jueves, 31 de marzo de 2022

HUDSON: ESTÁ NACIENDO UNA NUEVA ESTRUCTURA FINANCIERA INTERNACIONAL

The Saker

Entrevista con el economista estadounidense Michael Hudson :: Se deberá construir sobre principios no neoliberales, en la línea de lo que solía llamarse socialismo

 

Si se cortaran la importación de energía de Rusia, el precio del gas se dispararía y habría una escasez drástica que perturbaría a toda la economía. La energía es productividad y PIB.

Rusia ha declarado que solo venderá gas pagados en rublos a los «países hostiles». Lo que significa que a los países no hostiles les seguirá vendiendo en Dólares/Euros. ¿Pueden los países hostiles seguir comprando gas a Rusia pero, a través de terceros países?

Parece que hay dos formas para que los países hostiles compren gas ruso. Una parece ser el uso de bancos rusos que no están prohibidos en el SWIFT. La otra forma sería pasar por un banco informal de un tercer país. India y China están mejor posicionados para jugar este papel. Los diplomáticos estadounidenses presionarán a India para que imponga sus propias sanciones a Rusia. Y, aunque en India hay una fuerte influencia estadounidense, incluso Modi valora los evidentes beneficios de la posición geopolítica de India con Rusia y de impulsar la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China. En ambos casos es poco lo que EEUU puede hacer.

En la década de 1960, Occidente trató comercialmente con la Unión Soviética mediante acuerdos de trueque. Organizar esos trueques se convirtió en un gran negocio bancario. El trueque es la típica "etapa final" del deterioro de una economía monetaria que se desmorona. A mediano plazo, se deberá crear una nueva organización financiera internacional como alternativa al FMI dolarizado para manejar esas gigantescas transacciones dentro del bloque de un nuevo mundo multipolar.

Las llamadas naciones hostiles pagarían extra por ese servicio, no tendrían que comprar rublos. ¿Es eso posible?

Presumiblemente, Rusia no absorbería los costos bancarios adicionales por las sanciones estadounidenses. Simplemente los agregaría al precio, con el tipo de cambio «antiguo» rublo/euro o rublo/dólar, no con el tipo depreciado posterior al ataque.

¿Cree que la UE aceptará pagar rublos o asumirá la pérdida del 40 % de su energía?

Pagarán, o perderán su lugar en los gobiernos. Si cortaran la importación de energía de Rusia, el precio del gas se dispararía y habría una escasez drástica que perturbaría a toda la economía. La energía es productividad y PIB. Para Rusia, por supuesto, esta es una oportunidad para hacer la ruptura; ahora y no más tarde, se debe dejar que la OTAN cargue con la culpa de la interrupción del suministro. Entonces, si yo fuera Rusia, no tendría prisa en resolver el problema de los pagos extranjeros. Lo mismo ocurre con las materias primas no petroleras; el neón, el paladio, el titanio, el níquel o el aluminio.

Hasta ahora esto se aplica solo al gas natural. ¿Cree que Rusia extenderá esto al petróleo, el trigo y los fertilizantes y, en caso afirmativo, cuál será el efecto de esto para la economía mundial?

Todas las exportaciones rusas se ven afectadas por estos controles de divisas, porque todas las transferencias bancarias están sancionadas de la manera explicada anteriormente. Ahora que las normas del derecho internacional y la política financiera del pasado ya no se aplican, Rusia no usará dólares o euros, porque occidente se los ha confiscado. Rusia necesita tener un control total sobre cualquier activo monetario que reciba. Y esto corre para todas las naciones.

Rusia tiene muchos recursos naturales, tecnologías y mercancías. Si tiene éxito la medida del pago en rublos, ¿podría ser que el rublo una moneda respaldada por las materias primas? ¿podría convertirse en una moneda de "refugio"?

No estoy seguro de qué es una moneda de «refugio», pero el rublo se convertirá en una moneda independiente. Si su balanza comercial y de pagos mejora, el problema puede ser evitar que suba demasiado. Si eso sucede, la pregunta será si un rublo en alza obligaría a los compradores de exportaciones rusas a pagar más en su propia moneda. Mientras el nuevo sistema financiero multilateral está en proceso de estructurarse los economistas estamos analizando y debatiendo. ¿Habrá especulaciones? ¿Venta anticipada? ¿Juego en corto y redadas tipo Soros? ¿Quiénes serán los participantes y bajo qué reglas?

¿Qué impacto tendrá la decisión rusa sobre el dólar? Arabia Saudita negocia con la República Popular China para la venta de petróleo en yuanes. ¿Cree que China y Rusia derribarán el petrodólar y veremos un rublo respaldado por materias primas y un yuan reemplazando al dólar?

El petrodólar se mantendrá para el comercio entre EEUU y sus aliados. Pero junto a esto, estarán los acuerdos en yuanes con los sauditas y los indios para el comercio de petróleo, minerales, productos industriales y probablemente inversiones internacionales. El comercio de estos productos podrá ocurrir, también, en otras monedas.

No está claro si se desarrollará un arbitraje formal o informal en esta área. Esto es parte de los mecanismos que se van a diseñar. Para supervisar y regular los acuerdos financieros y comerciales resultantes, se necesita una alternativa al FMI. EEUU no se unirá a ninguna organización en la que no tenga poder de veto, por lo que veremos una división del mundo en diferentes áreas comerciales y monetarias. El resultado no es tanto un conflicto como la existencia de dos filosofías operativas bastante diferentes.

EEUU básicamente ha robado el oro ruso y su moneda en el extranjero. Los rusos afirman que se ha disparado en el pie y que esto arruinará la reputación del dólar. ¿Está de acuerdo con eso?

Absolutamente. EEUU robó a Irán después que el Sha fue derrocado, robó las reservas de Afganistán a principios de este año, robó el petróleo y el oro de Venezuela en el Banco de Inglaterra y ahora lo hace con Rusia. EEUU pierde la confianza del mundo a manos llenas. ¡Incluso la tímida Alemania ha pedido que los aviones comiencen a transportar su oro retenido en la Reserva Federal de Nueva York de regreso a su país!

¿Crees que Rusia tomará represalias contra EEUU, el Reino Unido y la Unión Europea? ¿Nacionalizará o incautará los activos en Rusia de estos países?

Rusia tiene mucho cuidado de hacer todo de acuerdo con el derecho internacional. Unos tribunales que, por supuesto, están dominados por jueces pro-estadounidenses que respaldan la versión estadounidense del "orden basado en reglas" en lugar del "estado de derecho" establecido claramente por la ONU. En la medida en que los países inversores, que son parte de la OTAN, abandonen sus activos en Rusia, estos pueden venderse, quizás con un descuento, a compradores que prometan mantener el negocio. Rusia podría imponer severas multas por abandono, como cuando los propietarios abandonan los edificios causando gastos municipales. El abandono siempre causa un "daño público".

Según la legislación, cuando por abandono no se pagan los compromisos adquiridos esto es causa inmediata del decomiso de rentas y salarios. Piense en lo que sucedería si usted no paga la factura del gas: las tuberías se congelarán y se inundará la propiedad. Hay todo un mundo de sanciones que se podrían aplicar.

El derecho internacional prevé cierta recuperación de los activos indebidamente confiscados, como la confiscación estadounidense de reservas y bienes personales de propiedad rusa. En este punto, Rusia realmente no tiene nada que perder. Parece que no va a haber mucha inversión cruzada ruso-europea durante bastante tiempo. Rusia finalmente ha renunciado a sus esperanzas de "convertirse en Occidente".

Fue un sueño que se convirtió en una pesadilla, y el presidente Putin y el canciller Lavrov han expresado su disgusto con Europa porque la UE ha actuado de manera incivilizada. Entonces, para Rusia, y cada vez más para otros países, la OTAN, Europa y Norteamérica son los nuevos bárbaros.

Por supuesto, ese es precisamente el objetivo de la política estadounidense: encerrar a Europa en su propio orden neoliberal dolarizado, bloqueando cualquier prosperidad lograda por el comercio y/o la inversión en Rusia y en China.

Parece que las sanciones de hoy son permanentes para los próximos años. Así que, Rusia necesita mantener en funcionamiento las empresas que antes eran propiedad de los países de la OTAN. (Pista: EEUU puede comenzar a apoderarse de las reservas de China, América Latina o del Cercano Oriente para pagar a los inversores de la OTAN que han perdido su dinero en Rusia. Ese es el modelo de usar dinero afgano para pagar a las víctimas del 11 de septiembre hace dos décadas).

Finalmente, ¿qué pregunta me olvidé de hacer?

Sus preguntas se refieren a problemas y soluciones específicas. Pero la resolución general debe abarcar todo el sistema, no son posibles los parches. Los problemas específicos no pueden resolverse sin una reestructuración institucional de gran alcance del sistema financiero internacional, el comercio mundial, una corte mundial y una ONU sin el poder de veto de EEUU.

Y esta importante reforma institucional requiere una doctrina económica que proporcione los principios básicos. Se deberá construir un Nuevo Orden Económico Internacional sobre principios no neoliberales, en la línea de lo que solía llamarse socialismo, cuando eso era lo que la gente esperaba como el camino por el cual evolucionaría el viejo capitalismo industrial.

observatoriocrisis.com / La Haine

Fuente: https://www.lahaine.org/mundo.php/hudson-esta-naciendo-una-nueva

 


miércoles, 30 de marzo de 2022

EN LA TRANSICIÓN HACIA UNA NUEVA CIVILIZACIÓN. LA CONFRONTACIÓN MILITAR EN UCRANIA


Wim Dierckxsens, Walter Formento

29/03/2022

La guerra en Ucrania no es simplemente una guerra para ver quién controla un país. Es una confrontación en el terreno militar por el futuro de la Humanidad y de la Naturaleza.

 

Como veníamos sosteniendo, ésta se plantea entre dos esquemas de poder que componen la contradicción principal a nivel internacional, entre el Pluriversalismo multipolar plurinacional y el Globalismo unipolar financiero. Ambos esquemas de poder universal internacional en choque estratégico, donde es el multipolarismo quien sostiene en este momento la iniciativa estratégica general desde 2020/21 en adelante.

Rusia lleva la iniciativa multipolar al plantear la batalla en Ucrania para desarticular las acciones técnicas militares de la OTAN (acciones realizadas principalmente desde 2014 de múltiples modos: con la instalación en Ucrania de a- capacidades de guerra biológica, b- capacidades de guerra bacteriológica y c- capacidades de guerra nuclear, etc.) que constituyen una amenaza para la soberanía de Rusia-China-India-Pakistán-Irán-etc. Detener las acciones técnico-militares de la OTAN-Globalista y desarticular su plan de acción significa parar los últimos esfuerzos de una civilización occidental en declive de mantenerse con vida para así poder “despejar” el camino para que el multipolarismo plurinacional y pluriversal pueda hacer avanzar y desarrollar dicha nueva civilización multipolar.

Estamos observando la clara decadencia y proceso de “caída”i de la civilización occidental en su expresión unipolar globalista financiera, centrada ya no en la acumulación de capital productivo sino en la forma improductiva de obtener dinero y más dinero sin vínculo con la economía real. Es un proyecto expansionista que ya no se conecta con la producción real y el trabajo y necesita imponer por la fuerza los intereses de una élite obsoleta de capitalistas financieros globalistas que les ha llevado a la destrucción de las naciones y regiones. Ejercen su dominación desde los bancos centrales, sus cities financieras locales y la corte de gerentes de bancos. Controlan la moneda de cada país, subordinada al petro-dólar como moneda fiduciaria sin otro respaldo que el poder militar, esencialmente la OTAN. Su poder militar de hecho ya no es superior a nivel mundial.

Con la Perestroika y la desintegración de la Unión Soviética en 1987-1991, la OTAN podría haberse disuelto también. Puesto que su objetivo principal planteado en 1950, había sido alcanzado. Sin embargo, a partir del unipolarismo norteamericanoii y particularmente con el unipolarismo globalista (desde 1999iii), la OTAN actualizo objetivos y desplego otro proyecto estratégico globalista: integrar en sucesivas olas a las antiguas repúblicas soviéticas y particularmente las de la Europa oriental.

Con la consolidación de la CEE (Comunidad Económica Europea) en 1955, que luego tendrá sus crisis para llegar a dar paso a la Unión Europea a principios de los noventa, muy pronto se dio su progresiva ampliación hacia el Este, incluyendo sucesivamente a las ex repúblicas soviéticas. Claro que cuando entraron a la UE, lo hicieron ya bajo la tutela de la OTAN. Es la situación en la se encuentra toda la UE (6), excepto Gran Bretaña y particularmente la City de Londres. Al principio, Rusia se preocupó por el aislamiento que le impuso la OTAN respecto de Europa, pero a fines del siglo XX, no tuvieron otra opción que interpretar la expansión de la OTAN como una acción militar amenazante.

El punto de más alta violencia fue 1999, cuando se desarrolla la “intervención” de la OTAN, como brazo armado de las fuerzas globalistas, sobre la ex república de Yugoslavia. La OTAN inicio y desplego una guerra, sin ningún mandato de las Naciones Unidas. El bombardeo de Belgrado durante 70 días, por parte de la OTAN globalista, provoco en Rusia el temor y alerta porque algo parecido podría suceder en el futuro sobre Moscú. Fue entonces que Rusia tomó conciencia de la “fragilidad” de su posición, se dio el relevo de Yeltsin por enfermedad y asumió Putin en su lugar, como nuevo presidente ese mismo año de 1999iv.

En el mismo año (1999) el globalismo (Bill Clinton) deroga la Ley Glass Steagall (Roosevelt,1933) para poder tomar el control de la gran banca comercial en EEUU, mediante la Banca de Inversión Financiera (ffig)v. Que da inicio, además, a la guerra civil financiera. En concreto entre los actores financieros transnacionales Globalistas unipolares y los actores unipolares continentalistas norteamericanos. Conflicto que en septiembre de 2001 “se expresara” en la “caída” de las Torres Gemelasvi en Nueva York. Y luego, en 2007/8, tendrá un segundo momento y acto con la llamada “Caída” de la banca financiera offshore Lehman Brothers (entre otras)vii.

En febrero de 2007, en Munich, luego de la crisis de la caída de las Torres Gemelas de septiembre de 2001 en EEUU, Putin le planteo al globalismo unipolar anglosajón: “Nos quieren imponer nuevas líneas de demarcación avanzando hacia las fronteras rusas”. A nivel de la OTAN, esto se planteaba incluso como la posibilidad para dar el “First Strike” nuclear contra Rusia. Rusia tuvo que trazar líneas rojas y Ucrania se constituyó en aquella que nunca debería traspasar la OTAN. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, manifestó que: “Rusia no era nadie para impedir la entrada de Ucrania a la OTAN”.

Los intereses Globalistas, mediante el avance militar de la OTAN, forzaron a Rusia a confrontar para hacer respetar la línea roja en Ucrania. Algo que estaba ya planteado en 2007, que “debería” haber respetado la OTAN, Decidieron no hacerlo claramente en 2014 cuando produjeron el Golpe de Estado (el Maidan) contra el presidente electo Yanukovich, que respetaba las líneas rojas de Rusia. Los principales diplomáticos y funcionarios estadounidenses, en las negociaciones postsoviéticas con Rusia sobre el orden de seguridad de Europa, sabían muy bien que, si la OTAN alguna vez se expandiera hasta las fronteras de Rusia, cercanas de Moscú, habría guerra. No se trata de una nueva guerra en febrero de 2022. Es la misma que desarrolla desde 2014, pero ahora pasó a un nuevo nivel y formato. Moscú busca en primer lugar desmilitarizar Ucrania (eliminar los laboratorios de desarrollo de armas nucleares –Chernóbil-, biológicas y bacteriológicasviii –Mariupol-) y desarticular (desnazificar) a los grupos paramilitares ultra-nacionalistas pro-OTAN, que combaten y persiguen a la población culturalmente rusa.

En 2014, cuando se produjo un “levantamiento” de fuerzas ultraderechistas en la plaza de Maidan, respaldada por Occidente y la OTAN, condujo a un golpe de estado, con cambio de gobierno. Lo más preocupante de todo es que fue llevado materialmente adelante por el grupo de paramilitar neonazi “Svoboda”, fundado por Andriy Parubiy, en tanto primera línea de un plan elaborado y respaldado por la OTAN. Esto fue negado permanentemente por las estructuras de comunicación globalistas. La naturaleza neonazi del nuevo régimen de Ucrania queda hoy a la vista de todos. Puesto que los neo-nazis de Azov fueron documentados y filmados por las Naciones Unidas, por haber cometido crímenes de guerra y atrocidades en Donbás. La OTAN con recursos directos, materiales y capacitación del Pentágono, estuvo armando al batallón nazi Azov durante añosix que opera, desde el golpe del 2014, encubierto como la Guardia Nacional de Ucrania.

El 21 de febrero de 2022 la Federación Rusa hizo un movimiento clave en el tablero ucraniano: reconoció a las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk que venían resistiendo desde el mismo momento del golpe de estado con respaldo de la OTAN en 2014. Una vez reconocidas las entidades de dicha región llamada Donbás, el siguiente movimiento de Moscú fue asegurar la defensa directa de las zonas pro-rusas en el territorio y avanzar sobre la Ucrania desde el Este, el Norte y el Sur. Esta “invasión” de Ucrania por parte de Rusia era "prevenible" si los globalistas y la OTAN hubieran tomado el camino de la diplomacia fuerte. Pero los globalistas, representados por la administración Biden, no querían resolver nada por la vía diplomática y el derecho internacional. Querían sí “complicarle” la vida a Rusia a partir de una invasión en Ucrania, con su “guerra comunicacional de amplio espectro” en manos de las más poderosas estructuras financiero-comunicacionales de los actores Globalistas.

Los globalistas estaban ante el dilema de ceder y hundirse o parar a Rusia y a China con su proyecto de una nueva civilización multipolar. Con la pandemia mundial de Covid-19, buscaron poder crear las condiciones para poder imponer al mundo su gobierno global: el ““Economic Reset””. No lograron, ni siquiera dentro de EEUU, crear las condiciones de obediencia ciega a las autoridades demócratas (Biden-Pelossi-Harris) que asumieron en enero de 2020 y controlaban tanto el poder ejecutivo como el legislativo. Pero para poder asumir tuvieron que hacerlo en el marco de un golpe de estado llamado el “Asalto al Capitolio” o el “Auto Asalto al Capitolio”x.

Más aun, el Covid-19 potencio las condiciones para una segregación latente de los estados republicanos de EEUU, o sea, el avance en su propia Perestroika. En enero de 2021, hicieron un segundo intento a partir del Foro Mundial sobre el Cambio Climático en Escocia, oportunidad que se les escapó de las manos tanto internamente (división al interior del partido demócrata y oposición de los republicanos), como el voto contrario de los países del Sur Global en el Foro, como ya hemos abordado en artículos anterioresxi. Para imponer su “Economic Reset”, a los globalistas no les quedaba de otra que lograr quebrar la voluntad de Rusia en una guerra y luego a China, a partir de otra guerra o la continuidad del “conflicto” pero ahora la “demonización” sería a partir de Taiwán. Están aparentemente dispuestos de llevar el mundo entero al precipicio al no lograr su objetivo.

La entrada de tropas rusas a Ucrania disparo a un nivel superior de la guerra mediática globalista, con connotaciones histéricas para poder forzar el alineamiento mecánico de los países miembros de la OTAN, para legitimar aplicar las sanciones más severas posibles. Un primer objetivo de los globalistas fue declarar al gasoducto Nord-Stream-2 como “proyecto-muerto”. Este ducto de gas que conecta a Rusia y Alemania, vía el mar Báltico, fue boicoteado por las fuerzas globalistas desde los primeros momentos de su construcción. Cuando se dio la respuesta de Rusia-OCSxii a la OTAN, el gasoducto estaba listo para comenzar a funcionar. Alemania, pero también muchos otros países de la UE, son muy dependientes del gas ruso. La inauguración del Nord-Stream-2 hubiera significado, sin duda, la progresiva integración definitiva de la UE (Alemania-Francia-Italia-España-etc.) al proyecto multipolar con China y Rusia. El excanciller alemán Gerhard Schröder es presidente del gasoducto Nord-Stream-2 y aun pieza clave para darle continuidad a la negociación en el tiempo.

La histeria que generaron los medios de desinformación globalista predicando la ´posverdad´ lograron, que hasta Alemania no tenga otra posibilidad que “adherir” a las sanciones impuestas por las fuerzas globalistas anglosajonas a Rusia: no al Nord-Sream-2, no al petróleo ruso y excluir a Rusia del sistema transferencias interbancarias SWIFT, entre otras medidas. Rusia, antes de la entrada a la confrontación directa, logró transferir sus exportaciones de gas y petróleo a China, anticipándose así a las sanciones. La nueva economía multipolar, con China y Rusia como motor, permite a China pagar a Rusia por fuera del dólar y a precios relativamente favorables, los combustibles fósiles, debido a las sanciones. Rusia se ve favorecida con dichos precios elevados para mantener su economía ya que depende fuertemente de estos recursos naturales.

Europa, en cambio, observa como esta “realidad” impuesta por la OTAN, no puede sostener su economía industrial en marcha con altos precios del petróleo y gas. Si las tasas de interés aumentan, esto significa nuevos impulsos a la inflación y hará empeorar aún más la economía europea conduciéndola hacia una recesión profunda. Para colmo la UE ha decidido aumentar su gasto militar improductivo, hecho que beneficia a EEUU como vendedor de productos bélicos, pero que afecta negativamente al crecimiento económico de Europa, profundizando aún más la recesión que llegará con casi seguridad a tomar carácter de depresión al estilo de los años treinta.

Rusia conoce cuanto el mundo depende de sus exportaciones de combustibles fósiles. Así como de la conexión física que existe entre el consumo de combustibles-fósiles y la fabricación de bienes-y-servicios terminados. La economía real de China cuenta con costos de producción más bajos que Europa o EEUU y está en condiciones de progresar con su economía a pesar del alza en los precios de la energía (Gas, Petróleo, etc.). Europa en cambio muy difícilmente puede sostener su economía real con precios tan altos en la energía. El tándem Rusia-China “adquiere” de este modo un enorme poder potencial sobre la economía mundial y empujará el multipolarismo adelante.

En cambio, la UE (Alemania-Francia-Italia-España-etc.) observa concretamente como el alza en el costo de la energía y crisis, que la OTAN ha “construido” en Ucrania, la golpea de modo más directo y más aún cuando pierden un mercado significativo para sus propios productos de exportación (automóviles, etc.). La economía real de la UE está ya integrada a los mercados de China. Ahora la UE se ve forzada de comprar gas y productos bélicos caros de EEUU. La inestabilidad económica que ésta política está causando a la UE tendrá como resultado, a muy corto plazo, que la OTAN (Estados Unidos + GB) se transforme en una amenaza mayor para la UE que lo que realmente puede ser Rusia-OCS.

La desdolarización acelerada a partir de las sanciones

La Unión Europea se ve ante el dilema de tener que importar gas mucho más caro desde EEUU. Han buscado como obtener más petróleo desde el Medio Oriente. Arabia Saudí, durante los primeros diez días de la guerra, manifestó su decisión de comercializar petróleo con China en yuanes, incluyendo el nuevo bloque económico RCEP que se ha constituidoxiii. Irán desde que fue sancionado, trabaja con la misma “línea”. La OPEP ha manifestado de no aumentar su cuota con Occidente. El desarrollo de la economía en Eurasia centrada en Rusia y China, está acelerando el necesario desplazamiento definitivo del petrodólar estadounidense como moneda internacional de cambio y reserva. Rusia ya no está vendiendo su gas y petróleo en euros o dólares, sino en rublos. La cotización del rublo se disparó de inmediato. En la práctica lo anterior significa que países como Alemania compra rublos con euros o entregan bienes tangibles (como autos) a cambio de petróleo. Ante las fuertes sanciones recibidas por Rusia y los ejemplos de Irán y Venezuela, cada vez más países dejarán de tener dólares en reserva. Rusia podría también considerar incumplir el pago de su deuda en dólares, creando un precedente para otros países mas alineados con el proyecto multipolar. El Salvador dejó el dólar de lado y en Rusia el bitcoin de pronto se hizo más popular. Habrá más países reemplazando dólares por bitcoins u otras cripto-monedas.

La dependencia insustituible del gas y energía rusa

La economía mundial depende por completo de las exportaciones de Rusia de petróleo, carbón y gas natural. Esta dependencia se puede ver de muchas maneras. Por ejemplo, en 2020, el 41 % de las exportaciones mundiales de gas natural procedieron de Rusia. El gas natural es especialmente importante también para “equilibrar” los suministros de electricidad eólica y solar, sin lo cual no habría “estabilidad” en el suministro. Europa absorbe casi el 45% de las importaciones mundiales de gas natural (Figura1).

Sus importaciones de gas natural superan las exportaciones de Rusia (Figura 2). Sin las exportaciones de gas natural de Rusia, no hay ninguna posibilidad de suministrar gas natural desde el resto del mundo para satisfacer la demanda europea. Alemania con toda razón pretende no cortar los canales de suministro de energía fósil con Rusia ni los mecanismos de pago. La única conclusión que podemos sacar es que la UE ha de negociar con Rusia cuanto antes.

Las sanciones contra Rusia en torno a la energía, por lo anteriormente mostrado, dañan más a los países europeos que a Rusia. Si las sanciones realmente hundieran a Rusia, que no es el caso, el resultado tendería a empujar a toda la economía mundial hacia el colapso, porque el resto del mundo depende en demasiado gran medida de las exportaciones de combustibles fósiles de Rusia. Debido a los niveles muy altos en los precios, los gobiernos en el mundo occidental corren el riesgo de ser fuertemente cuestionados y hasta “derrocados” por sus pueblos.

 

Figura 2

 


Hacia un sistema de nuevas reservas estratégicas

La expulsión de los bancos rusos del sistema de comunicación interbancario, SWIFT, puede empujar a esos bancos a buscar otro sistema de comunicación alternativo, como el Sistema para la transferencia de Mensajes Financieros de Rusia (SPFS), por ejemplo, lanzado a modo de prueba en 2014. O también, el sistema de pagos interbancario internacional de China (CIPS) creado en 2015. La Unión Económica Euroasiática, liderada por Rusia y China, acordó el 18 de marzo el mecanismo para un sistema financiero y monetario independiente del SWIFT. La EAEU puede atraer no solo a las naciones que se han unido al BRI, sino también a los de la Organización de Cooperación de Shanghai. (SCO). Interesante es observar que el comercio entre Rusia y China aumentó más del 40% en enero-febrero.

Otra medida, mucho más impactante que la exclusión de los bancos rusos del sistema SWIFT, es la prohibición al gobierno ruso del acceso a sus reservas en oro, ahorros en dólares y euros, depositados en los bancos occidentales. Usar o manipular al dólar, política y militarmente, a favor de los intereses Globalistas, significaría un punto de inflexión para la legitimidad global del dólar, como moneda de reserva internacional y por ende de su hegemonía. El nivel de precios de las materias primas ha conmovido a todos los mercados. Estos ´commoditties´ constituyen nuevas garantías, sustituyendo al dólar. El mundo pasó a un nuevo Bretton Woods, a una etapa respaldada por (lingotes de) oro junto a materias primas estratégicas y Rusia, junto con muchos países periféricos, está bien dotado de dichos recursos. Las sanciones regresan como bumerán a sus responsables.

La perspectiva futura de la guerra

Las fuerzas de Rusia-OCS ya controlan más del 80% del territorio en Ucrania. Militarmente no vuela ni una mosca si el comando de guerra ruso no lo autoriza. Los focos de resistencia que aun operan, fuerzas militares y guerrillas nazis (controladas por la OTAN y la CIA), no tienen ya capacidad para alterar el cuadro de situación. La maquinaria técnico militar de Rusia-OCS controla y bloquea todo el espectro del territorio ucraniano, por aire, por mar y por tierra. Tiene un manejo y un posicionamiento estratégico sobre todo el escenario del conflicto.

Como demostración de fuerza del control de Rusia-OCS sobre Ucrania, es que EEUU probó el 15 de marzo de nuevo el teléfono rojo con Rusia. Es la señal que Washington ya está programando (igual que en Afganistán) la salida de su personal diplomático y de los operadores encubiertos de la CIA y de la OTAN de Ucrania.

Rusia cumplió la primera fase de los objetivos de su misión: desmilitarizar y desnazificar la región y las fuerzas regresan a Donbas para acabar con la última resistencia, para establecer como segunda fase un nuevo gobierno, que no responda a los intereses (militares, económicos y políticos) del globalismo anglosajón y la OTAN. En una tercera fase, Rusia busca negociar en posición de fuerza el levantamiento de las sanciones económicas que le aplicaron.

El objetivo principal de Rusia-OCS es construir una posición de fuerza, para recién ponerse a negociar un nuevo pacto con la OTAN. Cuyo objetivo sería que la Alianza Atlántica (OTAN) vuelva a las fronteras originales de 1997. Es decir que la OTAN desaloje su maquinaria militar de los espacios rusos y de Europa oriental. Lo cual en la práctica significaría disolver la OTAN, ya que su misión actual de avanzar militarmente hacia Rusia ha sido paralizada “en toda la línea”. En Occidente solo entienden el lenguaje cifrado del poder nuclear, pero Rusia ya tiene superioridad en ese campo. Lo que le permite dejar en claro que la mejor decisión es negociar. Es probable que este último objetivo llevara más tiempo, pero con las elecciones de noviembre de este año en EEUU y la casi segura derrota de Biden, brinda el escenario apropiado.

Perspectiva futura al interior de EEUU

Acorde con una encuesta de pewresarch.órg/politics al 13 de marzo de 2022, alrededor de dos tercios (67%) de los estadounidenses dicen estar en contra de una acción militar en Ucrania, más aún si se corre el riesgo de un conflicto nuclear con Rusia. Los demócratas y los de tendencia demócrata aprueban en gran medida la respuesta de la administración Biden a la invasión rusa (el 69 % la aprueba), mientras el 67% de los de tendencia republicana la desaprueban. La aprobación del trabajo de Biden como presidente en marzo (43%) prácticamente no ha cambiado desde enero, cuando estaba en el mínimo de 41%.

La verdad es que los globalistas del WEF fallaron en sus esfuerzos por instituir la tiranía médica o sanitaria, al menos en los EEUU y en ciertas partes de Europa. No les fue posible generar el suficiente miedo o terror en la población para que éstas aceptaran renunciar a sus libertades como el mal menor. Los globalistas podrán esperar “otra” crisis al menos en Estados Unidos.

Larry Fink, CEO y presidente del administrador globalista de activos más grande del mundo, BlackRock , dijo que la invasión de Rusia a Ucrania ha trastocado el orden mundial que había estado vigente desde el final de la Guerra Fría. La invasión rusa de Ucrania ha puesto fin a la globalización que hemos experimentado durante las últimas tres décadas, dijo Fink en su carta del 24 de marzo de 2022 a los accionistas. Ha dejado a países y comunidades mirando hacia adentro como han sido el caso de Rusia y China y con la creación de nuevas comunidades como el BRI. Lo anterior ha exacerbado la polarización de dos sistemas que estamos viendo en el mundo actual: una globalización unipolar en declive con la posible Perestroika de EEUU ante un mundo multipolar en ascenso.

Hace solo unos meses, los jefes del banco central de EEUU (Powell). y de la UE (Lagarde), cantaban que la inflación era transitoria y ahora resulta que estamos ante una inflación galopante. Durante años estuvieron tratando de llevar la inflación al dos por ciento y luego, de repente, se dispara al 10%. Desde 2008 vimos una inflación de activos sin precedentes en acciones, bonos y propiedades, beneficiando a las grandes corporaciones globalistas como GAFAM sobre todo, como hemos señalado en artículos anteriores. Sin embargo siempre estuvo claro que el aumento exponencial de la oferta monetaria tiene un efecto negativo sobre el precio de la moneda (dólar, euro, yen, etc.) y alcanzaría los precios al consumidor. Con el Covid-19, más aún con la guerra en Ucrania y sobre todo a partir de las sanciones económicas podemos esperar además una tormenta financiera perfecta.

Las acciones al haber alcanzado máximos, podemos esperar en esta coyuntura una caída devastadora. Es probable un colapso bursátil y que las acciones disminuyan un 75% o más y que no se recuperen durante años o quizás décadas. Los bonos han subido durante más de 40 años y las tasas de interés llegaron a cero o negativas. Las tasas ahora están subiendo y es probable que siguen hacia arriba según las políticas de la Fed, provocando un colapso de la deuda hiper-inflacionaria. Es decir, muchos bonos perderán su valor. Los mercados inmobiliarios han llegado a extremos, impulsados por dinero barato y crédito ilimitado con un apalancamiento muy alto. Los precios de las propiedades han llegado de nuevo a niveles insostenibles. A medida que aumenten las tasas de interés, la burbuja de los mercados inmobiliarios residenciales y comerciales explosionará, con importantes incumplimientos de pago. Los derivados son una gran bomba nuclear financiera que probablemente sea una sentencia de muerte para los mercados financieros. Habrá quiebra bancaria sin posibilidad de rescate.

Lo anterior pavimenta el camino a la derrota contundente de la administración Biden en las elecciones de medio término, quedando la cámara baja y el Senado en manos de los republicanos.

 

Conclusión

La guerra contra Rusia, en Ucrania, fue planificada y provocada por las fuerzas Globalistas y la OTAN según deja en claro el informe Rand de 2019 que se titula ¨Sobreextensión y desequilibrio de Rusia: Evaluación del impacto y de los costes de las posibles opciones” de una guerra con Rusia en Ucrania.

El informe propone financiar en Ucrania un conflicto para desgastar a Rusia principalmente con sanciones económicas severas. El objetivo fue provocar el colapso económico y político, sin entrar en una guerra directa contra Rusia, porque según informes Rusia la ganaría sobradamente.

En cuanto al precio del petróleo y del gas, partieron de un supuesto falso ya que los precios de petróleo no se mantuvieron bajos como en 2019 ni tampoco logran aun sustituir el petróleo ruso convenciendo a países de la OPEP de aumentar sus cuotas de producción. El gas licuado desde EEUU para abastecer a la UE, no solo aumenta su costo notoriamente, sino que no puede alcanzar los niveles requeridos por la UE para funcionar y desarrollarse. En resumen, Europa quedaría afectada negativamente por las medidas y, por lo tanto, tiene necesidad de encontrar una solución de fondo en el suministro de energía, de las otras materias primas y de consolidar su mercado en China.

La exclusión de los bancos rusos del sistema de comunicación interbancario SWIFT solo ha provocado que Rusia y China tengan ahora un sistema interbancario alternativo para realizar sus transferencias. Este además incluye en principio a todos los países de Eurasia y de BRI, y con ello el esquema de poder y el proyecto multipolar dan un gran paso adelante para dejar el dólar a un lado y avanzar con otro sistema de moneda de referencia internacional. Ante la decisión del occidente unipolar Globalista de congelar las reservas internacionales en oro, dólares y euros, Rusia decidió exigir que los países de la OTAN paguen sus facturas en rublos por los recursos fósiles (Petróleo y Gas) y ciertos metales. Además, quedarán sin acceso a los metales considerados más estratégicos.

China y Rusia han firmado un acuerdo de apoyo mutuo sin límites. En este plano no solo apoya a Rusia donde sea necesario. Incluso, es preciso señalar que China ha militarizado por completo al menos tres de las islas que construyó en el disputado Mar de China Meridional, armándolas con sistemas de misiles anti-buque y antiaéreos, láser y equipos de interferencia, aviones de combate en un movimiento cada vez más decidido que pone freno a todas aquellas naciones que deciden operar en las proximidades de manera desafiante. La batalla por Taiwán en otras palabras ya ha comenzado, mostrando las capacidades disuasorias.

Somos de la opinión que la batalla en Ucrania ya ha sido ganada por la OCS y Rusia, no solo en el terreno técnico militar sino también en el terreno de la guerra económica y financiera. Incluso también en el terreno de la comunicación y cultural. Los rusos han sido objetivos al publicar datos comparando con la propaganda barata de los medios de la OTAN. Las tropas rusas han rodeado varias ciudades importantes, pero deliberadamente no buscaron tomarlas, sino que apuntaron a hacia las tropas ucranianas. No quisieron, en lo posible, causar muertes ciudadanas, Retornan a Donbás por haber concluido la primera fase.

En resumen, podemos afirmar que se está abriendo camino con avances sustanciales en el proyecto del mundo multipolar hacia una nueva civilización, tema que hemos abordado en nuestro libroxiv. Al mismo tiempo es probable que EEUU ingrese en una gran recesión económica en los meses venideros, que sin lugar a dudas bajarán aún más la popularidad de la administración Biden. Que bien podría llevarlo a sufrir una derrota contundente en las elecciones de medio término en noviembre, abriendo probablemente el espacio para la etapa decisiva a una desintegración o Perestroika norteamericanaxv.

 

Bibliografía

 

Alejandro Narváez Liceras, ¿Peligra la hegemonía del dólar tras la guerra Rusia - Ucrania?, ALAI, 16/03/2022

 

Egon von Greyerz, A hell will break loose for humanity, 22 de marzo de 2022

 

Fringe Finance de QTR, La "sentencia de muerte" para el dólar está aquí, los mercados de metales "se están rompiendo", Zero Hedge, 11 de marzo de 2022

 

Gail Tverberg, El ataque de Rusia a Ucrania representa una demanda de un nuevo orden mundial, Our Finite World, 5 de marzo de 2022

 

Pepe Escobar, ¿Hacer que el nazismo vuelva a ser grande?, 26 de marzo de 2022. https://lahaine.org/fP40

 

Sputnik News, Pronostican cambios que generarán las sanciones antirusas en la política y economía mundial, 27 de marzo de 2022

 

Gail Tverberg, El ataque de Rusia a Ucrania representa una demanda de un nuevo orden mundial, Our Finite World, 5 de marzo de 2022

 

i Wim Dierckxsens y Walter Formento, La Perestroika en Estados Unidos, Réquiem para la civilización occidental, Editorial Acercándonos, Buenos Aires, 2021

 

ii Bipolarismo Continentalista primero en 1950, tricontinentalista en 1971, con el acuerdo en el Consenso de Washington desde 1987, para imponer la perestroika o caída de la URSS, y Globalista desde 1999 ya dominante y subordinando al Continentalismo y Tricontinentalismo.

 

iii Bill Clinton y la Derogación de la Ley Glass Steagall en 1999 abre el tiempo donde el globalismo unipolar financiero y se lanza a la dominación de EEUU. Para luego ir por la Alemania-UE, 2000-2013 y por Japón-Asia Pacifico 1999-2009. Los hechos del 2001 y 2008 muestran la reacción del Continentalismo unipolar financiero enfrentando al Globalismo, en el marco de su gobierno con Bush como presidente de EEUU.

 

iv El primer presidente de Rusia, Borís Yeltsin, dimitió el viernes al mediodía haciendo una jugada magistral en el estilo que le ha caracterizado como político: asombrar, impactar. El golpe de efecto de Yeltsin fue todo un éxito: el último día del siglo decidió dar vuelta a una importantísima página de la historia de Rusia marcada por su gestión y permitir, como él mismo dijo, que el país entre en el nuevo milenio con una nueva generación de políticos. De acuerdo con la Constitución, el primer ministro, Vladímir Putin, pasó a ser presidente interino, y, como primera medida, tomó el control del maletín nuclear, el máximo símbolo de poder. Yeltsin anunció su renuncia durante el tradicional mensaje presidencial de fin de año.

https://elpais.com/diario/2000/01/02/internacional/946767601_850215.html

 

v Con la especificidad que la Banca Financiera Global tiene por norma no tributar impuestos en ninguna nación sino en paraísos fiscales bajo su mando. Con lo cual imponen su capacidad y decisión de monopolizar para sí como nueva forma de estado global en desarrollo, desfinanciar a los Estados Nacionales y debilitar su soberanía para monopolizar y proyectar poder.

 

vi Hecho que tuvo un componente técnico-militar muy importante. Y particularmente expreso el conflicto de los Republicanos continentalistas, Bush, y los Demócratas globalistas, Clinton. (Ver Crisis Financiera Global Libro)

 

vii Que tuvo un componente técnico-financiero dominante como detonante de la caída de las bancas off-shore en nueva York. Y nuevamente expreso el conflicto de los Republicanos continentalistas, Bush, y los Demócratas globalistas, Clinton. Pero mostrando ya la fractura irreversible entre ambos bandos del poder financiero unipolar. (Ver Crisis Financiera Global).

 

viii El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Zhao Lijian, declaró que China había solicitado que EE.UU. revele detalles sobre sus laboratorios biológicos en territorio ucraniano. “Estados Unidos tiene 336 laboratorios en 30 países bajo su control, incluidos 26 sólo en Ucrania. Debería dar cuenta de sus actividades militares biológicas en su país y en el extranjero y someterse a una verificación multilateral”, advirtió el portavoz. El inmediato efecto que tuvo la presión china indica la importancia que la Casa Blanca reconoce a las gestiones que Pekín, Berlín y París están llevando para resolver el conflicto en Ucrania. (…) Los documentos publicados por el ministerio incluyen supuestamente una orden del Ministerio de Sanidad ucraniano para destruir los patógenos, así como listas de los gérmenes en cuestión. De acuerdo a la traducción se puede leer que "el Ministro de Seguridad Sanitaria de Ucrania en relación con la introducción de la ley marcial en Ucrania el 24 de febrero de 2022, de acuerdo con la Orden Presidencial de Ucrania el 24.02.2022, Nº 64/2022 solicita asegurar la destrucción de emergencia de patógenos biológicos utilizados para asegurar el sistema de gestión de calidad de los laboratorios en la orden adjunta: apéndice en 2 hojas. en 1 aprox." (…) El texto hace evidentemente referencia a Viktor Liashko, Ministro de Sanidad de Ucrania, quien durante su carrera en sucesivos cargos en el ministerio siempre siguió trabajando para la USAID (Agencia norteamericana de Ayuda para el Desarrollo), participando en diversos programas para el combate de epidemias y enfermedades contagiosas. https://www.telam.com.ar/notas/202203/585872-

rusia-ucrania-armas-bacteriologicas.html

 

ix “En marzo de 2001, el general Giandelio Maletti, exjefe del contraespionaje italiano, dejó entrever que además de la red clandestina Gladio, de los servicios secretos militares italianos y de un grupúsculo de terroristas de extrema derecha, las matanzas que desacreditaron a los comunistas italianos recibieron también la aprobación de la Casa Blanca y de la CIA.” Los ejércitos secretos de la OTAN: Operación Gladio, por Daniele Ganser, https://www.voltairenet.org/article163224.html

 

x El Asalto al Capitolio: "Para algunos la insurrección del 6 de enero fue motivo de orgullo. A menos que haya un correctivo para ellos vamos a tener problemas en EE.UU.” https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-59889298. Para otros “El Auto Asalto al capitolio”: todos lo vimos sin custodia y el único guardia que había prácticamente invito a pasar a los "asaltantes". La elección de la democracia bananera de EEUU es el brote agudo de la involución del sistema, fracturado en 2 repúblicas irreconciliables —la azul, demócrata, y la roja, republicana— con subfracturas entre los ‘progresistas’ de Sanders y los ‘centristas’ de Biden, quienes en su conjunto avizoran una guerra civil que no se atreve a decir su nombre. https://www.larazon.cl/2020/11/13/por-alfredo-jalife-rahme-se-encaminaeeuu-a-una-guerra-civil/

 

xi Multipolarismo vs unipolarismo: amenaza de guerra o caída del Imperio, Observamos, ya serias incapacidades para que el globalismo logra “sostener” su proyecto estratégico ya que recibe cada vez más derrotas y con menos perspectiva. Wim Dierckxsens y Walter Formento, 04/02/2022,

https://www.alainet.org/es/articulo/214860

 

xii OCS China, Rusia e India: ¿una alianza anti-OTAN en Asia? Vladimir Putin y Xi Jinping durante la reunión de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) en Qingdao (China). La Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), que incluye a China, Rusia, India, etc., se ha calificado como una anti-OTAN asiática, aunque las discrepancias entre sus miembros y su enfoque regional limitan sus posibilidades de ser un contrapoder a Occidente.

 

xiii En total 15 países forman parte del acuerdo, considerado el tratado de libre comercio más grande del mundo. Casi un tercio de la población y el 30% del producto interno bruto globales se concentran en el área que cubre el convenio, cuyos miembros -entre los que no está EE. UU.- intercambian un volumen de comercio mayor entre sí que con Estados Unidos y Europa juntos. Los detractores creen que está demasiado centrado en favorecer a China y aquejan poca regulación en derechos laborales y medio ambiente. https://www.france24.com/es/econom%C3%ADa-y-tecnolog%C3%ADa/20220102-rcep-acuerdo-economico-asia-china

 

xiv Por una nueva civilización: El proyecto multipolar, En la modernidad (occidental) vale afirmar “pienso luego existo”, mientras en la vía oriental prevalece históricamente “somos comunidad luego existimos”. Wim Dierckxsens, Walter Formento, 02/12/2021. https://www.alainet.org/es/articulo/214505

 

xv La Perestroika en Estados Unidos: Réquiem para la civilización occidental, El ascenso y la caída de las civilizaciones es una tesis clásica que con la Gran Depresión del Siglo XXI toma nuevamente vigencia. Wim Dierckxsens, Walter Formento, 08/12/2021.

 

Fuente: https://www.lahaine.org/mundo.php/en-la-transicion-hacia-una

 

A VUELTAS CON EL DEBATE SOBRE SOCIALISMO Y DEMOCRACIA

 


JAIME PASTOR

26 MARZO 2022

 

La discusión sobre el tipo de democracia que debería ponerse en pie en el marco de una sociedad de transición al socialismo es ya muy vieja y, sin embargo, seguimos sin contar con un proyecto compartido dentro de la izquierda anticapitalista. No han faltado para ello, desde que el movimiento obrero irrumpiera en la historia como actor colectivo, sucesivas experiencias que han podido prefigurar una democracia alternativa a la liberal-capitalista, ni tampoco debates y contribuciones de interés vinculadas al marxismo y al pensamiento crítico en general.

De la Comuna de París de 1871 a la Revolución rusa de octubre de 1917

 

Podríamos remitirnos a la Comuna de París como el primer laboratorio en el que los fundadores del materialismo histórico encontraron un esbozo de democracia alternativa a la del Estado liberal-imperial vigente. Conocidas son las características que en aquellos 72 días de vida se fueron llevando a la práctica: abolición del ejército permanente, elección por sufragio universal (aunque sólo para los varones) de representantes, basada en el mandato imperativo y en la rotatividad y revocabilidad de los mismos, con unos ingresos iguales al salario medio de un obrero; extensión de la elección por sufragio universal a las diferentes instituciones (guardia nacional, magistratura…), concentración de poderes legislativo y ejecutivo en el Consejo comunal, federalismo desde abajo. Todo ello como manifestación de la aspiración compartida a una República democrática, social y universal.

Durante su corto periodo de vida, se fueron articulando distintos mecanismos de deliberación y participación popular a través de las asambleas, los clubes y las diferentes asociaciones (como la Unión de Mujeres) que fueron adquiriendo protagonismo, sin que dejaran de expresarse diferencias, bajo la presión de la guerra civil y el cerco del ejército prusiano, en torno a cuestiones como la toma o no del Banco de Francia, los límites de la libertad de prensa o la conveniencia o no de la creación de un Comité de salud pública. Pese a la brutal masacre final, su gran mérito fue, como escribieron Marx y Engels, su propia existencia, y declaraciones como la del 19 de abril de aquel año (en la que expresaban su voluntad de “universalizar el poder y la propiedad”) demostraban que su firme voluntad era la puesta en pie de un autogobierno plebeyo, sentando así las bases de un nuevo imaginario social y político, radicalmente democrático. Con todo, cuestiones como el mandato imperativo o la no separación de poderes fueron ya entonces polémicas: la primera, porque podía impedir la deliberación, y la segunda, porque podía implicar una concentración de poderes (Bensaïd, 2021: 154-155), aunque en la práctica no ocurrió así.

Para Marx y Engels, aquellas jornadas eran la materialización de la “dictadura del proletariado”, entendida en un sentido democrático radical: como autogobierno obrero y popular, basado en el sufragio universal, pero a su vez con una serie de características y mecanismos de control popular que la hacían radicalmente distinta del parlamentarismo liberal que se iría extendiendo posteriormente por el planeta. Unas tesis que fueron asumidas también por Lenin en El Estado y la revolución.

Más tarde, las experiencias de la Revolución rusa, triunfante, y de la alemana, derrotada, con la aparición de los consejos de obreros, soldados y campesinos, generaron un nuevo marco de debate: por fin, habían surgido nuevas instituciones alternativas a las parlamentarias que podían ser la base principal del poder constituyente emergente de los nuevos Estados posrevolucionarios. Sin embargo, ya desde el inicio de esos mismos procesos la relación de este nuevo tipo de órganos de poder con las Asambleas constituyentes fue controvertida. Las críticas de Rosa Luxemburg en La Revolución rusa a Lenin y a Trotsky respecto a esto último, alertando frente a “la confusión entre la excepción y la regla” y recomendando la necesidad de convocar nuevas elecciones a una Asamblea constituyente con un nuevo censo, así como el respeto al pluralismo político y a las libertades políticas básicas, son suficientemente conocidas (Bensaïd, 2021: 167-173).

Son menos conocidas las reflexiones que procedieron del austromarxismo y, en particular, de Max Adler. Ya en 1919, este representante de su ala izquierda defiende un modelo híbrido entre el parlamento y los consejos obreros, a los que reconoce como la nueva forma de poder que se ha ido extendiendo, no sólo en Rusia sino en otros países, como Hungría y Baviera y la misma Austria, pese a que llegaron a tener corta vida. Una propuesta que luego desarrolla distinguiendo entre “democracia política” –que critica al darse en el marco de una sociedad de clases- y “democracia social”, horizonte al que aspirar en el camino hacia un Estado sin clases. Idea esta última que complementa en 1926 con los conceptos de “soberanía del pueblo” y “socialización solidaria” como fundamentos de una educación socialista que permita avanzar hacia una democracia social (Pastor, 2021).

Críticas y propuestas que alimentaron intensos debates entre la socialdemocracia internacional y los nuevos partidos comunistas, pero que pronto se verían frustrados a medida que se fue produciendo el ascenso del estalinismo en la URSS. Frente a éste, el modelo de la Revolución rusa basado en una democracia consejista se erigía como referente incuestionable dentro de las filas de la izquierda antiestalinista a la hora de hacer frente tanto al liberal-parlamentario como al despotismo burocrático estatal del llamado “socialismo real”.

Con todo, tras la Segunda Guerra Mundial es obligado mencionar el proceso vivido en Yugoslavia a partir de su ruptura con la URSS: la constitucionalización de la autogestión en 1950 y los sucesivos ensayos de diferentes cámaras de representación actuando de forma colegiada -pese a que se veían constreñidas por el sistema burocrático de partido único y la creciente y tensa coexistencia con sectores vinculados al mercado- apuntaron hacia fórmulas nuevas que fueron seguidas con interés por parte de la nueva izquierda occidental . Sin embargo, la descomposición posterior de aquel país de países condujo pronto al olvido lo que fue un verdadero foco de atracción y de enseñanzas todavía útiles para futuros proyectos de socialismo democrático y autogestionario.

También la Revolución cubana fue foco de atención en la puesta en pie de un proyecto socialista que aspiraba inicialmente a ofrecer un modelo alternativo al dominante en el bloque soviético, si bien su evolución posterior condujo a un proceso de burocratización que frustraría aquellas expectativas.

Los debates post68 en el marxismo occidental: a la búsqueda de una nueva institucionalidad democrática

 

Fue en el contexto internacional de los años 70 del pasado siglo, bajo el efecto del 68 global -en el que confluyeron luchas antiimperialistas, anticapitalistas y antiburocráticas- cuando se abrió una nueva fase en la búsqueda de un proyecto socialista radicalmente democrático, con muy diferentes aportaciones en el ámbito del marxismo occidental. Nos centraremos en esta parte en las de Nicos Poulantzas, Ralph Miliband y Ernest Mandel, ya que en ellas vemos reaparecer, aunque obviamente en un contexto distinto, algunas de las cuestiones controvertidas en el debate antes mencionado entre Rosa Luxemburg, por un lado, y Lenin y Trotsky, por otro.

Pulantzas, tras su crítica al “estatismo autoritario” capitalista en ascenso, planteó con toda claridad la pregunta en el capítulo final de Estado, poder y socialismo, su última obra publicada en 1978:

¿Cómo emprender una transformación radical del Estado articulando la ampliación y la profundización de las instituciones de la democracia representativa y de las libertades (que fueron también una conquista de las clases populares) con el despliegue de las formas de democracia directa en la base y el enjambre de los focos autogestionarios: aquí está el problema esencial de una vía democrática al socialismo y de un socialismo democrático (Poulantzas, 1979: 313).

 

Un problema que había abordado ya en trabajos anteriores (Poulantzas, 1977) y que no llegó a resolver en ese capítulo, ya que se centró principalmente en la búsqueda de una estrategia de transformación radical del aparato de Estado en el marco de una transición hacia un socialismo democrático que se basara precisamente en esa combinación de instituciones de la democracia representativa con nuevos órganos de poder a escala territorial y fabriles. Su fallecimiento al año siguiente de finalizar esta obra no le permitió, como se sabe, proseguir su investigación sobre esta y otras cuestiones afines.

Miliband abordó esta problemática en distintos trabajos, también en diálogo con Poulantzas, entre otros, pero quizás sea en su última etapa, en su artículo “Reflexiones sobre la crisis de los regímenes comunistas” y en El socialismo para una época de escepticismo donde podemos encontrar una mayor sistematización de sus propuestas.

 

En el primero, después de un balance crítico de los que definía como “regímenes colectivistas oligárquicos” del extinto bloque del Este, ponía el acento en la necesidad de que un proyecto socialista establezca diferentes “controles del poder”, tanto dentro del estado como desde fuera: ello supone, sostiene, “un sistema de ‘poder dual’ en el que el poder estatal y el poder popular se complementan, pero también se controlan”. A esto añadía lo que él definía como el “principio humano” del socialismo: la capacidad de “convencer a la mayoría de la gente de que representa no sólo una mayoría material y un uso más racional de los recursos de lo que el capitalismo es capaz de hacer, sino que también representa un gobierno más humanitario” (Miliband, 1993: 36-38).

En su última obra concreta más sus tesis anteriores, propugnando que la centralidad del proyecto democrático ha de estar en una nueva Constitución que establezca el diseño de lo que ha de ser un proceso de transición al socialismo: “El constitucionalismo ha sido a menudo un baluarte frente a la intrusión democrática en los intereses de clase inamovibles, pero también es crucial para la protección de los derechos básicos” (Miliband, 1994: 100).

Una Constitución que, según Miliband, debería incorporar la separación de poderes pero a la vez limitar el alcance de las decisiones del poder judicial para que no se erija por encima del parlamentario; una cuestión que ha sido y sigue siendo central en procesos de cambio vividos en muchos países. En cuanto a la arquitectura institucional democrática, apuesta claramente por combinar democracia participativa con democracia representativa y territorial, deseablemente federal.

Sin embargo, Miliband no olvida una premisa fundamental de todo lo anterior: la condición de posibilidad de una democracia socialista “depende totalmente de una socialización creciente de la economía”, o sea, de “la disminución drástica de las desigualdades que caracterizan a las sociedades capitalistas” (Miliband, 1994: 124-125). Desigualdades que, integrando junto a las de clase las derivadas del patriarcado y del racismo así como la crisis ecológica, ya había analizado críticamente en trabajos anteriores.

En Ernest Mandel y sus debates con otros pensadores, como Poulantzas y Miliband pero también Norberto Bobbio, podemos comprobar una interesante evolución que llegará a su madurez en Poder y dinero, su última gran obra, publicada originalmente en 1992.


Así, si en sus artículos en polémica con el eurocomunismo son evidentes las diferencias que mantiene respecto a la caracterización del Estado y a la estrategia a desarrollar para alcanzar el socialismo, no por ello rechaza la hipótesis de que en el marco de una democracia socialista pudiera haber una combinación de democracia representativa y democracia directa:

Sobre la cuestión de saber si hace falta o no una asamblea elegida por sufragio universal al lado de un congreso de consejos obreros en el marco de una democracia socialista, podríamos discutir sin acalorarnos demasiado unos y otros, una vez destruido el poder económico y el poder de Estado de la burguesía. Esta no es más que una cuestión táctica, no una posición de principio (1977: 295).

 

En Poder y dinero da nuevos pasos en sus reflexiones mediante una contribución más sistemática en el último capítulo, insertándola en la tendencia a la “autoadministración, abundancia y extinción de la burocracia”. Para ello defiende la necesidad de unas precondiciones políticas: el crecimiento de una democracia política (plural e integral, multipartidista y respetuosa de las libertades políticas); la necesidad de complementar las formas representativas, indirectas, por un amplio abanico de expresiones directas de democracia, o el uso a gran escala del referéndum, caminando hacia un sistema “donde los derechos de un organismo de tipo parlamentario estén limitados por los derechos de otras cámaras (nacionalidades, mujeres, productores, etc.)” (Mandel, 1994: 285-288). Junto a esas precondiciones políticas, Mandel defiende que tiene que haber unas condiciones sociales para llevarlas a cabo: principalmente “una severa reducción de la jornada diaria (o semanal) de trabajo”, ya que “no se puede dar un progreso cualitativo real hacia la autogestión a menos que el pueblo tenga el tiempo necesario para administrar los asuntos de su lugar de trabajo o de su barrio (…) sin contar la ‘segunda jornada’ de la mujer en el hogar” (Mandel, 1994: 288-289). Una medida que debería ir acompañada por el más amplio acceso a la información y por una política educativa capaz de elevar el nivel mínimo de cultura general y habilidad profesional.

 

Ambas condiciones políticas y sociales tendrían que ir unidas a las económicas que, según Mandel, deberían basarse en una definición correcta de la “abundancia”, entendida como “saturación de la demanda”, pero teniendo en cuenta “los peligros que amenazan a los recursos no renovables de la tierra y al medio natural” (Mandel, 1994: 296). Todas esas condiciones deberían ir acompañadas de la “socialización (apropiación social) de una gran parte del producto social excedente, justificada tanto por razones de justicia social como de eficacia económica” (Mandel, 1994: 308).

Más allá del uso de conceptos y propuestas controvertidas, como “abundancia” o la creación de una cámara de mujeres, podemos encontrar en estos aportes de quien fue dirigente de la IV Internacional una idea compleja de democracia participativa de tipo mixto, radicalmente antiburocrática.

En una orientación semejante podemos caracterizar las aportaciones de Antoine Artous, quien ha ido extrayendo balances críticos de pasados debates para formular propuestas que incluyen la articulación entre diferentes formas de autoorganización, de democracia semidirecta y de democracia representativa o delegada, tanto en el ámbito territorial como en el socioeconómico (Artous, 2005).

En resumen, pese a las diferencias estratégicas existentes entre estos pensadores, se puede reconocer su coincidencia en la apuesta por una democracia mixta, que sea capaz de reflejar la pluralidad en todas las esferas de la nueva sociedad en construcción, y no sólo la exclusiva de un modelo consejista basado sólo en los centros de trabajo. Asimismo, una reivindicación firme de libertades políticas y derechos fundamentales y de un garantismo jurídico dispuesto a poner freno a toda tendencia autoritaria.

Paralelamente, más allá del ámbito occidental y a partir, sobre todo, del decenio de los 90 del pasado siglo han ido emergiendo nuevas experiencias de autogobierno que siguen hoy vivas, como la que se desarrolla en los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas (MAREZ) en Chiapas y la del confederalismo kurdo. Ambas, junto a sus vínculos con sus respectivas tradiciones comunitarias, enlazan con el hilo rojo de la Comuna de París y van más allá: son prácticas democráticas que buscan superar el paradigma nacional-estatalista y demoliberal desde una mirada anticolonial, plurinacional, ecosocial y radicalmente feminista. También podríamos referirnos a otros casos, como el de la Democracia Participativa Local y Descentralizada en el Estado de Kerala (Pinto y Rodríguez-Villasante, 2011), o a otros limitados a la escala municipal y más constreñidos por el contexto neoliberal, como el que tomó como referencia los Presupuestos participativos en Porto Alegre (Brasil), muy popularizado en el marco del movimiento antiglobalización y de los Foros Sociales Mundiales.

Asimismo, es obligado mencionar las olas de movilización popular que en algunos países de América Latina (como el “ciclo rebelde” de 2000 a 2005 en Bolivia) crearon las condiciones para la apertura de procesos constituyentes participativos e innovadores en reconocimiento de derechos y distintas formas de democracia (como la comunitaria), si bien con desigual fortuna en su materialización posterior. En ellos hemos podido comprobar cómo se ha ido enriqueciendo la agenda de temas de debate y de propuestas en torno a proyectos de democracia y de sociedad alternativos al neoliberalismo .

¿Qué democracia socialista?

Apoyándonos en estos y otros debates que no hemos podido incluir en este sucinto recorrido, creo que se pueden desprender algunas premisas de partida a la hora de abordar un proyecto de democracia socialista. Entre ellas, la necesidad de superar viejas falsas dicotomías -entre economía y ecología, entre ambas y la política, entre producción y reproducción, entre el Norte y el Sur, entre lo privado y lo público, entre ciudadanía y extranjería,…- con el fin de alcanzar una democratización radical del conjunto de esas esferas. Asimismo, la centralidad estratégica que han de alcanzar las estructuras de contrapoder popular en todo proceso revolucionario pero, a su vez, la necesidad de combinarlas con otras formas institucionales de democracia, liberándolas de las constricciones de todo tipo existentes bajo el capitalismo, como la mejor vía para expresar la voluntad general del nuevo demos en toda su pluralidad y diversidad.

Para todo ello deberemos partir de la convicción de que las condiciones previas de posibilidad de una democracia socialista exigen llevar a cabo un proceso previo de ruptura con el capitalismo, protagonizado por un nuevo poder constituyente soberano dispuesto a proceder al desmantelamiento, desburocratización y desmilitarización del Estado y a hacer incursiones en la propiedad privada de los sectores clave de la economía. Será así como se podrá caminar hacia la socialización de bienes públicos y comunes y al reparto de los trabajos y los tiempos, mediante una planificación democrática de la transformación del sistema productivo y la generalización de la autogestión a partir de consejos económicos y sociales electos desde la escala empresarial hasta las escalas superiores (Cukier, 2020). Tareas todas ellas que exigen una revolución político-cultural que apueste por un ecosocialismo feminista, anticolonial, antirracista y superador de toda forma de explotación, dominación o despotismo.

Todo ese proceso debería ir acompañado por el pleno desarrollo de las libertades políticas y derechos fundamentales a partir de una concepción republicana antioligárquica (Domènech, 2019), antipatriarcal y laica de la ciudadanía, con el fin impulsar procesos deliberativos y participativos que combinen formas directas y comunitarias (autoorganización, asambleas, comunalismo), semidirectas (referéndum, Iniciativas Legislativas Populares…), indirectas o representativas –o, más bien, delegadas (con rotatividad y revocabilidad, salario igual al medio de un trabajador/a…)-, paritarias, en sus distintas escalas y ámbitos (territorial, plurinacional y pluricultural, económico, político, de géneros…); que pueda incluir también mecanismos de elección por sorteo para determinadas iniciativas deliberativas o instituciones; que articule, en resumen, un reparto abierto de competencias y legitimidades en el marco de una poliarquía institucional, social y transversal (Martínez-Palacios, 2018), alejada de modelos presidenciales y plebiscitarios, y capaz de lograr consensos y/o mayorías concurrentes, pero a su vez de respetar el derecho al disenso.

Un Estado de transición al socialismo deberá ser un Estado de derecho, basado en un garantismo y un pluralismo jurídicos que recojan las conquistas democráticas alcanzadas a lo largo de la historia, dentro de un equilibrio entre los distintos poderes, todos ellos sometidos a formas de elección, control y revocabilidad por parte de la ciudadanía.

Last but not least, todo lo anterior no debe hacernos olvidar que cualquier proceso de construcción de una democracia socialista que no llegue a extenderse a escala internacional se va a ver sometido a amenazas externas e internas que plantearán conflictos y dilemas difíciles de resolver por el nuevo bloque histórico hegemonizado por las clases hasta entonces subalternas. Saber asumirlos y superarlos de forma que eviten una involución autoritaria del proceso será sin duda un reto fundamental e ineludible.

 

Referencias

Andreassi, Alejandro y Tafalla, Joan (2021) ¿Tienen patria los obreros? Rosa Luxemburg y la cuestión nacional (1893-1918). Barcelona: Bellaterra.

Artous, Antoine (2005) “Democracia y emancipación social”, I y II, viento sur, https://vientosur.info/democracia-y-emancipacion-social-i/ y https://vientosur.info/democracia-y-emancipacion-social-ii/

Bensaïd, Daniel (2021) “Inventar lo desconocido. Políticas de Marx”, en Miguel Urbán y Jaime Pastor (eds.), ¡Viva la Comuna! 72 días que conmocionaron Europa. Barcelona: Bellaterra.

Cukier, Alexis (2020) “Revolución ecológica y social”, viento sur, 23/08, https://vientosur.info/revolucion-ecologica-y-social/
Domènech, Antoni (2019) El eclipse de la fraternidad. Madrid: Akal.

Mandel, Ernest (1977) “Le PCF, l’eurocommunisme et l’État”, en E. Mandel, Critique de l’eurocommunisme, París, Maspéro.
(1994) El poder y el dinero. Madrid: Siglo XXI.

Martínez-Palacios, Jone (2018) “La profundización democrática a la luz de la heurística interseccional”, viento sur, 157, pp. 33-41.

Miliband, Ralph (1993) “Reflexiones sobre la crisis de los regímenes comunistas”, en Robin Blackburn (ed.), Después de la caída. Barcelona: Crítica.

(1994) El socialismo para una época de escepticismo. Madrid: Fundación Sistema.

Pastor, Jaime (2021) “Retorno crítico al austromarxismo”, jacobinlat, 23/08, https://jacobinlat.com/2021/08/23/retorno-critico-al-austromarxismo/

Pinto, Rosa y Rodríguez-Villasante, Tomás (2011) La democracia en marcha. Kerala. Barcelona: El Viejo Topo.

Poulantzas, Nicos (1977) “L’État et la transition au socialisme”, Critique Communiste, 16 (versión en castellano en https://vientosur.info/wp-content/uploads/spip/pdf/Entrevista_Weber-Poulantzas.pdf

(1979) Estado, poder y socialismo. Madrid: Siglo XXI.

Samary, Catherine (2010) “La autogestión yugoslava. Por una apropiación plural de los balances. Contra un entierro programado”, viento sur, 12/05

Santos, Boaventura de Sousa y Mendes, José Manuel (eds.) (2018) Demodiversidad: Imaginar nuevas posibilidades democráticas. Madrid: Akal.

 

Fuente: https://vientosur.info/a-vueltas-con-el-debate-sobre-socialismo-y-democracia/