SIGLO XXI - QUINTO LUSTRO - "Un nuevo orden emerge de la desintegración del capitalismo que irá reemplazando la célula económica (familia) por una nueva matriz reproductiva (comunas) que cumplirá funciones defensivas, judiciales, productivas y administrativas."
lunes, 30 de abril de 2012
EL 1° DE MAYO Y EL FRENTE ÚNICO
El 1° de Mayo es, en todo el mundo, un día de unidad del proletariado revolucionario, una fecha que reúne en un inmenso frente único internacional a todos los trabajadores organizados. En esta fecha resuenan, unánimemente obedecidas y acatadas, las palabras de Carlos Marx: "Proletarios de todos los países, uníos". En esta fecha caen espontáneamente todas las barreras que diferencian y separan en varios grupos y varias escuelas a la vanguardia proletaria.
El 1° de Mayo no pertenece a una Internacional es la fecha de todas las Internacionales. Socialistas, comunistas y libertarios de todos los matices se confunden y se mezclan hoy en un solo ejército que marcha hacia la lucha final.
Esta fecha, en suma, es una afirmación y una constatación de que el frente único proletario es posible y es practicable y de que a su organización no se opone ningún interés, ninguna exigencia del presente.
A muchas meditaciones invita esta fecha internacional. Pero, para los trabajadores peruanos las más actual, la más oportuna, es la que concierne a la necesidad y a la posibilidad del frente único. Últimamente se han producido algunos intentos seccionistas. Y urge entenderse, urge concertarse para impedir que estos intentos prosperen, para evitar que socaven y que minen la naciente vanguardia proletaria del Perú.
Mi actitud, desde mi incorporación en esta vanguardia, ha sido siempre la de factor convencido, la de un propagandista fervoroso del frente único. Recuerdo haberlo declarado en una de las conferencias iniciales de mi curso de historia de la crisis mundial. Respondiendo a los primeros gestos de resistencia y de aprensión de algunos antiguos y hieráticos libertarios, más preocupados de la rigidez del dogma que de la eficacia y la fecundidad de la acción, dije entonces desde la tribuna de la Universidad Popular: "Somos todavía pocos para dividirnos. No hagamos cuestión de etiquetas ni de títulos."
Posteriormente he repetido estas o análogas palabras. Y no me cansaré de reiterarlas. El movimiento clasista, entre nosotros, es aún muy incipiente, muy limitado, para que pensemos en fraccionarle y escindirle. Antes de que llegue la hora, inevitable acaso, de una división, nos corresponde realizar mucha obra común, mucha labor solidaria. Tenemos que emprender juntos muchas largas jornadas. Nos toca, por ejemplo, suscitar en la mayoría del proletariado peruano, conciencia de clase y sentimiento de clase. Esta faena pertenece por igual a socialistas y sindicalistas, a comunistas y libertarios. Todos tenemos el deber de sembrar gérmenes de renovación y de difundir ideas clasistas. Todos tenemos el deber de alejar al proletariado de las asambleas amarillas y de las falsas "instituciones representativas". Todos tenemos el deber de luchar contra los ataques y las represiones reaccionarias. Todos tenemos el deber de defender la tribuna, la prensa y la organización proletaria. Todos tenemos el deber de sostener las reivindicaciones de la esclavizada y oprimida raza indígena. En el cumplimiento de estos deberes históricos, de estos deberes elementales, se encontrarán y juntarán nuestros caminos, cualquiera que sea nuestra meta última.
El frente único no anula la personalidad, no anula la filiación de ninguno de los que lo componen. No significa la confusión ni la amalgama de todas las doctrinas en una doctrina única. Es una acción contingente, concreta, práctica. El programa del frente único considera exclusivamente la realidad inmediata, fuera de toda abstracción y de toda utopía. Preconizar el frente único no es, pues, preconizar el confusionismo ideológico. Dentro del frente único cada cual debe conservar su propia filiación y su propio ideario. Cada cual debe trabajar por su propio credo. Pero todos deben sentirse unidos por la solidaridad de clase, vinculados por la lucha contra el adversario común, ligados por la misma voluntad revolucionaria, y la misma pasión renovadora. Formar un frente único es tener una actitud solidaria ante un problema concreto, ante una necesidad urgente. No es renunciar a la doctrina que cada uno sirve ni a la posición que cada uno ocupa en la vanguardia. La variedad de tendencias y la diversidad de matices ideológicos es inevitable en esa inmensa legión humana que se llama el proletariado. La existencia de tendencias y grupos definidos y precisos no es un mal; es por el contrario la señal de un periodo avanzado del proceso revolucionario. Lo que importa es que esos grupos y esas tendencias sepan entenderse ante la realidad concreta del día. Que no se esterilicen bizantinamente en exconfesiones y excomuniones reciprocas. Que no alejen a las masas de la revolución con el espectáculo de las querellas dogmáticas de sus predicadores. Que no empleen sus armas ni dilapiden su tiempo en herirse unos a otros, sino en combatir el orden social sus instituciones, sus injusticias y sus crímenes.
Tratemos de sentir cordialmente el lazo histórico que nos une a todos los hombres de la vanguardia, a todos los fautores de la renovación. Los ejemplos que a diario nos vienen de fuera son innumerables y magníficos. El más reciente y emocionante de estos ejemplos es el de Germaine Berthon. Germaine Berthon, anarquista, disparó certeramente su revólver contra un organizador y conductor del terror blanco por vengar el asesinato del socialista Jean Jaurés. Los espíritus nobles, elevados y sinceros de la revolución, perciben y respetan, así, por encima de toda barrera teórica, la solidaridad histórica de sus esfuerzos y de sus obras. Pertenece a los espíritus mezquinos, sin horizontes y sin alas, a las mentalidades dogmáticas que quieren petrificar e inmovilizar la vida en una fórmula rígida, el privilegio de la incomprensión y de los egotismos sectarios.
El frente único proletario, por fortuna, es entre nosotros una decisión y un anhelo evidente del proletariado. Las masas reclaman la unidad. Las masas quieren fe. Y, por eso, su alma rechaza la voz corrosiva, disolvente y pesimista de los que niegan y de los que dudan, y busca la voz optimista, cordial, juvenil y fecunda de los afirman y de los que creen.
José Carlos Mariátegui
Primera edición: El Obrero Textíl, vol. V, No. 59, Lima, mayo 1, 1924.
Fuente: José Carlos Mariátegui, Ideología y Política, Ob. Compl. Tomo 13; La organización del proletariado, Comisión Política del Comité Central del Partido Comunista Peruano (eds.). Lima: Ediciones Bandera Roja, 1967.
-----------------------------------------------
¡Proletarios del mundo uníos!
¡Viva el 1º de Mayo!
¡Vivan los trabajadores!
Un mundo sin trabajadores es imposible
Un mundo sin capitalistas es necesario
El 1º de Mayo es el día que nos recuerda el poder invencible que la unidad de clase nos puede proporcionar para cambiar el mundo de acuerdo a nuestras necesidades y capacidades. Un mundo de prosperidad, paz y solidaridad fraterna. El único obstáculo que se interpone en el camino de este progreso es la actividad parasitaria de los monopolios. La explotación depredadora de los recursos para la producción de riqueza para su propio provecho a costa de los pueblos y el medio ambiente. En tiempos de crisis capitalistas, sobre todo en una crisis profunda y sincronizada como la que afrontamos hoy en día, sus rivalidades inter-imperialistas se intensifican, sus ansias de más esferas de influencia, el control sobre los recursos para la producción de riqueza, mayores mercados y mano de obra más barata son exorbitantes. Son más despiadados que nunca en el curso de la competencia. El fuego de las guerras imperialistas y de los conflictos causados por las intervenciones imperialistas se está extendiendo y las rivalidades intercapitalistas dan lugar a guerras y conflictos.
FUENTE: http://www.jornaldearequipa.com/
EL CEREBRO Y EL MITO DEL YO (30)
El problema de la atención
Consideremos el ejemplo de alguien que intenta ponerle atención a un conferenciante cuando la persona de atrás no se está quieta, caso en el cual la primera hará caso omiso del ruido de atrás para darle significado interno sólo a lo que desea escuchar. Propongo este ejemplo porque creo que pone de relieve los matices de los diversos contextos internos y los sutiles cambios que pueden sufrir y que de hecho sufren en muy corto tiempo. La hipótesis a exponer en el presente capítulo es proponer cómo las representaciones fragmentadas de las propiedades de estímulos individuales, observadas en las áreas sensoriales primarias del cerebro, se pueden amalgamar para formar un estado funcional único: la cognición. También es tarea de este capitulo sugerir cómo a estos patrones así reconstituidos se les dará significación internamente de acuerdo con el contexto prevalente en el momento. Más adelante trataré en mayor detalle del contenido y del contexto de tales representaciones pero, por ahora, abordaré la primera parte de la hipótesis. Estudiaremos de qué manera el cerebro asimila los fragmentos de la realidad referida sensorialmente, agrupándolos en el tiempo como una única estructura cognoscitiva.
Desde hace mucho tiempo es de dominio común en la investigación neurológica que en el ser humano los circuitos generales con los que nace, más que modificarse radicalmente durante la maduración normal, se especializan. Los circuiros neuronales necesarios para mover los dedos nos acompañan desde el nacimiento y por lo tanto no los tenemos que aprender. En cambio si se desea tocar un instrumento como el violín, particularmente con cierto valor estético, se requiere práctica. En esto consiste la exquisita especialización basada en la experiencia de las conexiones sinápticas, de las cuales hablé en el capítulo 3. Es evidente que la habilidad y especialmente la musicalidad con la cual se interpreta dependen y están limitadas por un conglomerado de capacidades que al nacer ya se hallan presentes, pero que con la práctica pueden desarrollarse o facilitarse en mayor o menor grado. Otro ejemplo es la capacidad lingüística, genéticamente determinada, cuyos circuitos neuronales nos acompañan desde el nacimiento; el aspecto "ambiental" de esta ecuación se refiere al idioma particular que será nuestra lengua materna. El abordaje y comprensión de estos a priori estructurales comenzó con la identificación del área cortical del lenguaje (Broca, 1861) y prosiguió con el trabajo anatómico de Ramón y Cajal. Con la "doctrina neuronal", Cajal demostró que las neuronas son las unidades básicas de la organización cerebral, y pasó a describir los diferentes circuitos neuronales presentes en todos los cerebros normales. Posteriormente, esta conectividad funcional se corroboró con los mapas somatotópicos punto a punto de Penfield Tales conexiones "punto a punto" varían ligeramente entre individuos, de modo semejante a las otras variabilidades anatómicas normales (estatura, distancia entre los ojos, etc.). Sin embargo, no cabe duda de que tener dos ojos, una nariz entre ellos y una boca abajo es una constante esperada en todos los humanos. Así pues el tálamo, la corteza y la conectividad específica entre ellos no es algo aprendido sino heredado.
Este a priori estructural de conectividad neuronal punto a punto, que recibe el nombre de "mapa espacial", se debe a los vínculos entre neuronas funcionalmente relacionadas. Es claro que el número de neuronas funcionalmente relacionadas en un grupo es finito y, por ende, el número de posibles conexiones entre ellas también lo es. De aquí se deduce que existe un universo finito de posibles representaciones creadas por estas neuronas, por sus interconexiones y por sus actividades individuales. Sin embargo, para efectos prácticos, y especialmente dado el lapso de la vida humana, las variaciones y permutaciones de la actividad neuronal de un cerebro con 10 billones de células son ilimitadas. Surge, pues, una importante pregunta: ¿Podría la organización jerárquica emanada de la comunicación entre neuronas unificar los diferentes retazos de realidad que llegan por los sentidos y Conformar un único conjunto perceptual interno, generando células omnisapientes? El lector sospechará que probablemente ello no es posible. Una conectividad que se basara tan sólo en las leyes de la jerarquía sería demasiado lenta y tortuosa para mantener el ritmo de los continuos cambios del mundo externo. Debemos buscar otro mecanismo.
Cotemporalidad es conciencia
Probablemente lo que buscamos es la coherencia temporal. Se dice que durante el desarrollo cerebral, "las neuronas que disparan juntas se conectan juntas" o, dicho de otro modo, "las neuronas que disparan juntas conspiran juntas" o "la cotemporalidad es la conciencia". Si se superponen los mapas de conectividades temporales con los mapas espádales, que de por sí son limitados, se genera un conjunto mucho mayor de posibles representaciones, en virtud de que las posibilidades de combinación se vuelven entonces prácticamente infinitas. En esto radica el concepto de unidad perceptual, que es en suma la conjunción espacial y temporal. La conectividad física permitió a las células nerviosas del cerebro una solución de "interrelación": la unificación sincrónica de sus respectivas actividades individuales. Puesto que pueden conformar diversos patrones interrelacionados temporalmente, las neuronas también pueden unificar la realidad combinando los aspectos individuales y fraccionados que cada neurona posee. Este fenómeno de interrelación temporal se denomina coherencia temporal. En el capítulo 2 se vio que la oscilación eléctrica en fase, o resonancia, efectuada por módulos enteros de neuronas (cuyas actividades representan aspectos fragmentados del mundo externo) conforma patrones globales de actividad. Este patrón de actividad tendrá entonces todos los componentes necesarios para desarrollar una estructura funcional interna, transitoria, que representa el momento actual de la realidad del mundo externo.
Es decir, que tal coherencia temporal es el mecanismo neurológico básico de la unidad perceptual, al poner junios los componentes sensoriales independientes, la llamada "unión cognoscitiva". La "unificación motora", que es más sencilla de comprender, se produce de manera análoga a la anterior, pues como vimos en el caso de la oliva inferior, para efectuar adecuadamente el más simple de los movimientos la motricidad requiere que la activación temporal de los músculos sea altamente precisa.
Hasta épocas recientes, el mapeo temporal del cerebro resultó más difícil de estudiar y de comprender que el mapeo espacial, porque el primero implica comprender la dinámica de la función cerebral. Básicamente, la filosofía prevalente en nuestros estudios se ha basado en la electroanatomía (cuál neurona inhibe, o cuál excita, y a quién), pero esto no basta. Pese a que, en general, hoy en día cada vez se acepta más el concepto de mapeo temporal, éste ha sido un parámetro descuidado en la neurociencia, por razones principalmente técnicas pues, para ser estadísticamente significativo, requiere registros eléctricos simultáneos en un elevado número de neuronas. Así, es necesario demostrar, con la utilización de análisis de series temporales, que los disparos son simultáneos y que las correlaciones obtenidas se relacionan causalmente con el evento sensorial o motor que supuestamente generó tal actividad.
La activación sincrónica de neuronas espacialmente dispersas es un mecanismo que probablemente aumenta la eficiencia del cerebro. Desde hace cierto tiempo se conoce tal simultaneidad de la motricidad o de la actividad cerebral derivada de la motricidad. Un buen ejemplo de ello es el choque eléctrico producido por peces como la anguila eléctrica o el elasmobranquio Torpedo marmorata (Bennett, 1971). Los "órganos eléctricos" del pez, las electroplacas (los componentes paralizadores del sistema eléctrico), deben operar sincrónicamente. Si se liberan todas al unísono, las pequeñas corrientes producidas en cada diminuta electroplaca se suman y configuran el golpe eléctrico paralizante. ¿Como se logra tal sincronía si las electroplacas se localizan a diversas distancias del núcleo de comando central? Bien, las neuronas del núcleo de comando disparan sincrónicamente y el tiempo de conducción a las electroplacas es uniforme, ya que las velocidades de conducción de las diferentes neuronas motoras varían directamente con la distancia a la cual se encuentra la electroplaca que debe ser activada. Es decir, como las longitudes de los axones de las neuronas motoras son diferentes, los más largos conducen su señal más rápido y los más cortos más lentamente, de modo que las señales llegan al mismo tiempo, independientemente de la distancia a la cual se hallen de sus blancos. Vemos, pues, que la naturaleza aborda el problema de la simultaneidad con gran precisión, ajustando las velocidades de conducción para garantizar que su efecto sea sincrónico, sin lo cual, en lugar de producir "parálisis", el pez produciría "cosquillas". Igual activación isocrónica se observa ante grandes disparidades espaciales, como se vio en el sistema olivo-cerebelar de los mamíferos descrito en el capítulo 2. Numerosas células de Purkinje de la corteza cerebelar, muy distantes unas de otras, se activan sincrónicamente por influencia directa de la oliva inferior (Sugihara et al, 1993; De Zeeuw et al, 1996), y esto se logra nuevamente debido a que las velocidades de conducción varían según la longitud de los axones que llevan la señal.
¿Se tiene alguna evidencia de que durante la entrada sensorial la activación neuronal sea sincrónica? Se trata de una importante pregunta, pues se esperaría que si la unidad perceptual de los objetos y eventos del entorno ocurre por la conjunción del mapeo cerebral espacial y temporal, entonces las neuronas relacionadas con la. entrada y el procesamiento sensorial deberían activarse sincrónicamente — que es precisamente lo que se observa. Es lo que se encuentra en la vía visual cuando se activa la totalidad de las células ganglionares de la retina: la salva de actividad neural que liega por el nervio óptico es sincrónica al llegar al tálamo (Stanford, 1987).
Los estímulos luminosos, tanto estacionarios como de movimiento, también evocan respuestas oscilatorias en las células ganglionares de la retina, cuyas mitades nasal y temporal están sincronizadas y evocan respuestas sincrónicas al nivel del tálamo (Neuenschwander y Singer, 1996). Por ende, las actividades de las porciones central y periférica de la retina tienen tiempos de conducción semejantes, a pesar de que los axones sensoriales entre las células de ganglios periféricos y el tálamo pueden ser el doble de largos que los de las células de ganglios próximos al nervio óptico. Se trata de un caso más de modificación de la velocidad de conducción para lograr la sincronía.
En el ámbito del sistema nervioso central, en la corteza cerebral de los mamíferos, Wolf y Singer y su colega Charlie Gray observaron que, ante barras luminosas de dimensiones, orientaciones y velocidades óptimas, ciertas columnas de células de la corteza visual producen una actividad sincrónica generalizada. (Eckhorn et al., 1988; Gray y Singer, 1989; Gray et al., 1989). Además, los componentes visuales generados por un objeto cognoscitivo singular (tales como una raya en el campo visual) producen "oscilaciones gamma" temporalmente coherentes (próximas a los 40 Hz) (Gray y Singer, 1989; Gray et al., 1989). Estas oscilaciones se evocan en la corteza a distancias de unos 7 mm (lo que, para efectos de “propiedad raíz neural", es básicamente como si estuvieran en un país diferente). Así mismo, se observa una gran correlación con la actividad oscilatoria a 40 Hz, entre columnas corticales relacionadas (al mismo tiempo y en la misma dirección), lo cual el cerebro interpreta como el movimiento de un objeto. Tales mecanismos oscilatorios de resonancia ya se mencionaron en el capítulo 2 al examinar la señal de control motor generada por el núcleo de la oliva inferior. Respecto a, la corteza visual, en ella se observan conjuntos dispersos de neuronas cuyas actividades se unifican temporalmente, con un claro ritmo que oscila a 40 Hz (Llinás et al., 1991: Núñez et el., 1992; Lutzenberger et al, 1995; Sokolov et al., 1999).
Los mecanismos fisiológicos mediante los cuales el cerebro permite que la organización (neural) de la percepción sea simultánea son tan fascinantes como complejos. Antes de abordar los aspectos básicos neuronales de tal organización, introduciré al lector al proceso explícito y global que considero como el candidato ideal para implementar esta unificación cognoscitiva tan esencial. Se trata de un mecanismo que es producto tanto de la interiorización evolutiva de la motricidad como de la combinación de las propiedades eléctricas intrínsecas de oscilación de las neuronas.
40 Hz globales: la señal que unifica
Los estudios indican que durante tareas cognoscitivas se genera una actividad neuronal coherente de 40 Hz, suficientemente intensa como para detectarse en la superficie dérmica del cráneo. Además, hay quienes proponen que esta actividad de 40 Hz refleja las propiedades resonantes del sistema tálamo-cortical, dotado a su vez de un ritmo de 40 Hz (Llinás, 1990; Llinás et al., ,1991; Pedroarenas y Llinás, 1998; Steriade et al, 1991) Whittington et al., 1995; Steriade y Amzica, 1996; Steriade et al., 1996;
Molotchnikoff y Shumikhina, 1996) (figura 6.2). Mas aún, se ha candidatizado a la actividad coherente a 40 Hz como la responsable de que los componentes
DISPAROS COINCIDENTES
Figura 6.2
Diagrama simplificado que ilustra cómo se genera lo unificación temporal mediante la conjunción de vías tálamo-corticales que utilizan la actividad coincidente de 40 Hz y que. aunque espacialmente separados, convergen sobre el tálamo. Lo célula de la izquierda represento núcleos específicos sensoriales o motores que proyectan a la corteza cerebral (capa IV) mientras que la célula de la derecha representa núcleos introlaminares inespecíficos que proyectan a la capa más superficial de la corteza (capa 1). Ver texto para detalles. (Adaptado de Llinás et al., 1998, figura 6. p.1847.) vectoriales sensoriales y motores, que representan los detalles del mundo percibido, generen una unidad perceptual. ¿Qué significa lo anterior? Estamos ante un sistema que enfrenta al mundo externo, no como una maquina adormilada que se despierta sólo mediante estímulos sensoriales, sino, por el contrario, como un cerebro en continua actividad, dispuesto a interiorizar y a incorporar a en su más profunda actividad imágenes del mundo externo, aunque siempre en el contexto de su propia existencia y de su propia actividad eléctrica intrínseca.
Si consideramos que las ondas coherentes a 40 Hz se relacionan con la ciencia, podemos concluir que está en un evento discontinuo, determinado por la simultaneidad de la actividad en el sistema tálamo – cortical (Llinás y Pare, 1991). La oscilación a 40 Hz genera un alto grado de organización espacial, por lo tanto, puede ser el mecanismo de producción de la unión temporal, de actividad rítmica sobre un gran conjunto de neuronas. El mapeo temporal global engendra la cognición. La unión de la información sensorial en un único estado cognoscitivo es implementado a través de la coherencia temporal de los impulsos de entrada, desde los núcleos talàmicos –específicos e inespecíficos- hasta la corteza. Esta detección de coincidencias conforma la base de la unificación temporal.
CONGA Y LA HORA SEÑALADA
Gustavo Espinoza M.
Rebelión
30-04-2012
Pareciera que va llegando a su fin el tema de Conga en el Perú. Y es que, en efecto, asoman en la recta final las definiciones centrales, que permitirán saber, finalmente, si el proyecto minero se concreta, o se pasma. En algunos sectores, hoy se cruzan apuestas para saber quien acierta. Y es que está de por medio la producción de 650 mil onzas de oro anuales. Una fortuna más que considerable.
Lo que ocurre, es que nunca se sabe cuántas vueltas da la tuerca. Cuando las organizaciones sociales de Cajamarca y su gobierno regional levantaron legítimas banderas de lucha en torno al tema, se pensó -en efecto- que el caso estaba claro y que el gobierno no cometería el grave error de conceder a la empresa Yanacocha la explotación del oro allí acumulado. No fue así. Cuando, por el contrario, el Presidente Humala dijo “Conga va”, hubo quienes supusieron que todo estaba definido y que era cuestión de días apenas dado que, finalmente, el gobierno impondría su voluntad a sangre y fuego. En ese contexto, hubo quienes levantaron denuestos contra el Jefe del Estado asegurando que sus palabras constituían una alevosa traición.
Hoy, el ex ministro del ambiente, el señor Gisecke asegura que la declaración de Humala fue trasmitida por los medios de comunicación “cortada”, porque la frase que pronunció en aquella circunstancia el mandatario, fue así. “Conga va si se adecúa a los requisitos que lo hagan viable”. En ese contexto, lo que sí marchó fue la encomienda a un grupo de expertos para que hicieran un “estudio técnico” referido al tema, luego del cual el gobierno adoptaría una definición. La tarea se cumplió y los peritos contratados dieron su veredicto. Pero ahí tampoco acabó la cosa.
Y es que, bien mirada, la decisión de los “expertos” fue salomónica. No podemos decidir si el proyecto va, o no va - parecieran haber dicho- porque eso dependerá de tres factores que escapan a nuestra voluntad: a) la decisión del gobierno, b) la voluntad de la empresa de aceptar las recomendaciones que hacemos y c) la resolución de la población afectada que puede tolerar, o no, las condiciones de explotación de esos yacimientos. En definitiva, el partido volvió a comenzar solo que en otras condiciones y sin que nada se hubiera realmente definido.
La exposición del Presidente Humala hace ocho días pareció poner fin a todas las especulaciones. El mandatario aseguró que el proyecto tendría luz verde si la empresa aceptaba un conjunto de requerimientos que se desprendían, por cierto del Estudio de Impacto Ambiental y de la recomendación de los peritos encargados de revisar la causa. Hubo algunos que batieron palmas en ese momento y otros que tronaron reiterando acusaciones que ya habían formulado. La empresa no tuvo una reacción fresca. En forma inmediata aseguró que tenía disposición a “reformular sus estudios”, pero eso no implicaba por cierto la voluntad de ceder pasivamente a las exigencias planteadas por el Presidente. Era, apenas, una expresión de cautelosa voluntad, con cargo a inventario. Ahora se puede percibir eso con mayor claridad.
Y es que, mientras la Yanacocha “reformula sus estudios”, ya ha soltado sus galgos a fin que aboguen por ella. No de otro modo puede explicarse el editorial del diario “El Comercio” correspondiente al jueves 26 de abril. En él, el Decano de la Prensa Nacional “saca la cara” por la minera y cuestiona dos elementos claves del debate: el Estudio de Impacto Ambiental y las exigencia formuladas por el Presidente Humala. Para el diario de La Rifa, el EIA simplemente carece de valor y de sustento. No tiene razón de ser. Debe dejarse de lado. Y no tomarse en cuenta sus observaciones. Por lo demás, las condiciones del Presidente de la República, son equivocadas. Exigirle a la empresa que cree 10,000 puestos de trabajo cuando solo necesita 6,000 trabajadores es un error, asegura. De ese modo, los Miro Quesada dan una nueva vuelta a la tuerca y el puntapié inicial para una nueva campaña mediática, que se orientará a asegurar que las “condiciones” que se busca “imponer” para el proyecto Conga, son “inviables” y “absurdas”.
En otras palabras, esa ofensiva se encamina a exigir que el proyecto minero Conga vaya “sí, o sí” y que la empresa Yanacocha no tenga obligación alguna, para poner en marcha “su inversión”. Que Humala archive sus propuestas porque ellas “dañan” la iniciativa minera, que “no interfiera” en planes “técnicos” En otras palabras, que se calle la boca y no “ponga en peligro” la presencia del capital foráneo
Entre quienes asumen una actitud favorable al proyecto, hay ciertamente diferencias. Unos, responden a la campaña mediática. Y creen, en efecto, en las bondades de la inversión extranjera. Creen, de buena fe, que el Perú es realmente “un país minero”, y que los recursos están allí “para ser explotados”. Se trata de impedir -aseguran quienes así piensan- que el dogmatismo anti minero se imponga trabando las posibilidades de desarrollo del país. Quienes tienen este punto de vista parten por cierto de dos formulaciones erróneas. El Perú no es, necesariamente, un país minero. Podría ser perfectamente una potencia industrial, porque el perfil de su desarrollo no proviene solamente de los recursos con los que cuenta, sino también del sentido de la política de sus gobernantes. Y un gobierno que se precie de promover el desarrollo, no podría contentarse con alentar sólo las actividades extractivas que, finalmente, se agotan.
El segundo error es considerar que la minería “alienta el desarrollo”. Creen ellos ingenuamente que gracias a la minería los pueblos prosperan, se Acumula riqueza y se genera el bienestar. Todo eso no es más que un conjunto de sofismas que no tienen sustento alguno. Se estrellan contra la realidad. Si la minería fuera progreso, entonces las regiones más prósperas del Perú habrían sido Huancavelica, Cerro de Pasco y Apurimac que -como se sabe- integran el “trapecio andino” la región más pobre, deprimida y olvidada del Perú. Si la minería equivaliera a “progreso”, entonces La Oroya sería una de las ciudades más prósperas del Perú. Quizá como Montreux, en las orillas del Lago Leman, en la apacible Suiza francesa.
En otra lógica se sitúan los sicofantes de la burguesía, panegiristas de la inversión foránea y gonfaloneros de la empresa Yanacocha. Hablan del “incremento de la riqueza” que habrá de dejar el proyecto Conga, pero mirando los beneficios que a ellos les generará la acción de la empresa imperialista. Creen, con el novelista español Miguel Delibes que el dinero es muy amable. Que con dinero, se puede conseguir en este mundo, casi todo lo que uno se proponga. Y es verdad. Tendrán ellos, en efecto, nuevas inversiones en materia de publicidad, programas de ayuda y asistencia para sus proyectos, recursos para solventar sus iniciativas y -cómo no- beneficios de orden material en provecho de quienes aplaudan la política empresarial de Yanacocha. Pero ni el Perú ni el pueblo de Cajamarca recibirán nada. Al final, les quedarán los huecos de donde extrajeron el oro, el que no se pudieron llevar los conquistadores desde los años de Francisco Pizarro, y que esta vez irán a abarrotar los depósitos de los grandes consorcios mundiales y asegurar el futuro de unos cuantos, aquí y afuera.
Este editorial de “El Comercio” nos muestra, sin embargo, que aún nada está dicho. Falta todavía aclarar algunas interrogantes. En este “pulseo”, en el que se perfila un claro “quién vence a quién”, las cosas no están definidas. Y nadie sabe, a ciencia cierta, cuántas vueltas da la tuerca.
Sería por cierto un grave error que el gobierno cediera ante la campaña mediática de la reacción, que capitulara ante la imposición que pretende arrancar la empresa Yanacocha, y que finalmente, aceptara un “acuerdo” francamente lesivo a los intereses del país. Pero, además de un error, sería una peligrosa concesión al Imperio en una coyuntura en la que éste renueva su idea de emprender una guerra de agresión contra países soberanos de otras latitudes. Actuar de ese modo sería dar la espalda no solamente a la voluntad de la ciudadanía, sino a un Perú integral en el que se entremezclan pasiones con historia, luchas con esperanza, anhelos con ilusiones; pero, sobre todo, una gran confianza en el futuro.
Por lo pronto, la empresa asegura que si la inversión “no le resulta rentable” se llevará su plata -4,800 millones de dólares- “a otra parte”. Un modo de decir: si no me dejan llevarme sus riquezas, entonces me voy a robar a la otra esquina. Bien merecería que le respondieran con una célebre frase de Lourdes Flores, invitándola a meterse sus dólares en algún lugar oscuro.
Hay que decir, finalmente, que la lucha del pueblo de Cajamarca no tiene -no podría tener- un sabor local. No es una lucha que interese sólo a una región del país. Es -y debe ser- la lucha de todos los peruanos por una patria mejor. Hay que alentarla, entonces, y no hacer ostentación de mezquindad, ni de soberbia. Registrará, sin duda, errores y frustraciones, pero llevará en sus entrañas un mensaje de vida que se nutre de lo mejor de nuestra historia. Ella, más adelante, alumbrará cada uno de nuestros pasos.
Gustavo Espinoza M. Del Colectivo de Dirección de Nuestra Bandera
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
UN BALANCE SOBRE LOS POCORAS HUAMANGUINOS
Un Tema de Antropología
Dr. Phil. Alfredo Alberdi Vallejo
Berlín, Alemania
1. El otro punto de vista a los 472 años de la fundación de Huamanga.
Hace unos ocho años atrás cuando deslindábamos posiciones de conocimientos históricos (nosotros sí presentamos documentos coloniales) sobre la existencia real de la etnia Pocora de Huamanga prehispánica el panorama era de incertidumbre.
Antes del año 2004, en la Internet, ya no existían referencian sobre los “Pocras” o “Pokras” como ancestros huamanguinos, solamente habían aisladas citas del antroponímico de algunas familias turcas. En aquel tiempo si eran boyantes los trabajos que negaban y renegaban de la existencia de los Pokras donde se afirmaba que “esos eran un invento de elite de los ayacuchanos del siglo pasado”.
Desde el año 2005 a esta parte han vuelto en la red virtual electrónica y en algunos libros de la historia regional peruana los estudios y algunos datos nuevos sobre los Pokras como etnia huamanguina. Al respecto y por nuestra parte hemos presentado al público variada documentación colonial fechadas desde 1536, 1539, 1540, 1543 y muy especialmente la relación completa de los curacas prehispánicos que habitaban los pueblos antiguos de Huamanga y que fueron encomendados en 1541 por el mismo Pizarro a los primeros vecinos españoles de Huamanga. Y, ¿cuál fue la actitud de los que negaban y renegaban de la existencia de los Pokras? ¿Ellos han presentado algún documento de aquella época que refrendan sus criterios? Nada de eso. Han hecho un cobarde mutis y jamás presentarán ni un renglón escrito colonial donde nieguen y renieguen de la existencia de los Pocoras, primeros habitantes de las tierras de Huamanga precolonial.
En este artículo usaremos indistintamente los nombres de la etnia huamanguina como: Pocora, Poccra y Pacora según lo escrito en la documentación colonial, y de Pocras y Pokras, según la escritura actualizada.
2. Falsedades evidentes.
Sin embargo, hasta hoy subsisten errores históricos en la mentalidad de las autoridades legales de la “muy noble y leal” ciudad de Huamanga, pues siguen tergiversando la historia escrita sustituyéndola por la imaginativa, carente de fuentes históricas, estos son algunos miembros de la Municipalidad de Huamanga, la Universidad de Huamanga, el Ministerio de Cultura y el Gobierno Regional. Y, ¿las organizaciones “populares”, no dicen nada? Nada. Posiblemente esas personas no desean hacer la “mea culpa” por haber subvencionado unos libros sin la menor capacidad metodológica y huérfana de documentación colonial. Tendrá que pasar algún tiempo en que esos viejos conceptos subjetivos pasen al tacho de la historia y nuevas mentes asuman una tarea de valorar la verdadera historia local huamanguina.
También, existen algunas personas que a nuestros trabajos esclarecedores y con documentación en la mano, los han tomado como si fuesen “ataques personales” a los que cuestionaban la existencia de los Pocoras con puras poses presuntuosas.
Otro número de personas continúan arrastrando los errores históricos: unos piensan que la villa de Huamanga fue fundada por Pizarro el 29 de enero de 1539. No es veraz esta posición que se basa en una “cédula” de nombramiento a Francisco Cárdenas por Francisco Pizarro y no es el acta de fundación. En todo caso es una referencia tangencial a un cargo administrativo y al recambio de nombre de la villa que antes fue un fortín militar levantada por orden de Juan de Berrio en el pueblo de la Villaviciosa de Huamanga hecho el 30 de septiembre de 1536. El 29 de enero, por acuerdo entre Pizarro y Juan de Berrio, se decidió cambiarle de nombre a la villa (ya no fortín) como San Juan (en homenaje al santo patrón de la devoción de Juan de Berrio) de la Frontera de Huamanga que se ubicaba en Quinua y jamás en Huamanguilla. Sobre el documento de Berrio volveremos a ocuparnos como anécdota más adelante.
Huamanguilla no existió como villa sino hasta el 11 de diciembre de 1571 a raíz de la reducción que hizo el virrey Francisco de Toledo con los pueblos y curacas de Cocha, Chiwa, Viñaca y demás poblados colindantes.
3. El cerco triunfante de Manco Inca expulsó a los españoles de Quinua en 1540.
Huamanga fue trasladada (mejor sería decir: escapada estratégica) bajo la dirección de Vasco de Guevara para evitar el cerco que llevó adelante Manco Inca en Quinua, esta huida sirvió para esconder sus diezmadas huestes en el asiento de los Pocoras el 25 de abril de 1540. Esta retirada o derrota militar hispana fue estratégicamente colocada en la historia como si fuese una fundación o mudanza a una nueva villa.
En febrero de 1539, el curaca de los Pocoras Apo Auxa Xivi más treintaiún curacas fueron convocados a Quinua quedando allí como rehenes de los españoles que los encadenaron mientras levantaban la iglesia y las casas del cabildo de la naciente villa. Pero el curaca Apo Navitica Pacora Wari (Guamán Poma, menciona este nombre del tiempo “Uariuiracocha runa” nombrándole Apo Panitica Anti, de Manarianti, casado con Mama Mallquima) de acuerdo con los curacas de Chiwa, Cachi, Viñaca y seis curacas más huyeron hasta las montañas de Mayonmarca para integrarse al ejército de resistencia nacional al mando de Manco Inca. Estos curacas pidieron a Manco Inca y Quisu Yupanqui Inca que pusieron cerco a Quinua a inicios de marzo de 1540 (en el primer libro de cabildo de Huamanga, existe una referencia en el sentido que Vasco de Guevara estaba en “tratos con el Inca”), en esta acción armada murieron los sanguinarios capitanes Diego Pizarro Carbajal, Gonzalo de Tapia, Juan Mogrovejo de Quiñones –éstos tres caritativos caballeros quemaron vivos a tres curacas de los Acosvinchos– y principalmente Alonso Galte junto con sus perros de caza quienes destrozaban a los niños hijos de los indios rebeldes.
Una vez expulsados los españoles de Quinua, Manco Inca saqueó algunas casas vacías de los españoles huidos, no puso fuego a la iglesia que allí existía a cargo de los mercedarios porque no halló gran cosas que sólo un par de cruces fabricados de leños toscos y trasladó la capital de la provincia de Huamanga a Lucri o Hanan Cocha (actual distrito de Iguaín, Huanta), asentó su poder desde los Acos (Acosvinchos) hasta los Ankara de los Astos y de los Parcos o Hanan Chanka (Huancavelica); de allí inclusive, militarmente bien fortificado, pasó hasta los Huancas para castigarlos por ser traidores aliados de los invasores hispanos. Esta parte de la historia está documentada por declaraciones de Juan de Berrio, Pedro Díaz de Rojas, Diego Gavilán, Francisco de Yllescas y Nicolás de Rivera (Archivo General de Indias, sección Patronato 93, transcripción completa en el libro: El mundo al revés, Guamán Poma anticolonialista; Alberdi Vallejo, Berlín, 2010). Los curacas huamanguinos fueron liberados en su mayoría, mientras que el principal Auxa Xivi más tres curacas a su mando y sus huestes quedaron como “cargueros” en el traslado de Quinua a la tierra de los Pocora. Con estos tuvieron problemas los españoles en ubicarlos en los solares de la refundada villa (en el acta capitular, se mencionan a estos cuatro curacas pero sin nombrarlos). Estos nativos recién fueron reducidos en Huamaguilla en 1571 según pactos económico–políticos entre el virrey Toledo y el encomendero Diego Gavilán el Mozo.
En síntesis: Huamanga NO fue fundada por Francisco Pizarro el 29 de enero de 1539, porque no existe el acta fundacional, sino que este documento es el nombramiento de capitán a Francisco de Cárdenas y el renombre de Villaviciosa de Huamanga por San Juan de la Frontera de Huamanga en Quinua. En todo caso la fundación del “fortín” que los españoles le llamaban “guarnición” fue el 30 de septiembre de 1536. Esta acta fundacional debería existir en el Archivo Departamental de Ayacucho. He aquí la anécdota arriba enunciada: Juan de Berrio, Juan de la Presa, Gonzalo de Tapia, Alonso Galte (estos nombres no son conocidos en el acta capitular de 1540) y algunos españoles desconocidos levantaron una “gualnición” en Quinua con el nombre de Villaviciosa. El acta levantada estaba en pliego completo hallado entre los protocolos notariales de la Notaría Medina trasladado en 1977; aquel documento fue clasificado como “hoja suelta”. Como nunca habíamos escuchado ni leído nada sobre una “guarnición” y menos la nomenclatura antigua de “Villaviciosa de Goamanga” (no se mencionaba a Huamanga), los archiveros que éramos “principiantes” en el quehacer archivístico, en aquel entonces, pensábamos que se trataría de una fortaleza levantada en Chile, Bolivia o Argentina colonial. La letra con que estaba escrita el acta era la caligrafía redondeada, contenía palabras solemnes y refrendaban varias firmas de los fundadores, es decir, un documento hermoso y de fecha muy temprana: 1536. En 1980 por acuerdo entre el Archivo y la Universidad de Huamanga, se estipuló conceder a los estudiantes de Historia aquellos documentos sueltos para las prácticas del curso pomposamente bautizado “paleografía” (nombre impropio para la documentación del siglo XVI que le corresponde a la de neografía). Los estudiantes acudían a la sala del Archivo y uno de los trabajadores estuvo encargado de entregarles, bajo lista, esos papeles coloniales en calidad de prestados a los practicantes. Un día me llamó la atención que el acta de Berrio había desaparecido del fajo de “hojas sueltas” que estaba destinado a las prácticas de los estudiantes. Pregunté y repregunté a los colegas archiveros y nadie me supo dar razón del paradero de la hoja por lo que me vi precisado de tomar las medidas necesarias para recuperar aquel documento. Cuando todos los estudiantes estuvieron sentados en la sala de investigadores les informé, con una voz enojada, que había desaparecido un documento del archivo (¡ya lo sabían!), que eso era un robo a todas luces y que todos los participantes del curso, sin excepción alguna, estaban desaprobados del curso hasta mientras no apareciese el documento sustraído. Como era natural protestaron porque así estaban todos en calidad de sospechosos. Hicimos un compromiso: se les dio un plazo de dos días para meditar y que el siguiente día viernes, antes de las ocho de la mañana, podríase devolver el documento objeto de sustracción y con el promesa de guardar en secreto el nombre del ladronzuelo. Este parecer había transmitido al profesor del curso que, en cierta medida, causó malestar entre los trabajadores y los estudiantes. El día indicado, en verdad aparecieron varios documentos sustraídos, uno a uno fueron apareciendo los estudiantes quienes habían cargado con los documentos –habrían sido como una docena de personas– entre ellos apareció el acta de Berrio. ¿Aún estará en el repositorio de Huamanga ese valioso documento? ¿O algún estudiante volvió a llevarse a su casa?
En cuanto a la fallida idea de la fundación de Huamanga hecha en el territorio de Huamanguilla, esta no se ajusta a la verdad. En las actas capitulares de la Ciudad de los Reyes (Lima), existe documentación de requerimientos para la no fundación de otra villa en la “Villa viçiosa en Quy nua” (la pésima transcripción de estas actas por Enrique Torres Saldamando, Pablo Patrón y Nicanor Boloña en 1888, descifraron como: “Villa rica y palabra ilegible”), es decir, consta que estaba fundada la Villaviciosa en Quinua al igual que se afirma y escribe en el Primer Libro de Cabildo de Huamanga. El error que incurrió Torres Saldamando fue afirmar que habría sido fundada en Huamanguilla; esta falta hasta ahora se arrastra cual rémora indeseable, esa pésima interpretación algunos le achacaron al ilustre Marcos Jiménez de la Espada que no es justo ni merecido atribuirle ese engendro fatal e inexacto.
Pese a todo, no hay ningún argumento válido para que se rechace la fecha de “traslado” de Quinua al asiento Pocora. El 25 de abril de 1540 quedará como la fecha del asentamiento hispano y como el recuerdo de la expulsión de los españoles del territorio de Quinua, la derrota de Vasco de Guevara y el triunfo de Manco Inca y Quisu Yupanqui.
4. No existe testimonio escrito del blasón huamanguino.
Finalmente, diremos algo sobre el “Escudo de armas de la muy noble y leal ciudad de Huamanga”. No es verdad que el corregidor Juan Pantiel de Salinas fuese quien solicitó el blasón para la ciudad. En los tres años (1562–5) que detentó el cargo de corregidor Juan Pantiel lo único de honorífico que hizo fue reconocer y “ponerse sobre la cabeza” el título que presentó el escribano real don Gonzalo Ysidro firmado por el rey Felipe II de España. La actuación del corregidor no pasó de penas ni de glorias. Este fue natural de la villa de Madrid que vino al Perú en 1555 junto con su mujer Catalina de Garamendi. En sus “ejecutorias” (para ese tiempo era como su “curriculum vitae”) que existe en la Real Chancillería de Valladolid (España), no aparece para nada esos trámites y obtenciones regias para Huamanga. Lo relevante de la documentación de Juan Pantiel de Salinas fueron sus litigios (de 1550 a 1580) contra Hernando Pizarro por pago de cantidad de pesos de oro. Juan Pantiel de Salinas fue dedicado al agiotaje y a la trata de esclavos e indias.
La confusión actual de quienes pretenden atribuirle la gestión del escudo de armas para la ciudad de Huamanga a Juan Pantiel de Salinas, al parecer, se basa en la fallida interpretación documental que hicieron varios historiadores peruanos, entre ellos Ruíz Fowler, quienes sin fijarse bien y sin haber leído detenidamente el documento que acompaña el blasón que otorgó el rey Felipe II el 13 de junio de 1562 a la “Ciudad de San Juan de la Frontera” pero de Cuyo a instancia de Juan Jufre (y no Juan Pantiel) y el plano para esta ciudad de los indios “diaguitas” (actual Argentina); ese blasón consiste en dos campos partidos, uno jaquelado de azur y plata, el otro en fondo plata con cinco hojas de ortiga; coronado de marqués, cimera de arcángel con espada calada, cruzada de dos cetros, rematada con la voz de guerra: “Superbos giadio fidelis premio”. Esta lamentable confusión fue traída y repetida solamente por la mención a “San Juan de la Frontera”, el pésimo desciframiento del nombre de Juan Jufre por el de Juan Pantiel con la coincidencia que estuvo en el cargo de corregidor en el tiempo que Felipe II quien otorgara las armas a otra ciudad distinta a la de Huamanga. La verdad es que el actual blasón fue dado en 1815 por Fernando VII a instancia del diputado a las Cortes de Cádiz por Huamanga el abogado gipúzcuano Martín José de Mujica (no confundir con el intelectual huantino don José de Mujica) quien obtuvo el escudo de armas más la denominación de “muy noble muy leal ciudad de Huamanga”, asimismo, trajo el escudo de armas para la ciudad de Huanta con la voz de guerra: “nunca desfalleció”.
5. Algunas conclusiones:
1.- Los Pacora Wari, se asentaron y fundaron Guamanca a lo largo de la ribera del río Piñawa (hoy llamado Alameda), ocuparon Qonchopata, la cima de los cerros Apochimay (actual Akuchimay), Ayaorqo y Pisqota (actual Picota), supervivieron hasta los primeros años coloniales cuya cerámica la moderna arqueología los clasifica como “epigonales Wari”.
2.- Los Pacora Wari, expandieron sus enclaves selváticos a partir de Mayonmarca anti, Sintiguaylla anti, Manopampa anti (hoy llamado Palmapampa, todos estos pueblos ubicados en el actual Ayacucho), Caranaya anti, Emaxipa anti, todos ubicados en la actual provincia cusqueña de la Convención, asimismo en los pueblos del actual Echarate como Saunaua, Marupa y Cilipa hasta llegar a las cuencas de río Guariguaca de los Capinar y los Taramora ingresando al río Magnu (hoy día llamado Manú) y a los lagos llamados Opatari y Paitite en el actual departamento de Madre de Dios. Al parecer el proyecto expansivo Wari hacia el “Paitite” fue una leyenda extendida durante el incanato y en la colonia tomó las dimensiones de un verdadero mito de “El Dorado”. Desde aquellas planicies amazónicas tuvieron que volver a subir los enclaves Pacora Wari hasta la provincia de Carabaya, actualmente ubicado en Puno (testimonios de Pedro de Guevara, Pedro Xuarez, Rodrigo de Bustíos, Bartolomé de Rivas y Antón de Gatos el 5 de octubre de 1572). Ta vez en un futuro trabajo, demos a conocer más documentos con los nombres de los ríos y poblados prehispánicos registrados en los primeros momento de la invasión hispana al territorio incaico–pocora asentados en la selva peruana.
3.- La fundación de la villa de San Juan de la Frontera Huamanga fue a raíz de la expulsión de Quinua a las huestes de los españoles por el ejército de Manco Inca, Quisu Yupanqui y Apo Nawitica Pacora Wari, acto llevado a cabo el 25 de abril de 1540.
4.- Actualmente existen dos disyuntivas con respecto a los Pocoras: o bien aceptamos a los ancestros nativos no por mero capricho de antipatías personales ni por intereses políticos sino por lo que está registrado en la documentación histórica y nos atenemos a nuestra cultura, lenguas y tradiciones con un pasado humano grandioso; o bien negamos y renegamos de nuestra nación, sin ver nuestro pasado histórico, y suplantamos nuestra identidad real por una ficticia sin historia, sin cultura y con las tradiciones plagiadas de la hueste de Colón y sus presidiarios, metidos en las carabelas hispanas, recorriendo y recogiendo lo desconocido del viento peregrino.
5.- Exigimos a los que sostienen que existe una Real Cédula de Felipe II y las gestiones legales realizadas por el que fue corregidor Juan Pantiel de Salinas a que transcriban dichos documentos, indicando el repositorio donde se encuentren, los folios y demás características que, según afirman, son los manuscritos de concesión del blasón de Huamanga colonial cuya fecha data de 1564.
-.o0o.-
Estimados amigos, salud. Tengo que molestarles su atención pidiéndoles difundir el artículo adjunto (tanto en formatos PDF y Word) en los medios de difusión a su alcance. Se trata del otro punto de vista de la "fundación hispana de Huamanga" hecha el 25 de abril de 1540. Espero que este sirva a los que estén interesados en la búsqueda de otros puntos de vista, nuevas concepciones y diferentes enfoques en la historiografía peruana.
Cordialmente,
Dr. Alfredo Alberdi Vallejo, koal@alberdi.de
23 abr 2012
Nota.- El autor, antropólogo ayacuchano radicado en Alemania, analista principalmente de la obra del insigne Huaman Poma de Ayala, presenta otra de sus medulares investigaciones, esta vez acerca de los Pokras huamanguinos. (Pocra, Poccra, Pocora, Pacora, Pácora). El término Pácora aún se conserva actualmente como apellido
domingo, 29 de abril de 2012
EL CEREBRO Y EL MITO DEL YO (29)
El mito del "yo”
La conciencia y la naturaleza de la subjetividad
Habiendo mencionado brevemente las reglas de la fisiología celular mediante las cuales la naturaleza interiorizó los componentes fraccionados del mundo externo (capítulos 1 a 3), abordemos el problema de la síntesis: ¿cómo se unen estos diversos componentes en una estructura simple, global e interna que represente la realidad externa? Dado que las neuronas de varias "personalidades" son por definición relativamente especializadas, ninguna actividad particular de una sola célula (capítulo 4), puede representar más que un pequeñísimo fragmento de tal realidad. En el capítulo 5 vimos que los fotorreceptores se especializan en capturar fotones y transducir esta energía electromagnética en actividad eléctrica. También en la piel tenemos los llamados mecanorreceptores, células especializadas para transducir la energía mecánica en patrones de actividad neuronal (figura 6.1). Así, usted está sintiendo este libro en sus manos en parte por el arreglo de los diversos mecanorreceptores, que lo informan acerca de los cambios y diferencias de
Figura 6.1
Registros magnetoencefalográficos (MEG) realizados con múltiples bobinas de superficie, que muestran que la activación de regiones sensoriales y motoras de la corteza cerebral durante movimientos voluntarios de la mano tiene propiedades oscilatorias con especificidad temporo-espacial. En la cuarta imagen de la fila superior se observa la activación de las áreas corticales sensoriales (a la derecha) y motoras (a la izquierda). Los registros de MEG se superpusieron con las imágenes de RM (resonancia magnética) de la corteza del sujeto. En las áreas punteadas. la activación es máximo, y alrededor de ellas la actividad es menor (LADO. Ribary y LLINAS datos inéditos.) presión en la piel. Los receptores de las articulaciones y los sensores musculares conocidos como "husos musculares'' trabajan en paralelo (al mismo tiempo) con los receptores de presión y confieren el sentido de la posición de las manos en el espacio. En resumen, no es necesario que el lector vea el libro en sus manos para saber que lo está sujetando.
Prosigamos nuestro intento por comprender la subjetividad, que es el problema central del presente capítulo. Una cosa es que el sistema nervioso esté en capacidad de ejecutar un determinado proceso (el conjunto apropiado de pasos para producir la digestión, por ejemplo) y otra muy distinta, que usted sepa algo. El problema de la subjetividad es un tema candente en los campos de la filosofía y las ciencias cognoscitivas. Pero, ¿es necesaria la subjetividad? ¿Por qué no es suficiente ver y reaccionar como lo haría un robot? ¿Qué ventajas le ofrece al organismo experimentar sensaciones, en lugar de responder a ellas automáticamente? Es importante considerar si los animales podrían no tener subjetividad y, sin embargo, reaccionar como si la tuvieran. Algunos estudiosos señalan que el hecho de no poder determinar directamente si los animales tienen sentimientos subjetivos (cualias) implica que no los tienen. Sin embargo, algunos de nosotros razonamos que quienes niegan la subjetividad en los animales son quienes tienen que demostrarlo. Por mi parte, sospecho que aun en los niveles más primitivos de la evolución, la subjetividad es la esencia constitutiva del sistema nervioso. Como corolario obvio de tal Sospecha, pienso que la conciencia, como sustrato de la subjetividad, no existe fuera del ámbito de la función del sistema nervioso o de su equivalente no biológico, si es que tal cosa existe.
Sabemos que tos "animales" unicelulares son capaces cíe irritarse y de responder a estímulos externos con conductas organizadas dirigidas hacia una meta. Es difícil hacer caso omiso de que tal propiedad es probablemente el antepasado de la irritabilidad y motricidad de las células sensoriales y musculares, respectivamente. Lo anterior nos deja con la incómoda impresión de que la irritabilidad y la subjetividad (en un sentido muy primitivo) son propiedades pertenecientes a una sola célula. En tal caso, esta subjetividad primitiva sería la base de la conciencia y de la subjetividad, mostrada por el sistema nervioso como organización celular a medida que se van creando los conjuntos que conocemos como circuitos neuronales. Nótese, sin embargo, que tal forma primitiva de subjetividad y el concepto de "célula de abuela", el cual se discutirá en detalle más adelante en este capitulo (y en el capítulo 10), son dos cosas muy diferentes.
En el presente capítulo intentare ampliar la posición básica de este libro, a saber, que el problema de la cognición es ante todo un problema empírico y, por lo tanto, no es un problema filosófico, cosa ya discutida por algunos de los más distinguidos biólogos del siglo pasado (Crack, 1994; Crick y Koch, 1990; Changeux, 1996; Changeux y Deheane, 2000; Edelman, 1992, 1993; Mountcastle, 1998).
Ya se mencionó que para interiorizar universales él cerebro debe poder implementar sistemas de coordenadas con las cuales se mida, el mundo que nos rodea (capítulo 3). Si le seguimos los pasos al flujo de actividad cerebral (desde los receptores sensoriales periféricos o hacia los órganos efectores —glándulas y músculos—), veremos que las transformaciones geométricas, mediante las cuales el marco de referencia sensorial se pone en comunicación con el motor, se hacen cada vez mas abstractas. No es sorprendente, pues, que términos tales como "niveles superiores de cómputo" se usen frecuentemente en neurociencia para referirse a ámbitos funcionales con muchos pasos. Sin embargo, cuando una neurona genera un potencial de acción, cabe preguntarse si en tal actividad hay algo que sea realmente de cómputo. Se trata de un problema bien importante, porque las suposiciones con base en tal lenguaje pueden no ser aplicables al cerebro y tal uso puede estimular planteamientos erróneos.
Representación sensorial
Nuestras investigaciones en neurociencia han tenido como objetivo fundamental transformar el conocimiento de las propiedades de las diferentes partes del sistema nervioso en una teoría concerniente a la función global del cerebro. Por ejemplo, el estudio de los sistemas sensoriales busca descubrir la relación entre la función •de las células sensoriales con propiedades receptivas generales (los fororreceptores) y la función de células con propiedades más especificas. Se supone que el procedimiento general consiste en delegar el análisis de los detalles sensoriales a componentes cada vez mas especializados y, por lo tanto, mas eficientes. Pero, ¿cómo puede ser algo más eficiente, sí cada vez se aleja más del nivel de la observación directa que ofrecen los sentidos y se acerca más a los abstractos y recónditos repliegues de la función cerebral? Resulta que la función cerebral es la que elabora la realidad, cosa nada fácil de hacer. Algunas enfermedades neurológicas revelan que la capacidad de reconocer y de responder a la realidad puede alterarse de innumerables maneras, y estos trastornos nos permiten descubrir el sorprendente cooperativismo de la función cerebral. Para este efecto, todas las partes son importantes, aun las que en un momento dado se hallan en silencio. Al igual que en la música, también en la función cerebral el silencio es tan importante como el sonido.
Aunque esta línea de pensamiento sea la parte central de nuestro intento de encender la función cerebral, también puede llevar a nociones erróneas. Como ejemplo, ello ha dado lugar a la creencia de que son apropiados términos tales como "células de cara" o "células de abuela", cuyo patrón de disparo le indicaría al individuo reconocer o recordar a su abuela (ver por ejemplo, Gross y Sergent, 1992; Rolls, 1992). El problema fundamental de este modo de pensar es fácil de explicar. Sí la operación de cada neurona representa sólo el conocimiento de un componente muy específico de la realidad (reconocer a la abuela), entonces, ¿a quién se transmitiría esta información en el resto de! cerebro para hacer entender a. otras neuronas, que no lo saben, ya que sólo una es la que reconoce a la abuela? ¿Qué déficits cognoscitivos se observarían al lesionar tales células? ¿Podría esfumarse la abuela de nuestro mundo cognoscitivo con la muerte de esas células? Es instructivo considerar aquí el número realmente galáctico de posibilidades de representación que el cerebro puede hacer. Ese número excede al número de neuronas disponibles en el cerebro (Tononi et al., 1992), lo cual constituye un, fuerte argumento fisiológico en contra de las anteriores ideas.
Sin embargo, no es difícil entender cómo se llegó a estos puntos de vista. Por los años 50 del siglo pasado, Wilder Penfield y Herbert Jasper hicieron aportes fundamentales sobre la organización funcional del cerebro. Posteriormente sus hallazgos se generalizaron (indebidamente), trascendiendo el límite bien definido de las investigaciones originales.
En sus estudios iniciales sobre epilepsia intratable, Penfield y Rasmussen (1950) extirparon quirúrgicamente el foco de origen de la actividad eléctrica anormal. Durante estas intervenciones quirúrgicas, en las que el paciente se encuentra despierto y bajo anestesia local, el cirujano estimula eléctricamente diversas áreas de la corteza cerebral (procedimiento completamente indoloro). En ciertas regiones corticales, la estimulación eléctrica provoca contracciones musculares en las diferentes partes del cuerpo (pies, manos, etc.). Igualmente, cuando se estimulan regiones corticales cercanas a las anteriores, los pacientes reportan sensaciones en sitios específicos del cuerpo. Tras un minucioso trabajo, se levantó el mapa de lo que hoy llamamos cortezas motora y somatosensorial. Muchas de estas áreas corticales se organizan somatotópicamente, en el sentido de que la actividad de sus respectivas células tiene una correspondencia punto a punto con diferentes áreas del cuerpo. Por ejemplo, los dedos de la mano izquierda se representan como un mapa neuronal de la mano (con los dedos en el sitio y orden correctos), que se ubica en la corteza motora en lo referente a la generación del movimiento y en la corteza somatosensorial en lo referente a la información táctil que llega de la periferia. Aunque hay una relación punto a punto entre estas areas y el cuerpo, tales mapas están profundamente distorsionados respecto a la extensión del área que representan y por una buena razón: por ejemplo existe muchísima más área de la corteza dedicada a la lengua, que la dedicada al talón. Las funciones táctiles y motoras de la lengua son, desde luego, considerablemente más elaboradas que las del talón. Asimismo, la piel del dedo índice tiene mucha mayor "propiedad raíz" en la corteza que la que tienen áreas proporcionales de la espalda. La sensibilidad táctil es muchísimo mayor en el índice que en la espalda. Esta diferencia de resolución corresponde a la importancia del órgano para el individuo: tener el índice completamente dormido e inútil interferirá más con el entorno que tener dormida un área de la espalda.
Si se dibuja la representación somatotópica del cuerpo, de manera que se conserven las proporciones del número de superficies corticales adscritas a sus diferentes partes, resulta una distorsión humanoide de proporciones casi "extraterrestres". En neurociencia, este mapa en el humano se denomina el "homúnculo cortical".
Todos los animales con un sistema nervioso tienen "animalúnculos" específicos, aunque por razones obvias el nuestro se halla "fortificado" neurológicamente, más en algunas áreas y menos en otras. En breve volveré al problema de los mapas espaciales punto a punto.
Cuando Penfield estimuló eléctricamente la corteza del lóbulo temporal (compleja estructura que sirve de base a numerosas funciones, que incluyen el procesamiento auditivo, el lenguaje y el reconocimiento facial), los pacientes informaban sentir eventos visuales o auditivos tales como "oír una sinfonía" o "ver a mi hermano" y cosas por el estilo. Lo anterior llevó a algunos neurocientíficos a sugerir que ciertas neuronas de la corteza temporal almacenan determinada memoria, como si el cerebro pudiera crear una videocinta de un fragmento de la vida del individuo. Dada la representación relativamente precisa, punto a punto, del cuerpo en la corteza motora y somatosensorial, no es difícil comprender que la teoría de tal "célula de memoria" emergió como paso lógico.
Según estudios más recientes, las células de ciertas áreas del lóbulo temporal inferior del chimpancé realmente demuestran una sorprendente selectividad de respuesta neuronal a la presentación visual de una cara (ver Perrett e al., 1996). Sin embargo, se encontró que estas células "de cara" respondían también a diferentes estímulos visuales, aunque con menos intensidad (Gross y Sergent, 1992).
Otras investigaciones sobre el control neural de las vocalizaciones en primates muestran que en el mono las células de la sustancia gris periacueductal emiten respuestas eléctricas muy claras antes de la vocalización y alcanzan un máximo en el momento en que el mono emite la vocalización (Larson y Kistler, 1984, 1986; Larson, 1985; Kirzinger y Jurgens, 1991, 1998; Zwirner y Jurgens, 1996). Además, este tipo de células sólo se activa antes de vocalizaciones de ciertas frecuencias específicas. La pregunta entonces es: ¿Hemos encontrado las células que codifican todos y cada uno de los tonos de las vocalizaciones? Si así fuera, tendríamos el mapa neuronal del repertorio de vocalizaciones del mono. ¿Pero es esto verdad? Tentador quizás, pero resulta que algunas de estas células vocalizadoras también responden a estímulos auditivos y otras se correlacionan con movimientos oculares en ciertas direcciones (Larson y Kistler, 1984). El problema de base aquí es que si al interpretar los datos se pasan por alto las respuestas secundarias de .estas células, se está representando intencional y erróneamente la complejidad del sistema, lo cual lleva a una falsa concepción de su verdadera función.
Volviendo a nuestra célula "de cara", o "de abuela", muchos .estudios sugieren que tal representación categórica se lograría gracias a la actividad de poblaciones celulares y no mediante la actividad eléctrica de una célula en particular. Es obvio que el concepto de ''célula de abuela" implica que la diversa información sobre la abuela y los múltiples posibles estados de esa abuela en la vida real harían de tal célula un rompecabezas con una conectividad gigantesca. Y esto habría que hacerlo con cada una de las personas y cada uno de los objetos y todas las posibles relaciones entre ellos.
.Entonces, ¿cuál es el mecanismo que pudiera unificar la información de fuentes sensoriales dispersas, de modo que la representación interna sea única? Este mecanismo también debe relacionar las memorias y/o pensamientos relacionados con tal representación. Imaginemos que estamos leyendo este libro en voz alta, que lo sostenemos con una mano y que lo hacemos estando descalzos. En nuestro cerebro esto se unifica en un solo evento, de manera perfectamente continua en el tiempo y sin la menor dificultad, ya sea como una imagen mental o como un acto real. Muy diferente del caso anterior sería la situación en la que cada neurona individual representara un aspecto singular predeterminado y altamente específico de dicho evento. Nótese que al crear la experiencia, se están unificando elementos que son propios de la persona (la mano y los pies descalzos) con elementos verdaderamente ajenos (el contenido del libro).
Esto plantea el interrogante de si el cerebro maneja la representación corporal de la misma manera como maneja la representación de objetos y eventos que no son parte del sí mismo — aquéllos que pertenecen al mundo externo. ¿Existe una sola solución para el conjunto de preguntas aquí planteado? Veamos.
Unidad perceptual de la consciencia— Contenido y contexto
Volvamos a la pregunta que nos planteamos al comienzo del capítulo. Si las neuronas evolucionaron para efectuar diversas funciones especificas que representan únicamente fragmentos de la realidad, entonces ¿cómo se las arregla el cerebro para armar una estructura singular y útil a partir de estos pedazos? Integrar las diferentes informaciones sensoriales específicas en un "percepto" singular o, más aún, integrar los mecanismos neuronales subyacentes a esta hazaña resulta incluso tanto más sorprendente (y por ende, de más difícil estudio desde el punto de vista experimental) en cuanto que el cerebro lo hace de manera contextual. Ya lo mencionamos en el capítulo 1.
La integración de las señales sensoriales en una percepción depende de un contexto interno del cerebro, al que hemos dado en llamar atención (una intención funcional momentánea), que se identifica fácilmente si se comparan los estados de vigilia y de sueño. Si estando despierto alguien me susurra al oído que tengo una, abeja en el pelo, probablemente haré algo al respecto, pero si esto sucede mientras duermo, lo más probable es que no responda. Al someter esta situación a condiciones experimentales y monitorizar el flujo de información auditiva desde el oído hasta el cerebro, se vería que en ambas circunstancias (vigilia y sueño) la señal se codifica de la misma manera en el aparato sensorial periférico. ¿Por qué no se oye la información durante el sueño? Porque la señal no llega sino a cierto nivel de procesamiento, después del cual el cerebro la y lo hace, porque durante el sueño no incorpora la entrada sensorial en el contexto interno prevalente del momento. El contexto interno del cerebro que duerme no le presta importancia al significado de las palabras susurradas o a la mayor parte de la información sensitiva, a menos que sea lo suficientemente intensa como para despertarnos (Llinás y Pare, 1991). Pero en vigilia esas palabras captan la atención del momento, y posiblemente desencadenan una respuesta clara y explícita.
La conciencia y la naturaleza de la subjetividad
Habiendo mencionado brevemente las reglas de la fisiología celular mediante las cuales la naturaleza interiorizó los componentes fraccionados del mundo externo (capítulos 1 a 3), abordemos el problema de la síntesis: ¿cómo se unen estos diversos componentes en una estructura simple, global e interna que represente la realidad externa? Dado que las neuronas de varias "personalidades" son por definición relativamente especializadas, ninguna actividad particular de una sola célula (capítulo 4), puede representar más que un pequeñísimo fragmento de tal realidad. En el capítulo 5 vimos que los fotorreceptores se especializan en capturar fotones y transducir esta energía electromagnética en actividad eléctrica. También en la piel tenemos los llamados mecanorreceptores, células especializadas para transducir la energía mecánica en patrones de actividad neuronal (figura 6.1). Así, usted está sintiendo este libro en sus manos en parte por el arreglo de los diversos mecanorreceptores, que lo informan acerca de los cambios y diferencias de
Figura 6.1
Registros magnetoencefalográficos (MEG) realizados con múltiples bobinas de superficie, que muestran que la activación de regiones sensoriales y motoras de la corteza cerebral durante movimientos voluntarios de la mano tiene propiedades oscilatorias con especificidad temporo-espacial. En la cuarta imagen de la fila superior se observa la activación de las áreas corticales sensoriales (a la derecha) y motoras (a la izquierda). Los registros de MEG se superpusieron con las imágenes de RM (resonancia magnética) de la corteza del sujeto. En las áreas punteadas. la activación es máximo, y alrededor de ellas la actividad es menor (LADO. Ribary y LLINAS datos inéditos.) presión en la piel. Los receptores de las articulaciones y los sensores musculares conocidos como "husos musculares'' trabajan en paralelo (al mismo tiempo) con los receptores de presión y confieren el sentido de la posición de las manos en el espacio. En resumen, no es necesario que el lector vea el libro en sus manos para saber que lo está sujetando.
Prosigamos nuestro intento por comprender la subjetividad, que es el problema central del presente capítulo. Una cosa es que el sistema nervioso esté en capacidad de ejecutar un determinado proceso (el conjunto apropiado de pasos para producir la digestión, por ejemplo) y otra muy distinta, que usted sepa algo. El problema de la subjetividad es un tema candente en los campos de la filosofía y las ciencias cognoscitivas. Pero, ¿es necesaria la subjetividad? ¿Por qué no es suficiente ver y reaccionar como lo haría un robot? ¿Qué ventajas le ofrece al organismo experimentar sensaciones, en lugar de responder a ellas automáticamente? Es importante considerar si los animales podrían no tener subjetividad y, sin embargo, reaccionar como si la tuvieran. Algunos estudiosos señalan que el hecho de no poder determinar directamente si los animales tienen sentimientos subjetivos (cualias) implica que no los tienen. Sin embargo, algunos de nosotros razonamos que quienes niegan la subjetividad en los animales son quienes tienen que demostrarlo. Por mi parte, sospecho que aun en los niveles más primitivos de la evolución, la subjetividad es la esencia constitutiva del sistema nervioso. Como corolario obvio de tal Sospecha, pienso que la conciencia, como sustrato de la subjetividad, no existe fuera del ámbito de la función del sistema nervioso o de su equivalente no biológico, si es que tal cosa existe.
Sabemos que tos "animales" unicelulares son capaces cíe irritarse y de responder a estímulos externos con conductas organizadas dirigidas hacia una meta. Es difícil hacer caso omiso de que tal propiedad es probablemente el antepasado de la irritabilidad y motricidad de las células sensoriales y musculares, respectivamente. Lo anterior nos deja con la incómoda impresión de que la irritabilidad y la subjetividad (en un sentido muy primitivo) son propiedades pertenecientes a una sola célula. En tal caso, esta subjetividad primitiva sería la base de la conciencia y de la subjetividad, mostrada por el sistema nervioso como organización celular a medida que se van creando los conjuntos que conocemos como circuitos neuronales. Nótese, sin embargo, que tal forma primitiva de subjetividad y el concepto de "célula de abuela", el cual se discutirá en detalle más adelante en este capitulo (y en el capítulo 10), son dos cosas muy diferentes.
En el presente capítulo intentare ampliar la posición básica de este libro, a saber, que el problema de la cognición es ante todo un problema empírico y, por lo tanto, no es un problema filosófico, cosa ya discutida por algunos de los más distinguidos biólogos del siglo pasado (Crack, 1994; Crick y Koch, 1990; Changeux, 1996; Changeux y Deheane, 2000; Edelman, 1992, 1993; Mountcastle, 1998).
Ya se mencionó que para interiorizar universales él cerebro debe poder implementar sistemas de coordenadas con las cuales se mida, el mundo que nos rodea (capítulo 3). Si le seguimos los pasos al flujo de actividad cerebral (desde los receptores sensoriales periféricos o hacia los órganos efectores —glándulas y músculos—), veremos que las transformaciones geométricas, mediante las cuales el marco de referencia sensorial se pone en comunicación con el motor, se hacen cada vez mas abstractas. No es sorprendente, pues, que términos tales como "niveles superiores de cómputo" se usen frecuentemente en neurociencia para referirse a ámbitos funcionales con muchos pasos. Sin embargo, cuando una neurona genera un potencial de acción, cabe preguntarse si en tal actividad hay algo que sea realmente de cómputo. Se trata de un problema bien importante, porque las suposiciones con base en tal lenguaje pueden no ser aplicables al cerebro y tal uso puede estimular planteamientos erróneos.
Representación sensorial
Nuestras investigaciones en neurociencia han tenido como objetivo fundamental transformar el conocimiento de las propiedades de las diferentes partes del sistema nervioso en una teoría concerniente a la función global del cerebro. Por ejemplo, el estudio de los sistemas sensoriales busca descubrir la relación entre la función •de las células sensoriales con propiedades receptivas generales (los fororreceptores) y la función de células con propiedades más especificas. Se supone que el procedimiento general consiste en delegar el análisis de los detalles sensoriales a componentes cada vez mas especializados y, por lo tanto, mas eficientes. Pero, ¿cómo puede ser algo más eficiente, sí cada vez se aleja más del nivel de la observación directa que ofrecen los sentidos y se acerca más a los abstractos y recónditos repliegues de la función cerebral? Resulta que la función cerebral es la que elabora la realidad, cosa nada fácil de hacer. Algunas enfermedades neurológicas revelan que la capacidad de reconocer y de responder a la realidad puede alterarse de innumerables maneras, y estos trastornos nos permiten descubrir el sorprendente cooperativismo de la función cerebral. Para este efecto, todas las partes son importantes, aun las que en un momento dado se hallan en silencio. Al igual que en la música, también en la función cerebral el silencio es tan importante como el sonido.
Aunque esta línea de pensamiento sea la parte central de nuestro intento de encender la función cerebral, también puede llevar a nociones erróneas. Como ejemplo, ello ha dado lugar a la creencia de que son apropiados términos tales como "células de cara" o "células de abuela", cuyo patrón de disparo le indicaría al individuo reconocer o recordar a su abuela (ver por ejemplo, Gross y Sergent, 1992; Rolls, 1992). El problema fundamental de este modo de pensar es fácil de explicar. Sí la operación de cada neurona representa sólo el conocimiento de un componente muy específico de la realidad (reconocer a la abuela), entonces, ¿a quién se transmitiría esta información en el resto de! cerebro para hacer entender a. otras neuronas, que no lo saben, ya que sólo una es la que reconoce a la abuela? ¿Qué déficits cognoscitivos se observarían al lesionar tales células? ¿Podría esfumarse la abuela de nuestro mundo cognoscitivo con la muerte de esas células? Es instructivo considerar aquí el número realmente galáctico de posibilidades de representación que el cerebro puede hacer. Ese número excede al número de neuronas disponibles en el cerebro (Tononi et al., 1992), lo cual constituye un, fuerte argumento fisiológico en contra de las anteriores ideas.
Sin embargo, no es difícil entender cómo se llegó a estos puntos de vista. Por los años 50 del siglo pasado, Wilder Penfield y Herbert Jasper hicieron aportes fundamentales sobre la organización funcional del cerebro. Posteriormente sus hallazgos se generalizaron (indebidamente), trascendiendo el límite bien definido de las investigaciones originales.
En sus estudios iniciales sobre epilepsia intratable, Penfield y Rasmussen (1950) extirparon quirúrgicamente el foco de origen de la actividad eléctrica anormal. Durante estas intervenciones quirúrgicas, en las que el paciente se encuentra despierto y bajo anestesia local, el cirujano estimula eléctricamente diversas áreas de la corteza cerebral (procedimiento completamente indoloro). En ciertas regiones corticales, la estimulación eléctrica provoca contracciones musculares en las diferentes partes del cuerpo (pies, manos, etc.). Igualmente, cuando se estimulan regiones corticales cercanas a las anteriores, los pacientes reportan sensaciones en sitios específicos del cuerpo. Tras un minucioso trabajo, se levantó el mapa de lo que hoy llamamos cortezas motora y somatosensorial. Muchas de estas áreas corticales se organizan somatotópicamente, en el sentido de que la actividad de sus respectivas células tiene una correspondencia punto a punto con diferentes áreas del cuerpo. Por ejemplo, los dedos de la mano izquierda se representan como un mapa neuronal de la mano (con los dedos en el sitio y orden correctos), que se ubica en la corteza motora en lo referente a la generación del movimiento y en la corteza somatosensorial en lo referente a la información táctil que llega de la periferia. Aunque hay una relación punto a punto entre estas areas y el cuerpo, tales mapas están profundamente distorsionados respecto a la extensión del área que representan y por una buena razón: por ejemplo existe muchísima más área de la corteza dedicada a la lengua, que la dedicada al talón. Las funciones táctiles y motoras de la lengua son, desde luego, considerablemente más elaboradas que las del talón. Asimismo, la piel del dedo índice tiene mucha mayor "propiedad raíz" en la corteza que la que tienen áreas proporcionales de la espalda. La sensibilidad táctil es muchísimo mayor en el índice que en la espalda. Esta diferencia de resolución corresponde a la importancia del órgano para el individuo: tener el índice completamente dormido e inútil interferirá más con el entorno que tener dormida un área de la espalda.
Si se dibuja la representación somatotópica del cuerpo, de manera que se conserven las proporciones del número de superficies corticales adscritas a sus diferentes partes, resulta una distorsión humanoide de proporciones casi "extraterrestres". En neurociencia, este mapa en el humano se denomina el "homúnculo cortical".
Todos los animales con un sistema nervioso tienen "animalúnculos" específicos, aunque por razones obvias el nuestro se halla "fortificado" neurológicamente, más en algunas áreas y menos en otras. En breve volveré al problema de los mapas espaciales punto a punto.
Cuando Penfield estimuló eléctricamente la corteza del lóbulo temporal (compleja estructura que sirve de base a numerosas funciones, que incluyen el procesamiento auditivo, el lenguaje y el reconocimiento facial), los pacientes informaban sentir eventos visuales o auditivos tales como "oír una sinfonía" o "ver a mi hermano" y cosas por el estilo. Lo anterior llevó a algunos neurocientíficos a sugerir que ciertas neuronas de la corteza temporal almacenan determinada memoria, como si el cerebro pudiera crear una videocinta de un fragmento de la vida del individuo. Dada la representación relativamente precisa, punto a punto, del cuerpo en la corteza motora y somatosensorial, no es difícil comprender que la teoría de tal "célula de memoria" emergió como paso lógico.
Según estudios más recientes, las células de ciertas áreas del lóbulo temporal inferior del chimpancé realmente demuestran una sorprendente selectividad de respuesta neuronal a la presentación visual de una cara (ver Perrett e al., 1996). Sin embargo, se encontró que estas células "de cara" respondían también a diferentes estímulos visuales, aunque con menos intensidad (Gross y Sergent, 1992).
Otras investigaciones sobre el control neural de las vocalizaciones en primates muestran que en el mono las células de la sustancia gris periacueductal emiten respuestas eléctricas muy claras antes de la vocalización y alcanzan un máximo en el momento en que el mono emite la vocalización (Larson y Kistler, 1984, 1986; Larson, 1985; Kirzinger y Jurgens, 1991, 1998; Zwirner y Jurgens, 1996). Además, este tipo de células sólo se activa antes de vocalizaciones de ciertas frecuencias específicas. La pregunta entonces es: ¿Hemos encontrado las células que codifican todos y cada uno de los tonos de las vocalizaciones? Si así fuera, tendríamos el mapa neuronal del repertorio de vocalizaciones del mono. ¿Pero es esto verdad? Tentador quizás, pero resulta que algunas de estas células vocalizadoras también responden a estímulos auditivos y otras se correlacionan con movimientos oculares en ciertas direcciones (Larson y Kistler, 1984). El problema de base aquí es que si al interpretar los datos se pasan por alto las respuestas secundarias de .estas células, se está representando intencional y erróneamente la complejidad del sistema, lo cual lleva a una falsa concepción de su verdadera función.
Volviendo a nuestra célula "de cara", o "de abuela", muchos .estudios sugieren que tal representación categórica se lograría gracias a la actividad de poblaciones celulares y no mediante la actividad eléctrica de una célula en particular. Es obvio que el concepto de ''célula de abuela" implica que la diversa información sobre la abuela y los múltiples posibles estados de esa abuela en la vida real harían de tal célula un rompecabezas con una conectividad gigantesca. Y esto habría que hacerlo con cada una de las personas y cada uno de los objetos y todas las posibles relaciones entre ellos.
.Entonces, ¿cuál es el mecanismo que pudiera unificar la información de fuentes sensoriales dispersas, de modo que la representación interna sea única? Este mecanismo también debe relacionar las memorias y/o pensamientos relacionados con tal representación. Imaginemos que estamos leyendo este libro en voz alta, que lo sostenemos con una mano y que lo hacemos estando descalzos. En nuestro cerebro esto se unifica en un solo evento, de manera perfectamente continua en el tiempo y sin la menor dificultad, ya sea como una imagen mental o como un acto real. Muy diferente del caso anterior sería la situación en la que cada neurona individual representara un aspecto singular predeterminado y altamente específico de dicho evento. Nótese que al crear la experiencia, se están unificando elementos que son propios de la persona (la mano y los pies descalzos) con elementos verdaderamente ajenos (el contenido del libro).
Esto plantea el interrogante de si el cerebro maneja la representación corporal de la misma manera como maneja la representación de objetos y eventos que no son parte del sí mismo — aquéllos que pertenecen al mundo externo. ¿Existe una sola solución para el conjunto de preguntas aquí planteado? Veamos.
Unidad perceptual de la consciencia— Contenido y contexto
Volvamos a la pregunta que nos planteamos al comienzo del capítulo. Si las neuronas evolucionaron para efectuar diversas funciones especificas que representan únicamente fragmentos de la realidad, entonces ¿cómo se las arregla el cerebro para armar una estructura singular y útil a partir de estos pedazos? Integrar las diferentes informaciones sensoriales específicas en un "percepto" singular o, más aún, integrar los mecanismos neuronales subyacentes a esta hazaña resulta incluso tanto más sorprendente (y por ende, de más difícil estudio desde el punto de vista experimental) en cuanto que el cerebro lo hace de manera contextual. Ya lo mencionamos en el capítulo 1.
La integración de las señales sensoriales en una percepción depende de un contexto interno del cerebro, al que hemos dado en llamar atención (una intención funcional momentánea), que se identifica fácilmente si se comparan los estados de vigilia y de sueño. Si estando despierto alguien me susurra al oído que tengo una, abeja en el pelo, probablemente haré algo al respecto, pero si esto sucede mientras duermo, lo más probable es que no responda. Al someter esta situación a condiciones experimentales y monitorizar el flujo de información auditiva desde el oído hasta el cerebro, se vería que en ambas circunstancias (vigilia y sueño) la señal se codifica de la misma manera en el aparato sensorial periférico. ¿Por qué no se oye la información durante el sueño? Porque la señal no llega sino a cierto nivel de procesamiento, después del cual el cerebro la y lo hace, porque durante el sueño no incorpora la entrada sensorial en el contexto interno prevalente del momento. El contexto interno del cerebro que duerme no le presta importancia al significado de las palabras susurradas o a la mayor parte de la información sensitiva, a menos que sea lo suficientemente intensa como para despertarnos (Llinás y Pare, 1991). Pero en vigilia esas palabras captan la atención del momento, y posiblemente desencadenan una respuesta clara y explícita.
sábado, 28 de abril de 2012
A PROPÓSITO DE LA SOLIDARIDAD DE LA CGTP Y OTRAS ORGANIZACIONES SOCIALES EN FAVOR DEL PUEBLO DE CAJAMARCA
Con fecha 23 del presente mes, Juan José Gorritti, Sub Secretario General de la CGTP, actuando en nombre de dicha central sindical; la CPS; la CUT y los Frentes Regionales, se ha pronunciado respecto al conflicto que involucra a los cajamarquinos y a todos los pueblos del Perú, respaldando los acuerdos de los Frente de Defensa de nuestra región.- Al respecto conviene precisar lo siguiente:
1. Es importante admitir la solidaridad de los sectores organizados del país, en favor de nuestra lucha que, hoy es, una lucha por nuestras cabeceras de cuenca, protección y conservación de nuestro medio ambiente; sin embargo, no se puede aceptar que detrás de esta posición "solidaria" de las mismas, se pretenda validar el mensaje de la empresa minera en la persona del Presidente de la República.- Es indispensable en estos momentos decisivos que, todas las organizaciones marquen posición definitiva respecto a defender los derechos del pueblo y/o jugar a defender los derechos de las trasnacionales y del gobierno que se ha sometido a ellas.-
2. Si se revisan los acuerdos de nuestra asamblea se observará que, nos hemos pronunciado por la INVIABILIDAD DEL PROYECTO CONGA. No por el "mejoramiento"del EIA del mismo; y, menos "por la realización de otro peritaje que logre la LICENCIA SOCIAL y determine la viabilidad del proyecto sin afectar (sic) los derechos del pueblo Cajamarquino".
3. Ciertamente, los conflictos sociales generan mucha preocupación, máxime si en el que nos encontramos involucrados, es de suyo complejo.- Sin embargo, la demanda que hace Gorritti al Gobierno para buscar los "mecanismos de DIÁLOGO fructífero y honesto para lograr soluciones" no constituye reclamación de las organizaciones sociales de Cajamarca; y por ende, ni Gorritti ni ningún otro dirigente por más representación que tengan, NO PUEDE SUPLANTAR Y MENOS PRETENDER DIRECCIONAR la reclamación de los Cajamarquinos.- Hoy por hoy, el diálogo, no forma parte de nuestra plataforma de lucha.
4. Si, finalmente GORRITTI reconoce que, "el proyecto minero es RECHAZADO POR LA POBLACIÓN"; entonces, debe asumir esto consecuentemente y no confundir o desorientar a quienes les llega este mensaje (al contexto regional y nacional, quienes esperan de los cajamarquinos, se mantenga la decisión del rechazo a este proyecto genocida).
Wilfredo E. Saavedra Marreros
Pdte. FDAC
NOTA DE PRENSA
CGTP, CUT, COORDINADORA POLÍTICA SOCIAL Y FRENTES REGIONALES RESPALDAN LOS ACUERDOS DE LAS ORGANIZACIONES SOCIALES DE CAJAMARCA Y DEMANDAN UN NUEVO ESTUDIO DE IMPACTO AMBIENTAL PARA EL PROYECTO CONGA
En conferencia de prensa desarrollada en la CGTP, el Vice-presidente, Juan José Gorritti, manifestó que la central sindical y las diversas organizaciones sociales como la CUT, la Coordinadora Política Social y los Frentes Regionales respaldan los acuerdos asumidos por los movimientos sociales de Cajamarca en defensa del agua y el medio ambiente (la tregua hasta el 30 de mayo, la vigilancia permanente de las lagunas y la respuesta técnica, legal y social que le remitirán al mandatario).
Asimismo, manifestó que de acuerdo al peritaje y a las declaraciones del propio Presidente, Ollanta Humala, existen falencias en el Estudio de Impacto Ambiental, que obliga a realizar otro que logre la licencia social y determine la viabilidad del proyecto sin afectar los derechos del pueblo cajamarquino.
Manifestó que la Minera Yanacocha se ha caracterizado por su prepotencia y explotación de sus trabajadores que en un 80% se encuentran ajenos a beneficiarse de los derechos laborales que exige la ley, además de ser una empresa contaminante que viene afectando a la región.
En ese sentido, Gorritti, demandó que se propicie un diálogo fructífero y honesto para lograr soluciones, lo que implica la no participación de actores que han adelantado opinión favorable a un proyecto minero rechazado por la población, como sería el caso del Presidente del Consejo de Ministros, Óscar Valdés. También exigió la desmilitarización de la región.
Expresó su solidaridad con los dirigentes cajamarquinos perseguidos judicialmente, como es el caso de la Presidenta de la CGTP, Carmela Sifuentes. Reiteró que la CGTP y las organizaciones sociales acompañarán las acciones que emprendan los gremios de Cajamarca, anunciando que se viene preparando una Jornada Nacional de Lucha que se realizaría a mediados de julio.
Participaron en la actividad periodística, el representante de la CUT-Perú, Juan Pedro Chang; de la Coordinadora Política Social, Manuel Castillo; y de los Frentes Regionales, Efraín Yépez y Andrés Zambrano.
DEPARTAMENTO DE PRENSA Y COMUNICACIONES DE LA CGTP
Lima, 24 de Abril de 2012
EL CEREBRO Y EL MITO DEL YO (28)
De las células emanan los sistemas
Así pues, la complejidad de los sistemas emerge de la complejidad inherente a las células, y ello sin conocimiento a priori de lo que podrían ser al final, si es que lo hay. Se trata de propiedades emergentes; los sistemas no son todo o nada, sino que evolucionan. Sin embargo, por su increíble complejidad, intuitivamente parecería que algo, algún polo de atracción, algún proceso, guíe la transformación del ojo en lo que es. Pero esto es justamente lo que no sucede. No hay intención de convertirse en ojo y en los albores de la visión, se intentaron una enorme variedad de posibles soluciones. El sistema no sabía hacer retinas planas o lentes de Galileo; simplemente mutaciones genéticas hacen cambios paulatinos que ofrecen alguna ventaja y hacen al animal más competitivo o de lo contrario se lo comen o se muere de hambre. ¿Qué tienen en común todas estas soluciones? Todas ellas explotan las propiedades de la luz a saber, su trayectoria en línea recta y la generación de imágenes por reflexión o refracción. Si se comprende esto se comprenderá cualquier sistema visual periférico concebible, aquí o en otro planeta.
¿Cómo demostrar que, para hacer imágenes con luz, la evolución ensayó prácticamente todo lo posible, dado sus recursos? No es posible asegurar que lo ha ensayado todo, pero definitivamente lo suficiente para generar la misma solución final (hacer imágenes con luz) de maneras muy diferentes. En fin. Pese a que la naturaleza no planea, en ella suceden cosas espectaculares. Pasemos a otro ejemplo.
¿Cuánto cuesta una bolsa de canicas? Lo equivalente a dos dólares o dos euros. Pero como la gente necesita trabajar para vivir, probablemente el costo real de las canicas sea de centavos. ¿Cómo hacer una bola tan perfecta, tan absolutamente esférica y lisa a tan bajo precio? Recordemos además que las canicas tienen bellísimos patrones. ¿Entonces cómo se hacen?
A la mayoría de la gente le vendrá a la mente la idea de la torre de munición desde la cual se vierten gotas de plomo derretido que caen al final en un líquido refrigerante. Al caer, las gotas de plomo se solidifican en fragmentos más o menos esféricos. Pero, fabricar canicas de este modo resultaría muy costoso, sería imposible incorporarles los patrones de colores deseados y, además, no serían perfectamente redondas. La solución es derretir el vidrio en forma de varilla, añadirle los patrones de colores y cortarlo en pequeños cilindros. Estos cilindros más algunas substancias abrasivas se colocan dentro de un tambor que da vueltas constantemente por semanas. Rotando así durante cierto tiempo, la mayoría quedarán perfectamente esféricas.
Esto es precisamente lo que sucede en biología durante la evolución: si se deja que algo gire durante suficiente tiempo, se acerca paulatinamente a una solución estable. En el caso de las canicas, éstas se hacen esféricas porque es la solución física que da la mínima superficie por volumen. El poder de las colisiones aleatorias se basa en lo anterior y en paciencia, y de allí deriva la suma total de la inteligencia de la naturaleza. La selección natural elimina sistemáticamente todas las asperezas, los defectos, lo que no funciona bien. Lo que permanece son los aspectos ventajosos que se transmiten de generación a generación, es decir, lo que funciona, lo que facilita la sobrevivencia. De hecho, la sobrevivencia es el combustible de la selección natural.
Pero en contra de esta sencilla perspectiva, el hecho es que, en biología, por más vueltas que se den, nunca se logra la perfección.
¿Qué quiere decir "perfecto" en biología? Significa terminar un trabajo — un trabajo particular, especializado como el de ver — lo más eficientemente posible y con un mínimo costo o esfuerzo. Significa hacer módulos, aparatos locales que le faciliten al organismo interactuar con el mundo, tales como ojos que ven o un sistema vestibular que le preste al organismo el sentido del equilibrio, y significa también que, a lo largo del tiempo, la manufactura de tal aparato sea lo menos costosa posible.
Si unos ojos suficientemente grandes como para ver en la oscuridad impidieran la movilidad del animal, podría decirse que el costo es demasiado alto para la naturaleza y al final no se ven ojos gigantescos por ahí. A pesar del saludable respeto que tengo hacia la evolución, he llegado a creer que ésta puede explicarse básicamente como un producto de la Ley Universal de la Pereza. Esta ley ordena la comodidad y la utilidad: la vía de la menor resistencia. La luz es gratis (me refiero a la luz del sol). No nos cuesta nada. ¿Y qué sucede? La naturaleza aprovecha que la energía luminosa es gratis y fácil de absorber. Además, soporta plantas que producen su propio alimento y activa parches en la piel que se convierten en ojos capaces de generar imágenes del mundo externo. Todo esto resulta de haber tomado la vía de la menor resistencia. Tomar lo útil, descartar lo inútil y, sobre todo, evitar riesgos.
Ahora bien, esto en realidad lleva a un planteamiento más profundo. Tenemos ojos que evolucionaron para generar imágenes del mundo externo mediante las propiedades de rebote de los fotones. Pero, ¿qué es una imagen? Una imagen es una simplificación de la realidad. El cerebro constantemente simplifica la realidad, más aún, simplifica el mundo externo pero en forma muy útil. Una imagen es una representación simplificada del mundo externo escrita en forma extraña. Cualquier transducción sensorial es una representación simplificada de un universal emanado del mundo externo. El cerebro es muy kantiano en cuanto a la esencia de sus operaciones. Representa aspectos del mundo externo, aspecto fraccionados, mediante una geometría útil, una geometría con significado interno que no tiene nada que ver con la "geometría" del mundo externo del cual emanó. Ésta es la capacidad transformacional vector/vector del cerebro, que es independiente de los sistemas de coordenadas utilizados para tal transformación.
Los colores, por ejemplo, son simplemente una forma particular de transducir la energía de cierta frecuencia. Una serpiente ve el rango infrarrojo, que en realidad es calor. Es muy claro que las imágenes en nuestra cabeza son tan sólo una representación del mundo.
Los ojos tienen neuronas que internalizan geometrías de luz que rebota, y el cerebro es un conjunto de sistemas de coordenadas que miden o reconocen geometrías abstractas inexistentes en el exterior. El olor del bosque es una abstracción interna que no existe como geometría externa.
Aquí tenemos otro punto por considerar: el lenguaje es un ojo, pero un ojo abstracto, una abstracción interna.
Así como el parche de piel fotosensible se convirtió en un ojo, el lenguaje, tal como lo conocemos, siguió una trayectoria similar. Ambos son aparatos especializados para internalizar geométricamente propiedades externas fraccionadas. Tenemos, pues, las siguientes secuencias: parche/arruga/concavidad /cámara oscura / ojo con lentes y/o espejos; la generación de protorredes llega a un sistema funcionalmente maduro, análogo al protolenguaje y al desarrollo del lenguaje (¡tal vez todavía no sea sino un protolenguaje!).
Afirmo que soy un sistema cerrado pero no un solipsisto. No puedo serlo, porque soy el producto de la evolución que internalizó las propiedades del mundo externo.
Así pues, la complejidad de los sistemas emerge de la complejidad inherente a las células, y ello sin conocimiento a priori de lo que podrían ser al final, si es que lo hay. Se trata de propiedades emergentes; los sistemas no son todo o nada, sino que evolucionan. Sin embargo, por su increíble complejidad, intuitivamente parecería que algo, algún polo de atracción, algún proceso, guíe la transformación del ojo en lo que es. Pero esto es justamente lo que no sucede. No hay intención de convertirse en ojo y en los albores de la visión, se intentaron una enorme variedad de posibles soluciones. El sistema no sabía hacer retinas planas o lentes de Galileo; simplemente mutaciones genéticas hacen cambios paulatinos que ofrecen alguna ventaja y hacen al animal más competitivo o de lo contrario se lo comen o se muere de hambre. ¿Qué tienen en común todas estas soluciones? Todas ellas explotan las propiedades de la luz a saber, su trayectoria en línea recta y la generación de imágenes por reflexión o refracción. Si se comprende esto se comprenderá cualquier sistema visual periférico concebible, aquí o en otro planeta.
¿Cómo demostrar que, para hacer imágenes con luz, la evolución ensayó prácticamente todo lo posible, dado sus recursos? No es posible asegurar que lo ha ensayado todo, pero definitivamente lo suficiente para generar la misma solución final (hacer imágenes con luz) de maneras muy diferentes. En fin. Pese a que la naturaleza no planea, en ella suceden cosas espectaculares. Pasemos a otro ejemplo.
¿Cuánto cuesta una bolsa de canicas? Lo equivalente a dos dólares o dos euros. Pero como la gente necesita trabajar para vivir, probablemente el costo real de las canicas sea de centavos. ¿Cómo hacer una bola tan perfecta, tan absolutamente esférica y lisa a tan bajo precio? Recordemos además que las canicas tienen bellísimos patrones. ¿Entonces cómo se hacen?
A la mayoría de la gente le vendrá a la mente la idea de la torre de munición desde la cual se vierten gotas de plomo derretido que caen al final en un líquido refrigerante. Al caer, las gotas de plomo se solidifican en fragmentos más o menos esféricos. Pero, fabricar canicas de este modo resultaría muy costoso, sería imposible incorporarles los patrones de colores deseados y, además, no serían perfectamente redondas. La solución es derretir el vidrio en forma de varilla, añadirle los patrones de colores y cortarlo en pequeños cilindros. Estos cilindros más algunas substancias abrasivas se colocan dentro de un tambor que da vueltas constantemente por semanas. Rotando así durante cierto tiempo, la mayoría quedarán perfectamente esféricas.
Esto es precisamente lo que sucede en biología durante la evolución: si se deja que algo gire durante suficiente tiempo, se acerca paulatinamente a una solución estable. En el caso de las canicas, éstas se hacen esféricas porque es la solución física que da la mínima superficie por volumen. El poder de las colisiones aleatorias se basa en lo anterior y en paciencia, y de allí deriva la suma total de la inteligencia de la naturaleza. La selección natural elimina sistemáticamente todas las asperezas, los defectos, lo que no funciona bien. Lo que permanece son los aspectos ventajosos que se transmiten de generación a generación, es decir, lo que funciona, lo que facilita la sobrevivencia. De hecho, la sobrevivencia es el combustible de la selección natural.
Pero en contra de esta sencilla perspectiva, el hecho es que, en biología, por más vueltas que se den, nunca se logra la perfección.
¿Qué quiere decir "perfecto" en biología? Significa terminar un trabajo — un trabajo particular, especializado como el de ver — lo más eficientemente posible y con un mínimo costo o esfuerzo. Significa hacer módulos, aparatos locales que le faciliten al organismo interactuar con el mundo, tales como ojos que ven o un sistema vestibular que le preste al organismo el sentido del equilibrio, y significa también que, a lo largo del tiempo, la manufactura de tal aparato sea lo menos costosa posible.
Si unos ojos suficientemente grandes como para ver en la oscuridad impidieran la movilidad del animal, podría decirse que el costo es demasiado alto para la naturaleza y al final no se ven ojos gigantescos por ahí. A pesar del saludable respeto que tengo hacia la evolución, he llegado a creer que ésta puede explicarse básicamente como un producto de la Ley Universal de la Pereza. Esta ley ordena la comodidad y la utilidad: la vía de la menor resistencia. La luz es gratis (me refiero a la luz del sol). No nos cuesta nada. ¿Y qué sucede? La naturaleza aprovecha que la energía luminosa es gratis y fácil de absorber. Además, soporta plantas que producen su propio alimento y activa parches en la piel que se convierten en ojos capaces de generar imágenes del mundo externo. Todo esto resulta de haber tomado la vía de la menor resistencia. Tomar lo útil, descartar lo inútil y, sobre todo, evitar riesgos.
Ahora bien, esto en realidad lleva a un planteamiento más profundo. Tenemos ojos que evolucionaron para generar imágenes del mundo externo mediante las propiedades de rebote de los fotones. Pero, ¿qué es una imagen? Una imagen es una simplificación de la realidad. El cerebro constantemente simplifica la realidad, más aún, simplifica el mundo externo pero en forma muy útil. Una imagen es una representación simplificada del mundo externo escrita en forma extraña. Cualquier transducción sensorial es una representación simplificada de un universal emanado del mundo externo. El cerebro es muy kantiano en cuanto a la esencia de sus operaciones. Representa aspectos del mundo externo, aspecto fraccionados, mediante una geometría útil, una geometría con significado interno que no tiene nada que ver con la "geometría" del mundo externo del cual emanó. Ésta es la capacidad transformacional vector/vector del cerebro, que es independiente de los sistemas de coordenadas utilizados para tal transformación.
Los colores, por ejemplo, son simplemente una forma particular de transducir la energía de cierta frecuencia. Una serpiente ve el rango infrarrojo, que en realidad es calor. Es muy claro que las imágenes en nuestra cabeza son tan sólo una representación del mundo.
Los ojos tienen neuronas que internalizan geometrías de luz que rebota, y el cerebro es un conjunto de sistemas de coordenadas que miden o reconocen geometrías abstractas inexistentes en el exterior. El olor del bosque es una abstracción interna que no existe como geometría externa.
Aquí tenemos otro punto por considerar: el lenguaje es un ojo, pero un ojo abstracto, una abstracción interna.
Así como el parche de piel fotosensible se convirtió en un ojo, el lenguaje, tal como lo conocemos, siguió una trayectoria similar. Ambos son aparatos especializados para internalizar geométricamente propiedades externas fraccionadas. Tenemos, pues, las siguientes secuencias: parche/arruga/concavidad /cámara oscura / ojo con lentes y/o espejos; la generación de protorredes llega a un sistema funcionalmente maduro, análogo al protolenguaje y al desarrollo del lenguaje (¡tal vez todavía no sea sino un protolenguaje!).
Afirmo que soy un sistema cerrado pero no un solipsisto. No puedo serlo, porque soy el producto de la evolución que internalizó las propiedades del mundo externo.
viernes, 27 de abril de 2012
¿OLIGOFRENIA EN EL SERVICIO DE INTELIGENCIA?
¿A qué atribuir los fracasos del Servicio Inteligencia Nacional (SIN) en el combate a la subversión? ¿Corrupción? ¿Ausencia de valores patrióticos? ¿Falta de estímulos económicos? Aunque la respuesta es multicausal, hay dos episodios cuyos síntomas configuran un cuadro presuntivo de oligofrenia. El primero, la captura en Lima de la embajada del Japón y, segundo, la conferencia de prensa en la selva de Kiteni (Cuzco-Perú) del llamado “camarada Gabriel”.
Las reacciones ante los episodios de un conflicto bélico son pasionales, diversas y extremistas. Recientemente ante los sucesos de Kiteni hubo alarma. Tal es así, que la embajadora de EE.UU. trasgredió sus funciones al hacer declaraciones en un asunto interno de nuestro país. Estaba alarmada por el secuestro de 36 trabajadores de la empresa trasnacional Skanska ocurrido el 9 de abril; episodio que provocó una conducta reactiva de las FF.AA que los condujo a caer en una emboscada el 12 de abril; cuyo saldo fue de cuatro policías y dos soldados muertos, 10 heridos y un helicóptero derribado. Conseguido su objetivo, los subversivos liberaron a los secuestrados.
Desde Kiteni, el 18 de abril, tres jóvenes periodistas se aventuraron a internarse en la selva a la búsqueda del helicóptero derribado. Luego de tres horas de caminata, los interceptó, rápidamente, en Alto Lagunas, el “camarada Gabriel” y ofreció una entrevista, revelando información desconocida. Dicha entrevista difuminó en unos instantes, la campaña propagandística desplegada por el gobierno del comandante EP® Ollanta Humala para apoyar su accionar contrasubversivo y crear una imagen de que el gobierno controlaba la situación.
Lo bochornoso del asunto es que antes, el Presidente de la república con uniforme de comando posó para las cámaras de Tv en Kiteni, la víspera de viajar a Colombia, dando las últimas instrucciones del plan de cerco y aniquilamiento de los subversivos. Además, dio la orden del envío de 1,300 soldados para que en una gran maniobra envolvente, por aire y por tierra, los reduzcan. Se vio en la televisión a los soldados descendiendo de los helicópteros artillados y a paso ligero internarse en la selva. Tal era el equipamiento de los soldados que parecían robocoks.
El ministró de defensa, en actitud triunfalista, auguró que pronto tendría buenas noticias. Pero, pasaban los días y la tensión de los familiares de los soldados desaparecidos en el operativo, aumentaba. Hasta que para sorpresa de todos, los medios de comunicación difundieron la imagen del “camarada Gabriel” dando declaraciones a los jóvenes periodista y la foto del helicóptero derribado por los subversivos. El “camarada Gabriel” aparece con tres sencillos jóvenes vestidos con un simple polo y empuñando las armas que habían tomado de las FF.AA. Con serenidad; pero, en actitud provocadora a las FF.AA. gubernamentales dijo –entre otras cosas-, los rockets (cohetes) que nos arrojan los helicóptero artillados son caquitas de colibrí. Yo me pregunto ¿qué efectividad tienen en esta guerra? Esos miserables son valientes en el aire, pero en la infantería son unos cobardes.
Según los periodistas, "Gabriel" también emprendió contra la política de recompensas que financia el gobierno norteamericano. Ofrece cinco millones de dólares por información que facilite la captura del "camarada José". Lo que dijo era una queja. Ahora ofrecen a los campesinos millones por nuestra captura. ¿Con qué objetivo? Para convertirlos en soplones, espías y en carne de cañón.
En el Perú nadie se aburre, es un país de sorpresas y de informalidad. Otra sorpresa ocurrió en Lima el 17 de diciembre de 1996 a las 20:20 horas. Se trata del Operativo guerrillero que humilló a todos los servicios de seguridad y de inteligencia de las FF.AA. y FF.PP del Estado peruano y del Estado de la segunda potencia mundial: Japón. El extraordinario suceso involucró a más de 27 países, convocó a los principales medios informativos del mundo y a la confabulación de los dirigentes y organismos de las potencias mundiales, incluido El Vaticano, para escarmentar a sus osados autores.
Un comando del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) dirigido por un cholo peruano y ex dirigente sindical, Néstor Serpa Cartolini, e integrado por un ex cobrador de microbús con estudios de Sociología, Rolly Rojas Fernández y doce muchachos de la selva de Chanchamayo, habían capturado, sin derramamiento de sangre, la residencia del embajador del Japón con cerca de 700 invitados a la faustuosa celebración del día nacional. Demandaban la liberación de sus compañeros presos a cambio de liberar a los rehenes. La brillante hazaña táctica fue ejecutada por un simple y humilde comando sin ningún apoyo exterior.
Indudablemente, sin errores no puede haber brillantez, como sentenciara Emanuel Lasker, ex campeón mundial de ajedrez. La inteligencia estratégica había fracasado en su capacidad para alertar o prevenir sobre amenazas o peligros que puede enfrentar el Estado en un determinado momento. Cerpa sorprendió en calzoncillos a Vladimiro Montesinos jefe oficioso del Servicio de Inteligencia nacional, al general de división EP Juan Briones Dávila, Ministro del Interior y al Director de la Policía Nacional, General Antonio Ketín Vidal; también, al embajador Morisha Aoki. El cholo Cerpa fue un extraordinario conductor de un operativo táctico local; pero ignoraba lo que es un plan estratégico de largo plazo. En cualquier guerra es un postulado la correspondencia entre los operativos tácticos con el plan estratégico.
Hay un cierto consenso en afirmar que el gobierno no tiene un plan estratégico para combatir la subversión; pero no toman en consideración que es difícil que lo tenga por las siguientes características:
Primero, el capitalismo por predisposición genética, seguirá causando grandes desigualdades sociales que justificarían una subversión. Segundo, las FF.AA. no tienen, un intelectual capaz de formular un plan estratégico. Han demostrado, tanto en la selva del VRAE, como en Kiteni que los operativos tácticos fracasan.
Un ejemplo de un personaje histórico capaz de diseñar un plan estratégico es el de Mao Tse Tung, intelectual y, a la vez, conductor de guerrillas. Sus Escritos militares figuran en los anaqueles de todas las bibliotecas de las escuelas militares del mundo, incluso en la Escuela Militar de Chorrillos. Para formular un plan estratégico es necesario capacidad intelectual; pero, un intelectual no se improvisa, tarda muchos años en formarse y, además, en adiestrarse en el arte de la guerra.
Por último, debemos reconocer que todos somos peruanos y los conflictos –como las enfermedades- debieran prevenirse. Y no creer, sectariamente, que los buenos y valerosos están acá y los malos y cobardes están allá. Subestimar al enemigo, es una manera de beneficiarlo.
Lima, 24 de abril del 2012
rengifoantonio@gmail.com
Grimaldo Antonio Rengifo Balarezo
DNI 06067477
Fuente: Diario La República. Lima-Perú.
A ESPAÑA Y REPSOL LES SALIÓ EL TIRO POR LA CULATA
Entrevista a Alfredo Jalife
Indira Carpio Olivo y Ernesto J. Navarro
Rebelión
26-04-2012
La medida de nacionalización de YPF, tomada por el gobierno de Cristina Fernández en Argentina el pasado 16 de abril, ha recibido respaldos de varios presidentes de la región.
España, por su parte, no consigió el apoyo del G-20 para castigar a la nación suramericana por la medida soberana contra Repsol. Mientras la francesa Total anuncia que puede aumentar producción de gas en el gigante suramericano.
En entrevista para el programa la Brújula del Sur (1), Alfredo Jalife (2), explicó que “ El gobierno de España retrocedió cuando se dio cuenta que nadie el mundo los siguió, que las opciones (de las que disponía) eran limitadas y cuando las empresas estadounidenses salieron a buscar sustituir a Repsol (…) tampoco hubo solidaridad por parte de la Unión Europea para con Repsol”
Para el analista mexicano, Repsol es “ una de las peores empresas privadas del mundo ”, no obstante el gobierno de España salió en su defensa apresuradamente, descuidando en su análisis que “Argentina tiene cartas de represalias, tampoco está tan sola (…) hay muchos intereses españoles en Argentina. Iba a ser muy costosa para España una guerra financiera con el gobierno de Cristina Fernández (…) Si hubiesen buscado boicotear los productos agrícolas argentinos, no habrían sacado mucho y sus productos hubiesen ido a parar a otros mercados”
En la nueva geopolítica de la región Jalife observa que la solidaridad demostrada por los gobiernos de Brasil, Venezuela, Ecuador y Bolivia, “fueron determinantes”.
Y agrega “Yo diría de casi toda Suramérica la respaldó, con la excepción patética de México (…) la posición de Colombia en nada se parece a la Felipe Calderón que fue totalmente grotesca”
La petrolera Repsol tiene muchos problemas financieros debido a sus malos manejos. Incluso el año pasado la para estatal mexicana Pemex, salvó a la española de la banca rota.
“Yo lo dije hace 5 años, que Repsol sería sacada de Latinoamérica a patadas. El único lugar del continente donde goza de canonjías es en México. Incluso yo llamo al sexenio de Calderón como el sexenio de Repsol”
En una semana el reino tuvo que modificar sus bravuconadas gracias a la soledad en la se vio internacionalmente. “Al gobierno español y a Repsol les salió el tiro por la culata ahora está pidiendo renegociar a ver si les dan lo que piden, cosa que yo no creo”
---
Escuche el AUDIO completo de la entrevista a Alfredo Jalife aquí:
http://soundcloud.com/brujulasur2012/entrevista-a-alfredo-jalife
Indira Carpio Olivo y Ernesto J. Navarro son Periodistas intragables.
indiracarpio.blogspot.com @icarpio / ernestojnavarro.blogspot.com @ernestojnavarro
Suscribirse a:
Entradas (Atom)