jueves, 28 de febrero de 2019

EL “FALSO POSITIVO” QUE SE COCINA CONTRA EL PROCÓNSUL AUTOPROCLAMADO, DESDE COLOMBIA



27/02/2019

Las implicaciones del artículo 187 numeral 11 de la CRBV y el “falso positivo” que se cocina contra el procónsul autoproclamado, desde Colombia.

Había señalado en el artículo que precede a este, que daría mis apreciaciones sobre la interpretación del artículo 187 numeral 11 de la Carta Magna, referido a las competencias de la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela.

Pero también cabe destacar, estamos obligados a formular una necesaria advertencia, y tiene que ver con lo expresado por el ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Carlos Holmes Trujillo, después de leída la declaración del denominado “Grupo de Lima”, referida a las supuestas amenazas a la integridad física de Juan Guaidó, por parte del gobierno que encabeza Nicolás Maduro.

En cuanto a lo primero, importante es recordar que al inicio del numeral antes señalado, se emplea el término “autorizar” y no “solicitar” ni otro término que infiera algún equívoco. Es importante recordar que el modelo constitucional venezolano posee un sistema de pesos y contrapesos que permite la democratización del poder y que ninguna de las ramas del Poder Público a nivel nacional se solapen y avasallen entre sí.

Esta es una de las intenciones del procónsul autoproclamado “presidente interino”, y lo hace para concretar la tesis de supuesto Estado Fallido, como aval para la invasión militar encabezada por EEUU sobre territorio venezolano.

Como lo señalábamos en el artículo anterior, el artículo 150 numeral 4 de la Constitución de la entonces República de Venezuela de 1961, establecía expresamente que la Cámara del Senado podía autorizar el empleo de misiones militares venezolanas en el exterior o extranjeras en el país, previa solicitud del Ejecutivo Nacional.

Y esto debe ser así, puesto que es el Presidente de la República, quien es Jefe de Estado y de Gobierno en la República Bolivariana de Venezuela, quien dirige las relaciones internacionales de la República, además de celebrar y ratificar los tratados, convenios y acuerdos internacionales.

Asimismo, dentro de las atribuciones y obligaciones constitucionales que tiene el Presidente de la República, tenemos la de dirigir a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en su carácter de Comandante en Jefe, ejerciendo la suprema autoridad jerárquica de ella y fijar su contingente, además de ejercer su mando y promover a sus oficiales a partir del grado de coronel o coronela o capitán o capitana de navío, y nombrarlos o nombrarlas para los cargos que le son privativos.

En ese orden de ideas, en el texto constitucional y en el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica de Seguridad y Defensa de la Nación, se contempla la creación del Consejo de Defensa de la Nación, el cual es el máximo órgano de consulta para la planificación y asesoramiento del Poder Público en los asunto relacionados con la defensa integral de la Nación, su soberanía e integridad de su espacio geográfico. Asimismo le corresponde a esta instancia establecer el concepto estratégico de la Nación. Pero lo más importante de estas definiciones, es que el mismo es presidido por el Presidente o Presidenta de la República, y está conformado, además, por el Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva, el Presidente o Presidenta de la Asamblea Nacional, el Presidente o Presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, el Presidente o Presidenta del Consejo Moral Republicano y los Ministros o Ministras de los sectores de la defensa, la seguridad interior, las relaciones exteriores y la planificación, y otros cuya participación se considere pertinente. Es en la ley orgánica antes mencionada donde se fija su organización y atribuciones.

Así que, para el señor procónsul que pretende erigirse en “presidente interino” (de más está recordar que dicha figura no existe en nuestra Constitución) y al abogado José Amalio Graterol, quien es una de las figuras más representativas de la oposición, que piden a gritos que se “autorice” una misión militar de EEUU para que invada Venezuela y derroque a Nicolás Maduro, pues las propias consideraciones realizadas a la luz de las disposiciones del propio texto constitucional, y someramente de la Ley Orgánica de Seguridad y Defensa de la Nación no avalan su aviesa pretensión.

Pero lo más importante a señalar en estas líneas, es que de momento, la operación militar por parte de EEUU no termina de concretarse en estos instantes, porque la administración Trump no cuenta con el respaldo de la opinión pública a nivel internacional, lo que disuade dicha amenaza y permite ganar tiempo y margen de maniobra al gobierno venezolano.

Es por ello, y como lo hemos expresado en anteriores artículos, que la operación militar contra Venezuela, se ha venido dando por fases, las cuales han venido siendo neutralizadas por la conducción serena y firme de Nicolás Maduro.

No obstante, y aunque parezca un lugar común, a medida que va siendo derrotada cada una de estas fases del plan de agresión contra la Patria de Bolívar y Chávez, se entra a su vez en una fase mucho más peligrosa, por lo que no podemos bajar nuestra atención y debemos extremar nuestros cuidados.

A través de las redes sociales digitales, expresé algunas consideraciones, lo cual me permitiré reproducirlas en estas líneas.

Hace un par de días, esto para el momento en que escribo estas líneas y las mismas sean publicadas, pensé que había perdido mi tiempo al monitorear la XI Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores del denominado “Grupo de Lima”, el cual fue un hecho público, notorio y comunicacional, pero el cierre que le dio a dicha reunión el canciller Carlos Holmes Trujillo con aquella máxima de que el colombiano “si no la hace a la entrada, la hace a la salida” es una completa realidad.

Señaló Holmes Trujillo luego de leer la declaración del inefable grupo, que poseía informaciones creíbles y de buena fuente, sobre serias amenazas a la integridad física del diputado Juan Guaidó, su esposa Fabiana Rosales, y demás integrantes de su grupo familiar. Tales aseveraciones confirman que para los gobiernos de Colombia y EEUU, les convendría más un Guaidó muerto que vivo.

Holmes Trujillo, sin darse cuenta, ha puesto en bandeja de plata al Gobierno venezolano la posibilidad de detener a Juan Guaidó y que se haga justicia. Ya el tema de la detención del parlamentario no se trata de un mero asunto de cese a la impunidad o de la aplicación de leyes inexorables como lo señaló el Libertador Simón Bolívar, a 200 años de su discurso pronunciado en Angostura (hoy Ciudad Bolívar). El Estado venezolano está obligado a cuidar a Guaidó y a preservar su vida, aunque estemos en desacuerdo con su ideología política.

Es por ello que, a mi juicio, una vez que Guaidó pise territorio venezolano (si es que lo pisa) debería ser detenido de inmediato. No olvidemos el caso similar de su mentor político, Leopoldo López hace cinco años ya, y que gracias a las gestiones de Diosdado Cabello y del entonces Comandante General de la Guardia Nacional Bolivariana y hoy Gobernador del estado Bolívar, M/G Justo Noguera Pietri, López fue detenido y salvada su vida del atentado que grupos vinculados con sectores de oposición pretendían en su contra, para originar una conmoción nacional y que dicho evento actuará como detonante para la concreción de un Golpe de Estado en contra del presidente Nicolás Maduro.

Confieso mis temores, y entiendo que otros analistas coinciden en mis apreciaciones, de la permanencia de Guaidó en territorio colombiano. Se encuentra en el país campeón en la violencia política, del paramilitarismo, del sicariato, y de la generación de “falsos positivos” inaugurada durante la gestión de Álvaro Uribe Vélez y su entonces ministro de Defensa y sucesor, Juan Manuel Santos. Dios quiera que en Colombia no asesinen a Guaidó.

Así que, camarada Iris Varela, actual ministra del Poder Popular de Servicios Penitenciarios, vaya alistando de una vez el centro penitenciario y la celda donde será recluido Juan Guaidó, por el concurso de delitos en el que está inmerso (Usurpación de funciones, traición a la Patria, instigación para delinquir, simulación de hecho punible, malversación de fondos, por sólo mencionar algunos) y que por razones de espacio y tiempo no explicamos por las plataformas tecnológicas y redes sociales digitales, pero que ahora hacemos a través de esta vía.

¡Leales siempre! ¡Traidores nunca!

Juan Martorano
Abogado, activista por los Derechos Humanos, militante revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas
 @juanmartorano

https://www.alainet.org/es/articulo/198435

LA DERROTA DE EEUU EN EL GRUPO DE LIMA Y LAS PAYASADAS DE IVÁN DUQUE




27/02/2019 

La reunión del Grupo de Lima concluida este pasado lunes 25 de febrero en Bogotá, no aprobó la propuesta del vicepresidente Mike Pence, de autorizar el uso de una fuerza de intervención militar en contra de Venezuela, propuesta que resultaba para Estados Unidos estratégica, porque que debía ser llevada este martes 26 al Consejo de Seguridad de la ONU, como aspiraban el señor Pence, el presidente Duque y Luis Almagro, pero con este fracaso, seguramente plagaran de mentiras el recinto del Consejo de Seguridad, como lo que han venido haciendo y acusando al presidente Maduro de disparar sobre los “pacíficos” venezolanos que fueron a recibir la ayuda.

La realidad ha sido otra, fueron los sicarios guarimberos de Guaidó. Los que desde territorio colombiano atacaron a la Guardia Nacional bolivariana, fueron los que con la complicidad e impunidad más descarada de la policía colombiana, lanzaron cocteles molotov contra los dos camiones incendiados y fueron ellos los que atacaron con esas bombas incendiarias a la Policía y Guardia Nacional todo filmado y documentado.

No obstante la derrota sufrida en el seno de sus propios aliados, Estados Unidos insiste en considerar el tema en el Consejo de Seguridad, porque busca legalizar su objetivo: atacar militarmente a Venezuela y ocupar dicho país para robarse sus riquezas. Obviamente en ese escenario de carácter mundial, la respuesta será No, y ellos lo saben, porque de los cinco miembros permanentes con derecho al veto, hay dos países Rusia y China que seguramente ejercerán su voto negativo.

La estrategia yanqui de presentar el caso de Venezuela en el Consejo de Seguridad es más de carácter mediático, pues de antemano saben que no prosperará, su interés es crear la imagen que Venezuela es un peligro para la paz mundial y tratar de lograr respaldo de gobiernos en otras latitudes y justificar la intervención.

No olvidar que en el 2003 el Secretario de Estado Colin Powell, presentó en el Consejo de Seguridad supuestas evidencias de que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva, todo falso, Irak fue destruido y asesinados cerca de un millón de sus ciudadanos, Estado Unidos se apoderó de los yacimientos petroleros y las empresas que empezaron a explotarlos pertenecían al vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheyne.

El show mediático orquestado por Estados Unidos y el presidente Duque, en Bogotá con el coro del Grupo de Lima es grande, lo paradójico es que su director el uruguayo Luis Almagro, cuya función en la OEA se supone sea la de mantener la paz y las buenas relaciones entre los Estados miembros, ha abrazado la bandera de la guerra y la intervención militar, contradictoriamente Bogotá es la peor sede escogida y el gobierno anfitrión está acusado de graves violaciones de Derechos Humanos, en los siete meses de gestión desde que asumió la presidencia Iván Duque, más de 125 líderes sociales han sido asesinados impunemente por los paramilitares y su gobierno no ha detenido a un solo criminal y llevado ante los tribunales.

La represión por el llamado cuerpo de la Policía Nacional llamados ESMAD continúan contra los estudiantes, indígenas, afros -descendientes y pueblo en general, para acallar las protestas por los graves problemas sociales que tienen que afrontar, mientras que el ministro de Defensa, está presentando una ley que ilegalice la protesta social.

Colombia presenta los índices más altos de violación de derechos humanos desde hace muchos años, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA los ha condenado por el genocidio de la Unión Patriótica y actualmente la Corte Penal Internacional aguarda que la Fiscalía entregue la información de las graves acusaciones que tienen altos jefes militares y civiles sobre el asesinato de más de 3000 jóvenes en el conocido caso de los falsos-positivo. Sobre todos estos graves delitos y hechos, el señor Luis Almagro nunca se ha pronunciado, como tampoco lo hace con lo que actualmente está aconteciendo en violaciones de derechos humanos y graves ataques contra sus pueblos en Honduras, Chile, Perú, Brasil, Argentina y Guatemala, todo ellos son los que conforman el Grupo de Lima.

Violando toda norma del Derecho Internacional, pisoteando la Carta de la OEA y de la ONU, es este Grupo de Lima orientado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos y dirigido por el uruguayo Luis Almagro el que ejecuta acciones ilegitimas contra Venezuela y usurpa el papel de la OEA, organización que desde hace muchos años se ha plegado a las directrices que orienta el gobierno de los Estados Unidos y es precisamente lo que está sucediendo contra el gobierno de Nicolás Maduro, lo que al parecer no han considerado estos Estados que forman parte del Grupo de Lima, que si mañana piensan diferente a los deseos de Estados Unidos, pueden ser ellos víctima de esta política imperial, como le sucedió a Panamá, cuando el general Manuel Antonio Noriega, se negó a apoyar a Estado Unidos en su guerra contra el gobierno sandinista y está fue invadida causando desolación y miles de muertes.

Resulta seriamente preocupante que tanto el presidente de Estados Unidos como sus más cercanos colaboradores, continúen afirmando que todas las opciones están sobre la mesa, es una peligrosa amenaza al uso de la fuerza, a pesar de que la comunidad internacional se niega a que se produzca una intervención militar y en su gran mayoría de los países miembros de la ONU reconoce como legitimo presidente de Venezuela a Nicolás Maduro y plantea que la salida a la crisis que artificialmente ha creado Estados Unidos en Venezuela y que cualquier controversia de carácter política debe ser resuelta por la vía del dialogo.

Hoy los pueblo del mundo deben movilizarse y rechazar cualquier aventura militar o uso de la fuerza contra Venezuela, el pueblo venezolano está demostrando su valentía y dignidad, frente a las amenazas del imperialismo yanqui y a la minoritaria, traidora y vendida oposición venezolana al oro gringo, cuyo ridículo hemos presenciado con este último show de la supuesta entrega de ayuda humanitaria, el pasado 23 de febrero en la frontera colombo-venezolana, a esta acción violenta y violadora del derecho internacional, se prestaron los mandatarios de Chile y Paraguay que encabezada por el presidente colombiano Iván Duque llamaron al derrocamiento del gobierno de Nicolás Maduro, lo cual es una violación a la Carta de la ONU y de la OEA.

La Habana, martes 26 de febrero del 2019, 16.30 hrs.

Tony López R.
Periodista, politólogo y analista internacional.

https://www.alainet.org/es/articulo/198436