lunes, 31 de enero de 2011

LA PLOMADA




La plomada es una herramienta de uso diario en las construcciones o edificaciones que crecen a diario por nuestra ciudad. El Maestro de Obra lanza una plomada que proyecta la correcta trayectoria de la futura pared a construir. Sin ella la pared no se llevará a cabo adecuadamente pero ella sola no basta sino hay capacidad material de levantarla.

Esto mismo es lo que pasa con las fechas memorables del Calendario Revolucionario Mundial y Nacional. Resulta loable e importante que las fechas mas importantes del Socialismo Peruano nos sirvan no solo de simple recordatorio sino mas bien de meta a alcanzar en el desarrollo del mismo.

Ese y no otro fue el tema del Centenario de José Martí para el movimiento revolucionario cubano y el asumir la responsabilidad de constituirse en la Generación del Centenario de éste. Como todos sabemos la Generación del Centenario de José Martí realizó el asalto al Cuartel Moncada dentro de dicho periodo histórico.

En tal sentido, el optar por el Centenario del inicio del Socialismo Peruano o el de la Constitución del Partido Socialista de Mariátegui, no depende de la fecha en si misma, la cual puede alcanzarse con una humildísima celebración recordatoria, sino de la capacidad de quienes se plantean dicha fecha como meta para alcanzar objetivos, en relación con dicha capacidad. Así, por ejemplo, si solamente Fidel y Raúl Castro, Abel y Haydee, Santamaría, y Celia Sánchez, se hubiesen trazado la tarea del Asalto del Moncada como el inicio de la Insurrección Revolucionaria en Cuba, hubiesen fracasado. Fueron cerca de un centenar y medio de cuadros escogidos quienes se trazaron alcanzar tal meta.

En el Perú, quizás solo una tendencia, dentro de todas las que conforman el Socialismo Peruano, se traza la meta de reivindicar el Partido Socialista de Masas e Ideas que plantease Mariátegui, y curiosamente se trata de la más lucida pero la menos numerosa, la mas dispersa, la menos vinculada al trabajo de masas, y aún en transición de la copia y aplicación mecánica de la Revolución China a nuestra realidad a la asunción plena del análisis de Mariátegui de nuestra realidad y la estrategia revolucionaria que de ella se desprende.

En mi humilde opinión su capacidad es escasa para lanzar una plomada al 2018, para alcanzar la meta de reivindicar el Partido Socialista de Masas e Ideas que plantease Mariátegui, por si sola y con sus solas fuerzas. Podrá hacerlo solo si logra arrastrar al debate y organización, para ello, al resto de tendencias conformantes del Socialismo Peruano, que se reclaman del mariateguismo, que vienen del mismo tronco o arrastran las mismas taras dogmáticas y sectarias de las que nosotros venimos tratando de desembarazarnos.

Creo además que, salvo honrosas excepciones, son los nuevos contingentes juveniles los que pueden constituir el basamento para alcanzar metas semejantes, pues carecen del negativo lastre formativo que ha caracterizado el Socialismo Peruano, desde la muerte de Mariátegui hasta nuestros días.

Sincera y fraternalmente.
Gustavo Pérez Hinojosa

2011/1/5 Rebeca Montes

CENTENARIO DEL SOCIALISMO PERUANO
1918 - 22 de junio - 2018

I

Antecedente. MAXIMALISMO PERUANO
Acontece, señores, que en esta mansa y desabrida tierra gobernada por el señor don José Pardo ha aparecido de repente el maximalismo. Aún no sabemos si ha sido importado de Rusia y de qué modo. Aún no sabemos tampoco si es el maximalismo ruso o si es tan sólo un maximalismo criollo. Únicamente sabemos que el maximalismo anda suelto por las calles que el señor don Luis Miró Quesada pavimenta, barre y riega solícita y acuciosamente.
Dos varones esclarecidos nos han notificado de la presentación del maximalismo en esta tierra. Uno ha sido el minúsculo Alcalde de Lima señor don Luis Miró Quesada. Otro ha sido el altísimo diputado por Ica señor don Víctor M. Maúrtua. Uno y otro han interpretado la idea del maximalismo según su leal saber y entender.
Primero el minúsculo alcalde de Lima se pudo de pie para apostrofar a los escritores que tenemos en una casa de la calle del General La Fuente nuestro hogar, nuestra capilla y nuestra tribuna:
-Ustedes son los bolsheviquis peruanos.
Y ratificó luego su apóstrofe:
-¡Maximalistas!
Nosotros nos encogimos de hombros, nos sonreímos, continuamos golpeando las teclas de nuestra máquina de escribir y resignadamente asentimos:
-¿Bolsheviquis nosotros? ¡Bueno!
Más tarde, el señor Maúrtua, personaje de nuestras mayores devociones, se puso de pie en la cámara de diputados. No se puso de pie en son de contumelia como el señor Miró Quesada. Se puso de pie en son de ironía para decirles a los señores Maldonado, Barreda y Laos y Menéndez:
-¡Ustedes son más revolucionarios que los bolsheviquis rusos!
Pero el señor Barreda y Laos no asintió con nosotros. Se acordó de que nosotros habíamos sido llamados bolsheviquis. Se dijo que si nosotros éramos motejados bolsheviquis, los bolsheviquis eran indudablemente gentes vituperables en demasía. Y se alzó denodadamente para rechazar el mote y para que el señor Maúrtua enalteciera a los bolsheviquis y probara que eran gentes honorables, bien intencionadas y honestas.
Ocurre desde entonces que la palabra bolsheviqui y la palabra maximalista se han enseñoreado en el comentario limeño. Alternativamente las pronuncia la ciudad con pertinacia y a su antojo. Se mira al señor don Juan Manuel Torres Balcázar en el umbral de su imprenta y se piensa que es un bolsheviqui en mangas de camisa. Se mira al señor don Miguel Echenique pasar por el jirón de la Unión y se piensa paradójicamente que es un bolsheviqui banquero. Se mira al señor don Felipe Barreda y Laos y se piensa que es un bolsheviqui involuntario, pero bolsheviqui siempre. Y se mira nuestra casa del General La Fuente para exclamar enseguida, de consuno con el minúsculo señor Miró Quesada:
-¡Allí están los bolsheviquis peruanos!
-¡Bueno! ¡Muy bolsheviquis y muy peruanos! ¡Pero más peruanos que bolsheviquis!
José Carlos Mariátegui
“El Tiempo”, Sección “Voces”,
30 de diciembre de 1917

II

Consecuente. EXPOSICIÓN
Este no es un periódico más que viene a servir intereses determinados. No nos lo consentiría nuestro orgullo de escritores nuevos no contaminados con ninguna vergüenza ni con ninguna responsabilidad. Este es un periódico totalmente nuestro. No lo sacamos por cuenta de ninguna facción política.
Nos parece indispensable decirlo para que no se nos achaque ni se nos busque vinculación o afinidad con alguno de los ramplones y estólidos partidos que, alternándose en el poder, se alternan también en el desprecio popular.
Sale “Nuestra Época” en una hora de órganos electorales y de abigarrados pasquines, grotescos y mercenarios todos, para encender una luz limpia y firme en medio de tanta tenebrosidad y de tanta sordidez. Nos proponemos quemar, acaso inútilmente, el organismo político del país, tan corrompido, ya que tan sólo la acción material del fuego puede purificarlo.
No vamos a hacer un periódico de procacidad y grosería. Nuestras plumas que tan buena y cariñosa hospitalidad reciben en los hogares de la prensa metropolitana, no son capaces de encallarse ni de renunciar a los atributos de su dignidad y de su decencia.
Sacamos este periódico y le ponemos de nombre “Nuestra Época” porque creemos que comienza con nosotros una época de renovación que exige que las energías de la juventud se pongan al servicio del interés público. Y, en plena juventud, comprendemos nuestro deber de concurrir a esta reacción nacional con toda nuestra honradez y con toda nuestra sinceridad ardorosas y robustas.
Aportamos a esta obra el conocimiento de la realidad nacional que hemos adquirido durante nuestra labor en la prensa. Situados en el diarismo, casi desde la niñez, han sido los periódicos para nosotros magníficos puntos de apreciación del siniestro panorama peruano. Nuestros hombres figurativos suelen inspirarnos, por haberlos mirado de cerca, un poco de desdén y otro poco de asco. Y esta repulsa continua nos ha hecho sentir la necesidad de buscarnos un camino propio para afirmarla y para salvarnos de toda apariencia de solidaridad con el pecado, el delito y la ineptitud contemporáneos.
No crea el lector que NUESTRA ÉPOCA aparece para perfilar dogmas. Es un periódico doctrinario. Pero no es un periódico que aspira a actuar presuntuosamente como maestro ni como catedrático. Se equivocará muchas veces seguramente. Sólo que cuando se equivoque por lo menos no le habrá pagano nadie su error,
El programa político de NUESTRA ÉPOCA es bien sencillo. Dos palabras podrían definirlo: decir la verdad. Esto nos parece que sobra para exhibirnos emancipados de la tutela de los intereses creados y de las gentes incapaces que, amparados por esos apellidos sociales y esas reputaciones falsas que decoran este teatro criollo y estúpido de la política medrarán a su gusto hasta que la patria deje de ser una especie de casa de tolerancia con beneficios prácticos para unos cuantos a costa de la prostitución de los demás.
NUESTRA ÉPOCA es también un periódico literario. Representará no solo la capacidad estudiosa y el esfuerzo reformador de la juventud intelectual a que pertenecemos. Representará asimismo la aptitud artística. Y la representará con la misma pureza. Aparecerán en estas páginas prosas y versos selectos de los jóvenes consagrados ya por el aplauso público.
Queda así apuntada rápidamente, la significación de NUESTRA ÉPOCA. Únicamente nos resta una advertencia final y tranquilizante. La de que, aunque somos literatos, no haremos literatura en la política, ni haremos política en la literatura.
José Carlos Mariátegui
Nuestra Época, Año 1 Nº 1, 22 de junio de 1028
Exposición

III

Referencia. REMEMBRANZA
Desde 1918, nauseado de política criolla, -como diarista, y durante algún tiempo redactor político y parlamentario conocí por dentro los partidos y vi en zapatillas a los estadistas- me orienté resueltamente hacia el socialismo, rompiendo con mis primeros tanteos de literato inficionado de decadentismos y bizantinismos finiseculares, en pleno apogeo todavía.
José Carlos Mariátegui
Carta a Samuel Glusberg
Lima, 10 de enero de 1928

IV

Contenido. EXPLICACIÓN
De Nuestra Época (julio de 1918) se publicaron sólo dos números, rápidamente agotados. En ambos números se esboza una tendencia fuertemente influenciada por España, la revista de Araquistain, que un año más tarde reapareció en La Razón, efímero diario cuya más recordada campaña es la de la Reforma Universitaria.
José Carlos Mariátegui
7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, 1928
El Proceso de la Literatura (Séptimo ensayo)
Artículo González Prada
(Nota 18)

V

Nota.- Con Nuestra Época, primer periódico del Socialismo Peruano, el Socialismo en nuestro país pasó de la utopía (Víctor M. Maúrtua) a la ciencia (José Carlos Mariátegui) Reeditado en facsímile por la Familia Mariátegui-Chiappe, sólo resta asignarle el lugar histórico que le corresponde: punto inicial del Centenario del Socialismo Peruano.
La forma nacional se expresaba ya a fines de diciembre de 1917, a menos de dos meses de la Revolución Bolchevique, 7 de noviembre de 1917: “¡Bueno! ¡Muy bolsheviquis y muy peruanos! ¡Pero más peruanos que bolsheviquis!” Ninguna revolución puede triunfar si no logra adquirir su forma nacional. Basta repasar cualquier revolución victoriosa para constatarlo.
JCM logró editar dos números de Nuestra Época, 22 de junio, 6 de julio. En el primero publicó EL DEBER DEL EJÉRCITO Y EL DEBER DEL ESTADO; en el segundo, LA REORGANIZACIÓN DE LOS GRUPOS POLÍTICOS. Es decir, desde sus inicios el Socialismo Peruano comenzó a analizar el aparato burocrático-militar, expresión visible del Poder de la clase dominante. Comenzó a cuestionar el tipo de Estado que había que sustituir.

El primer artículo sirvió para desarrollar el estilo polémico. El matón galoneado de turno (entonces teniente y después general), defendiendo la casta militar agredió físicamente a JCM. Hasta hubo reto a duelo y crisis ministerial. A la semana, dando por terminado el incidente JCM comentó: “Pero quiero tener fe en los destinos del Perú. Para tenerla necesito olvidarme de que se me ha atacado por haber emitido mis ideas. Y bien, Me olvido de que se me ha atacado. Un arrebato, un estrépito me parecen cosas muy propias de la psicología nacional. Y, sobre todo, creo indispensable razonar por encima de ellas” (El Tiempo, 27-VI-1918), pensamiento que abre la actual Normativa Frenteunitaria de nuestro Socialismo.

El segundo artículo es ahora vital para entender “el primer gran partido de masas y de ideas de toda nuestra historia republicana”, objetivo de la preparación de la organización, tarea que ocupará los siguientes lustros de gestión hasta el Centenario del Socialismo Peruano. Todo activista tiene en esta meta un gran objetivo común. Es tarea de gigantes y para gigantes.
Esta preparación de la organización enfrenta dos crisis: del capitalismo-imperialismo, del socialismo-comunismo. Una, de agotamiento; otra, de crecimiento. El capitalismo financiero no da más como modo de producción. Por eso actúa como fiera herida con su criminalización de la protesta popular. El socialismo marxista, el Socialismo Peruano, en esta nueva batalla final tiene que estar a la altura de su responsabilidad histórica. E indudablemente, ¡lo sabrá estar!
Este trabajo indesmayable, generación tras generación era acicateado ya tempranamente en los versos de JCM, publicados en el diario donde trabajaba, La Prensa, 18 de enero de 1915:

Sigue y triunfa. De faro sirve el odio a la Gloria.
A la envidia la toma por corcel la victoria.
Sigue y triunfa: es aurora para el genio el tormento

Entonces, la próxima meta es el Centenario del Socialismo Peruano. Para lograrla,

¡HAY, HERMANOS, MUCHÍSIMO QUE HACER!
Ragarro
05.01.11

LAS CINCO VOCALES EN CASTELLANO



Las 5 vocales en castellano.

Pienso que este archivo puede tener varios usos:

• Para maravillarnos con los prodigios del castellano

• Para recordarnos que no tenemos la verdad absoluta

• Para aprender cómo controvertir elegantemente

La famosa escritora española Lucía Echevarría, ganadora del Premio Planeta, dijo en una entrevista, que "murciélago" era la única palabra en el idioma español que contenía las 5 vocales.

Un lector, José Fernando Blanco Sánchez, envió la siguiente carta al periódico ABC, para ampliar su conocimiento.

Carta al Director del Diario ABC

Acabo de ver en la televisión estatal a Lucía Echevarría diciendo que, "murciélago" es la única palabra en nuestro idioma que tiene las cinco vocales.

Mi estimada señora, piense un poco y controle su "euforia". Un "arquitecto" "escuálido", llamado "Aurelio" o "Eulalio", dice que lo más "auténtico" es tener un "abuelito" que lleve un traje "reticulado" y siga el "arquetipo" de aquel viejo "reumático" y "repudiado", que "consiguiera" en su tiempo ser "esquilado" por un "comunicante" que cometió "adulterio" con una "encubridora" cerca del "estanquillo", sin usar "estimulador".

Señora escritora, si el "peliagudo" "enunciado" de la "ecuación" la deja "irresoluta", olvide su "menstruación" y piense de modo "jerárquico".

No se atragante con esta "perturbación", que no va con su "milonguera" y "meticulosa" "educación".

Y repita conmigo, como diría Cantinflas:

¡Lo que es la "falta de ignorancia"!

Nota.- Difundido por Clara Niño (27.01.11), la actualidad de esta Carta al Director, se resume muy bien en la Introducción, permanente guía para todo intercambio, todo debate, toda polémica. Esforcémonos en escribir correctamente el idioma; recordemos que nadie posee la verdad absoluta; acostumbrémonos al debate alturado.
Sirve para que el Socialismo Peruano se integre más y más al pueblo trabajador.


31.01.11

domingo, 30 de enero de 2011

HITOS DEL CENTENARIO DEL SOCIALISMO PERUANO

1918 - 22 de junio – 2018

I
NUESTRA POSICIÓN
Nuestra cuarta tradición, Tradición Socialista, comenzó con la Primera Generación del Socialismo Peruano, con la gran obra del más universal de los peruanos, José Carlos Mariátegui. En consecuencia, para establecer el punto de inicio de la forma nacional del Socialismo, es necesario tomar posición ante el hecho histórico suscitado el 22 de junio de 1918 en que nace el primer periódico del Socialismo Peruano, Nuestra Época. Y ante la verdad histórica de las ideas expuestas en dicha prensa proletaria.
Otro de los hechos en que se sustenta el fundamento de la fecha del inicio del Socialismo Peruano, está contenido en la carta de Mariátegui a Samuel Glusberg, de fecha 10.01.1928, que dice “Desde 1918, nauseado de política criolla, como diarista, y durante algún tiempo redactor político y parlamentario conocí por dentro los partidos y vi en zapatillas a los estadistas- me orienté resueltamente hacia el socialismo, rompiendo con mis primeros tanteos de literato inficionado de decadentismos y bizantinismos finiseculares, en pleno apogeo todavía”
El legado de Mariátegui, nos demuestra que el Socialismo Peruano ha tenido un inicio muy definido sin parangón en otras latitudes. Como muestra están las primeras publicaciones aparecidas en Nuestra Época, como: El Deber del Ejército y el Deber del Estado, La Reorganización de los Grupos Políticos, y otros. Que mantienen su lozanía hasta la fecha, como la siguiente exposición: Sale “Nuestra Época” en una hora de órganos electorales y de abigarrados pasquines, grotescos y mercenarios todos, para encender una luz limpia y firme en medio de tanta tenebrosidad y de tanta sordidez. Nos proponemos quemar, acaso inútilmente, el organismo político del país, tan corrompido, ya que tan sólo la acción material del fuego puede purificarlo” Pareciera que estuviera escrito recién ahora, ante la actual coyuntura electoral de abril 2011.

II
CAMINO RECORRIDO
Con la perseverante lucha generación tras generación, sea favorable o desfavorable la situación en que le toque actuar, los activistas del Socialismo Peruano siempre han contribuido en la toma de conciencia del pueblo trabajador.
A su turno los continuadores del Camino de Mariátegui pudieron descombrar, recopilar y sacar nuevamente a la luz la obra de JCM. Con la publicación de la segunda edición de 7 Ensayos se conmemoró el 20º Aniversario de la Creación Heroica de JCM en 1948, comienzo de la preparación de la Colección de sus Obras Completas, y salió el libro Bio-Bibliografía de JCM (1952)
Y la II-G, realizó estudios de la obra del Amauta y logró masificar la difusión de 7 Ensayos, con cuyo aporte en 1968 se conmemoró su 40° Aniversario. Y durante su gestión la III-G, publicó La Vigilia de Mariátegui y Cuatro Libros Fundamentales de JCM, con las que se conmemoró su 60° Aniversario en 1988. Y a su turno, a la IV-G, le cupo celebrar el 80° Aniversario de la Creación Heroica (7 Ensayos, PSP) el 7 de octubre de 2008, con la publicación del documento central Nuestra Posición.
Cada uno de estos hechos forma parte del Socialismo Peruano. Negar, menospreciar, despreciar, silenciar los hechos del proletariado, correspondería sólo al enemigo de clase. Cada acontecimiento del proletariado es un hecho singular distinto, nada semejante a los demás hechos del proletariado. Y cada hecho es un hito del proceso de construcción del Socialismo Peruano.

III
META
El motivo central del Centenario del Socialismo Peruano, es hacer realidad el primer gran partido de masas y de ideas de toda nuestra historia republicana. Cuya meta es posible relacionar con el Centenario del Socialismo Peruano. Cuyo punto inicial es el 22 de junio de 1918, fecha del nacimiento del periódico Nuestra Época.
Todo debe tener un propósito definido. Ante la actual coyuntura de las elecciones generales, en que la mayoría del proletariado, aún sin organización propia, políticamente forma la cola del neoliberalismo, se sigue buscando a quien apoyar en estas presidenciales. A pesar de haber sufrido recientemente una desilusión de parte del liberalismo, a cuyo favor la tendencia de la izquierda democrática llamó al pueblo a votar fervorosamente por la candidata liberal en las recientes elecciones municipales de Lima Metropolitana.
En estas circunstancias, para algunos el tema central sigue girando en torno a quien apoyar en las elecciones presidenciales. Y hasta pretenden a la última hora asumir la dirección del electorado. Y dejan de lado el balance autocrítico de la falta de preparación de una organización propia, para usar las elecciones y aplicar el programa de cambio social. Y en su lugar sostienen que el Centenario del Socialismo Peruano, es un tema de mediano plazo. Aunque se contradicen al sostener que la conmemoración fue un Acuerdo de Conjunto adoptado el 22 de junio de 2003. Entonces, deberían mostrar algún avance de los preparativos, para ser consecuentes con la iniciativa de celebración del Centenario del Socialismo Peruano.
Sobre la aplicación de los planes de corto, mediano y largo plazo, es necesario referirnos a las enseñanzas del Amauta. Cuando regresó JCM, 18 de marzo de 1923, se propuso impulsar la organización del proletariado. Y el 07.10.28 constituyó el Partido Socialista del Perú. Habían transcurrido más de 5 años (corto plazo) para plasmar su propuesta. En su mensaje de 14.10.29, JCM, se proponía luchar por el primer gran partido de masas y de ideas de toda nuestra historia republicana (mediano plazo)
Con estas enseñanzas la IVG-SP, reivindica esta misión de preparación de la organización y propone al proletariado asumir una tarea de corto plazo para plasmar la inmensa obra de hacer realidad el primer gran partido de masas y de ideas de toda nuestra historia republicana.
Domingo Suárez
28.01.11

MANUEL VELÁSQUEZ RESPONDE A MIGUEL ARAGÓN

Lima, 29 de Enero del 2011

Sr: Miguel Aragón.

Apreciado Compañero: Muchas gracias por su último correo ( 24.01.11 ) y también muchas gracias por sus palabras. Me he encontrado en la situación y en la necesidad de polemizar con compañeros a quienes aprecio y respeto, pero, precisamente, la polémica tiene que ser entre iguales, entre afines, pues entre distintos no hay contradicción.

Eso sí, con respeto y aprecio, pero es inevitable que al final de la batalla ( la polémica es una batalla de ideas ) haya muertos y heridos como en cualquier batalla.

Usos de la guerra son vencer y ser vencidos, dicen que dijo, el más sabio y el más tonto de los Incas. En fin, regresemos a nuestro presente, y compartamos algunas inquietudes.

Sobre el Centenario del Socialismo Peruano ya he expresado mi opinión en un artículo aparecido en la red el 14.12.10 ( Centenario y Bicentenario ) y en dos Cartas Abiertas a Ramón García Rodríguez. Así que tengo muy poco que agregar. Si bien el año 1918, según mi opinión, es un año clave para el Socialismo Peruano, porque marca la orientación definitiva de Mariátegui, y la prueba de ello es una revista histórica como Nuestra Epoca, a mi parecer, ninguna fecha supera en importancia al 7 de Octubre de 1928.

Todo lo anterior a esa fecha deberíamos tomarlo como el colosal trabajo de crítica y preparación ( algo así como los nueve meses de gestación ) para el alumbramiento de un bebé robusto y sano: El Socialismo Peruano.

Con respecto al acuerdo que se dió en el 2003, aunque me parece muy prematuro, tendrían que ratificarlo y ponerse a trabajar, pues el 2018 está más cerca de lo que se imaginan.

Y si hay otros compañeros que están por la misma fecha, no veo porque no puedan trabajar juntos. Dejando de lado la paternidad de la idea que es cosa de poca monta para dividirse. Al respecto recordemos la sabiduría de Salomón cuando las dos mujeres se disputaban quién era la verdadera madre. Salomón mandó partir la criatura y darles a cada una la mitad pues no se ponían de acuerdo; la verdadera madre desistió de su parte pues amaba a su hijo más que a su propia satisfacción.

Por mi parte, no me opongo a tal celebración, pues cualquier celebración del Socialismo Peruano es bienvenida, pero no asumo el encargo de organizarlo. Colaboraré en cuanto esté a mi alcance y siempre y cuando no me distraiga de mi principal tarea en cuanto a celebraciones se refiere: el Bicentenario del nacimiento de Carlos Marx.

A este respecto no se ha dicho una sola palabra, a pesar que desde el 14.12.11 lo planteé. Creo que con esta tarea estaré contribuyendo también al Socialismo Peruano y al Socialismo Internacional, con un granito de arena por supuesto.

En lo que se refiere a nuestro aporte al esclarecimiento de la Cuestión Electoral, creo que nuestro alcance es mínimo, precisamente por el déficit que tenemos en Organización, déficit que está relacionado con los desacuerdos y diferencias en lo Teórico.

En este sentido, su Carta y sus Agregados están llenos de conceptos que valdría la pena revisar, repensar, replantear.

Por ejemplo, el concepto de Frente Unido del Pueblo Peruano.

Según tengo entendido, José Carlos Mariátegui escribió acerca del Frente Ünico Proletario, y lo definió como una “acción contingente, concreta, práctica,...”, y agregó “El programa del frente único considera exclusivamente la realidad inmediata, fuera de toda abstracción y de toda utopía”.

Entonces, de dónde viene la idea de un Frente Unido del Pueblo Peruano permanente. Usted señala que “a partir de 1923 se comenzó a formar el frente unido del pueblo peruano”. También señala en su carta del 24.01.11 que “la tarea central del presente sigue siendo el fortalecimiento del frente unido del pueblo peruano”. Es evidente que sólo se fortalece lo que ya existe, es decir, el Frente Unido del Pueblo Peruano considerado como algo vivo, organizado y permanente. Es decir, según mi entender, un concepto contrario a lo planteado y actuado por Mariátegui.

Creo que esta confusión se origina con el artículo de Ramón García Rodríguez El Frente Unido Hoy, aparecido en la Revista Punto de Vista #3. Artículo muy importante y cuyo análisis escapa al breve espacio de esta carta. Pero muy necesario dicho análisis porque, repito, aquí está el origen de la confusión.

Me gustaría detenerme en los párrafos que con el encabezamiento de Oposición Democrática de su carta a David Aguinaga del 10.09.10 usted escribe.

En primer lugar, usted afirma que la Revolución Socialista en el Perú comenzó entre los años 1918 y 1919. Y fundamenta su afirmación en dos hechos: el primero, la ascensión definitiva al poder político de la burguesía peruana, y a la publicación de Nuestra Época.

Creo que en términos generales se puede decir que con el primer hecho, la Revolución Socialista en el Perú queda a la orden del día, y que con el segundo hecho se da inicio a la forja del instrumento para realizarla.

Pero en sentido estricto, me parece, la Revolución Socialista Peruana empieza en el preciso instante en que se instaura el nuevo Poder.

Esto echa por tierra el concepto, muy difundido pero no por ello exacto, de una Revolución Socialista en dos etapas. Usted lo escribe claramente: “Por las características propias del mediocre capitalismo peruano, un capitalismo semifeudal y semicolonial, esta revolución socialista peruana, necesariamente tendrá que pasar por dos etapas: en primer lugar, la etapa en la cual inevitablemente tienen que cumplirse las tareas de la revolución democrático burguesa...”.

En este punto estoy completamente de acuerdo con Gustavo Pérez Hinojosa que en varios artículos el año pasado ha confutado esta idea, que no es cualquier cosa, sino Tesis Central del Socialismo Peruano. Si el núcleo está mal es evidente que el resto debe estar igual.

Gustavo Pérez, y yo estoy completamente de acuerdo con él, que el concepto de Revolución Socialista en dos etapas proviene de la aplicación mecánica de los principios de la Revolución China a la realidad muy distinta y muy distante del Perú.

En consecuencia, lo que se tiene en el Perú es una Revolución Socialista que cumple de paso tareas democrático burguesas que “el régimen burgués es incompetente para desarrollar”. Y esto lo puede hacer de un plumazo como lo hizo Lenin con el Decreto Sobre la Tierra. Pero de China no nos vayamos a Rusia, por más semejanzas y paralelos que haya con esta otra realidad.

Por supuesto que este tema tiene para rato y muchos no estarán conformes, pero aquí está la raíz de nuestras derrotas, pues un problema mal planteado es imposible de resolver.

Esto explica todas las demás ideas, que a mi juicio están equivocadas, que usted plantea a lo largo de sus escritos. Por ejemplo, usted escribe “En el campo de la oposición democrática confluyen todas las clases y facciones de clases, que componen al pueblo peruano, que en su conjunto representan más del 95% de la población”.

Usted podría responder cuáles son esas clases que componen al pueblo peruano, y si en ellas se incluye a la burguesía peruana?

Además, si el 95% de la población lo constituye el pueblo peruano, por qué la, por usted llamada, Oposición Democrática obtuvo en las elecciones del 2006 sólo el 1%!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Realmente, aquí hay algo muy raro.

Saludos, caro amigo.

Manuel Velásquez Rangel.

viernes, 28 de enero de 2011

LA CONFUSIÓN COMO ESTRATEGIA ELECTORAL




La confusión como estrategia electoral

En el CADE de noviembre del 2010, en Urubamba, Cusco, tres candidatos (Alejandro Toledo, Luis Castañeda y Keiko Fujimori) acudieron a ratificar ante los empresarios que de llegar al gobierno, el actual modelo económico se mantendría sin variaciones, aunque cada uno de ellos le agregó alguna preocupación por la pobreza y la dirección del gasto social, de lo que también se habló en anteriores elecciones.

Sólo Ollanta Humala llegó ante un público que le era hostil, o cuando menos distante, para decirles que había que variar la lógica del crecimiento y la redistribución social.

La recuperación para el Estado de los recursos naturales, para orientar su explotación racional, y de la infraestructura básica; la reforma tributaria para que paguen más los que más tienen y para que los períodos de sobreganancias extractivas sean compartidos con el país a través de impuestos extraordinarios; la revisión de los contratos lesivos para el país y la derogatoria de la Constitución fujimorista que ha servido de marco para la desnacionalización de la economía, la desigualdad social y la corrupción. Estas tesis fueron escuchadas en silencio pero con respeto por los asistentes.

Algunos pensaron seguramente que estos temas iban a dominar la campaña que comenzaba y que el país iba a escoger claramente entre la continuidad del crecimiento aparentemente seguro basado en inversiones extranjeras y precios altos de materias primas en el mercado internacional, y el giro hacia una economía con mayor intervención del Estado en la planificación del desarrollo, la inversión y un nuevo reparto de la riqueza que reduzca las brechas sociales.

Desorientación

Después de todo este era el debate que quedó de la elección anterior que se cerró entre 52% para todos los partidos del sistema que votaron por Alan García en segunda vuelta, y 48% para el candidato antisistema que había subrayado la urgencia del cambio.

Ya van más de dos meses desde la Conferencia de Ejecutivos del Cusco y estamos metidos en plena campaña con once planchas presidenciales que mantienen su inscripción y un número aún mayor de listas parlamentarias que están terminando de conocerse en estos días.

Sin embargo si alguien preguntara a cualquier ciudadano en qué consiste la controversia electoral es casi seguro que le respondería con un gran signo de interrogación. Como si lo que se dijo ante los representantes del capital no fuese lo que hay que comunicar a la gente, los candidatos de la continuidad ya no hablan de seguir en lo mismo o reclaman alguna paternidad (o maternidad), en lo que ha estado pasando durante cinco años.

Toledo ha vuelto a ser el de la campaña del 2001, cuando se olvidó del demócrata y el anticorruptor del año anterior, y se convirtió en el rey de las promesas: aumentar a los maestros sin afectar la caja fiscal; no permitir que suban los precios en los mercados, sin interferir la libertad económica; facilitar la “unión civil” de personas del mismo sexo, pero sin llegar al matrimonio gay.

Sí pero no, como durante todo su gobierno, cuando prometió no privatizar y chocó con Arequipa por la privatización de las empresas eléctricas; reformar la “maldita SUNAT” y la dejó igualita; duplicar el sueldo de todos los maestros y sólo lo hizo para los que ocupaban la escala más baja; etc.

Obviamente si puede repetir la faena de ofrecerse como de “centro izquierda”, para luego llamar a Kuczynski o alguien parecido para que le maneje la economía, es porque confía en que nadie hará recordar lo que fue el Perú de comienzos de la anterior década.

Se cae el mudo

Castañeda, en cambio, quiere que se fijen en el hombre de las obras. Alguien le ha dicho que el Perú desconfía de las promesas, pero se rinde ante los puentes, las pistas, los hospitales o las escaleritas para subir a los cerros.

Este es todo su debate, con el que oculta su trayectoria política al lado de Fujimori (presidente de la Seguridad Social) y sus cercanías con Toledo y García desde la alcaldía de Lima.

Su programa encaja sin mucho trámite en el reciente Decreto de Urgencia 001, de Alan García, que apunta a abolir controles de gastos y regulaciones ambientales y sociales, para que las inversiones, las asociaciones público-privadas (el Estado pone la plata) y las concesiones se multipliquen como hongos.

La entraña autoritaria, privatista y corrupta, del plan Castañeda, no ha sido puesto aún en la picota. Y si al mudo le está yendo de bajada en las encuestas es porque el país espera mucho más que silencios y fotografías de su gestión limeña.

Keiko, por su lado, apuesta al asistencialismo de los pobres. Su estrategia es erosionar la esperanza de cambio que movilizó a los sectores populares tras Humala, con la oferta de un gobierno regalón que “se acuerda de los pobres”, bajo el modelo de los años 90.

Esta es también una propuesta de no debate. No sólo por lo elemental de los razonamientos políticos de la candidata, sino porque ahora, como antes, el fujimorismo consiste en no explicarse y que la gente entienda lo que quiera de ellos, pero que encuentre algún beneficio de apoyarlos.

Gran Prueba

Para el nacionalismo es una gran prueba pelearle los pobres a los Fujimori, lo que en sustancia implica definirlos en torno a una opción desmovilizadora que les ofrece ayudarlos desde las alturas del poder y que les está ofreciendo regalos desde ahora, y otra que los llama a impulsar el cambio de modelo económico y de políticas, y un nuevo esquema de poder.

¿Pero realmente Ollanta Humala está trasmitiendo un mensaje contra la demagogia toledista, el pragmatismo castañedista y el populismo fujimorista?, ¿qué se está entregando como alternativa a esas orientaciones?, ¿hay un problema de desperfilamiento como indican varios analistas que ven a un Ollanta distinto al de hace cinco años, y podría decirse al de noviembre del 2010?

La preocupación tiene su razón de ser, porque la falta de polaridad en la actual campaña, no sólo viene de los esfuerzos de los candidatos de derecha por colocarse las máscaras de la confusión, sino por ese extraño afán del “candidato diferente”, por querer borrar obsesivamente las imágenes perversas que sus adversarios han hecho sobre él (antisistema, chavista, estatista), creyendo que puede reubicarse en el escenario con una nueva imagen menos agresiva, y hacer esto sin perder influencia en su base natural que precisamente le reclama combatividad.

Debate esencial

De esta forma se está perdiendo un tiempo valiosísimo para que la propuesta del CADE (y que está básicamente contenida en el Plan de Gobierno), sea desarrollada por el candidato ante el pueblo y en directa confrontación con sus adversarios. Para vencer a la confusión, se requiere claridad y contundencia.

El Perú quiere un debate de verdad sobre los puntos claves que van a decidir hacia dónde iremos los años siguientes: seguiremos dependiendo de los precios de las materias primas, o construiremos una nueva economía agraria-industrial, que nos reubique en el mundo; mantendremos un Estado débil que se somete a la gran inversión y recibe lo que ella quiera darle, o construiremos un Estado activo en la economía, en la inversión, la regulación y la redistribución social; seguiremos a la cola de América Latina en educación y salud, o cambiaremos las prioridades de la recaudación y el gasto para lograr la mayor cobertura de estos servicios con la más alta calidad; mantendremos la constitución neoliberal o sacaremos adelante con el poder constituyente del pueblo nuevas reglas económicas y políticas para un nuevo país.

El candidato de la honestidad debe volver a ser el de la esperanza. Eso hace la diferencia. La indefinición sólo conduce a aumentar la confusión.

Raúl Wiener

28.01.11

www.rwiener.blogspot.com

GUERRA MONETARIA… VICTORIA PIRRICA?




GUERRA MONETARIA… VICTORIA PIRRICA?

El viejo chisme es que Ben Bernanke está utilizando las tasas de interés (casi están llegando a cero) para obligar a China a revaluar su moneda y contener su ventaja de bajos salarios en los mercados globales. Tal vez no es la intención de Bernanke... Él tiene varios otros problemas, tales como la solvencia del sistema bancario usano, el déficit fiscal -incontenible- del gobierno federal y... el de los estatales.

Pero si Bernanke es el general que comanda la guerra monetaria global, está causando graves daños colaterales, peores aún que los provocados por el general David Petraus en Afghanistán. Por ejemplo, los disturbios por el alza en los precios de los alimentos, están llevando a la inestabilidad de los regímenes más proclives al imperio evanescente, como Tunez -que ya cayó- y Egipto tambaleándose.

De algún modo los sucesos en Europa también están conectados a la política monetaria americana y al desenfreno concomitante del sistema bancario apostado en Wall Street, que ha sido la loca-motora que arrastró a la esfera del euro a la hoguera de las pasiones y desgracias de la indigna deuda soberana que probablemente termine por enterrar aquellos sueños idílicos de la hermandad europea.

http://www.youtube.com/watch?v=9Pm-cQ9xQnE&feature=related

Pero el objetivo real de Bernanke es China y uno se pregunta si acaso ésta, será capaz de resistir el efecto combinado de alzas en los precios de las materias primas que adquiere en el exterior y la enorme emisión monetaria -en yuanes- requerida para comprar dólares evitando así su devaluación que implicaría pérdida de paridad cambiaria y por ende, de la competitividad china en el mercado global.

Sucede que ambos efectos combinados son peligrosamente inflacionarios y capaces de provocar los mismos efectos que vemos que están ocurriendo en Tunez y Egipto. La pregunta es: que tanto aguante tienen los chinos, sin que la inflación se les vaya de las manos? Ciertamente la campaña monetaria de la Fed de Bernanke va también en contra de su propia moneda (el dólar usano) al devaluarla...

Podemos darnos cuenta de ello en forma indirecta, pues la devaluación del dólar ha llevado al repunte del mercado de valores en Wall Street y un furioso rally en las materias primas industriales (metales basicamente) y los precios de los granos (soft commodities), entre otras cosas, sin mencionar los metales preciosos, que constituyen el refugio natural contra la pérdida del poder adquisitivo del dinero.

http://www.youtube.com/watch?v=iqrAkZr4E9I&feature=related

China necesita un muro de contención para mantener fuera los billetes de la Fed de Bernanke con el fin de evitar que la hoguera de la inflación arrase sus praderas de prosperidad fincadas en el concepto economico capitalista de la pura y simple creación de empleos. Nada es más claro y simple que organizar la sociedad, la cultura y la economía que la sustentan, en términos del bienestar del pueblo.

Sin duda la creación de empleo es necesaria para la subsistencia de la población, pero como en el viejo ejemplo del keynesianismo, generar empleos artificiosos, es como contratar gente para abrir hoyos y luego taparlos. Pero si observamos la realidad económica desde un punto de vista comunitario, encontraremos que la gente trabaja para producir lo que la comunidad necesita para vivir bien.

El economicismo capitalista es probadamente disfuncional hasta en los propios paraísos capitalistas, hoy revelados como infiernos debido a la insatisfacción que produce en el ciudadano, cuyo innato sentido gregario y comunitario se difumina y corrompe. No cabe desdeñar sin embargo algunos aspectos positivos del capitalismo, hay que integrarlos dentro de una visión comunitaria de bienestar.

http://www.youtube.com/watch?v=vKPhKUCcIQc&NR=1

El sentido primario de los mercados estriba en el intercambio de bienes y servicios que se consideran necesarios para el bienestar comunitario, lo que se hacía en sus inicios a través del trueque, que luego evolucionó hacia alguna unidad de cuenta tangible, como la plata o el oro, hasta que llegó el dinero fiduciario (papelitos verdes de ahora), que puede funcionar bien siempre que sea controlado.

Porque no hay que perder de vista que el dinero --con o sin respaldo en metálico-- es tan sólo una unidad de cuenta para facilitar los intercambios de bienes y servicios y por tanto necesitan guardar la debida proporción... con la cantidad de dichos bienes y servicios sujetos a tal intercambio. El dinero por sí mismo no es lo importante, sino su capacidad de adquisición ya sea de un bien o servicio.

Para ilustrar el concepto, imaginemos a Robinson Crusoe y Viernes negociando entre ellos: Si Viernes --muerto de hambre-- cazó un conejo, Crusoe --que también desfallece de hambre-- puede ofrecerle faenarlo (un servicio) para comerlo ambos y tal vez se arreglen, sería una locura sin embargo que le ofreciera una moneda de oro por el conejo y pretender comérselo el solo! Viernes no come oro!!

http://www.youtube.com/watch?v=vKPhKUCcIQc&NR=1

Los latinoamericanos hemos vivido en carne viva propia los efectos de la exhuberancia ignorante y generosa de caudillos bananeros dedicados a crear (imprimir) furiosamente plata de la nada... que nos dejó a muchísimos en calzoncillos (por lo menos... ufffff) y nada resultaría más sorprendente que descubrir a los emperadores del capitalismo mundial haciendo exactamente lo mismo... Es creíble?

Sip... el general Bernanke ha desatado la guerra monetaria y los dineros fáciles que saca de la nada, constituyen bombas de racimo repartiendo dolor, hambre, lágrimas de sangre en todas partes del planeta. La economía mundial hoy está ligada a los recursos y la demanda de China por ellos. Y los mercados de capitales están ligados al déficit fiscal y la exhuberancia monetaria de EU y Europa.

Sip... si el general Bernanke derrota a la China incendiando y arrasando sus praderas regadas de combustible monetario altamente inflacionario, habrá logrado una victoria pírrica... ya que sus propios campos quedaran yermos, al carecer del vivificante riego de los créditos baratos reciclados con los excedentes del superávit comercial de aquellos chinilos empeñosos, trabajadores, productivos...

http://www.youtube.com/watch?v=fdeJINHv4ak&feature=related

Paq'arinkama q'eshua-aymara wayq'epanaycuna!!

EL PAPEL DEL TRABAJO HOY



EL PAPEL DEL TRABAJO HOY
(Esbozo inicial)

Acerca del trabajo, actividad humana encaminada a un fin, los Maestros del proletariado han escrito temas fundamentales. Marx, incluso desde antes de El Manifiesto Comunista y de El Capital, escribió Trabajo Asalariado y Capital (XII-847), Salario, Precio y Ganancia (VI-865), republicados después con ejemplares prólogos de su gran amigo, compañero, camarada. Engels escribió El sistema del trabajo asalariado (VIII-891) Y en 1876 había escrito específicamente El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre, publicado en 1895, medular y orientador análisis acerca del rol del trabajo en la humanización primero y deshumanización después, de la especie humana, que había tratado de manera global en El Origen de la Familia,.. (1884)

En su polémico El Derecho a la Pereza (1880), Paul Lafargue, analizando el “derecho al trabajo” trató el tema desde otro ángulo, concluyendo que “la máquina es la redentora de la humanidad” Todo depende de si la máquina es propiedad privada o propiedad social. Es el tema cardinal de ahora, con el agotamiento del sistema capitalista.

La primera experiencia duradera de construcción del socialismo no pudo abolir el esquema heredado de trabajo asalariado (zarabótnaia plata), pero introdujo el subbotnik (sábados comunistas) y el stajanovismo (trabajo de punta por iniciativa individual)

De la actividad humana, Occidente no recordaba sino el trabajo esclavista, el trabajo servil, el trabajo asalariado. Incluso en castellano trabajo es término esclavista; proviene de tripaliare = torturar, y éste de tripalium = instrumento de tortura. Pero, antes del esclavismo, ¿cómo se desarrollaba la actividad humana? Para más de un investigador era un misterio cómo se desarrollaron culturas como la egipcia. Pero está finalmente comprobado que en Egipto no se conoció la moneda ni el trabajo esclavista generalizado.

En Sudamérica, el Tawantinsuyu era la etapa superior del socialismo primitivo. Por esta etapa superior, Despotismo, habían pasado antes en el viejo mundo culturas como Egipto. Despotismo, etimológicamente es sinónimo de Señorío, y si uno expresa el carácter negativo otro expresa el carácter positivo del mismo fenómeno, de la misma etapa de desarrollo de la humanidad. Incluso un cronista escribió acerca de El Señorío de los Incas.

Acerca de este régimen “teocrático y despótico” JCM señaló que “No es posible hablar de tiranía abstractamente. Una tiranía es un hecho concreto. Y es real sólo en la medida en que oprime la voluntad de un pueblo o en que contradice y sofoca su impulso vital. Muchas veces, en la antigüedad, un régimen absolutista y teocrático ha encarnado y representado, por el contrario, esa voluntad y ese impulso. Este parece haber sido el caso del imperio incaico” (18.09.25) Es muy actual este esclarecedor análisis.

Truncado el proceso autónomo, desapareció la organización estatal (ayllu-marka-suyu-Tawantinsuyu) pero supervivió la comunidad humana que se reorganizaba en ayllus y que fueron incorporados al nuevo sistema como comunidades adscritas a los feudos.

En estas comunidades supervivió y supervive hasta el presente la forma específica de actividad laboral precolombina, de la cual no queda vestigio histórico en otras latitudes. Esta actividad es triple: ayni-llank’ay-minga (o mink’a) Una expresa reciprocidad, otra expresa iniciativa, otra expresa cooperación. ¿Tiene actualidad este concepto laboral?

Pues, ¡Sí! Esta trilogía reciprocidad-iniciativa-cooperación es la solución del socialismo a la actividad laboral humana cuando la máquina sea propiedad social.

28.01.11

martes, 25 de enero de 2011

EL TERMOMETRO DEL SUFRAGIO Y OTROS TEMAS

ANALISIS CONCRETO DE LA SITUACION CONCRETA (03)
Lunes 24 de enero de 2011

Estimado Manuel Velásquez:

Antes de continuar con el necesario reenvío de documentos referidos al "análisis concreto", permítame saludarlo y felicitarlo por su decidida y estimulante actitud polémica. Demostrando que tiene mucha confianza en sí mismo, y suficiente vitalidad y energía, usted se está comprometiendo a desarrollar dos importantes debates a la misma vez.

El primero a corto plazo sobre el Balance del Proceso Electoral 2010 - 2011 y Plan de Lucha Electoral 2014. Y el segundo, un debate a mediano plazo sobre el Centenario del Socialismo Peruano y el "partido de masas y de ideas".

1.- Aunque felicito su actitud polémica, no estoy de acuerdo con sus primeras conclusiones, que espero no sean definitivas, sus opiniones las asumo como ideas en elaboración y maduración por parte suya. El Centenario del Socialismo Peruano, si realmente lo entendemos como movimiento socialista, y no solamente como decisión, declaración, o actitud individual, debe conmemorarse el año 2018, dentro de siete años, por eso decimos que es una tarea a mediano plazo. No es la tarea central, ni el debate central del momento presente, salvo que se pretenda utilizarlo como pretexto, para evadirse del proceso electoral.

La decisión de conmemorar el Centenario del Movimiento Socialista Peruano el año 2018, no es una iniciativa ni una decisión individual de última hora, recién propuesta hace pocas semanas, sino un Acuerdo Conjunto adoptado el 22 de junio de 2003, en el local de la Casa Museo Mariátegui, con motivo del Aniversario 85º de la publicación de la revista Nuestra Epoca.

En ese evento masivo, convocado y organizado por varios activistas de la actual generación, y dirigido por Richard Llacsahuanga, con presencia de César Lévano como invitado, se acordó CONMEMORAR EL CENTENARIO DEL SOCIALISMO PERUANO EL AÑO 2018. El local estaba totalmente colmado de varias decenas de activistas del frente unido.

Muchos de los asistentes, presentes en ese evento, casi de inmediato pasaron a conformar los Foros a partir de agosto de ese año. El jueves 7 de agosto de 2003 se iniciaron las actividades del Foro Centenario. Semanas después se constituyeron otros foros en las ciudad de Lima y en Huamanga. Así, de manera efectiva, y no con declaraciones lírícas, se reinició la preparación de la organización, como acción conjunta de muchas voluntades, que asumieron la tarea central de la actual generación.

Usted no estuvo presente, ni en la actividad de junio ni en la de agosto, puesto que usted se reintegró al frente unido recién en el mes de setiembre de ese año. Pero puede consultar a cualquiera de los asistentes a esos eventos, para documentarse directamente.

No voy a entrar en mayor abundamiento sobre el tema, porque reitero, no es tema central, ni el debate central en estos momentos. Si otros, como es su costumbre, quieren evadirse de la lucha de clases presente, ese es problema de ellos, esa no es nuestra intención. Después de la lucha electoral de abril y junio, posiblemente volvamos sobre el tema, si las circunstancias lo ameritan.

Sigo considerando que la tarea central del presente sigue siendo el fortalecimiento del frente unido del pueblo peruano, tarea a corto plazo de la preparación de la organización. Asi mismo, considero que posteriormente, si las condiciones de la lucha social cambian, o si nosotros las hacemos cambiar, pasará a primer plano la tarea de reivindicar el partido de masas y de ideas del proletariado peruano. Vivamos el presente, no nos adelantemos a los hechos, y mucho menos utilicemos las tareas del futuro como simples evasivas del presente.

2.- A continuación le reenvío un tercer documento escrito el 10 de setiembre de 2010, un mes antes de las Elecciones Municipales de octubre de 2010, titulado El Termómetro del Sufragio, en breve le renviaré un cuarto y último documento escrito semanas después de las mencionadas elecciones. Con estos cuatro documentos previos, daré por concluida la etapa de documentación mínima, para pasar de inmediato a continuar respondiendo puntualmente sus atentas observaciones polémicas del mes de diciembre.

Solamente quedan un poco más de 70 días, para las elecciones de abril. Considero necesario esforzarme por elaborar y emitir una posición precisa, clara y definida de como actuar, superando la muy fácil, pero irresponsable actitud del avestruz, de los que esconden la cabeza cada vez que se presentan momentos cruciales de la lucha de clases del presente.

Esa actitud irresponsable del avestruz no es nueva, para comprobarlo resulta suficiente revisar la documentación que ha circulado en los últimos diez años. Cada vez que había que asumir posiciones definidas ante los problemas concretos, se apagaban las máquinas de escribir y luego las PC. Toda la fraseología sobre "marxismo - leninismo" y "marxismo", sobre "Pensamiento de Mariátegui" y "Camino de Mariátegui" , quedaba reducida a eso, a simple fraseología inútil.

Buena o mala, debemos de atrevernos a elaborar y emitir una posición, que contribuya a orientar a amplios sectores del pueblo, que se preguntan ¿que hacer en las próximas elecciones?. Este no es un problema de individuos, ni de las minúsculas sectas que pululan sobre todo en Lima, sino que es la preocupación de las mayorías, comenzando por nuestros familiares, vecinos y amigos más próximos, que esperan una esclarecedora opinión nuestra al respecto.

A las elecciones generales de abril concurriremos 20 millones de electores. Por su extracción de clase, más del 95% de los 20 millones pertenecemos al pueblo peruano, al amplio, variado y contradictorio pueblo peruano, y menos del 5% pertenecen a la clase dominante. Entonces, estamos hablando de la preocupación de más de 19 millones de electores.

Con excepción de un reducido grupo de personas definitvamente identificadas con algunas de las candidaturas concurrentes al proceso electoral, la inmensa mayoria está buscando argumentos y razones valederas de "como actuar de la manera más adecuada en las actuales elecciones", tratando de superar la descomunal ofensiva de la prensa burguesa, escrita y televisiva. Considero que nuestro intercambio polémico debe servir para ese necesario esclarecimiento de las mayorías.

Este intercambio polémico entre nosotros, no es una competencia personal, "para ver quien pierde, o quien gana en el debate". No se trata de eso. Sino una contribución al esclarecimiento del significado del proceso electoral presente, en el cual debemos de combatir a quienes tengamos que combatir, y apoyar a quienes se deba de apoyar, superando la arrogante soberbía de los que están acostumbrados a mirar con desprecio "por encima del hombro" a los millones de modestos electores.

Atentamente




EL TERMOMETRO DEL SUFRAGIO
10 de setiembre de 2010
Sr. David Aguinaga:
Estimado compañero:

Todavía no he podido escuchar la grabación de las exposiciones sustentadas en la anterior Mesa Redonda “Elecciones Municipales 2010”. Sin embargo, si he podido leer la breve crónica escrita por Manuel Velásquez, la que según informan algunos compañeros, es una crónica recortada, un tanto unilateral, pero que sigue siendo valiosa, para los que no pudimos asistir al evento.

De la lectura, de esa información incompleta, puedo llegar a una conclusión preliminar. La mayoría, sino todos, los expositores se quedaron en exponer generalidades, sobre la lucha de clases en abstracto, divagaron sobre los problemas mundiales, continentales, o históricos, sin relacionarlo con las tareas concretas que nos impone la lucha electoral municipal del 3 de octubre. Si estoy equivocado, o exagero, agradeceré corrija mi apreciación a la distancia. Gustosamente aceptaré las informaciones complementarias, y las críticas correspondientes.

Con fechas, anterior y posterior, a la Mesa Redonda, también he podido informarme de otras opiniones sobre el tema en debate. Entre ellas, he leído su anterior pronunciamiento, en el cual usted expone una propuesta concreta. Propuesta con la cual yo estoy de acuerdo, apoyar la candidatura representada por la Sra. Susana Villarán al Municipio Provincial de Lima. Anteriormente, se lo informé, y ahora, me reafirmo en el apoyo a esa propuesta concreta, sin caer en divagaciones, ni en evasivas.

En anterior pronunciamiento sobre otro tema, usted demandó, con justa razón, la necesidad de partir del análisis de la evolución económica actual, para poder comprender los fenómenos políticos, y comprender el desarrollo de las ideas. Totalmente de acuerdo con usted. Así resulte demasiado aburrido para otros, que posiblemente sean la mayoría de compañeros del frente unido, tenemos que comenzar por el análisis de las fuerzas económicas y sociales.

SITUACION ECONÓMICO, SOCIAL Y POLITICA ACTUAL

Siguiendo ese criterio, intentaré resumir, de la manera más concisa, mi posición sobre la situación actual del país, y señalar las causas condicionantes y determinantes de la actual lucha electoral municipal, que es la cuestión concreta que nos interesa en este momento.

Considero que el país se encuentra en una etapa de relativa estabilidad y crecimiento económico capitalista. En los últimos cien años, es la tercera vez que el país se encuentra atravesando por una etapa similar. La primera oportunidad fue en la década de 1920, después de culminada la gran guerra europea (Revisar obras de Mariátegui), periodo de crecimiento económico capitalista que se interrumpió temporalmente con la crisis de la década de 1930. La segunda fue aproximadamente entre 1950 y 1975, después de la Segunda Guerra Mundial (Revisar estadísticas del INEI, y estudios técnicos especializados sobre el tema), y la tercera etapa de crecimiento económico capitalista en la última centuria, es la que se está atravesando en los últimos años, iniciada aproximadamente entre 1993 y 1994, y que con altibajos, se sigue sosteniendo hasta el presente, sobre todo desde el año 2001 en adelante. ¿Hasta cuándo?, Todavía no lo sabemos.

Igual que las anteriores, esta última, es una etapa de crecimiento económico, sin desarrollo social, y mucho menos, sin progreso humano, o dicho de manera más sencilla, en los últimos años, “los ricos se hacen más ricos, y los pobres se hacen más pobres”. Para entender lo que realmente significa crecimiento económico, sin ningún tipo de prejuicios apriorísticos; lo primero que debemos hacer, es preocuparnos por estudiar y comprender su diferencia con el “desarrollo social” y con el “progreso humano” (Revisar ensayo de Ramón García sobre ese tema).

En estas etapas de crecimiento económico, se han creado mejores condiciones para la lucha reivindicativa, incentivadas por la lucha por la distribución de lo producido, que se encuentra en crecimiento; y también se crean mejores condiciones para la organización de los trabajadores, que luchan por recuperar sus derechos. Así, por ejemplo, en la primera etapa mencionada más arriba, durante la década de 1920, aprovechada al máximo por la generación de Mariátegui, a partir de 1923 se comenzó a formar el frente unido del pueblo peruano, por primera vez se realizaron cuatro congresos Indígenas, en 1929 se constituyó la CGTP, y en 1930 la Federación Minera del Centro. En la segunda etapa de crecimiento económico, de 1950 a 1975, se constituyeron los frentes de Defensa del Pueblo en varias provincias, la CCP, la actual CGTP, el SUTEP, y la Federación de Obreros Mineros y Metalúrgicos del Perú, que han sido, o son, las organizaciones de masas trabajadoras más importantes de las últimas décadas. En ambas etapas se desarrollaron las más importantes movilizaciones y luchas campesinas. (Revisar libros de Carlos Malpica, Hugo Neyra, Hugo Blanco, y Héctor Bejar, entre otros).

La tercera etapa de crecimiento económico capitalista, es decir la presente, también se está caracterizando por la reanimación de las grandes movilizaciones de amplias masas de trabajadores y pobladores, como han sido las luchas de los años 2003, 2007, las luchas de los pueblos amazónicos el año 2009, y las últimas luchas de los pueblos de la región sur en el presente año 2010. Si el crecimiento económico continua en los próximos años, podemos estar seguros que, año a año, van a continuar incrementándose las grandes movilizaciones y luchas reivindicativas del pueblo trabajador.(Respecto a la relación entre los ciclos de la economía capitalista, y los flujos y reflujos de las luchas reivindicativas de la clase trabajadora, revisar última parte del libro Salario, Precio y Ganancia de Carlos Marx.)

Sobre la base de este evidente crecimiento económico capitalista, y de la reanimación de las luchas reivindicativas del pueblo trabajador, nuevamente se han ido reacomodando, y configurando dos bandos, o dos campos, en la lucha social. Por un lado la clase dominante, cada vez más aislada, y por otro lado, la oposición democrática, amplia, variada, combativa y en crecimiento ascendente.

El crecimiento de las fuerzas productivas, que chocan con las anacrónicas relaciones de producción capitalistas, es la base de la actual crisis política. Una de las manifestaciones más notorias, de esta crisis política, precisamente es la crisis del sistema de partidos políticos, tanto de los partidos burgueses (APRA, Acción Popular, Partido Popular Cristiano, Cambio 90, Perú Posible, Unión por el Perú, etc), como de los partidos que se reclaman revolucionarios.

Ante este temporal vacío de representatividad política, en todo el país han comenzado a surgir movimientos locales, provinciales y regionales, que agrupan a las nuevas fuerzas emergentes, que desde abajo, y principalmente desde las provincias, están impulsando el crecimiento económico, y también agrupan a los elementos de la nueva generación, que reclaman su puesto en la toma de decisiones para dirigir al país. En su conjunto, las nuevas fuerzas sociales, que son múltiples y diversas, han configurado una real oposición democrática que lucha contra la clase dominante, en todos los frentes, económico, político y cultural.

En la contienda electoral municipal de octubre de 2010, esta lucha entre dos bandos, se viene dando en la mayoría de municipios, provincias y departamentos, incluido Lima-capital, que demoró en definirse, pero que al final, no pudo colocarse al margen de la tendencia principal de la lucha de clases en nuestro país.

LA OPOSICION DEMOCRATICA

La Revolución Socialista en el Perú comenzó entre los años 1918 y 1919, al confluir dos hechos muy importantes y decisivos. Con el golpe de estado del 04 de julio de 1919 la burguesía peruana llegó al gobierno, desplazando a la vieja clase terrateniente feudal; y por otro lado, en el trascurso del año 1918 se constituyó el Comité de Propaganda y Concentración Socialista, y se publicó Nuestra Época, la primera revista socialista de nuestra historia, dando así, en la acción y en la propaganda, nacimiento al movimiento socialista peruano. De manera concreta, precisa y definida, se inició la Revolución Socialista en el Perú, poniendo desde un comienzo, frente a frente, al proletariado y a la burguesía, clases que luchan desde hace 90 años, por la dirección de la sociedad peruana.

Por las características propias del mediocre capitalismo peruano, un capitalismo semifeudal y semicolonial, esta revolución socialista peruana, necesariamente tendrá que pasar por dos etapas: en primer lugar, la etapa en la cual inevitablemente tienen que cumplirse las tareas de la revolución democrático burguesa “que el régimen burgués es incompetente para desarrollar”; y en segundo lugar, la etapa en la cual necesariamente se tendrán que cumplir las tareas propiamente socialistas, expuestas en el programa del proletariado organizado.
La lucha social, desde 1918 hasta el presente, todavía se encuentra en su primera etapa, y las luchas de las masas de la última década se encuadran dentro de ese carácter, luchas de carácter democrático, en particular, las luchas de los pueblos amazónicos, y las luchas de los pueblos del sur. Estas últimas, no han sido luchas por tareas socialistas, sino por cumplir tareas democráticas, tanto en sus aspectos económicos, como políticos.

En la actual lucha político electoral confluyen, y contienden, todas las clases sociales sin excepción. La lucha electoral municipal, no es “un Circo” como superficial y grotescamente lo califican algunas personas, sino un Drama, en el cual están contendiendo las clases sociales por la dirección de los gobiernos locales, base del poder político de nuestro país.

Dentro del campo de la clase dominante, o sea de la burguesía peruana, por encima de los diferentes intereses menores, propios de rencillas de grupos, en los últimos años, se han conformado dos tendencias bien definidas: por un lado el sector conservador que defiende el continuismo neoliberal, y por otro lado, el sector reaccionario, que aspira a la restauración populista.

En el campo de la oposición democrática confluyen todas las clases y facciones de clases, que componen al pueblo peruano, que en su conjunto representan más del 95% de la población. La base social de la oposición democrática, no son unos cuantos grupitos políticos, sino más de 27 millones de pobladores. Como es natural, en este amplio frente del pueblo, hay varias tendencias que expresan los intereses propios de cada sector, esas diferencias son inevitables. En síntesis, sin entrar a mayores detalles de caracterizaciones teóricas y políticas, podemos resumir que en la amplia oposición democrática hay dos alas, y un cuerpo central.

Un ala reformista que forma el flanco derecho del pueblo, un ala radical que forma el flaco izquierdo del pueblo, y el cuerpo central que es el que marca el paso del avance efectivo de las luchas del pueblo, armonizando las acciones de sus dos alas, para que sirvan, y no dificulten su avance de conjunto. En el desarrollo de las luchas diarias del pueblo, unas veces predomina uno, u otro sector, y la lucha conjunta temporalmente asume formas predominantemente reformistas, o predominantemente radicales. Solamente cuando sus diferentes componentes actúan y luchan armónicamente, el pueblo alcanza victorias significativas, y cuando cada ala va por su lado, la clase dominante saca provecho, y el pueblo sufre derrotas.

Por cuestiones circunstanciales, en la presente lucha electoral municipal en Lima, le ha correspondido a un sector determinado del pueblo, a un sector del ala reformista, asumir la responsabilidad de representar temporalmente a toda la oposición democrática en la capital. Y algo similar, con sus propias particularidades, y con mayor énfasis, viene ocurriendo en el resto del país, principalmente en las provincias que han sostenido intensas luchas reivindicativa en los años 2009 y 2010, es decir en los departamentos de Amazonas, y San Martín en el oriente peruano, y en Cusco, Puno, y Arequipa en el sur peruano.

Según mi opinión, desde un punto de vista socialista, la candidatura de la Sra. Susana Villarán no es una candidatura revolucionaria, sino una candidatura reformista, eso lo tenemos muy claro. Tampoco es una candidatura socialista, sino una candidatura socialdemócrata, eso también lo tenemos muy claro. Así, “reformista y socialdemócrata”, desde nuestro punto de vista socialista, la candidatura de la Sra. Susana Villarán, es parte del campo de la oposición democrática, es una de las alas, uno de los flancos, y por lo tanto, es parte del pueblo, y del frente unido del pueblo.

En esta lucha concreta, considero que debemos de apoyar la candidatura de la Sra. Susana Villarán, lucha en la cual el pueblo tiene que enfrentarse a los representantes de la clase dominante, que han delegado en la candidatura de Lourdes Flores su representación principal. También, tenemos muy claro que en las elecciones municipales del 3 de octubre no está en juego, ni se disputa, el problema del poder, sino simplemente el problema del gobierno a nivel local, que en perspectiva futura, irá adquiriendo cada vez más importancia.


EL TERMOMETRO DEL SUFRAGIO.-


Considero que las posibles perspectivas, de la contienda electoral, son tres, las siguientes:
a.- Si la oposición democrática solamente alcanza un pobre porcentaje menor al 10% del apoyo del electorado, será una nueva frustración electoral para las fuerzas democráticas, casi equivalente al 1% del año 2006. Sobre esa frustración, y posible desmoralización, la clase dominante se lanzará con toda su fuerza a aplastar la más mínima acción de protesta, decidida a terminar de recortar los pocos derechos de los trabajadores, que todavía se han logrado sostener, desde su ofensiva de los años 90.
b.- Si la oposición democrática logra un significativo 15% a 20% del apoyo de la población, se puede considerar un Éxito, una Victoria significativa. Ese masivo respaldo electoral, servirá de apoyo para potenciar las luchas reivindicativas y contener las agresiones de la clase dominante. A su vez, impulsara las formas de lucha teórica, y cultural en general, al levantar el ánimo y el entusiasmo de la mayoría de la población.
c.- Si la oposición democrática, logra superar un 30% del respaldo de la población, y alcanzar el gobierno de un número significativo de gobiernos municipales, provinciales y departamentales, la clase dominante “sabrá lo que tiene que hacer”, y el pueblo, también “sabrá cómo responder”. Se configuraría una nueva situación política en el país, que requerirá de otro tipo de análisis, y de otras tácticas de lucha.

Estimado compañero David Aguinaga:

Espero que su intervención del sábado 11, ayude a centralizar el debate, a colocar y afirmar los pies en la materia, dejando atrás las divagaciones abstractas y abstrusas.

En especial, le recomiendo que usted lleve y proponga propuestas concretas, de “que hacer” en los próximos 21 días, o tres semanas. Propuestas concretas de “cuando”, “como” y “de que manera” participar en las Movilizaciones en las Calles, junto, al lado, y si es posible a la cabeza, de la amplia oposición democrática.

Si nos esforzamos, por comprender, en perspectiva, la importancia de los gobiernos municipales, como punto de partida y base de la lucha por el poder, entenderemos que tenemos que hacer mucho trabajo previo y masivo. Que no podemos quedarnos en simples declamaciones líricas, y mucho menos, despreciar a nuestros aliados en la Lucha Común, contra el Enemigo Común. Nuestro blanco en la lucha actual, es la clase dominante y sus representantes políticos de turno. Nuestros aliados son todos los sectores del pueblo peruano, incluidas sus alas radical y reformista.

Le deseo éxitos en su intervención, que estoy seguro será para unir todas las fuerzas susceptibles de ser unidas, para luchar contra el enemigo común.

Muy agradecido por su atención.
Atentamente

lunes, 24 de enero de 2011

La crisis de los partidos políticos y la necesidad histórica de sepultarlos

Por Grajo Camaso

El proceso electoral en curso viene develando los extremos a los que ha llegado la crisis de la seudo democracia criolla o peruana, y en particular la crisis general de los viejos partidos políticos. Lo interesante es anotar que el joven Mariátegui ya en 1918 apreciaba una crisis similar y enfatizaba la necesidad de sepultar y sustituir a las "viejas agrupaciones figurativas y desacreditadas" para reemplazarlas por "nuevas agrupaciones capaces de adquirir efectiva fuerza popular".

El espectáculo brindado por el viejo Partido Aprista para definir su lista al congreso, la nómina impresentable de los candidatos del fuji-montesinismo, la vacuidad y arbitrariedad de los candidatos de Solidaridad Nacional y del comandante Ollanta, entre otras agrupaciones nos muestra los niveles nauseabundos a los que está llegando la política peruana.

La política electoral se ha convertido en un mercado donde poco importan la ética, las ideas y las propuestas para el bienestar del país. La exposición mediática por cualquier razón y los recursos financieros se han convertido en los factores claves y dirimentes del éxito político.

Mientras, seguimos en un contexto nacional cada vez más envilecido y degradante, en el que se rematan los recursos naturales, se pisotean los derechos ciudadanos y los poderosos de siempre continúan haciendo de las suyas, más allá de la ley y la justicia.

Consideramos oportuno compartir algunas frases de un texto escrito allá por 1918 por el joven José Carlos Mariátegui La Chira, en el que con su visionaria agudeza desmenuza la crisis de los partidos políticos: Civilista, Constitucional, Demócrata y Liberal, que resultan de una renovada actualidad si las aplicamos a las agrupaciones actuales.

Mariátegui anota que las simulaciones de partido "obstruyen el progreso democrático de la nación". Y más que restaurarlas ficticiamente se necesita "que se les sepulte y sustituya" por nuevas agrupaciones "que aporten a la lucha política ideas y aspiraciones definidas."

Se trata de nuevas agrupaciones "capaces de adquirir efectiva fuerza popular" y "que merezcan la adhesión de la gente joven, honorable y consciente que siente repulsa por los viejos grupos políticos".

En momentos en que cúpulas y familias hacen uso y abuso de los partidos y membretes de partido para definir desde arriba sus espacios y mecanismos de "representación popular" es oportuno destacar que para el amauta peruano la ética, la honorabilidad y la legitimidad en la representatividad popular constituyen aspectos claves para una definición y militancia partidaria.

La reorganización de los grupos políticos*

"Sostenemos no sólo que no habría utilidad en reorganizar los partidos existentes. Sostenemos que habría peligro en reorganizarlos sí, por fortuna, reorganizarlos no fuera imposible. Sostenemos que una necesidad higiénica nos ordena que nos apartemos de ellos. Sostenemos que no es nuestro deber averiguar si podemos resucitarlos sino, perdiendo toda esperanza romántica de un milagro, inhumarlos sin tardanza y sin pena."

"Los partidos no son eternos. Responden a una necesidad o una aspiración transitorias como todas las necesidades y aspiraciones. Una vez que desaparece el motivo de su existencia desaparece su fuerza. Sabido es que la tradicional división de conservadores y liberales ha perdido ya su sentido. La palabra conservador dice ahora muy poco. La palabra liberal dice menos todavía."

"Los partidos peruanos han tenido su origen en necesidades o aspiraciones nuy fugaces. Su nacimiento ha sido incidental. Un hombre popular ha bastado para construir un partido. Las agrupaciones políticas han nacido casi con la misma facilidad que las sociedades de auxilios mutuos. Más que traza de partidos han tenido generalmente traza de clubes electorales con bandera transitoria y versátil."

"¿Que acierto puede haber entonces en reconstituir partidos tan convencionales, pálidos y ramplones? Ninguno. Sólo un conservadurismo criollo, fruto de la indolencia, la haronía y la abulia, puede aconsejarnos esa reconstitución".

"La gente que puede declarar que no pertenece a ningún partido anda orgullosa y ufana y, como si pertenecer a un partido fuera vergonzoso y vituperable, cree tener en esto un título para llevar `la frente muy alta'. Y en las clases populares el horror a los partidos es mayor aún."

"No son partidos reales. Son simulaciones de partido. Suman unas cuantas mentiras trascendentales a las muchas mentiras de nuestra vida política. Usurpan los puestos correspondientes a los partidos políticos. Obstruyen el progreso democrático de la nación.

No necesitamos que se les restaure ficticiamente. Necesitamos que se les sepulte y sustituya. Nuevas agrupaciones capaces de adquirir efectiva fuerza popular deben reemplazar a estas agrupaciones figurativas y desacreditadas. Nuevas agrupaciones que aporten a la lucha política ideas y aspiraciones definidas. Nuevas agrupaciones que merezcan la adhesión de la gente joven, honorable y consciente que siente repulsa por los viejos grupos políticos y que no inscribiria su nombre, por ningún motivo, en sus ralos padrones."

"Todo empeño de inocular vida en organismos moribundos será desventurado y ocioso. Ahondará y extenderá el desconcierto y la incertidumbre de los pueblos. Mostrará una vez más nuestro insensato afán de atarnos al pasado. Y hará que en el Perú cada símbolo de acción política sea un mausoleo."

*Citas extraídas del artículo "La reorganización de los grupos políticos", publicado en Nuestra Época, Nº 2, Lima, 6 de julio de 1918. Tomado de Mariátegui Total, tomo 2, p. 2544.

Fuente: http://caminosocialista.wordpress.com/2011/01/24/la-crisis-de-los-partidos-politicos-y-la-necesidad-historica-de-sepultarlos-y-sustituirlos/

domingo, 23 de enero de 2011

Sobreganancias mineras y argumentos vulgares

Por Humberto Campodónico*

Uno de los argumentos más comunes contra el impuesto a las sobreganancias mineras y petroleras debido dice más o menos lo siguiente: como el Estado pone un impuesto a la renta (IR) de 30% a las empresas, entonces, si el monto de las ganancias aumenta, lo mismo sucederá con el IR que recauda el fisco. Por tanto, el país sí participa de las sobreganancias.

Veamos un ejemplo numérico. Supongamos que el cobre está a US1.00/libra de cobre, que es el precio que había en el año 2000 y que era la base para establecer si una empresa minera llevaba adelante –o no– sus inversiones en una mina X ubicada en el país Y. En ese caso, si la utilidad imponible era de US$ 1,000 millones, el Estado cobraría US$ 300 millones IR y la empresa tendrá una Utilidad Neta de US$ 700 millones.

Agreguemos que la tasa interna de retorno (TIR) de la inversión, al precio de un (1) dólar la libra, estaba entre 15 y 16% para toda la vida útil de la mina, lo cual fue aprobado con aplausos por el directorio de la empresa, ya que superaba largamente la rentabilidad de los bonos del Tesoro y de los ahorros bancarios.

La cuestión es que en los siguientes años los precios estuvieron cerca de US$ 3/libra (debido a factores que nada tienen que ver con la empresa minera como, por ejemplo, el crecimiento de China), lo cual hizo que la utilidad imponible suba a US$ 3,000 millones. En este caso, el IR se triplicará hasta US$ 900 millones, mientras que lo mismo sucederá con la utilidad de la empresa, que subirá hasta US$ 2,100 millones.

Para los neoliberales defensores de la empresa minera, los US$ 900 millones que ahora recauda el Estado son su participación en la sobreganancia. No plantean un impuesto a la sobreganancia incluso si ésta se obtiene de un recurso natural no renovable (que pertenece a todos los peruanos) como las reservas de cobre de la mina X.

La cuestión central, que los neoliberales obvian, es que la TIR de la empresa ya no va a ser la “aplaudida” 14%, sino que va a subir a 20 o 22% (como ha sucedido con Antamina –y eso que todavía le faltan un montón de años de vida útil, por lo que la TIR seguirá aumentando).

Con esta nueva TIR los empresarios mineros se pararán de cabeza y harán mil piruetas. Pero, sobre todo, le agradecerán al gobierno peruano de turno el hecho de que ni siquiera les plantee el impuesto a las sobreganancias (como sí lo exigen Israel y Chile) porque se contenta con un miserable óbolo, que ni siquiera es recaudado por la Sunat, pues la empresa es la que decide lo que se hace con ese dinero.

El tema de fondo es que la empresa no tiene ningún derecho de llevarse US$ 1,400 millones (2,100 – 700) como Utilidad Neta, pues deben ser compartidos entre el Estado y la empresa, en una proporción a ser discutida en una negociación entre las partes. La recaudación tributaria sería no menor a US$ 2,000 millones anuales, cerca del 1% del PBI. Extraordinario.

Esa negociación debiera darse con las empresas que ya han invertido en el país, aun si tienen contratos de estabilidad tributaria. Seguramente las empresas comprenderán que esas sobreganancias deben compartirse. La cosa cambia con las empresas que recién llegan: aquí de todas maneras debe modernizarse la ley existente para que este nuevo juego comience con nuevas reglas, las mismas que deben incluir algún tipo de participación del Estado en las sobreganancias. ¿No es cierto?

Para terminar, algunos dicen que si esto es así, entonces el Estado debiera dejar de cobrar impuestos cuando los precios bajan. Nos parece bien. Si el precio se pone por debajo de 1 dólar la libra de cobre, entonces se puede plantear que baje la tasa del Impuesto a la Renta. Hasta que eso no suceda, se debe aplicar, sí o sí, el impuesto a las sobreganancias mineras y petroleras. Los recursos naturales del Siglo XIX deben servir para financiar nuestro Siglo XXI.


*Humberto Campodónico es profesor de la facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y miembro de Actualidad Económica del Perú.

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Fuente. La República: http://www.larepublica.pe/19-01-2011/sobreganancias-mineras-y-argumentos-vulgares

sábado, 22 de enero de 2011

Arguedas frente a Mariátegui: perspectivas de la peruanidad

Autor: Martín Guerra

Introducción

El profesor italiano Antonio Melis, en el Prólogo a la edición de las Obras Completas de José Carlos Mariátegui, del año 1994, por el centenario del nacimiento del Amauta, refiriéndose a la creación del autor de “7 Ensayos…”, nos dice:

“La efectiva revalorización de su obra se realiza sólo en años recientes. Sin embargo, existen algunos precursores aislados que mantienen en vida, en tiempos oscuros, el recuerdo de Mariátegui. Entre ellos, el más destacado es José María Arguedas, quien se relaciona con la obra mariateguiana en forma crítica y creadora. Considera que la mejor manera de rescatar su herencia es desarrollarla a la luz de las nuevas investigaciones económicas y sociales. Por eso, por ejemplo, se dedica a estudiar la compleja figura del mestizo, como un elemento hasta entonces descuidado de la realidad peruana. Pero Arguedas lleva adelante su empresa intelectual sin el soporte de un movimiento. La soledad del escritor se refleja en su itinerario dramático, desde el punto de vista cultural y personal, en una alternancia continua de angustia y y esperanza.[1]”

Para Mariátegui la investigación científica, cultural, social e histórica constituía la savia de una necesidad política, de una acción revolucionaria de épocas convulsas en la dialéctica del pensamiento occidental. Para Arguedas, era en sí una actividad política, inclusive más allá de sus propios deseos; pues servía para rescatar lo ignorado, lo simulado, lo cubierto, ante la domesticación del instrumento revolucionario. Mariátegui investiga a través de la política, por la política; Arguedas a pesar de ella.

No obstante, tanto Mariátegui como Arguedas entendieron al Perú como una nación en proceso de formación, por ello, la obra de Arguedas se engarza con la de Mariátegui en el punto por el cual el autor de “Todas las Sangres”, inicia el estudio de este pueblo tan diverso y creativo que es el pueblo peruano, desde la perspectiva de los ensayos del Amauta, es decir desde el estudio profundo de cómo el sistema económico implantado desde occidente y desarrollado en estas tierras, ha fracturado el desenvolvimiento social y cultural de esta parte del mundo, añadiendo como consecuencia, tintes diferenciales al análisis de la lucha de clases. Matices y razones que ameritan estudios y propuestas serias desde la realidad concreta y para una realidad específica, y no un desarrollo esquemático, resultante de la vulgarización de experiencias de otras latitudes y del reduccionismo de la teoría como praxis mecánica.
La peruanidad como ejercicio de lo imposible.

Entonces, tanto Mariátegui como Arguedas, intuyen una peruanidad que se nutre y se fortalece con los aportes raciales, sociales y culturales, de todos aquellos elementos que de una forma u otra alternan y se relacionan en el Perú, como producto de la ruptura económica y social, constituyendo la base del mestizaje, que sustenta lo que hoy en día es el Perú como nación. Nación que además encuentra su columna vertebral en el aporte andino principalmente, pues es este y no otro, el cauce mestizante de nuestro pueblo. Realidad que se comprueba en nuestras tradiciones, costumbres y formas sociales.

El Perú se ha mestizado a partir del aporte andino, con mayor énfasis que con el de los otros aportes. Bien por la acción de la represión cultural, por la asimilación lenta o por la conquista de los medios populares de difusión. Ya sea andinizando lo occidental u occidentalizando lo andino, el Perú se ha mestizado, y de ese mestizaje proviene su peruanidad, que sólo se concretará hasta la liberación de la explotación que su pueblo sufre por el capitalismo.

Tanto en Mariátegui como en Arguedas, la liberación del sistema económico adquiere peso importante a la hora de hablar de nación formada, no así en Europa occidental, en donde las identidades nacionales han subsistido a pesar del capitalismo, e inclusive gracias a él. Esta, nuestra liberación, sólo se dará a través del socialismo, que en nuestro pueblo posee una raigambre histórica en las bases del colectivismo agrario de las sociedades andinas.
¿Utopía Arcaica o Mito Revolucionario?

La obra de José María Arguedas tan zarandeada desde algunos sectores de la izquierda como desde la derecha, debe ser reivindicada desde el socialismo, concepto que a él le permitió, según sus propias palabras de octubre de 1968:

“Considerar siempre al Perú como fuente infinita para la creación. Perfeccionar los medios de entender este país infinito, mediante el conocimiento de todo cuanto se descubre en otros mundos. No hay país más diverso, más múltiple…[2]”.

Muchas han sido las críticas que han ignorado estas declaraciones y la propia obra del maestro. Es interesante sintetizarlas a continuación, más no rebatirlas, ya que esa será tarea de otro trabajo. Las colocamos por orden cronológico:

1960 (“Renovada” durante las posteriores décadas de 1970, 1980 y 1990). Desde el dogmatismo de izquierda, se reduce a Arguedas a un megalómano maniático y mentiroso, que comercia con el socialismo y apuesta por una vanguardia campesina a la cual traiciona. Según esta crìtica, Arguedas pregonaba un “ultra nacionalismo chauvinista y malsano en el que él mismo se desenvolvía[3]”.

1965. Los participantes de la Mesa Redonda de Todas las Sangres, Jorge Bravo Bresani, Henry Favre, José Matos Mar, José Miguel Oviedo, Aníbal Quijano y Sebastián Salazar Bondy, con la excepción de Alberto Escobar, llevan su ataque por varios derroteros, entre ellos: una supuesta no comprensión del Perú como una sociedad dinámica, la existencia de un discurso reaccionario respecto al tema agrario y campesino, etc. Hasta se le objeta el tomar partido por el personaje de Rendón Willka[4].

1967. Julio Cortázar, censuró el “telurismo”, por considerarlo “estrecho, parroquial y (…) aldeano”. Sostenía que la lejanía de su tierra natal, le da al escritor una “perspectiva diferente”, que había que “situarse en la perspectiva más universal del viejo mundo (…) para ir descubriendo poco a poco las verdaderas raíces de los latinoamericano[5]”.

1974. Miguel Gutiérrez, coincidiendo con las críticas que a manera de feroces diatribas se lanzaban desde “El Diario” en la década de 1980, literaturiza su crítica política y ve en Rendón Willka, personaje central de “Todas las Sangres”, a alguien que expresa un “sentimiento antiproletario. Su ideología es objetivamente reaccionaria, antihistórica, cerrada a un futuro real y concreto[6]”. Curiosa crítica para quien sigue pensando que el Perú fue semifeudal hasta las últimas décadas del siglo XX.

1994 – 1996. Mario Vargas Llosa, quien desde la ultra derecha, señala a Arguedas como el gran creador de una utopía arcaica, de la ficción del colectivismo agrario andino y de su sustento social, las comunidades; negando a la vertiente andina de nuestra peruanidad, esa labor de crisol de fundición en el cual se funde (y se funda) nuestra identidad. Dice Vargas: “Sea positivo o negativo el juicio que merezca la informalización de la sociedad peruana, lo innegable es que aquella sociedad andina tradicional, comunitaria, mágico-religiosa, quechuahablante, conservadora de los valores colectivistas y las costumbres atávicas, ya no existe[7]”

Lo interesante es corroborar como los dos sectores de la crítica coinciden. Es sabido que Vargas Llosa se auto declara liberal; mientras Castro Franco y Gutiérrez se proclaman marxistas. Del mismo modo varios de los presentes en la Mesa Redonda se reconocían como socialistas, entre ellos Salazar Bondy, ya fallecido, y Quijano. Cortázar, el polemista no peruano de Arguedas, gustaba presentarse como socialista y a veces como revolucionario. No obstante todos armonizan es descartar el proyecto de Arguedas, por aspirar a un universo colectivo inexistente (Vargas Llosa, Dogmatismo), por tratar de conocer la vida del propio pueblo sobre el que se escribe, no a través de los libros, sino de la experiencia (Cortázar, Vargas Llosa) o por ser poco marxista, socialista o revolucionario, según la línea política del crítico (Gutiérrez, Salazar Bondy, etc.).

La invectiva de la derecha bien se entiende. Pero la izquierda, pretendió de Arguedas una novela esquema y panfleto, no un ensayo antropológico, estético y político-social, como le agradaba a Arguedas, que descubriera la realidad para desde allí proponer horizontes; sino un producto que reflejara el molde de tal o cual concepción dogmática y folletinesca del socialismo. Esa izquierda no entendió – y no entiende – que la obra de Arguedas -y Arguedas mismo-, son productos de una sociedad única y compleja, a la cual no se le pueden aplicar visiones de la realidad, como a ninguna.

De esta forma se soslaya el concepto de nación y se superpone – aparentemente- el de clase. La principal crítica de la izquierda hacia Arguedas reposa en eso, más allá de su insuficiente marxismo o su poca militancia, radica, en que Arguedas – dicen – no esgrimió un argumento clasita en los conflictos de sus obras, sino racial, étnico, culturalista, estamental o de casta. Si algo enseña la dinámica de la lucha de clases, es que esta conflagración se manifiesta con muchos discursos. Y justamente fue Arguedas el que logró interpretar el alegato étnico –cultural y político de la lucha de clases en el Perú.

Estas versiones confunden y deforman el mensaje arguediano (y mariateguiano) por esquematismo o por interés político y alejan a este de su fundamento principal: la nación como eje fundamental del desarrollo social y cultural y como base para el cambio social.

El creer y luchar por una nación peruana no es un arcaísmo propio de un pensamiento idealista, que como el pensamiento burgués, ya no tiene nada que soñar u ofrecer de nuevo al mundo. Por el contrario, esta intención palpita y se construye en base a un mito, que como toda creación de nuestros pueblos, nos trae la raigambre del pasado colectivo y proyecta su devenir en las luchas cotidianas, o como diría Mariátegui en 1925: “La burguesía no tiene ya mito alguno. Se ha vuelto incrédula, escéptica, nihilista…El proletariado tiene un mito: la revolución social. Hacia ese mito se mueve con una fe vehemente y activa. La burguesía niega; el proletariado afirma.[8]” Se debe seguir entonces, junto a Mariátegui y Arguedas, edificando la peruanidad en pos de esa patria nueva, de esa patria grande que los peruanos necesitan.
El mito de Arguedas: La realidad peruana.

Arguedas trabaja antes que nada el asunto de la realidad peruana, no en su totalidad, pero sí en sus características principales: la interrupción y la soledad, de las que se generan, positivamente, la construcción paulatinamente colectiva y, negativamente: la abulia, el descontento sordo, el individualismo.

Dicho de otra forma, Arguedas estudia sobre lo que ha sido el resultante de la invasión española del mundo andino, este Perú fragmentado, constituido por la fuerza y por la sangre más que por un plan nacional de expansión, entendiendo lo nacional, como la unidad entre tradición y práctica política. Arguedas estudia por lo tanto la relación entre pasado y presente (obviamente interesado en el futuro), entre el colectivismo y el individualismo, entre la tradición popular y la tradición impuesta, entre el zorro de arriba y el zorro de abajo.

Y al hallar esta relación dialéctica, vuelca todo su conocimiento, fruto de la experiencia y del estudio, para determinar las formas más claras del comportamiento de los nuevos sujetos de desarrollo de esta parte del mundo, del nuevo país llamado Perú y de su nuevo poblador el peruano. Es por esta relación que Arguedas ensaya sobre los cambios sufridos y no sufridos entre los descendientes culturales de aquellos que fueron complicados en su devenir histórico, y a partir de esos cambios, es que entiende la peruanidad y la plantea como una solución y al mismo tiempo como un drama: construirla está sustentado en superar los problemas de postración, marginalidad y miseria en que se ha visto sumido el elemento social más antiguo de nuestro territorio: el equivocadamente llamado indígena; pero también, mientras no se resuelva esta contradicción tan abortiva, la peruanidad es un limbo que permite subsistir a las naciones arrinconadas, cada vez menos.

Arguedas decía en 1964 que “el mito está vinculado con la religión. El mito es un relato, un cuento que intenta explicar el origen del mundo en su conjunto, de lo que llamamos universo, o bien de algunos aspectos del universo[9]”, y esta afirmación nos lleva a la concepción de cultura que en Arguedas anidaba, y más que concepción, sentimiento, relación entre idea y acción.

Para José María la cultura no era el conjunto de hábitos, aptitudes, datos o conocimientos, sino la integridad de las formas sociales en su muestra práctica, legítima y activamente viva, adaptante, sorpresiva, dinámica. Y esa cultura, ese sentimiento, esa lucha por la supervivencia, es también una lucha del conocimiento y no sólo económica o social, es una lucha mítica, religiosa, que tiene su piedra angular en la creación de pensamientos, pero sobre todo de acciones respecto a todas las cosas que nos rodean, a formas sociales de resistencia a la colonialidad, dando como resultado la realidad peruana.

El mito en Arguedas no es por lo tanto -como se ha querido contrabandear muchas veces-, el mito de la cultura, sino el mito de la resistencia y de la lucha, el mito de “Todas las Sangres”. Cultura en Arguedas no es solamente una forma de ver el mundo, sino una forma de integrarlo.
Nación y civilización: Horizonte de creación colectiva.

Cuando Arguedas nos cuenta refiriéndose al pueblo de Lucanamarca que:

“El rasgo predominante de la economía del lugar, la ganadería de vacunos, que podía haber contribuido a criollizar esta comunidad, según la lógica común y no la singular que rige la estructura y evolución de las culturas, acentuó por el contrario, la pervivencia de la religión antigua nativa (los subrayados son nuestros)[10]”,

nos ilustra sobre como el sistema capitalista en su ingreso a las comunidades trae componentes nuevos de producción económica que, poseyendo otra superestructura cultural, no aclimatan a los comuneros, sino que estos utilizan esos elementos para hacer supervivir los suyos. Estos nuevos elementos económicos son por lo tanto, el canal de la peruanidad pero al mismo tiempo su verdugo, permite la extracción de algunas de las tradiciones andinas pero las pervierte, les castra su mensaje colectivista, su práctica comunitaria, en otras palabras, individualiza su representación social o lucha por hacerlo.

Por lo tanto, la resolución en Arguedas del conflicto entre lo marginal y lo oficial, entre lo antiguo y lo superficialmente nuevo, entre lo colectivo y lo individual, no se resuelve ampliando los márgenes culturales, democratizando la cultura o desarrollando una educación pluralista principalmente, es decir, no se resuelve llevando el trance hasta las últimas consecuencias entre el indio y el no indio o el misti, sino desarrollando la libre adecuación a los nuevos tiempos y a las nuevas necesidades, la nueva y libre generación de espacios productores creadores de vida social, económica y cultural.

Es decir, consintiendo el desarrollo de la peruanidad gestada por sus propias agentes: las tradiciones populares en comunión con la organización colectiva del trabajo (agrario por ejemplo), que permitió y permitirá la armonía social. Negándose al capitalismo su puesta en práctica, Arguedas al igual que Mariátegui entiende, que en nuestro país y en nuestra Patria Grande generada en las faldas andinas, sólo el socialismo, como sistema que eleva lo colectivo a forma de producción social y económica, puede admitir, forjar y organizar inclusive el rescate de los grandes aportes de nuestros antepasados.

La nación peruana y su sentido de civilización, la peruanidad sólo se construirá en base al rescate de lo colectivo, como nutriente base característica de la creación cultural y mítica de nuestro pueblo. Como fundamento de su desarrollo agrario e industrial. O, diciéndolo como Mariátegui lo expresara en 1927: “En contraste con la política formalmente liberal (…) una nueva política agraria tiene que tender, ante todo, al fomento y protección de la “comunidad” indígena [11]”.
El Ocaso de la Civilización Burguesa.

Los representantes de las clases adineradas y poderosas en el Perú encarnan una alianza de varios sectores de la sociedad, campesinos ricos, industriales, banqueros, financistas intermediarios, comerciantes y nuevos ricos, empresarios mineros y de servicios, etc., que, aunque diversa unida solidamente frente a los explotados (mano de obra barata y formas de esclavitud subyacentes en ciertas partes de nuestro territorio) y al servicio del poder hegemónico del capitalismo. Poder hegemónico que se manifiesta no sólo en la economía sino también culturalmente, a través de la propagandización del individualismo como forma más exacta, necesaria y ética de comportamiento social.

Ante esta misma clase explotadora burguesa, gran parte de la izquierda peruana no ha hecho sino repetir una frase -de corte positivista- que encubre el error de concepción que entraña, dice: “La burguesía no ha desarrollado un proyecto de nación en nuestro país”. Cuando Mariátegui lo señala es correcto, la burguesía acababa de ser golpeada en el corazón por la Revolución de 1917 dirigida por Lenin, y su ocaso se vislumbraba cercano, y ante la falta de proyecto burgués, el proletariado tomaba en sus manos la conducción de la transformación social. Pero, en la actualidad, continuar diciendo que la burguesía no tiene un proyecto, es no comprender el rol subsidiario de nuestra burguesía frente a los intereses del imperialismo.

El proyecto actual de la burguesía es el de servir al capital transnacional para la exacción de su política de explotación de nuestros recursos naturales, su búsqueda de los TLC no demuestra sino tal cosa. Por ello no plantean el desarrollo sino a partir de la asimilación a los dictámenes de la Banca Internacional y de Washington. No perfilan un desarrollado patriótico y popular de defensa de los recursos para el surgimiento colectivo, que contenga en su gestación la creatividad productiva del pueblo peruano.

A la importación de planes económicos y a la destrucción de las formas populares de trabajo, al maltrato a los trabajadores, a todo eso llaman desarrollo, progreso. Esto Arguedas ya lo entendía así, por ello planteaba su concepto de desarrollo, diferente al vendepatria de la burguesía y al esquemático de cierta izquierda, como una forma revolucionaria de transformación política y social. Dice Arguedas el 23 de junio de 1965, en la Mesa Redonda sobre “Todas las Sangres”:

“¿Por qué nos llaman a nosotros “subdesarrollados”, y a los otros países que están muy transformados, “desarrollados”? Entonces la palabra “desarrollo” también implica transformación. Cuando yo hablo de “desarrollo” yo no estoy hablando que las mismas cosas evolucionen sin cambiar, evolucionen sin mezclarse, sin tomar elementos de fuera…no hay tal[12]”.

Arguedas plantea, frente al comportamiento apátrida de la burguesía y al purismo dogmático que tanto se parece a cierto chauvinismo “indigenista”, que la transformación implica mezcla, involucra aprendizaje, intercambio, negación, afirmación, contradicción. La visión de José María es dialéctica y no un duro esquema.

Alberto Flores Galindo indicaba en su ensayo “República sin Ciudadanos”, de julio de 1987, respecto a nuestra burguesía local en inicios de la República, que:

“Apareció en Lima una burguesía particular, provista de capitales pero sin fábricas y sin obreros. Podría resumirse en relación a treinta apellidos (…) Aparecieron la frustración y el desengaño. (…) La violencia continuó siendo un elemento vertebral en la dominación social. (…) El racismo no sólo tenía que ver con una interpretación de la historia peruana o con proyectos políticos; también formaba parte del entramado mismo de la vida cotidiana (…)[13]”. Esta burguesía abortó históricamente para el desarrollo económico y la transformación social hacia “quienes desean en el Perú un mundo de fraternidad[14]”

como diría Arguedas y se convirtió en lacaya, sirviente del capital monopólico. Y se mostró explotadora del trabajo y destructora de la cultura, el individualismo aplastó el colectivismo, y la violencia social y el racismo se convirtieron en los mecanismos de su hegemonía cultural y su manejo del poder.

Esta burguesía vive su ocaso. Como clase mundial, explotadora del pueblo pobre a nivel planetario tiene su eslabón más débil en las economías subsidiarias, monoproductoras y primarioexportadoras. El impulso de las fuerzas productivas, producto del desarrollo de nuestras conciencias frente al trabajo y a la reivindicación social pueden devolvernos la dignidad como pueblo y contribuir a la liberación que el mundo necesita.
Revolución: Más allá de Resistencia.

Arguedas apuntaba en el diario “Expreso” en un artículo del 24 de octubre de 1961 que: “En la peor barriada de Lima hay algo que no existe an la mayor parte de los pueblos y aldeas desde los cuales ha emigrado a Lima especialmente el campesino andino: la posibilidad de emergencia, del ascenso, de la promoción[15]”. Esta observación explica aún más el carácter dialéctico de la visión arguediana de desarrollo y de transformación social. Las masas migrantes, que lo son porque el Perú les ha cerrado las puertas a sus formas productivas y a su organización social y al aprovechamiento del avance de la ciencia y la tecnología, además de negarles los servicios fundamentales, luchan y reconstruyen sus vidas en Lima y a partir de este hecho se encuentran necesariamente (aunque no más fácilmente) cercanas al “progreso” y todo lo que ello envuelve, dejando de lado la pobreza extrema a la que la madre tierra y sus habitantes han sido condenadas. Esta visión nos da dos niveles de interpretación: el primero, en donde las masas buscan a través de la resistencia, la sobrevivencia y la participación en la lucha social de una u otra forma. En cierta manera, construyen un Perú. El segundo, el que señala que este intento de búsqueda o aproximación al llamado “progreso” no abarca a todo el conjunto social sino a los que logren desclasarse y participar de algún modo en la reparticipación de la torta, aunque sea del pedacito más pequeño.

La resistencia a la explotación demuestra por lo tanto una limitación, se robustece dentro del sistema y termina traicionando sus propios y originales postulados. Justicia social, integración, etc., ya que carece de un norte de construcción política en franca enemistad con el hegemónico. Ya que adolece de un objetivo revolucionario, y este no constituye un hecho criminal como la cultura oficial expresa hoy en día, sino una necesidad para los pueblos.

El antropólogo estadounidense Marvin Harris, creador del materialismo cultural, explica en 1974, que:

“Casi por definición, la revolución significa que una población explotada debe aportar medidas desesperadas frente a grandes dificultades para derrocar a sus opresores. Clases, razas y naciones aceptan habitualmente el desafío de estas dificultades no porque sean embaucados por ideologías irracionales, sino porque las alternativas son lo bastante detestables como para que valga la pena de correr riesgos todavía mayores[16]”.

Sin embargo, el camino que va de reconocer la injusticia a actuar contra ella, es muy largo. Requiere de concientización, sobretodo cuando se lucha contra un sistema cuya fuerza precisamente es el saboteo de la cultura nativa y la ideologización, en el más puro sentido de “falsa conciencia” como quería Marx.

Para salvar ese tramo, hay que unificar los sentimientos de frustración y marginación y otorgarles una interpretación sublevante; así, la peruanidad sólo se concretará de manera revolucionaria, y podremos por ejemplo, escuchar nuestros huaynos como son y no con el tamiz eléctrico a lo que son sometidos, no por inspiración original, que sería valedero y parte además del mestizaje del que Arguedas hablaba, sino por “adecuarlo al mercado, a la modernidad”. El Perú verdadero sólo será un Perú transformador, mestizo, revolucionario. Para un pueblo burlado la revolución es el pico más alto en su cultura de resistencia.
Notas:

[1] MELIS, Antonio. José Carlos Mariátegui hacia el siglo XXI (Prólogo). En: MARIÁTEGUI, José Carlos. Mariátegui Total. Empresa Editora Amauta, 1994. Pág. 24.

[2] ARGUEDAS; José María. No soy un aculturado. En: CORNEJO POLAR, Antonio. José María Arguedas. Antología Comentada. Biblioteca Nacional del Perú. Lima – Perú, 1996. Págs. 68 – 69.

[3] CASTRO FRANCO, Julio. Algunas sangres del zorro Arguedas. Hechura de su madrastra. Edit-etern. Lima – Perú, 1999. Pág. 112.

[4] ROCHABRÚN, Guillermo (Editor). La Mesa Redonda sobre “Todas las Sangres”. IEP Ediciones/Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima – Perú, 2000. Pág. 50.

[5] CORTÁZAR, Julio. Carta Abierta a Roberto Fernández Retamar. En: SIMO, Ana María. Cinco miradas sobre Cortázar. Tiempo Contemporáneo. Buenos Aires – Argentina, 1968.

[6] GUTIÉRREZ, Miguel. Estructura e Ideología en Todas las Sangres. Fondo Editorial del Pedagógico San Marcos. Lima – Perú, 2007. Pág. 180.

[7] VARGAS LLOSA, Mario. La Utopía Arcaica. José María Arguedas y las ficciones del indigenismo. Fondo de Cultura Económica. México D.F. – México, 1996. Pág. 335.

[8] MARIÁTEGUI, José Carlos. El hombre y el mito. En: El alma matinal y otras estaciones del hombre de hoy. Empresa Editora Amauta. Lima – Perú, 1964. Pág. 27.

[9] ARGUEDAS, José María. Estudio del cuento. En: MUELLE, Jorge C.; ARGUEDAS, José María; MERINO DE ZELA, Mildred. Acerca del Folklore. Municipalidad de Lima Metropolitana. Lima – Perú, 1991. Pág. 53.

[10] ARGUEDAS, José María. Ararankaymanta (El lagarto). En: Páginas Escogidas. Editorial Universo S. A. Lima – Perú, 1972. Pág. 202.

[11] MARIÁTEGUI, José Carlos. Principios de política agraria nacional. En: Peruanicemos al Perú. Empresa Editora Amauta. Lima – Perú, 1978. Pág. 109.

[12] ARGUEDAS, José María. En: ROCHABRÚN, Guillermo (Editor). La Mesa Redonda sobre “Todas las Sangres”. IEP Ediciones/Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima – Perú, 2000. Pág. 50.

[13] FLORES GALINDO, Alberto. Buscando un inca. Editorial Horizonte. Lima – Perú, 1988. Págs. 270 -271 – 277 – 283.

[14] Op. Cit. 7. Pág. 27.

[15] ARGUEDAS, José María. El Perú y las barriadas. En: PINILLA, Carmen María (Editora). José María Arguedas. ¡Kachkaniraqmi! ¡Sigo Siendo! Testos Esenciales. Fondo Editorial de Congreso del Perú. Lima – Perú, 2004. Pág. 460.

[16] HARRIS, Marvin. Cerdos, vacas, guerras y brujas. Alianza Editorial. Madrid – España, 1986. Pág. 156.

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Fuente: http://vosquedepalabrasvives.blogspot.com/2011/01/martin-guerra-arguedas-frente.html