martes, 24 de mayo de 2016

INSEGURIDAD CIUDADANA, ¿QUÉ HACER?


Este fenómeno se está expresando en diversas modalidades; cada vez más violentos y descontrolables son los hechos que estamos observando en los medios de comunicación masivos. 

El desinterés y lenta reacción social para pronunciarse y tomar acciones sobre esto es muy preocupante. A comienzos del presente mes un adolescente estudiante de psicología y profesor de natación dedicado al entrenamiento de niños excepcionales fue agredido salvajemente a tal punto que terminó con la cabeza rota, con fractura en el pómulo derecho y daños en la mandíbula (estructura craneal importante para comer). Este joven ha sido sometido a 2 de las 3 operaciones que necesita para volver a ser el de antes. El costo para su reconstrucción es significativo y aunque hay garantías que podrá volver a quedar como antes, el trauma psíquico aún está latente, y no da garantías inmediatas de recuperación. El pedido de justicia del joven, su familia, sus amigos y la sociedad civil entendida es totalmente justificable, y esto obedece a un tema mucho mayor que son los derechos humanos. 

Acá el problema de facto, en primer lugar es que violencia es injustificable y menos de quién supuestamente debe brindarnos seguridad ciudadana, menos de quién tiene que preservar el orden público, menos de quién tiene formación jurídica y atropella atrozmente el derecho de los demás. Desde la Federación de Estudiantes del Perú nos estamos pronunciando a nivel nacional y haremos llegar nuestro malestar a las instancias que sean necesarias para frenar esta ola de violencia que está cobrando vidas y sobre todo vidas de los y las estudiantes. En Lima, la Federación Universitaria de San Marcos-FUSM y la Federación de Estudiantes de la Pontificia Universidad Católica del Perú-FEPUC se manifestaron sobre las muertes de los estudiantes que han sido víctimas de la delincuencia y producto de su organización han hecho posible que haya mayor resguardo policial en los exteriores de sus universidades y sobre todo en las zonas de mayor circulación peatonal, ya que es ahí y no solo en los paraderos donde los estudiantes regularmente suelen ser víctimas de asaltos. 

En Tacna, no es posible que muchos de mis compañeros universitarios que salen de clases se les cobre en el transporte público un nuevo sol a partir de las 9:30 de la noche, ¿acaso creen que uno deja de ser universitario pasado una hora establecida del día? Estos reiterados abusos no pueden mermar la naturaleza del carné universitario y su derecho al medio pasaje. Y no es posible además que algunos choferes o cobradores de transporte público reaccionen salvajemente sin educación, sin cultura y sin control sobre sí mismos por la diferencia de 20 o 30 céntimos, especialmente en el horario diurno. La pregunta del millón es: ¿qué esperan los gerentes de estas empresas de transporte para formalizar y ser más profesionales? Me parece que es hora que haya mecanismos de fiscalización constante en el transporte público, ya que estos obedecen a una demanda social. No creo que tener flotas de unidades viejas signifique que estas estén sucias y malolientes. Amigos transportistas por favor limpien sus unidades; y si quieren cobrar más, está bien, cobren más, pero ofrezcan también un buen servicio (empiecen por la higiene y el respeto) que es lo que todos los ciudadanos esperamos. 

Días atrás, para ser preciso el jueves, policías municipales agredieron a una mujer trabajadora en estado gestación, testigos afirman haber visto forcejeos, empujones y hasta golpes de sujetos que hacían de policías municipales; menos mal que el burgomaestre no lo pensó mucho y separó a estos malos elementos, ahora lo más sensato es que la MPT se haga responsable por la completa recuperación de la agredida, ya que se encuentra en un estado delicado de salud, a tal punto que está en peligro de aborto. 

Hace unos días atropellaron a un menor de 5 años, esta vez un chofer de la línea 6 terminó arrollando al menor debido a que este iba a excesiva velocidad. Las causas que dieron como resultado este penoso hecho fueron: la excesiva velocidad, la imprudencia del menor y la irresponsabilidad de los padres del menor. 

Parece que estamos entrando en un proceso de deshumanización, en donde el establecimiento de disuasivos (normas, preceptos y leyes) son cada vez menos efectivos para regir el adecuado comportamiento del hombre en la sociedad, en donde la anomia nos consume dejándonos en la más triste ruina humana y en donde cada vez más nos alejamos de la categoría de hombres humanos. 

Entonces ¿qué hacer?, Cesar Vallejo nos diría: ¡Ah! desgraciadamente hombres humanos, hay, hermanos, muchísimo que hacer.

(Fuente: diario Caplina 22/05/16)

No hay comentarios: