sábado, 2 de marzo de 2019

OPERACIONES ESTRUCTURADAS EN LA MINERIA, OTRA CORRUPTELA QUE PASA PIOLA


Escribe: Milcíades Ruiz
Mientras el escenario político nos proyecta la corruptela de obras por coimas, todos los demás escenarios de la corruptela pasan desapercibidos. Mientras cierta bancada está más empeñada en que los peruanos lleven el apellido materno o paterno por delante, sin preocuparse por la situación campesina agobiada por los desastres naturales y los desastres antinaturales mineros, la corrupción en el sector minero avanza sigilosamente.
De manera similar a la concesión de obras públicas, cuyos presupuestos incluyen los costos indebidos; las concesiones mineras tienen su propio estilo y los costos indebidos suelen ser muy elevados y con mayor ramificación que incluye desde gobernantes nacionales y regionales, funcionarios sectoriales, autoridades locales hasta dirigentes locales. También forman consorcios y tienen su club argollado como el de la construcción.
Detrás de cada proyecto minero están muchas empresas peruanas carroñeras, que viven de los subcontratos. Todas participan de la caza de nuestros recursos naturales y cada cual rodea la presa ayudando a festinar trámites y a vencer resistencias. El modus operandi es casi una tradición peruana y los inversionistas extranjeros lo tienen como ventaja comparativa. En el Perú todo se resuelve con coimas. Son muchos los que cometen delito de traición a la patria, pero nadie investiga porque eso también está cubierto.
Estos días, se está sondeando reacciones lanzando de a pocos el regreso de la Southern Copper al valle Tambo en Arequipa. El ministro del sector Francisco Ísmodes, ha soltado la idea de que se otorgaría la licencia de construcción antes de agosto, al proyecto minero “Tía María” que comprende dos yacimientos cupríferos. Como se recordará esta autorización fue paralizada desde el 2011, tras la férrea lucha de los agricultores que hizo retroceder a los depredadores coludidos con autoridades de todo nivel.
El gobierno de entonces arremetió con todas las fuerzas represivas aduciendo el principio de autoridad, pero no pudo vencer la resistencia. La empresa minera les ofreció de todo casa por casa y tampoco pudo. Se puso en escena la trampa de la mesa de diálogo en la que gobierno y empresa tenían abrumadora sobre la única representación de los afectados, pero estos no cayeron en la celada.
Nadie entendía el por qué las autoridades eran más exigentes que la propia empresa que, al ver las dificultades anunció que se retiraría del proyecto. Lo que no se sabía era que la empresa minera tenía comprado al ministerio del interior con un convenio de cooperación financiando programas de este portafolio. Entonces las fuerzas policiales estaban obligadas a parcializarse con la empresa depredadora, no solamente en la represión sino también en la mesa de diálogo, actuando de juez y parte, como los demás representantes del gobierno.
Pero la Southern no solamente financiaba y probablemente lo sigue haciendo, a ministerios, sino también a gobiernos regionales del sur del país donde tiene otros yacimientos de cobre, financiando supuestas obras de desarrollo. No olvidemos que el presidente Vizcarra fue anteriormente presidente regional de Moquegua. Pero esta modalidad de cooperación con los organismos del estado y con autoridades regionales es una forma de corrupción pues, lo mismo hacía ODEBRECH financiando campañas políticas.
La Southern Copper es la mayor productora de cobre en el país. Opera las minas Cuajone y Toquepala en Perú, así como una fundición en Ilo. También es dueña de la operación aurífera Tantahuatay en la Región Cajamarca con la minera Buenaventura de los Benavides. Tiene además, el proyecto minero de cobre y molibdeno “Los Chancas”, ubicado en Aymaraes, Apurímac. 

Pese a que los estudios de impacto ambiental del proyecto Tía María, se encuentran observados, sin embargo para el ministro Ísmodes "Es un proyecto que está priorizado por el Gobierno para que pueda ser implementado en el año 2019", según dijo a la agencia Reuter. Esta posición se alinea con el Plan Nacional de Competitividad lanzado por el gobierno para crear un entorno favorable para los inversionistas.
Para ello dicho ministro dijo también que están trabajando un plan con la empresa para reducir la oposición de los habitantes de la zona dada la bravura con que defendieron anteriormente su hábitat, fuente de vida y e ingresos. Si esta es la perspectiva del gobierno, sería bueno saber cuál es la perspectiva de la izquierda peruana al respecto. No se trata solo del proyecto Tía María, sino de la política de gobierno con relación a nuestros recursos naturales y demás proyectos mineros.
Si seguimos absorbidos por la prensa que nos hace mirar a otro lado, es probable que los afectados ni se enterarán hasta que sea demasiado tarde. En la lucha popular, se vislumbra una serie de conflictos con la consiguiente represión que sufrirán los afectados. Si esto fuera así hay que prepararse y actuar como corresponde. No esperar el derramamiento de sangre para sacar provecho político. Tenemos que desarrollar una estrategia acorde con nuestra ideología pero sobre todo demostrar a nuestro pueblo que estamos con ellos por ideología y no por oportunismo.
Salvo mejor parecer.







Marzo 2019

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