jueves, 21 de febrero de 2019

ALGUNAS REFERENCIAS PARA ENTENDER LA CUESTIÓN VENEZOLANA II




(Parte 02)

20 de febrero de 2019

Estimado Ricardo Thays:

El día 28 de enero, en tu breve comentario  a mi apurado pronunciamiento “Algunas referencias para entender la cuestión venezolana”  (del 24 de enero), anotaste varias observaciones. 

Ellas fueron bastante polémicas, e invitan a continuar el estudio, el comentario, y el desarrollo de las ideas. Por ahora comentaré tres de tus observaciones:

a.- Acerca de la omisión de la palabreja “imperialismo” 

b.- Ubicación de la cuestión venezolana dentro de la actual crisis  mundial 

c.- Acerca de la supuesta falta de crítica a los burgueses intermediarios

Vamos por partes.

1.-ACERCA DE LA OMISIÓN DE LA PALABREJA “IMPERIALISMO”.- 

Reclamas que en mi pronunciamiento del 24 de enero, yo no hice mención al concepto “imperialismo”.  Textualmente anotaste lo siguiente:

“¿Puede ser un "entender la cuestión venezolana" una exposición de 12 párrafos SIN NINGUNA MENCIÓN DEL CONCEPTO "IMPERIALISMO",”

A primera vista, es una observación  muy importante, y una crítica más que preocupante. Te recuerdo que Lenin calificó al término “imperialismo” de ser una “palabreja”. Si, así como está escrito y leído, “palabreja”.  

Revisemos rápidamente, como fue evolucionando la calificación y denominación de “la fase superior del capitalismo”, nueva fase de desarrollo del capitalismo  que comenzó a tomar forma hace 120 años. 

A fines del siglo XIX comenzó la transformación del viejo “capitalismo de libre concurrencia”  en un nuevo capitalismo, en el “capitalismo monopolista”, modalidad de desarrollo del capitalismo que ha existido y se ha ampliado durante todo el siglo XX,  y que todavía subsiste en los inicios del presente siglo XXI. 

Uno de los primeros autores, que  analizó y comentó los cambios que  venían ocurriendo  en el desarrollo del capitalismo entre fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX,  fue el economista liberal ingles J. A. Hobson. Este autor en vez de colocar  “Capitalismo Monopolista” como título del libro publicado en 1902,  le colocó el nombre de “Imperialismo”. 

Así, Hobson utilizó arbitrariamente una categoría prestada del pasado, la palabra “imperialismo”, que correspondió a la fase superior del esclavismo (la antigua Roma imperial), para denominar a la fase superior del capitalismo.   Ese me parece que es el origen del uso equívoco y arbitrario del concepto “imperialismo”, palabra que  ahora muchos usan,  y hasta reclaman que sea de uso obligatorio, en todos los análisis de la realidad actual.  

Pocos años después, en 1910, el marxista austriaco Rudolf Hilferding escribió el libro “El Capital Financiero” en el cual  analizó los cambios que venían ocurriendo en los países capitalistas más desarrollados. Con ese título, Hilferding  se acercó más a la nueva realidad que se estaba formando en los países capitalistas industrialmente desarrollados de ese tiempo. Pero en algunas partes del libro, pretendió reducir el nuevo capitalismo a la sola condición, o principal condición,  de “capitalismo financiero”, lo cual motivó que Lenin le hiciera  la observación respectiva. Recomiendo revisar la observación que Lenin le hizo a Hilferding, al iniciar el capítulo III de su folleto “El imperialismo, Fase superior del capitalismo” (junio de 1916). 

Es muy cierto, el capitalismo monopolista es capitalismo financiero como propuso Hilferding en 1910, pero no  es única, ni principalmente capitalismo financiero, como últimamente acostumbran escribir algunos analistas que se olvidan de la principal característica del actual capitalismo.  También es muy cierto que el capitalismo monopolista desarrolla políticas  “imperialistas”, como denunció Hobson en 1902, pero al capitalismo monopolista no lo podemos reducir  única ni principalmente a la condición de imperialismo. Recomiendo revisar la crítica de Lenin a Kautsky, y a también a P. Kievsky. 

Después de varias décadas  de intensa competencia  comercial y de contienda  diplomática, después de varios años de preparación previa, el año  1914 comenzó la Gran Guerra Europea que se prolongó hasta fines del año  1918, guerra de rapiña por un nuevo reparto del mundo entre las principales potencias capitalistas de ese tiempo. En esas condiciones de guerra continental, que alcanzó algunos ribetes de guerra mundial, por el ingreso de EEUU en la contienda, y la extensión del campo de guerra al Medio Oriente, y parte de Asia, el uso de los términos “guerra imperialista” e “imperialismo”,  equívocamente  comenzaron a utilizarse exageradamente, ante la ausencia de un nuevo concepto que expresara dramáticamente la feroz matanza de personas que se estaba desarrollando  en los campos de batalla como parte de las guerras de conquista de territorios ajenos.  

Si antes de la guerra los libros más destacados,  sobre los cambios que estaban ocurriendo en el capitalismo, fueron el libro de Hobson (1902) y el de Hilferding (1910), al estallar  la gran guerra comenzaron a escribirse y circular nuevos textos sobre el tema. En diciembre del año 1915 Nicolás Bujarín escribió el libro  “La economía mundial y el imperialismo”, con prólogo de Lenin.  En el transcurso del año 1916 Lenin escribió varios folletos sobre las nuevas características de la  realidad económica y política mundial. En junio de 1916 escribió el más conocido y popular “El imperialismo, fase superior del capitalismo”, a continuación entre agosto y octubre escribió “Sobre la caricatura del marxismo y el “economismo imperialista”, en octubre de 1916 “El imperialismo y la escisión del socialismo”.  Entre 1915 y 1917 Lenin escribió otros artículos y folletos más, sobre la nueva fase del desarrollo del capitalismo, y sobre la guerra en desarrollo. 

Precisamente, al comenzar el folleto “Sobre la caricatura del marxismo y el “economismo imperialista” Lenin anotó la siguiente observación en el debate que estaba sosteniendo con P. Kievsky: “El reconocimiento del carácter imperialista de la guerra actual, de sus profundo vínculos con la época imperialista del capitalismo, encuentra, además de enemigos serios, amigos nada serios que se han aprendido de memoria la palabreja imperialismo – “de moda” para ellos—y siembran entre los obreros el más atroz confusionismo teórico, resucitando todo un cúmulo de viejos errores del pasado “economismo” (…) El imperialismo ha triunfado; por eso, no hay que pensar en los problemas de la democracia política , razonan los “economistas imperialistas” contemporáneos” (pp.01)

En plena guerra de rapiña entre las grandes potencias capitalistas de ese tiempo, de guerra “imperialista” por un nuevo reparto del mundo,  y tres  meses  después de haber escrito el conocido folleto “El imperialismo fase superior del capitalismo”,  Lenin calificó el término “imperialismo” de ser UNA PALABREJA, reconociendo así el error de usar esa denominación. 

Pero, por la presión de  las tareas urgentes del momento, en esas circunstancias  no se estaba para detenerse en precisiones semánticas, y el término “imperialismo” continuó utilizándose. En otra parte del folleto Lenin llegó a utilizar la categoría “imperialismo moderno” (pp.46) como queriendo marcar una diferencia con el viejo imperialismo de los tiempos antiguos.

A la circunstancia obligada por el desarrollo de la guerra de rapiña, tenemos que   agregar, que entre fines de 1917 y comienzos de  1920, la nueva  Rusia socialista iniciada en noviembre de 1917 fue invadida por 14 ejércitos extranjeros. En esas nuevas condiciones, “la lucha antiimperialista” pasó a ser una cuestión de vida o muerte en el naciente estado socialista.

Después de este muy breve repaso de los orígenes de la palabreja “imperialismo”, volvamos a los problemas de nuestro continente.  

Según tu opinión,  no se puede entender la “realidad venezolana” sin utilizar varias veces la palabra “imperialismo”, y por lo tanto, das a entender que yo “cometí una grave omisión”. Realmente preocupante tu observación. 

Por analogía, me imagino que tú también debes de estar pensando que no podríamos entender la “realidad peruana” (muy similar a la realidad venezolana),  sin utilizar el concepto “imperialismo”.

Supongo que tú debes de haber leído, más de una vez, el libro de José Carlos Mariátegui “7 Ensayos de interpretación de la realidad peruana” (1928).  Te   agradecería que  nos informes  ¿Cuántas veces  Mariátegui utilizó la palabra “imperialismo” (concepto que tanto te preocupa),   en ese libro tan emblemático?  

Te informo que la edición  popular del libro “7 Ensayos” tiene 350 páginas, mientras que mi modesto pronunciamiento solamente ocupó  “2  páginas”. Si yo no utilicé la palabra “imperialismo” en 2 páginas, según tu opinión resultaría  imperdonable que Mariátegui lo utilizara muy pocas  veces, o tal vez no lo utilizara ni una sola vez, en 350 páginas. Por eso agradeceré que nos informes, ¿Mariátegui cuantas veces utilizó  el concepto “imperialismo” en esas 350  páginas?    

Para no incurrir en unilateralidad, te propongo que revisemos algún texto de otro autor. Suponiendo que  también debes de haber leído el panfleto de Víctor Raúl Haya “El antiimperialismo y el APRA” (supuestamente escrito en 1928- publicado en 1936), igualmente te agradecería que nos informes ¿cuántas veces Haya utilizó el concepto “imperialismo” en ese panfleto de 160 páginas?

Más adelante volveré sobre esta cuestión dirimente. En este momento no es mi intención resumir ni comentar los dos textos citados (el libro de Mariátegui, y el panfleto de Haya). Cuando tú (y otros interesados más, que actualmente están sumamente locuaces y no escriben un solo párrafo en el cual no aparezca  la palabra imperialismo),  revisen los dos textos, podremos darnos cuenta de la diferencia abismal que existía y que existe  entre ambos métodos de interpretación de la realidad peruana, (y por similitud, agregaría yo, de interpretación de  la realidad venezolana).  

Por el tenor de tu breve comentario, y por el uso de letras mayúsculas en tu observación,-- “SIN NINGUNA MENCIÓN DEL CONCEPTO "IMPERIALISMO” me criticaste alzando la voz--,  me parece que te has quedado estancado (y hasta enredado) en la literatura “antiimperialista” muy de moda    en los años 60 y 70, cuando ambos, con muy ligera diferencia de tiempo, nos iniciamos en la acción socialista, y participamos en forma conjunta en más de una masiva y combativa movilización antiimperialista de esos años. Las consignas “fuera yanquis de Viet Nam”, “Abajo el imperialismo yanqui”, “muerte al imperialismo”, “abajo el gobierno pro-imperialista”, y otras similares, todavía resuenan en mis oídos. 

Solamente adelantaré lo siguiente. En las filas del movimiento socialista  peruano, el uso de la palabreja “imperialismo”  ha sido la principal causa del surgimiento de varias confusiones, y de varias  desviaciones de diferentes matices. Desde el año 1930,  el nacionalismo  burgués introducido en las filas del movimiento socialista por Eudocio Ravines,  ha venido siendo heredado y reactualizado por varias tendencias surgidas en el largo  proceso de descomposición del PCP y también del MIR. 

José Carlos Mariátegui sostuvo un largo debate con el nacionalismo burgués, contra “el antiimperialismo elevado a la categoría de un programa”. Ahora que nuevamente estamos atravesando por una “una temporal borrachera nacionalista” recomiendo leer y estudiar la Tesis de Mariátegui “Punto de Vista Antiimperialista”. Ese me parece el mejor antídoto contra esta borrachera estacional.    

La respuesta a tus otras dos observaciones,  las enviaré  en otros dos mensajes. (A mí,  todavía me resulta difícil adaptarme al actual estilo de exposición y debate de ideas de tipo “telegráfico” que actualmente está de “moda”, a través de las redes del Facebook. Así que,  ni modo, dividiré mi respuesta en tres partes).

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