 25-1) Es decir, no sólo vida física sino también vida intelectual, no sólo vida material sino también vida espiritual. En verdad, Vida Digna.
3) Derecho al Cambio Social: “Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos” (Art. 28) Si algún sistema dominante deviene caduco, inepto, corrupto, ¿por qué, entonces, el pueblo trabajador no debe luchar por cambiarlo?
Aún más, estos tres derechos tienen la protección de la Declaración: “Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión” (Preámbulo, Consideración 3)
Por eso, como el sistema dominante pisotea esta Declaración Universal, el pueblo peruano tiene incluso derecho a la rebelión contra la tiranía y la opresión.
Por eso nosotros, ciudadanos todos, ¡tenemos la palabra: Cambio Social!

VI
TRABAJO-EDUCACIÓN-SALUD
Y TRADICIÓN DE LUCHA
El pueblo peruano siempre ha luchado por sus derechos básicos. El Perú pre-colombino tenía tres grandes términos para su actividad laboral: ayni (actividad recíproca entre vecinos), llank’ay (actividad por iniciativa individual), minga (actividad colectiva) Éste es un gran aporte en la comprensión de la actividad humana solidaria encaminada a un fin, tres palabras específicas que no se encuentran en otros idiomas.
Desde la colonia se impuso el trabajo “para el patrón”, sea de los esclavos y los siervos para los hacendados y gamonales, sea de los asalariados para los propietarios de los medios de producción. La Independencia abolió la esclavitud. Con la República ha ido desapareciendo la servidumbre. Pero con la crisis actual del sistema dominante cunde el desempleo y la informalidad de los trabajadores en general.
Al Centenario de la Independencia el pueblo trabajador logró la jornada de 8 horas, salario mínimo, seguro social, prestaciones sociales. Ahora, al Bicentenario, ha perdido todas sus conquistas laborales. ¿Puede seguir así? ¡No!. Por eso tiene que seguir luchando.
Su tradición de lucha deja grandes experiencias. En los años 20 del siglo pasado ya se señalaba que "La reivindicación que sostenemos es la del trabajo. Es la de las clases trabajadoras, sin distinción de costa ni de sierra, de indio ni de cholo", que "La verdad de nuestra época es la Revolución. La revolución que será para los pobres no sólo la conquista del pan, sino también la conquista de la belleza, del arte, del pensamiento y de todas las complacencias del espíritu" y que "por encima de lo que los diferencia, todos estos espíritus ponen lo que los aproxima y mancomuna: su voluntad de crear un Perú nuevo dentro del mundo nuevo" Es decir, desde esos años ya se luchaba concretamente por el derecho al trabajo emancipado, por el derecho a la vida digna (física y espiritual), por el derecho al cambio social, derechos que ahora tienen incluso el respaldo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Estas reivindicaciones son, pues, la esencia de la política del pueblo trabajador. Y en todo proceso electoral bien se sabe que se enfrentan dos políticas, la política criolla y la política creadora del pueblo trabajador.
Si el pueblo trabajador va al proceso electoral conociendo y enarbolando sus propios derechos, fortalecerá su unidad, su organización, su conciencia, y estará cada vez más cerca de lograr el cambio social que tanto requiere nuestro país.
Ragarro
28.08.10

sábado, 28 de agosto de 2010

Protagonistas de la primera Marcha de la Bandera

Testimonio Gráfico de los protagonistas de la primera marcha de la bandera un 28 de julio de 1901 - Tacna - Perú









viernes, 27 de agosto de 2010

FÓRMULA DE MUERTE: SOUTHERN - MINSUR

La realidad PRESENTE de Southern Perú Cooper Corporation en Toquepala, el valle de Locumba y la Bahía de Ite. La realidad FUTURA con la explotación minera de MINSUR en la cabecera de la cuenca de Agua que abastece más de 200,000 personas en la ciudad de Tacna – Perú. ESTE VIDEO ES UN LLAMADO A LA CONCIENCIA CIUDADANA. Pongámonos de PIE. No dejemos pasar a MINSUR que en el corto plazo estaremos lamentándonos. La gran minería compra Alcaldes, Presidentes Regionales, candidatos, pero no puede comprarnos a todos. CIUDADANO este 3 de octubre elige a quienes defiendan el derecho a vivir en un MUNDO NO CONTAMINADO.





jueves, 26 de agosto de 2010

POR QUÉ ADMONICIÓN TRASCENDENTAL




De los postreros momentos de JCM, 16 de abril de 1930, queda aún un aspecto no suficientemente tratado: cuáles fueron sus palabras finales. Guillermo Rouillon Duharte, quien se dio íntegro a la tarea de rescatar sistemáticamente la vida y obra del Maestro del Socialismo Peruano, luego de publicar su invalorable Bio-Bibliografía de JCM, publicó el primer tomo de su medular biografía, La Creación Heroica de JCM. El segundo tomo, publicado póstumamente por su digna colaboradora, doña Armida Picón de Rouillon, llega sólo al título de su Capítulo V; pero entre el material preparatorio se adjunta una Recordación, que tiene palabras similares a dicho título.
GRD fue, pues, el primero en llamar la atención acerca de la importancia de estas palabras finales. Ahora que hay varias versiones más de ellas, es posible intentar una aproximación acerca de la formulación precisa y una evaluación inicial del mensaje de esta Admonición Trascendental.

I
1.- JCM había decidido su viaje a Buenos Aires, pasando por Santiago de Chile. Luis Alberto Sánchez había logrado concertarle una serie de conferencias en esta ciudad; pero, al regresar con la información se dio con la infausta noticia. De inmediato, 20.04.30, adelantó a Waldo Frank una lacónica nota, donde patéticamente le cuenta que JCM “Sufrió dos días con entereza. No perdió el conocimiento. Al último momento decía: ‘La revolución es asunto de grandes ideas’ Le habló a Nomi. No habló más” Esta carta fue publicada en CAMBIO-Edición Extraordinaria, 15.04.89
2.- En abril de 1945, Miguel Adler, amigo de JCM y colaborador de Amauta, publicó en Medellín, Colombia, la revista Nuevo Mundo, y en ella (p.33) el artículo Recordando a José Carlos Mariátegui, donde al final señala que “Sus últimas palabras –pronunciadas en su lecho de muerte, minutos antes de expirar- suenan como un testamento, una profecía, a los pueblos de América: ‘ LA REVOLUCIÓN NO SE HACE SINO A BASE DE GRANDES PRINCIPIOS’ ” Seguramente esta versión se la trasmitió su compañera Nomi Müllstein, a quien habló JCM. Este artículo es parte del material del Capítulo V, que se quedó en el título.
3.- Eudocio Ravines había sido elegido Secretario General del Partido Socialista del Perú (01.03.30) a propuesta de JCM. Estuvo presente en los momentos finales de la tragedia. Años después renegó del marxismo, y en 1952 publicó su confesión, La Gran Estafa. Ahí, rememorando lo acontecido escribe: “’No quiero, no quiero irme –gritó Mariátegui- pero ¡que le hemos de hacer!’ balbuceó roncamente. Se aletargó y tras algunos minutos pronunció distintamente: ‘No puede haber renovación sino sobre la base de grandes principios… trabajen mucho’ Y luego clamó con grito desgarrador: ‘Adiós… adiós, camaradas… adiós… ¡Anita!’ ¡Y se acabó…!” (Editorial DIANA, México, 1952, p-166) Anita, Anna Chiappe, ilustre compañera de JCM, conservó amorosamente lo más que pudo de su obra escrita. Falleció en 1990, dejando ejemplo de lucha sin tregua.
4.- En 1978, tras penosa enfermedad falleció GRD, dejando inconcluso el segundo tomo de su biografía de JCM. Pero alcanzó a titular el Capítulo V: “¡ LA REVOLUCIÓN SÓLO SE PODRÁ HACER EN BASE A GRANDES PRINCIPIOS!” Así aparece en la edición póstuma, Editorial Alfa, 1984, p.449
5.- El Prólogo de esa misma edición, fechado en septiembre de 1952 y firmado por Alfredo Hernández Urbina, señala que ese segundo tomo comprendía cinco capítulos, debiendo ser el V: “ La Revolución sólo es posible hacer en base a Grandes Principios” (p.17)
Así, todas estas versiones señalan en esencia lo mismo. Pero, cabe preguntar, JCM ¿dijo “revolución” o “renovación”? Y, ¿dijo “es asunto de”, “a base de “, “sobre la base de” o “en base a”?
Respecto al primer punto, JCM señaló en 1918 que “sacamos este periódico y le ponemos de nombre ‘Nuestra Época’ porque creemos que comienza con nosotros una época de renovación, que exige que las energías de la juventud se pongan al servicio el interés público” (Nuestra Época, p.1, Exposición, 22.06.18) El 07.11.23 publicó un aviso pagado en el diario El Comercio, que decía: “Vanguardia Semanario de Renovación Ideológica Voz de los Nuevos tiempos Directores: José Carlos Mariátegui y Félix del Valle” (Genaro Carnero Checa, La Acción Escrita , p.222, Biblioteca Amauta, 1980) En septiembre de 1926, al publicar esa revista con el nombre de Amauta, señaló en el Editorial que “En el Perú se siente desde hace algún tiempo una corriente, cada día más vigorosa y definida, de renovación. A los fautores de esta renovación se les llama vanguardistas, socialistas, revolucionarios, etc. La historia no los ha bautizado definitivamente todavía” En enero de 1927 escribió que “De la presencia de un espíritu renovador, palingenésico, que se nutre a la vez de sentimiento autóctono y de pensamiento universal, tenemos presentemente muchas señales” (Amauta-5, Boletín, p.1, La Nueva Cruzada Pro-Indígena) El 11.03.27 escribió que “…considero, como es lógico cada cuestión y cada tema, conforme a distintos principios, lo que me conduce por fuerza a conclusiones diferentes, evitándome el riesgo de resultar, en el debate de mi tiempo, renovador por la etiqueta y conservador por el contenido” (Mundial, Réplica a Luis Alberto Sánchez) En septiembre de 1928, en su célebre Editorial Aniversario y Balance, declaró: “ ‘Nueva generación’, ‘nuevo espíritu’, ‘nueva sensibilidad’, todos estos términos han envejecido. Lo mismo hay que decir de estos otros rótulos: ‘vanguardia’, ‘izquierda’, ‘renovación’ ” (Amauta-17) Y que “La misma palabra Revolución, en esta América de las pequeñas revoluciones, se presta bastante al equívoco. (…)Tenemos que restituirle su sentido estricto y cabal. (…)La revolución latino-americana, será nada más y nada menos que una etapa, una fase de la revolución mundial. Será simple y puramente, la revolución socialista”
Respecto al segundo punto, JM escribió que Don Sturzo “Pasó largos años organizando sindicatos y federaciones de obreros católicos sobre la base de un programa socialista cristiano” (28.03.20) Ravines apunta que en mayo de 1923 JCM declaró: “Es preciso salir del campo simplemente verbal, para entrar en el de una actividad austera, que repose sobre grandes principios” (La Gran Estafa , p.92) Y el 31.12.28 JCM le escribía a Ravines: “Tenemos que trabajar, por consiguiente, si queremos edificar algo serio, sobre bases netamente socialistas” (Correspondencia-2, p.492)
Por otra parte, JCM le escribió a Samuel Glusberg: “…creo que sólo el trabajo difícil deja huella. Y esta confianza me sostiene” (10.03.29; Correspondencia-2, p.525) Y a Blanca del Prado le escribió: “No influye creadoramente en nuestro destino sino la fatiga difícil. Ésta es mi mejor experiencia de la vida” (12.03.30, Correspondencia-2, p.741) “Fatiga”, italianismo por “trabajo”
De esta reseña se desprende que la versión mejor registrada en contenido y forma, esencia y estilo, es la de Ravines. La da como testigo presencial, lo que no sucede con otras versiones. Y es sabido que poseía memoria fotográfica, lo que no se puede desdeñar por su ulterior deserción. (Aparte, también fue el único que lloró al expirar JCM)

II
JCM entendió la revolución como renovación, como palingenesia, como Resurgimiento. Una revolución así, y no como motín o asonada, sólo podía surgir sobre la base de grandes principios y a través del trabajo difícil. Ante las desviaciones que ya avizoraba, de izquierda y de derecha, ya en agonía pero con plena lucidez mental alcanzó a subrayar el derrotero del Socialismo Peruano concentrando su “invitación a la vida heroica” en una Admonición Trascendental:

¡NO PUEDE HABER RENOVACIÓN SINO SOBRE LA BASE
DE GRANDES PRINCIPIOS… TRABAJEN MUCHO!

Esto es lo que debe hacer siempre el Socialismo Peruano. Y ahora más que nunca, conmemorado dignamente el Centenario de Mariátegui, 1994, conmemorado dignamente el Aniversario 80 de su Creación Heroica, 2008, e iniciándose los trabajos para conmemorar dignamente el Centenario del Socialismo Peruano, 1918
El Centenario de JCM tuvo diez años de preparación, y reunió actividades múltiples. La familia Mariátegui Chiappe convocó incluso a personalidades del exterior. Hubo actividades académicas, publicaciones esenciales aparte de la Colección Obras Completas, Mariátegui Total, Anuario Mariateguiano. Activistas de entonces publicaron la revista Centenario, y hasta el presente activa el Foro Centenario, utilizando el medio virtual informático.
El Aniversario 80 de la Creación Heroica también se preparó con años de anticipación. Con altibajos conocidos, cumplió su cometido de pasar de la crítica de ideas a la preparación de la organización. En el desarrollo de esta etapa crucial la clave es resolver qué entender por el primer gran partido de masas y de ideas de toda nuestra historia republicana. Y éste es un problema que se resuelve en la práctica. Por años, lustros, décadas el Socialismo Peruano quedó al margen de la actividad práctica. El propio JCM quedó reducido a icono inofensivo, a “apóstol”
Con esta tarea reiniciada, paso a paso el Socialismo Peruano en su IVG quedará nuevamente insertado en la actividad del pueblo trabajador. El “pesimismo de la realidad” será vencido con el “optimismo de la acción” Y quedará más claro que nunca que “Trabajan por el advenimiento de una sociedad nueva los que todo el año disciplinada, obstinadamente, combaten por socialismo; no los que en ésta u otra fecha sienten un momentáneo impulso de motín o asonada”
El trabajo de masas tiene su expresión concreta en el trabajo municipal. El municipio es el talón de Aquiles del sistema. La caducidad, inepcia y podredumbre del Estado se comprueban nítidamente en el municipio (desagrarización, desindustrialización, informalidad laboral) Y es en el trabajo municipal donde se comprueba la exactitud del llamado a “combatir el orden social, sus instituciones, sus injusticias y sus crímenes”
Por eso, la gran cosecha del Aniversario 80 es que por fin
¡Mariátegui ha regresado para quedarse definitivamente entre nosotros!
Y el Centenario del Socialismo Peruano, 2018, lo demostrará.
Ragarro
26.08.10

Reflexiones sobre la historia del partido II

Cartas entre Miguel Aragón y Bryan Serrano

Estimado compañero:

Comparto con usted esta respuesta-comentario dirigida a un compañero, que últimamente estuvo de viaje al interior del país, y me comentó que "Fue un grato momento reencontrarnos con los compañeros y confluir en ciertos objetivos políticos, como el caso de la necesidad de una participación revolucionaria en las elecciones".

Como en este diálogo hay temás de interés común, considero necesario compartirlo con usted, y continuar trabajando en el fortalecimiento del frente unido del pueblo peruano.

El frente unido del pueblo peruano (FUPP) tiene una larga historia, comenzó a constituirse el año 1923, y a lo largo de más de ocho décadas ha ido evolucionado, cambiando de forma y de nombre, avanzando y retrocediendo, pero siempre persistiendo en la lucha en defensa de las reivindicaciones de los trabajadores. El FUPP no depende de ninguna persona, ni tampoco de ninguna minúscula secta política partidaria. El FUPP representa a todas las organizaciones sociales existentes en el país, organizaciones que los propios trabajadores han creado en sus respectivos centros de trabajo, municipios y provincias.

El FUPP no es una coalición de partidos (tipo IU), ni tampoco de minusculas sectas político partidarias (como algunos están pretendiendo ahora), sino un frente unido de masas, organizadas desde abajo, y sus últimas demostraciones de acción práctica, y de acción efectiva, han sido las luchas de los pueblos amazónicos entre abril y junio de 2009, y las luchas de los pueblos del sur del pais, entre julio y agosto del presente año.

Para salir del círculo vicioso en que se han convertido las "reuniones entre cuatro paredes" en Lima, y los debates mal llamados ideológicos sobre temas abstratos desvinculados de las luchas concretas de las masas trabajadoras, le recomiendo que usted emule el ejemplo del compañero destinatario de esta carta, y se anime a viajar a otras ciudades del país, para percibir directamente cual es el estado de ánimo de la población mayoritaria.

Espero que estas notas, escritas al vuelo, le interesen, y no distraigan su atención..

Atentamente

Miguel Angel Aragón



PERSISITIR EN LA ACCION Y EL ESTUDIO
Puno, lunes 23 de agosto de 2010

Estimado Bryan:

1.- Dos estilos de trabajo diferentes.-

Considero muy acertada, por necesaria y oportuna, su decisión de viajar a la ciudad de Huamanga, y estrechar lazos de solidaridad con los compañeros del frente unido que activan en esa pujante ciudad.

De manera directa, usted ha podido comprobar el desarrollo desigual del movimiento socialista peruano, y del frente unido del pueblo peruano. En Huamanga como en Lima, ambos contingentes de activistas, tenemos los mismos objetivos estratégicos, pero los niveles de avance de los trabajos práctico y teórico son diferentes.

Mientras en Lima priorizamos el estudio y debate teóricos, descuidando el trabajo efectivo entre los trabajadores y pobladores de nuestra inmensa ciudad; por el contrario, en Huamanga se prioriza el trabajo efectivo entre los pobladores, barrio por barrio, y municipio por municipio, colocando en segundo plano el estudio y debate teóricos. Al menos, esa fue la impresión que recogí en mis tres viajes realizados a Huamanga en los años 2003, 2006 y 2008. No estoy seguro si la situación habrá cambiado en los últimos dos años.

Podemos mencionar varias expresiones de esas diferencias en el nivel de desarrollo entre ambas contingentes de activistas.

La primera diferencia es la capacidad de llegada a la población, que se tiene a través de los grupos de correo. A comienzos de este año, revisé la cantidad de inscritos en varios grupos de correos. El grupo "generación resurgimiento" que se dirige desde Huamanga, tenía más de 7,000 inscritos, mientras que los grupos más cercanos a nosotros, que se dirigen desde Lima , llegaban a las siguientes cantidades: Foro centenario, más de 600; Universidad Socialista más de 70; y Comite 80 Aniversario, escasamente superaba los 20 inscritos. Esas cantidades de inscritos reflejan, objetivamente, la capacidad de llegada de ambos contingentes. Mientras en Lima nos pasamos el tiempo "hablando y discutiendo", muchas veces sobre temas abstractos que no le interesan a las mayorias; en Huamanga nuestros compañeros se dedican a "hacer", a trabajar de manera efectiva en barrios y municipios, en comunidades y provincias de todo el departamento de Ayacucho.

La segunda diferencia, es la que usted habrá podido comprobar de manera directa en su última visita. Los compañeros de Huamanga están participando directamente en la lucha electoral municipal, aprovechando la oportunidad para convocar movilizaciones, asambleas, y mítines en forma pública, y no solamente "reuniones a escondidas" como acostumbramos en la capital. Tenemos que reconocer que, en Lima estamos muy atrasados en el trabajo de masas, y este atraso, en la medida que es un atraso consciente, se convierte en Traición, porque estamos entregando a los pobladores de Lima a la influencia y manipulación de los partidos burgueses acaudillados por los Lourdes Flores y Alex Koury; mientras nosotros, muy bien,.. gracias.., perdemos el tiempo, discutiendo si "el partido debe llamarse socialista o comunista"; o si "la teoria del proletariado debe tener uno, dos o tres ismos", y otras abstraciones, que no le interesan en lo más mínimo a las amplias masas del pueblo peruano, que reclaman con urgencia un programa reivindicativo que unifique, y le de más contundencia a sus luchas.

Por mi parte, en la mayoría de ciudades y pueblos rurales del sur del Perú, directamente estoy observando algo similar a lo que está ocurriendo en Huamanga. En mis esporádicos viajes a las ciudades de Puno, Juliaca y Arequipa, así como en el pequeño poblado rural en el cual estoy trabajando, desde hace cinco meses, estoy observando una intensa agitación político electoral, donde la mayoría de la población participa directamente en la contienda electoral, luchando por alcanzar a dirigir los gobiernos municipales.

Considero que tenemos mucho que aprender de las acciones de los pueblos de Huamanga y del sur del país, que nos están dando una lección de como utilizar la lucha electoral como medio para exponer abiertamente nuestro programa y para movilizar a las masas.

Igualmente considero que tenemos mucho que aprender de las amplias luchas de abril, mayo y junio de 2009, de los pueblos de la amazonía peruana, así como de las luchas de julio y agosto de 2010, de los pueblos de la región sur por el derecho a la distribución del gas. En esas amplias, masivas y combativas luchas reivindicativas, los pueblos de esas dos regiones han desplegado formas propias de lucha y de organización, luchas en las cuales ninguna de las numerosas facciones politico partidarias tenía nada que hacer. Fueron las organizaciones sociales, los frentes municipales, provinciales y regionales los que asumieron la organización de las amplias masas.

2.- Estudiar y trabajar según plan.-
Concuerdo con usted en la necesidad de estudiar y debatir acerca de la historia del movimiento socialista peruano, pero teniendo clara cual es su importancia y su ubicación dentro del trabajo planificado a largo plazo.

Partiendo de la observación y el análisis de las luchas de masas de los últimos diez años, considero que la Tarea Central a Corto Plazo (2010-2015) de la actual generación de socialistas peruanos, sigue siendo el fortalecimiento del frente unido; y la Tarea Central a Largo Plazo (2010-2020) será la Revindicación del partido de masas y de ideas del proletariado peruano.

Sin priorizar, en estos momentos, el fortalecimiento del frente unido, nos estaremos engañando si creemos que podremos "Reivindicar el partido de masas y de ideas", que fue propuesto y se comenzó a construir desde 1918, por la generación de Mariategui.

Quienes pretendan priorizar la construcción partidaria, en estos momentos, inconsciente, o tal vez conscientemente, estarán postergando la reivindicación del socialismo peruano, y postergando el avance de la revolución socialista en el Perú. Esa es la conclusión a la cual llegó después de evaluar las crecientes luchas de masas durante la última década.

3.- Dos historias diferentes.-
Coincido con usted, en separar, por cuestiones metodológicas, la relación entre "Mariategui y el Partido Socialista" y "El Partido Comunista y Mariátegui". Separación metodologica, que obedece al reconocimiento objetivo, que el PSP y el PCdelP, han sido, y son dos realidades diferentes, y por lo tanto requieren tratamiento diferenciado.

Por supuesto que estoy de acuerdo con usted en estudiar la historia del socialismo peruano como la historia de lucha de tendencias dentro del movimiento. Las contradicciones internas son la fuerza que impulsa el desarrollo de todo movimiento. Pero es necesario precisar que una cosa es lucha de tendencias, que es una lucha permanente y absoluta, y otra cosa es lucha de facciones y lucha entre líneas, que son luchas temporales y relativas. Cada una de estas formas de lucha interna requieren un tratamiento diferente, si tratamos la lucha de tendencias como lucha de facciones caeremos en sectarismo; y si tratamos la lucha de facciones como lucha de tendencias,.caeremos en la conciliación. Entre socialistas siempre debemos de esforzarnos por poner en primer plano la lucha de tendencias, sin lucha no hay unidad posible.

4.- Documentos iniciales para el estudio de la historia.-
Muy necesario y conveniente ampliar la relación de documentos a estudiar para comprender todo el proceso, desde sus inicios, su desarrollo, hasta llegar al presente.

Para la historia del Partido Socialista hay que comenzar desde 1918, y prestar atención principal a la propuesta de Principios Programaticos desarrollado por Mariategui entre junio de 1927 y octubre de 1928, y a las propuestas de las Cuatro (y no solo tres) Tesis Adjuntas al Programa, presentadas por Mariategui en abril de 1929.

Para la historia de Partido Comunista:
- Hay que comenzar en primer lugar, por conocer la propuesta de César Falcon de 1923, propuesta no aceptada por Mariátegui.
-En segundo lugar, debemos de conocer la propuesta de Luciano Castillo para cambiar el nombre del partido a Partido Comunista, propuesta de setiembre de 1929 también rechazada por Mariátegui;
En tercer lugar, la propuesta de los comunistas cuzqueños de los años 1929 y 1930, de constituir el PCP, propuesta que tampoco fue aceptada por Mariategui.
-En cuarto lugar, la propuesta de Eudocio Ravines presentada a la Reunión de Paris el 29 de diciembre de 1928;
- y por último, en quinto lugar, los documentos evacuados por el PCdelP en la década de 1930.

Esas, me parece que son las raices del PCdelP, raices que se entrelazan y confunden con los antecedentes previos de Ravines, de haber sido el primer secretario de la Sección Aprista en Paris en 1926, tiempo en el cual se formó políticamente al lado de Víctor Raul Haya, tiempo en el cual Haya se reclamaba marxista, leninista y comunista, y vociferaba para iniciar de inmediato la lucha insurreccional. (Le puedo suministrar documentos donde se demuestra esta última afirmación).


5.- Debate programático como cuestión central.-
El aspecto principal, al estudiar la lucha de tendencias en los orígenes del socialismo peruano, no debe ser "el nombre del partido" o "la denominación de la teoría", sino el debate programático, para lo cual debemos de conocer las propuestas de cada una de las tendencias en lucha.

Entre octubre de 1928 y mayo de 1930, el centro del debate fue el programa del socialismo peruano. En la discusión de esos años, se debatieron Tres Propuestas de Programa: la primera, presentada por Mariátegui en la Reunión de Barranco el 7 de octubre de 1928; la segunda, presentada por Ravines en la Reunión de Paris el 29 de diciembre de 1928; y la tercera, fue una propuesta ambigua, en la cual algunos militantes confundidos, pretendieron fusionar las dos propuestas anteriores, en una sola propuesta

Si usted todavía no conce la propuesta de Ravines de 1928, y la tercera propuesta, le entregaré copia de ambas para que esté informado., y pueda comprobar, lo complicado que fue la creación del socialismo peruano. Por algo Mariátegui afirmaba "solo el trabajo dificil deja huella".

6.- Próximo pase por Lima, y pedido de documentos.-
Estuve en Lima solamente tres dias, del lunes al miercoles de la última semana. Lamentablemente no pudimos comunicarnos para entregarle copia de parte de los documentos que usted requiere. Mi próximo viaje está previsto, para mediados de setiembre. Ahi si, espero poder entregárselos, o en caso contrario enviárselos a una dirección confiable que usted me suministre.

Aprovecho para solicitarle si me puede conseguir, a través de algún proveedor tres volúmenes del folleto escrito por Eduardo Ibarra. Conozco, y he leido con atención algunos de los materiales dispersos que se divulgaron previamente, pero todavía no he tenido acceso al folleto impreso, al cual lo estuve buscando en Lima en mi última visita, pero nadie me daba razón de donde poder conseguirlo.

Saludos
Miguel Angel Aragón




Miércoles 18 de Agosto.

Estimado compañero Miguel Aragon:

Nuevamente acabo de leer su mensaje detenidamente.

Le comento que estuve en la presentacion del libro "El pez fuera del agua" en huamanga- Ayacucho, el cual dicho sea de paso fue positivo. Tuvimos la oportunidad de encontrarnos ocn compañeros que han radicado en Lima, como el compañero Magno Ortega, quien actualmente postula a la alcaldia de San Juan Bautista y Pavel Ortega. Fue un grato momento reencontrarnos con los compañeros y confluir en ciertos objetivos políticos, como el caso de la necesidad de una participación revolucionaria en las elecciones, pese a nuestras diferencias. Por dichas razones, no pude ponerme encontaco con usted antes.

Efectivamnete, la historia del PCP es muy importante. Se podrian quizas estudiar por separado la relacion entre "Mariategui y el PSP" y "Mariategui y el PCP" por una cuestion metodologica, aunque en el fondo,creo que lo mas importante no es el analisis de la relacion cronologica de los dirigentes, sino de la lucha de tendencias. Lo que me inclina a pensar que entre estos dos mombres hay una necesaria relación. Por eso es importante el conocimiento y la divulgacion de los documentos partidarios, ya sea de Congresos, Conferencias, Tesis Politicas, Documentos Adjuntos, etc.

A la lista que anteriormente le habia hecho extensivo le agrego los siguientes documentos.

Sobre el PCP (A la lista anterior agregarle):

1. Primer Congreso del PCP.
2. 2do. “ “ “
3. 3er. “ “ “
4. 4to. “ “ “
5. Quinta Conferencia.
6. Sexta Conferencia.

Necesito saber si se encuentra en Lima, de ser asi para proceder a nuestra entrevista en donde a proposito, me pueda alcanzar los documentos solicitados.

Estare atento a su respuesta.

ATTE.
Bryan Serrano.

martes, 24 de agosto de 2010

Reflexiones sobre la historia del partido



24 de agosto de 2010

Estimado compañero

A continuación, comparto con usted la versión revisada y corregida de la Carta que le envié hace poco, a un compañero joven, interesado en un aspecto de la historia del movimiento socialista peruano.

Partiendo del análisis concreto de las luchas del pueblo peruano en los últimos diez años, considero que actualmente la tarea central a Corto Plazo (2010-2015) de los socialistas peruanos sigue siendo el fortalecimiento del frente unido del pueblo peruano; y la tarea central a Largo Plazo (2010-2020) será la reivindicación del partido de masas y de ideas del proletariado peruano.

En ese sentido, el esquema de investigación sobre “Tres estudios” que se propone en la presente carta, lo considero como una tarea a resolver a largo plazo. Nuestra tarea concreta del momento es alcanzar presencia efectiva entre los trabajadores, entre el pueblo peruano en su conjunto. Agradeceré cualquier otra inquietud y comentario.

Atentamente
Miguel Ángel Aragón

A continuación la carta mencionada.

CARTA A UN COMPAÑERO: TRES ESTUDIOS
Puno, domingo 08 de agosto de 2010

Estimados compañero:

Cuando se trata de hacer una investigación, las experiencias del movimiento socialista peruano, y del movimiento socialista mundial, aconsejan combinar armónicamente tres estudios: el estudio de la teoría marxista, el estudio de la historia, y el estudio de la situación actual. (Ver: Mao Zedong, Reformemos nuestro estudio)

Si nos reducimos únicamente al estudio de la situación actual, caemos en una forma de la unilateralidad, y nos podemos desviar al empirismo. Si nos reducimos únicamente al estudio de la teoría marxista, también caemos en otra forma de la unilateralidad, y nos podemos desviar al dogmatismo.

Tanto el empirismo, como el dogmatismo, son dos expresiones del individualismo. Los empiristas solamente reconocen como válida "su propia experiencia personal", que por más esfuerzos que hagan, siempre será muy limitada. Los dogmáticos solamente reconocen como válidas "las ideas adquiridas en los pocos libros que ellos han leído personalmente", despreciando las opiniones discrepantes que otras personas exponen.

Usted se ha fijado, desde hace largo tiempo, un tema de investigación: La Historia del Partido Comunista del Perú. Este tema, que usted ha elegido, no creo que obedezca a una simple curiosidad intelectual, sino a la necesidad de asumir una posición definida respecto a esa organización. Me parece muy correcto que usted persista en esa investigación, y se esfuerce por superar las limitaciones de información, de las cuales adolecen los miembros de la actual generación. Nuestra responsabilidad, como veteranos, es colaborar con ustedes, para que se formen su propia opinión, y apoyándose en sus propios esfuerzos, ustedes lleguen a sus propias conclusiones.

Respecto a la Teoría Marxista.-
En el primer aspecto, la teoría de la construcción del partido del proletariado no se puede reducir únicamente a lo expuesto por Lenin en el libro Que hacer (1902). Ese ha sido un grave error del movimiento socialista mundial, error generalizado por la propaganda unilateral divulgada por la Internacional Comunista (1919-1943). En la actualidad, en nuestro medio, algunos socialistas erróneamente pretenden reducir toda la teoría de la construcción partidaria a las propuestas de ese único libro de Lenin, sin considerar otras obras importantes del mismo autor, o de otros autores, en las cuales se sistematiza la valiosa experiencia organizativa del proletariado.

Para conocer y dominar la teoría de la construcción del partido proletario, debemos de comenzar por estudiar y conocer las propuestas y la práctica concreta de Marx y Engels, desde 1845 hasta 1985, lapso que abarcó la gestión de las dos primeras generaciones del movimiento socialista mundial.

I
De la experiencia de Marx y Engels, entre otros temas, considero que tenemos que estudiar:
-Porqué, y con qué características, se constituyó la Liga Comunista en 1847, y porqué fue autodisuelta en noviembre de 1852, a iniciativa de Marx y Engels.
-Porqué razones Marx y Engels no volvieron a militar en ningún partido entre los años 1852 y 1869, durante un lapso de diecisiete años.
-Porqué Marx y Engels promovieron, en 1864, la constitución de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), y porqué no promovieron la constitución, o la reconstitución, del Partido Comunista, que había sido autodisuelto doce años antes.
- La AIT fue una organización partidaria, o una organización de frente unido.
-Porque razones la AIT fue autodisuelta después de nueve años de intensa y fecunda actividad, organizando y dirigiendo las luchas del proletariado europeo.

II
- Quienes promovieron la constitución del Partido Obrero Socialdemócrata Alemán (POSDA), o Partido Socialista Alemán, en 1869, diecisiete años después de la autodisolución de la Liga Comunista.
- Cual fue la posición de Marx y Engels con respecto al POSDA
- Porqué Marx militó en el POSDA desde 1869 hasta su muerte en 1883, y porqué Engels militó en ese mismo partido, desde 1869 hasta su muerte en 1895.
-El POSDA fue un partido reformista o un partido revolucionario.
-Porque razones Marx y Engels no disputaron la dirección, ni ocuparon cargos dirigentes, en el POSDA .Quienes fueron los principales dirigentes del POSDA, y cuál fue su orientación predominante.
-Porque razones Marx y Engels NO propusieron que el POSDA se llamara Partido Comunista, suponiendo que la denominación “comunista” fuera la denominación científicamente correcta del partido proletario, como algunos suponen.
-En 1889 se constituyó la Internacional Socialista, más conocida como II Internacional. Ya fallecido Marx, cual fue la posición de Engels respecto a esa nueva organización internacional. La II Internacional fue una organización reformista, o una organización revolucionaria. Cual debe ser nuestra posición respecto a esa organización internacional del proletariado.

III
De la experiencia posterior a Marx y Engels, algunas de las preguntas que debemos plantearnos, considero que son las siguientes:
-Después que Lenin escribió los libros Que Hacer (1902) y Un Paso adelante y dos pasos atrás (1904), cual fue la posición del movimiento socialista mundial respecto a sus propuestas de construcción partidaria. Sus propuestas fueron aceptadas por unanimidad, o fueron cuestionadas por destacados dirigentes socialistas.
-Conoce usted el gran debate sostenido el año 1904, entre Rosa Luxemburgo y Lenin, respecto a la organización partidaria del proletariado.
- En 1905 estalló la primera revolución rusa. Si asumimos consecuentemente la posición materialista, debemos de reconocer que la práctica concreta es el único criterio de verdad. Según ese criterio, la experiencia revolucionaria de 1905, a quien le dio la razón, a Luxemburgo o a Lenin.
-Conoce usted la introducción al libro 12 años, en el cual Lenin autocríticamente reconoce algunas de sus limitaciones y errores expuestos en su libro Que Hacer, con respecto a los criterios de organización del proletariado.
- Que cambios introdujo Lenin, entre 1905 y 1917, en su concepción de la construcción de la organización partidaria.

IV
-Fue necesaria y correcta la constitución en 1919, de la Internacional Comunista, dirigida por Lenin.
-Cuáles fueron las propuestas centrales de la Internacional Comunista respecto a la construcción partidaria, y cuáles fueron las principales variaciones en sus criterios organizativos, en cada una sus diferentes etapas.
-Fue necesaria y correcta la autodisolución de la Internacional Comunista en 1943, a propuesta de Stalin.

V
-El movimiento socialista es un movimiento temporal, o un movimiento permanente.
- La organización partidaria del proletariado es, o debe ser, una organización permanente, o solamente una organización temporal. Como explicarse las propuestas de autodisolución de las organizaciones proletarias, y como explicarse los periodos en los cuales no fue necesaria la existencia de partido, ni era imprescindible militar en una organización partidaria, para continuar haciendo trabajo revolucionario.

-Para la lucha por la instauración del poder, es decir para la revolución socialista, la organización partidaria del proletariado en cada país, es necesaria e imprescindible, eso está demostrado por la práctica concreta de las revoluciones proletarias que se desarrollaron en el siglo XX. Pero, para el gobierno del poder, es decir para la construcción del socialismo, cuando ya se ha instaurado la dictadura del proletariado, el partido es necesario, o se puede y se debe prescindir de él. Que nos enseña la historia de más de 90 años de experiencia de construcción del socialismo (desde 1917 hasta la actualidad). La dictadura del proletariado debe ser la dictadura de un partido, o debe ser la dictadura de una clase.

Esta última pregunta, es la pregunta clave para definir el nombre correcto del partido: O Partido Socialista, con programa socialista (construcción del estado socialista) hasta el inicio de la instauración de la dictadura del proletariado, después se diluye, y el poder lo asume directamente la clase proletaria; o Partido Comunista, con programa comunista, que debe subsistir hasta la culminación de la construcción del socialismo, y el inicio de la época comunista. Así de simple, es el problema del nombre del partido, problema que otros se empeñan en embrollar, recurriendo a una retórica rebuscada y enrevesada.

En síntesis, el problema de fondo de la construcción partidaria en el presente, es que tipo de estado tenemos como objetivo programático para construir en el futuro. O Estado tipo Comuna (sin burocracia, ni ejército), o Estado burocrático militar (con Partido Comunista y Ejercito Rojo, viviendo parasitariamente y cabalgando encima de los trabajadores). ¿Qué nos enseñan las valiosas experiencias del inicio de la construcción del socialismo en el siglo XX en la URSS, China, Europa Oriental y otros países?

Estas son algunas de las preguntas de carácter teórico, que debemos de plantearnos seriamente al estudiar los libros fundamentales de los maestros del proletariado: Marx, Engels, Sorel, Luxemburgo, Lenin, Stalin, Mariátegui, Gramsci, Dimitrov, Mao Zedong, Chou Enlai, Ho Chimin, Guevara, y otros. Sin darnos respuestas, a estas y otras pocas preguntas, simplemente estaremos improvisando, seguiremos jugando irresponsablemente a construir partido, nos estaremos engañando a nosotros mismos, a nuestros compañeros de lucha, al proletariado y al pueblo peruano. Es decir estaremos perdiendo el tiempo inútilmente.

Respecto a la Historia del Movimiento Socialista Peruano.-

I
- Es correcto considerar que la historia del movimiento socialista peruano comienza en 1918, con la publicación de la revista Nuestra Epoca (junio 1918) y la constitución del Comité de Propaganda y Concentración Socialista (noviembre de 1918)
- Porqué razones Mariátegui no aceptó la propuesta de Luís Ulloa de constituir el Partido Socialista en 1919 (revisar Antecedentes y Desarrollo de la Acción Clasista de JCM)
- Porqué razones Mariátegui no aceptó la impositiva propuesta de César Falcón de constituir el Partido Comunista del Perú en 1923 (revisar Carta de César Falcón a Mariátegui de setiembre de 1923)
- Mariátegui adhirió a la Internacional Comunista en 1922, estando todavía en Italia, con motivo del congreso de Livorno del Partido Socialista Italiano. Regresó al Perú en 1923, con la finalidad de organizar un partido de clase. Porque razón Mariátegui, a su regreso al país, se declaró partidario del frente único proletario, aplicando esa política desde 1923 hasta 1930, y porqué no constituyó de inmediato el partido proletario.
- Para hacer trabajo revolucionario, siempre es imprescindible militar en un partido. Que nos enseñan las experiencias de Marx y Engels entre 1852 y 1869, y la experiencia de Mariátegui entre 1918 y 1928.
- Después de diez años de intensa actividad teórica, política y organizativa, recién en 1928, Mariátegui consideró que se habían creado las condiciones, y ya era necesario constituir el Partido Socialista del Perú. ¿Cuales fueron esas condiciones mínimas necesarias para constituir el partido de clase del proletariado peruano, el aspirado y propuesto partido de masas y de ideas?

- Actualmente existen esas condiciones mínimas necesarias, para organizarse partidariamente, o nuevamente estamos jugando a construir partido, como pretendieron Ulloa en 1919 y Falcón en 1923.

Si no nos planteamos seriamente la última pregunta, partiendo del análisis concreto de la realidad presente, no entenderemos nada de la construcción partidaria, todos nuestros esfuerzos serán en vano, y entramparemos el avance de la lucha por el socialismo en nuestro país.

II
-En la Reunión de Santa Eulalia (Chosica) del 20 de mayo de 1930, dirigida por Eudocio Ravines, simplemente se cambió el nombre del partido, como algunos siguen afirmando; o es que se constituyó otro partido totalmente diferente al Partido Socialista del Perú, tanto en lo teórico, político como orgánico. ¿Cuáles fueron las grandes diferencias, y cuales las pocas coincidencias, entre el PSP de Mariátegui y el PCdelP de Ravines?.

Si queremos estudiar la historia del Partido Comunista del Perú, en primer lugar, tenemos que comenzar por respondernos documentada y seriamente esta última pregunta. Todo lo que ocurrió después, ha sido un simple corolario de esa decisión del 20 de mayo de 1930, en la cual se perpetró latrocinio contra la obra de Mariátegui.

-Porqué razones César Vallejo, Armando Bazán, José María Arguedas, Guillermo Rouillon, y muchos otros destacados socialistas peruanos, se mantuvieron y otros se mantienen, distantes de la organización partidaria del PCP, y sin embargo trabajaron de manera efectiva por el socialismo, y dejaron grandes aportes al desarrollo del socialismo peruano.

-Quienes aportaron de manera más decisiva al desarrollo del socialismo peruano, los nombrados más arriba, o personajes como Jorge del Prado, José Sotomayor, Saturnino Paredes, Alberto Moreno, Abimael Guzmán, y otros, que durante décadas militaron orgánicamente en algunas de las múltiples facciones del PCdelP.

III
-En la década de 1940 se realizaron Tres Congresos Nacionales del Partido Comunista Peruano. En la década de 1960 el IV Congreso, y tres Conferencias Nacionales (la IV en 1964, la V en 1965, y la VI en 1969). Debemos de investigar, si en alguno de esos eventos del PCP, se expuso, debatió y aprobó, o simplemente se ignoraron, los documentos que Mariátegui dejó elaborados para el Primer Congreso del Partido Socialista del Perú (es decir los Principios Programáticos de octubre de 1928, y las Cuatro Tesis Anexas al Programa elaboradas en mayo de 1929).
-Si no se tomaron en cuenta esas propuestas de Mariátegui, con que derecho, las diferentes facciones en que se ha dividido, y descompuesto, el PCP se reclaman de haber retomado el Camino de Mariátegui.
-Desde 1960 en adelante, en cuantas facciones se ha descompuesto el PCP. ¿Alguna de esas minúsculas facciones cumple con los requisitos que Mariátegui se reclamó en 1919, para poder constituir partido?. Nuevamente, ¿cuáles fueron esos requisitos de 1919?

Respecto a la situación actual.-
Usted conoce mejor que yo, cual es la situación actual de las diferentes facciones en que se dividió, y se sigue dividiendo, el PCdelP. En otra oportunidad podremos desarrollar un esquema de investigación para ubicar el carácter, origen, desarrollo y perspectivas, de todas y cada una de esas minúsculas facciones.

Bueno pues, este es un primer esquema de preguntas para poder intercambiar ideas respecto a la historia del PCP. Yo milité con mucha convicción y entusiasmo, en algunas de las variopintas facciones del PCP, durante diecisiete años, entre 1967 y 1984. Desde 1980, comencé a plantearme algunas de estas preguntas, y también a investigar y comenzar a responderme seriamente cada una de ellas. No me arrepiento de haber militado en el PCP, de los errores se aprende mucho, y nos prepara para no volver a cometerlos. Actualmente no milito, ni pienso militar, en ninguna de las facciones del PCP existentes en el país. Tampoco le estoy disputando, ni pienso disputarle la “secretaria general” a ninguno de los caudillos personalistas que tienen esa aspiración. Pero si me considero un hombre de tendencia, un hombre de partido, y militante socialista, como lo fueron Marx y Engels entre 1852 y 1869; como lo fue Mariátegui entre 1918 y 1928; y como lo fueron, y lo son, muchos socialistas peruanos que se mantuvieron y se mantienen al margen de la organización del PCP, “el hábito no hace al monje”.
Soy un convencido que muy pronto se crearan las condiciones para la REIVINDICACION DEL SOCIALISMO PERUANO. Y espero que me alcancen los años, para colaborar en esa tarea. Tarea histórica que ya no le corresponde a mi generación, la cual se encuentra dispersa y en retirada; si no que le corresponde asumirla y cumplirla a la actual generación, es decir a la cuarta generación del movimiento socialista peruano (1995-2020), es decir a la generación de usted.
La primera generación del socialismo peruano cumplió exitosamente su tarea generacional: concurrir a la creación del socialismo peruano;
La segunda generación también cumplió su tarea: defender y desarrollar el Camino de Mariátegui;
De igual manera, la tercera generación también cumplió, en lo fundamental, su tarea generacional: la reconstitución del socialismo peruano;
Ahora, le toca a la cuarta generación, demostrar en los hechos, que también es capaz de cumplir su propia tarea generacional: reivindicar el socialismo peruano, lo cual se debe de expresar en la preparación de la organización, del pueblo, de la clase y de la vanguardia. Tarea nada fácil, pero realizable, ya tienen quince años de experiencia propia (1995-2010) y solamente le quedan diez años por delante (2010-2020). Tienen que acelerar el paso.

Cuáles son las diferencias entre las tareas generacionales de la tercera generación (1970-1995), y la cuarta generación (1995-2020). ¿Considera correcto que se siga proponiendo “la reconstitución del partido”, como se proponía al comenzar la década de 1970?, acaso las tareas centrales no van cambiando con el desarrollo de la historia.
Espero que estas notas, escritas al vuelo, le sirvan para ordenar sus estudios sobre el tema que tanto le interesa.
Saludos
Miguel Ángel Aragón

Personajes de la Independencia en Tacna / Otra versión: Episodios de la Guerra con Chile




BUITRON Y ALI LIDERES DE LA INDEPENDENCIA EN TACNA
Efrain Choque Alanoca

Es cierto que la historia tradicional y liberal llamó Emancipación al período de 1808 -1824, por esta razón la insurrección de Túpac Amaru (1780-1782) fue excluida de sus alcances, dándole más bien un tratamiento despectivo sin categoría de erigirse en integrante de la independencia nacional. Su hispanismo era por demás evidente. Sin embargo, fue el gobierno del general Velasco Alvarado, durante las efemérides del Sesquicentenario de la Independencia (1971), que declaró oficialmente a dicha rebelión como precursora de la emancipación. Esto se cumplió ya en los textos escolares y otros estudios realizados por la Comisión especialmente estatuida para la ocasión con la regencia de la historiadora Ella Dunbar Temple y otros. Y a colación se dieron leyes declarando a José Gabriel Condorcanqui y Micaela Bastidas “precursores, próceres y mártires “ de la independencia en América.

Objetivamente, la independencia fue un gran movimiento y un proyecto de desarrollo nacional, que se remonta a los tiempos inmediatos a la invasión ibérica, presentando dos versiones: Primero en la versión indígena (el movimiento de liberación nacional indígena), que se inicia con la rebelión de Manco Inca en el Cuzco de 1536, y que tuvo su expresión más culminante con Túpac Amaru, en 1780. Después en la versión criolla (el movimiento de liberación nacional criollo), que se inicia con la prédica de los precursores, entre ellos la "Sociedad Amantes del país", como una reacción ante la eventual reedición del movimiento tupacamarista, que por ser indígena, o con dirección indígena, entraba en contradicción con sus particulares intereses.

A pesar que el movimiento indígena fracasó, pues su programa autonomista y colectivista no se plasmó, lo cierto es que los criollos, con definida opción ideológica occidental, triunfaron militarmente e impusieron su proyecto, el proyecto de la élite que desplazó del poder a ascendientes españoles y coloniales. Tal vez el mismo día de la Capitulación de Ayacucho – Capitulación condescendiente con el vencido - , los peruanos de buena voluntad aspirantes a un orden de justicia social, habrían experimentado la sensación de un proyecto frustrado, confirmado inmediatamente después ante la evidencia que poco o nada había cambiado. Como diría Pablo Macera: "La élite de criollos había jurado la República sin abjurar la conquista".

Hoy nadie duda que la mayor rebelión indígena anticolonial fue la protagonizada por Túpac Amaru y Túpac Catari y que sus líderes locales en Tacna, Arica y Tarapacá fueron Juan Buitrón y Ali. El primero nacido en el valle de Codpa y el segundo en los altos del Caplina. Se cuenta a Cúneo Vidal entre los primeros estudiosos de la expresión local de la rebelión, sin embargo debido a que utilizó fuentes eminentemente españolas y debido a su tendencia historiográfica tradicional vio en este movimiento y sus líderes como una conjura contra el sistema, llamando a sus líderes como temibles “sanguinarios”; o también como Luis Cavagnaro llama el “(…)ataque de los rebeldes” al pueblo de Tacna, sin efectuar un análisis de las causas socioeconómicas, las fuerzas sociales en pugna, las finalidades o no usando para el propósito las estadísticas de población, o confundiendo la categoría “pueblo” para la ocasión. Como diría Jorge Hidalgo en su trabajo sobre “Las fases de la rebelión indígena en 1871” – y con quien coincidimos plenamente en este punto-“sin un estudio de las condiciones económicas no se podría explicar su origen, pero sin acudir a los factores ideológicos sería difícil entender su desarrollo”. La tesis doctoral de Hidalgo sobre el levantamiento de Túpac Amaru en la región norte chilena, es uno de los mejores aportes al respecto al presentar información empírica que proceden de diversos archivos sobre todos españoles, bolivianos y argentinos.

Nuestros paisanos Buitrón y Ali, junto a los candaraveños, tarateños, y tacneños, que pusieron en jaque a los colonialistas en el verano de 1781, fueron los primeros en pugnar por la libertad de América, el Perú de España a partir de la desaparición toda forma de explotación: tributo, mita minera, reparto de mercaderías, así como de los corregimientos, alcabalas. Además de decretar la abolición de la esclavitud negra por primera vez en América.

“…Cortar el yugo que nos oprime de tanto ladrón”

Juan Buitrón, Ali

". . . A mi solo me mataréis, pero mañana volveré y seré millones".

Tupac Katari.

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El Rol de Nicolás de Piérola en la historia del Perú
Seguramente Nicolás de Piérola debe ser uno de los personajes que más daño ha causado al Perú y sin embargo, a través del tiempo se le ha rendido pleitesía y hasta la principal avenida de Lima lleva su nombre. En las escuelas y colegios del país nunca se narró la historia verdadera de este político que le tocó ser una figura preponderante en los aciagos años de la guerra del pacífico, por el contrario se le menciona como al patriota que dio todo de si, por su patria.

Ni los conocidos historiadores, Jorge Basadre, Pons Muzo ni otro, se atrevieron a escribir la verdad sobre Piérola y no porque no supieran cual era lo cierto, sino, por el temor que casi siempre han tenido estos intelectuales a las clases dominantes y de poder en el Perú, además sabían que pasando por encima de monstruosas verdades, podrían sus libros ser aceptados por el Ministerio de Educación del Perú y por otro lado serian reconocidos como hombres ilustres. Por ejemplo, nadie dijo que en realidad la guerra del 79 no fue con Chile, sino que fue con un país poderoso como Inglaterra, la primera potencia del mundo en esos años, que uso a Chile como instrumento para arrebatarle a Perú y Bolivia las riquezas que guardaban su suelo, riquezas que como era natural fueron a parar a las empresas inglesas después. Como una muestra de esto, puedo señalar que Chile, por la adquisición de sus blindados Cochrane y Blanco Encalada, no pago ni un solo peso a Inglaterra que los construyó.

Sin embargo es importante que la historia real se vaya abriendo campo, porque como es sabido, solo los pueblos que conocen y respetan su historia pueden aspirar a un futuro mejor. Para no explayarnos en este tema nos centraremos en una parte de la historia.

Era el mes de noviembre del 1879, ya el Perú había perdido el Huáscar en Angamos y solo le quedaba un débil barco de guerra que era la corveta Unión. El gobierno de Mariano Ignacio Prado, resolvió hacer una colecta nacional para comprar dos blindados que podían significar la salvación de la república, esta se llevo a cabo el ultimo domingo de ese mes de noviembre y cuentan los que vivieron por esos tiempos, que todo el Perú acudió a ese llamado, desde las esferas acaudaladas, hasta los mas pobres, las mujeres entregaron sus joyas y los niños sus alcancías. Por los mismos días llegaba al Callao desde Santiago de Chile, Nicolás de Piérola, país donde se encontraba exiliado y con el amparo de la burguesía chilena que tenia el poder en esa nación. Apenas desembarco empezó a conspirar en la oscuridad contra el gobierno, cosa que era costumbre en él, porque este fue el eterno revoltoso, que hizo revoluciones y montoneras, que siempre fueron derrotadas, por el gobierno de turno.

El 18 de diciembre del mismo año, el presidente Prado a escondidas se embarca en el Callao en un vapor que iba a Panamá, llevándose el producto de la colecta, que el pueblo peruano hizo para comprar dos barcos blindados, cuando llego a Guayaquil renuncio a su cargo y se fue a Paris de donde jamás volvió y fue un hombre acaudalado en la ciudad luz. Esta indignante traición apenas si se cuenta en la historia oficial del Perú. Mariano Ignacio Prado no volvió, pero años mas tarde si volvió su hijo Manuel Prado Ugarteche y aunque parezca increíble, el pueblo peruano lo eligió dos veces presidente. Es cierto que la amnesia de los pueblos no puede tener limite y su familia en el país, fue poderosa y acaudalada, ostentando lujos y osadía y todo eso con el dinero del hombres y mujeres, de niños y ancianos que se desprendieron de lo que tenían, porque pensaron que así se salvaría la patria.

La huida de Prado, significó el momento preciso que buscaba Piérola para hacerse del poder y así al frente de una montonera entro en Lima, para derrocar al gobierno que estaba a cargo del vice presidente, general La Puerta, hombre entrado en años y de poco carácter, que no opuso mayor resistencia, además las tropas acantonadas en Lima, a través de sus jefes anunciaron que no se batirían contra peruanos en un momento tan difícil para el Perú, por lo que aceptaban el gobierno de Piérola, para no causar mas males a la nación.

Apenas Piérola tomo las riendas del país, empezó un monstruoso plan contra su propio país, el Perú. Este hombre conocido como vanidoso, engreído y ego centrista, comenzó a dar los pasos par hundir a nuestro Perú, esta claro que todo lo que hizo, fue cumpliendo consignas de sus amigos chilenos, de quien el fue, siempre un especial huésped.

Lo primero que hizo, fue cortar todo apoyo y abastecimiento al ejercito del sur acantonado en Tacna, sitio donde se llevaría la segunda etapa de la guerra con Chile. Al Mando del ejercito del sur o de Tacna, como también se le llamaba, estaba el Contralmirante Lizardo Montero, hombre que había combatido y derrotado a Piérola años antes en una de la muchas revoluciones que este inicio. Por lo tanto lo tenia como enemigo político y sentía celos de el, porque si tenia éxito en la campaña del sur, podría ser bien visto por el pueblo peruano y podría arrebatarle la presidencia. Pensando así, de esa forma tan mezquina, condeno a estas fuerzas peruanas al mas absoluto abandono, en momentos en que se jugaba el destino del país.

El pueblo limeño al notar esta actitud, por demás reprochable del dictador, salió a las calles en ruidosas manifestaciones, pidiendo que se envíe socorro a los defensores del sur, que sufrían por escasez de alimentos, armas, municiones, ropa y los refuerzos necesarios para enfrentar al fuerte y numeroso ejercito chileno que empezaba a desembarcar en Ilo, en ese tiempo llamado Pacocha. En Lima había en ese momento dos divisiones de ocho mil soldados cada una que había formado el general Lacotera, por orden del gobierno anterior y que permanecían inmóviles en sus cuarteles. Piérola para acallar las protestas ordeno enviar un cargamento secreto hacia Arica en la corbeta Unión, así fueron embarcadas con mucha fanfarrea y teatro un cargamento, en el que se suponía iba la salvación del ejército del sur. La misión era muy difícil, porque el puerto de Arica estaba bloqueado por la escuadra chilena. Manuel Villavicencio, marino hábil e inteligente, fue el encargado de llevar a la Unión a su destino, corrían los últimos días del mes de febrero de 1880. La Unión se acerco al puerto de Arica en la madrugada del 26 de ese mes y empleando buenos movimientos paso en la oscuridad entre los buques chilenos y anclo en el mulle del puerto peruano e inmediatamente inicio la labor de descarga, sin ocuparse de contestar al cañoneo de la flota del país del sur. El Huáscar que ya estaba a servicio de la escuadra chilena, intento espolonear a la Unión, pero un certero cañonazo de una batería de tierra paro esa intención y además causo la muerte de su comandante, de apellido Thompson.

A las cuatro de la tarde la faena había terminado y sin perder tiempo y aun cuando el sol no se perdía en el horizonte, la Unión con una hábil maniobra logra romper el cerco de la poderosa escuadra chilena, en medio de las hurras peruanas del muelle, del asombro de los marinos chilenos y el aplauso y admiración de los barcos neutrales, que en señal de saludo lanzaron al aire sus sirenas. La Unión llego al Callao, sana y salva.

Pasada la euforia, los peruanos en Arica comenzaron a desempacar el cargamento que vino en cajas cerradas y se dieron con la triste sorpresa de que solo les habían enviado montones de tela blanca y dos ametralladoras malogradas e inservibles. Piérola se había burlado de ellos y del pueblo peruano en la forma más cruel que se le pudo ocurrir. Este hecho que había levantado la moral peruana en un principio, significo un terrible golpe al ánimo de los defensores del Perú. Respecto a esto, el historiador chileno Vicuña Makena dice "este hecho trajo desazón en los espíritus entre la oficialidad y tropas peruanas". Ahora sabían los peruanos del ejército del sur, que estaban abandonados a su suerte y que no recibieran nada de su propio gobierno. Piérola estaba cumpliendo su cometido, facilitar la derrota del Perú.

En este escenario, se dio la batalla de Tacna o del Alto de la Alianza, los chilenos avanzaron desde el norte con 18 mil soldados y 1200 jinetes de caballería, con numerosa artillería manejada magistralmente por los artilleros ingleses. Los peruanos que estaban aliados con Bolivia opusieron 6500 peruanos y 3000 bolivianos, sin caballería y con 12 piezas de artillería. El llamado ejercito de Arequipa que había salido de Arequipa hacia dos meses antes, al mando del Coronel Leiva, con 2000 soldados, para unirse al ejército de Tacna, jamás llego, avanzó tan lentamente que el día 26 de mayo día de la batalla, se encontraba en Mirave a 130 kilómetros de Tacna, de donde regreso a Arequipa, naturalmente este mal coronel no llego a su destino por ordenes de Piérola que era su amigo y coterráneo, ambos eran de Arequipa.

A pesar de la tremenda diferencia de fuerzas el encuentro fue horriblemente parejo, sobresaliendo el batallón Zepita al mando de Cáceres, y por el lado boliviano, los Colorados hicieron honor a su fama de aguerridos. Ante el tremendo empuje de valor y coraje aliado, el chileno empezó a retroceder y parecía que la victoria sería aliada, los batallones chilenos retrocedían y estaban a punto de entrar en pánico, a pesar de que los oficiales de ese ejército sableaban a los que daban la espalda. Sobre este momento, Vicuña Makena escribe: "Los batallones chilenos retrocedían y parecía que iban a entrar en pánico, en ese momento la suerte de Chile pendía de un hilo". Y lo que decía este historiador era cierto, porque Chile había invertido todo lo que tenia en esta batalla y si la perdía, simplemente perdía la guerra, porque les hubiera sido imposible volver a formar otro ejercito. Pero fue en esas circunstancias que se detuvo el avance peruano, lo que había sucedido era, que se habían agotado las municiones, entonces lo chilenos volvieron a la carga y a nuestros compatriotas no les quedo mas que batirse a bayoneta. Se perdió la batalla de Tacna y con ello la oportunidad de salvar a la nación, todo por la traición de un cucufato que se creía dios, que servía al enemigo, Chile. La derrota del ejercito de Tacna, agobió al pueblo peruano, muchas lagrimas corrieron, cuando se difundió la noticia, sin embargo en palacio de gobierno en Lima, hubo fiesta. El 28 de mayo de ese mismo año, dos días después de la batalla, se publico en el diario oficial del gobierno de Piérola, llamado La Patria, un editorial que empezaba con las siguientes palabras: “Hace dos días atrás fue destruido en Tacna, el ultimo reducto del corrupto régimen anterior", se refería a los mártires del Alto de la Alianza, que todo el Perú lloraba. A ese punto llego la insania mental de este dictador al servicio de Chile, en el peor momento de la historia del Perú.

Pasaron los meses y el ejercito invasor comenzó a desembarcar en las cercanías de Lima, todos los militares conocedores de su oficio le recomendaban salir al encuentro de esas tropas chilenas que estaban desembarcando para batirlas por separado impidiendo que puedan concentrarse, el diario El Comercio, en sus artículos y editoriales también exigía eso, sin embargo Piérola reacio a todo consejo, permaneció inmóvil permitiendo que los chilenos tranquilamente desembarcaran y se trasladaran a Lurín. En el fondo no quería delegar a nadie el mando del ejercito, tampoco quería dejar palacio de gobierno, por
eso decidió esperar al ejercito de Chile, en las puertas de Lima. Así llego el 13 de enero de 1881, en San Juan se dio el primer encuentro del compacto ejército chileno apoyado por su escuadra, contra un ejercito peruano totalmente mal dirigido por un ego centrista pechoño, como era Piérola. Naturalmente el resultado no pudo ser bueno para los peruanos, que tuvieron que retroceder hacia la segunda línea colocada en Miraflores.

Terminada la batalla de San Juan, la soldadesca chilena se desbando y comenzaron a saquear las residencias de Chorrillos y cercanías, donde había muchas bodegas de vinos y otros licores, productos que los soldados mapochinos comenzaron a beber en forma desenfrenada, mientras le prendían fuego al pueblo.
Preocupado el General Baquedano, comandante en jefe del ejercito chileno, le pidió una tregua a Piérola, cosa que este acepto inmediatamente, naturalmente que tenia que ser así, Piérola, no podía permitir una debacle del ejercito chileno. En la noche mientras el fuego consumía las casas y residencias y los chilenos se mataban entre si y otros dormían en las calles o deambulaban totalmente embriagados por el alcohol, se presento ante el dictador peruano, el Coronel Cáceres, para pedirle permiso y atacar con su batallón de dos mil hombres a los chilenos en la absoluta convicción que con esa acción terminaría con el ejercito chileno que se hallaba desbandado y borracho y con ello se ganaría la guerra. Naturalmente Piérola le negó el permiso, aduciendo que le había dado su palabra al comandante chileno de que no atacaría, una prueba más de que este hombre, servía a Chile. Naturalmente, cuando ya a los chilenos se les paso la borrachera y se reagruparon, se olvidaron de la tregua y empezaron el ataque contra la segunda línea defensiva que estaba en Miraflores esto ocurrió a medio día del día 15 de enero. Las mal distribuidas fuerzas peruanas poco pudieron hacer y a Piérola, el comandante en jefe, no se le vio dar ni una sola orden y cuando ya todo estaba consumado, se retiro del escenario hacia Lima y para no dejar inconclusa si obra contra la Patria, ordeno a todos los soldados depositar sus armas en el cuartel Santa Catalina, por esta acción, lo chilenos cuando ocuparon Lima, encontraron 15 mil fusiles en el mencionado cuartel. Piérola después de haber dado esta última orden huyo a la sierra, pero después de algunos años volvió a la escena política y como es normal el mal de amnesia de nuestro pueblo, fue hecho presidente nuevamente.

lunes, 23 de agosto de 2010

Polémica, un túnel en el tiempo que ha de llegar a su destino














Cualquier parecido con el pez globo es mera coincidencia


La polémica enfrenta como espectáculo, dos testas; pero, tras bambalinas, están los conjuntos hacia los cuales va dirigido el alegato controversial. Menudean las vivas y mueras según sea el UNGIDO de sus preferencias. Las barras bravas, ancestrales como el tiempo mismo, disfrutan el espectáculo y lo alimentan con adhesiones. La sangre debe verterse para que las barras, delirantes y fervientes, sacien su anhelo de morbo. Los protagonistas en la arena, victimas de su individualismo inflan su Yo-Yo y continúan siendo víctimas, a pesar suyo, del coro unánime de las barras para que el espectáculo prosiga. Más como todo rebaño sigue la pauta del líder. El verdadero objetivo de la polémica es disolver los vínculos entre la testa y la manada. José Carlos Mariátegui tuvo muy clara la relación entre el líder y la masa. Sus esfuerzos polémicos estaban dirigidos a contrastar las ideas del adversario ocasional. Nunca tiene como blanco de sus críticas el sujeto concreto. Haya de la Torre y sus seguidores, en cambio, dirigen sus baterías contra Mariátegui, el personaje real y concreto. En 1975, Jorge Basadre recuerda que en 1928, “a Víctor Raúl se le fue la pluma, como le ha ocurrido más de un vez, y aludió en algunos pasajes a «delirios de enfermo» y «sueños de lisiado».”[1] El demonio del caudillismo y del personalismo empuja a percibir el debate como una competencia entre cabezas por el dominio y sometimiento del rebaño. Muy distinta es la actitud de Marx o Mariátegui que “confiaban tan sólo en el desarrollo intelectual de la clase obrera, que debía resultar inevitablemente de la acción conjunta y de la discusión.”[2]

Un intelectual cuando polemiza se aleja de la rutina de enlazar tendencias en la economía o la sociedad. En ese instante tiene que apelar a la imaginación, la emoción y la razón: al verbo que impresiona y/o quiebra la resistencia del auditorio. Posicionarse en la mente del auditorio cautivo, de los rivales o adversarios, es el verdadero objetivo de la polémica. Es el momento de la ortodoxia, del dogma como brújula en la travesía. El intelectual abandona la especulación y búsqueda de respuestas. Abandona la doctrina como objeto de estudio —“puntos de partida para la ulterior investigación”[3]— y pasa a su defensa en bloque con todo el ardor de la polémica. El marxismo de método de estudio se transforma en herramienta de lucha cuando se pasa a su defensa. Del mismo modo que cuando un trabajador combate por sus derechos pasa de la reflexión a la acción. Para el trabajador es el momento de la conversión de la fuerza de la palabra a la fuerza de los hechos, al ímpetu avasallador de la acción colectiva, al entendimiento dogmático de la herejía. Del mismo modo, el intelectual orgánico de la clase obrera pasa del uso de método marxista en la exploración de los problemas peruanos a la defensa del marxismo contra todos los intentos de corromperlo, de disolverlo en teorías antipartido.

En junio del 2007 se comienza a difundir en el ciberespacio una serie de ensayos que son objeto de replicas. Así se desata un verdadero vendaval de objeciones al trabajo teórico – práctico de Ramón García que lo enaltece y reafirma como el cerebro más destacado del socialismo peruano en la actualidad. Más éstos vientos trajeron cola. ¡Y qué cola! A finales del 2008 fuimos testigos de otro vendaval en la proa de la frágil embarcación socialista pero de adjetivos calificativos, por parte y parte.

El 2007, Ramón García, “zanja” las diferencias o mejor cree zanjarlas condenando al “adversario” (el leproso debe ser recluido o sacado fuera de circulación), fiel e inconmovible en su vieja manera de tratar las divergencias. Eduardo Ibarra tampoco queda atrás en esa idéntica, arcaica y errónea costumbre de etiquetar al adversario (embalarlo para despacharlo al ostracismo de la política).

Ramón García califica a Eduardo Ibarra de parásito, de vulgar carroñero o rémora. Pero, porqué Ramón García Rodríguez en El pedestal de cristal, piensa al parásito como sinónimo de rémora[4]. ¿Por qué trata el concepto de esa manera?, nos preguntábamos en aquél momento, si la sinonimia no es tan sinonimia. Para García rémora (como atributo de parásito) es todo aquello que no se acomoda al camino elegido por él. Pero, bien sabemos que rutas hay… tantas como cabezas pensantes existen, tantas como circunstancias y realidades geopolíticas existen, tantas como las experiencias las vayan encontrando. Por eso, la aceptación o el consenso en torno a una ruta no sólo dependen de la elección correcta sino, sobre todo, de saber contagiar al entorno acerca de su certeza. Así obedeciendo el mandato de sus camaradas se hace viable Mandar Obedeciendo. El tema, como observamos, tiene que ver con las dicotomías: subordinación y mando, seguidores y buscadores, plagiarios y aventureros[5]. Aventurero es un hombre inquieto que busca respuestas. Aventurero es el explorador de nuevos caminos. Los exploradores son los que abren camino para los que vienen atrás. Un dirigente por obligación de oficio tiene que ser un explorador. Y el arte del dirigente es lograr que “todos” hagan suya su hoja de ruta. Los jefes son reconocidos, voluntariamente como autoridad política, porque se distinguen del conjunto, precisamente, porque saben elegir o inventar un camino para los que vienen atrás. ¿Porque José Carlos Mariátegui se distingue entre todos los fundadores, colaboradores y rivales? No es acaso por la maestría en preparar, contagiar, animar, en saber elegir el momento y la ruta a seguir sin forzar la psicología y la voluntad de los hombres de su tiempo. Obedeciendo al mandato de su época los hombres combaten buscando los caminos para arribar al resultado esperado. Así, y sólo así, los mejores prevalecen porque saben ser efectivamente mejores. Y prevalecen porque logran obtener el consenso activo de los militantes y simpatizantes. No existe hegemonía sin consenso; y, consenso no significa unanimidad. Esa es la llave maestra del éxito de Marx, Lenin, Mariátegui.

En el debate del 2007-08 se destacaba que la polémica es mucho más que la respuesta o contra respuesta (meditada o atropellada) de los protagonistas de una controversia. La polémica, dentro de los fueros del socialismo, necesariamente responde a diferentes lecturas del marxismo y su experimentación político-organizativa. La conmoción y la expectativa generada por la confrontación entre los camaradas Ibarra y García, es recordada por éste último: “Después de un terremoto vienen las réplicas”[6]. Pero, la replica es un sismo que remese todos los endebles cimientos de una pequeñísima fracción del socialismo peruano. Se dice comúnmente que el pasado es historia porque forma parte los antecedentes. Pero los problemas (o contradicciones) cuando no son resueltos a cabalidad éstos renacen con mayor intensidad, como una pesadilla, cada cierto tiempo. Y, eso es precisamente lo que ocurrió en aquéllos días.

El movimiento de las estrellas, la vida de los pueblos y las diferencias entre los hombres no se estancan. Todo lo contrario, la vida continúa y las divergencias van perfilando grupos y tendencias. Unos meses atrás se realizó en la Universidad Mayor de San Marcos la presentación de un Libro de Eduardo Ibarra. Javier Artese asume la defensa de la “normalidad” del acto protocolar en los siguientes términos: "Esta fiesta, este proceso es para nosotros, no para ellos. / Si los senderistas quieren malograr, entorpecer, arruinar, echar a perder este proceso, bueno, ya saben qué es lo que tenemos que decirles": ¡Que no jodan los senderistas!, es el título de la hemorragia biliar. Ramón García Rodríguez observa que somos peruanos, adultos y activistas por el cambio social. Entonces, dice, ¿por qué algunos usan en el debate el vulgar estilo camorrero? John Ochoa, sensato como pocos, opina a su vez: “las nuevas generaciones tenemos el deber de estudiar mucho más y autoeducarnos. Aprender realmente de esa maravillosa autodidactía con la cual el Amauta nos indicara el camino. Sin renegar con ninguna de las experiencias pasadas. Más sí aprendiendo a sacar lecciones de los errores más gruesos en las que pudieron haber incurrido sus actores, ya sean de los alzados en armas como de los que adoptaron las vías solo electorales. Ya lo decía el comandante Fidel Castro, «Los únicos que nunca se equivocan son los que nunca han hecho nada». Queremos estar lo más lejos posible de aquellos”, remarca Ochoa. Pues sí, hay que estar lo más lejos posible de aquellos que hacen del enfrentamiento hombre contra hombre un hábito, de aquéllos que hacen de la diatriba y el escarnio la respuesta obligada al pensamiento diferente. Los hombres nuevos luchan contra esos malos hábitos. Los hombres nuevos ponen el acento en la lucha de ideas contra ideas. Para José Carlos Mariátegui el campo de batalla de la política es el cerebro. Antonio Melis capta esa singularidad de la teoría y praxis del Amauta: “No se trata de una genérica propensión hacia la tolerancia, puesto que el mismo autor expresa su distancia de esa posición, sino de una visión del desarrollo de las ideas como un campo de batalla. Para que pueda definirse una línea correcta, es necesario que se conozcan previamente los términos del debate.”[7] Pues sí. Hay que conocer los términos del debate. De Ramón García y Gustavo Pérez, los punching bag favoritos de Eduardo Ibarra, hemos publicado algunos de sus alegatos en estas páginas. De Eduardo Ibarra que escribe como habla -sus letanías, sus peroratas se miden por leguas-, presentamos su Radiografía de un confucionista para que el lector conozca los términos y estilos del debate.



22/Ago/2010

Edgar Bolaños Marín



[1] Ricardo Lunas Vegas, cita a J. Basadre en Mariátegui, Haya de la Torre y la verdad histórica, Retama editorial, 1978, Pág. 73

[2] Engels en el Manifiesto del Partido Comunista, Ediciones en Lenguas extranjeras, Pekín 1968. Versión electrónica

[3] De F. Engels a Sombart, carta del 11 de marzo de 1895

[4] “Como en la naturaleza, es el parásito, la rémora, el carroñero en la sociedad en general y en el Socialismo Peruano en particular. Parasita de la literatura ajena, frena la labor ajena, vive de desperdicios ajenos porque, como no tiene literatura propia, labor propia, no puede vivir de los suyos propios.” Ramón García Rodríguez, El Pedestal de cristal, 29.11.07

[5] “El Amauta pensaba que la palabra ‘aventurero’ tenía en el lenguaje usual una connotación negativa y hasta peyorativa que era menester rectificar. Para él, grandes figuras de la historia merecían ese calificativo.” Javier Mariátegui, Prologo a Invitación a la vida heroica, Antología, Lima – Perú, 1989

[6] Carta a Ana Rodríguez, de 22.12.08

[7] Antonio Melis, Pág. 23, Mariátegui Total, tomo I

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Radiografía de un confusionista

I

La acusación de ser el suscrito un socialista, en el sentido oportunista del término, y de haber estado involucrado en la defección de “los bolcheviques” en 1975, me colocó, como es obvio, en la ineludible necesidad de establecer la verdad relativa a ambas cuestiones. Por eso, el 11 del presente publiqué el artículo Nota sobre una verdad histórica, y, ahora, es decir, veinte días después, puedo decir que el silencio de mis calumniadores parece indicar que los argumentos presentados han sido convincentes, salvo que alguna antojadiza declaración posterior pretenda lo contrario. Discutía, pues, en mi artículo, con tales senderistas, pero, por la naturaleza de los hechos esclarecidos, ha salido Gustavo Pérez con un artículo en el que, en la misma forma deleznable de los aludidos, ha lanzado contra mi persona las más burdas calumnias, al mismo tiempo que ha tratado de justificar lo injustificable: la ya mencionada defección de “los bolcheviques”.

Analizaré, pues, su artículo, graciosamente titulado El “pez fuera del agua” muere por su boca (sic), pero, antes, recapitularé algunos hechos que marcan los últimos años de su derrotero político, de manera que los lectores no informados o insuficientemente informados sepan quién es Pérez y qué papel cumple en su facción.

En mi artículo Radiografía de una Falsificación, 28.10.07, había quedado claro que tanto M. Aragón como Pérez mismo mutilan a Engels a efecto de sustentar el nombre de socialista para el Partido. Pero en su artículo Falsificación de una radiografía o la “solidaridad” infraterna, 01.11.07, Pérez escribió que “ni el suscrito ni Aragón, citamos mutiladamente a Engels”. Por eso, en el artículo Respuesta a Gustavo Pérez, 21.11.07, hube de dejar verificada la mencionada mutilación.

En el artículo Puntos sobre algunas íes, 24.02.08, aludí críticamente la deplorable inconducta de Aragón en la revista Alma Matinal, cumpliendo así la responsabilidad de criticar un hecho absolutamente inadmisible en el Socialismo Peruano, pues no es posible que alguien cometa un acto reñido con la ética marxista, y, encima, pretenda no ser criticado. Pero en una carta del 04.03.09, Pérez intentó encubrir la inmoralidad de su correligionario. Por eso, el 17.03. del mismo año, César Risso hubo de dar prueba testimonial de la deplorable inconducta de Aragón.

En el artículo Aragón o el cinismo, 12.02.09, refuté las burdas calumnias de Aragón contra Santiago Ibarra y el suscrito, puse al descubierto sus criollas maniobras, critiqué su temeraria afirmación acerca de una supuesta “bancarrota de la Internacional Comunista” y desenmascaré su mistificación del marxismo al contaminarlo con una fuerte dosis de materialismo mecanicista. Pero, en aquella misma carta del 04.03.09, Pérez silenció todas las calumnias, todas maniobras y todos los desaguisados de su amigo. Por eso, en el artículo Pérez o la artería, 02.04.09, hube de señalar este silenciamiento.

En el artículo Acerca de la propuesta de un partido minga, 01.02.10, quedaron reveladas, una vez más, la tergiversación que hace Ramón García de la verdad del PSP y la negación que comete del ¿Qué hacer? de Lenin. Pero en el artículo Lenin, Mariátegui y el partido de masas, 28.03.10, Pérez trató de encubrir ambos despropósitos, aunque, torpe como es, más bien terminó revelándolos más crudamente. Por eso, en Un artículo revelador, 12.04.10, hube de subrayar puntualmente este hecho.

Como se ve, o, mejor dicho, como lo puede ver cualquier persona que quiera ver, Pérez cumple en su facción el indigno papel de encubrir mutilaciones, tergiversaciones, maniobras, calumnias, inmoralidades y oportunismos, que él, por supuesto, comparte servilmente.

II

Pues bien, siguiendo su camino, ahora Pérez pretende una vez más confundir a los activistas del movimiento urdiendo algunas patrañas, lo que, como siempre, hace sin ningún escrúpulo. Examinemos, pues, esta cuestión.

En el movimiento, es ampliamente conocida mi posición y la de mi tendencia sobre el nombre del Partido de Mariátegui, pero, por si acaso, reseñaré algunas citas al respecto.

“En el Perú de las primeras décadas del siglo pasado, el término socialista aparecía apropiado para darle nombre al Partido, no por razones de principio sino por razones político contingentes. ¿Cuáles fueron estas razones? Tres muy concretas: 1) la incipiente conciencia política de la clase obrera (con esto tiene que ver esta declaración de Mariátegui de 1927: “Extraviarse en estériles debates principistas, en un proletariado donde tan débil arraigo tienen todavía los principios, no serviría sino para desorganizar a los obreros cuando de lo que se trata es, justamente, de organizarlos”; 2) Mariátegui pensaba en un partido legal (en octubre de 1928 escribió: “La libertad del Partido para actuar pública y legalmente, al amparo de la Constitución y de las garantías que ésta acuerda a sus ciudadanos, para crear y difundir sin restricciones su prensa, para realizar sus congresos y debates, es un derecho reivindicado por el acto mismo de fundación pública de esta agrupación”); 3) el socialismo apenas empezaba aquí su proceso histórico y, por tanto, conservaba su antigua grandeza. (El nombre del partido, 06.04.07).

“Mariátegui tuvo una posición definida ante la escisión del movimiento proletario europeo. En el campo del socialismo, es decir, del movimiento socialista en general, se había producido una división entre reformistas y revolucionarios, conservando los primeros el nombre de socialistas y adoptando los segundos el de comunistas. Esta división, como no pudo ser de otro modo, tuvo una justificada repercusión mundial. Por eso el maestro señaló que aquí, en el Perú, “como en Europa, los proletarios tenían que dividirse en colaboracionistas y anti-colaboracionistas, en reformistas y maximalistas”, es decir, en socialistas y comunistas. Pero, realista como era, consideró que, por razones muy concretas, el partido del proletariado peruano podía denominarse Socialista. Es claro, por tanto, que esta denominación equivalía a la de Comunista” (Una vez más sobre el nombre del partido, 30.05.08)

“Dadas las condiciones concretas del Perú del decenio de 1920, el Partido podía y debía llamarse Socialista. Podía, porque aquí no se había producido aún la degeneración parlamentaria y reformista del socialismo y, por tanto, esta palabra conservaba su grandeza, es decir, su núcleo de significación. Y debía, porque esta palabra facilitaba el proyecto de la fundación legal del Partido” (Apuntes sobre el socialismo peruano, nota 7, 10.05.08).

Huelga subrayar que estas citas, entre otras que pueden traerse, demuestran de un modo irrefutable que el suscrito y su tendencia reconocen la corrección del nombre dado por Mariátegui a su Partido.

Pero, confusionista como es, Pérez ha tratado de engañar a los activistas del movimiento: “No es pues por ingenuidad o error que la tendencia ‘Ibarrista’ reniegue del nombre original de Socialista dado por Mariátegui a su Partido”.

En el movimiento, es ampliamente conocida mi adhesión y la de mi tendencia al socialismo proletario, así como mi deslinde y la de mi tendencia con el socialismo oportunista, pero, por si acaso, reseñaré algunas citas al respecto.

“En un comentario sobre cierta opinión vertida por el médico español Gregorio Marañón, Mariátegui sostuvo: “En el hombre de ciencia y de cátedra, de espíritu liberal y humanista, que concede sin reservas al partido socialista de su patria, con un certificado de salud, un testimonio de simpatía y confianza, y que predica como un ideal de su tiempo la eugenesia, la palabra comunismo puede suscitar supersticiosas aprensiones, aunque la práctica del único Estado comunista del mundo - la URSS- le enseñe que no existe entre los dos términos más conflicto que el originado por el cisma entre reformistas y revolucionarios, y por la necesidad práctica eventual de distinguir estos dos campos con dos rótulos diversos” (t.18, pp.165-166). Esto escribió Mariátegui un año y tres meses después de haber fundado el Partido Socialista y, como se ve, sigue la lógica de aquella otra afirmación suya en Aniversario y balance, transcrita en el primer párrafo del presente artículo, aunque ahora -es necesario subrayarlo- el término reivindicado es el de comunismo, lo que debe hacer pensar a más de uno” (El nombre del partido).

“La necesidad, pues, de distinguir entre reformistas y revolucionarios, determinó que el rótulo de socialismo terminara designando a los primeros y el rótulo de comunismo a los segundos. Pero ¿por qué fue así precisamente, y no al revés? Porque el rótulo de comunismo designa el Programa Máximo del proletariado revolucionario y, en consecuencia, es algo más que un rótulo: es el nombre científicamente exacto del Partido, o sea, el nombre que designa con toda exactitud la meta de realizar el gran lema “de cada cual, según su capacidad; a cada cual, según sus necesidades”. La burguesía -pequeña, mediana o grande- puede aceptar y acepta de hecho, en las condiciones del régimen capitalista, la propiedad social bajo la forma de comunidad campesina, cooperativa y empresa estatal, pero de ninguna manera la propiedad común de los medios de producción, y, por esto, algunas tendencias del reformismo se bautizan socialistas, pero no comunistas. Y por eso hay socialismo burgués, pero no comunismo burgués” (ibidem).

“Ocurre que, en el marco de esta necesidad contingente de distinguir a reformistas y revolucionarios con los rótulos de socialistas y comunistas respectivamente, García ha promovido precisamente el rótulo que designa a los reformistas. Pero se entiende que así haya procedido, pues, contrariando a Mariátegui, considera que el nombre de Partido Socialista es una cuestión que se deriva no de una situación concreta particular, sino del problema de nuestra época, consideración con la que, además, contraría también, al mismo tiempo, a Engels y a Lenin” (ibidem).

“García declara: “Para el m.c.n. también ha llegado la hora de quitarse la camisa sucia. Ha llegado la hora de ponerse ropa limpia. Ha llegado la hora de fijar la posición del proletariado respecto al Estado”. Debemos ponernos ropa limpia” (El partido de Mariátegui). ¿Y qué ropa propone? Pues la ropa del socialismo, lo que, evidentemente, equivale a proponer sacarnos la ropa sucia del comunismo para ponernos la ropa más sucia todavía del socialismo. Y, sin embargo, un sector del movimiento comunista nacional se ha puesto esta camisa particularmente sucia” (ibidem).

“Pues bien, cualquier marxista que haya asimilado el marxismo “en su esencia misma como teoría del desarrollo de la humanidad”, tiene que saber: 1) que la necesidad de demarcación política respecto al oportunismo socialista que pulula en el mundo globalizado de hoy, es una necesidad completamente vigente; 2) que la camisa del socialismo está sucia y que, por lo tanto, ponérsela hoy en día como distintivo de la identidad ideológica del proletariado revolucionario es facilitar el engaño de las masas; 3) que no tener en cuenta estas dos cuestiones equivale a no tener en cuenta la realidad objetiva, y no tener en cuenta la realidad objetiva es caer en subjetivismo” (ibidem).

“Como puede constatarse, en la literatura mariateguiana el término socialismo aparece con distintos significados según el contexto verbal y el contexto de situación en que es utilizado, así como, referido al partido, aparece con un significado invariable. Pongamos, pues, algunos ejemplos que confirman este aserto” (Apuntes sobre el socialismo peruano).

“En la conferencia La crisis mundial y el proletariado peruano, Mariátegui señaló que “una parte del socialismo se ha afirmado en su orientación social-democrática, colaboracionista; la otra parte ha seguido una orientación anti-colaboracionista, revolucionaria. Y esta parte del socialismo es la que, para diferenciarse netamente de la primera, ha adoptado el nombre de comunismo”. Evidentemente, en esta afirmación el término socialismo aparece, en primera instancia, en su significado más amplio, más elástico, más dilatado, es decir, designando tanto al bando reformista como al bando revolucionario del proletariado, pero después, en el marco de la diferencia entre el marxismo y el oportunismo, aparece implícitamente designando al segundo” (ibidem).

“En el editorial Aniversario y balance, Mariátegui señaló que “En Europa, la degeneración parlamentaria y reformista del socialismo ha impuesto, después de la guerra, designaciones específicas. En los pueblos donde ese fenómeno no se ha producido, porque el socialismo aparece recién en su proceso histórico, la vieja y grande palabra conserva intacta su grandeza. La guardará también en la historia, mañana, cuando las necesidades contingentes y convencionales de demarcación que hoy distinguen prácticas y métodos, hayan desaparecido”. Evidentemente, en esta afirmación el término socialismo aparece explícitamente como sinónimo de reformismo, pero, referido al contexto de aquellos países donde la degeneración del socialismo no se había producido todavía, aparece conservando intacta su grandeza, es decir, conservando inmaculado su núcleo de significación, o sea, como intercambiable con el término comunismo” (ibidem).

“En la medida en que en el Perú de los años 1920 no se había producido la degeneración del socialismo porque éste recién empezaba aquí su proceso histórico y por cuanto el proyecto de Mariátegui comprendía la fundación legal del partido, en el Acta de Constitución del PSP aparece esta expresiva puntualización: “DE ACUERDO A LAS CONDICIONES CONCRETAS ACTUALES DEL PERÚ, el Comité concurrirá a la constitución de un Partido Socialista, basado en las masas obreras y campesinas organizadas” (ibidem).

“Obsérvese que las importantes y decisivas afirmaciones de Engels (“Para Marx y para mí, por tanto, era sencillamente imposible emplear, para denominar nuestro punto de vista especial, una expresión tan elástica”; “esta palabra [la palabra compuesta socialdemócrata, de la que es parte la palabra socialista]… sigue siendo inadecuada… para un partido cuyo programa económico NO ES UN SIMPLE PROGRAMA SOCIALISTA EN GENERAL, SINO UN PROGRAMA DIRECTAMENTE COMUNISTA”, son directamente escamoteadas por Aragón” (mayúsculas agregadas) (Una vez más sobre el nombre del partido, nota 6).

“EN EL PERÚ DE HOY Y EN EL MARCO DE LA NECESIDAD DE DIFERENCIAR NETAMENTE LOS CAMPOS CON EL OPORTUNISMO, Ramón García y sus repetidores utilizan el término socialismo en su significado más elástico, más dilatado, más general y, así, mezclan oportunismo con marxismo, revisionismo con marxismo, reformismo con revolucionarismo. Y, por cuanto el problema del nombre del Partido, tal como se presenta en la actualidad, está inscrito PRECISAMENTE DENTRO EL MARCO DE AQUELLA NECESIDAD DE NETA DIFERENCIACIÓN, PUEDE ENTENDERSE ENTONCES CUÁL ES EL SIGNIFICADO DE LA PROPUESTA DE UN PARTIDO SOCIALISTA” (ibidem).

“García utilizaba y utiliza los términos Socialismo y Socialismo Peruano en su significado más elástico, más general, más dilatado, tergiversando así a Mariátegui y, de este modo, no desagraviaba el nombre de Partido Socialista ni mucho menos, sino que reivindicaba la palabra socialista sólo para designar la amalgama de revolucionarios y reformistas, de marxistas y revisionistas en una sola organización partidaria. De manera que. al proponer un partido socialista, García no cometía un simple error, sino una verdadera desviación de la Creación Heroica de Mariátegui” (Acerca de la propuesta de un partido minga, 01.02.10.).

“García plantea ahora que “Se requiere de un nombre propio, siguiendo la pauta de Amauta”, y es claro que plantea esto, en primer lugar, en relación al nombre de socialista, que ha dejado atrás, y, en consecuencia, su homenaje a la tradición indígena aparece como contraria a la tradición hispánica, en la medida en que encierra la idea de que cualquier nombre castellano para el Partido no es propio, y, en segundo lugar, en relación a lo extranjero, y, por consiguiente, es claro que cae en la originalidad a ultranza. Ya hemos señalado que el título del Partido no es su forma y, por esto, plantear un nombre propio con el argumento con el que lo hace García, no pasa de ser una preocupación literaria y anárquica” (ibidem).

“De hecho, la afirmación de que “Se requiere de un nombre propio, siguiendo la pauta de Amauta”, encierra la idea de que Mariátegui se equivocó al denominar Socialista a su Partido, pues, al no seguir este nombre “la pauta de Amauta”, no habría sido un “nombre propio”. Dicho en otros términos, encierra la idea de que el maestro cometió un plagio” (ibidem, nota 15).

“Parece, pues, un contrasentido que al comunismo científico se le conozca también con el nombre de socialismo científico, y al término socialismo no se le reconozca como nombre científicamente exacto del partido proletario. Pero la cuestión se plantea en realidad de otro modo: por expresar la meta del proletariado revolucionario, el término comunismo es el nombre científicamente exacto de la teoría marxista” (El nombre del partido).

Huelga subrayar que estas citas, entre otras que pueden traerse, demuestran de un modo irrefutable: 1) que hay socialismo proletario y socialismo oportunista; 2) que defiendo las razones dadas por el propio Mariátegui para denominar Socialista a su Partido; 3) que rechazo la tergiversación de estas razones que hace la facción de Pérez; 4) que en el marco de sus núcleos de significación, las palabras socialismo y comunismo aparecen como intercambiables; 5) que, en su sentido más elástico, sin embargo, la palabra socialismo, en las actuales condiciones nacionales y mundiales, no sirve para marcar las diferencias de concepción y métodos entre marxismo y oportunismo, sino más bien para confundirlas; 6) que, precisamente, la facción de Pérez utiliza la palabra socialismo en este sentido dilatado, y, de este modo, designa un movimiento ideológica y políticamente variopinto; 7) que, por tanto, utiliza dicha palabra en un sentido contrario al que tiene en la literatura mariateguiana referida al Partido (PSP) y al movimiento (Socialismo Peruano); 8) que rechazo el golpe bajo contra Mariátegui que significa insinuar que el nombre de Partido Socialista no fue un “nombre propio”.

Pero, confusionista como es, Pérez ha tratado de engañar a los activistas del movimiento: “son éstos precisamente [los socialistas oportunistas] quienes han puesto sobre el tapete el nombre de Socialista y no Comunista que Mariátegui diese a su Partido y las reales razones que tuvo para ello”. [Los socialistas oportunistas] “retoman el nombre que precisamente J.C. Mariátegui diese al Partido, que él fundase el 07 de Octubre de 1928 (nombre original que ha sido reconocido históricamente en el movimiento socialista peruano, por ‘tiros y troyanos’), y se llaman así mismos (sic), socialistas, convictos y confesos, con el mismo orgullo que lo hiciera Mariátegui”.

En el movimiento, es ampliamente conocida mi posición y la de mi tendencia sobre el Partido Socialista del Perú, pero, por si acaso, reseñaré algunas citas al respecto.

“Mariátegui murió en abril de 1930, la reunión del Comité Central del 20 de mayo del mismo año cambió el nombre del partido y hasta su rumbo político y, poco después, la facción reformista de Castillo usufructuó el nombre de Partido Socialista” (El nombre del partido).

“Así pues, el Grupo Organizador del Partido no se resolvió en el Partido Socialista del Perú, sino en el Partido Comunista, que resultó siendo la negación del proyecto de Mariátegui en más de un punto. Entre el Grupo Organizador del Partido Socialista del Perú y el CC de la Reunión de Santa Eulalia no hubo más cordón umbilical que la presencia de los ex-miembros de la célula secreta de los siete, que, por lo demás, hacía tiempo que había dejado de funcionar como tal. Contrariamente al Grupo Organizador del PSP, la adhesión del PCP al marxismo-leninismo fue una adhesión dogmática, su adhesión a la Tercera Internacional fue una adhesión seguidista y su política concreta respondió a una concepción sectaria que terminó desconociendo en la teoría y en la práctica la composición social del Partido y destruyendo los frutos del trabajo de masas realizado por Mariátegui, es decir, liquidando el carácter de masas del Partido” (Mariátegui y el Partido Socialista del Perú).

“A pesar de la defección de la absoluta mayoría de los miembros del Grupo Organizador del PSP, sus fundamentos ideológicos, teóricos y políticos establecidos por Mariátegui siguieron existiendo como tendencia en el seno el Partido Comunista, no obstante la campaña desatada por Ravines contra el “mariateguismo”. Esto es un hecho histórico, y no reconocerlo haría de la lucha de la militancia por retomar el pensamiento de Mariátegui (y sus resultados en la década de 1960), algo demasiado místico. Por eso, sin extraviarnos en los rótulos, es razonable señalar que el Partido Comunista fue la continuación orgánica del Grupo Organizador del PSP, aunque en una versión distinta al proyecto mariateguiano. Por eso, la acción de la tendencia mariateguiana que actuó en el Partido Comunista, intermitentemente y con aciertos y errores, pero, en última instancia, defendiendo el pensamiento del maestro, constituye un hecho fundamental para la comprensión de la historia de la organización política del proletariado peruano” (ibidem).

“La realidad de las cosas ha demostrado que, en el plano teórico, la reconstitución partidaria ha significado, durante casi cuatro décadas, la lucha por esclarecer los caracteres del Partido Socialista del Perú, sencillamente porque de lo que se trataba y se trata todavía, es de reconstituir el Partido de Mariátegui, y no el que se derivó de la Reunión de Santa Eulalia del 20 de mayo de 1930” (Prólogo a Mariátegui y el Partido Socialista del Perú).

“Tal como señalamos en el estudio que da nombre al presente libro, Mariátegui construyó el Partido Socialista del Perú como un partido de masas y de ideas, marxista-leninista, adherido al internacionalismo proletario, con una justa concepción de la revolución y una correcta estrategia revolucionaria de masas, y lo concibió con una militancia pensante y operante y un estatus legal” (ibidem).

“En consecuencia, es claro que hay que retomar esta concepción mariateguiana del partido del proletariado peruano, pero teniendo en cuenta las condiciones de nuestro tiempo. La reconstitución debe, pues, concluir con la refundación del Partido de Mariátegui como partido de masas y de ideas, adherido a la teoría de Marx, Engels, Lenin, Stalin, Mao y al internacionalismo proletario, con una justa concepción de la revolución, una correcta estrategia revolucionaria de masas, una militancia pensante y operante y, dada la legalidad vigente, con un estatus legal” (ibidem).

“El trabajo de investigación de los orígenes de la organización del proletariado ha conducido a la verdad de que la base de unidad del PSP fue el marxismo-leninismo. Pero García y sus repetidores se empeñan en negar esta base de unidad y, como si esto fuera poco, niegan también la filiación marxista-leninista de Mariátegui” (Acerca de la propuesta de un partido minga).

“El trabajo de investigación de los orígenes de la organización del proletariado ha conducido a la verdad de que Mariátegui tuvo una posición anti-revisionista consecuente, y que, por esto, no construyó el Partido con marxistas y revisionistas. Pero García y sus repetidores silencian el revisionismo y, así, su proyecto de partido (con el nombre de socialista hasta ayer, con el de minga hoy) es una amalgama de marxistas y revisionistas” (ibidem).

“El trabajo de investigación de los orígenes de la organización del proletariado ha conducido a la verdad de que Mariátegui planteó claramente que “la praxis marxista… propone… la conquista del poder político como base de la socialización de la riqueza”. Pero García y sus repetidores niegan este principio planteando construir “los gérmenes del socialismo” en las condiciones de la sociedad capitalista” (ibidem).

“El trabajo de investigación de los orígenes de la organización del proletariado ha conducido a la verdad de que el PSP fue un partido doctrinariamente homogéneo. Pero García y sus repetidores niegan esta verdad histórica procurando hacer pasar como de Mariátegui la concepción de Hugo Pesce de un partido de ‘dos niveles’” (ibidem).

“El concepto de Reconstitución es correcto en principio, y esto, como hemos sostenido arriba, es un mérito de Abimael Guzmán, que García se lo mezquina. El proletariado peruano tiene en el PSP el modelo de su partido, y su irrenunciable tarea histórica es reconstituir este partido de acuerdo a las condiciones actuales. El hecho de que el mismo Guzmán, promotor original de la Reconstitución, se desviara de su contenido, es un problema distinto, como también es un problema distinto que García, formalmente seguidor durante cuarenta años de la Reconstitución, igualmente se haya desviado de su contenido, ¡y hasta haya renunciado al concepto mismo! Por cuanto el propio proceso histórico de la revolución pugna por hacer realidad la Reconstitución del Partido de Mariátegui, las mencionadas defecciones no son nada para impedirla. El concepto de Reconstitución es completamente actual. La gran tarea histórica de Reconstituir el Partido de Mariátegui está vigente (ibidem).

“García, pues, ha renunciado a la Reconstitución, y esto tiene algo de sentido, pues su proyecto de partido de “dos niveles” es apenas un reciclaje del modelo de partido propuesto por Hugo Pesce en la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana realizada en Buenos Aires en junio de 1929, y, por tanto, nada tiene que ver con el PSP, modelo de partido proletario fundado por Mariátegui. Por tanto, al renunciar a la Reconstitución, García ha abandonado incluso formalmente la tarea de reconstituir el Partido de Mariátegui. Por eso ahora plantea “una organización de proyección nacional” con toda clase de oportunistas y toda clase de revisionistas. Tal vez su fracaso individual lo haya llevado a esto. Pero la Reconstitución es la Reconstitución del Partido Socialista del Perú de acuerdo a la realidad actual, o no es nada” (ibidem).

“Es sabido que el PCP (Unidad) ve con malos ojos a Stalin y es por completo contrario a Mao. Es sabido que, más allá de su retórica, el PCP (Patria Roja) no tiene una posición esclarecida ante la verdad universal. Es sabido que el PCP (Sendero Luminoso) tiene una posición delirantemente maoísta y que, además, incluye el llamado pensamiento Gonzalo como parte de la verdad universal. Es sabido que el Partido Socialista Peruano tiene una posición ambigua ante el leninismo y que no reconoce a Stalin ni a Mao. Y, en este mar de oportunismo y revisionismo, García y sus repetidores reducen la denominación de la teoría proletaria a la sola palabra marxismo, con lo que pretenden sentar una base para su integración con las mencionadas organizaciones (y algunas otras por el estilo). En esto consiste la dilución-integración de García, es decir que, su dilución, empieza por ser dilución de la teoría de Marx, Engels, Lenin, Stalin, Mao en un marxismo a secas, y sólo después, y precisamente por ello, termina siendo dilución orgánica bajo la forma de integración de distintas tendencias oportunistas y revisionistas. Lenin planteó la dilución de la organización del partido y la integración de sus militantes al movimiento revolucionario de las masas en las condiciones de la sociedad socialista, mientras García plantea la dilución del partido y la integración de sus militantes a toda clase de oportunistas y revisionistas en las condiciones de la sociedad capitalista. Esta constatación prueba que la dilución de García no tiene nada que ver con la dilución de Lenin. De hecho, su propuesta de “una organización de proyección nacional” conculca la independencia de clase del proletariado, subasta su autonomía ideológica y orgánica, y, por esto, resulta siendo REVISIONISMO EN CUESTIONES DE ORGANIZACIÓN” (ibidem).

Huelga subrayar que estas citas, entre otras que pueden traerse, prueban de un modo irrefutable: 1) mi adhesión al modelo de partido legado por Mariátegui; 2) mi rechazo a la tergiversación de la verdad ideológica y organizativa del PSP que hace la facción de Pérez; 3) mi crítica al abandono de la reconstitución del Partido de Mariátegui y su reemplazo por la idea de integrar en un solo partido toda clase de oportunismo y revisionismo; 4) mi convicción de que la solución al problema de la organización política del proletariado peruano consiste en reconstituir el Partido de Mariátegui de acuerdo a las condiciones actuales.

Pero, confusionista como es, Pérez ha tratado de engañar a los activistas del movimiento: “No es pues por ingenuidad o error que la tendencia ‘Ibarrista reniegue del nombre original de Socialista dado por Mariátegui a su Partido, sino que ello implica tomar posición con el Partido distinto fundado a partir del 20 de Mayo de 1930, posición que precisamente comparte con los senderistas”.

En el movimiento, es ampliamente conocida mi posición sobre la verdad universal y su denominación, pero, por si acaso, reseñaré algunas citas al respecto.

“El pensamiento de Mao tiene valor universal y, por tanto, puede hablarse de maoísmo. Ahora bien, es de conocimiento general que el mundo ha experimentado grandes cambios, pero no ha cambiado la época y, así, el aporte de Mao al marxismo, con ser todo lo grande que es, no corresponde a una nueva época histórica y, por tanto, en rigor no es correcto hablar de maoísmo” (El pez fuera del agua, p.31).

“El término marxismo-leninismo está vigente, pero presenta la limitación de dejar por fuera a Engels, Stalin y Mao. El término marxismo-leninismo-maoísmo no es correcto, porque, a diferencia del marxismo y el leninismo, el pensamiento de Mao no representa una época en el desarrollo de la teoría proletaria. En cambio la denominación de esta teoría como la teoría de Marx, Engels, Lenin, Stalin, Mao, expresa el desarrollo general del marxismo hasta hoy y, además, un justo reconocimiento a todos los representantes del proletariado internacional, sin subestimar o menospreciar a ninguno” (El pensamiento de Mao. Planteamiento de la cuestión, en El pez fuera del agua, pp.233-234).

“¿Cómo debe denominarse, entonces, la teoría del proletariado? Por su carácter, debe denominarse comunismo científico; por las épocas en su desarrollo, debe denominarse marxismo-leninismo; y, por la nomenclatura de sus representantes, debe denominarse teoría de Marx, Engels, Lenin, Stalin, Mao (El pez fuera del agua, p.38).

“Parece, pues, un contrasentido que al comunismo científico se le conozca también con el nombre de socialismo científico, y al término socialismo no se le reconozca como nombre científicamente exacto del partido proletario. Pero la cuestión se plantea en realidad de otro modo: por expresar la meta del proletariado revolucionario, el término comunismo es el nombre científicamente exacto de la teoría marxista” (El nombre del partido).

“Como es de conocimiento general, en los años de la revolución cultural los comunistas chinos acuñaron el término ‘pensamiento Mao Tsetung’, lo cual es una falta gramatical, pues no aparece ahí la preposición de, que indique pertenencia (en este error hemos estado involucrados todos durante un tiempo). Pero ocurre que en vez de rectificarse, el senderismo ha persistido en esta falta al hablar de ‘pensamiento Gonzalo’. El término ‘pensamiento Gonzalo’ constituye, pues, una flagrante transgresión de la gramática castellana” (ibidem, p.46).

Huelga subrayar que estas citas, entre otras que pueden traerse, demuestran de un modo irrefutable: 1) que no asumo el término marxismo-leninismo-maoísmo; 2) que no asumo el término pensamiento Mao Tsetung; 3) que reconozco como correctas, en distintos sentidos y diversas medidas, las siguientes denominaciones de la teoría proletaria: a) marxismo-leninismo; b) teoría de Marx, Engels, Lenin, Stalin, Mao; c) comunismo científico (o socialismo científico); 4) que, por expresar todo el desarrollo del marxismo hasta hoy y cumplir con la exigencia mariateguiana de expresar netamente nuestra identidad doctrinal a fin de marcar nuestras diferencias en concepción y métodos con el oportunismo, considero que la denominación de la teoría proletaria como la teoría de Marx, Engels, Lenin, Stalin Mao, es la más apropiada en la actual situación política nacional y mundial.

Pero, confusionista como es, Pérez ha tratado de engañar a los activistas del movimiento: “mientras la tendencia liderada por Eduardo Ibarra formula el deslinde con el denominado ‘ultraizquierdismo gonzalista’ y su fundamento ‘marxista-leninista-maoísta’, desde las posiciones del ‘marxismo-leninismo-Pensamiento Mao Tse Tung’ (¡Vaya una sutil diferencia!)”.

III

Es así, pues, como Pérez falsifica, manipula, mistifica, miente, retuerce los hechos a fin de cumplir su proterva intención de engañar a los activistas del movimiento y, según parece, muy especialmente a los miembros del Movimiento José María Arguedas y del Movimiento Todas las Voces, toda vez que específicamente menciona a estas organizaciones en su artículo.

De esta forma, por completo ajena al marxismo y especialmente a la ética marxista, Pérez se ha revelado, ante el movimiento y el público en general, como un falsario recalcitrante, como un confusionista contumaz, como un desvergonzado impenitente.

Así, pues, su deshonestidad intelectual y su cinismo político aparecen tan evidentes, que cualquiera que asuma sus patrañas estaría descendiendo a su nivel.

IV

Pues bien. Veamos ahora en qué consiste la pretendida defensa de Pérez de “las tesis originales de Mariátegui”. En el artículo que examino, el pretendido defensor ha dejado escrito: “Es precisamente a éstos socialistas (sic) a quienes va dirigido el ‘deslinde de los senderistas, pues son éstos (sic) precisamente quienes han puesto sobre el tapete el nombre de Socialista y no Comunista que Mariátegui diese a su Partido, y las reales razones que tuvo para ello así como el carácter Socialista y no Nacional Democrática (solo antiimperialista y antifeudal), que éste (sic) diese a la Revolución Peruana, la propia característica del Partido, de las fuerzas integrantes del Frente Unido, y del nuevo semi-Estado con que se reemplazaría el Estado burgués”.

Pero ocurre que Pérez tergiversa sin ningún rubor no pocas de las “tesis originales de Mariátegui”. Recapitulemos, pues, algunas de estas tergiversaciones.

1. Mariátegui tituló a la organización política del proletariado Partido Socialista del Perú, porque entendió que, en las condiciones nacionales de su tiempo, el término Socialista equivalía al de Comunista. Pero, al negar las razones que tuvo Mariátegui para denominar Socialista a su Partido, Pérez niega, al mismo tiempo, toda sinonimia de este término con el término Comunista, y, así, repite la palabra Socialista, utilizada por Mariátegui, pero niega el concepto que ella encierra en la literatura del maestro referida al partido (PSP) y al movimiento (Socialismo Peruano). Esto constituye una flagrante negación de la tesis mariateguiana.

2. Mariátegui consideró que la revolución peruana es una revolución socialista con dos etapas. Por eso, defendiendo esta tesis, en el ensayo Mao y Mariátegui, 07.10.02, argumenté: “En su famoso editorial Aniversario y balance, setiembre 1928, Mariátegui sostuvo: “La revolución latino-americana, será nada más y nada menos que una etapa, una fase de la revolución mundial. Será simple y puramente, la revolución socialista. A esta palabra, agregad, según los casos, todos los adjetivos que queráis: ‘anti-imperialista’, ‘agrarista’, ‘nacionalista-revolucionaria’. El socialismo los supone, los antecede, los abarca a todos” (t.13, pp.247-248). Y en los Principios programáticos del Partido Socialista, octubre del mismo año, dejó sentado: “Cumplida su etapa democrático-burguesa, la revolución deviene en sus objetivos y en su doctrina revolución proletaria” (ibidem, p.162). ¿Contradicción? No, en modo alguno, pues, por un lado, el socialismo, efectivamente, supone, antecede, abarca la revolución democrática, y supone, antecede y abarca la revolución democrática, porque la dirección del proletariado en esta revolución es el factor que garantiza su transformación en revolución socialista proletaria. Por eso Mariátegui precisó: “Sólo la acción proletaria puede estimular primero y realizar después las tareas de la revolución democrático-burguesa, que el régimen burgués es incompetente para desarrollar y cumplir” (ibidem, pp.160-161). Por eso en el Informe sobre la actividad política de José Carlos Mariátegui, llevada por la delegación peruana al Congreso Constituyente de la Confederación Sindical Latinoamericana, realizado en Montevideo en mayo de 1929, así como a la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana, realizada en Buenos Aires en junio del mismo año, Mariátegui escribió estas precisas palabras: “Prepara actualmente un libro sobre política e ideología peruana, que será la exposición de sus puntos de vista sobre la Revolución Socialista en el Perú” (t.13, p.15). Y esta definición de la revolución peruana es correcta, sencillamente porque “somos anti-imperialistas porque somos marxistas, porque somos revolucionarios, porque oponemos al capitalismo el socialismo como sistema antagónico, llamado a sucederlo” (ibidem, p.95). Pero es indudable que, al mismo tiempo, es necesario distinguir lógica e históricamente la revolución democrático burguesa de la revolución socialista proletaria en la medida en que una y otra son cualitativamente distintas. Pues bien, considerada en su conjunto, ¿cómo puede denominarse la revolución peruana? Cuando decimos “revolución de nueva democracia”, indicamos la primera etapa de dicha revolución y su perspectiva histórica. Y cuando decimos “revolución socialista”, indicamos su segunda etapa con prescindencia absoluta de la primera. Pero si dijéramos que la revolución peruana es una “revolución socialista con dos etapas”, estaríamos denominándola teniendo en cuenta precisamente su proceso general y, sin duda, sin menoscabo de la indiscutible diferencia lógica e histórica existente entre la revolución democrático burguesa y la revolución socialista proletaria, o, mejor dicho, sin menoscabo de la diferencia entre su etapa democrática y su etapa proletaria. En abono de esta denominación de la revolución peruana como “socialista con dos etapas”, concurre el hecho de que en determinadas condiciones históricas se entrelazan algunos elementos democráticos y socialistas, de manera tal que la revolución democrática realiza algunas tareas de la revolución socialista y la revolución socialista culmina algunas tareas de la revolución democrática, así como en el hecho de que todo este proceso está dirigido precisamente por el proletariado. Ya Mariátegui señalaba que, debido a la supervivencia de la comunidad campesina, la solución de nuestro problema agrario tiene una solución en gran parte socialista y que en nuestro país “es muy posible que el destino del socialismo… sea en parte el de realizar, según el ritmo histórico a que se acompase, ciertas tareas teóricamente capitalistas” (t.13, p.273. Elipsis nuestra). Y ya en junio-julio de 1905 Lenin había señalado que “en una situación histórica concreta se entrelazan los elementos del pasado y del porvenir, se confunden uno y otro camino. El trabajo asalariado y su lucha contra la propiedad privada existen también bajo la autocracia, nacen incluso en el régimen feudal. Pero esto no nos impide en lo más mínimo distinguir lógica e históricamente las grandes fases del desarrollo. Pues todos nosotros contraponemos la revolución burguesa y la socialista, todos nosotros insistimos incondicionalmente en la necesidad de establecer una distinción rigurosa entre las mismas, pero ¿se puede negar acaso que se entrelacen en la historia elementos aislados, particulares de una y otra revolución? ¿Acaso la época de las revoluciones democráticas en Europa no registra una serie de movimientos socialistas y de tentativas socialistas? ¿Y acaso la futura revolución socialista en Europa no tendrá todavía mucho que hacer para culminar lo que ha quedado sin terminar en el terreno de la democracia?” (Dos tácticas de la socialdemocracia en la revolución democrática). Esto significa que la relación entre la revolución democrática y la revolución proletaria no se limita a una sucesión ininterrumpida, sino que, en determinadas circunstancias, incluye un verdadero entrelazamiento de elementos democráticos y socialistas particulares, dependiendo el grado y la forma de este entrelazamiento de la situación histórica general concretamente dada”.

Pero Pérez borra de un plumazo el entrelazamiento de las dos etapas de la revolución peruana: “el carácter Socialista y no Nacional Democrática (solo antiimperialista y antifeudal) que éste [Mariátegui] diese (sic) a la Revolución Peruana”. De este modo tergiversa la teoría mariateguiana acerca del carácter socialista con dos etapas de nuestra revolución.

3. En cuanto a “la propia característica del Partido”, todo marxista que conoce la verdad histórica del PSP, sabe que Mariátegui constituyó un partido de clase que debía asumir la forma de un partido de masas. De clase, porque estaba basado en el marxismo leninismo: “El marxismo-leninismo es el método revolucionario de la etapa del imperialismo y de los monopolios. El Partido Socialista del Perú lo adopta como su método de lucha” (Principios programáticos del Partido Socialista del Perú). Que debía asumir la forma de un partido de masas, porque. 1) “La organización de los obreros y campesinos, con carácter netamente clasista, constituye el objeto de nuestro esfuerzo y nuestra propaganda y la base de la lucha contra el imperialismo extranjero y la burguesía nacional”; 2) “el Comité concurrirá a la constitución de un partido socialista, basado en las masas obreras y campesinas organizadas” (Acuerdos de la Reunión de Barranco, en Martínez de la Torre, Apuntes para una interpretación marxista de historia social del Perú, t.II, pp.397-398). Pero en su literatura partidaria, y aun indirectamente en un artículo sobre la revolución mexicana, Mariátegui puso el acento en el carácter de clase de su partido a fin de que su concepto de un partido de masas y de ideas no fuese confundido con un partido tipo socialdemócrata. Por eso en Antecedentes y desarrollo de la acción clasista recordó: “Mariátegui regresa en ese tiempo [en 1923] de Europa con el propósito de trabajar por la organización de un partido de clase”. Por eso en el numeral 3 de la moción aprobada por la Reunión de Barranco se lee: “La lucha política exige la creación de un partido de clase, en cuya formación y orientamiento [el Comité] se esforzará tenazmente por hacer prevalecer sus puntos de vista revolucionarios clasistas” (Martínez, ibidem, p.398). Por eso la moción aprobada por la Reunión del 4 de marzo señala: “El P.S. es un partido de clase” (ibidem, p.487). Por eso el 19 de marzo de 1930 mantuvo: “El socialismo no puede ser actuado sino por un partido de clase” (t.12, p.69) (Los subrayados son míos).

Pero, como es de conocimiento común, no hace mucho Pérez ha dicho que “Una lectura atenta de este numeral del Acta [del numeral 3 de la moción aprobada por la Reunión de Barranco], da cuenta de que en el se reconoce la necesidad de la creación de un Partido ‘de clase’, pero que, de ‘acuerdo con las condiciones concretas actuales del Perú’, concurrirá a la constitución de un Partido ‘basado en las masas obreras y campesinas organizadas’. Es decir que las condiciones concretas actuales del Perú requerían no de un Partido de clase sino de uno basado en las masas obreras y campesinas, lo que acredita que éstas condiciones concretas, a que hace referencia Mariátegui en este párrafo, no son justificatorias del nombre SOCIALISTA para el Partido sino simplemente de su composición social, lo que no se apreciaba correctamente por la cita mutilada o fragmentada del texto de Mariátegui” (Mariátegui, Lenin y el Partido de masas. El subrayado es mío). De este modo, con calumnia contra mi persona de por medio, falsifica la concepción mariateguiana del PSP.

V

Como se sabe, estas tergiversaciones “de las tesis originales” de Mariátegui no son las únicas ni son exclusivas de Pérez, pues su facción como tal facción ha falsificado a Mariátegui en varios respectos fundamentales, entre ellos el primero y el tercero tratados en el numeral anterior. Veamos, pues, ahora, algunas otras falsificaciones que comete la aludida facción.

1. Es conocida la torpe y feroz campaña que llevan a cabo desde hace varios años algunas personas contra la filiación marxista-leninista de Mariátegui. Con los argumentos más sesgados y más ridículos, tratan de presentar a Mariátegui como un marxista no leninista y como un socialista no comunista. Pero, como es de conocimiento general, Mariátegui: 1) estableció el marxismo-leninismo como la base de unidad del PSP, con lo cual, además, definió su propia identidad doctrinal; 2) señaló, en el plano del núcleo de significación de los términos considerados, que “no existe entre los dos términos [entre los términos socialismo y comunismo] más conflicto que el originado por el cisma entre reformistas y revolucionarios, y por la necesidad práctica eventual de distinguir estos dos campos con dos rótulos diversos”, con lo que probó que, cuando tituló Socialista a su Partido, lo estaba definiendo Comunista, y, por tanto, cuando se definía socialista se estaba definiendo comunista. Estas constataciones dan al traste con la oportunista campaña que, expresiva y sintomáticamente, no ha encontrado, en la facción de Pérez, un solo contradictor más o menos consistente. Esto demuestra que no existe ahí una lucha ideológica activa, o, más bien, que todos comparten la mistificación de la personalidad doctrinal de Mariátegui. Pero, fuera de tal facción, la torpe campaña ha sido desbaratada en los artículos ¿Mariátegui contra Mariátegui?, Puntos sobre algunas íes, Mariátegui y el leninismo, Mariátegui y la base de unidad del partido y Apuntes sobre el socialismo peruano.

2. Ramón García dice que “El PSP tenía dos niveles: internamente funcionaba como ‘facción orgánica y doctrinariamente homogénea’ (como ‘célula secreta de los 7’); externamente aspiraba a ser ‘el primer gran partido de masas e ideas de toda nuestra historia republicana” (Aniversario 80 (5), (22.09.07). Pero ocurre que esta es una afirmación sin fundamento, y, por esto, constituye una flagrante falsificación de la verdad histórica del PSP, al mismo tiempo que todo un trastrueque, pues pretende hacer pasar como de Mariátegui la concepción del Partido que Hugo Pesce y Julio Portocarrero levantaron en la Conferencia Comunista de Buenos Aires de 1929. Pero esta oportunista falsificación no ha sido ni denunciada ni criticada en la facción de Pérez, sencillamente porque ahí no existe ni la claridad de pensamiento ni la personalidad política necesarias para llevar adelante una lucha activa contra semejante tergiversación. En una carta a Luis Anamaría del 28.10.09, M. Aragón reveló que la facción de Pérez se aprestaba a formalizar “abiertamente la constitución del partido que ellos ya formaron el 6 de febrero [de 2009] en aplicación de la propuesta de Ramón [García] del partido de dos niveles : uno ‘secreto’, y otro ‘de masas y de ideas’”. No comentaré aquí una cuestión que el autor de la carta dice más adelante acerca de este “partido de dos niveles”, pues, por lo pronto, sólo es menester indicar que, por dicha carta, el movimiento ha quedado informado de que existe un “nivel secreto” que, por ser tal, dirige o pretende dirigir antidemocráticamente a un conjunto ideológicamente heterogéneo de incautos. Pero, como se sabe, la tergiversación de la verdad histórica del PSP ha sido desenmascarada en los artículos El partido de masas y de ideas de Mariátegui, Acerca de la propuesta de un partido minga y Un artículo revelador.

3. Utilizando la palabra socialismo en su sentido más dilatado, el socialismo oportunista incluye en su proyecto de partido (y en la concepción del movimiento), una variopinta gama de oportunismos y revisionismos. Por eso al rehabilitar a Arroyo Posadas (quien, como escribí en Apuntes sobre el socialismo peruano, “tuvo especial responsabilidad en la política derechista que durante décadas caracterizó la acción del Partido Comunista, y que, ‘a los 60 años’, es decir, en 1966, o sea, en el contexto de la polémica entre marxismo y revisionismo, hacía ya un tiempo que había tomado partido por el segundo”), García rehabilita de hecho al revisionismo criollo, o, más exactamente, al revisionismo criollo supuestamente mariateguiano, como por ejemplo el Jorge del Prado de 1943 que publicó el artículo Mariátegui, marxista-leninista, fundador del Partido Comunista Peruano, cuyo contenido, sobre poco más o menos, es el mismo que el contenido del artículo A propósito del artículo “El populismo en el Perú”, de V, Miroshevski, de Arroyo Posadas, oportunistamente elogiado en los artículos Moisés Arroyo Posadas, 1991, y Moisés Arroyo Posadas en el 89 aniversario de su nacimiento, 1995, ambos debidos a la pluma del rehabilitador. Es decir, en la persona de Arroyo Posadas, García rehabilita al revisionismo supuestamente mariateguiano. Pero además, al considerar como “socialista” al antimarxista Luis E. Valcárcel, García demuestra que su “movimiento socialista” es más bien uno que sería más exacto denominar novodemocrático, neodemocrático, de nueva democracia o democrático burgués de nuevo tipo, pues así se estaría designando el movimiento que representa lo que Mariátegui llamó la “etapa democrático-burguesa” de la revolución peruana, y, al mismo tiempo, se evitaría el confusionismo que ocasiona el uso elástico del término socialismo. Por otra parte, quede dicho que, con el nombre que sea, el proyecto de un partido que integre las diversas organizaciones oportunistas y revisionistas que activan en la escena nacional, ha sido ya fundadamente criticado en los artículos El partido de masas y de ideas de Mariátegui, Apuntes sobre el socialismo peruano y Acerca de la propuesta de un partido minga.

A esta mistificación de la identidad doctrinal de Mariátegui y a estas tergiversaciones de cuestiones fundamentales dirimentes de su pensamiento, la facción de Pérez, como se sabe, agrega otras relativas a las mismas cuestiones, y aún otras más referentes a la verdad universal. De hecho, la mistificación de Mariátegui y su obra que comete dicha facción constituye un intento de pasar gato por liebre, de utilizar tendenciosamente al maestro del proletariado peruano, de arrastrar al movimiento por un camino oportunista.

VI

Es de conocimiento general que Ramón García defeccionó ante la lucha interna en el Partido en 1975, y que con él defeccionaron también todos sus viejos seguidores. Pues ocurre que, en ese tiempo, García consideraba al PCP como el Partido de Mariátegui, sencillamente porque de otro modo no hubiera renunciado únicamente a su cargo ni hubiera solicitado una licencia por un año. Esto está claro para cualquier persona con dos adarmes de seso. Todavía muchos años después de su defección, García seguía pensando que el PCP era el partido que había fundado Mariátegui. Toda su literatura publicada sobre el tema en la revista Punto de Vista así lo prueba, y muy especialmente su serie El proceso de la nueva democracia, de la cual basta citar estas afirmaciones: [en la década del sesenta] “la segunda generación realiza dos importantes certámenes, la IV Conferencia, enero de 1964, y la V Conferencia, noviembre de 1965” (nº4, p.28). “En enero de 1969, la tercera generación política del proletariado peruano irrumpe en la escena realizando la VI Conferencia, certamen que actualmente signa todo el proceso de la nueva democracia, con el planteamiento de la Base de Unidad Partidaria y la Reconstitución” (ibidem, p.29). Estas afirmaciones fueron publicadas en marzo-abril de 1983, ocho años después de su defección. De nada le sirve haber sostenido que, “Es en la década del 70 que la tercera generación resuelve en teoría el problema de la BUP tomando el Camino de Mariátegui como su eje, y el problema de la Reconstitución tomando el Camino de Mariátegui como su base” (ibidem). También Abimael Guzmán sostuvo que “Retomar el Camino de Mariátegui es Reconstituir el Partido Comunista, su Partido; es trabajar por su construcción ideológico-política, desarrollando los fundamentos que le diera su fundador y es, simultáneamente, pugnar por su construcción organizativa reajustando lo orgánico a lo político” (Guerra popular en el Perú. El pensamiento Gonzalo, t.I, p.91). Como se ve, ambas afirmaciones, a pesar de que una apela al “Camino de Mariátegui”, y la otra a “los fundamentos que le diera Mariátegui” al Partido, no significaban ninguna distinción entre el PSP fundado el 7 de octubre de 1928 y el PCP fundado el 20 de mayo de 1930. La idea de que el PCP resultó siendo la negación del PSP, apenas se dibujó ya entrado el siglo XXI. Por tanto, en el momento en que García presentó su carta, por interpósita persona, a la S.G., en su conciencia existía la idea de que la estaba presentando a la S.G. del Partido de Mariátegui, y por esto renunció a su cargo pero no al partido mismo y solicitó una licencia de un año que, inútil decirlo, suponía su reincorporación. Sin embargo, ésta no se produjo, y, así, su licencia se convirtió de hecho en renuncia. De este modo defeccionó ante el Partido, e, incluso, ante sus propios seguidores. Esto está claro para cualquier persona con dos adarmes de seso. Pero, como sus seguidores también defeccionaron a lo largo de 1975, la mala conciencia no les permite asumir una actitud crítica ante García.

En la Presentación al libro El movimiento obrero de 1919, Mariátegui escribió: “Los juicios del autor sobre el confusionismo y desorientación de que fatalmente se resentía la acción obrera, en esa jornada y sus preliminares, me parecen demasiado sumarios. Martínez de la Torre no tiene a veces en cuenta el tono incipiente, balbuceante, instintivo de la acción clasista de 1919. Después de su victoriosa lucha por la jornada de ocho horas, es ésa la primera gran agitación del proletariado de Lima y el Callao, de carácter clasista. La dirección del movimiento no puede presentar la línea severamente sindical, revolucionaria, que Martínez de la Torre echa de menos en ella. Por su juventud, Martínez de la Torre no aporta un testimonio personal de la lucha del 19. Juzga los hechos a la distancia, sin relacionarlos suficientemente con el ambiente histórico dentro del cual se produjeron. Prefiero hallarlo intransigente, exigente, impetuoso, a hallarlo criollamente oportunista y equívoco”.

Precisamente, Pérez ha pretendido justificar la injustificable defección de García y sus viejos seguidores, ocurrida en 1975, con una idea que apenas se ha perfilado en esta primera década del siglo XXI, es decir, alrededor de treinta años después: “Preguntamos ¿Cuál Partido? ¿El fundado por Mariátegui el 07 de Octubre de 1928 o el constituido a partir del 20 de Mayo de 1930, a su muerte y con tesis fundamentales distintas a las defendidas por él? Resulta evidente que se trata de este último”.

Es así, pues, como Pérez aparece, ante el movimiento y el público en general, como criollamente oportunista y equívoco.

Como dice la Nota sobre una verdad histórica, “ningún argumento puede justificar semejante defección. Y como ya entonces García hizo un intento de levantar tienda aparte (cosa que no pudo consumar), es claro que su defección implicó una acción escisionista, lo que quedó probado también por los hechos posteriores: no se reincorporó al partido en febrero de 1976, como hubiera tenido que hacer, y, como es de conocimiento general, desde el exterior y hasta hoy, dirige por correspondencia su facción”. “La defección de García significa tres cosas: 1) que se engañó a sí mismo; 2) que engañó al partido; 3) que de hecho renunció al partido. Todo esto, al parecer, le pesa de algún modo en su conciencia, pues a lo largo de los años ha tratado varias veces de justificarse de forma indirecta, recurriendo a diversos argumentos y hasta a verdaderos juegos de palabras, pero, por supuesto, nada de esto le sirve. Por eso resultó gracioso que en el egocéntrico artículo Las cinco caídas de yo el supremo se pavoneara diciendo que lo habían expulsado del PCP-SL “con pelos y señales”, cuando la verdad monda y lironda es que cualquier expulsión formal que pudiera haber (y no hay prueba de que la haya), sale sobrando por cuanto ya con anterioridad había renunciado al partido”. “Así, pues, demostró no tener la fibra revolucionaria necesaria para defender sus posiciones ahí donde tenía que haberlas defendido. Y como sus viejos seguidores demostraron exactamente lo mismo al proceder de forma similar, entonces no puede dejarse de señalar que tanto el primero como los segundos le allanaron el camino a Abimael Guzmán, así sea porque de algún modo no hubieran compartido su posterior oportunismo de izquierda. Esta es la responsabilidad que tienen ante el partido, la clase, el pueblo, el Socialismo Peruano”. “En el ensayo Mariátegui y el Partido Socialista del Perú, el suscrito resaltó este hecho histórico: “13. En la Reunión del CC del 1 de marzo de 1930, Mariátegui renunció a la Secretaría General y propuso la elección de un nuevo Secretario. Pero no renunció al Partido, ni formalmente ni de hecho. Es decir, no le rehuyó a la lucha interna, no obstante que, ya entonces, sabía que la mayoría se orientaba por desechar el nombre de Socialista para el Partido, e, incluso, por la asunción de una política concreta distinta a la suya. Esto quiere decir que el maestro –maestro también en esto– asumió orgánicamente la defensa de sus posiciones”. “Pero, como se ha visto, este ejemplo de espíritu de partido, este ejemplo de fibra revolucionaria del maestro del proletariado peruano, no fue seguido por García y sus viejos partidarios”.

Como se ve, o, mejor dicho, como lo puede ver cualquier persona que quiera ver, Pérez cumple en su facción el indigno papel de encubrir no sólo mutilaciones, tergiversaciones, maniobras, calumnias, inmoralidades y oportunismos, sino también defecciones.

VII

Oscuros sentimientos y maligna intención han movido a Pérez a montar las patrañas que se han caído a pedazos con el presente artículo. Bajas pasiones y retorcidas ideas lo han llevado a la grotesca situación de mostrarse en toda su miseria ante el movimiento y el público en general. Ciertamente el odio altera los sentidos y, así por ejemplo, como epígrafe de su artículo, Pérez cita una frase de la Nota Bene que, no hace mucho, presidió la publicación de seis artículos del suscrito, y la hace aparecer firmada por Santiago Ibarra. Pero la verdad es que dicha Nota fue consensuada y está firmada por un Comité de cuatro compañeros, el Comité de Reconstitución José Carlos Mariátegui (B), y no personalmente por el que menciona Pérez. Es decir que ahí donde aparece el nombre de nuestro Comité, Pérez leyó Santiago Ibarra. Esto prueba el odio visceral que lo conduce a una creciente desconexión con la realidad cada vez que se trata de alguna cuestión que atañe a nuestras personas y, en general, a nuestra tendencia.

En ese estado de odio desaforado en que se encuentra, ya desde hace tiempo, Pérez ha revelado la intención de su artículo: aprovechar el momento de deslinde con el senderismo, a raíz de la publicitada bravata de esta tendencia en la Universidad Mayor de San Marcos, para, con la vil patraña de un supuesto llamado a un frente nuestro con ella, malquistar al movimiento con mi tendencia y mi persona en particular. Pues bien, el párrafo de la Nota Bene, en el que Pérez, con lupa pegada al ojo, intenta ver un tal llamado, reza así: “Pero, mientras así se desenmascaraba el revisionismo de Ramón García y sus repetidores, ¿qué hacían aquellos senderistas que se han desgañitado motejando falsamente al c. Eduardo Ibarra de “socialista”? Es claro que todo el “aporte” de estos senderistas a la lucha contra este rebrote del revisionismo criollo ha sido utilizar como insulto la palabra socialista. Es decir, no han aportado a esta lucha ni una sola idea, lo que es una demostración más de su impotencia teórica”. Esto quiere decir que el Comité de Reconstitución José Carlos Mariátegui (B) señaló: 1) que los senderistas habían acusado al suscrito de socialista oportunista; 2) que más bien el suscrito ha llevado una lucha resuelta contra el socialismo oportunista; 3) que en esta lucha los senderistas se han reducido a utilizar la palabra socialista como insulto, y que esta actitud adjetiva demuestra su impotencia teórica. En consecuencia, cualquier persona con un mínimo de inteligencia, puede que ver que, en el párrafo citado, lo que hay es la constatación objetiva de un dato de la realidad, y que, por esto, sólo a un obtuso, o a un falsario, puede ocurrírsele que alguien, sea el que fuere, puede pretender llamar a la impotencia teórica a un frente para luchar contra el rebrote del revisionismo criollo que representa la facción de Pérez. Mi tendencia se ha bastado a sí misma para desenmascarar este revisionismo, y para completar esta obra no necesita hacer ningún frente con elementos oportunistas incapaces de hilvanar dos ideas. Pero la mutilación que comete Pérez del párrafo de la Nota Bene, la manipulación que hace de lo poco que de él cita o refiere y la mala fe que lo anima, le ha permitido decir: “De allí que los llame, en la práctica, a hacer frente para luchar contra estos ‘socialistas’”.

Pues bien, desenmascarada la patraña, sólo me resta hacer una acotación. Pérez ha escrito que “Bajo el título de ‘Nota Bene’, Santiago Ibarra [ya sabemos que no ha sido este compañero] hace pública una nota realmente reveladora, que pese a su brevedad clarifica a quienes (sic) él y la tendencia que lidera su padre, Eduardo Ibarra, consideran enemigos, y a quienes (sic) consideran más próximos a ellos, dentro del movimiento socialista peruano”. Pero esta declaración es nada más que otra patraña con la que el citado pretende consumar su intención de aislar políticamente a mi tendencia. En el artículo Apuntes sobre el socialismo peruano, dejé escrito: “Si bien es cierto que tácticamente es posible actuar lado a lado con el oportunismo, no es posible confundirse con él en el marco de un mismo partido que pretende ser la vanguardia del proletariado, y que, por esto, se propone la toma del poder”. Por eso tengo que señalar puntualmente que el enemigo, o, mejor dicho, los enemigos, son otros: el imperialismo, la gran burguesía intermediaria, el gamonalismo, y que, no obstante que el revisionismo es enemigo del marxismo, mientras actúe en el seno del pueblo, y no en el de las clases explotadoras, aparece más bien como rival. Pero hay más. Como se ha visto unas pocas líneas arriba, Pérez ha escrito: “y a quienes consideran más próximos a ellos, dentro del movimiento socialista peruano” (subrayado mío). Pues bien, el suscrito y su tendencia tienen esclarecida su posición ante el senderismo, pero, por lo visto, Pérez, declarado antisenderista, considera, como se ve, que el senderismo está “dentro del movimiento socialista peruano”. Entonces, por tanto, en consecuencia, ergo, luego, ¡Pérez y su facción comparten una situación de frente unido con el senderismo!

VIII

El artículo de Pérez que comento fue publicado en un blog con una “nota breve” de Edgar Bolaños que transcribo:

“Tacna Comunitaria estuvo de visita en El Alto, ciudad de más de 1 millón de habitantes, situada al oeste de Bolivia a una altitud de 4.000 msnm en la meseta altiplánica y en el área metropolitana de La Paz, capital de Bolivia. En este conglomerado de inmigrantes del resto del país, en especial recién llegados de las áreas rurales y algunos miles de peruanos que buscan una oportunidad en "la urbe". Entre estos últimos, después de una intensa búsqueda, el lente fotográfico de nuestro reportero logró captar la renovada imagen del celebérrimo autor del libro El Pez fuera del Agua. Foto que damos difusión para el delirio de los miles de fans del ex – flaco. La imagen prueba, sin lugar a dudas, lo que ocurre cuando el Pez vive fuera del agua”.

“De otra parte, Gustavo Pérez Hinojosa, nos regala un enjundioso ensayo –muy polémico por cierto- que revela las verdaderas intenciones del Pez fuera del agua. Leer entrelíneas, atar cabos y descubrir las verdaderas intenciones es oficio que no encuentra obreros sin esfuerzo. Don Gustavo es uno de esos especimenes al que no se le puede vender pescado podrido”.

T. 09 julio 2010

EBM

La foto de la que habla el autor de la nota presenta a un hombre grotescamente gordo y en ropa de baño. De este modo ha tratado de ridiculizar al suscrito, pero, por supuesto, ante los ojos del movimiento, todo lo que ha logrado es poner al descubierto su bajeza, su impotencia, su espíritu mediocre.

Tan obtuso es, o tan falsario, que el artículo de Pérez, que documentadamente se ha revelado como un triste libelo, le parece “un enjundioso ensayo”. Tan odiador es, que también sus alterados sentidos le hacen asumir la patraña de un llamado a un frente con los senderistas. Tan confusionista es, que no llama la atención que elogie a otro confusionista: “Don Gustavo es uno de esos especimenes al que no se le pueden vender pescado podrido”.

Es así como, movido también por oscuros sentimientos y maligna intención, Bolaños ha descendido al nivel de Pérez, y, de esta forma, ha puesto en evidencia su verdadera fisonomía mental.

IX


Desde hace tiempo sé que El pez fuera del agua le causó una especial urticaria a los senderistas, pero sólo ahora he constatado que le ha causado lo mismo a los socialistas oportunistas. Si fuera mal pensado como éstos, diría que unos y otros han hecho un frente contra el libro, pues, como es notorio, se han dado la mano en la inútil pretensión de fulminarlo. Pero, por supuesto, no procederé como los oportunistas.

Casi no es necesario decir que El Pez fuera del agua es una crítica multilateral del senderismo, y marxistas peruanos y extranjeros más objetivos que aquellos que descargan alfilerazos contra su resonancia, han encontrado en sus páginas una crítica al senderismo bastante más seria que otras. Por lo demás, Pérez -para sólo hablar de su caso- ya no se acuerda que, en ocasión de la publicación del libro en Internet, en carta dirigida a Santiago Ibarra sostuvo que “el texto es completamente actual” y que “es necesario continuar en la búsqueda del editor”. Pero, ¿para qué extenderme? El Pez fuera del agua se defiende solo, pese a la limitación de no ser un libro orgánico.

X

Tanto el libelo de Pérez como la medianía de su presentador, dan cuenta no sólo de la descomposición ideológica de la facción a que ambos pertenecen, sino, al mismo tiempo, de su descomposición moral. A todos consta que, por una parte, los activistas de esta facción se llenan la boca de normas de conducta y hasta uno de ellos anda publicando recetas de moralina, mientras, por otra parte, y como es de conocimiento general, han recurrido y recurren a los más grotescos métodos criollos para imponer sus posiciones y, ante las fundadas críticas a estos métodos, pero también a su revisionismo y a su egocentrismo burgués, explotan en insultos, calumnias y bajezas. Pérez y Bolaños apenas son dos botones de muestra de esta doble moral.

Ciertamente cada persona, tendencia y grupo que forma el movimiento, tiene todo el derecho y, al mismo tiempo, todo el deber de tomar posición resuelta y definida: 1) ante las patrañas de Gustavo Pérez; 2) ante sus tergiversaciones de las tesis de Mariátegui; 3) ante la mistificación del pensamiento de Mariátegui que hace su facción; 4) ante el revisionismo envuelto en papel celofán que esta facción trata de vender; 5) ante su afán de integrar en una sola organización todo tipo de oportunismo y revisionismo; 6) ante sus métodos criollos; 7) ante su egocentrismo burgués.

Estas siete cuestiones son, obviamente, una negación flagrante de la Creación Heroica de Mariátegui, una negación flagrante del Socialismo Peruano, una negación flagrante del Camino de Mariátegui.

Pero, como es lógico, para esta toma de posición se requiere de una condición sine qua nom: SER ATEO, es decir, no creer en dioses ni en el cielo ni en la tierra. Por tanto, más temprano que tarde se sabrá quiénes son ateos en el movimiento y quiénes no, quiénes tienen la mente emancipada y quiénes no, quiénes son capaces de reconocer la verdad en los hechos y quiénes no.

¡Defender el Pensamiento de Mariátegui de toda tergiversación y desarrollarlo en función de la realidad actual!
31.07.10.
Eduardo Ibarra.