jueves, 17 de junio de 2010

GUEVARA : EL AVENTURERO MATINAL QUE SOÑÓ MARIÁTEGUI




La existencia y extravío de un libro, por publicar, de José Carlos Mariátegui, titulado “Invitación a la vida heroica” es un tema conocido entre sus estudiosos. Javier Mariátegui, su hijo, señala que dicho proyecto había sido comunicado de modo reiterado en el entorno de Mariátegui y principalmente lo recordaban, a su muerte, Anna Chiappe, Ricardo Martínez La Torre y Antonio Navarro Madrid, por ser “casi un llamado a la acción revolucionaria”.

EL LIBRO PÉRDIDO O NUNCA ESCRITO

Añade Javier Mariátegui que el anuncio de su próxima publicación está registrado en una Carta de Mariátegui a Samuel Glusberg, en que habla de este libro, entre otros por publicarse, y en la contracaratula de los números XXX y XXXI de la Revista “Amauta” e incluso en la solapa posterior de la carátula de la segunda edición de “/ Ensayos”, en Febrero de 1944), pero que la revisión integral del archivo familiar y recopilación de los artículos de J.C. Mariátegui acreditarían que sólo era un título, un desarrollo mental antes que una concreción escrita.

Por su parte Miguel Aragón Ojeda, reconocido estudioso socialista mariateguista, cuya amistad me honra, señala que el libro realmente existió, que tenía como partida inicial la “apología del aventurero” y su contenido eran los artículos que componen la edición de “Alma matinal”, y responsabiliza a Martínez La Torre del extravío del manuscrito correspondiente, que nunca llegó a las manos de César Falcón para su publicación

Javier Mariátegui señalaba que el contenido probable de tal libro hubiese sido la convicción de que sólo a través del proceso histórico del socialismo se forjaría un hombre con un estilo de vida superior.

En efecto, Mariátegui decía que “La Revolución Rusa insufló en la doctrina socialista un ánima guerrera y mística”, que “Los revolucionarios,”…”se proponen por su parte, vivir peligrosamente”, que en ellos “se advierte”...”impulso romántico,”...”humor quijotesco”, y que “El hombre contemporáneo tiene necesidad de fe. Y la única fe, que puede ocupar su yo profundo, es una fe combativa”,… “la ruda, la fuerte, la perentoria necesidad de una fe y de un mito que mueva a los hombres a vivir peligrosamente” (1)

Tomando como modelo de aventurero a Cristóbal Colon, diría que “hay que reivindicar al aventurero, al gran aventurero. Las crónicas policiales, el léxico burgués, han desacreditado esta palabra” (2), y examinando al inolvidable personaje “Charlot”, de Charles Chaplin, diría “es el antiburgués por excelencia. Está siempre listo para la aventura, para el cambio, para la partida. Nadie lo concibe en posesión de una libreta de ahorros. Es un pequeño Don Quijote,”…”Como Don Quijote, Charlot tiene que enamorarse antes de emprender su temerario viaje” (3).

Añadiría también que “una revolución es siempre la obra de una élite, de un equipo, de una falange de hombres heroicos y superiores;”, que “Las verdaderas élites intelectuales operan sobre la historia revolucionando la conciencia de una época. El verbo necesita hacerse carne”..(4) y que “Una moral de productores,”….”se forma en la lucha de clases, librada con ánimo heroico, con voluntad apasionada” (5).

Llama la atención que Mariátegui escribiese así, postrado como estaba en una silla de ruedas, desde Abril de 1924. No obstante, como reflejó Enrique López Albújar en El Tiempo el 30 de marzo de 1928, 18 días antes de su muerte : «Nada revela en él la cobarde y asquerosa actitud del vencido por la suerte, del hombre que, urgido por el ansia de vivir, tuviera todo el pensamiento reconcentrado en recibir una limosna de salud».

“EL VERBO NECESITA HACERSE CARNE”

Veintiocho años tras de la muerte de Mariátegui, las noticias mundiales darían cuenta de la existencia de un revolucionario excepcional, un médico-guerrillero argentino que había hecho sus primeras experiencias revolucionarias en la defensa de la Revolución guatemalteca de Jacobo Arbenz, que condujera exitosamente la batalla de Santa Clara, decidiendo el triunfo de la Revolución Cubana, un hombre que, relata Fidel siempre era el primero en el ataque y el último en la retirada, y que curiosamente había nacido el 14 de Junio, como Mariátegui.
Extrañamente este revolucionario no renegaría del calificativo de “aventurero” que le enrostraban sus enemigos y detractores, por el contrario, quizás retomando a Mariátegui respondía : “Muchos me dirán aventurero, y lo soy, sólo que de un tipo diferente y de los que ponen el pellejo para demostrar sus verdades” y asumiendo el “quijotismo”, que Mariátegui tanto resaltaba en Unamuno, añadía : “Otra vez siento bajo mis talones el costillar de Rocinante, vuelvo al camino con mi adarga al brazo” (6). Se llamaba Ernesto Guevara La Serna, mas conocido como el “Ché”.
Sería insuficiente decir que el Comandante Guevara fue las piernas que Mariátegui no tuvo para combatir como él deseaba y el “Ché” lo hizo. Quizás sea mas justo decir que Ernesto “Che” Guevara fue “el hombre matinal”, “el verbo hecho carne”, que soñó Mariátegui.
Lima,14 de Junio del 2010.

Gustavo Pérez Hinojosa (Movimiento Político “Inkari-Lima”)

NOTAS :

(1) “Dos concepciones de la vida”, Mundial, 09/01/1925.
(2) “En el día de la raza” Variedades, Octubre 13, 1928.
(3) “Esquema de una explicación de Chaplin”, Variedades, 06 y 13/10/1928.
(4) “El problema de las elites”, Variedades, 07/01/1928.
(5) “Ética y socialismo”, Mundial, 16/11/1928.
(6) Carta a sus padres, 01/04/1965.

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