Isaac Bigio
ALAI AMLATINA,
30/05/2016.- De todas las democracias occidentales del mundo del siglo
XXI, posiblemente la peruana sea la que presenta los mayores cuestionamientos.
1) Tiene el único
balotaje en la historia universal en el que en la primera vuelta el segundo
puesto lo ocuparon los votos nulos/blancos y quien entra a tallar en la vuelta
final sacó menos del 17.5% de los votos emitidos.
2) Tiene las únicas
elecciones legislativas donde el voto nulo/blanco gana ampliamente el primer
puesto. En vez de que ese proceso sea anulado y nuevos comicios sean
convocados, se va a instaurar un Congreso en el cual un partido que obtuvo
menos del 24% de los votos emitidos acumule más del 56% de sus curules.
3) Es el único
balotaje donde antes de las dos vueltas se da una primera ronda en el cual una
corte electoral, y no el pueblo, descalifica a candidatos.
4) La mayor votación
en la historia peruana no ha sido por ningún candidato presidencial sino los
8,666,462 nulos/blancos para el Parlamento Andino, cifra mayor que la que
sacaron en una primera votación inicial cualquiera de los actuales presidentes
sud y centro americanos (la electa de Brasil acaba de ser removida y Macri en
Argentina solo superó esa cifra en la tercera vuelta).
5) Presenta la más
desproporcionada representación ante un parlamento continental en el mundo.
Para el Parlamento Andino, Fuerza Popular consigue 3 de los 5 representantes
peruanos cuando apenas tuvo un quinto de los votos, habiendo quedado tercera
detrás de los votos nulos y de los blancos.
Distorsiones
En ninguna democracia
del mundo se da una representación tan distorsionada como en el Perú. Basta
compararla con el centenario sistema uninominal británico que está diseñado
para que solo dos partidos se alternen en el poder.
En el Reino Unido hay 650
parlamentarios, cada uno de los cuales representa a su respectivo distrito
electoral. De esta manera quien gana, aunque levemente, en más distritos,
es quien más parlamentarios saca. Se ha dado el caso que un partido que haya
sacado un cuarto de los votos haya solo conseguido un veinteavo de las bancas y
es normal que un partido con menos del 40% de los votos logre mayoría absoluta.
Poco antes de escribir esta
nota estuve en un programa de TV con el conocido presentador y ex parlamentario
británico George Galloway hablando ante cámaras acerca de cuál es el sistema
parlamentario menos democrático. Él me hacía ver que era el de su país y yo que
era el del mío. Le demostré que en Reino Unido los conservadores dominan el 51%
del parlamento tras haber sacado un 37% de los votos, pero que en el Perú un
partido tiene un mayor porcentaje de curules tras haber obtenido un mucho menor
porcentaje en las urnas. Mientras la diferencia entre el porcentaje conseguido
en las ánforas y el logrado en el parlamento es de un 50% mayor en Reino Unido,
en Perú es de un 130%.
La web de la ONPE informa
que Fuerza Popular obtuvo 4,431,077 votos para el congreso sobre un total de
18,751,264 sufragios depositados. No nos indica el porcentaje (que nosotros
hemos calculado en menos del 24%) y tampoco nos da un total de los votos blancos
o nulos. Según nuestros cálculos, éstos superan los 6,500,000 votos, más que
los 6,100,000 que Keiko sacó en la primera vuelta y un 50% más que lo que su
partido para el congreso. Los votos blancos/nulos ganan en los Peruanos del
Exterior y en todos los 26 distritos electorales del Perú, salvo en dos
pequeños fronterizos donde pierde por escaso margen.
Si se pudiese dar una
representación a los votos nulos/blancos, éstos deberían ser muy superiores a
ese 56% que Fuerza Popular ha conseguido en el Congreso. Como eso no es
posible, la otra opción sería pedir una nueva elección por que la primera
mayoría ha sido aquella que no se identifica con ninguna de las listas en
contienda.
Más desproporciones
Hay otro aspecto en
el cual el sistema peruano es aún más antidemocrático que el británico. En
Reino Unido se posibilita que partidos que se basan en ciertas regiones puedan
entrar al parlamento para representar a sus electores. Así, en éste hay
diputados de los partidos locales de Irlanda del Norte, Gales y Escocia.
Veamos el caso del
departamento peruano sin costa más poblado (Cajamarca). Allí el partido que
ganó ampliamente fue Democracia Directa, el cual obtuvo 208,935 votos, lo que
significa un 40% de los 530,123 votos válidos y más del 25% de los 779,859
votos emitidos en dicha región. Sin embargo, DD no tendrá ningún escaño en la
región donde es la primera mayoría y, más bien, puede que pierda su legalidad
como partido.
En cambio, FP que solo sacó
153,384 votos consigue la mitad de los 6 congresistas por Cajamarca. En dicha
región el fujimorismo quedó por debajo de los 249,736 votos blancos/nulos y de
DD, y con menos del 20% de los votos de Cajamarca amasa el 50% de sus
congresistas.
Cajamarca, que ya ha sido
escenario de varios conflictos sociales, ahora incubará más: con su ex
gobernador anti-mineras en la cárcel, sin que la fuerza que arrasó allí pueda
detentar 3 o 4 de sus congresistas y con la mitad de su representación
parlamentaria en favor de un partido que pide dar rienda suelta a mineros
informales que perjudican al medio ambiente.
En Reino Unido se ha
buscado ir saliendo del sistema de desequilibrios del parlamento británico y ya
existe una representación proporcional en la elección del parlamento escocés y
en la de las Asambleas de Londres, Gales e Irlanda del Norte.
En Perú ocurre lo inverso.
Si la primera elección que se dio para inaugurar la actual etapa democrática
(la constituyente de 1978) todos sus integrantes eran electos por
representación proporcional, ahora se ha llegado a la representación más
anti-proporcional que conoce cualquier democracia en occidente y posiblemente
en todo el planeta.
La desproporción es aún
mayor en el caso de la delegación peruana al Parlamento Andino. En los comicios
para dicho organismo, más del 46% de los votos fueron blancos/nulos, razón
suficiente como para tener que convocar a nuevas elecciones donde los peruanos
pudiesen estar mejor informados de las características de tal entidad y de las
distintas propuestas.
En tal elección FP apenas
sacó 3,842,651 votos, poco más del 20% del total de sufragios, pero se lleva el
60% de la representación peruana al Parlandino.
Monarquía
En las democracias
occidentales hay dos polos: el de las repúblicas presidenciales y otro el de
las monarquías constitucionales. En las primeras, el jefe de Estado es elegido,
mientras que en las segundas es vitalicio.
El Perú podrá vanagloriarse
de que su población elige directamente a su Presidente mientras que en España,
Reino Unido, Holanda, Bélgica, Suecia, Dinamarca, Noruega y Luxemburgo hay un
rey o príncipe que hereda el cargo.
Sin embargo, el trono
británico no interfiere en el proceso electoral y simplemente se limita a
llamar al jefe del partido que logra mayoría parlamentaria absoluta a que haga
gobierno.
El Perú, empero, adopta los
peores rasgos de ambos polos. Tiene una corte que decide qué candidatos
pueden ser o no eliminados del proceso, aunque falten pocas semanas para las
elecciones.
Si los reyes europeos son
conocidos por toda la población, ninguno de los miembros de la corte peruana
son conocidos para más del 99.99% de los peruanos.
Tampoco esta corte es
hereditaria, pero si es designada. Nos referimos a la corte electoral, es decir
a los 5 jueces de la instancia máxima del Jurado Nacional de Elecciones.
Ellos se dieron la
atribución de tachar las candidaturas ya inscritas de dos aspirantes que iban
en el segundo lugar y se iban a clasificar para el balotaje según todas las
encuestas desde inicios de este año hasta un mes antes de la primera vuelta del
10 de abril. César Acuña y Julio Guzmán fueron descalificados por razones
administrativas, aunque, siguiendo los mismos criterios, había más razones para
sacar de la carrera también a Fujimori.
Esa forma de excluir fue
tan chocante incluso para un partidario de la monarquía británico, como es el
semanario The Economist, que éste tildó al proceso peruano de fraudulento.
Tercera vuelta
Argentina con el
kirchnerismo instauró un inédito y novedoso sistema de 3 elecciones nacionales
consecutivas. Para antes de que se pudieran dar las dos vueltas
presidenciales, se oficializaron las llamadas elecciones nacionales Primarias
Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO).
Según éstas, todos los
ciudadanos estaban obligados a votar en unos comicios donde no se elige a
ningún cargo público sino para que la población indique a qué partido apoya y
dentro de éstos a qué lista secunda.
Todos aquellos partidos que
no pasen la valla del 1.5% quedan impedidos de participar en las elecciones
generales. Macri compitió con otras dos candidaturas en su propio frente
político, convirtiéndose en el triunfador y por ende en su representante único
para las presidenciales.
El Perú también ha
instaurado una suerte de primera fase. Ésta no es una elección de ningún tipo y
todas las primarias que se han dado han sufrido cuestionamientos de parte de
varios perdedores quienes aducen fraude o solo han movilizado a poco más del
0.1% del registro de electores.
La primera fase la decide
la referida corte electoral, cuyas atribuciones son más amplias que un monarca
europeo.
Bastó que uno de los 5
miembros del JNE inclinase la balanza para que por 3 a 2 votos Guzmán fuese
expectorado de la contienda. Y esa exclusión no fue cualquier cosa. Gracias a
ello, PPK que iba en picada y estaba en cuarto puesto remonta y pasa al
balotaje. Según el grueso de los sondeos, si Guzmán entraba a la segunda vuelta
tendría las de ganar.
El partido de Acuña, a su
vez, demostró tener ciertas raíces al haber quedado cuarto en las elecciones
legislativas compitiendo sin un candidato presidencial, pero sacando más votos
que cualquiera de los 4 partidos que hayan gobernado al Perú post-Fujimori.
Si Acuña le quitaba votos a
Keiko en los sectores más pobres y en el norte, Guzmán amenazaba con impedirle
el paso a la presidencia El JNE al remover a ambos de la contienda mostró un
claro favoritismo por Fujimori haciendo que la primera vuelta (que son ellos)
fuera decisiva.
Otra distorsión
Estas elecciones han
vuelto a marginar a la ‘región’ peruana que es la que después de Lima
metropolitana es la que tiene más ciudadanos y que genera más divisas.
Ellos son los más de 3
millones de Peruanos del Exterior, quienes nunca han tenido su propia
representación en el congreso. Pese a ser la diáspora iberoamericana que más
vota (y por lejos) los repatriados peruanos no tienen el mismo derecho que
tienen los ecuatorianos, colombianos, dominicanos o portugueses del exterior
que eligen a sus propios parlamentarios.
En Ecuador, 6 de los 137
miembros de la Asamblea Nacional del Ecuador son electos por los migrantes (2
por los que viven en Sudamérica, 2 por los de Norteamérica y 2 por los del
resto del mundo). En Perú ninguno de los 130 congresistas es un migrante
ni les representa.
En un país
ultra-centralista se ha creado un mega-distrito electoral en el cual se une a
las dos mayores ‘regiones’ de peruanos: las de los PEX con los de la capital.
Esto crea una gran
deformación, impide que se conozcan las inquietudes de los migrantes (cuyas
remesas mantienen a muchas familias del Perú) y altera los resultados de Lima
(pues muchos PEX deben votar por candidatos capitalinos aunque no frecuenten
esta ciudad o nunca la hayan conocido).
Reformas
Las actuales normas y corte
electoral han trabajado en los hechos en favor de un determinado partido. FP
con menos del 24% de los votos emitidos obtiene más del 56% de los
congresistas. FP con un quinto de los votos al Parlandino obtiene 3 de los 5
representantes peruanos a éste.
En este congreso estará
ausente la voz de la mayor región fuera de la capital (los migrantes) y también
estará ausente el partido que ganó con un 40% de los votos válidos en el más
poblado de las 14 regiones sin litoral del país.
La corte electoral se ha
dado atribuciones que ninguna monarquía europea se ha dado: la de vetar a
candidaturas que bien pudieron haber entrado a la segunda vuelta o hasta ganar
ésta.
Urge cambiar radicalmente
el sistema electoral peruano para hacer que vuelva a ser más proporcional y que
se den menos exigencias a los partidos para que se inscriban.
Se impone tomar en cuenta a
los peruanos que votan por nadie porque no concuerdan con los partidos en
cuestión para darles la oportunidad a que su voto cuente. En caso que los votos
blancos/nulos superen a quien gane una elección nacional o regional o quede
segundo en una primera vuelta, deberían darse nuevos comicios.
El Artículo 365 de la Ley
Orgánica de Elecciones (Ley Nº 26859) estipula que “El Jurado Nacional de
Elecciones declara la nulidad total de las elecciones en los siguientes casos:
Cuando los votos nulos o en blanco, sumados o separadamente, superan los dos
tercios del número de votos válidos”.
Esto ha pasado en los
comicios al Parlamento Andino y en los de muchas regiones en las elecciones
congresales. No obstante, ninguno de esos procesos es cuestionado. El JNE solo
cuestiona candidaturas según lo desean ciertas fuerzas.
Nos encaminamos a una
democracia donde un partido con pocos militantes pero gran pasado autocrático
tenderá a controlar plenamente al poder legislativo y a la delegación al
Parlandino, y probablemente también detentar la presidencia.
Se supone que las
democracias representativas buscan aliviar conflictos sociales, pero lo que se
viene dando en Perú es una no representativa que incentivará explosiones
sociales.
- Isaac Bigio enseñó en la
London School of Economics, donde ante hubo grados y postgrados en historia y
política económica.
URL de este artículo: http://www.alainet.org/es/articulo/177749