jueves, 31 de octubre de 2019

VIENTOS DE CAMBIO EN AMÉRICA DEL SUR



  19:23:00      Barometro Latinoamericano    

Por Sergio Rodríguez Gelfenstein:

El mes de octubre de 2019 será recordado por el incremento ostensible de la lucha de los pueblos de América del Sur en contra de un modelo neoliberal que se ha querido imponer a sangre y fuego en la región y que parecía sólidamente asentado en la vida de nuestros países.

Aunque parece muy lejano tras el intenso devenir de los últimos días, en Ecuador, tal como se esperaba, se impuso una vez más el engaño, la mentira y la manipulación del pueblo que, a pesar de salir con valor a las calles hasta poner en jaque al gobierno de Lenin Moreno, no pudo lograr cambios importantes en la orientación del gobierno. Moreno se las arregló para sobrevivir, políticamente hablando, después de acordar una reforma parcial con una directiva limitada y sectaria de la Conaie, cuya gran capacidad de conducción en la lucha no se manifestó en el momento de la negociación. Esto permitió presentar como victoria lo único que obtuvieron: la anulación del aumento de los precios de los combustibles, al mismo tiempo que desistieron de todas las otras demandas por las que se movilizó el pueblo ecuatoriano y los indígenas de ese país. 

A cambio, la Conaie aceptó compartir con Moreno su profundo sentimiento de odio contra el ex presidente Correa y su gobierno, solo porque –como todos saben en Ecuador- Correa no aceptó la solicitud de la Conaie de que le concedieran tres ministerios en el gabinete a cambio de su apoyo al gobierno. 

Una semana después de haberse iniciado las negociaciones, la Conaie se retiró de la mesa, porque como era previsible descubrió –por enésima vez- el actuar engañoso natural de la oligarquía ecuatoriana de la cual Lenin Moreno es un discípulo diseñado especialmente para las nuevas condiciones del pos gobierno de la revolución ciudadana, del cual emergió después de la traición, también propia y natural de personas de su calaña.

Sin embargo, en Ecuador nada será igual, el gobierno de Moreno está políticamente muerto, solo manteniéndose en pie gracias al apoyo de Estados Unidos, los medios de comunicación y los empresarios que son los grandes sujetos de la traición de Moreno.

En Chile, por el contrario, el pueblo movilizado de manera unitaria y sin manejo de organización alguna que pudiera pactar con el gobierno, se mantiene después de 12 días en las calles tras 30 años de ignominia durante los cuales 5 presidentes se preocuparon de mantener incólume el modelo de Pinochet amparados en una constitución ilegitima que les permitió maximizar ganancias, exacerbando el modelo neoliberal de democracia restringida y violenta.

La respuesta de la derecha pinochetista en el gobierno, encarnada por Sebastián Piñera fue regresar a la represión propia de la dictadura, que ya había sido utilizada por sus antecesores, especialmente por Michelle Bachelet en contra del pueblo mapuche.

Paradójicamente es la misma Bachelet la que tiene en sus manos el destino de Piñera. El lunes 28 debió llegar a Chile una comisión formada por sus representantes, pero ello no se concretó toda vez que dicha embajada no arribó a Santiago a pesar que en la búsqueda del éxito del show organizado al efecto, antes Piñera eliminó el toque de queda, el estado de excepción e hizo cambio de nombres en su gabinete.

Como es habitual en este tipo de misiones, Bachelet primero debió consultar a Washington, sabiendo que la sentencia que ahí se dictaminara significaría que –tal como en el imperio romano- el mandamás de la Casa Blanca sería quien decidiera si elevaba su dedo o lo bajaba provocando el fin de Piñera.

Sabe también Bachelet que tal decisión podría significarle otro regreso victorioso a la Moneda, sino a ella, a alguno de sus copartidarios y entendió que no debía apresurarse ante el botín que sin querer cayó en sus manos. En este sentido y ante la indecisión de Estados Unidos, Piñera optó por cancelar las cumbres de la APEC y de Cambio Climático que en noviembre y diciembre se iban a realizar en Santiago.

Pase lo que pase en Chile, Piñera, al igual que Moreno en Ecuador, es un cadáver político, hoy incluso bajo la sombra de una acusación constitucional en su contra por la represión y la muerte de más de 20 ciudadanos. Su único objetivo ahora es tratar de salvarse, minimizar daños y buscar una salida gatopardiana para el modelo mediante cambios cosméticos que no lo modifican en lo sustancial.

Los positivos resultados electorales en Bolivia y Argentina, el primero para fortalecer el proceso de construcción del Estado plurinacional y el segundo para sacudirse 4 años de barbarie neoliberal apuntan a un nuevo momento de la región. El presidente Evo Morales, ahora debe enfrentar la sedición de la derecha que como ya va siendo habitual no sabe aceptar la derrota.

El modelo de democracia teledirigido desde Washington a través de la OEA establece que cualquier victoria popular que se exprese en las urnas por pequeños márgenes no será aceptada, desatando de inmediato toda la parafernalia reaccionaria que incluye: declaratoria de fraude, violencia callejera, no aceptación por parte de Estados Unidos y sus satélites europeos y latinoamericanos de los resultados, puesta en funcionamiento del ministerio de colonias para que avale todo lo anterior y finalmente, amenazas de intervención, chantajes, bloqueos y sanciones económicas.

La receta comienza a ser reiterativa, pero los pueblos, así como aprendieron a ganar elecciones, ahora han asimilado la necesidad de defender los resultados a pesar de todas las plagas imperiales que se ciernen sobre ellos. El pueblo boliviano, su gobierno y el presidente Evo Morales sabrán enfrentar esta situación y con la inteligencia, la paciencia y la sabiduría acumulada durante varios siglos de lucha, sabrán derrotar esta intentona que pretende retrotraer la historia.

En Argentina, el peronismo unido casi en su totalidad, propinó una aplastante derrota por casi 8 puntos al presidente Mauricio Macri y a las prácticas neoliberales emanadas de su gobierno, que sumieron al país en un cuatrienio de terror, que se manifiesta en el deterioro de las condiciones de vida de los ciudadanos, un estado de zozobra generalizado, el incremento de la pobreza, la entrega de la economía a los fondos buitres y a la banca extranjera y una vergonzante regresión en materia de la defensa inalienable de la soberanía de Argentina sobre las islas Malvinas.

La conjunción de acontecimientos en Argentina y Chile, junto al alzamiento del pueblo ecuatoriano, la victoria electoral del presidente Evo Morales y la resistencia de Cuba, Venezuela y Nicaragua a la voracidad imperial, son manifestaciones contundentes -expresadas de manera distinta- de que, tal como dije en un artículo anterior, esta vez no habría que esperar los 25 años que transcurrieron entre Allende y Chávez para que los pueblos nuevamente asumieran el protagonismo de los procesos de transformación de la sociedad, echando por la borda la teoría de los ciclos, toda vez que la lucha es permanente y dialéctica, con avances y retrocesos pero que se sigue revelando de forma continua, constante y progresiva.

sergioro07@hotmail.com

LA ALIANZA POLÍTICA "JUNTOS POR EL PERÚ" CALIENTA MOTORES EN TACNA


El día de ayer, 30 de octubre, se realizó la primera asamblea de los tres pilares de la Alianza Política "Juntos por el Perú" en la ciudad de Tacna arribándose a importantes acuerdos.

ESTAMOS EN GUERRA: ENFERMEDAD SE EXTENDERÍA A EEUU, MÉXICO, ARGENTINA, COLOMBIA, PERÚ...




CUANDO LOS PUEBLOS SE SUBLEVAN Y NO DEJAN HUELLAS PROFUNDAS



Dr. Hugo SALINAS

Las dos grandes movilizaciones de los últimos tiempos en América Latina son, sin lugar a dudas, el de los pueblos de Chile y Ecuador. Y si los miramos de cerca, ellos se hermanan en un mismo dolor: ingresos monetarios irrisorios, subempleo masivo y desempleo. Si ampliamos nuestro horizonte, no podemos dejar de mencionar, y por los mismos motivos, a la gran movilización de los chalecos amarillos en Francia.

Estos fenómenos de la sociedad moderna deberían ser el primer objetivo de todo movimiento o partido político serio. Sin embargo, que yo sepa, por ejemplo en el Perú, no existe ningún movimiento o partido político que enuncie como prioridad la eliminación del desempleo, del subempleo y un incremento significativo de los ingresos monetarios de las personas que trabajan. Un aumento del salario mínimo que alcance al estándar internacional de los salarios mínimos.

A pesar de no tener el nivel científico y tecnológico con el que ahora contamos, nuestros antepasados, los pueblos originarios del Tawantinsuyo, en ningún momento de sus vidas sufrieron de desempleo, menos aún de subempleo masivo. Y ellos gozaron, en condiciones más o menos iguales, de la totalidad del resultado de su actividad económica. 

No es posible que, ahora, desarrollando la actividad económica con un proceso de trabajo que es capaz de generar “n” puestos de trabajo, se viva en desempleo y en un masivo subempleo. La juventud que ni estudia ni trabaja supera el 25% de dicha población. El subempleo supera el 60% de la población económicamente activa. Y ya no hablemos de las personas con más de 50 años que pierden su trabajo. Ya no encontrarán un lugar decente para obtener ingresos que les permita vivir. 

Una sociedad más cruel que ésta es imposible imaginarla. Y los partidos políticos, tanto de derecha como de izquierda, hacen los oídos sordos y miran pero no ven. Sus programas políticos nos hablan de todo, menos de los dolores más profundos de millones de seres humanos. Y los gobernantes piden perdón de sus actos, pero sin considerarse culpables. 

Ante tal magnitud de la problemática, las medidas progresistas solamente nos conducen al desaliento. El problema queda intacto. Como prueba ahí lo tenemos a los gobiernos “progresistas” de Lula, Evo Morales, Correa-Moreno, Chávez-Maduro… Lo único que vemos florecer es la corrupción y un manejo venal del erario nacional; un uso malsano de instituciones como el de la Presidencia de la República, del Congreso, del Poder Judicial, de las Fuerzas Armadas… 

La actividad económica que fomentan en prioridad estos villanos no apunta a resolver los problemas cotidianos de la población, menos aún a darle una visión de futuro a la juventud. No se está creando sociedad con lazos fuertes de confraternidad, cooperación y motivación. Sólo impera la idea estúpida del enriquecimiento inmediato y por cualquier medio. 

Este comportamiento perverso de personas, empresas y políticos, tiene su origen en algo simple de comprender. Sin embargo, todos lo miramos pero no queremos ver. Todos los sentimos pero no hacemos ningún esfuerzo de reflexión. Estamos sumidos en un modelo socio-económico que nos deprava, desde hace diez mil años en el viejo mundo, y desde hace seis siglos en América Latina.

Se trata de lo siguiente. Por un lado, la actividad económica moderna ya no piensa en todos los integrantes de la sociedad. Tiene como objetivo único el de hacer dinero y más dinero. Para ello usa hasta la última gota de sangre del trabajador para producir los bienes económicos que le producirán una alta rentabilidad. Por otro lado, esta actividad económica está controlada por un reducidísimo número de familias, a nivel mundial.

Es decir, el dueño de un acto económico es el propietario de la totalidad del resultado de la actividad económica. No solamente es dueño absoluto de las utilidades que genere su empresa, sino también incluso del salario que supuestamente pertenece a los trabajadores. La masa salarial de un país no lo manejan los trabajadores. Es por ello que, mientras perdure este modelo de hacer actividad económica, los salarios seguirán siendo irrisorios como lo fueron desde el inicio. 

Recientemente, el profesor Thomas Piketty lo ha expresado con claridad, y con cifras en mano. La institución Oxfam Internacional agregó algo que es, ni más ni menos, un cuento de horror.  Oxfam nos dice con toda claridad y dureza que, ¡solamente 8 personas tienen una riqueza acumulada igual a la riqueza acumulada por la mitad de la población mundial! Son ellos, los verdaderos gobernantes a nivel local, nacional, regional y mundial.

Espero equivocarme, y qué bueno que así fuera. Pero, hasta el momento, los pueblos se sublevan, con gran pérdida de vidas humanas, realizan grandes revoluciones que han asombrado a muchas generaciones, pero luego vuelven al letargo, a la sumisión, a la pobreza y el desempleo.

Y todo ello porque nuestras grandes movilizaciones no apuntan a transformar el modelo socio-económico responsable de esta tristeza humana. Mientras siga este comportamiento de las masas y sus dirigentes, seguiremos siendo asesinados por las balas que nosotros mismos producimos, y seguiremos siendo el pasto que alimenta los grandes negocios de los grandes multimillonarios.

Saint-Nazaire, Francia, 30 de octubre del 2019